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Dont Stop The Party. Captulo 3

Don’t stop the party. Capítulo 3

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: AU. Cuando Rangiku la invitó a su despedida de soltera, Rukia imaginó que la rubia haría algo fuera de lo común, especialmente considerando la forma de ser de su amiga. Pero nunca, jamás. . . imaginó aquello.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 3 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* ¡¿Qué demonios?!. . . *

Ichigo torció la boca, dando un ligero respingo ante la sorpresa de sentir como otras manos, que no eran las de Rukia, se habían apoderado desde a tras de su pene, recorriéndolo en toda su longitud y sopesando los testículos. Un par de segundos después otro par de brazos femeninos rodearon su pecho, tocando cuanto podían de sus esculpidos pectorales.

Una oleada de fastidio lo recorrió y entonces miró a Kuchiki, quien estaba visiblemente molesta y quizás también celosa.

""Sí, ¡ se muere de celos !.""

Pensó, agradado con la idea, no tanto con las nada bienvenidas caricias.

* ¡ Suéltenme !. * _Susurró entre dientes. Rukia alzó el rostro, mirándolo; él sonreía._ * ¡ Yo solo quiero estar con ella !. *

Tras aquellas palabras, la ojivioleta le regaló la más hermosa y tierna sonrisa, cautivándolo. En ese momento, la deseó más que nunca.

Pero las mujeres entrometidas no dejaron de acariciarlo, y el Kurosaki tuvo que alejarlas de un empujón carente de toda delicadeza.

Las chicas se asustaron y, entre reclamos, burlas y palabras altisonantes, se fueron. La pareja ni las escuchó, en cambio se miraban fijamente con complicidad.

La distancia entre ellos se borró cuando sus labios se unieron en un beso suave y lento. Una mano del pelinaranja acariciaba la mejilla izquierda de Rukia, mientras su otra mano rodeaba la cintura femenina y la aferraba contra él. Todo esto al tiempo en que Ichigo frotaba su verga contra la vulva suave y húmeda de su compañera.

Pero, de alguna forma, el ambiente se estropeó.

Kuchiki se separó del pelinaranja apenas unos centímetros.

* ¡ No !. * _Su voz sonaba agitada._ * No quiero hacerlo enfrente de todo el mundo, ni en el piso. *

Ichigo la escuchó con cierta impaciencia. Quizás resultaba un tanto exigente, especialmente considerando el lugar en el que estaban, pero estaba de acuerdo con ella. Ese no era el lugar correcto para poseer a una mujer tan perfecta y. . . ¡ adorable !.

Buscó rápidamente con la mirada un lugar más cómodo. . . y lo encontró.

Con Rukia entre sus brazos, y ella aferrada a él con brazos y piernas, Ichigo la llevó al que sería su improvisado lecho de placer y lujuria.

Mientras caminaba, el joven aprovechaba para frotar su pene contra el sexo femenino, que ya escurría su miel vaginal a causa de la gran excitación que el mismo Ichigo había encendido en ella.

Con tan solo deslizar una cortina, ambos jóvenes entraron a la que sería su "suite privada", que por cierto tenía una excelente vista. Es decir, era una especie de privado, delimitado tan solo por las negras cortinas traslucidas.

Por fuera, solo se podía ver que el recinto estaba ocupado, por dentro, los amantes podían ser testigos de todo el desenfreno que allí acontecía; podían ver las escenas más eróticas, lujuriosas y hasta lascivas, pero nadie podía verlos a ellos en su entrega. . . y ese era el plan.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No quise darles identidad a las chicas que quisieron tener "un poquito del Kurosaki", pudieron haber sido Senna, Nell, Nozomi, bueno, hay muchas candidatas, pero no consideré importante profundizar más en ello.

Me gustó que Ichigo fuese brusco con ellas, porque, vamos, hay gente que no entiende con palabras ¬¬'.

Ahora sí, el siguiente es el último capítulo, y también donde, a mi parecer, viene lo más fuerte ^¬^ .

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 22 de Agosto de 2011.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                               || Capítulo 4 ||

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4 years ago

1/3 de mis puros sentimientos.Capítulo 3

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Anime: Rurouni Kenshin

Rating: M

Pareja: Sanosuke & Kaoru

Sinopsis: Songfic. Aunque te ame al punto de quiebra, no sería capaz de decirte un tercio de lo que siento. Puros sentimientos corren y no soy capaz de decirte que te amo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 3 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Ya estaba la noche bien entrada en el Dojo Kamiya.

Kenshin permanece dormido en su habitación; su sueño solo pudo ser interrumpido por una sensación en el aire y unos débiles quejidos que apenas lograba escuchar.

Curioso, se dirigió al lugar de donde provenían aquellos sonidos: la habitación de Kaoru-dono.

Con extremo cuidado entreabrió la puerta corrediza de la recamara, sobreabriendo los ojos al presenciar lo que estaba pasando ahí dentro...

Kaoru; la "pequeña" Kaoru, estaba desnuda y empapada de sudor, con su largo cabello sobre sus hombros y espalda... ¡hermosa!.

Sí, realmente linda, si no fuera porque alguien estaba con ella con el cuerpo igualmente desnudo y bañado en sudor; un hombre bastante alto estaba sentado sobre el futón de la mujer, y además tenia a esta sentada sobre su cuerpo, tocando el mismo con ansias sin apagar.

Esas imágenes sorprendieron al rurouni... ver a la jovencita en esas condiciones sencillamente no le agradaba y mucho menos estando con alguien que no era él.

* Ahh, ah... sí, por favor sigue. *

Las suplicas de Kamiya trajeron a Kenshin al mundo real; la jovencita estaba gozando aquella situación; sus mejillas estaban sonrosadas y sus ojos entrecerrados por el esfuerzo.

* Jo-chan, eres maravillosa. *

Esas palabras... "Jo-chan". Sanosuke era el único que la llamaba así, entonces... él era...

En ese momento, el amante de Kaoru giró su rostro en dirección a Kenshin, no porque lo hubiese visto, sino porque buscaba el cuello de la chiquilla para recorrerlo con sus labios. Sí, definitivamente era Sanosuke, ¿Por qué él?.

El pelirrojo recordó que el jovencito le comentó en cierta ocasión, cuanto quería a Kaoru... pero Kenshin no pensó que se refería a quererla de ese modo. Pensó que Sano la quería como a una hermana pequeña y que por ello la protegía de todo, cuando el mismo no podía, o aunque pudiera... el trataba de que nada le pasase a la mujer.

Además, la forma como se portaba con ella; siempre la molestaba, le gustaba hacerlo... como un hermano mayor. Jamás creyó que su cariño fuera diferente.

Ahora que lo pensaba desde ese punto de vista, desde hace unos meses esos dos permanecían juntos gran parte del día; al principio Himura pensó que quizás habían logrado llevarse mejor... y vaya que así era, pero no pensó que tanto.

Una lluviosa tarde, Kaoru y Sanosuke habían llegado juntos al Dojo; empapados. Kaoru con la camisa del chico cubriendo su cuerpo y con cierto rubor en sus mejillas. No le tomó importancia en ese momento, pero ahora todo tenía más sentido... ese día había pasado algo.

Ahora, ahora Sanosuke tenía a la pequeña Kaoru entre sus brazos y de espaldas a él; aprisionando los senos de la mujer con sus fuertes manos y haciéndola subir al cielo y caer de nuevo a la tierra con cada beso, con cada caricia.

Observando como iba recorriendo el frágil cuerpo de Kaoru-dono; deslizándose desde sus pequeños senos hasta la intimidad de su vagina, y de paso recorriendo sus delicadas piernas... el rurouni comenzó a enfadarse, si seguía viendo esas escenas Battousai saldría a relucir y aniquilaría a Sanosuke por muy su amigo que fuese.

Mientras podía mantener el control, seguía "admirando" la unión de los cuerpos de los jovencitos. El pene erecto de Sagara estaba listo para entrar en el cuerpo de la chiquilla... seguramente ya llevaban rato juntos y estimulando sus cuerpos mutuamente.

Antes que nada, Kaoru le dio un largo beso en los labios a Sanosuke; el joven se sonrojó y correspondió al beso con tal entusiasmo y dedicación, como si quisiese llevarse hasta el alma de la chica, explorando las profundidades de su boca.

Sus lenguas se encontraron e iniciaron su propia comunicación, se unían y deslizaban rozándose mutuamente buscándose y hallándose en cada beso, en cada mordida... se unían.

El fuego que alimentaba su pasión debía ser apagado lo más pronto posible; era casi imposible seguir soportando el calor... debían apagarlo y la única forma de hacerlo era uniéndose.

* Por favor Sano, deja de jugar y toma mi cuerpo. * -Pidió la jovencita.- * No ves que me torturas con tus caricias?. *

Sagara sonrió traviesamente por hacer sufrir a su victima; indicó que estaba de acuerdo en dejarse de juegos y llegar a la parte más emocionante de su encuentro.

Con cuidado, Sanosuke acostó a su chica sobre el piso; el se recostó suavemente sobre el cuerpo femenino y dejó que sus labios jugaran un rato con los de la muchacha.

Sin saciarse aun y tratando beber de la sangre de su Kaoru, el muchacho se enfocó en los pechos de la joven.

""Bendita sea la naturaleza por crear a las mujeres; aun más por darme a Kaoru y por supuesto... por los cambios femeninos que se han acentuado en su cuerpo.""

Pensaba Sanosuke, hipnotizado por la belleza y fragilidad del cuerpo al que poseía.

Con suavidad, llenó de besos el cuerpo femenino, cual lluvia que cae sobre la tierra... con gran insistencia.

* Cada beso que mis labios te brindan; cada beso en tu cuerpo y labios... suman lo mucho que te quiero... los has contado?. *

Confesó entrecortado por la emoción de tenerla entre sus fuertes brazos, de saberse y sentirse el primero en su cuerpo, vida y corazón.

Tal cual era la emoción del muchacho, que para nada se percató que tenia publico presenciando su momento más intimo y privado.

Sagara se deslizó con extremo cuidado entre las piernas de su Jo-chan. A sabiendas de que la mujer era demasiado frágil a pesar de que trataba de demostrar lo contrario. Luchaba contra su excitación tratando de no lastimar a la chica que en una tarde lluviosa de verano, le robara el corazón.

* ¡ Mmm !. *

Un débil quejido de incomodidad, quizás de dolor, alertó al muchacho.

Envolvió a Kaoru con sus brazos y prodigándole un calor que solo fluía para ella, la sentó sobre sí sin dejar de introducir su pene en la vagina de la chica, haciendo que su hombría entrara en ella con cada embestida, con cada empujón a la intimidad femenina.

Amasando el seno izquierdo mientras la miraba a los ojos, Sano logro entrar por completo en la cavidad de Kamiya; ella se refugió en sus brazos... descansando la cabeza sobre el hombro del joven; cerró los ojos dejando que un amplia sonrisa le inundara el rostro.

El joven al que amaba, en verdad amaba, estaba dentro de su cuerpo... mejor, mayor placer no conocía ni deseba conocer.

Pero... ¿y Kenshin?. Creía haberle tenido amor, pero no era así solo le tenia un incomparable cariño y respeto que fácilmente confundió con amor.

Cierto día se dio cuenta de cuan equivocada estaba... Sagara entro de golpe en su corazón con tan solo una sonrisa, y con tan solo un beso logro enamorarla por completo. O quizás solo esperaba a que el chico exteriorizara su sentir para con ella.

Por su parte, Sanosuke también sonreía, tanto su rostro como su interior. Se sonreía a sí mismo por lograr la plena felicidad al unir su cuerpo al de Jo-chan.

La vida no había sido muy bondadosa con el; no sabía que era la felicidad hasta que conoció a sus amigos, muy en especial a la jovencita.

El que no sonreía para nada era el samurai, en el, había renacido ese extraño e incontrolable deseo de matar, matar al hombre que estaba dentro de Kaoru-dono; matar a aquel que esa noche, quizás muchas atrás, dejara de ser su amigo, su mejor amigo.

Permaneciendo a la expectativa, desenfundaba su espada con extrema cautela y lentitud... estaba decidido a aniquilar al maldito traidor de Sano, pero...

* Te quiero. * _Pronunció Kaoru._ * En verdad, si no estuvieses conmigo, me moriría de dolor, no soportaría perderte ahora que te tengo. *

Esas palabras lastimaron a Kenshin tanto o más que el hecho de ver como esos dos fundían sus cuerpos en uno solo. Lo despertaban a la realidad y le hacían ver que matar a Sanosuke no arreglaría nada, no porque no lo hiciese sentirse mejor, sino porque Kaoru lo odiaría como nunca hubiese odiado.

El hecho de que no lo amase ya era demasiado como para todavía soportar el dolor de su desprecio. Todo eso sin contar que lo que más amaba Himura en la chiquilla era su pureza y bondad, el saber que nunca había sentido odio y rencor; si ella sintiese esas emociones al aniquilar a Sano, sería solo por su culpa y por consiguiente, la causa de que su espíritu se manchara... no quería eso.

Desistió de su intención de eliminar al chico, mientras presenciaba las interminables embestidas que Sanosuke daba al cuerpo de la mujer.

Como el sudor de ambos chicos se confundía al recorrer sus cuerpos y los gemidos de placer que la muchacha emitía en reacción a las caricias de Sagara.

Los interminables besos que intercambiaban los labios de aquella pareja... y esas miradas llenas de ternura que por supuesto nunca había visto en ninguno de ellos, todo; todas las demostraciones de amor que se prodigaban: besos, caricias, miradas, suspiros y sonrisas; todas y cada una de ellas eran más letales que la herida más profunda que cualquier espada pudiese hacerle a su cuerpo.

Le causaban más dolor y sufrimiento a su alma, y le hacían derramar lagrimas, quizás no sangre, pero vaya que dejar fluir las lagrimas era mucho más desesperante que ver una herida sangrar... Maldito destino.

Mientras tanto, Sanosuke devoraba a Jo-chan con besos y ella apenas era capaz de responder a las exigentes caricias del joven.

Con más rapidez, pero moderando su fuerza, Sagara se deslizaba con facilidad dentro de Kaoru, no en balde ya habían hecho el amor algunas veces atrás, además la excitación de la chica facilitaba las cosas.

* Jo-chan. *

La llamó mientras recorría su cuello y suspiraba con suavidad.

* ¿Sí?. *

* ¿Sabes cuanto te quiero?. *

* Sí, lo sé. *

Respondía ella, tratando de poner completa atención a sus palabras.

* ¿Pero que tanto?. *

* Lo suficiente para estar conmigo ahora. *

* Así es. * -La interrumpió.- * Y tanto... tanto que me duele el corazón... yo...*

Inesperadamente los labios de Kaoru se posaron sobre los de Sano, impidiéndole seguir confesando su sentir.

La emoción hacia vibrar no solo los cuerpos, sino también sus corazones.

¿Cuánto más podían soportar el fuego y calor que llevaban dentro?. Varias veces se hicieron esa pregunta y al final terminaban buscándose para acabar embriagados el uno del otro...

Kenshin cerró con cuidado la puerta y se dispuso a dejar en paz a la pareja. Debía irse, el era un vagabundo y aunque quisiera no podría ofrecerle algo a Kaoru... al menos Sanosuke tenía la juventud que él ya comenzaba a perder.

Caminó a lo lejos acompañado por los gemidos de amor de los muchachos, con eso, incapaz de dar marcha atrás.

Kaoru y Sanosuke no tenían la más remota idea de que alguien los había visto, mucho menos sabían que ese alguien ya se había alejado de sus vidas.

Estaban tan inmersos en si mismos que nada más importaba en esos momentos, solo la emoción y pasión que los desbordaba.

Intentando apagar las llamas que consumían sus cuerpos y corazones, se movieron frenéticamente; elevándose al cielo con cada roce entre sus cuerpos.

Respirando entrecortadamente y con dificultad, se desbordó el mar de sentimientos que escondían; Kaoru se aferró a los brazos de Sagara al sentirse desfallecer por el dolor y placer que experimentaba. Sano apretaba contra si el cuerpo de Jo-chan tratando de no dejarla ir jamás de su lado mientras besaba con pasión el cuerpo de la chica.

Entrando y saliendo del cuerpo femenino por última vez en la noche, dejando escapar el líquido seminal que hubiese retenido a lo largo de la relación, sólo para llenar a la mujer con su esencia.

Kamiya se dejó recostar en el suelo con el cuerpo de Sano sobre el de ella mientras respiraban apresuradamente.

Sanosuke recargó la cabeza sobre los pechos de Kaoru, tratando de escuchar el latir de su corazón; ese latir apresurado e incesante que clamaba por él; dejando pasar unos minutos para que ambos se repusieran del esfuerzo corporal.

Con su pulso e ideas más tranquilos, conversaron un rato en si debían debelar su relación o si era mejor mantenerla como un secreto para los demás durante un tiempo.

No quedaron en nada concreto, lo único que quedó claro fue que se querían y que seguirían teniendo esos tórridos encuentros de pasión.

¡Ja!, pensaron que el mayor problema sería Kenshin, que al enterarse él, se podrían complicar las cosas; no tenían ni idea de que su único problema se alejó del Dojo para seguir siendo un rurouni, llevándose los recuerdos de sus amigos... amigos que sin saberlo, ni desearlo... lo dejaron muerto en vida.

Totalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

La pareja Kaoru x Sanosuke, no es muy popular, de hecho K&K me gusta muchísimo pero Sano tiene un no sé que, que sé yo... en fin, el caso es que Sano me encanta y Kaoru me cae bien por eso se me ocurrió hacer un fiction de ellos.

Lo siento Kenshin ¬¬' .

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 14 de Diciembre de 2001.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


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4 years ago

1/3 de mis puros sentimientos.Capítulo2

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Anime: Rurouni Kenshin

Rating: M

Pareja: Sanosuke & Kaoru

Sinopsis: Songfic. Aunque te ame al punto de quiebra, no sería capaz de decirte un tercio de lo que siento. Puros sentimientos corren y no soy capaz de decirte que te amo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 2 ::.

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.

Sanosuke Sagara y Kaoru Kamiya se encontraban desayunando en la casa de esta última.

Sagara seguía solo mirándola y tratando de decir algo que le costaba extremo trabajo, mientras que Jo-chan se mantenía a la expectativa sin comprender muy bien lo que le ocurría al muchacho.

De pronto, el joven se dio cuenta de algo y...

* Oye, ¿acaso no hay nadie más contigo?, por lo general este lugar parece un sitio de reuniones. *

Kaoru suspiró, llevaban varios minutos ahí y el ni se había dado cuenta siquiera; cerró los ojos por un momento, abriéndolos para mirar a un costado.

* Yahiko fue a ayudar a Megumi con sus pacientes parece que tiene muchos y el doctor Genzai no está en Tokio, creo que le dejó a las niñas así que entre ellas y la clínica, Megumi está muy ocupada. *

Se detuvo para beber agua; esta pausa fue aprovechada por el chico para preguntar porque ella no había ido a ayudarles. Ese comentario pareció tener una reacción extraña en la mujer, que dejó de beber y comenzó a golpear su pecho... se estaba ahogando.

* Jajaja, lo que pasa es que la última vez les di más problemas que ayuda con sus pacientes, así que supongo que decidieron dejar las cosas así. *

* Estás de buen humor, Jo-chan. * -Dijo Sanosuke.- * A propósito, ¿y Kenshin?. *

* Él fue a un pueblo cercano por medicinas, en la clínica hay muy pocas y el se ofreció a traer más. *

Sagara sonrió ante lo que escuchaba, su estado de animo pareció volver a ser el mismo cuando comento sarcásticamente que la habían dejado sola, preguntando la razón aun sabiéndola de sobra.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Solo como la lluvia en medio del verano,

tu sonrisa que humedece mi piel seca,

es muy alegre.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Kamiya tomó su tazón para darle un bocado a su desayuno, y para sorpresa de Sanosuke, ella comenzó a reír ampliamente mientras le decía:

* Jaja... vamos no estoy sola. Tu estás conmigo, ¿no es así?. *

Ella hizo una pausa para seguir riendo sin razón aparente, logrando con su comentario que Sano se sonrojara.

* Además...* -Continuó.- * Creo que tampoco te pidieron ayuda por las mismas razones que a mi... les darías más problemas; eso es algo que en cierta forma tenemos en común. *

Sagara se giró a un costado, cerro los ojos y sonrió irónicamente. Era cierto, eso si lo tenían en común, solo que a diferencia de ella él no le ayudaría en el trabajo a alguien, ni aunque le pagaran.

* Está bien, ya es suficiente de burlas... ¿qué quieres hablar conmigo?. *

* Bueno yo... es que... no sé si es realmente importante, aunque creo que si te hablo de ello te enfadarás conmigo. *

* Oh, por favor Sanosuke. *

Kaoru pareció enfadarse con la actitud confusa de su amigo; se levantó y se alejó de ahí diciendo que si no era realmente importante no debía molestarla o asustarla de cierto modo. Ella tenía sus propios problemas como para todavía cargar con los de Sagara, cuyo problema de seguro era de dinero y quería pedirle prestado, si era eso, pedía no ser molestada por nada.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Dame sonrisas y días brillantes.

No seas repentinamente indiferente,

porque, no importa cuan duro sea esto,

seré capaz de escalar los muros de la dificultad.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Kamiya se dirigió a su habitación dejando al chico un tanto impresionado con su repentino enojo.

El la siguió porque en verdad era importante lo que debía hablar con ella; la llamó por su nombre en varias ocasiones pero no obtuvo respuesta. Lo estaba ignorando a conciencia y eso le provocaba cierto dolor al muchacho.

Sagara la alcanzó y se le plantó en frente, impidiéndole seguir su camino; ambos se quedaron parados en el pasillo, Kaoru arqueó una ceja y se cruzo de brazos girando su rostro a un lado para no hacer caso a Sanosuke; el trató varias veces de llamar su atención para que hablaran de la situación en que él se encontraba, pero lejana a sus expectativas Kaoru no le prestaba la atención mínima obligando al muchacho a aplicar una forma, que aunque efectiva, también fue drástica para obligar a la chica a hacerle caso.

Los ojos de Kaoru se dilataron al ver como su amigo se inclinaba hacía ella y posaba sus labios sobre los suyos, acorralándola contra la pared y apretándola entre la misma y el cuerpo del luchador.

La chiquilla entrecerró los ojos y por un fugaz momento correspondió al cálido contacto que le ofrecía el muchacho, pero no por mucho tiempo... se alejó instintivamente de el fingiéndose indignada y un tanto indiferente en lo que Sanza acababa de hacer. La verdad es que su corazón vibraba de alegría y deseo, también de confusión y miedo; ahora ya nada tenía control parecía no ser su realidad.

* ¿Ahora sí vas a escucharme?. *

Preguntó Sagara de pronto, aunque más que una pregunta más bien pareció una orden.

Kaoru se mantuvo recargada a la pared buscando alejarse de su amigo y los problemas que le acarreaba; se armó de valor y le reprochó lo que había hecho; ella amaba a Kenshin y a él lo consideraba como un gran amigo. ¿Cómo fue capaz de hacerle eso?.

La mirada de Sanosuke cambió, se notaba enfadado por lo que acababa de oír; se acercó más a Kamiya quien temerosa cerró los ojos esperando lo peor... lo único que sintió fue la mano de Sagara sobre su mejilla izquierda; el chico mantenía la ligera y casi inexistente distancia entre ambos, su mirada ahora era suplicante, rogaba porque las palabras de la mujer no fueran ciertas... pero que esperanza podía tener si siempre la molestaba en vez de reconfortarla y apoyarla el la hundía más con sus comentarios.

Acercó nuevamente sus labios a los de ella pero Jo-chan movió minimamente su rostro a un lado; Sano lo intentó nuevamente obteniendo el mismo resultado, al siguiente intento no le dio oportunidad a la chica para reaccionar uniendo así sus bocas por segunda ocasión y obteniendo una mejor respuesta por parte de Kaoru quien suspiro entre los labios de su amigo dejando a su cuerpo relajarse ante aquella sensación; dejo que las manos del hombre se enredaran con las suyas para acercarse más aun, si es que eso se podía.

Sanosuke se alejó un poco de la niña, pero la distancia no duró mucho; como una adicta a sus labios, Kamiya se lanzó a los brazos de Sanza para besarlo con desesperación y locura, con sed de ellos, con sed de él.

* Jo-chan. *

Pronunció el joven entre los bocados que daba a los labios de Kaoru. Ella esperó a que continuara con lo que tenía que decir pero no lo hizo, no pudo, las palabras se atoraban en su garganta.

La mujer no esperó a que el chico terminara de hablar, volvió a unir sus labios exigiendo más de el y no estaba dispuesta a dejar de deleitarse con la boca del luchador.

Sanza la apretó contra sí y la elevó un poco sobre el aire, la sostuvo entre sus brazos caminando en dirección a la recamara de la chica mientras le susurraba algo al oído.

Abrió la puerta corrediza y entró a la habitación de la chica con esta en brazos.

La dejo pisar el suelo mientras seguían aferrados uno a los labios del otro. Las manos de Sanosuke no perdieron tiempo, las dirigió a la cintura de la chica y comenzó a quitarle el obi para poco después dejar caer al piso el colorido kimono de Kamiya, que resbaló por el cuerpo femenino antes de liberarla por completo; durante la caída de la prenda, Kaoru desató la cinta que mantenía recogido su hermoso cabello negro-azulado dejando a este último descansar con libertad sobre sus hombros y espalda.

Sagara quedó hipnotizado con aquel espectáculo digno de aplausos.

* ¡ Eres muy hermosa, Jo-chan !. *

En respuesta a las palabras del joven, Kaoru acercó su cuerpo al de su amigo... comenzó a besarlo tranquilamente, tomando las manos de su compañero con las propias para guiarlas al rededor de su cintura.

Las manos de Sanza no se quedaron ahí, comenzando a recorrer la suave piel de la niña.

De un tirón hacia atrás Kaoru liberó a Sagara de la camisa que le cubría la espalda siguiendo después con los pantalones, desatando la cinta que los mantenía fijos a la cintura del luchador. Una vez desnudos la joven enredó sus dedos en el rebelde cabello de su acompañante; aferrándose a él cuando este comenzó a recorrer su cuello dándole un sin fin de besos y suaves mordidas.

Aferrado como un vampiro al cuello de su victima, Sano siguió probando el cuello de Kaoru mientras sus manos se posaban sobre los senos de la niña; acariciándolos, sintiéndolos, apretándolos, conociéndolos... disfrutándolos; se prendó de ellos por largo rato.

Hasta que de pronto se separó un poco de la mujer para mirarla y tratar de decir algo en esos momentos, algo que valiera la pena.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Cuanto tengo que amarte.

Así mis pensamientos te alcanzarían.

No puedo decirlo cuando me miras,

las palabras danzan en el aire.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

La voz le falló en el momento en que más le hizo falta; a Kamiya no le molestó, entrecerró los ojos, le sonrió y le besó fugazmente. Se paró de puntitas para alcanzarlo un poco y abrazarlo. Se acercó a su oído derecho y le susurró...

* Aun soy virgen, Sanosuke. *

Sanza se desconcertó un poco con las palabras de Kaoru.

Eso lo tenía bien presente, después de todo, de cierta forma ella aun era una niña.

* Eres una niña dulce y pura, yo no puedo... *

Sano no pudo decir una palabra más, su boca fue sellada por los labios de su compañera. Ella recargó la cabeza sobre el pecho de Sagara, lo abrazó tiernamente y mientras cerraba los ojos frotaba su cabeza contra el torso del chico.

* Trata de no lastimarme. *

Sanosuke no se sorprendió del todo, en cierto modo ya se esperaba algo así; podía sentir las ansias en el cuerpo de la mujer, ansias que se dirigían a él.

Tomó el cuerpo de la chica y la recostó sobre el futón, dejo caer su cuerpo sobre la mujer y recorrió el mismo con sus labios; probó por primera vez una piel tan suave y fresca. No es que no hubiese estado íntimamente con alguien en ocasiones anteriores, pero lo cierto es que en ninguna había sentido la emoción que sentía ahora, el deseo al extremo de la desesperación y esto mezclado con la paz que Kaoru le daba a su ser.

Kamiya sentía que algo en el cuerpo de Sano crecía y rozaba con su vientre; sin saber que era se quedo quieta y dudosa. Sanza notó el rostro interrogativo de la niña, se sonrió a sí mismo por la graciosa situación de la primera vez de ella, ambos se hincaron para verse por unos momentos, Kaoru con su expresión de duda y Sagara con una divertida sonrisa estampada en toda la cara.

* ¿Quieres tocarlo?. *

La pregunta del chico avergonzó un poco a Kaoru, quien después de tartamudear un poco y decir que le daba mucha pena, sintió como una de las manos de Sagara tomaba una de las propias y la guiaba hasta la entrepierna del mismo joven.

Al sentir con la mano el pene erecto de Sagara, Kamiya cerró los ojos... en verdad su inocencia era graciosa.

Sanosuke guiaba la inexperta mano de la chica a través de toda la longitud de su arma sexual; acercó el cuerpo de Kaoru al suyo y lo estrechó con el brazo que tenía libre, sujetándola contra sí. La besó sediento por probar su boca de nuevo; después de un rato abrazó a la mujer con ambos brazos dejando que ella practicara lo nuevo que había aprendido, masturbando al chico de una muy buena manera a pesar de ser la primera vez que lo hacía.

* ¿Y todo esto me quieres meter?. *

Kaoru preguntó en tono gracioso provocando que ambos rieran entre los labios del otro; los gemidos por parte del ansioso Sanosuke comenzaron a escucharse en toda la habitación

El chico poso sus manos sobre el trasero de la mujer elevándola un poco, y con lentitud, guiando la vagina hasta su pene para dar el siguiente paso.

Tratando de sentar a la chica sobre él, se abrió paso rompiendo la frágil puerta de la niña, haciéndola gemir de dolor y derramar lágrimas.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Entre más me alejo,

más me doy cuenta de que eres querida para mi.

Entre más te busco,

más siento una distancia dolorosa, mi corazón.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Sagara salió momentáneamente del interior de Kamiya, la vio sangrar ligeramente y no le gustó mucho haberle provocado tal dolor, ella le había pedido que no la lastimara y fue lo primero que el le hizo.

Quiso alejarse y no seguir lastimándola más, aun a sabiendas de que ahora que ella era suya, él sufriría si distanciaba sus cuerpos.

Miró a Kaoru y se extrañó al ver una linda sonrisa acompañada por lágrimas sobre su rostro. Le pidió que continuara, lo peor ya había pasado y en verdad quería sentirlo hasta el fondo de su cuerpo.

Sanza dudó... ¿era necesario lastimarla para hacerle el amor?...

* Me duele más que estés lejos de mi cuerpo, de mi, de mi corazón... *

La voz de Kaoru se dejó escuchar, haciendo que Sanosuke volviera a ella. La abrazó fuertemente apretándola lo más posible contra su cuerpo porque no importaba cuan cerca estaba de ella, sentía una gran distancia que lo hacia sufrir.

La recostó y con mucho más cuidado aun, la penetró insistentemente con un ritmo de mete y saca que se prolongó por mucho rato. Se deleitó con los pequeños pechos de la mujer y los disfrutó hasta el cansancio.

El dolor que Kamiya sintiera disminuyó aunque eso no quería decir que fuera inexistente, sin embargo el placer que le provocaba Sanosuke la invadió y fatigó por completo. ¿Cuánto más podía soportar?.

El ritmo de las entradas se aceleró y entre pequeños y cortos contactos entre sus labios se escapaban débiles gemidos por parte de ambos.

El calor del medio día era insoportable de por sí y más aun si el calor que producían sus cuerpos se encerraba en la habitación.

Ambos cuerpos enredados y húmedos por el sudor se tornaban más sexys ante los ojos del otro.

Sagara dio un empujón más hacía el interior de su mujer, empujón que ambos sintieron.

La vagina de Kaoru comenzó a contraerse y aprisionar el pene de Sanza, su respiración se entrecortaba con los suspiros y apenas y podían mantener los ojos abiertos... Jo-chan finalmente estalló en un grito de amor y placer que alcanzó a emitir al llegar a encontrar el éxtasis completo de la relación.

* ¡ Sanosukkeee... !*

Sanza tampoco pudo más y depositó todo su semen en el interior de su Jo-chan.

Kamiya arqueó la espalda durante la plenitud de su placer, placer que no olvidaría y que de ahora en adelante buscaría volver a sentir en él, en Sanosuke.

Sagara por su parte se acostó sobre la mujer; terminó cansado, nunca había puesto tanta energía, ganas y dedicación a hacerle el amor a una mujer, no hasta ahora.

Un último beso tranquilo entre ambos y el silencio y tranquilidad reinaron la habitación por unas horas.

~*~

~*~

~*~

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Dame sonrisas y días brillantes,

dame sonrisas y días agradables.

Si yo pudiera abrazarte con mis brazos...

Cuanto tengo que amarte.

Así mis pensamientos te alcanzarían.

Aunque pienso que es cierto que en mis sueños

yo he sido capaz de decirte...

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Sano salió al rededor de las 5:00 pm del Dojo, tuvo suerte de que nadie llegara cuando estaba con Kaoru... se la pasó de maravillas.

Cuando ya iba varias calles lejos del Dojo, recordó cuando ambos se vistieron y la mujer le sonreía ampliamente, agradecida por como le había hecho el amor; la besó profundamente y se despidieron por esa ocasión.

Después de recordar eso, se detuvo un momento y se dio cuenta de que no le había dicho nada... hicieron mucho pero dijeron poco.

Era increíble que haya sido capaz de acostarse con ella pero no de decirle lo que sentía.

Quizás en otra ocasión, al menos no solo se lo había dicho en sueños como otras veces, al menos en cierta forma, una muy efectiva, le dio a entender lo que quería decirle en realidad.

Aunque a fin de cuentas no dijo ni un tercio de su sentir, de sus sentimientos hacía ella... no dijo ni lo más mínimo.

Quizá después podría hablarle de lo que sentía y no solo decírselo al aire o a él mismo como lo había hecho antes, como lo hizo mientras caminaba en dirección a su casa...

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Aunque te ame al punto de quiebra,

no sería capaz de decirte un tercio de lo que siento.

Puros sentimientos corren y no soy capaz de decirte

"te amo", mi corazón.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Ahora, lo único que quería hacer ahora era dormir, porque vaya que ahora sí tenía un buen motivo para estar cansado y dormir lo que restaba del día y toda la noche... soñando con hacerle el amor de nuevo.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por fin lemon, ya con el segundo capítulo terminado junto con la canción. En el siguiente ya no hay más versos.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 14 de Diciembre de 2001.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

                                  || Capítulo 3 ||


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4 years ago

La mitad de ti

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Anime: Card Captor Sakura

Rating: M

Pareja: Eriol & Sakura

Sinopsis: One-shot. Lloraba amargamente... por un mal entendido había traicionado a Shaoran, su esposo, a quien amaba más que todo en el mundo. Lloraba... porque lo quería también a él, a Eriol.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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Este one-shot está relacionado con el fic “MIS 2 AMORES”, ya que narra como Sakura y Eriol terminaron como amantes.

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Mujer de hermosos ojos esmeralda. ¿Qué haces caminando bajo la lluvia de Tomoeda?, ¿Qué razón existe para que permanezcas aquí?, no tienes a dónde ir?... Mis pensamientos me acosan de nuevo; me pregunto cosas que de sobra tienen respuesta. No puedo más, comienzo a correr bajo la lluvia dejando que mis lagrimas se unan con el agua que cae del cielo. Corro lo más rápido que puedo, quiero escapar de todo, de mis problemas, de él. Es que yo... yo los vi abrazados en nuestra casa. ¿Cómo pudo hacerme esto?; creí que me amaba. ¿Por qué Shaoran?, por qué te abrazabas con Tomoyo en nuestra casa?. Lo entendería de Mailing, ella es tu prima pero... de Tomoyo, jamás.

Y ahora que me detengo, la lluvia sigue incesante; tengo frío y creo que no debo sufrir este dolor físico por él. Giro la vista al otro lado de la calle; un bar. Vaya!, nunca he entrado a uno pero creo que esta ocasión amerita un considerable número de copas pata tratar de olvidar. Entro al lugar casi sin pensarlo; no hay muchas personas quizá soy la única que necesita de este sitio para olvidar. Me siento frente a la barra y espero a ser atendida; pido un vaso de sake y me lo bebo de un trago, le indico al barman que me sirva otro, y otro y así consecutivamente. Continuo con lo mismo por largo rato; no sé, esta vez parecía no tener fondo. ~*~

~*~

~*~

He perdido la cuenta de las copas y la noción del tiempo, me he emborrachado de verás y aun así no puedo olvidar lo que me hizo mi esposo, al contrario, me siento más deprimida; el ahogar mis lagrimas en el sake no ha sido de gran ayuda. Así que salgo a duras penas del lugar. Afuera, me encuentro con un joven, alguien a quien conozco.

* ¿Sakura?, qué haces en un lugar como este?. * Una voz masculina se oye detrás mío; me giro para encontrarme con un hombre guapo, alto y con un par de lentes que lo hacen ver muy maduro, claro, a sus veintisiete años supongo que lo es. Me sonríe ampliamente lo cual me hace preguntarme lo mismo interiormente. Trato de evadirlo; realmente conversar con alguien no es lo que deseo, así que me alejo con dificultad de aquel lugar con Eriol siguiéndome de cerca. Estuve a punto de caer en casi tres ocasiones por lo que el chico me sujeto del brazo y ofreció llevarme a casa. * No quiero !!. Podría ir a cualquier lugar excepto ahí. * Le grité como respuesta y aun así él no dejaba de sonreírme. * ¿Te enojaste con Lee?. * Apenas acabo de mencionar eso y comencé a llorar nuevamente. Sentí como sus brazos me rodeaban con suavidad y me desahogue ahí mismo. La lluvia había cesado hacia ya un rato al igual que mis lágrimas. El mencionó que no me obligaría a que le hablara de lo sucedido, además me ofreció pasar la noche en su apartamento lo que me pareció buena idea considerando que por ningún motivo regresaría a ver como esos dos me engañaban, además estaba muy cansada como para seguir caminando sin rumbo y tomando en cuenta que Hiragizawa era mi único amigo no habría ningún problema; nunca pensé que él... cuan equivocada estaba. ~*~

~*~

~*~

Llegamos a su apartamento poco después de las once de la noche y lo primero que hice fue sentarme en el sofá de la estancia para tratar de descansar. Eriol me ofreció una toalla para secar mi mojado cabello, comenzando con esto una platica que se extendió por un par de horas... * Y eso fue lo que ocurrió. * Dije tristemente recordando aquella escena que me oprimía el corazón. Finalmente le había contado todo a aquel hombre que ahora parecía ser mi único apoyo; desahogue mis penas y me sentí aliviada de cierta forma, aunque herida a fin de cuentas. Eriol no dijo nada en absoluto, solo me abrazó, no sé porque pero lo hizo. Ya me sentía mejor y no había necesidad de hacer eso. * Lo que el te hizo debió haberte herido. * _Me dijo._ * Déjame consolarte y hacerte verdaderamente feliz. * Al terminar de decir aquello se apresuro a atrapar mis labios con los suyos; abrí los ojos lo más que pude, lo que estaba haciendo el joven me impresionaba en verdad, sin embargo me parecía bastante placentero y el toque de erotismo me embriago por unos instantes por lo que lentamente comencé a devolverle el beso. Noté como cerrabas los ojos y dejabas de tensar el cuerpo, fue entonces cuando te estreche con fuerzas al grado de casi lastimarte. Quería que tu cuerpo estuviese pegado al mío, ¿por qué?: sinceramente siempre me atrajiste físicamente, desde niños. Y ahora que estas casada con Lee el  desear tenerte, para mi, se ha vuelto una obsesión... y la quiero hacer realidad. Mis manos se aferran con fuerza a tu cintura, te sujeto con violencia y hago que tu cuerpo se extienda sobre el sofá; mi cuerpo cae pesadamente sobre el tuyo para detener cualquier oposición que llegues a externar. Siento tus manos que se interponen entre nosotros; has reaccionado y te resistes a mis besos y caricias; sin embargo todos tus esfuerzos por separarte de mi son inútiles, mi fuerza física es mayor y la aprovecho bien para doblegar tu cuerpo, además el alcohol aun tiene entorpecidos tus movimientos. * Sakura... resistirse está de más; es justo que le pagues a Lee con la misma moneda después de lo que te hizo. * Tu mirada se vuelve dura, me desprecias, lo sé. Aunque eso realmente no me importa ahora que tengo tu cuerpo a mi entera merced. Pero, de pronto siento un inmenso poder emanar de ti, tus ojos se tornan de un rojo ardiente. En verdad estas enfadada; con un grito haces explotar todo ese poder mágico que aun conservas en lo más profundo de tu ser. Tanto es tu poder que me arrojas hasta la pared; mis lentes quedan botados en el piso, alzo la mirada y te expreso mi rencor por lo que acabas de hacer. ¿Cómo pudiste hacerle esto al brujo más poderoso de la tierra?. El error fue mío por bajar la guardia ante la emoción de casi poseerte. Aprieto los dientes enfadado, me reincorporo y te reto con al mirada; me desquitaré de lo que has hecho y verás que será una forma muy dolorosa o placentera para ti... todo depende de como quieras verlo. Te lanzo un hechizo, que igual que con migo, te lanza hasta la otra pared. Te dejo lastimada; no importa cuan fuerte seas pues yo siempre lo seré más que tu. Maldición !, ¿qué está pasando?, qué?. No es mi realidad. Mi esposo y mejor amiga me engañan; Eriol quiere acostarse con migo por todos los medios y si sigue utilizando ese nivel de magia me vencerá en cuestión de segundos. Levanto el rostro y te veo; esos ojos llenos de furia, poder, deseo y lujuria: me asustas. Lo peor es que no traigo con migo las cartas pues hace mucho que no las necesitaba para defenderme; además mi poder mágico parece insignificante ante el tuyo. Levantas mi cuerpo adolorido y me aprisionas entre la pared y tu cuerpo. Haces que tus manos viajen libremente por los contornos de mi figura, retirando todos los obstáculos que encuentran en su camino, la falda, el saco... Intento resistirme de nuevo y solo gano que me lances un hechizo que me roba las fuerzas. Me siento débil... no, ¡ soy débil !. Si no hubiese dejado de practicar la magia esto no estuviese ocurriendo. * Te amo, Sakura. Y no importa el como, pero serás mía. * * Detente Eriol, por favor. Me estás lastimando. * No importan las suplicas, no dejas de explorar mi cuerpo ahora desnudo en su totalidad... gemidos escapan de mis labios y tu mencionas que he comenzado a disfrutar de esto. No, no, no... todos los sonidos son de dolor, tienen que ser de dolor. Me lastimas con tus manos al recorrer mi cuerpo, pero me lastimas más con tu actitud; siempre creí que éramos amigos y ahora... yo ya no sé. Tomo tu cuerpo entre mis brazos; te llevo a mi habitación y te dejo caer sobre la cama; me quito toda la ropa y me hinco sobre ti. Mi espina va tomando fuerza y se alza victoriosa sobre el aire. Lagrimas recorren tu rostro. ¿Por qué?, yo quiero que disfrutes de esto tanto como yo. Dejo caer mi cuerpo sobre el tuyo y me bebo tus lagrimas. Te lleno de besos; una y otra vez insistentemente pruebo tus labios y creo que te siento responder a mi favor. Te declaro mi amor nuevamente, me dices que estoy loco y con tus palabras solo logras que me aferre más a tu cuerpo. Es cierto estoy loco, loco por ti, loco de amor y loco de celos. Y hoy, esta noche quiero gozarte locamente, vivir con locura por tener una oportunidad de conseguir tu amor. Beso tus hermosos senos y te escucho suspirar; me dejo llevar, disminuyo mis fuerzas e intento tocar y besar tu cuerpo con la mayor ternura posible pero me es difícil, la poca ternura que siento en estos momentos se ve severamente opacada por la pasión y excitación que invaden mi  ser. Lleno de besos tu delgada figura; recorro con mis insistentes labios tu suave piel y te siento temblar ante mis insultantes caricias. Te miro, has dejado de llorar y respiras agitada, te aterra lo que hago contigo pero te aseguro que más tarde me suplicaras que sigamos juntos. Mis labios reinician su camino hasta llegar a tu entrepierna; exploro tu vagina con desesperación para intentar saciar el deseo que tengo por ti desde hace más de dieciséis años. Succiono tu intimidad y entre mi delirio te escucho gemir en repetidas ocasiones con un respirar apresurado. No soporto más mis ansias y me reincorporo. Te observo completa... desnuda, cansada sobre mi cama; admirando tu perfección física noto que tus mejillas se han tornado de un color rojo. Es más que obvio, por fin logre que disfrutaras de esto tanto como yo y lo mejor es que aun no ha terminado. * Eriol, no sigas más. No quiero que... * * ¿Esto llegue al punto más placentero. ? * _Interrumpí._ * A pesar de todo esto sé que le eres fiel a Lee... pero yo arreglaré esa situación. No importa cuantos años me tome lograrlo... te arrebataré de sus manos. * Me miras tristemente ante aquellas palabras. Después de lo que he conseguido hacer sentir a tu cuerpo, bien sabes que lo que planeo no es del todo imposible. Te observo con seriedad por segundos y cambio esa mirada por una maliciosa... * Lo siento, Sakura. Pero estoy muy impaciente. * Apenas dije esto último y enterré mi miembro en tu cuerpo. Abriste la boca al querer gritar y no te lo permití; callé tus labios con los míos y así los probé una y otra vez mientras te enterraba más y más aquella espina que te destrozaba por dentro. Nunca podré describir lo que sentía en esos momentos; tu vagina me apretaba tan bien que difícilmente creía que te hubieses acostado con Lee anteriormente. Además el deseo de tenerte y que se me volvió obsesión por fin se estaba haciendo realidad... la frustración de no poseerte a pesar de ser tan poderoso se estaba aliviando. Empuje una y otra vez hacia adentro y, con violencia, me desbordaba de pleno gozo... entonces te sentí abrazarme; abrí los ojos sorprendido. Aquí estamos, cubiertos por el manto de la noche y en tu habitación con los cuerpos enredados entre si. Y te abrace... sentado tú sobre la cama y yo sobre ti, unidos... Me miras, no tienes idea del porque de mi cambio de actitud. Desde que todo esto comenzó mi mente ha sido atormentada por las imágenes de ellos dos engañándome y aun así me he resistido a entregarme a ti, pero... no puedo más; tus besos y caricias me provocan y además, el refugio, consuelo que tus brazos me brindan son mi única salida. Es irónico, a pesar de las circunstancias, de que te has aprovechado de mi utilizando tus grandes poderes me siento extrañamente tranquila y desahogada, quizás... pagarle a Shaoran con la misma moneda es lo que me hace sentir un poco mejor... la venganza es dulce. Y aun así tengo una guerra contra ti, entre amarte u odiarte por obligarme a esto. Cierro los ojos, no quiero contemplarte más pues mi inseguridad aumentaría. Siento la humedad de tus labios entre los míos... por primera vez en la noche me estas besando con tranquilidad y ternura y yo... te agradezco eso infinitamente. Acaricias mi cuerpo con suavidad. Yo hago lo mismo, ¿por qué?, necesito sentirme amada, querida, al menos deseada. Después de lo que paso con mi esposo no me siento así. Me siento sobre ti; tu ingresas a mi cuerpo con fuerza y rapidez; las embestidas son tan profundas que me siento desfallecer en cada una de ellas. Me besas con desesperación, tanto me has deseado?. Tus labios han recorrido mi rostro en repetidas ocasiones, lo mismo has hecho con mis senos. No sé si esta bien aceptarlo, pero... me gusta lo que haces; no sé si sea el que me siento sola, el querer desquitarme de mi esposo de alguna forma, o el morbo de la infidelidad lo que me provoca este placer, pero... quiero estar así, con nuestros cuerpos entrelazados y llenos de candor... siempre. * Siempre te desee, Sakura; y ahora que te tengo, te deseo aun más. * Me dices, con un tono de deseo tranquilo que apenas esta siendo aliviado por el contacto de nuestros cuerpos. Mientras, yo te abrazo con cierta reserva debido a la poca vergüenza que aun me queda. Conduces tus labios hasta mi cuello y me haces gemir un par de veces; creo que te entregue por completo mi voluntad. Tus estocadas fueron más fuertes y profundas cada vez; en ellas me arrancabas gemidos que bien podían pasar como gritos de placer prohibido por mi situación actual. * Dame más. * Te pido. Quiero más y más de esta sensación que me provocas, más de tu cuerpo, más de ti. Me sorprendo a mi misma al compararte con Shaoran en la cama. Ambos me hacen disfrutar al borde del cansancio total, pero... tu, tu eres distinto; cuando dijiste que me harías tuya lo dijiste muy en serio, tanto que ahora me siento solo tuya mientras que Lee es tan solo un extraño que ya no importa más. * Ahh... Eriol, no puedo más. * Menciono, todos mis recuerdos y pensamientos se borran de pronto y solo hay lugar en mi mente para el orgasmo que recorre mi ser. Toda mi figura tiembla incontrolable por el sentir; comienzo a llorar para soportar esta plena sensación que apenas y puedo creer estar experimentando. ¿Acaso existe un placer tan grande como este?; si es así, y lo es, entonces me quedare a tu lado, Eriol. Giro la mirada hacia ti y de igual forma me miras. Sonríes ampliamente por lo que has logrado en mi, y también, porque de pronto un torrente de semen emana de tu miembro y desemboca dentro mío. Esta caliente; me provocas un orgasmo más durante el cual te escucho gemir insistentemente y mencionar palabras que no escuche bien. Me aferro a tu espalda, mis senos están frente a tu rostro y los besas con suavidad, relajado y relajándome a mi. El esfuerzo físico ha terminado, dejo caer mi cuerpo pero me sostienes con firmeza y haces que te mire directo a los ojos. * ¿Qué somos ahora?. * Me preguntas; es gracioso que la respuesta, no importa cual sea, siempre terminara en una historia de cama. * Te quiero. * Como toda respuesta te digo algo que creo no haber pensado siquiera. Es cierto que somos amigos de años atrás pero en esos años no tuve ojos más que para Shaoran, y hoy... yo ya no sé. Sonríes y me besas con profundidad y hasta con ternura y amor. Acariciando mi cuerpo mientras yo solo me dejo hacer. * Te amo, te amo... * Dices constantemente como cualquier hombre que ha logrado poseer al objeto de sus deseos. En un par de ocasiones te dije: "te quiero"; una verdad a medias. Pero debo agradecerte el que por unas horas me hicieras olvidar a Shaoran y el dolor que me provoca; sé que al menos te tengo a ti. Mis ojos comienzan a cerrarse y lo último que ven es tu rostro lleno de satisfacción. Estoy cansada!, todo el día fue una odisea llena de engaños, magia, peleas, sexo y hasta auto sorpresas. Siento tus brazos que rodean mi cuerpo y como me acercas a ti, recargo la cabeza sobre tu pecho y me rindo al sueño.

~*~

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Ya es medio día, estamos frente a la puerta principal de mi apartamento. No quiero dejarte ir ahora que ya eres mía y sin embargo se que no puedo hacer más para convencerte, por ello es que prácticamente te ruego que te quedes a mi lado, que escapes con migo y dejes a Lee, pero... por ahora no puedo convencerte, sé que después conforme pase el tiempo tu serás totalmente mía y para entonces estaré completo, lo tendré todo. Te acaricio y beso con insistencia para retenerte un rato más; apenas y puedes zafarte de mis brazos y, entre risas juguetonas y de complicidad, finalmente nos despedimos. Me sorprendiste cuando te lanzaste a mis brazos y me besaste con ternura, te devolví el beso con mayor ternura aun, tanto así que te sonrojaste. Ja!, parecemos una pareja de enamorados; lo irónico es que somos amantes solitarios que están unidos más que de cariño, por las circunstancias. * Debo irme... te llamo luego. * Susurraste aun abrazada a mi. * Está bien. Desde hace un par de horas que llamó, parece estar muy preocupado por ti. Aunque has estado en muy buenas manos... lastima que el no lo sepa. * Sonreíste divertida ante aquellas palabras. Me gusta más esa sonrisa en ti que la tristeza y amargura que tenias cuando te encontré ayer. Ahora te vas a su lado; no sé como quedarás con el, pero lo que si sé es que la mitad de ti ahora es mía y esperaré el día en que me pertenezcas solo a mi y a nadie más. "Ya verás, Lee, que te arrebataré a tu esposa sin que si quiera te des cuenta".

~*~

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Llevo al rededor de quince minutos esperando frente a la puerta principal de la casa, nuestra casa o algo así; no sé que hacer... después de todo ambos nos traicionamos. Me decido y entro finalmente, me dirijo a la estancia; oh!, genial, estas ahí con Tomoyo. Ambos se giran a mirarme y expresan lo que para mi es una falsa felicidad. Te incorporas de inmediato y me abrazas con fuerza. * Oh, Sakura. ¿Dónde estabas?, me dejaste preocupado. * Dijiste, no te creí. Fingí una sonrisa y puse de pretexto a mi padre que volvía a la ciudad repentinamente. Tomoyo se unió a la conversación diciendo haber estado preocupada también. Que falsos y mentirosos. * Sabes?, Sakura. Tomoyo va a casarse con un joven que conoció en el extranjero en uno de sus viajes. Nos lo presentará pronto. * * Sí, estoy tan feliz que ayer cuando se lo conté a Shaoran no pude evitarlo y lo abrace hasta casi asfixiarlo. Ya sabes, es como mi hermano. * Mis ojos se contraen. A caso esa era la razón por la que ayer, ellos?... No, no, deben estar fingiendo o algo así, pero... la mirada de ambos es tan sincera que...

"Oh, dios mío. ¡¿Qué hice?!..." * Entonces... felicidades amiga. * Fingí interés en cuanto a ese tema. Contuve el llanto y me disculpe con ambos antes de retirarme a mi habitación, argumentando que estaba tan cansada que apenas y me mantenía en pie. Me miraron sin decir o entender nada. Entré a la recamara para poco después encerrarme con llave; me desplome sobre el suelo para comenzar a llorar amargamente. Por un estúpido mal entendido había traicionado a Shaoran, a mi esposo; que me amaba más que a todo en el mundo, prueba de ello fue aquel abrazo que me había dado hacia apenas unos momentos; me hizo estremecer de cariño. Lo peor no fue la traición, sino que en cierta forma no me arrepiento. Eriol despertó un hambre de placer que sinceramente solo el puede apaciguar. No... el "te quiero" que le dijera a Hiragizawa no estaba del todo errado. En estos instantes a pesar del sentimiento de culpa que siento no puedo evitar recordar la noche anterior que el me regalo, lo hermosa que me hizo sentir y el hecho de que extraño su cuerpo, sus caricias y besos; el que me haga el amor. Aun siento deseos de ti, Eriol. Y el hecho de que no pienso, ni quiero hacer de cuenta que entre la reencarnación de Clow y yo no hay nada. El que quiero estar contigo de nuevo, Eriol, me hace sentir como la peor mujer del mundo. * Te extraño, Eriol. * Digo en un suspiro y me dejo llevar por las lagrimas. Lloro inconsolable al saberme traidora del cariño puro e incondicional de Lee, y también, lloro porque te quiero... hechicero más poderoso... mí Eriol.

Finalizado.

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Para entender este fiction no es necesario leer el de "MIS 2 AMORES" y viceversa. Ya que este resulta independiente del otro.

Esto es un S/E/S. ~*~ Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 01 de Abril de 2002. La dama del Hentai: Maeda Ai. *~*~*~*~*~*~*~*~*~*


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4 years ago

Chantaje

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Aizen & Rukia

Sinopsis: One-shot. Lo que Sosuke Aizen desea lo obtiene; y la jovencita frente a él, semidesnuda sobre la cama, no es la excepción. Aunque para ello tuviese que forzarla a compartir su cama... a cambio de salvar a su padre de la ruina económica.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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Lo que Sosuke Aizen desea, Sosuke Aizen lo obtiene.

Y la jovencita frente a él, semidesnuda sobre la cama, no es la excepción.

Desde que la vio por primera vez, sin saberlo o quererlo, ella atrajo su atención. Kuchiki Rukia es una jovencita bellísima, pequeña y frágil, orgullosa de su apellido, pero suave y delicada. Y tenía esos hermosos ojos que atrapaban a cualquier hombre, incluso a él, un magnate temido en el Japón por su poderío financiero y sobre todo por las oscuras inversiones y conexiones.

Y gracias a sus tretas, ahora tenía a la chica a su merced.

* ¡ Eres hermosa, divina en verdad !. *

Le dijo él mientras se le acercaba con una sonrisa de superioridad.

* No !!. *

Casi gritó Kuchiki, entre asustada y furiosa, provocando que la sonrisa del castaño se hiciera más amplia. La vio temblar ligeramente ante la inevitable situación; Aizen no sabía si eso le gustaba. Es decir, por una parte le agradaba la sensación de poder, especialmente el que ejercía sobre ella, su nueva muñeca, pero por otro lado, al ver la delicadeza e inocencia de la joven, solo podía pensar en complacerla y ofrecerle el mundo entero, cubrirla con su cuerpo y hacerla gritar su nombre mientras lloraba de puro placer.

Ese hombre nunca se sintió así y no le gustaba pues se sentía confundido y débil. Pero la deseaba. . . demasiado.

* Creo que tenemos un problema, preciosa, porque tu padre irá a la quiebra y. . . *

* ¡ Basta !. *

Le rogó ella con voz entrecortada. No quería recordar la razón del porque estaba en esta situación, aunque el recordarlo era lo único que la mantenía firme.

Odiaba a ese hombre, por su culpa, su familia estaba a punto de perderlo todo. Pero Aizen le había ofrecido salvar a su padre de la humillación de la ruina económica.

““Si tan solo aceptas compartir mi cama una noche…””

Le había susurrado al odio, haciéndola estremecer de asco y pánico.

Fue hace un mes. Ella se negó, claro, pero ver la desesperación en el rostro de Byakuya la hizo resignarse y finalmente aceptar.

Rukia no podía olvidar la sorpresa y satisfacción del empresario una vez que lo buscó en su oficina, y más aún al decirle, sin ser capaz de mirarlo a los ojos, que aceptaba su propuesta. Para su mala suerte, Aizen elevó el costo de “su ayuda”. Ahora no le pedía una noche, sino un fin de semana completo. Y esta era precisamente la primera velada.

El hombre se deleitó con la exquisita figura de la mujercita que yacía sobre la cama, indefensa, frágil y con tan solo el sencillo conjunto de ropa interior negra cubriendo su pequeño cuerpo.

* Encaje !. *

Susurró el castaño, preguntándose si la chica lo había elegido pensando en él. Las sonrojadas mejillas le dieron la respuesta.

Con total parsimonia Aizen deslizó sus toscas manos por las suaves curvas de la pelinegra, haciéndola estremecer de terror y asco. O eso fue lo que reflejaron sus hermosos ojos que ahora se tornaban azules.

Los ojos del mayor recorrieron fugazmente el cuerpo de su acompañante, primero las piernas, tersas y perfectas, su sexo, cubierto por las bragas.

““¡ Me va a costar entra en ella !.””

Pensaba, excitado ante la idea de lo deliciosamente apretado que estaría.

Su mirada se desplazó más arriba por el vientre plano y finalmente se clavó en los pequeños senos que eran apresados por el brasiere.

Sosuke no se resistió más. Posándose sobre la jovencita, se inclinó hasta atrapar el seno izquierdo en su boca, mordiendo ligeramente por encima del encaje.

Rukia reprimió un gemido; una corriente eléctrica la había atravesado al sentirlo, pero no estaba segura de nada. Sentía cierto fastidio ante las caricias de su compañero, cuyas manos iban y venían por su cuerpo, conociéndolo, memorizándolo. Y estaba también su hábil boca que atendía sus pechos por encima del sostén.

Kuchiki no pudo evitar sonrojarse y sentir que su cuerpo ardía en calor que ella no deseaba. Pero también se sentía débil, como si ya no pudiese luchar más contra ese hombre. Y así fue. . . Aizen la atrapó entre sus brazos sin ella poner la menor resistencia. Rukia tan solo yacía allí en la cama, recibiendo gustosa, aunque ella lo negase, las caricias del hombre a su lado.

* Eres exquisita, pequeña mía !!. *

Susurró Sosuke, poco antes de posar sus labios sobre los de la pelinegra en un beso lleno de pasión y lujuria. Ella no supo cómo es que empezó a corresponderle, pero es que debía admitir que ese hombre sabía besar y muy bien. Le encantó sentir la lengua masculina penetrando en su boca, explorando e invitándola a jugar con él.

Las pocas fuerzas y resistencia de la ojivioleta se vinieron abajo al sentir los dedos traviesos de Aizen hundirse en su vulva, hurgando en su intimidad, regalando un intenso placer al entrar y salir de ella con suavidad.

* ¡ Estas mojada !… mucho !!. *

Le susurró entre besos, sin dejar de masturbarla de aquella manera. Y Rukia solo podía gemir ante todas las deliciosas sensaciones que este hombre sembraba en ella.

Los labios del castaño descendieron hasta el sexo de la joven, retirándole las bragas con los dientes e inmediatamente después, enterrando la cara entre las piernas femeninas y enterrando también su lengua en la vulva, degustando el néctar que, por la indeseada excitación, el cuerpo de Rukia liberaba.

* Aahhh !, n-no !, nnooo !!. *

Rukia gritó en medio del placer, aun resistiéndose a este. Pero Aizen no atendía sus suplicas, sabía que ella rogaba, pero que su cuerpo quería y necesitaba más del gozo que él le ofrecía. Así que, la lengua del castaño seguía entrando y saliendo de la intimidad de la Kuchiki, mimando o succionando de vez en vez el hinchado clítoris hasta que la chica fue vencida por un fuerte orgasmo producido por las expertas lengua y boca de su acompañante.

Cuando las sensaciones se calmaron, Rukia respiraba agitada, su mirada perdida en el techo mientras Sosuke abandonaba su sexo y la miraba fijamente. Se relamió los labios, degustando la miel que la pelinegra le dio a beber tras su orgasmo.

Pequeñas lágrimas se amontonaban en los lindos ojos de la joven, eran a causa de la humillación y el coraje.

Con sensualidad y deseo, Aizen le lamió una mejilla, probando la sal de las lágrimas, luego se acomodó entre las piernas de la chica, frotando su duro pene contra la mojada y sensible vulva de la jovencita.

Al sentirlo, Rukia se agitó bajo el musculoso cuerpo de su verdugo. No quería llegar tan lejos, no. Pero la fricción entre el exterior de su sexo y la verga de aquel hombre, estaba nublando por completo su mente.

Sosuke la colocó en cuatro sobre la cama para él acomodarse de tras de ella, restregando su pene contra aquel perfecto traserito.

* No, onegai !... *     _Suplicó ella._     * ¡ soy virgen !. *

* Lo sé. *     _Le susurró él al oído, mordiéndole suavemente la oreja._     * ¡ Por eso quiero tenerte !. *

Tras estas palabras, Aizen empujó con suavidad, clavando en ella tan solo la punta de su pene.

* NOOO !!. *

Kuchiki gimió desesperada. No quería que esto pasara y sin embargo, la sensación de aquel pedazo de carne enterrándose en ella la hacía vibrar. Más el ligero placer duró poco, pues de pronto el castaño empujó fuerte, clavándose totalmente en la vagina de la pelinegra, quien gritó ante el dolor de su virginidad que se iba y la dureza del intruso masculino que la lastimaba.

* I-ittai !… sácalo, ¡ duele mucho !. *

Se quejó con voz quebrada. Sosuke permaneció inmóvil por unos segundos, aguardando a que la chica se acostumbrase a tenerlo dentro suyo. Pero no podía quedarse tan solo mirando su frágil espalda, así que desplegó besos por todas las partes de ese divino cuerpo que estaban a su alcance. Se concentró en la blanca piel del cuello, marcándola como suya.

Cuando los sollozos de Rukia se tornaron en débiles gemidos de placer, Aizen supo que había llegado el momento de gozar en serio, así que comenzó a mover las caderas con suavidad, saliendo casi totalmente tan solo para hundir nuevamente su verga en la cálida intimidad femenina.

Tres, cuatro, cinco estocadas fueron dadas con lentitud antes de que el castaño se desesperara y fuera poseído por la lujuria y el deseo.

Las penetraciones se volvieron más fuertes y constantes, casi brutales, pero igual los gemidos y jadeos de Kuchiki ya no eran tímidos, ahora su voz llena de gozo se escuchaba por toda la habitación del lujoso hotel. Aquella sensual voz era como combustible para que el hombre no cesara en sus embates. Y Rukia había comenzado a pedir más. . . y más duro.

* Así, así… más fuerte !… m-másss !!. *

* Sí, preciosa, es todo tuyo !. . . ¡ toma, pequeña, toma !. *

Decía Aizen, con una sonrisa de lujuria y satisfacción mientras sus grandes manos sujetaban las caderas de su amante y de vez en cuando oprimían con fuerza los redondos y tersos glúteos.

A esas alturas, la misma Rukia se movía casi sincronizada con aquel hombre, lanzando su traserito al encuentro del tremendo y delicioso pedazo de carne viva que la estaba llenando de placer.

* Sí, dame más !… ¡ lo quiero todo !. *

Aizen se pegó totalmente al cuerpo de la joven; su pecho sobre la espalda de la ojivioleta, sus manos se deshicieron del sostén y ahora estrujaban los redondos pechos al tiempo en que sus embates seguían intensos y profundos.

Tanto era el placer de Kuchiki, que algunas lágrimas escapaban de sus lindos ojos. Rukia había sido completamente dominada por la lujuria y había sucumbido ante las debilidades de su propio cuerpo.

Llegó al máximo de su entrega cuando las desesperadas penetraciones del castaño le produjeron un cosquilleo que se expandió a su vientre y luego a todo su cuerpo. La jovencita estaba experimentando el orgasmo más intenso de aquel encuentro y no pudo más que arquearse y gritar su placer y el nombre de su amante mientras este no paraba de clavarse en ella en un delirante éxtasis que estaba consumiéndolo a él también, pues las contracciones del sexo de la pelinegra lo estaban volviendo loco.

Era una sensación tan intensa, como si aquella vagina quisiera succionar el pene entero, y eso era tan delicioso que el castaño no pudo más que rendirse a tan fuerte y placentera caricia.

Así, con un par de gruñidos y su último esfuerzo, Aizen se vació en una abundante venida que llenó la vagina de Kuchiki, quien suspiró agradada de sentir el semen dentro suyo, y poco después, escurriendo entre sus piernas al él abandonar la cálida y suave intimidad. Después, ambos se quedaron sin fuerza y colapsaron, ella sobre la cama, Aizen sobre Rukia.

  No dijeron nada y lo único que compartieron era el silencio y sus agitadas respiraciones.

Aizen se recostó de espaldas sobre la cama, acomodando a la pelinegra sobre su cuerpo. La miraba triunfante y satisfecho, ella seria, un tanto molesta, pero sonrojada. No hubo palabras, fue el brillo en sus miradas lo que confirmó lo que ambos deseaban.

Rukia se acercó a él hasta que sus bocas se unieron.

Kuchiki se acomodó a horcadas sobre el musculoso cuerpo de aquel hombre sin siquiera romper el beso, deleitándose ahora ella con él. Todo mientras el castaño guiaba su verga a la vulva de la chica, que escurría sus fluidos mezclados con los de él.

Y Aizen, duro otra vez, la penetró completamente de una sola estocada, haciéndola romper el beso y gemir al instante. Comenzando ambos a moverse y sincronizar sus cuerpos en otra entrega desenfrenada, llena de lujuria y deseo.

Lo mejor de todo es que el fin de semana apenas comenzaba.

  Totalizado.

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Me encanta esta pareja (aunque no exista ¬¬’).

Me habría gustado que hubiese algo de ellos en el anime, al menos por parte de Aizen, no sé, una insinuación, o que profundizaran más en porque él eligió a Rukia para ir a Karakura y encontrarse con Ichigo, pero bueno, el shounen no es perfecto T-T.

Me gustó como quedó este fic, aunque siento que le di muchas vueltas al asunto, pero creo que está un poquito fuerte y es lo que importa ^0^ .

Quería que el título de este fic fuese en inglés, pero siento que Blackmail no suena muy interesante. . . ¿no? ¬¬’ .

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 30 de Mayo de 2011.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Porque me pertenece. --Capítulo 3--

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Hao & Anna

Sinopsis: Ella simplemente ha nacido para él, para Hao. Está destinada a él, porque le pertenece, siempre fue así... porque él la ama.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 3: “Te quiero solo para mi” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* Yo... lo siento... *

Ni siquiera el mismo Hao podía creer sus propias palabras.

Sin embargo, la itako estaba demasiado ocupada con su dolor como para prestarle atención. El shaman la miró atento; aun permanecía dentro de ella, y la joven ya ni siquiera lo insultaba.

Ya la había lastimado, ¿qué más daba si continuaba con esto?.

 A sabiendas de que el dolor de la sacerdotisa seguía latente, Hao dejó que un par de sus dedos se deslizaran cerca de la vagina de la chica, buscando cuidadoso el clítoris, ese pequeño botón fuente del placer femenino. No le costó encontrarlo. Apenas lo sintió, masajeó la zona... primero lenta y suavemente de forma que el movimiento de sus dedos estimulase a la itako y contrarrestara un poco su dolor.

Cuando sintió la humedad del sexo femenino aumentó poco a poco la velocidad de sus atrevidos dedos.

* Ha-Hao... nooo !!. *

Al shaman le era difícil creer que la sacerdotisa le suplicase de forma tan dócil y excitante.

 * Por favor, no... *

Se sentía tan impotente, tan ultrajada; Anna no podía creer lo que pasaba.

De pronto, la rubia cerró los ojos mientras se mordía el labio inferior; los dedos del shaman se apoderaron por completo de su clítoris. Esos dedos varoniles que jugaban, iban y venían frotando su botón de placer, esos hábiles movimientos hicieron estragos en ella.

Incluso el insoportable dolor que sintiera al ser penetrada sin delicadeza ya había sido olvidado.

 Él ya lo sabía, y conforme ella apretaba los dientes para no dejar escapar un gemido delatador, pudo sentir como su vagina se humedecía más y más.

Cuando la velocidad de sus “caricias” estaba por vencerla, ella trató de contenerse, de no sentir nada, pero le fue inútil.

 El contacto de los dedos del shaman con su hinchado clítoris la hicieron gemir descontrolada...

* No, no... ahhh... mmm !!... *

 Pero ya no pudo más. Un indeseado pero delicioso orgasmo recorrió su cuerpo. Hao se aprovechó de las sensaciones que experimentaba la itako para forzar el resto de su miembro al interior femenino. El poco dolor de tener toda la hombría del shaman dentro de ella fue algo que apenas y sintió.

Nunca antes había tenido un orgasmo y este, por el ser el primero, la dejó completamente confundida y cansada. No obstante, poco tiempo tuvo para pensar o disfrutar esa sensación, pues el joven no esperó para iniciar un rítmico mete y saca en la maltrecha vagina de la sacerdotisa.

 Anna se olvidó de todo.

Sentir aquel grueso y duro pedazo de carne deslizándose dentro de ella, le hizo olvidar que él no era su prometido, que se suponía debía estar con Yoh. No, nada de eso cruzó su mente. Ni siquiera que minutos antes rogó por que la dejara en paz y no le tocase un sólo cabello... ahora...

 * Hao, Hao... no, no... por favor de-detente... no quiero sentir más. *

 Nunca haría tal barbaridad. ¿Cómo iba a hacerlo?. El muchacho estaba en la cima del placer; hacer suya a Anna era algo demasiado placentero como para detenerse.

Saberse el primero fue todavía mejor, no por que le importase mucho si Anna era virgen o no, sino porque esto era algo con lo que podía torturar a su hermanito.

 Pero por ahora, verla tan entregada, moviendo las caderas en busca de un mayor contacto con su miembro... lo volvía loco de deseo.

 De un momento a otro, las grandes manos del shaman atraparon los senos de Anna; jugó entretenido con los erectos pezones de la rubia. Esas pequeñas aureolas que coronaban los pechos de la joven y que tanto le atraían a él.

Después, Hao dejó que todo el peso de su cuerpo cayera sobre la suave y frágil figura de la sacerdotisa mientras seguía aferrado completamente a los senos de la itako, y sin dejar de entrar y salir de su apetecible vagina.

  * Te dije que te gustaría.... ¿no es así?. *

Hao acercó los labios al oído de la joven con el único objetivo de susurrarle aquellas palabras, y de paso... morder levemente el lóbulo de la oreja de la chica.

 * Hao... sí... ¡ me gusta !. *

La joven olvidó por completo el orgullo.

Y es que lo deseaba, a él y a su instrumento varonil que tanto placer le estaba dando.

  Los gemidos de gozo que Anna emitía no tardaron en volverse gritos al sentir como las paredes de su vagina recibían al pene de Hao.

A la joven le era exquisito sentir como aquel miembro masculino entraba hasta el fondo y salía totalmente una y otra vez en un agradable ciclo de éxtasis.

 El shaman se movía de un forma desquiciadamente excitante, aun para ella, haciéndole sentir el gran placer de ser penetrada. Él, a su lado, sigue susurrándole cosas que ella responde solo gracias a las nuevas sensaciones de pasión y placer.

Pero Hao, viendo el cambio de actitud de Anna, quiso arriesgarse con sus palabras y sacar provecho de la situación; solo deseaba que ella quedase atada a él después de esto...

 * Anna... voy a detenerme. *

* No, no... no lo hagas, sigue !!... *

* ¿Por qué he de hacerlo?... yo no soy quien debería estar haciéndote el amor ahora. *

* Síii, sí lo eres... mi único hombre... ¡ mi dueño !... no quiero hacerlo con nadie más. *

 La itako apenas y pudo creer que todas esas palabras habían sido suyas, pero los orgasmos que le procuraba ese hombre eran tan intensos y continuos.

Además no mentía, al menos no en ese momento, pues en verdad en ese instante lo sentía su hombre... quería tenerlo completamente dentro de ella, que la hiciera suya de las formas que él quisiera.

Este shaman la había hecho olvidarse de Yoh.

 Quien sabe como se estaría pasando la noche el menor de los Asakura, pero Hao la estaba pasando de maravilla, de verdad estaba disfrutando de esto, y ni que decir de Anna... ella estaba fuera de si.

  La sacerdotisa ya no pudo resistir las delirantes penetraciones de Hao; gimiendo como hasta ahora no lo había hecho, y moviendo las caderas más rápido. Alcanzó un nuevo orgasmo.

Tembló entera y su cuerpo se puso rígido mientras su vagina se contraía haciendo que sus músculos internos apretaran el miembro del joven.

 El shaman salió de ella; pero le sorprendió que la itako lo abrazara y besara apasionadamente.

No era para menos, la rubia seguía agradecida y caliente aun, lo suficiente como para continuar moviéndose justo después de que su amante le introdujera una vez más su pene.

Se encontraba aferrada a él; lo mordía, lo besaba, le decía: “quiero sentirte hasta el fondo de nuevo”.

 * Te gustó, amor?. *

La pregunta surgió por parte de un Hao que parecía no poder estar más satisfecho de lo que había logrado en ese hermoso cuerpo antes virgen.

 * Oh, sí... soy solo tuya ahora. *

* ¡ Siempre lo fuiste !. *

 Anna no entendió esas palabras, aunque poco le importaron. Estaba tan entretenida en sus momentos de placer, que no quiso meditar más.

Solo sabía que ahora, quizá por el placer, estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de darle gusto al shaman. Por eso estaba completamente fuera de sí; realizaba movimientos de sube y baja por ella misma mientras sentía como Hao se limitaba a ajustar sus grandes manos a su estrecha cintura de mujer.

El rodear el cuello del shaman con sus brazos, le facilitó a este el deleitarse con el frenético movimiento de los senos de la sacerdotisa, era como si “brincaran” rítmicamente para excitarlo todavía más. Como una pequeña danza que lo invitaba a probarlos hasta saciarse por completo... danza a la que no se pudo negar.

 Así pues, el amo del espíritu de fuego dejó que sus labios se saciaran de aquel par de suaves y pequeños pechos que se le ofrecían y que lo estaban volviendo loco.

Estaba tan excitado que lamió y succionó de forma imparable, incluso mordió los duros pezones mientras sus manos apretaban tan hermosos atributos de la mujer; a veces suave, a veces fuerte... las manos del shaman simplemente no podían quedarse quietas.

 Los gemidos ahora más constantes y casi descarados, pero incitadores, de Anna ayudaron mucho. Hao sentía que podía quedarse así toda la noche.

“O Toda lo vida”.

Pensaba el shaman; la idea de estar posado entre las piernas de la itako era una muy agradable, tanto que quería permanecer así por siempre.

 Entonces la besó como si fuere la única cosa importante en la vida. Acarició los labios femeninos con los propios para luego abrirle paso a su traviesa lengua.

Quiso mirarla; los lindos ojos de la rubia, aunque entrecerrados, reflejaban pasión y lujuria, un infinito deseo que debía ser apagado por él... solo por él.

 * Anna... te amo. *

* Hao, yo... *

 Un nuevo beso silenció a la rubia.

Las palabras del muchacho habían sido firmes y sinceras; en cuanto a la sacerdotisa, Hao prefirió no saber su respuesta... no ahora.

 * Anna. *

Ella, respondiendo nuevamente a su llamado, lo miró profunda y curiosamente, encontrándose con la maliciosa sonrisa del shaman.

 Lo sintió salir completamente de su exhausto cuerpo mientras apoyaba las varoniles manos sobre sus caderas. Lo que siguió fue tan repentino como inesperado...

El joven de largos cabellos la penetró de una sola vez hasta el fondo, provocándole choques eléctricos a la sacerdotisa, quien se abrazó a él mientras trataba de jalar aire por la boca; la embestida de su compañero había sido tan tremenda que casi la dejó sin aire.

  No pasó mucho tiempo para que le viniera otro orgasmo a la sacerdotisa, que gritaba en la cima de su excitación.

Las palabras al aire se resumían en gemidos de una sola letra, o en pronunciar entrecortadamente el nombre del shaman que, si bien a la fuerza intentó tenerla, terminó haciéndole el amor de una forma que incluso fue correspondida.

Cuando su cuerpo no aguantó más, Anna se dejó caer sobre el cuerpo, empapado de sudor, de Hao.

Aun era agradable, aun era hermoso; la sensación de las paredes de su vagina al contraerse era plena, y prueba de que había disfrutado de esto de forma inimaginable.

Por su parte el shaman de fuego no iba a poder contenerse durante más tiempo pues su pene era apretado y aprisionado por el sexo femenino.

 Sujetando la barbilla de la joven, la miró directo a sus cansados ojos para decirle algo...

* Anna, yo... quiero llenarte. *

 Ella sólo acarició una de las mejillas del chico y luego lo besó como respuesta; estaba completamente entregada a él... Hao en verdad la estaba llenando.

En el momento que el muchacho de morena piel no pudo soportar más, permitió que un orgasmo recorriera su miembro y que dicha sensación se expandiera en su cuerpo.

Cuando se dio el lujo de vaciar su esencia dentro de Anna, no podía sentirse más satisfecho.

 Ellos seguían, ahí, abrazados mientras el liquido blanco iba a desembocar en la dilatada vagina de la itako.

Tuvo que pasar un rato para que Hao abandonara el cuerpo femenino permitiendo que el semen escurriera por las piernas de la rubia.

 De inmediato y como si recuperara la cordura, Anna se alejó de él; le dio la espalda de forma tan fría, que al shaman le fue imposible no sentirse rechazado. Una vez más... volvían a empezar con ese juego en el que se lastimaban mutuamente sin desearlo.

Él la observó con atención, creía que ya lo había entendido, pero la escuchó llorar. A pesar de que la sacerdotisa se rehusaba a derramar lagrimas o sollozar, no podía evitarlo, el sentimiento de culpa era muy grande.

 * Anna, escucha... *

* Déjame en paz !. Se supone que debí estar con Yoh, no contigo... ¿cómo pude hacerle esto?, dime. *

 El shaman intentó tocarle el hombro, pero la joven se había girado para enfrentarlo; estaba prácticamente histérica hasta que finalmente se calmó un poco al gritarle todo aquello a su nuevo amante.

* ¿Cómo voy a verlo a la cara después de esto?. *

Sus ojos negros amenazaron con derramar más lágrimas, hasta que Hao la abrazó. Esos ojos, hasta ahora entrecerrados por acumular el agua salada, se abrieron con sorpresa al sentirse estrechada de forma tan suave y sutil.

Fue extraño, pero tenia la sensación de que el shaman nunca le haría daño, al menos no desde ahora.

 * No lo verás de nuevo. *    _Le dijo con voz firme._    * Porque eres mía, solo mía... te quiero solo para mi y no solo por esta noche... serás mía para siempre... Jamás, óyeme bien, jamás volverás a ver al estúpido de mi hermano. *

* Pero, Hao... *

 El muchacho se atrevió a mirarla, encontrando un lindo tono rosa en sus mejillas, seguramente por sus últimas palabras.

Sujetando el rostro de la rubia con ambas manos, limpió las lagrimas que a sus mejillas surcaban, entonces, al sentirla más tranquila se dedicó a besarla suavemente; con besos cortos, con besos largos... quería memorizarse aquella incomparable sensación de besarla.

Anna simplemente le correspondió; en parte se sentía estúpida porque el pequeño discurso de Hao la había convencido por completo, dejándola sin intenciones de oponerse a los deseos del shaman. También se dejó envolver por sus fuertes brazos mientras gemía tímidamente entre los tantos besos del joven.

 No permanecieron mucho tiempo así, Anna se dejó vencer por el sueño pues estaba completamente agotada. Terminó recostada en el hombro derecho del shaman mientras este la rodeaba con su brazo.

  La miró por algunos minutos; tan tranquila, tan hermosa, con la tenue luz de la luna iluminando su fino y hermoso rostro.

No pudo evitar sonreír con diversión, batalló mucho para tenerla incluso la obligó, pero todo había valido la pena.

 Ahora, tan cansado como ella, cerró los ojos con la seguridad de que esta no seria la última vez que la tendría entre sus brazos, y que mañana, al despertar, ella estaría ahí a su lado, dispuesta a entregarle los días de su vida....

... Porque así lo deseaba, porque ahora era suya... porque la amaba.

  Sin finalizar.

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Ahora sí... llegamos al lemon. Creo que la pareja es linda, e inexistente como la que tanto me gusta T_T.

Bueno, este capítulo tiene un poco más de romance, según yo, puesto que el otro se tornó un tanto violento, ni tanto ¬¬’. El siguiente capítulo no tiene lemon, pero todavía tengo más intimidades que contar sobre esta pareja.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 12 de febrero de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                                      || Capítulo 4 ||


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