Intento Navegar, Con Destreza, Las Inmensas Olas Del Dolor Y La Tristeza.

Intento navegar, con destreza, las inmensas olas del dolor y la tristeza.

¿Acaso es tan complicado el amor?

No lo creo. El amor es fuerte, implacable y puro. Son los sentimientos vecinos, los que complican una partida que parece ganada desde el inicio.

Ser humano es sucumbir ante emociones eventuales, pensamientos recurrentes, palabras indolentes.

Ser humano es ser imperfecto pero ser capaz de sentir la perfección del amor.

¡Qué bonito sería solo sentir amor!

Pero también existen intereses, emociones, sentimientos, que si no logramos frenar, pueden separarnos de la belleza del amar.

¡Qué triste no poder detenerlos!

A veces nos sorprenden y nos quedamos viendo cómo, lentamente, se van llevando al amor hacia el horizonte, alejándolo de nuestros brazos. Dejándonos hundidos en la fosa tenebrosa de la soledad...

Esa sensación de vacío, ese pesar sobre los hombros...

Avanzo con la mejor cara, pero de golpe me vienen los ecos de tantas voces llamándome tantas cosas... He acostumbrado a verme desde fuera, pero ¿Cómo ignorar cuando quienes quieres usan adjetivos mezquinos para describirte?

Solo es golpe tras golpe. Herida tras herida. Avanzas con pesadez, pero cada golpe te hace tambalear.

Duele en el alma, duele cada vez un poco más. Cada vez es diferente. Pero el dolor sigue ahí.

Puedes levantar muros, pero sabes que tras ellos, lloras por las noches cuando crees que todo está bien. Cuando has creído que te has levantado.

Lloras y no ves ninguna salida.

¿Acaso eres lo que ellos te dicen? No puedes evitar cuestionarte incluso cuando no ves que sea así.

Proyecciones o no, las heridas quedan en tí. Y escuecen cuando creíste que habían cerrado.

Una y otra vez. Una y otra vez.

Duele.

Afuera llueve.

Y duele.

Me enseñó que el amor se siente como una tacita de chocolate caliente en medio de una tarde lluviosa.

Georges Bataille

H.M. Molina