La Cancin De Hoy Es Wavin' Flag, La Que Ser El Tema Oficial Del Mundial Sudfrica 2010. La Puse En Video
La canción de hoy es Wavin' Flag, la que será el tema oficial del Mundial Sudáfrica 2010. La puse en video con letras porque lo que vale la pena es justamente la letra (que es el equivalente a hacer un Mundial en México y poner de tema musical Gimme the Power). Toda una gozada ver como alguien en la FIFA tuvo el humor negro de dejar que esta canción tan subversiva se quedase como banda sonora de un torneo tan controvertido.
Al terminar de oirla y leerla, compárese con la versión con David Bisbal que Coca-Cola pondrá en Latinoamérica. Por alguna razón sospecho que en este mundial tomaré Pepsi.
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fuckyeaheleocho-blog liked this · 15 years ago
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Lista de cosas importantes que me han pasado desde la última vez que actualicé mi blog:
Me atropellaron.
Fin de la lista.
(Para mas detalles: Llevo un par de semanas en rehabilitación para recuperar la movilidad en el brazo derecho. Si alguien que no me conoce me ve en la calle, jamás sospecharía nada, así que yo diría que ya estoy mayoritariamente bien. En estos días de descanso obligado, he estado mejorando mi experimento @L8bot para decir los titulares de sitios web de noticias. Si todo sale bien, el L8bot incluso podrá twittear los resultados de las elecciones presidenciales de México y de los Juegos de Londres 2012.)

Buenas y malas noticias: la buena es que ya se puede donar dinero a Haiti por iTunes. Solo tienes que ir a la "portada" de iTunes Store, dar click en el pequeño ícono de Cruz Roja (hasta eso que lo escondieron mucho ¬_¬) y pagar una donación como si fuera una canción más.
¿Las malas noticias? Que además de no haber un link fijo para acceder a la donación, tal como los links para acceder a la compra de una canción, el pago no se puede deducir de impuestos ya que factura como si estuvieras comprándole una cancionzota de 50 pesos a Steve Jobs.
Si eres de los que piensa mal con la deducción de impuestos al Teletón Mexicano, seguro que con saber esto ya estas teniendo un orgasmo de sospechosismo. Pero bueh, cada quien que opine lo que quiera sobre el modo en que Apple está ayudando a Haití. Yo por mi parte ya les pasé el dato al contado.
ACTUALIZADO: Gracias a @iPhoneFan, conseguí el link para que salga "solita" la pantalla de la captura de arriba. Si quieres donar cierra los ojos, choca tus talones 3 veces y haz click aquí.
Tras siglos de progreso, cada persona cuenta hoy con más espacio para publicar que el que disponía toda la especie humana para el nacimiento de Cristo. Nada más piense que en el disco duro de su computadora es posible almacenar el texto de tantos libros que, apilados, alcanzarían la altura del monte Everest. Fue entonces cuando inventamos Twitter y su límite de los 140 caracteres. ¿Me entiende?
Ariel Torres, Gramática de Twitter: 10 claves para leer mejor, Manual de Estilo de Fundéu BBVA
Re: ¿Qué cojones pasa en México?
Hace unas horas, Cronista publicó en su blog una especie de reto para explicar que pasa en México. Porque los mexicanos (especialmente los que vivimos en el norte) logramos aguantar vivir en el miedo día y noche. Porque algunos son cómplices y otros simplemente indiferentes. Y sobre todo, de donde carajos salió tanta droga y tanta muerte. Porque ahora y no desde hace 200 años o 100 años o 50 años.
La cosa, mi estimado Cronista, es complicada. En mi opinión, inició en 1859. Sobra decir que es una historia larga.
En aquellos tiempos, un emperador fue engañado por los políticos conservadores de México para creer que acá buscábamos una monarquía. Para resumir las cosas, no la queríamos. El presidente derrocado por los pro-monarquistas, un tal Benito Juárez, dirigió un gobierno itinerante con el cual defendió la democracia con tal apego que se ganó la admiración del escritor Victor Hugo.
Este tal Juárez fue tan aguerrido que, en 1888, una ciudad de la frontera norte de México cambió su nombre de "Paso del Norte" a "Ciudad Juárez". Y el tal Juárez se reeligió indefinidamente por decisión popular gracias a sus reformas anti-eclesiásticas y su lucha contra el Imperialismo.
El párrafo anterior es muy importante. Léanlo dos veces antes de continuar.
Después de Juárez, la presidencia de México fue tomada militarmente por un general de las guerras que surgieron en sus 11 años de gobierno. El militar se llamaba Porfirio Diaz. Y como ese militar vio que la gente reeligió a Juárez por su propia voluntad, le pareció que nadie se daría cuenta si él era auto-reelegido para dos periodos. O tres. O cuatro. O 20 años, que fue lo que el militar en cuestión duró en el poder, dejando de vez en cuando a leales conocidos tomar el título de presidentes de México para hacer que la cosa se viera como democracia. Para perpetuar su gobierno, Díaz también vigiló que nadie hablara mal de poder. Muchos periodistas y opositores fueron encarcelados o asesinados, otros no tuvieron otra opción que criticar a Díaz desde el auto-exilio.
Eventualmente, el pueblo mexicano se hartó de la farsa democrática y de otros detalles que surgieron (para no explicarlos todos, digamos solamente que los militares son peores gobernantes que los políticos). Con esto, en 1910 inició la Revolución Mexicana.
Como buen militar, el general Díaz supo cuando la mejor estrategia era retirase y "huyó" a Francia con el mayor decoro posible. Esto pasó en 1911. Pero México tenía mas problemas que esos, y la Revolución se extendió hasta el punto de que los historiadores no saben a ciencia cierta cuando acabó.
Y mientras esto pasaba, el poder quedó sin un poseedor. Un grupo de ex-revolucionarios, entonces, recordó como Benito Juárez se quedó con el poder gracias a sus hazañas militares, y como Porfirio Díaz se quedó con el poder gracias a sus hazañas militares. Y así surgió el Partido de Estado que gobernó a México por 70 años.
Ahora bien: México dejó a Juárez en el poder porque era buen gobernante, y la gente hablaba bien de él. México dejó a Díaz en el poder porque era buen militar, y porque Díaz supo poner una mordaza en la boca de sus opositores. El Partido de Estado supo mezclar ambos elementos para ponerlos a su favor, e inició un gobierno orwelliano digno del libro 1984. Un gobierno donde la prensa y opinión publica era vigilada para que no solo nadie hablara mal de poder, sino que además hablaran excesivamente bien de sus gobernantes. Un gobierno donde el presidente actual elegía al siguiente presidente. Un gobierno donde todo mundo sabía que pasaba algo, pero a la vez todo mundo decía en voz alta que "aquí no pasa nada".
Algunos dicen que fue en esos 70 años de silencio en los cuales los narcotraficantes fijaron sus rutas y zonas de poder en México. Los mismos gobernantes moderaban las áreas del país donde cada cartel distribuía droga, así que no eran necesarias las matanzas.
El desarrollo de este equilibrio entre carteles fue tan sutil que nadie lo notó hasta el año 2000, año en que el Partido de Estado fue derrocado democráticamente por una alianza de opositores. La ausencia de un Partido de Estado controlador hizo que todo en México se empezara a democratizar: desde la libertad de expresión hasta las rutas de distribución de droga. La libertad de distribución causó problemas de rutas, y los problemas de rutas derivaron en muertes casi incontables.
Para entonces, el pueblo mexicano tenía doblada la voluntad. Los 20 años de Díaz y los 70 del Partido de Estado no pasaron en vano, y dejaron una actitud de resignación ante el poder. En México tenemos las manos llenas de sangre pero no gritamos porque en los últimos 130 años aprendimos a no gritar.
No todos guardamos silencio: algunos intentamos cambiar las cosas con o sin ayuda del gobierno. A algunos les va bien y a otros mal. El problema es que, para el resto del país, no vale la pena pelear contra los narcos, ya que ellos son el poder de facto: ellos dan seguridad, ellos dan empleo y ellos aseguran el desarrollo del país.
ESO es lo que pasa en México, señor Cronista: "aquí no pasa nada".

Es la medianoche después de las elecciones presidenciales en México. Se que debería estar durmiendo, pero tengo que digerir el virtual resultado de estas elecciones; y no se me ocurre mejor manera que escribir aquí lo que siento, igual que lo que hice involuntariamente al escribir mi crónica de la medianoche en la que ganó Obama.
Si todo sale como parece que va a salir, el priista Enrique Peña Nieto tomará el poder desde el 1 de diciembre de 2012 y hasta el 1 de diciembre de 2018.
La manera de gobernar de Peña Nieto no es de mi simpatía. Cuando fue gobernador del Estado de México, Peña cubrió todo pecado de su administración con una gran campaña publicitaria de televisión y prensa escrita que (curiosa y casualmente) no solo era vista por el Estado de México sino por todo el país. Y si el periódico The Guardian está en lo correcto, no fue una campaña publicitaria barata.
Una vez que Peña Nieto se posicionó como un producto mercadotécnico a la altura de una bolsa de Cheetos, el candidato solo tuvo que esperar. Las personas votaron por él porque creían que un producto tan bien empacado contendría todo lo que necesitan, pero el candidato en realidad no tenía adentro de sí otra cosa que aire, frituras de queso y un Tazo repetido.
Pero muchos no se dieron cuenta. Y ahora, gracias a esas personas, México vuelve a estar bajo el gobierno del mismo partido político que creó la mentalidad de "aquí no pasó nada" para doblegar al pueblo mexicano.
Curiosamente, no siento odio por las personas que votaron por Peña Nieto. Lo que siento es una especie de rencor hacia los medios que inflaron artificialmente la popularidad del candidato, poniéndolo en prensa rosa 6 años antes de la elección presidencial que lo pondría en el poder por 6 años.
Tampoco siento resentimiento hacia Peña. Una bolsa de plástico de Cheetos no tiene la culpa de las imágenes que su fabricante le imprime, ni mucho menos tiene la culpa de lo que su empresa creadora le pone adentro. El triunfo de Peña es resultado de una crianza desde la cuna para crear a un futuro presidente de México. Cualquier persona sometida a esa presión terminaría o en el manicomio o en el puesto de poder mas alto del país.
Supongo que, si mi odio se dirige solo hacia el contenido de la bolsa de Cheetos (y, por tanto, la empresa que fabricó dicho contenido), deberé darle el beneficio de la duda a Enrique y probar su "contenido" como presidente. No es como si tuviera otra opción. Cuando gobierna el PRI, la resistencia es inútil.