
Amo leer, me encanta el anime, series y muchas cosas más, 27 años, espero poder escribir algo pronto por aquí, mexicana. I hope they continue to take care of themselves against the covid and you are well
225 posts
Grief Comes In Waves Like A Heartrate On A Cardiograph Sometimes Adrian Tepes Thinks Everything Is Going
grief comes in waves like a heartrate on a cardiograph― sometimes adrian tepes thinks everything is going okay, until he realises that the euphonious sound of your voice is fading from his memory completely.
what does your face look like again? he swore you had these adorable little dimples framing your smile perfectly, like you were some angel. ironic, wasn't it?
his heart feels like a hummingbird, and the very thought of you, kills his mind.
adrian was all too familiar with that throbbing sensation of losing a loved one, he just never thought it would be you. he never thought he'd be catching himself doing the things you loved to do. he never thought he'd be crying while washing the dishes and thinking of you. he never thought he could miss you so much.
he almost felt...empty inside― no one could ever come close to filling that void, the overwhelming hole bringing out the worst in him. he's turning bitter, like his old man.
don't let him turn into what he feared the most...
"i feel strange." he'd think deeply, unsure of what the connotation to that word actually meant. but he felt misplaced, crazy, even.
"i know she's dead. and i've accepted that." yet...no matter how long time draws by, he still can't shake the guilty feeling of needing to wait for you to come back to him.
"it should have been me, instead of her."
"no, it shouldn't"
your voice would often come to him in the dead of night― the all mighty alucard, son of dracula, having nightmares over a mere human?
"you could've just turned her into one of us. what a miserable and pitiful, young boy."
"he takes after his father. tsk. keeping pets was his favourite hobby, after all."
was he cruel to be laughing over these meaningless ideas? accusations? stabs of jests?
you were so pure in your true, unrefined form, because, he was half-human after all. that icy veneer he kept himself locked up in, melted instantly when you came into his life.
he's starting to have his doubts...maybe he should have turned you into one of them. would you have still loved him the same way? would you have forgiven him? made that forever promise, come true?
maybe, in another life, it will.
-
multifandoms27-blog liked this · 1 year ago
-
uh-hah liked this · 1 year ago
-
nuffintop liked this · 1 year ago
-
angrychocolatesquirrelartisan liked this · 1 year ago
-
andy0dandy liked this · 1 year ago
-
who-let-me-write-this liked this · 1 year ago
-
chenlelover liked this · 1 year ago
-
suckerfortrephacard liked this · 1 year ago
-
crimbabyops liked this · 1 year ago
-
shark-2 liked this · 1 year ago
-
marzzrambles liked this · 1 year ago
-
coppola68 liked this · 1 year ago
-
nonstopadhdkid838 liked this · 1 year ago
-
mia9o9 liked this · 1 year ago
-
comeblogwithme liked this · 1 year ago
-
alucardsdaddyissues liked this · 1 year ago
-
nyxalthorne liked this · 1 year ago
-
allis7dark liked this · 1 year ago
-
pequeno-atlas liked this · 1 year ago
-
pearlopal liked this · 1 year ago
-
constantshitposter liked this · 1 year ago
-
multifandomgirl2018 liked this · 1 year ago
-
rayis-blog liked this · 1 year ago
-
lollixgoddess liked this · 1 year ago
-
derpmeep liked this · 1 year ago
-
ren2004 liked this · 1 year ago
-
fphantomhive liked this · 1 year ago
-
aniniaina liked this · 1 year ago
-
anotherrunawaytrain liked this · 1 year ago
-
minekidd liked this · 1 year ago
-
roryx0x0 liked this · 1 year ago
-
kawaiiskeletoneggsnerd liked this · 1 year ago
-
vr00m-vr00m liked this · 1 year ago
-
mothsnow liked this · 1 year ago
-
neptunamoth liked this · 1 year ago
-
jikapu-2-0 liked this · 1 year ago
-
unfortunatesoul707 liked this · 1 year ago
-
0pearlmarmalade0 liked this · 1 year ago
-
charmedfart liked this · 1 year ago
-
princesslikesfanfics liked this · 1 year ago
-
fancyreviewtimemachine liked this · 1 year ago
-
solaeirr liked this · 1 year ago
-
wilhelmina-tepes liked this · 1 year ago
-
stellasfictionalworld reblogged this · 1 year ago
-
stellasfictionalworld liked this · 1 year ago
-
startron9 liked this · 1 year ago
-
hellothisiskittywy liked this · 1 year ago
-
gardznbees liked this · 1 year ago
-
catarsis96 reblogged this · 1 year ago
More Posts from Catarsis96
Ey, hola! Espero que se encuentren bien, aquí estoy con algo nuevo y de temática Yandere con nuestro damphir favorito.
.
.
Advertencias: menciones de desnudes, tocamientos no deseados, se hace mención de actividades +18 o adultas llegando al final de la lectura, Yandere Alucard, esto es ficción, no consientas estos actos en la realidad.
Título: Por los siglos de los siglos.
Resumen: Harto de vivir solo durante tantos años, Alucard decidió tomar a la pobre alma que había llegado a él, buscando ayuda, sin saber que buscar su ayuda, tendría como pago ser su compañera amada por el resto de los siglos.
.
..
Dormir juntos se sentía tan pacífico, como una unión que no se podía describir, incluso después de hacer el amor sentir la piel del otro y el aura que desprendían por estar juntos era lo más placentero. Era una conexión única e indescriptible.
Pero…
Su unión no era como la clásica amorosa, dónde ambos se amaban tan fieramente, se entregaban sus vidas y almas en un juramento lleno de amor y fiereza por estar unidos.
No era como la de sus padres.
La amaba tanto que su amor parecía una locura, una obsesión enfermiza y despiadada. Oscuro.
Alucard la quería con él, quería eso que tuvieron sus padres y amigos, aún después de vivir por muchos años y ver y conocer a tantas personas, estar solo no era maravilloso, ver las paredes del gran castillo era desesperante, él quería ver una nueva cara, sentir la compañía de alguien más, anhelaba tener intimidad con quién debería de ser su amante y sentir la felicidad juntos. Daría todo por, incluso, hacer las actividades más domésticas que hay en la vida.
Sin embargo, atormentado por sus demonios internos, la desesperación y el deseo que tanto pedía, lo llevó a meterte en su casa y volver su cautivo; fuiste tan inocente al confiar en él y no darte cuenta de sus intenciones profundas. Solo querías su ayuda para salvar a tu pueblo del acecho de unos vampiros, ¿Quién iba a decir que buscar su ayuda, tendría como pago ser su compañera amada?
Sometida a sus deseos, ahora debías dejarle tocarte y amarte. El misterioso Alucard que había salvado innumerables veces al mundo, que hacía su deber por compasión y acto de amor a su madre perdida, había resultado ser diferente al de las historias que se contaban de generación en generación.
Llevando una de sus manos a tu mejilla, te hizo salir de tus pensamientos.
“Te amo, cariño, tú… ¿Tú me amas?”
Y aquí era donde tenías que responder a sus sentimientos, forzosamente.
“Sí, te amo.” Un amor de mentira, obligado. Sus ojos brillaron con deleite al oír tu respuesta.
Sabía que tus palabras no eran reales, pero ¡Qué felicidad y placer encontraba, cuando le decías lo que quería escuchar!
“E-Espera…” Trataste de detenerlo, en cuanto él se acercó a ti y te volvió a encerrar entre sus brazos y el colchón de la cama.
Sus labios bajaron a su cuello, besando, lamiendo y alabando los chupetones que había dejado horas antes, los filosos colmillos rasparon la piel delicada que encontraban, sus grandes manos llegaron a sus pechos, cubriendo la carne suave y sintiendo como se endurecen esos pezones dulces que tanto ama, no podías evitar los suaves suspiros que dejabas escapar, Alucard sonrió, sabía cómo sacarte gemidos.
“Por favor, no… estoy cansada.”
“Por favor, sí.” Sus ojos brillaron con peligrosidad y supiste que no podías pararlo. Él ya estaba duro y dispuesto a tomarte. La punta dura y caliente pinchando sobre tu ombligo.
Sus facciones se volvieron completamente vampíricas provocando temor, las palabras finales de él firmando tu destino.
“Déjame amarte por el resto de los siglos.”
Tengo unos problemitas para publicar esto. Espero que esta vez no suceda nada, hice esta idea un poco tonta para practicar mi escritura Smut, espero que sea del agrado de los demás, agradezco también a quienes han leído mis otras publicaciones.
Advertencia: estructura +18, si eres menor de edad o no te gusta este tipo de lectura, no leas.
Adrian Tepes x lector femenino.

El Damphir que se robó una doncella prometida.
Para las jóvenes doncellas estar comprometidas con un buen hombre era una gran ilusión, corrían con la suerte de casarse con alguien de buena familia y estarían con alguien que las amaría, pero no siempre era así.
Estabas comprometida, mejor dicho, tus padres te estaban vendiendo a un hombre horrible, en el momento en que tuvieron la oportunidad decidieron que sería una buena idea entregar a su única hija al dueño de un negocio del pueblo. Ellos eran tus padres, ¿Cómo era posible que hicieran esto? Pero no les importaba, solo el dinero que recibirían al entregar a su hija como si no sucediera nada.
Su matrimonio no era uno normal, tu padre un completo borracho que solía tener deudas por su incontrolable adicción al alcohol y tu madre… a ella no le importaba su marido, solo se había casado con él en cuanto supo de su embarazo y sacarle lo poco que le diera.
Sinceramente no te importaban ya. Pero ahora que habían hecho aquél trato con ese hombre, enfureciste.
No tenías a nadie con quien desahogarse en casa, así que fuiste con la única persona que te entendía muy bien. Caminaste por el bosque hasta llegar al castillo que se instaló muy cerca del pueblo en que vivías, el castillo de Drácula.
Tener tan cerca ese imponente castillo había llamado su atención, la curiosidad llamaba y, en un momento donde huiste de tu hogar y de las discusiones de tus padres, fuiste a explorar cerca. No habías pensado que llegarías a conocer a Alucard, aquél que habías escuchado mencionar por un orador. Fue un poco extraño conocerlo, quizás porque él era diferente a un humano. Pero lo extraño y sobrenatural te atraía. Y desde aquella vez, comenzaron a tener una extraña pero hermosa amistad.
Alucard solía ser un poco callado pero sarcástico, cálido a pesar de que parecía esconder ese lado suyo, era guapo y esos pectorales, no eras ignorante de la seducción que Alucard poseía y no negabas que habías comenzado a sentir una gran atracción por él. Había muchas cualidades y razones en él que te hacían tener mariposas en el estómago cuando estaban juntos.
El castillo estaba frente a ti, subiendo los escalones sabías que él sabía que estabas ahí. La gran puerta fue abierta para que pudiera entrar y Alucard te vio desde las escaleras de caracol.
“... Que alegría verte.” La sonrisa en su rostro era evidente.
“Yo también me alegro de verte, Alucard.” Saludándolo, caminaste hacia él.
Alucard notó cómo su rostro estaba ligeramente molesto, normalmente cuando estabas así era por los problemas de tu familia, él lo sabía, desde que comenzaron a entablar amistad no le ocultaste nada sobre tus "amorosos papás". Alucard comprendió, no juzgó, pero si le molestó que unas personas fueran tan irresponsables y quisieran llevarse entre todos sus problemas a alguien que no lo merecía.
Él quería hacer algo para ayudar, el tiempo que estuvieron conviviendo ha sido lo mejor para él, habías aparecido justo cuando sentía que estaba perdiendo la cordura.
Ver a otro humano, después de que la guerra contra su padre terminó, fue lo mejor que le pasó, eras lo mejor que le habías pasado. Esa curiosidad tuya por las cosas sobrenaturales, tu forma de pensar y ese brillo en los ojos cuando jugaban juntos, era como un dulce regalo, pero no solo eso le llamaba de ti, cada vez que jugaban a atrapar el uno al otro, había estado viendo tus caderas al momento en que corrías, tus pechos esponjosos cuando necesitabas tomar aire después de tanto correr; Adrian quería ver tus lugares más privados.
Se sentía como un pervertido pero no podía evitarlo, lo tentabas.
“¿Qué sucede ahora?” Ignorando sus pensamientos lujuriosos, se atrevió a preguntar.
Mordiéndo tu labio por la frustración, comenzaste a hablar:
“Ay, Alucard, mis padres han hecho algo espantoso” Corriste a él y lo abrazaste con desesperación.
Para Alucard fue una sorpresa repentina cuando te aferraste a él, como pidiendo protección.
“¡Me han comprometido con un señor!”
“¡¿Qué?!” No solía sorprenderse tanto, pero en cuanto dijiste aquello, fue como si le hubieran dicho la pesadilla más espantosa. “¿Ellos hicieron qué?”
“Prometido, pero en realidad me cambiaron por unas simples monedas en cuanto tuvieron la oportunidad” Susurró sabiendo que él escucharía. “No quiero casarme con un anciano, Alucard.”
Sus brazos rodearon tu cuerpo, como si fuera un refugio donde nadie entraría a dañar.
“Yo quiero estar con la persona que amo.”
Aquello llamó la atención del damphir y una ráfaga de celos lo invadió, estabas enamorada de alguien.
“¿De quién?” Su voz masculina salió de sus labios por sí sola. Tenía que saberlo, quería escuchar quién era ese alguien que amabas.
“Yo… Uh…” La vergüenza te tomó. ¿Por qué era difícil decir a quién amas?
“Dime, ¿A quién amas?” Los dedos de su mano derecha tomaron tu barbilla. Sus ojos miel te miraban como si estuvieran tratando de hipnotizar tu mente.
Labios masculinos se acercaban a unos femeninos, deseosos de probarlos, tu corazón parecía golpear tu caja torácica, pensaste si era posible que saliera de tu pecho por la forma en que palpitaba como loco. Lo que pensaste que nunca podría suceder, pasó, Alucard te estaba besando y era mejor que en tus sueños.
Sus esponjosos labios se movieron con maestría atrapando los suaves y torpes por la repentina acción. Con sus colmillos mordió su labio inferior pidiendo permiso para profundizar más ese beso y lo hiciste, le estabas dando permiso a hacer lo que quisiera, su lengua lamió la tuya como si la estuviera seduciendo; un pequeño gemido brotó y no supiste si fue tuyo o de él.
Él se separó de tu boca, un pequeño hilillo de saliva los mantenía unidos, sus ojos parecieron brillar más.
“ A mi habitación” Sin perder el contacto con tus ojos, te tomó por la cintura, te dejaste llevar por él y no querías dejar su cercanía.
Llegaron a su habitación dejando atrás el salón principal, la luz se filtraba por las ventanas haciendo que el lugar se notara un poco acogedor y como un lugar para descansar cómodamente. Tuvo que soltarle para poder cerrar la puerta, aun sabiendo que no habría nadie que les interrumpiera. Miraste a tu alrededor y su cama. Sabías lo que sucedería a continuación.
“No haré nada si no lo deseas, pero…”
“Quiero hacerlo.” Respondiste, no había duda de que quisieras.
Caminó hacia ti para poder besarse otra vez, hacer eso era como una invitación a lo prohibido, a la tentación. Y él quería llegar a eso, contigo. Los gemidos y suspiros entre besos eran escuchados, pero Alucard quería más que solo besarse, ambos querían más.
Con pasos decididos llegaron a su cama y te tumbó delicadamente en ella.
“He querido hacer esto contigo” Reveló con un poco de timidez. Su cuerpo más grande descansaba sobre ti.
“Yo también.” Con voz acalorada, lo miraste.
Ambos estaban igual de avergonzados, pero con el calor del momento y el deseo consumiendo sus cerebros, las caricias lascivas debajo de la ropa se hicieron presente, ambos querían tocar, explorar la piel del uno y del otro. La ropa comenzó a estorbar y a desesperarlo, necesitaba verte tal y como eras. No podía esperar más, con sus grandes manos no le fue difícil sacarte de ese molesto vestido.
Sus ojos brillaron cuando la vio desnuda por primera vez. Alucard iba a comerte y tú no lo impedirías.
Comenzó a recorrer tu cuello con dicha, con cada paso de sus labios por tu nervioso cuello, pechos y mejillas; un suspiro dejabas escapar para él.Guiaste tus manos hacia su cuerpo, querías quitarle la ropa como él hizo contigo, al ver lo que pretendías, ayudó a quitarse la camisa y pudiste ver sus músculos, pecho y cicatriz, era como si te hechizara cuando tus manos lo comenzaron a recorrer.
“¿Te gusta lo que ves?” Preguntó socarrón, no podías dejar de tocar y mirar, todo su pálido cuerpo, cada parte de él estaba haciendo que no alejaras las manos.
Y ahí estaba su modo burlesco, incluso en este momento de placer. Lo tomaste del cabello para besarlo con lujuria, mordiendo un poco sus labios. Gimió cuando lo tomaste así. Su mano comenzó a deslizarse desde tus pechos a la parte baja entre tus muslos, quería tocar ese lugar secreto entre tus piernas. Sus dedos tentaron hasta que por fin entraron en esa calidez, encontrando ese botón nervioso.
Sorprendida por lo que te hacía sentir comenzaste a gemir, las caderas se movieron por sí solas en cuanto sus dos dedos comenzaron a jugar con su clítoris, sus dedos parecían estar acostumbrándose a sentir lo cálida que eras en esa área sedosa. Necesitaba oír más de tí, comenzó a hacer que entres en desesperación por lo bien que te hacía sentir solo con eso. El nudo en tu estómago parecía reventar, un toque tras otro y otro cuando ya no pudiste más y llegaste al primer orgasmo de la tarde.
Tu cara ardía por haber terminado en su mano, con la respiración cansada de haber acabado en sus grandes dedos. El te miró, se le hacía agua la boca por verte así, los pantalones comenzaron a molestarle, con la necesidad de poder hacer algo por la dureza de entre sus piernas, se quitó lo último de su vestimenta, no iba a parar, separó tus piernas para estar enmedio de ellas, una mirada más a ti y un asentimiento le bastó para poder entrar poco a poco en tu interior. La respiración se le cortó cuando entró por fin, los dulces pétalos de tu cuerpo se separaron para recibir su longitud como si lo estuvieran esperando desde hace mucho tiempo.
Se sentía tan bien, tan húmedo y caliente, sus caderas comenzaron a moverse lenta y firmemente, provocando que gimieras para él. El repentino dolor por su grueso eje invadiendo tus confines, comenzó a desaparecer con cada destello de placer.
“Adrian…” Murmuró entre gemidos.
No comprendiste a qué se refería, hasta que te diste cuenta de que te pedía que lo llamaras por su nombre, su nombre real y no Alucard.
“A-Adrián” Lo complaciste y él agradeció embistiendo esos nervios de placer. Gemiste fuerte cuando su miembro golpeó con más fuerza, él iba a hacer que gimieras su nombre para él, se aseguraría de eso. Tu clítoris parecía entrar en un estado de excitación cuando la cabeza de su entrepierna lo golpeaba hasta querer hacerlo estallar.
El olor a sexo comenzaba a volverse más fuerte entre ese cuarto, los gemidos; los golpes de piel contra piel y esos gruñidos como de un ser sobrenatural eran la clara evidencia de lo que se estaba haciendo ahí. Un ser de la noche estaba corrompiendo a una doncella. Y no se arrepentía, la marcaría como suya, su compañera, de él y de nadie más.
Sus instintos naturales lo guiaban a querer poseerla por completo, a marcar a esa mujer como su compañera y amante. El clímax final estaba por llegar, ambos lo podían sentir como hilos de electricidad recorriendo sus cuerpos sudorosos. Sentiste ese nudo romperse otra vez y no pudiste evitarlo, te corriste sobre su duro miembro y creiste ver estrellas cuando sucedió. Adrian pudo sentir el momento justo en que llegaste al orgasmo y él pronto te acompañaría a la cima, su miembro parecía tener ligeros temblores, indicios de que pronto estaría igual que tu, una y otra embestida más bastaron para que él finalmente sintiera lo que llegaste a sentir, derramando su semilla en tu estreches. Y fue el placer más grande que pudo haber sentido en su vida y lo mejor es que fue contigo. Su cuerpo cansado cayendo sobre ti, sin lastimar.
“A ti, Adrián, a quien amo es a ti.” Dijiste por fin, tus brazos lo tomaron en una abrazo.
“Yo también te amo” Sonrió con sinceridad.”
El sueño te recorrió, tus ojos comenzaban a pesarte, te vio cerrar los ojos y para él fue como si viera dormir a un ángel. La noche estaba ya puesta en el cielo, con ella era imposible que regresara a casa, pero era muy seguro que no te irías, con lo cansada que habías quedado.
Mientras dormías, sus pensamientos lo llevaron al suceso que los trajo ahí, te habían prometido, cambiado habías dicho, pero por lo que hicieron y las confesiones, ese compromiso ya no era válido. Se levantó, tomó sus pantalones y buscando hoja y tinta comenzó a escribir una carta a tus padres.
Estimados señores:
La carta que les hago llegar es para hacerles saber que me enteré de que han prometido a su hija, la mujer que amo y ahora está durmiendo en mi cama, ahora con eso dicho ya no podrán seguir con sus planes, porque ahora ella es mi esposa.
Se despide: Alucard Tepes, el damphir que se ha robado a su hija”
Ay, demasiado hermoso 🥹❤️
Thank you for opening inbox. 🙏
Friends to Lovers, for Adrian x female Reader ( modern AU). The details are all upto you. I just need Alu baby to realise that he is in love with the reader. And they start dating. Please write this from his POV.
Thank you ✨✨💜💙✨✨
I hope you have a wonderful day ahead! ✨💗💓💗✨💗💓💗✨
modern love <3
a/n: i'm sorry this took so long to write <3 i wrote this as if alucard and reader still live in the castle in the modern world <3 warnings: fem reader, emotional alucard lololol
500 long years of his life had he watched people come and go, and yet here he remained, still unable to accept that you were different. He knew exactly what this feeling was; he had seen it the whole time while his parents were still alive. Was he scared? Indeed, it was not of you, but he didn't want to appear weird. You two were perfect friends, after all. Why ruin something so perfect?
He watched you with wanting eyes, your beauty radiating from your aura. He was entranced by you, and every day was torture for him the longer suppressed his feelings.
"Damnit," he whispered. He sat on top of the ledge of the castle, his long blonde hair that had faded a little more silver over the years catching the cool breeze of the evening air.
He looked down at you from above; you wore a lovely blue, puffed-sleeve midi dress that cinched in at the waist, a basket in hand as you picked some flowers. Every week, you liked to go out to the garden and tend to it, creating lovely bouquets of flowers to display around your shared home. He smiled; you were just as sweet as ever. You reminded him why he liked humans so much; some may not be so good, but you were exquisite. The world changed and advanced as time went on, but even in this dark world, you were still good. He didn't like to use a phone often, but he loved it when you would send him fun recipes from interest, sewing patterns you liked, and any inspiration for places you wanted to visit.
He snapped out of his thoughts as he realized you were looking up at him, waving a tiny hand at him with a smile on your face. He smiled back, jumping from the ledge to talk to you. Your giggles like music to his ears as you laugh at him.
"Do you always need to show off?" you said to him with a wide smile.
"Only if it's for you, of course," he responded.
"You looked like you were in deep thought up there, I saw you looking at me, but you didn't seem to notice for a bit," you said.
He tried to fight off the warmth that was blooming on his cheeks. "Well, I have to admit. . . " he stammered. Here I am, the dhampir everyone admires and fears, and I cannot even speak to my best friend of a few years and be honest with her. He thought to himself.
"It's nothing. I was just lost in my thoughts," he lied. He was thinking about you and knew you would call his bluff eventually. What was so hard about admitting his love for you? He was a dhampir; why would you ever want to be romantically involved with him?
"See! And there you go again, lost in thought; now tell me, what has you so troubled, Lulu?" you said to him. The nickname is what does it. It gets him every time it escapes from your lips.
Your lovely eyes stared deeply into his, and he took in your figure. The pretty straw hat you liked to wear outside even if the sun wasn't out and the basket of flowers propped up on your hip. He smiled again, here goes nothing.
"You mean everything to me, I admit, I was thinking of you. Night and day, I think of you and what it would be like to be. . . more than just your best friend. . . if only you feel the same. I love you. I've known for a long time that I have, but I never knew how to say it. I still don't know. . ."
"Adrian." His name coming from you catches his attention and halts his speech.
"I love you too. I would like nothing more than to be yours," you said to him, and he stood there, not knowing what else to do besides pulling you into a warm hug, a hand placed on the small of your back as he held you close.
Hola, había dejado de publicar durante un tiempo, ya que he estado un poco enferma, pero decidí publicar algo pequeño pero esponjoso que tenía guardado. Espero que sea de su agrado
Advertencias: Ninguna.
Alucard Tepes x Reader

Empezaba a atardecer, los últimos rayos del Sol se podían apreciar, destellos naranjas y algunas nubes moviéndose suavemente. Era una vista sin preocupaciones y parecía no haber nada que pudiera entorpecerla.
Respiraste tranquila, el suave viento del atardecer meciendo mechones de tu cabello y algunas voces de la gente del pueblo eran percibidas. Esto era como la recompensa final del día que estaba por terminar.
“¿Cansada, amor mío?” Alucard, habló detrás de ti, él te encontró sentada en los escalones de su imponente castillo.
“Algo, querido.” Contestaste a su pregunta anterior. Desde que había amanecido, habías salido al pueblo a hacer tu día, el poblado que se estaba formando parecía tranquilo, entre las personas se ayudaban y convivían pacíficamente. Después de los acontecimientos anteriores, trataron de revivir en un nuevo capítulo.
Las aventuras y dolor que pasaron, los había unido demasiado. Él con la soledad y dolor de perder a su familia, se había acercado poco a poco a ti, buscando la calidez y momentos pacíficos que ofrecías, y él, aunque creía que no valía nada, te daba esa valentía y seguridad que habías perdido después de pasar un camino difícil.
Alucard y tú se necesitaban, tanto como necesitaban el aire para respirar.
Alucard la miró desde donde estaba. Le parecía un ser inocente, que necesitaba ser protegido, a pesar de que sabía que no necesitabas la protección de los demás. Sonrío, aún no podía creer que te tuviera a su lado. Caminó hacia ti, su gran cuerpo se agachó para sentarse detrás de tu espalda y abrazarte con sumo amor.
Miró la imagen que te tenía tan relajada, una sonrisa estaba en él, había valido la pena cruzar todas aquellas desventuras. Aunque aún estaban los recuerdos trágicos, sabía que podía pintarlos con nuevos y más coloridos.
“ Me encanta esto.” Él dijo y tú te volteaste a verlo. “ Estos momentos, sin duda son tranquilos. Y quiero tener más de estas tardes contigo.”
Tu corazón dió un vuelco, sus palabras sin duda te pusieron nerviosa y provocaron que te sintieras más enamorada de él.
“Yo también quiero eso, Alucard, contigo siempre.”
“¿Siempre?” Agachó su rostro a ti. Te miraba con cierta coquetería. Se acercó aún más y sus labios rozaban los tuyos.
“ Siempre.” Acto seguido lo besaste, ya no queriendo que fuera un simple roce de labios, sino un beso de amor, entrega y dicha.
Y ahí, a la luz del atardecer, ambos se besaron como si no hubiera un mañana y disfrutando del atardecer.
alucard definitely likes boobs. big or small doesn’t care he loves teasing your nipples, sucking on them, rubbing them, seeing them poking through the fabric of your shirt/night gown.
oh when you’re heavy with his child and your breasts swell up nice for him, he offers to massage them for you, “do they hurt?” he’d ask already reaching for your swollen breasts. his cool hands kneading your softness, your scent kicking him in the face when you start leaking a little bit…