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Otro Hombre As Como L... Para M
Otro hombre así como él... para mí
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Anime: Tsubasa Chronicle.
Rating: M
Pareja: Kurogane & Tomoyo
Sinopsis: One-shot. Fue entonces que la Tomoyo de Piffle despertó sumida en la tristeza y la impotencia. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas; una pregunta la asaltaba: ¿acaso habrá un Kurogane, en esta dimensión, para mí?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* ¿Por qué lo hiciste?. *
La voz que entonó aquella pregunta era una mezcla de celos, odio y dolor.
¿Por qué?, ¿por qué?. La princesa simplemente no lo podía entender. La Tomoyo de Piffle, por otro lado, no podía ocultar la pequeñísima, aunque soñadora, sonrisa que le iluminaba el rostro.
* Fue tan... hermoso, en verdad maravilloso !. *
La joven suspiró profundamente ante los recuerdos de una noche que no debió ser.
La princesa del Japón feudal apretó sus pequeños puños y se mordió el labio mientras su contraparte seguía soñando despierta, sus ojos brillando con intensidad, admirando el infinito.
Por dios !, que la dejase disfrutar de esto, ¿acaso no estaba en su derecho?. Solo fue una noche, en cambio la princesa lo tendría por siempre cuando todo esto terminara.
Tomoyo cerró los ojos justo en el instante en que sus mejillas se matizaron rojas, recordando cada beso, cada caricia, cada precioso segundo que compartió con ese hombre.
Extrañamente la reacción del viajero al verla en su habitación era lo que más se aferraba a su mente, haciéndola sonreír ampliamente pues fue una situación por demás graciosa.
* ¿Qué demonios haces aquí?. *
Le había preguntado el guerrero, escandalizado y sorprendido por la presencia de esa jovencita.
Kurogane se apresuró donde la chica, tan solo para tratar de sacarla a empujones, con no muy buenos resultados ya que la mujer rio jovial, causando estragos en él.
* Él es un poco grosero, ¿cierto?, pero creo que es una forma de ocultar su frialdad. *
La princesa giró su mirar. ¡Kami-sama!, era enfermizo tener que admirar lo radiante que esa mujer estaba, feliz a costa de ella.
Tomoyo se estremeció al recordar como prácticamente se le ofreció a ese hombre, proponiéndole, pidiéndole que la dejase pasar esa noche a su lado para luego arrojarse a sus fuertes brazos, y lo besó. . . insistente, casi con desesperación, rogando con sus labios algo casi imposible.
* ¿Q-qué crees que haces?... estás loca?. *
* Sí, loca por ti. *
La jovencita de largos cabellos rio divertida, en parte por sus propias palabras, pero también por lo escandalizado que estaba ese hombre.
* Kurogane, está usted muy tenso, debería relajarse... yo puedo ayudarlo. *
El ninja apretó los dientes con furia.
Esa mujer era demasiado atrevida como para ser una niña.
* Estás ebria, creo que bebiste de más. *
Era probable que el guerrero intentase creer sus propias palabras, ya que ni la misma chiquilla se creía esa basura. Como sea, la joven se aferró a él, pero ese hombre no sabía lo que es la delicadeza y le sujetó las muñecas de forma brusca. Dolía; Tomoyo jadeó y cerró los ojos, él la estaba lastimando. Kurogane la soltó de pronto, dejándola caer sobre el piso, horrorizado por su rudeza.
* Gomen nasai !!. *
Susurró el guerrero, arrodillándose frente a ella, lo que la joven aprovechó para aferrarse a él de nuevo y besarlo.
* Onegai, dame esta noche. *
* ¿Nani?. *
* Tú te irás y yo... quisiera hacer algo contigo, algo para recordar. *
Serían sus extrañas palabras o la voz suave y hasta dulce con que le hablaba, lo que fuese desarmó por completo a Kurogane, quien no se resistió a un nuevo beso por parte de esa chiquilla atrevida.
* Basta, no quiero saber más. *
La princesa Tomoyo temblaba de ira. Quería, quería borrarle la sonrisa de felicidad a esa maldita mujer, a esa ladrona; Kurogane era suyo, su guardián, suyo, solo suyo.
Ella no tenía porque haber intentado nada con ese hombre; ese reflejo suyo no era más que una ladrona.
De pronto, la joven empresaria lanzó un pequeño gemido; el recuerdo era tan vivido.
Cuando las ropas quedaron olvidadas en el piso y ellos yacían en la acolchada cama; solo el sonido de suspiros y besos húmedos era lo que reinaba en la habitación, pero cuando el contacto piel con piel se tornó más intenso, los jadeos abandonaron la habitación para ser escuchados por todo el lugar. ¡Qué importaba!, allá abajo todos estaban ahogados de borrachos y Sakura dormía profundamente. Al parecer, solo ellos dos sabían beber adecuadamente.
Tomoyo le había permitido al ninja que su lengua entrase en su pequeña boca, causando sensaciones inimaginables. La humedad, el cosquilleo que producía, incrementaban el deseo entre ellos, en especial el de la chiquilla, cuyas suaves y pequeñas manos se deslizaban ansiosas por el esculpido cuerpo del guerrero, desplegando caricias que, más que tímidas, eran atrevidas.
* Tsk. *
* ¿Pasa algo?. *
La jovencita se preocupó al ver la mueca de dolor que le mostraba el viajero. Tomoyo dobló las cejas con tristeza, sujetando la mano del ninja entre las suyas, depositando un delicado beso en esta. Esto era su culpa y ella se sentía tan mal.
Kurogane no supo describir el impulso de sujetar con brusquedad a la chica para luego aprisionarla bajo su pesado cuerpo. Ese acto de la niña solo había logrado encenderlo en deseo, sin embargo, se tomó un segundo para admirarla.
""Es idéntica a mi... a la princesa.""
Kurogane suavizó su expresión, sabía que esto que hacía no era correcto. Era un engaño, pues si bien físicamente eran idénticas y hasta profesaban que el alma era exactamente la misma, lo cierto es que él estaba perdidamente idiotizado por la princesa de su mundo y ni siquiera una contraparte de esa mujer iba a cambiar ese hecho, era imposible.
Esto era un juego cruel, para esta chiquilla loca, para él y por supuesto para su princesa; esto era una traición, ¿cómo iba a verla a la cara cuando volviese a su mundo?.
El muchacho se mordió el labio inferior; sería mejor dejar de torturarse y terminar con esto. Ante este pensamiento, el ninja intentó pensar que estaba con Tomoyo-hime. . . y resultó. . . tan fácil. Se creyó la mentira.
Sus toscas manos recorrieron la frágil silueta femenina, delineando las sutiles curvas, oprimiendo la blanca carne; los pequeños senos se perdieron bajo las palmas del ninja, quien los apretaba con cierta brusquedad, pellizcando los sonrosados pezones y haciendo gemir a la jovencita.
Ciertamente era estimulante para Tomoyo ser tocada de esa forma y por ese hombre, más lo que hasta ahora había experimentado no se comparó al sentirlo de pronto explorando su vulva.
La chica se arqueó sobre la cama, más mantuvo los ojos bien abiertos por la sorpresa; Kurogane le mandaba dos dedos a intimidad, acariciando, estimulando. De cierta forma era incomodo y hasta vergonzoso, pero igual le estaba brindando placer, prueba de ello fue que su vagina poco tardó en mojarse, lista, no!. . . deseosa por recibir al duro y caliente intruso que pronto vendría.
La mujer en verdad creyó que este era el momento, que él entraría en ella, pero en cambio sintió ese par de dedos, antes dentro suyo, ahora tallándole el clítoris. Kurogane se sentó sobre la cama e hizo a la chica sentarse frente suyo aunque de espaldas a él, todo sin dejar de rozar aquel botoncito de carne con sus dedos.
Tomoyo cerró los ojos y recargó la cabeza en el musculoso pecho del ninja; su boca estaba seca de tanto gemir, pero sentía tanto placer; no quería que esto terminase.
* Ohh, Ku-Kurogane !!... *
La jovencita no pudo hacer nada contra los expertos dedos de ese hombre y terminó rendida ante él en un intenso orgasmo. Ella giró el rostro a un lado, buscando nuevamente los labios del ninja para ahogarse en ellos mientras el gozo y sus fluidos se desbordaban de ella.
* ¿Cu, cuándo se te puso así de duro?, ¿es por mi?... me hubiese gustado ver, ahhh... *
Las palabras de la joven eran tan entrecortadas y su respiración agitada. El sentir el miembro viril de su compañero hizo que su sexo se mojase aun más.
Y en medio de tanto placer, el guerrero la elevó y la hizo descender sobre su pene, tranquilo pero sin detenerse hasta clavarse totalmente en el cuerpo de aquella niña. Tomoyo se mordió el labio, soportando el dolor; aunque reprimía los sollozos, no fue igual con las lágrimas que caían libremente por sus rosadas mejillas.
Un hilillo de sangre escurría de entre sus piernas, pero ni así se detuvo, al contrario, pedía más y más a ese hombre, que se moviera fuerte, que la partiese en dos.
El dolor pronto se desvaneció, dando entrada al placer.
Kurogane sujetaba a la chica por los muslos, haciéndola subir y bajar sobre ese miembro suyo, tan grande y caliente, duro, grueso. . . La expresión de la chica también cambió, la angustia se había ido y era ahora una sonrisa la que iluminaba su lindo rostro.
* Motto, motto... mmm... *
La voz de la chiquilla era un ir y venir de gemidos y jadeos, anhelante de aquel increíble gozo que la estaba dominando al grado de no necesitar la ayuda de su compañero y ser ella la que prácticamente brincaba sobre aquel pedazo de carne, clavándoselo una y otra vez. Estaba exhausta pero igual continuaba meciendo las caderas, era como si la jovencita fuese movida por la lujuria y la pasión; se acariciaba a si misa, tratando de obtener más placer y conforme el calor se hacía más intenso, sus manos viajaban intranquilas de sus pechos al pequeño clítoris, acariciando, apretando, tallando con fuerza, casi con necesidad.
El ninja estaba atrapado por la sensación de aquella suave y cálida piel intima de la jovencita y se perdió en esta sensación; empujaba con desesperada fuerza las caderas, de arriba hacia abajo, haciendo que su pene entrara y saliera del cuerpo de Tomoyo, bombeando con desesperación.
La chica no pudo más y fue presa de un tremendo éxtasis gracias a ese hombre y su poderosa herramienta sexual. Su vagina vibraba, palpitando, estimulando el pene de su compañero y enloqueciendo a este.
Kurogane apretó los dientes, esa chiquilla lo estaba torturando, las pulsaciones de su sexo eran fuertes y lo estimularon de tal manera que solo fue capaz de enterrar su pene unas tres veces más antes de que un orgasmo lo obligase a regar su esencia dentro de la mujer.
Fue hasta entonces que el guerrero se arrepintió de sus actos.
""No es ella.""
Pensó justo antes de sacar su virilidad de la intimidad de la chica y salir luego de la habitación con sus ropas en la mano, dejando a la joven de largos cabellos respirando agitada, pero con una sonrisa adornándole el rostro.
* Creo que está apenado. *
Se decía la chica, abrazando una almohada, sin saber que el ninja en realidad estaba arrepentido y horrorizado pues en ese momento se sentía y sabía traidor de la fidelidad hacia su princesa, ya que cuando él hizo el juramento de protegerla, se juró a si mismo que esa niña sería la única en su vida. Y no importaba que esas niñas fuesen idénticas, esta no era su Tomoyo-hime.
¿Qué clase de hombre sería él si se enredase con cada Tomoyo que se encontrase durante su viaje?: un maldito, nada más.
* Ahh... ¡ fue hermoso !. *
Ya en el presente, la Tomoyo de Piffle se arqueó sutilmente sobre su cama, como si en ese preciso momento volviese a sentir el éxtasis que ese hombre le regaló.
* Te pedí que los ayudaras, no que te le echaras encima a mi guardián. *
* ¿Tu guardián?. *
* Sí, mío, solo mío, recuérdalo porque cuando él regrese a Japón, te borraré de su cuerpo y de su memoria. No serás más que un trago amargo que él terminará por olvidar. *
Fueron las crueles palabras de la princesa, quien desapareció entre penumbras.
Fue entonces que, agitada, la Tomoyo de Piffle despertó sumida en la tristeza y la impotencia, pues sabía que lo que su contraparte dijo era la pura verdad.
Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas al tiempo en que una pregunta la asaltaba. . .
* ¿Acaso habrá un Kurogane en esta dimensión... para mí?. *
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
No quise quedarme con las ganas; esta Tomoyo en especial se notaba muy preocupada por Kurogane. Aunque me presioné un poquito para terminar el fic ¬¬'.
Siento no incluir las separaciones entre los recuerdos y el presente en el que ambas Tomoyo discuten.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 21 de Abril de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Ren & Anna
Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 2: “Completamente mía” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Los escuchó discutir en la habitación que compartían.
Desde que Yoh regresó hace un par de días, quien por cierto permaneció fuera durante más de un mes, fue testigo silencioso de los serios problemas en ese matrimonio.
Ren ya comenzaba a sospechar el porque, de hecho ya tenía una idea de quien era el culpable, por no decir que estaba completamente seguro. Anna no habló mucho sobre el asunto y eso era algo que podía comprender.
El joven chino mantenía distancia; no deseaba entrometerse en las vidas ajenas, pero le resultaba muy difícil cuando una de esas vidas era de la rubia itako, más que difícil era estúpido, en especial considerando que ya estaba demasiado involucrado con esa bella mujer.
Era tan incómodo escuchar como el shaman Asakura le alzaba la voz a su esposa, las cosas que le decía y el como sus palabras siempre la hacían llorar. Lo peor era la desvergonzada actitud de su amigo, quien en presencia del chico Tao, actuaba como si entre él y la sacerdotisa no hubiese problema alguno.
~*~
~*~
~*~
Los días pasaron e Yoh se ausentó nuevamente. Al parecer sus visitas a Izumo eran largas y constantes.
Y si bien la ausencia del shaman hacía el ambiente un poco más tranquilo, ver la tristeza en el rostro de Anna no era para nada agradable.
Verla llorar le oprimía el corazón, al grado de querer viajar a Izumo y dar una buena golpiza al heredero Asakura, pero no tenia intenciones de alejarse de Kyouyama, no cuando ella se estaba dejando envolver por el dolor.
Él la quería, dejó de negárselo a si mismo hace mucho tiempo. Para Ren ella era la mujer perfecta; bella, inteligente, fuerte, fría... todo de ella le gustaba.
Siempre la quiso, aun antes de se casara con Yoh.
* Mientras ella fuera feliz... no importaba si yo me hundía en la tristeza. Pero ahora... *
Su felicidad al lado del shaman king se desvaneció.
Ese imbécil no la merecía, Ren era testigo de ello y no permitiría que las cosas siguieran así. Ahora tenia una oportunidad con la itako, oportunidad que hace unos días no pudo dejar pasar. No quiso aprovecharse de los problemas de la pareja para seducir a la sacerdotisa, no era esa clase de hombre.
Ren solo quería que Anna encontrara en él la tranquilidad y el amor que Yoh ya no le daba.
Ahora intentaba alejarse, recuperar la cordura... pero no pudo, quería tanto a esa mujer, la deseaba, la amaba...
* Necesito tenerla a mi lado. *
Con esta idea en la mente, se dirigió a la habitación de la rubia. Ni siquiera se molestó en tocar, deslizando la puerta antes y después de entrar.
Se acercó sigiloso como un cazador acosando a su presa; tranquilo, atento y completamente hipnotizado con la belleza de esa mujer.
Seguramente Yoh no regresaría a Funbari hasta pasados varios días.
Ni siquiera sabe como pudo soportar alejado de ella mientras el castaño permanecía en la pensión; aparentando que ahí no había pasado nada, que él era solo un visitante pasajero, su amigo. Sí, un visitante que no se conformó con ver de lejos a la rubia, amigo que se volvió amante de Anna, o mejor dicho, que vino a darle el amor que ella ya no tenia.
Ahora está a solas con la itako, se le acerca silencioso mientras se posa de tras de ella y le rodea la pequeña cintura con sus manos varoniles.
No puede esperar un solo segundo, deja que sus labios viajen por el cuello de la sacerdotisa hasta llegar a sus hombros.
* Ya no, Ren... por favor... *
Entre jadeos, su voz se vuelve una suplica, un susurro ignorado por el chino.
Él no puede detenerse, la desea, la ama, solo quiere estar con ella.
* Por favor... *
Nuevamente le pide la rubia, sin embargo los labios y las manos de Tao no se han detenido en ningún momento, al contrario, han explorado a detalle todas y cada una de las finas curvas de aquel hermoso cuerpo.
La recorre con deseo tal que la fría mirada de Anna se torna excitada, suplicante.
Aun de espaldas a él, la sacerdotisa puede sentir el miembro de Len posarse de tras de ella, ejerciendo una suave presión para hacerla separar las piernas, cosa que hace en cuestión de segundos.
* Sé que lo deseas tanto como yo... sé que quieres estar conmigo. *
Las palabras del joven son la pura verdad, pero ella prefiere guardar silencio, en tanto suaves jadeos escapan de sus labios delatando sus verdaderos deseos.
* Lo sabía. *
Dicho esto, el muchacho deslizó sus manos por las piernas de la rubia, levantando poco a poco su vestido negro y explorando la entrepierna femenina, haciendo a un lado las molestas bragas y colocando su erecto pene en la entrada de la vagina de Anna.
Con movimientos circulares, la excitó durante unos momentos para luego penetrarla lentamente.
* Oh, Ren, yo... *
Sus palabras se atoraban y la joven no podía más que gemir y jadear, todo gracias al miembro del chico que entraba suavemente en su excitado cuerpo.
Escucharlo susurrar palabras románticas a su oído, la hizo bajar por completo la guardia. No podía evitarlo, se había enamorado de él, con dos simples palabras, con una simple caricia y un único beso... se entregó a él, olvidándose por completo de Yoh y la fidelidad que supuestamente debía tenerle.
No, no lo hizo por venganza, lo hizo por deseo, por placer... por amor.
Esta era la primera vez que lo hacían de pie, y era tan excitante, tan profundo.
Ren dejó que sus manos se hiciesen cargo de la ropa de su amante, deslizando con tranquilidad el cierre del vestido negro, haciendo que éste cayera hasta la cintura de la rubia y dejando al descubierto aquel par de hermosos y perfectos pechos. El shaman, a espaldas de la itako, observaba atentamente sus senos, eran tan incitadores.
Posando las frías manos sobre los pechos de Anna, Tao se dio a la tarea de estrujarlos suavemente aunque con claras ansias de sentirlos más y más.
Atrapó los duros pezones, jugando con estos durante un buen rato; mientras lo hacía, susurraba a la rubia la frase que a ella tanto le gustaba escuchar: “te quiero tanto, Anna”.
Seguido de esto, comenzó a penetrarla más fuerte y rápido.
La itako trataba de sostenerse de la pared como podía, recargada sobre ésta, recibiendo de lleno las embestidas que su querido amante le daba desde atrás.
Sacando y metiendo su duro pene, Ren arrancaba gemidos placenteros de los labios de la chica mientras ésta sentía como su vagina se dilataba para recibir el instrumento del que ahora es su hombre, sí... no dejaría que Yoh volviese a tenerla, ya no más...
* Eres tan estrecha, ¡ eso me gusta !. *
Hablando cerca de su oído, el muchacho se movía tan exquisitamente, haciéndole sentir el gozo de ser penetrada de esa forma tan atenta y tranquila, tan cuidadosamente, tan tierno al hacerlo, pero tan posesivo a la vez.
Él a su lado, lamía y besaba sus mejillas ardientes en carmín, sin dejar de susurrarle en ningún momento que la quiere y que jamás le hará daño.
Anna no puede dejar de gemir; lo adora!!, adora como le hace el amor, como la penetra, adora sentir dentro suyo el pene de éste hombre, ese hombre que en ningún momento se detuvo en su tarea de deslizar su miembro al interior de la vagina femenina, al contrario, cada vez avanzaba más y más, entrando y saliendo rápidamente.
Los orgasmos parecían venir uno tras otro para la mujer, quien cansada por la posición y el esfuerzo, perdió la fuerza y no pudo sostenerse más.
Ren reaccionó abrazándola firmemente; salió de su cuerpo y la tomó entre sus brazos, llevándola hasta el futon. No pudiendo esperar un segundo, con suavidad le separó las piernas, clavando nuevamente su erecto miembro varonil.
Anna tenía los brazos extendidos sobre el futon, sintiéndose penetrada mientras se dejaba llevar por el ritmo que le imponían las caderas del chino.
Lo miró embelesada, notando como los misteriosos ojos color ámbar se nublaban a causa del deseo y la pasión.
* Te quiero. *
Le dijo ella, llevando sus suaves manos hasta el confundido rostro del shaman. Lo acarició con tanta ternura, con tanto cariño.
Tao la miró complacido, no era usual que la chica le dijese lo que sentía, no... después de todo estaba con Anna Kyouyama, la mujer de hielo, la sacerdotisa fría y sin corazón... la misma de la que se enamoró, la única a la que entregó su amor.
Buscó los labios de la rubia hasta encontrarlos en un beso profundo que los dejó sin aliento.
Y en medio de tantas palabras de amor, Ren seguía procurándole placer a su Anna; su pene seguía enterrado en su vagina, y sus caderas se mecían incontrolables.
Anna levantó un poco el cuerpo hasta arquear la cintura, haciendo que el miembro masculino se adentrara aun más en su cuerpo. Elevó sus blancas piernas al aire, flexionándolas al rededor de la cintura del muchacho, manteniéndolo ahí, sobre ella... dentro de ella.
Al sentirlo, la joven itako lanzó un gemido de placer; guiando el rostro de su amante hasta la altura de sus senos, los mismo que Tao comenzó a recorrer con pasión y deseos, mientras sentía como las manos de la itako le acariciaban tiernamente la espalda.
Con un inesperado movimiento, Anna giró hasta quedar sobre el joven chino, comenzando a mover rítmicamente, de adelante hacia atrás, sus caderas.
* No sé porque me atreví a hacer esto contigo. *
Sus palabras delataban cuán temerosa y confundida estuvo.
Pero ahora, totalmente entregada al placer carnal, gemía incontrolable, moviendo las caderas más rápido hasta alcanzar un fuerte orgasmo, orgasmo que la hizo dejarse caer sobre el cuerpo de Ren Tao.
Tembló entera mientras su vagina se contraía de tal modo que aprisionaba deliciosamente el pene del hombre que la poseía.
El shaman la miró con lujuria; ese blanco y hermoso cuerpo resplandecía por el sudor, el rojo en sus mejillas, su alborotado cabello rubio y sus dulces labios entreabiertos para no dejar de gemir... todo en ella lo excitaba.
* Ohhh, Ren... *
Agradecida y satisfecha, la itako se abrazó a él, llenándolo de apasionados y profundos besos. Continuó moviéndose de arriba hacia abajo, buscando obtener otro orgasmo.
No podía apartar la mirada de los ojos color ámbar que la habían enamorado, esos ojos en los que tanto le gustaba verse reflejada porque dicho reflejo brillaba y desbordaba ternura, amor...
* Te gusta, amor?. *
* ¿Gustarme?. Oh, Ren, adoro hacer el amor contigo... te quiero tanto. *
Tao mostró un amplia sonrisa ante las palabras de su amante.
Abrazándola con fuerza y sin dejar de penetrar aquel bello cuerpo que ya le pertenecía, mordió lujuriosamente la oreja izquierda de la rubia.
El shaman dejó que el placer lo venciera por completo; emitiendo roncos gemidos de gozo, con fuerza cerró los ojos mientras un orgasmo invadía su cansado cuerpo, permitiendo que su esperma desembocase en la vagina de su Anna.
* ¡ E-eso fue... eso fue maravilloso !. *
Las voz de la sacerdotisa sonaba agitada.
Ella aun permanecía aferrada a él sin pretender soltarlo... ya no, nunca más.
~*~
~*~
~*~
Se relajaron juntos.
Anna agradecida porque, a pesar de su marido, él había sido el primer hombre realmente, aquel con el que todas las mujeres sueñan. Tierno, romántico, cuidadoso, detallista y tan dedicado en la cama... no podía negarlo, se había enamorado de él. ¿Cómo no hacerlo?, si le hacia tan feliz.
* Anna... * _La llamó mientras acariciaba la suave piel de su espalda._ * Ven conmigo a China. ¡ Casémonos !. *
* ¿Casarnos?, pero Yoh?... *
El muchacho la estrechó con fuerza al sentirla dudar.
Es cierto, Yoh era un problema, pero ese matrimonio podía ser anulado. Además, él la amaba tanto y sabía que ella también. Sin embargo, la sacerdotisa se hallaba sin saber que hacer, que pensar, que responder.
Irse con él era lo único bueno que podía hacer; casarse con él... lo que más deseaba.
Pero a su mente vino ese traidor, la sombra del heredero Asakura la estaba agobiando, pero no iba a dejar que la felicidad y el hombre al que amaba se le fuesen de las manos por la maldita sombra del que siempre la hacia sufrir, de Yoh. Así que, tomó una decisión...
Se acurrucó sobre el musculoso pecho del shaman, suspirando profundamente por lo que venia...
* Vámonos de aquí, Ren... quiero ir a donde tu vayas. *
La felicidad en los ojos del joven Tao parecía no poder ser más grande. Al fin la tendría de forma completa, solo para él.
Pero lo más importante, se encargaría de hacerla feliz, que nada le faltase y tuviese todo cuanto deseara... que sus hermosos ojos negros no vuelvan a derramar una sola lágrima, porque él... la ama de verdad.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Segundo capítulo; por fin con lemon.
Creo que Ren Tao puede ser un hombre muy romántico y dedicado, en especial con Anna. No sé, pero pienso que la itako no le es indiferente... ¿serán ideas mías, ^0^?.
Para el próximo capítulo haré sufrir a Yoh y daré una vaga explicación del porque engaña a la rubia.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 3 ||
Ai oboeteimasuka. Versión II
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Anime: Macross / Robotech.
Rating: M
Pareja: Rick & Lisa
Sinopsis: DOS VERSIONES. Basado en la película, Do you remember love?. Antes de la llegada de la nave Macross a la tierra, Hikaru y Misa se demuestran cuan grande es su amor. Solos en el planeta azul.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Amor... ¿Lo recuerdas?.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Versión Bermellón.
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Rick Hunter y Lynn Minmay salieron a dar un paseo por el espacio. Lamentablemente ambos fueron secuestrados por los Zentraedi; Lisa Hayes, Lynn Kale y Roy Fokker También fueron capturados.
Durante un ataque Meltrandi, Roy muere, mientras que Lisa y Rick logran escapar y son transportados hasta el planeta tierra debido a un pliegue espacial.
Ambos soldados no tenían idea de que planeta era el que contemplaban, hasta que identificaron un portaaviones de las fuerzas unidas totalmente destruido.
Sí, aquel astro desierto y devastado por un ataque espacial, no era otro más que la tierra.
Los Zentraedi habían exterminado a miles de millones de personas en tan solo unos instantes.
Ahora la única esperanza era la llegada de la fortaleza Macross, la cual estaría en la tierra en un lapso de un mes. Mientras ese tiempo transcurría, Rick y Lisa recorrieron varias ciudades del planeta con los mismos resultados... todas estaban absolutamente destruidas.
La tensión de aquellos días ocasionaba ciertas discusiones entre ambos militares, los cuales terminaron por cesar al darse cuenta de que ambos tenían algunas cosas en común.
Un día divisaron una ciudad que flotaba en medio del inmenso mar, allí encontraron respuestas a como habían sido creados los seres humanos y como comenzó la guerra entre los Zentran y Meltran.
Mientras recorrían la ciudad que fue construida por alienígenas hacia ya miles de millones de años, sintieron la necesidad de regresar a su hogar; realizar actos cotidianos como comer en compañía de una familia.
Lisa, quien parecía estar más afectada, rompió en llanto ante la nostalgia que la invadía.
* Quiero irme a mi casa... con las demás personas. *
Dijo mientras se recargaba sobre la mesa de una de las casas de aquella semidestruida e inundada ciudad. Rick se conmovió al verla, por lo que tomo las manos de Lisa entre las suyas, dándole a entender que estaba bien lo que sentía en ese momento.
* Quédate conmigo. *
Le pidió, mientras las lágrimas recorrían insistentemente sus mejillas.
Hunter no entendió porque, pero sintió un gran deseo de estar junto a ella; enredo sus manos con las de Hayes para darse su primer beso, un beso tierno y relativamente corto.
Se abrazaron por unos minutos; Lisa no quería separarse de él, sentía que lo necesitaba para seguir viviendo y no sabia si esa sensación se debía a que eran los únicos seres sobre el planeta; que estaban completamente solos... pero lo único que deseaba era estar con él.
Lisa buscó nuevamente los labios del joven, encontrándolos dispuestos a unirse con los de ella.. Se besaron largo rato, en cada beso, en cada suspiro sentían más ansias de volverse a besar, hasta que los besos se volvieron más profundos y apasionados; algunos los dejaban sin aliento y aun así continuaban exigiendo más de aquella caricia.
Rick recordó que en cierta ocasión, Roy le había dicho que si quería a una mujer, entonces debía hacerla suya aun por la fuerza si eso era necesario.
Hunter decidió que las palabras de Fokker se referían a este momento; exceptuando utilizar la fuerza para que Lisa hiciera algo que no deseaba, después de todo el jamás obligaría a una mujer a hacer semejante sacrificio; además cuando Roy dijo semejantes palabras estaba bajo los efectos del alcohol.
El piloto guio sus labios hasta el oído derecho de la joven y comenzó a susurrarle palabras que en determinado momento fueron inaudibles para ella. Solo se limitaba a entrecerrar los ojos y abrazar con más fuerza al muchacho.
Rick tomó el cuerpo de Lisa entre sus brazos y la llevo a un habitación contigua, una recamara. La dejó recostada sobre lo que parecía ser una cama, dejando caer con suavidad su musculoso cuerpo sobre el de la mujer.
En pocos minutos, ambos estaban empapados; la ciudad tenía poco tiempo de haber salido a flote y por ello aun se mantenía mojado todo a su alrededor.
Eso no les importó; querían seguir, continuar con ese contacto entre ellos, contacto que los relajaba y les hacía olvidar todo el desastre en el que se habían visto involucrados.
* Te deseo, Lisa... quiero hacerte el amor. *
Aquellas palabras más que una confesión parecían más bien una suplica; sus ojos también suplicaban por una respuesta afirmativa. Lisa no decía nada, solo miraba con ternura al joven... Hunter tomo el rostro femenino entre sus manos y le dijo que nunca la obligaría a hacer algo que ella no desease.
Considerando que Hayes estuvo presente cuando Roy le dijo a Rick que debía hacer suya a una mujer aun por la fuerza, las palabras que acabara de decir Hunter eran muy reconfortantes para Lisa, quien dio una respuesta...
* Yo, yo también quiero hacer el amor... contigo. *
Rick sonrió agradecido y satisfecho con las palabras de la joven por lo que acerco el rostro de ella al suyo y le beso nuevamente.
Sus manos seguían posadas sobre el rostro de la mujer; hasta que lentamente las guio por toda la figura femenina que se encontraba a su entera disposición.
Recorrió cada centímetro, cada rincón de aquel cuerpo de mujer con sus ansiosas e inexpertas manos, hasta que se detuvo sobre los senos de Hayes.
Rick apretó con suavidad aquellos atributos femeninos sin detenerse por un rato; quería conocer el cuerpo de aquella mujer, aquella mujer que inexplicablemente se había clavado en su corazón de un solo golpe...
No, no estaba viviendo una aventura, en verdad se había enamorado de la teniente, de la que pensó no tenía sentimientos; no parecía humana en ese sentido... cuan equivocado estaba.
Hunter retiró, con algo de torpeza, el uniforme militar del cuerpo de Lisa. Poco rato después ambos se encontraban totalmente desnudos, mirándose con curiosidad y cierta vergüenza por la situación; era la primera vez para ambos.
Hayes tomó las manos de Rick y las guio hasta sus pechos; Hunter aun estaba un tanto nervioso, aunque esto no le hizo perder tiempo por lo que siguió recorriendo el cuerpo de la joven y deleitándose con el. Lisa también se encontraba un poco tensa, aunque no tanto como Rick, esto quizás se debía a que ella era un par de años mayor que él.
Volvieron a recostarse, comenzando el joven a llenar con besos el cuerpo de Lisa. Su rostro, su cuello... su senos, donde se detuvo por largo rato; deleitándose con desesperación.
En un instante los pezones de Lisa se pusieron duros debido a la excitación; abrazó la cabeza del chico, haciendo que el rostro del mismo quedase aprisionado entre sus brazos y senos.
Hayes ardió en un placer que nunca llegó si quiera a imaginar, mucho menos creyó que esa sensación tan inmensamente agradable pudiera dársela Rick, ese piloto novato que según ella no duraría nada en el ejercito pues le hacia falta la fuerza.
Ahora sabía que él disponía de la fuerza y valor que se requería en la milicia... pero más aun, la fuerza para amarla como nadie podía... como nadie más sería capaz.
Lisa cedió un poco en la fuerza de su abrazo debido al enorme gozo que sentía su cuerpo, esto le permitió a Hunter seguir recorriendo el cuerpo de la mujer, su vientre... su vagina.
Al llegar a ese lugar tan secreto y escondido, tan intimo de la mujer, le provoco un vuelco inmediato de sensaciones a la joven, la cual emitió un gemido relativamente corto.
Rick se llevó las largas piernas de la chica hacia sus hombros; Nuevamente Hayes colocó sus manos sobre la cabeza del joven, con lo que acerco más el rostro del chico a su entrada.
Hunter jugó un rato con el clítoris de la joven, haciendo círculos al rededor de aquel botón de placer. Lisa se retorcía gustosa ante la sensación que aquel chico le provocaba.
El muchacho se entretuvo buen rato con esa parte del cuerpo de Hayes; poco después comenzó a introducir su lengua en la vagina de la chica, queriéndola penetrar con la lengua.
A cada roce de la lengua de Hunter, a cada pequeño beso y suspiro que daba a la intimidad de Lisa, esta sentía una gran corriente de sensaciones placenteras recorriendo absolutamente todo su cuerpo.
Cuando Rick por fin se sintió satisfecho de probar los jugos vaginales de la mujer que deseaba, se reincorporo para besar largamente los labios de Hayes... era gracioso, hasta hacía un mes, ella no provocaba ninguna clase de sensación, mucho menos sentimientos en él y ahora... ahora lo estaba haciendo el hombre más feliz sobre la tierra... literalmente.
Eso era muy cierto, después de todo no había un solo ser humano, ni siquiera otra forma de vida en el planeta. Aquella estrella tan inmensa estaba siendo ocupada exclusivamente por ellos; y eso los hizo sentir más excitados en cierto modo.
La razón era simple: ellos solos estaban dándose vida mutuamente, además lo que hacían más que nada desde un punto de vista científico era preservar su especie, y vaya que urgía que la especie humana fuera preservada pues estaba casi en extinción.
Visto de esa forma, el planeta no se sentía muerto por que sus únicos habitantes hasta ahora... estaban vivos. El pensó en todo esto mientras seguía probando las profundidades de la boca de Lisa.
* Hace mucho, que no me sentía viva. *
De pronto Lisa interrumpió el silencio del lugar; sus palabras parecían hacer eco no solo en la isla sino también en la mente y corazón de Hunter.
Hayes, al ver la expresión interrogante del muchacho, le explicó que en el pasado se había enamorado de un joven del ejercito, pero este había muerto antes de que ambos pudiesen casarse. Desde entonces había dejado de considerarse una mujer apta para el matrimonio o cualquier otra relación amorosa o mínimamente cariñosa.
Por ello se comportaba de manera agresiva, distante y cortante con las personas... en especial con los hombres.
* Entiendo... eso sentí cuando Minmay fue secuestrada por los Zentraedi. Lo más seguro es que ella este muerta. *
Lisa lo miró con tristeza, en parte porque el aun recordaba a Minmay; también porque ambos compartían ese sentimiento de vacío y necesidad de amor.
Rick se disculpó por su comentario sobre Minmay. No sabia exactamente porque la había mencionado, quizá inconscientemente comparaba a Lisa con la cantante.
Pero si bien era cierto que hasta hace unos días la ganadora de aquella comparación hubiese sido Lynn Minmay, en esta revancha que les concedió el destino, la única e indiscutible ganadora del corazón de Rick era la misma Lisa Hayes, por eso estaban haciendo el amor en esos momentos.
Y todo eso fue resumido en un corto beso que Hunter le diera a la comandante.
Después de aquella corta conversación, él le preguntó a la joven si estaba lista para lo que venía; ella, con unas cuantas dudas sobre la situación, titubeó un poco en su respuesta para finalmente acceder nerviosa a la entrega total de sus emociones.
Hunter besó la frente de Lisa para poco después estrechar el cuerpo de la misma al de él. Con su miembro varonil ya bastante erecto, el chico se dispuso a entrar en el cuerpo de la joven.
Primero con movimientos lentos y torpes para comenzar con calma y abrirse paso entre los muslos de Hayes. Después de determinadas embestidas al interior de la mujer, el hombre sintió un obstáculo en su camino a la gloria que le prometía aquel cuerpo; la virginidad de Lisa.
Rick empujó con un poco más de fuerza al interior, rompiendo el himen de la chica y provocando con esto que ella dejara escapar un grito de dolor; un poco de sangre salía por la vagina de la mujer y algunas lágrimas recorrían el rostro de la misma. Hunter se detuvo un momento para no lastimar más el cuerpo de Lisa y para que esta se acostumbrara a tener dentro la mitad de la hombría del muchacho.
* Descuida, ya pasó. *
De pronto, la voz de la joven le indicó a Rick que no debía preocuparse, se había preparado para ese dolor y realmente no había sido tan intenso.
Hunter continuó con su entrada al cuerpo de Lisa, la cual se sobrepuso al dolor y comenzaba a experimentar una exquisita sensación de placer que fluía de su entrepierna gracias al miembro del chico, y de aquí, se expandía a todos los rincones de su cuerpo.
En aquel momento, Hayes le dio toda su voluntad al muchacho; en cada va y ven de los cuerpos, estos se sincronizaban en un baile con movimientos desesperados y constantes para unir sus figuras lo más posible. El ritmo se fue acelerando mientras ambos pedían más y más del compañero.
Sus respiraciones se veían interrumpidas por los gemidos de gozo que cada uno emitía sin poder evitarlo. Una vez que el ritmo alcanzó una sincronía difícil de mantener por ambos muchachos, y que el placer no podía ser retenido por más tiempo, ninguno de los dos soporto más y se colapsaron llenos de sensaciones un tanto difíciles de describir... eran tantas, amor, placer, ansias, dolor, cansancio, felicidad...
Lisa recibió de lleno el placer y terminó viniéndose en un mediano orgasmo, seguida por Rick, quien sacó su pene del interior de la chica y se vació en la boca de la misma.
Ambos se reincorporaron para poco después dejar caer sus cuerpos sobre la cama, completamente cansados pero llenos de felicidad gracias a la nueva vida que comenzaban, juntos.
~*~
~*~
~*~
La noche llegó a la deshabitada tierra y el encuentro pasional de ambos militares fue interrumpido por el sueño y cansancio que ambos sentían tras su ardua búsqueda, inútil, de rastros de vida sobre el planeta.
El silencio del astro inhabitado fue interrumpido por un sonido que venía del cielo. Rick Hunter despertó por el insistente sonido que cada vez se escuchaba más cerca de ellos; curioso, dejó aquel lecho provisional que compartió con Lisa y en el que tanto disfrutó del cuerpo y amor de la joven.
Salió a las calles destruidas de la ciudad alienígena, para poder divisar el cielo e intentar encontrar el punto de donde emergía tal sonido.
* ¿Se está moviendo de nuevo? *
Lisa llamó la atención del joven; ella, al sentir que el cuerpo de su amante se alejaba de su cuerpo, sintió un gran e insoportable frío recorrer su figura, por lo que salió a buscar a su pareja.
* No, ese ruido viene del cielo. *
Hunter dio respuesta a la pregunta de su mujer; de pronto, ambos se miraron ante la posibilidad que invadió sus mentes; corrieron a un lugar más despejado y entonces...
De entre las estrellas, una gigantesca sombra se abrió paso y se dejo ver... MACROSS.
Lisa, llena de felicidad, se abrazó a Rick, el cual le regalo un tierno beso compartiendo así la felicidad que la chica sentía.
Más sin embargo, la llegada de la fortaleza espacial a la tierra no significaba otra cosa más que el inicio de la guerra espacial, una guerra imposible de ganar.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
La diferencia entre las versiones solo es en los nombres de los personajes.
Versión Skull: Nombres originales.
Versión Bermellón: Nombres en latino.
Pude ver la película de Macross. Y al ver la escena del beso entre estos personajes, no pude imaginarme más que a ellos dando rienda suelta al amor 7w7.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Terminado el 13 de Enero de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Versión Macross ||
Dress --Capítulo 5--
![image](https://64.media.tumblr.com/4484fb96f31a4551a2d1fef7eaec038e/b49047036ee815b9-80/s250x400/f531c5b2a97c511733830fe8d0190ccff4cce41d.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 5 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Kuchiki se preguntaba: ¿cómo había terminado allí?.
Con la mirada fija en el licor dentro de su copa, no podía dejar de pensar que había cometido un error al aceptar la invitación de ese hombre, quien por cierto tenía una expresión totalmente distinta a la de su compañera, pues sonreía triunfante, satisfecho e incluso complacido con la compañía de la mujer.
* Te estás haciendo la difícil, Rukia. *
Ella alzó el rostro entonces. Ichigo fue muy atrevido al decir aquello, pero debía admitir que él tenía razón.
Kuchiki evadió toda invitación que le hacia el pelinaranja, por miedo, por vergüenza o por simple capricho, ya no importaba, como quiera que sea, a fin de cuentas ella terminó cediendo.
""Porque se lo debo.""
Se decía mentalmente la jovencita, tratando inútilmente no solo de justificarse, sino también de convencerse a sí misma.
Distraída, Rukia dejó la copa de vino sobre la mesa, siendo su mano inesperadamente atrapada por la del muchacho junto a ella.
Kuchiki se sobresaltó sutilmente, sintiendo el escalofrío que ese simple contacto provocó en ella, sin mencionar la sucesión de imágenes en su cabeza. . . imágenes de la noche vivida con ese hombre.
La chica intentó retirar su mano, más Ichigo, lejos de darle un espacio, se tomó al libertad de entrelazar sus dedos al tiempo en que le dedicaba una linda sonrisa que la desarmó totalmente.
Las mejillas de la joven se tornaron levemente rojas, ella lo sabía y se odió por ello.
""Parezco una colegiala.""
Pensó y tuvo que lidiar con esa situación por una hora más hasta que no pudo más, especialmente porque Kurosaki estaba totalmente ebrio.
Rukia pensó que era el pretexto perfecto para dar por terminada la velada, pero no podía dejarlo conducir en ese estado.
La mujer se maldijo por el jodido sentimiento de culpa. Suspiró resignada.
* Te llevo a tu casa. *
* ¿Mi casa?. . . amm. . . no recuerdo donde queda, jaja. . . *
La pelinegra cerró los ojos al tiempo en que su boquita formaba un puchero.
Ese hombre no podía estar tan borracho. . . ¿o sí?.
""Debí contarle las copas.""
Pensaba, reprendiéndose por no hacerlo, pero ya no importaba.
Rukia tomó su bolsa y abandonó el restaurante, llevándose a su compañero casi a rastras.
~*~
~*~
~*~
¿En qué maldito momento pensó que era una buena idea traerlo a su departamento?. ¡ Estaba loca !.
* Debí sospechar que querías estar a solas conmigo, enana. . . yo te gusto, ¿verdad?. *
La chica torció la boca, furiosa con las estupideces que decía el muchacho.
* Ichigo, estás borracho. *
* ¿Qué te hace pensar eso?. *
Ella arqueó una ceja. ¿Por dónde comenzar la larga lista de obvia razones?. Rukia prefirió no responder.
* Date una ducha y duerme. *
* Buena idea !. *
Inesperadamente, el pelinaranja tomó entre sus brazos a la pequeña chica, llevándola hasta la ducha.
* ¿Qué crees que haces?. *
* Duchémonos juntos. *
* ¿QUÉ? !!. *
La voz del muchacho había dejado de ser alegre y entrecortada. Rukia alzó el rostro, también la expresión de ese imbécil había cambiado.
Sus miradas se cruzaron y supieron entonces que no podrían detenerse.
El Kurosaki la besó con fuerza y desesperación al tiempo en que entraba en la pequeña bañera y giraba la llave. De inmediato el agua comenzó a caer sobre ellos.
* Está fría !!. *
Kuchiki rompió el beso, abrazándose a sí misma, tratando de calmar los escalofríos que la recorrían. El chico sonrió, aquella había sido la llave equivocada, pero pronto corrigió su error.
* ¿Mejor?. *
* Casi !. *
Dicho esto, la pelinegra atrajo el rostro del hombre hacia ella, besándolo con inusitada dedicación. Era una sensación de necesidad lo que la llevaba a buscar los labios de ese hombre.
La ducha dejó de mojarlos una vez que la bañera estuvo llena de agua, entonces, Ichigo se sumergió lentamente, invitando a la mujer a acomodarse encima suyo.
Las ropas de Kuchiki se adherían a su frágil y exquisita figura, traslucidas, permitiéndole al Kurosaki ver más allá de lo permitido.
* ¡ Eres hermosa !. *
Ella parpadeó, como saliendo de una ensoñación.
Lo miró atenta en ese momento, él le regalaba una sonrisa tan amplia y linda que la derretía. Rukia supo entonces que realmente quería pasar la noche con este hombre.
Así que se sumergió lentamente hasta sentarse sobre el muchacho, con las piernas a los costados de él.
* Creí que estabas borracho. *
Le dijo ella, una vez frente a frente, una sutil sonrisa adornándole el rostro.
* Pero lo estoy. . . * _Le acarició la mejilla._ * Estoy borracho de deseo. . . por ti. *
Sus labios se unieron nuevamente, ahora en un beso más profundo y desesperado.
Las manos del Kurosaki comenzaron a recorrer el cuerpo de su compañera, delineándolo, memorizando cada curva, cada rincón. Era tan suave y a pesar de lo mojada, la sentía arder.
Entusiasmado, sus grandes manos no tardaron más en posarse sobre los pequeños pechos de la chica, haciéndola gemir entre uno de los tantos besos que se prodigaban.
* ¿Te gustó? *
* ¡ Mucho !. *
* En ese caso. . . *
La voz del muchacho sonó traviesa poco antes de deshacerse de las mojadas ropas de Kuchiki. . . luego las propias, que terminaron sobre el azulejo del cuarto de baño.
* Lo dije antes y lo digo ahora. . . eres hermosa !!. *
Ella sonrió con dulzura, mirando fijamente a su acompañante; podría acostumbrarse a eso. Aunque no dejaba de pensar que Ichigo decía todos esos halagos tan solo para tenerla.
""Está bien, por esta vez no me negaré.""
Pensaba, al tiempo en que se dejaba acariciar por el hombre cada vez más ansioso.
Una de las manos del pelinaranja viajó hasta el sexo de la joven, acariciando tranquilo, separando los pliegues hinchados y hundiendo su largo dedo medio.
* Ahh !!. . . ¡ no hagas eso !. *
La voz de Rukia emergió suplicante, más contrario a su petición, ella se arqueó llena de placer ante las traviesas y profundas caricias del muchacho, quien comenzó a meter y sacar su dedo, luego hundió otro más, duplicando el gozo de la mujer.
* Ahh. . . mmm !!. . . *
Entre jadeos, pronto la chica comenzó a ondular suavemente las caderas, acompañando las descaradas caricias de su amante, quien sonrió complacido sin poder apartar la mirada de los pequeños pechos de Rukia, que subían y bajaban según ella ondulaba las caderas.
Esa imagen que lo idiotizó y le hizo entender que necesitaba a esa mujer. Así que, de pronto y con cierta ansiedad, el pelinaranja retiró sus dedos del interior de la chica para luego tomarla por la cintura y abrazarla ligeramente, colocándola sobre su hinchada virilidad.
La mirada del chico se perdió en el pequeño sexo de su amante al tiempo en que frotaba la punta de su pene contra la línea vaginal de su compañera, delineando, separando los pliegues y penetrando sutil, para luego deslizar la punta de su miembro un poco más arriba, tallando el duro clítoris.
* Ahh, I-Ichigo, ya, ya no puedo, ya no puedo esperar. * _Él sonrió con total empatía. Así que se dejó de juegos y hundió lentamente su virilidad en la intimidad de Kuchiki._ * Ohh, s-sííí !!!. . . *
Rukia arqueó la espalda y echó la cabeza hacia atrás, disfrutando de este nuevo encuentro, de la invasión en su cuerpo.
Pronto, los amantes de hallaron moviendo las caderas agitados, con desquiciada necesidad.
La boca del Kurosaki se mantenía prendada de los sonrosados pezones que adornaban los senos de la pelinegra, y ésta misma a su vez, subía y bajaba las caderas, cada vez con más desesperación, casi brincando sobre el erecto pene del muchacho. Lo sentía entrar en ella totalmente, llenándola. Era demasiado placer y Rukia no podía reprimir los gemidos, ni tampoco el par de lágrimas que escaparon de sus ojos.
Ella perdió el sentido de las cosas, ya nada importaba, solo el hombre que la hacía suya de esta forma tan intensa y placentera.
Las toscas manos cubriéndole los pechos, la verga en su interior. Sus ardientes labios reclamando su boca. . .
Rukia ya no pudo más, eran demasiadas emociones como para asimilarlas todas, así que cerró los ojos mientras jadeaba sin control y arqueaba su cuerpo ante el fuerte orgasmo que la recorría, gritando el nombre del pelinaranja al tiempo en que su vagina comenzaba a contraerse con fuerza, apretando deliciosamente el pene del Kurosaki, cuya mano bajó hasta su clítoris, brindando más placer que ella ya no pudo soportar, prolongando su éxtasis.
Kuchiki sintió como si todo explotase en su interior; tal fue la fuerza de su orgasmo, que Ichigo pronto fue vencido por las pulsaciones de la vagina de la pelinegra, vaciando su semen en ella.
Respirando agitados, se abrazó a su amante, pegando totalmente su cuerpo, sin dejarlo apartarse de ella. . . aun él dentro suyo.
El silencio reinó por largo rato. . . al menos hasta que volvieron a mecer las caderas.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sigo sintiendo que el lemon está muy suavecito, ¿no?.
Y aun así, me imagino la escena de esta pareja en la bañera. . . y me sonrojo. . . su romance me emociona, pues ^v^ '.
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 09 de Julio de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 6 ||
Dress --Capítulo 12--
![Dress --Captulo 12--](https://64.media.tumblr.com/4484fb96f31a4551a2d1fef7eaec038e/c08e8c215cc7c379-26/s250x400/f986db1edfc65068825b59f3409853761e8c579f.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 12 ::.
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.
* Vamos, cariño, di chappy... cha... ppy. *
La pelinegra alargaba las palabras y hacía gestos graciosos, tratando de enseñarle a hablar a su pequeño.
Ichigo la miraba entre aburrido e incrédulo.
* Por favor, enséñale a decir cosas coherentes e importantes... *
El pelinaranja dejó su cómodo lugar en el sofá; se acercó a su esposa y tomó entre sus brazos a su hijo de año y medio.
* Vamos, campeón, di papá... pa... pá. *
Rukia no pudo reprimir una sonrisa. Adoraba esto, ver a padre e hijo juntos, le provocaba una sensación de dicha y paz.
¡ Y pensar que toda su vida se basaba en un estúpido trato del pasado !.
En ese momento, Rukia se perdió en sus recuerdos. . .
Ella nunca esperó esto, mucho menos lo buscó; definitivamente fue demasiada suerte. Alguien allá arriba debía amarla en verdad, o quizás el destino se equivocó y fue bondadoso en demasía con ella, pues no podía creer que tuviese y mereciera tanta felicidad.
Tampoco podría decirse que Rukia fuese una aprovechada y que le había robado la felicidad a alguien más, de hecho, ese alguien prácticamente le había regalado a ella tal dicha.
La pelinegra ni siquiera luchó por ese amor, sino que fue él el necio insistente pues ella no quería nada con él. . . al menos al principio.
""Quizás es cierto que hay una persona que nació tan solo para alguien en especial.""
Pensaba la mujer; sus ojos violetas clavados en su esposo.
Sí. . . ella solo podría describir a Ichigo de esa manera. Pero el tenerlo, el que él se cruzara en su camino, debía agradecérselo a una sola persona. . .
Si Inoue Orihime no le hubiese propuesto ese estúpido trato, Rukia nunca hubiese conocido a Ichigo, no habría hecho el amor con él tantas veces, no se hubiera enamorado, ni él se hubiera enamorado de ella. . . no sería madre.
Así es, no tendría a ese pequeño angelito, la viva imagen de su padre en miniatura, idéntico hasta en el color de cabello. . . Ichigo no podría negar que es hijo suyo.
Y por ello, de no ser por esa mujer, la pelinegra no sería tan feliz. Si Inoue no hubiera arrojado al Kurosaki a sus brazos. . . hubiera. . . hubiera. . .
Toda una serie de posibilidades que al final la llenaron de felicidad.
Kuchiki no sabía mucho de esa mujer ahora, solo esperaba que fuese feliz con Ishida.
Hasta en eso le ayudó. . . al quitarle a Uryuu, le dio, sin saber, la posibilidad de ser feliz por otro lado, con otro hombre. . . con Ichigo. Esa mujer le había hecho tantos favores sin saberlo, y de no haber puesto en riesgo la vida de su hijo, Rukia la adoraría en verdad, pero ya no importaba ahora.
La pelinegra se acercó donde su esposo y su hijo, siguiendo con la ardua tarea de lograr que él dijese al menos una palabra.
Lo único importante ahora era esta sensación de dicha y felicidad; su esposo, su hijo. . . solo ellos importaban, ellos eran su todo.
Ya fuese cosa del destino, la suerte o a una mujer llamada Inoue Orihime. . . no importaba realmente, pero Kuchiki Rukia era la mujer más feliz del mundo.
¡ Y todo gracias a un estúpido vestido !.
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Tenía que darle un desenlace a esta historia, y no se me ocurrió otra forma.
Y bueno, aunque Orihime fue la mala en este fic, hay que ser realistas. ¿Quién no ha despreciado a alguien o lo ha botado, tan solo para que otra persona sea feliz con aquel (la) que rechazamos?. . . Y no por buenas personas, sino por un gran error.
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 09 de Julio de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Dress --Capítulo 7--
![image](https://64.media.tumblr.com/4484fb96f31a4551a2d1fef7eaec038e/4e64ecf76dd82d05-26/s250x400/98037d4efb22aacc52680c1a8c28ec4c6be36ec3.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 7 ::.
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Se suponía que ella se quedó allí para descansar después de un desfile de su línea de ropa, pero lo que menos había hecho hasta ahora fue descansar.
Ichigo era un tramposo, no la había soltado en ningún momento, no le dio descanso alguno, de hecho, en ese preciso instante, el muy sinvergüenza le estaba haciendo el amor en la pequeña piscina que estaba en el amplísimo balcón.
Rukia fue allí a relajarse, lo cual logró por contados minutos, ya que Ichigo se reunió con ella, la tomó entre sus brazos y, sin más, hizo a un lado la parte inferior del bikini y le clavó de un solo empujón su duro y caliente pene.
La pelinegra separó los labios, pero ningún sonido emergió de ellos. Su voz se apagó ante la sorpresa y la fuerte y profunda sensación de tener al chico dentro suyo.
Pronto, el pelinaranja agitó las caderas, adelante y atrás, aferrándose a la estrecha cintura de Kuchiki. Firme, constante. . . delicioso. Rukia no pudo evitar que los gemidos escapasen de su boca.
Kurosaki sonrió complacido. Tener a su merced a esta mujer y cumplir todas y cada una de sus fantasías sexuales era sublime.
De pie, dándole la espalda, pero ligeramente inclinada, recargándose en el borde de la piscina, Rukia trataba de concentrarse en dos cosas; la primera era reprimir en lo posible los delatadores gemidos de gozo que de su boca escapaban. Y la segunda, concentrarse en el delicioso pedazo de carne que entraba y salía rítmicamente de su necesitada vagina.
Era delirante, sucio, inmoral, de cierta forma. En ese momento, Kuchiki comprendió que necesitaba sentir dentro suyo a ese hombre, era como una obsesión, una droga, una maldita necesidad que la orillaba a cometer esta lujuriosa locura.
Pero nada más le importaba, solo sentirlo, sentir sus fuertes brazos rodeándola con aires de propiedad, sus grandes manos acariciándola con maestría, a sus labios hambrientos que le robaban besos tanto dulces como desesperados. Y claro, sin olvidar su excitante y dura virilidad que se adentraba en ella con tal fuerza y rapidez que la elevaba a la cima del placer.
Rukia no sabía de ella en ese instante, solo pensaba en él y en su excitante cuerpo.
Ichigo no se encontraba en una situación diferente, sus manos dolían de las tremendas ansias que de tocarla tenía; su exquisito aroma lo enloquecía y su frágil y delicada figura lo hacía querer aprisionarla entre sus brazos y protegerla. . . para no soltarla nunca más.
Hacía calor, mucho calor. Ichigo se preguntaba si la temperatura se debía al clima propio del lugar, el agua o quizás, simplemente, eran él y su compañera los que estaban ardiendo. Seguramente, era esta última razón la más acertada, pues el pelinaranja deslizó una de sus manos a la intimidad de la chica, tallando casi con impaciencia el rígido clítoris de la pelinegra.
* ¡ Ahh, uff... I-Ichigo !. *
Kuchiki se inclinó y alzó un poco más las caderas, logrando que unos cuantos centímetros más del pene del Kurosaki se clavasen en ella.
El chico ahora la penetraba más lentamente, su mirada perdida en el lindo y perfecto trasero de su compañera, admirando la sublime escena de su miembro perdiéndose en el espacio que en ese momento Rukia le entregaba a él. . . solo a él. . .
Entusiasmado ante tal pensamiento, el muchacho dejó de acariciar el botón que coronaba la flor de la chica, tan solo para enterrar uno de sus traviesos dedos en el ano de la mujer.
Kuchiki protesto ligeramente al principio, pero pasado un rato se relajó y terminó disfrutando de las atrevidas caricias que ese hombre le prodigaba.
* ¡ Ma, maldito Ichigo !, si no fuera por, porque me haces gozar tanto, yo, yo... *
* ¿Tú qué, preciosa?. *
El pelinaranja se inclinó, aferrándose a la cintura de su amante, pegando totalmente su musculoso pecho a la pálida espalda de de la mujer.
Una divertida sonrisa le adornaba el rostro.
* Si, si no borras esa sonrisa d-de tu estúpida cara, yo, ahh... te, te patearé las bolas hasta dejarte estéril, pa, para que no vuelvas a usarlo jamás. *
El chico rio ligeramente y le besó con ternura su frágil espalda; menos mal que la estaba haciendo disfrutar, sino, no le gustaría ser objeto de su enojo.
* Pero eso no te convendría a ti, pequeña !!. *
Rukia se sonrojó ante aquellas palabras, entendiendo muy bien lo que él le quería decir. . . Ese bastardo tenía toda la razón y eso la hacía enfurecer; ya le daría su merecido, pero después. . . ahora. . .
""Solo quiero gozar de esto, de él...""
Continuaron con aquel frenético ir y venir de caderas, en especial Ichigo. Cada vez más fuerte, cada vez más rápido.
Rukia se preguntaba: ¿cómo podía soportar semejante pedazo de carne dentro suyo?; definitivamente el miembro viril del Kurosaki era más grande del promedio, además, le estaba haciendo el amor de una forma tan brutal y salvaje, que se sorprendía ella misma, no solo de ser la protagonista de ese acto tan lujurioso, sino también de soportarlo.
Era tal la fuerza, el calor y la rudeza, que Kuchiki se sintió agradecida al sentir que el éxtasis estaba próximo. . .
Y así fue. . . cuando la mujer fue invadida por un fuerte e intenso orgasmo, no pudo guardar entre sus labios el nombre de su amante.
Eso era increíble, irreal. El éxtasis llegó a ella con tanta fuerza, que sus músculos vaginales se contrajeron de igual forma, apretando la verga del muchacho con tanta fuerza, que este no pudo contenerse más y se vino dentro de ella, derramando en su sexo abundante esperma.
Eso había sido mágico, ¿verdad?. No en balde se corrieron casi juntos. Definitivamente esa fue una unión que ambos disfrutaron al máximo.
Se mantuvieron así por un rato, aun inclinados; Ichigo totalmente pegado a ella y sin intensiones de sacar su pene del interior de la chica, aun a pesar de que un poco de semen comenzaba a escurrir entre los muslos de la pelinegra. Y es que esa era una sensación relajante; le gustaba sentirla de esa manera, como ese pequeño espacio le daba calidez y comodidad.
Y Rukia igual adoraba esa sensación de de tenerlo dentro suyo. . . le encantaba.
Y a esa sublime sensación se sumó la de las manos del pelinaranja sobre sus senos, estrujándolos con dulce suavidad, sin mencionar los besos que él desplegaba en su espalda.
Sí. . . adoraba esto y no quería imaginarse a sí misma sin todo eso.
Poco después se separaron y se abrazaron, besándose y acariciándose con una tranquilidad que solo disfrazaba la necesidad de sentirse.
Luego salieron de la piscina y decidieron vestirse y después salir a comprar un helado, como si fuesen un par de chiquillos enamorados.
Ellos no se habían detenido a pensar en ello, pero tal vez eso es lo que ambos eran. . . un par de enamorados.
Sin finalizar.
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Sigo con esa sensación de que los capítulos lemon están muy tranquilos.
¿Será que últimamente quiero escribir algo mucho más fuerte?.
El romance por otra parte está floreciendo y eso me emociona. Rukia no puede negarse más al necio de Ichigo. . . ¿quién podría?. ^¬^ .
_I LOVE ICHIRUKI_
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 09 de Julio de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 8 ||