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Historia De Una Noche De Navidad
Historia de una noche de navidad
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Anime: Gundam Wing
Rating: M
Pareja: Heero & Relena
Sinopsis: One-shot. Felíz Navidad... la guerra terminó. Relena tiene un pequeño obsequio para Heero, pero el exsoldado no tiene nada que darle... excepto su amor.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Era un silencio agradable el que había tomado posesión de la mansión Darlian. Quizás el silencioso pero hermoso sonido del viento era lo único que adornaba el ambiente del lugar.
Fue una tranquila sombra la que recorrió fugazmente las largas escaleras que daban al segundo piso y los solitarios pasillos de este. Adentrándose en una de las habitaciones que estaban de tras de aquellas frías puertas de madera finamente tallada.
Viéndose atraída por el destello de las blancas estrellas que entraba por la enorme ventana, la figura humana perdió su mirada en el basto cielo negro plagado de lucecitas. Esto, sin imaginar que la sombra de otro individuo acababa de ingresar a la mansión; recorriendo minuciosamente la enorme estancia del inmueble.
Los ojos de ésta persona fueron atraídos, a diferencia de la otra, por las incontables chispas de colores que subían y bajaban al rededor de un gran pino artificial.
* Heero !!. *
Al escuchar su nombre, el muchacho buscó a la persona que era dueña de aquella hermosa voz que lo llamaba; encontrándola en el segundo piso, recargada sobre el barandal y dispuesta a bajar y recibir a este inesperado invitado.
Una vez estando frente a frente con el ex-soldado, le sonrió para poco después preguntarle la razón de su visita. Yuy no respondió de inmediato, tan solo observaba incrédulo el significado de aquel adorno de la temporada.
* Es real, ¿no es cierto?. *
Alcanzó a decir el joven. La chica que con él se encontraba lo invitó a tomar un café y a conversar un rato para limar asperezas, y quizás... lograr conocer un poco más acerca de aquel joven.
~*~
~*~
~*~
Era Diciembre del año 197 después de la colonia, vísperas de navidad más exactamente.
Apenas llevaban cuarenta minutos conversando, más que nada de los disturbios del año anterior; pareciera que ya nadie más se opondría a esta nueva y verdadera paz que abrazaba a la tierra y sus colonias. Más sin embargo Heero no se sentía satisfecho del todo; al parecer el mundo entero había logrado una vida tranquila, pero... ¿y él?.
El seguía hundido en el pasado, en los recuerdos de la guerra con los cuales tendría que cargar por siempre.
Relena lo miró atentamente adivinando todo esto sin que el chico le mencionase algo siquiera. Sonrió con ironía mientras sus ojos se posaban sobre el árbol de gran tamaño que se encontraba justo en medio de la estancia.
Para corresponder a las inexistentes palabras del chico, ella le confesó que a pesar de tanta tranquilidad añoraba aquellos días en que la alianza tenia el poder. Las razones, entre otras tantas: tenía más tiempo para ella misma, su vida no era tan complicada y en realidad no tenia nada de que preocuparse, en cambio ahora apenas y podía descansar por un par de horas, un precio bastante bajo a cambio de su aportación para el bienestar y buenas relaciones entre la tierra y las colonia.
Si ahora estaba descansando, había sido porque Noin casi la obligó a tomarse la noche y el día siguiente, de lo contrario estaría haciendo planes y estrategias de relación espacial.
* ¿Pero sabes?. Lo hago con mucho gusto. Sin embargo... lo que más extraño es a mi padre. *
Dijo finalmente. Sus ojos se tornaron tristes y Heero, quien no podía presenciar aquella tristeza, dirigió la mirada a la dirección opuesta.
* Pero eso ya no importa. *
Relena alcanzó a decir esto mientras se ponía de pie y caminaba en dirección al gran árbol navideño; tomando entre sus manos un paquete de mediano tamaño, el cual entrego a su amigo.
Yuy la miró interrogante, no sabia ni entendía que rayos se proponía ella con ese gesto.
* Es para ti, ábrelo. *
Con lentitud, las manos del chico eliminaron los moños y desprendieron el papel de una caja cuyo contenido era nada más y nada menos que un suéter tejido a mano.
* Esto... tu lo...? *
Ante la incredulidad del muchacho, la jovencita le indicó con la cabeza que efectivamente ella misma lo había hecho para él. Para terminarlo tuvo que dormir un par de horas menos durante cuatro meses lo que redujo su sueño a tres horas diarias y es que no era muy buena para ese tipo de cosas; pero bien había valido la pena.
Heero se sintió apenado, él no era el tipo de hombre que tuviese atenciones para con los demás, pero no le agradó el darse cuenta de que ni siquiera pensó por un instante en darle algo a Relena y eso que ella era la única persona que lo conocía y que trataba de comprenderlo.
Catalogó como emoción a una extraña sensación. El haber recibido aquel agradable detalle, y otro regalo más: la sonrisa que la joven mostraba; estaba sonrojada pero disfrutaba de aquel momento.
* En realidad no esperaba que vinieras, pero tenía esa esperanza. *
Le dijo. Dejando el sillón donde estaba para acercarse más al muchacho, posarse a lado de el y recargar la cabeza en el hombro izquierdo del joven.
Relena cerró los ojos sin esperar reacción o comentario alguno por parte del soldado... pero sí hubo algo:
Yuy la rodeó con el brazo para acercarla más a su cuerpo, tomando la barbilla de la chica con su mano y de esta forma obligarla suavemente a mirarlo; cruzando las miradas por apenas unos instantes...
* ¡ Hee... ro !. *
La jovencita apenas y alcanzó a pronunciar el nombre su compañero poco antes de que este se apresurara a besarla.
Sorprendida y feliz, cubrió sus ojos con los párpados y se dejó llevar por aquel beso que tanto había esperado por casi dos años. Abrazó al muchacho con fuerza y decisión; tanto esperó este momento, momento que creyó jamás llegaría pues no había señal alguna de que él sintiese algo por ella.
Ahora este contacto, tan solo visto en sus sueños y fantasías, se hacía presente dejando de ser irreal; experimentando las mieles de la boca del soldado mientras se percataba de las manos de este sobre su cintura, delineándola con gusto.
Y ya sin saber cuanto tiempo llevaban unidos con brazos y labios, la caricia se profundizó extendiéndose al cuello y hombros de la mujer al mismo tiempo en que las manos de Heero habían viajado con desesperación desde la espalda hasta los pechos femeninos.
Al sentir esto, Relena se separó apenas por centímetros de los labios del joven. Su mirada confundida, no se aparto del brillo en las pupilas del sujeto.
* Heero !!. *
Le llamó con voz suave y suplicante. En un vago intento por postergar aquella situación, pero sin desearlo realmente.
Invitándola a sentarse sobre el alfombrado piso, junto a el, Yuy acarició el rostro de la chica; dándose cuenta de como su corazón latía normalmente pero experimentando al mismo tiempo una especie de ansiedad por continuar. Era algo muy raro que lo hacia estremecer y lo alentaba a seguir uniendo sus labios a los de la ex-reina, o más... a probar por completo la silueta femenina de ésta.
La temperatura en el lugar aumentó conforme los jóvenes se acercaban para abrazarse.
El calor que emanaba de la chimenea hacia las cosas más complicadas para sus confundidas mentes.
Yuy continuó a pesar de todo, intentando convencer a la chica de que fuera parte de sus deseos para aquellos instantes. Y ahí, tendidos sobre el piso, a unos cuantos pasos de distancia de la chimenea, Heero la logró persuadir con dulzura para que dieran inicio a su propia celebración navideña. Un intento por eliminar todo aquello que los separaba: trabajo, orgullo, la sociedad tan dependiente de ellos.
El soldado se despojaba de la vestimenta que cubría su pecho para después mostrarlo desnudo ante una Relena que parecía haberse paralizado completamente.
Permaneciendo recostada e inmóvil de bajo de Heero, lo admiraba sonrojada por lo que sus ojos observaban mientras su mente divagaba.
Aquel hermoso ser. La faceta de asesino se rompió en pedazos al mirarlo así, tal como era. Tan solo un ser humano más, un ser humano al que ella quería por sobre todo lo demás.
Los dedos varoniles se tornaban diestros y torpes al mismo tiempo al querer despojar de sus ropas a la mujer; a la cual le quitó primero el saco de vestir, prosiguiendo con la delgada blusa y terminando por romper el sostén... no era muy bueno para esas cosas.
Un suave suspiro surgió de los labios del muchacho al contemplar los senos de la joven; era la primera vez que podía ver a una mujer desnuda. Hasta ahora ni siquiera en sueños se había imaginado ver algo tan hermoso, mucho menos pensó que esto tan hermoso fuera la mujer a quien tiempo atrás prometió matar... ¡ Que estúpido fue !.
Apenas por instantes se miraron a los ojos, hasta que el ex-soldado se recostó totalmente sobre la chica dejando sus labios a la altura de los pechos de ésta y así comenzar a besarlos. La excitación que ya albergaba su cuerpo se volvió repentinamente mayor como consecuencia de posar los labios sobre aquellas aureolas de un extraño color rosa y que adornaban el centro de los pechos de la joven.
Rozar sus labios contra los senos de Relena dejó de ser suficiente, pronto el joven pasó su lengua por la totalidad de aquel área, succionando y mordiendo intercaladamente tanto en el pecho izquierdo como en el derecho y cada vez que liberaba a uno de la prisión de sus labios, lo acaricia y apretaba con una de sus manos mientras la otra viajaba por la silueta femenina, sintiendo y enmarcando cada una de las curvas que caracterizaban al cuerpo de la mujer.
* Aahh, Heero... *
Gemidos callados salían de la boca de Relena quien sentía que su corazón escaparía desesperado de su pecho ante las caricias del soldado.
Las manos del joven, no pudiendo mantenerse quietas ni por un segundo, viajaron hasta la falda que llevaba aun puesta la chica. Haciendo un par de intentos fallidos, la despojó tanto de la falda como de las pantaletas de un solo pero prolongado tirón.
Y Heero, al verla desnuda sin intención de moverse, completamente entregada, acortó la distancia que mantenía al dirigirse de inmediato a la vagina ya tan mojada producto de sus constantes besos y caricias.
¿La besó?, sí. También lamió y succionó aquel área sensible, degustando locamente un lugar prohibido para el más que para cualquier otro. Lo pensó así pues no creía haber hecho algo para ganarse el que ahora Relena lo amase tanto. No se sentía merecedor de aquel cariño que la joven profesaba.
Es que no comprendía. ¿Cómo una jovencita tan dulce y pura como ella, podía sentir algo por una persona tan insensible como lo era él?. Pero si ya tenía su amor, entonces debía devolverle el detalle y con creces. Esta noche solo pensaría en Relena Darlian, en sus belleza y bondad. El único objetivo que se fijó para esta noche era el de darle placer, hacerla feliz, tanto o más de lo que ella ya lo había hecho a él.
Y por supuesto, recompensarla por todo el sufrimiento que le hizo pasar desde que la conoció, y... corresponder al regalo que tan esmeradamente le había dado.
Las manos del muchacho le ayudaron a despojarse, esta vez con agilidad, de la ropa que aun lo ocultaba ante aquella mujer.
Desnudo ya, tomó el miembro que comenzaba a levantarse desesperado por unirse con a la joven espectadora. Los ojos de Heero brillaron de pasión; lo que estaba apunto de suceder era algo que deseaba disfrutar pero más que nada, asegurarse de que la chica lo haría mucho más.
Mirando a su amante, Yuy eliminó los miedos de mostrarse tal cual era en realidad ante la chica; cariñoso, desquiciadamente enamorado... suyo totalmente.
Con el pene listo y apuntando hacia la entrada femenina, el chico empujó una y otra vez con paciencia, deslizándose suavemente entre las piernas de la joven y gimiendo sin querer gracias a los estímulos que la vagina de Relena le brindaba.
De pronto, un obstáculo apareció en su camino; el himen prueba de la inexperiencia de la chiquilla. Esto le impedía el paso a las profundidades de un cuerpo al que amó mucho antes de desearlo.
Controlándose aun cuando increíblemente lo único que deseaba su cuerpo era acelerar el ritmo y disfrutar de aquello. Manteniéndose en constante movimiento de entrada y salida pero sin presionar la delgada membrana, todo con el objetivo de estimular aun más el cuerpo de su amada. Y luego, empujo levemente después de un rato, preocupado por la sensación que esto le fuera a provocar a Relena.
Fue un leve gemido el que lo alertó. La joven tomó el rostro del chico entre sus manos intentando lograr que la mirase. Apenas unos instantes atrás sintió como algo dentro de ella se había roto, obligándola a emitir un sonido de sorpresa y curiosidad, pero... el dolor no la tocó. Fue más la incertidumbre de no entender todo lo que su cuerpo experimentaba. Mucho menos entendía lo que su corazón sentía.
Al no recibir reproche, el ex-piloto del Wing Zero abrazó fuertemente a la mujer y luego besó su cuello; sintiendo el latir agitado de su corazón que se percibía a través de las venas y la sangre que estas contenían.
Ahora, entrando él en la silueta femenina una y otra vez, y otra vez, sin cansancio alguno; se sintió más animado al percibir que su propio corazón latía cada vez más fuerte. Alarmado, porque la abrazaba hasta casi lastimarla.
Relena tenía sus propias formas de mostrarle cariño a Heero; acariciando el sedoso cabello del piloto en repetidas ocasiones mientras lo abrazaba y se dejaba abrazar con debilidad y gemía de forma constante a causa del miembro del muchacho que se empeñaba en clavarse en su cuerpo cuantas veces le fuera posible.
La dolorosa sensación que oprimía el pecho de la joven la obligó a buscar los labios de su amante como si con eso se fuesen a curar todos sus miedos y realidades actuales de soledad. Llorando sin razón alguna terminó por entregarse completamente al chico que con fuerza la sostenía.
Mirándose ambos brevemente, la expresión que el ex-asesino portaba en el rostro no era muy grata.
* Esto es lo único que puedo hacer por ti. No tengo nada más que darte, esto es... aahh. *
Después de las inesperadas palabras, las lágrimas escaparon con mayor facilidad de los azules ojos de Relena.
¿Esto era acaso el regalo que Heero le tenía?. Un hermoso recuerdo de la noche que dejó de ser fría gracias al cuerpo del joven.
* ¿Por qué aun lloras?. *
Le cuestionó él, pues por alguna extraña razón Relena parecía estar más triste aun.
* Lo siento... Cuándo esta noche termine, no volverás conmigo, ¿no es así?... es solo por esta noche. ¡¡Después me dejarás!!.*
Yuy no pensó que sus palabras hubiesen sido mal interpretadas, pero dispuesto estaba a corregir el mal entendido.
Besó con increíble ternura los hombros de la rubia para poco después lanzarse a la boca de esta. Con tranquilidad, el contacto le hizo entender a la ministra su error en cuanto a las verdaderas intenciones de su amante. Sintió, que Heero deseaba repetir esta historia por siempre, o mejor aun... continuarla con besos y caricias nuevas cada día por el resto de su existir.
Heero la recostó totalmente sobre la cama; después penetró con más fuerza y rapidez pretendiendo llegar lo más hondo posible.
Abrazado a ella, prendado totalmente a su cuerpo, acurrucó el rostro entre el cuello y el hombro derecho de la mujer: No permitiría que ella se diese cuenta de aquel par de lágrimas que irremediablemente escaparon de sus ojos y que recorrieron apresuradas sus mejillas.
Dos gotas de agua que no afectaron en lo más mínimo la expresión de seriedad y, al parecer, despreocupación del soldado.
Esas eran lágrimas de felicidad, felicidad que se desbordó apenas después de que Relena no soportase más la presión del miembro del chico y se dejase vencer por un amplio orgasmo que la invadió, arrancándola de los lazos de la realidad por apenas algunos segundos. Y finalmente abrazar al muchacho, agradeciendo a todos los dioses que esto haya sucedido.
Heero por su parte no tuvo tiempo de reaccionar y retirar el pene de aquella figura frágil, no hubo remedio ni vuelta atrás, y por su puesto... no hubo arrepentimiento.
Yuy dejó salir desesperadamente el semen para, con el, inundar el interior de la joven, y así... dejando el aroma, la esencia de su ser en el alma de otra persona, en el alma de Relena.
Un largo beso por parte de Heero aprisiono los delgados y cansados labios de su pareja, la cual gimió suave y relajadamente. Prueba inequívoca de cuanto había disfrutado aquellas horas.
Apenas unos minutos después de experimentar el orgasmo, el gran reloj de la estancia marcó la media noche; poco después el sonido artificial de las campanadas se dejó escuchar en la semi-desocupada mansión.
Esa noche tan solo Heero y Relena habían permanecido ahí, como si todo ya estuviese planeado, más sin embrago había sido improvisado en su totalidad.
Con forme cada “campanada” se dejaba escuchar, el chico besaba a su mujer mientras se movía suavemente dentro de ella, más que por placer, para liberar de si mismo a aquel cuerpo tan agotado ya.
Totalmente fuera, la aprisionó entre sus musculoso brazos mientras la admiraba completa; ahí junto a el, resistiendo a dormir.
No entendía, Yuy se sentía extrañamente satisfecho y afortunado. Esta bella mujer se le había no comprometido, sino entregado por completo. Además de haberle brindado aquellos corazón y sentimientos puros que poseía, escasos ya para esos tiempos.
Ahora, él también se encontraba cansado. Con la imperiosa necesidad de no apartarse de ella, Heero acurrucó la cabeza sobre los senos de Relena logrando con ello escuchar el latir, ahora más tranquilo, de su corazón y despejar su ya tan atormentada mente.
Terminando completamente dormido, envuelto entre los brazos de aquella mujer.
~*~
~*~
~*~
Fueron los ojos de Relena los primeros en abrirse, o eso creía ella, pues cuando después de unos momentos asimilo donde estaba, como y porque, buscó ansiosa la figura masculina que se suponía junto a ella debía estar... sin ser esto cierto.
Ahora recordaba, creí que era un sueño o algo así, pero le pareció despertar por apenas unos segundos y percatarse de que Heero la llevaba en brazos mientras recorría los pasillos de la mansión, dejándola finalmente en su habitación y recostándose junto a ella para descansar lo que faltaba de la noche.
Ahora un tanto cansada, abandonó la cama sin saber que debía hacer. Era navidad, estaba sola y sin un solo asunto político por atender. Lo peor era que al parecer su único acompañante había escapado de ella.
Meditó esto mientras cubría su cuerpo con una delgada y transparente bata de dormir.
Acercándose a la ventana, observó los extensos jardines que rodeaban la mansión, intentando, quizás, encontrar al joven que la tuvo presa entre sus brazos la noche anterior.
Las lágrimas resbalaron por sus mejillas sin remedio al no encontrar a la persona que ocupaba su mente más en ese momento que en cualquier otro.
Deslizó las cortinas con violencia debido a la mezcla de tristeza y enfado que se apoderaba de ella.
Dejándose caer sobre un pequeño sofá, cubrió el rostro con sus brazos permitiendo que el dolor fluyera de forma libre.
* Lo sabía, sabía que me dejarías apenas terminara la noche, pero... ¿por qué tenía que caer en las hermosas promesas que me hiciste, por qué?. *
Relena lloró amargamente durante un rato, tratando de asimilar el hecho de que Yuy no estaba en ese momento a su lado.
Descubriendo su rostro después de calmarse un poco, notó lo que al parecer era un sobre o una carta encima de la mesita que se encontraba junto al sofá. No recordaba que eso estuviese ahí.
Curiosa por lo que significaba la tomó, aun sollozante, y comenzó a leer lo que en ella estaba escrito. De inmediato se percató de que la letra era de Heero.
Más lágrimas rodaron por sus mejillas y por sus labios, ahora sonrientes, al terminar de leer aquel mensaje:
----------------
Problemas en las colonias.
¿Por qué no hacemos de esto nuestra única razón por existir?.
Deseoso de seguir amándote...
Heero Yuy.
----------------
La mujer calmó su llanto gracias al pequeñísimo detalle que el joven le había dejado antes de su partida.
No importaba cuan grandes fueran sus deseos de estar juntos, su deber para con la tierra y las colonias los mantendría a distancia por largo tiempo. Pero sabía que, al igual que ella, Heero buscaría desesperadamente la forma de que permanecieran juntos y así poder celebrar más que una fecha importante.
Celebrar el milagro que los unió aun en tiempos de guerra; aquel que los obligaba a satisfacer la necesidad de unir sus cuerpos...
El milagro del amor.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Este fic fue creado más que nada, por las festividades navideñas. Pero el mensaje es igual, considerando o no esta fecha.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Terminado el 13 de Diciembre de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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Alguien que me ama de verdad -C3-
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Ren & Anna
Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 3: “Anna se fue” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* NO, ¡ANNA!... *
La agitada voz del shaman repentinamente se dejó escuchar por toda la habitación.
El joven de cabellos marrones se sentó sobre el futon, sujetándose la cabeza como tratando de asimilar las extrañas sensaciones que lo recorrían.
Tuvo un sueño; al volver a Funbari Ouka, Anna ya no estaba ahí... lo había abandonado. La sola idea era desesperante, que su Annita se fuera de su lado sería lo peor que podría pasar en su vida.
* No, no... ella me espera en Funbari, como siempre. *
Se dijo a sí mismo, tratando inútilmente de convencerse de sus propias palabras.
Suspiró profundamente para calmarse un poco. Recorrió la habitación con una seria mirada, recordando así donde estaba y lo que había estado haciendo las últimas semanas.
Su compañera de cama no se hallaba a su lado como acostumbraba; al recordarla no pudo evitar sentir desprecio por la joven de rosados cabellos, algo que lo intrigaba pues si no mal recordaba llevaba más de un año “jugando” con ella, un juego que se mantenía más que nada por la placentera relación que tenían.
Pero al recordar a Anna...
* No, no puedo seguir con ella... debo volver con mi esposa. *
Decidido, abandonó el lecho.
Vistiéndose en cuestión de segundos, se dirigió a la planta baja de la casa, dispuesto a buscar a la chica.
Seguramente se encontraba en la cocina, por lo regular pasaba gran parte del tiempo en ese lugar... y en la cama, con él. Hablaría con ella y esta vez le dejaría bien claro que lo suyo había llegado a su fin... de hecho quiso hacerlo varias veces, pero por alguna u otra razón Yoh seguía con ella, con Tamao.
¿Cómo fue que se enredó en ella y, más aun, estando casado?. No estaba seguro, solo sabía que cierto día esa chica dejó de serle indiferente; llegó a fijarse más en su cuerpo y terminó por caer en sus redes.
* No lo entiendo... nunca me interese en ella, ni siquiera me gustaba. *
Yoh repasaba una y otra vez el porque se lió con esa mujer. Era cierto, en toda su vida solo tuvo ojos para Anna, las demás mujeres, por muy bellas que fuesen, nunca le interesaron... entonces, ¿por qué la convirtió en su amante?.
A pesar de ésta penosa situación, la itako nunca salió de su corazón; así es, Anna Kyouyama sigue siendo la única mujer a la que ama. Tamamura es tan solo una aventura de la que todavía no se ha podido librar.
* Y más vale que termine con esto, ya !!... *
Con dicho pensamiento en mente, Yoh Asakura entró a la cocina más que decidido a hablar con la pelirosa. Lo que vio fue algo que no esperaba...
* Con esto, Yoh permanecerá por más tiempo conmigo. *
La escuchó decir, mientras vaciaba cuidadosamente el contenido de una botella negra sobre lo que él suponía era su desayuno.
La ira y la sorpresa se apoderaron de su ser, arrebatándole la cordura y la paciencia; sus pupilas se contrajeron perdiendo el color que las caracterizaba.
No lo pensó dos veces antes de ir contra la joven y sujetarla bruscamente de los hombros.
* ¿Qué quisiste decir con eso, eh?. Dime... dime qué me has dado todo este tiempo?. *
Le gritó, ya fuera de sí; furioso por completo ante la sospecha de haber sido manipulado de alguna forma por ésta mujer.
* Y-yo... yo solo quería que estuvieras conmigo, que me amaras. *
La respuesta de la aprendiz se dio entre lágrimas, aunque en su expresión se notaba lo molesta que estaba.
Yoh, fastidiado la soltó, empujándola de mala gana con lo que la mujer tuvo que dar algunos pasos hacia atrás para no caer.
El shaman no podía creerlo, fue influenciado por ella y él siendo tan tonto cayó fácilmente.
No dijo una sola palabra, ya no era necesario.
Salió de la casa con paso firme, dispuesto a volver a Funbari Ouka, ahí lo esperaba su esposa, su Annita. La mujer a la que amaba y a la que le debía un sin fin de disculpas y explicaciones.
Los ruegos y suplicas por parte de Tamao fueron ignorados; esa mujer le dio a ingerir algo que de algún modo lo hizo fijarse en ella, algún afrodisíaco, una droga... sabrá dios que; volviéndose su amante y olvidándose de la itako.
Asakura apretó los dientes con fuerza; con razón se sentía despreciable e insatisfecho después de pasar la noche con ella; incluso muchas veces llegó a imaginar que se encontraba al lado de la rubia y no de ésta perdida.
Su conciencia lo torturaba constantemente y tan perturbado estaba que llegó al grado de culpar a Anna. Si, era más fácil pensar que la itako no le satisfacía completamente y por ello se vio obligado a buscar amor y placer en otros brazos.
Fue así como comenzaron sus malos tratos hacia la rubia, ignorándola, abandonándola por largos periodos de tiempo... olvidándose de ser cariñoso con ella.
* Pero eso va a cambiar... cuando vuelva a casa me disculparé y la amaré como nunca. *
Estaba ansioso por regresar con ella y que las cosas fuesen como antes; de ahora en adelante no pasaría un solo día sin que le demostrase de mil formas que él la amaba muchísimo.
Con esto en mente partió rumbo a Funbari Ouka, dispuesto a corregir su error, su estupidez.
~*~
~*~
~*~
La llamó con alegría al entrar a la casa, tenía infinitos deseos de verla, abrazarla, besarla... de hacerle el amor.
Pero nadie le respondía, la pensión estaba en absoluto silencio; la buscó por todos lados, pero nada.
Finalmente entró en su habitación, aquella que compartían desde el día en que se casaron.
* No hay nadie aquí. *
Parecía que la rubia salió de paseo o algo, así que optó por esperarla. Más una hoja de papel sobre el buró llamó su atención; la desdobló, curioso, leyendo las frases escritas...
* N-no, no... no puede ser. *
Estaba sorprendido, le costaba creerlo; Anna le decía adiós en esa carta.
Era sincera, otro hombre se ganó su amor... con amor. Estaba enamorada y eso no iba a cambiar.
Se disculpaba por la situación, por haberle sido infiel, pero éste hombre la hacía sentir deseada y amada.
* ¡ Él me ama de verdad !. *
Fue la última frase que la rubia plasmara con su bella e impecable escritura.
Yoh se dejó caer sobre sus rodillas. ¿Cómo pudo pasar?, si él la amaba, si él, él... él era el único culpable. Se alejó de ella, la trató como si no le importase y ahora, ahora...
* Me ha dejado... como yo la dejé. No, ella no volverá jamás... *
Dejándose envolver por el dolor, el joven shaman permitió que las lágrimas se deslizaran con libertad. Arrepentido y con el corazón destrozado, se dio cuenta de que la había perdido.
Terminó desquitándose con el piso de madera, golpeando éste con inmensa furia una y otra vez aun a sabiendas de que hacerlo no le devolvería a la itako.
* Maldición, Anna, yo te amo... *
¿Y eso que importaba?...
Ella, su Annita... no volvería a estar junto a él.
~*~
~*~
~*~
El avión privado de la familia Tao estaba a punto de despegar.
Una rubia mujer mantenía la mirada fija en el paisaje que se podía admirar más allá de la ventanilla; le decía adiós a Funbari, le decía adiós a Japón y le decía adiós a...
* Arigatou, Anna... prometo que... te daré la tranquilidad que siempre has deseado. *
Lo escuchó con atención, completamente segura de que él cumpliría con sus palabras.
Estrechó la mano derecha del chico entre las suyas, regalándole una sutil sonrisa, de esas escasas en su hermoso rostro.
Sin soltar la mano de Ren, volvió a posar la mirada en la ciudad.
Estaba enamorada; era feliz, muy feliz y esperaba que Yoh lo fuese también. Por los buenos recuerdos que su ex-esposo le había dejado, porque lo quiso tanto, porque gracias al amor de éste hombre pudo olvidarse de todos los rencores...
* Adiós, Yoh... adiós. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Yoh “embrujado”? ^0^. Imagino que han escuchado ese término. No sé si resulte, pero hay muchas historias al respecto ¬¬’.
Ciertamente no odio a Tamao. Por otro lado, les dije que Ren se quedaría con Anna; hay que hacerle un poquito de justicia a este joven chino.
El capítulo que sigue es el último, por supuesto que será lemon y en el daré unas cuantas explicaciones.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 4 ||
Alguien que me ama de verdad -C1-
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Ren & Anna
Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1: “El dolor de verla llorar” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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El joven shaman estuvo siguiendo con sumo detalle todos los movimientos de la itako.
Sorprendido, quizá incrédulo pues ella se mostraba muy distinta a como la recordaba.
Lo había recibido amablemente en la casa, incluso lo había atendido con una hospitalidad que, viniendo de ella, daba miedo.
“¿Por qué actuara así?”.
Fue la única pregunta que a su mente llegó, y solo se le ocurrió atribuirlo al matrimonio, los años. Alguna de esas dos opciones debía haberla ablandado.
Luego otra duda lo llevó a romper el silencio que se había formado entre ellos...
* ¿No sabes cuanto más tardará Yoh en llegar?. *
Solo cuando vio el semblante en el rostro de la rubia supo que sus palabras eran las menos indicadas. La expresión de la itako había cambiado completamente, aunque el shaman no supo descifrar si fue tristeza o enojo lo que reflejaban sus ojos negros.
El muchacho quiso decir algo para disculparse si acaso la había incomodado de algún modo, sin embargo la chica reaccionó más rápido, ocultando las emociones que en ese momento tenia y remplazándolas por una falsa sonrisa.
* Lo, lo siento, Ren, pero Yoh tiene muchos asuntos que resolver en Izumo y-y no creo que llegue hoy. *
El joven chino curveó una ceja al escuchar a la sacerdotisa; no quiso, ni pudo ocultar el enojo en su rostro antes indiferente. ¿Cómo que no llegaría hoy?. Y que tantos asuntos podía tener en Izumo?.
* Entonces... ¿cuándo?. *
* Y-yo... no lo sé. Podrían ser días o semanas, y no creo que... *
Poco a poco, en cada palabra, la voz de la itako se iba quebrando mientras intentaba dar una explicación del porque de la ausencia de su esposo... pero no pudo más. Su voz se apagó al no poder con la vergüenza, el dolor y la humillación.
Lágrimas se deslizaban por sus ardientes mejillas mientras con algunos cabellos dorados trataba de ocultar su rostro.
Ren La miró atónito. ¿Esa era Anna Kyouyama?. Nunca la había visto tan vulnerable; ¿cómo era posible que Yoh la hiciera sufrir de esta manera?.
Entonces comenzó a comprender por si solo la situación, decidiendo guardar silencio para no incomodar más a la sacerdotisa, no obstante el daño ya estaba hecho, él solo cometió el grave error de insistir.
Si bien nunca fueron muy cercanos, ni muy íntimos, el shaman se acercó a la joven rubia para posar la mano sobre su hombro, lo siguiente no fue algo que esperara...
La sacerdotisa lo miró con esos lindos ojos negros ahora opacados por las lágrimas que ella inútilmente intentaba contener. Anna le había clavado la mirada y él no pudo evitarlo; con cierto nerviosismo fue capaz de sostener aquel contacto visual pero le era difícil, por no decir incomodo.
La itako lo miraba como preguntándole “por qué”, buscando una razón, una respuesta, respuesta que Ren obviamente no le iba a poder dar.
Al perderse en aquel par de hermosas gemas negras, Tao experimentó una sensación en el pecho, sensación que creyó haber superado cuando la mujer se casara con Yoh Asakura, pero ahora parecía ser que el sentimiento resurgía con más fuerza y firmeza que años atrás.
Más no fue solo eso lo que sintió al verla, también descubrió todo lo que ocurría entre la joven pareja, como si Anna se lo hubiese dicho, casi como si se lo hubiese explicado detalladamente... lo comprendió todo.
Su matrimonio estaba mal, muy mal.
“De mal en peor”.
Pensó el muchacho.
Yoh la estaba engañando, o mejor dicho traicionando, le era infiel y ella lo sabía perfectamente. Teniendo que soportar la afrenta, primero por amor, luego por orgullo y finalmente por simple apariencia.
La itako no entendía como su tranquila y feliz vida al lado del shaman se hubo vuelto un completo infierno del que ya no sabía como escapar.
Furioso e indignado por el comportamiento de su amigo, Ren abrazó suavemente a la sacerdotisa tratando de reconfortarla, al menos tranquilizarla. Anna lloró silenciosamente bajo el abrazo del joven chino; lloró tanto como pudo, quería deshacerse de todo el dolor que aun pudiera guardar, que no quedara ni una sola lagrima más para el hombre que le arruinó la vida y ella sin saber por qué.
Ninguno de los dos estuvo seguro de cuanto tiempo permanecieron así, abrazados en silencio. Al fin y al cabo, Anna terminó siendo vencida por el cansancio acumulado en los últimos días, quedándose dormida entre los brazos de Ren Tao.
* Anna... *
Fue casi un susurro que el joven dejó escapar poco antes de posar los labios en la frente de la itako. Después de soltar un suspiro de resignación, Ren llevó en brazos a la rubia hasta su habitación donde, con suavidad y cuidado, la recostó sobre el futon.
La observó atento por unos segundos, solo unos segundos. Solo un cobarde podría hacer sufrir de esta manera a una mujer tan perfecta como lo era ella...
* Yoh es un estúpido que no sabe valorar lo que tiene. *
Sus palabras surgieron junto con una expresión tranquila y serena.
Acariciando suavemente la mejilla de la sacerdotisa, Ren no pudo contra el impulso que lo llevó a rozar ligeramente sus labios con los de una Anna que no despertaría con nada.
Un roce, un simple roce entre sus labios fue suficiente para que el muchacho experimentara la mejor de las sensaciones.
Caminó hasta la puerta dispuesto a no molestar más a la joven durmiente, en tanto una idea le cruzaba la mente... que a Yoh no se le ocurriera regresar ahora porque él, Ren Tao, no planeaba dejar sola a la sacerdotisa. Haría lo que fuera con tal de que nadie la volviese a lastimar de esa manera.
* Por no verla llorar otra vez. *
Las palabras del joven solo fueron audibles para él mismo y las paredes de la habitación.
Deslizando la puerta, dejó que Anna descansara entre sueños; deseando, quizá por suerte o milagro, poder ser él parte de esos sueños.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Mi primer fic de Ren & Anna... y él único que escribiré, he de agregar.
Y ahora... ¿por qué ellos?: por influencia, en muchos fics Yoh hace sufrir a la itako y es Ren quien la ayuda a superar el engaño, el dolor. Desgraciadamente al final Ren termina siendo lastimado, ya que no importa cuán grande sea su amor por Anna, ella no deja de amar a Yoh.
Pues esto no pasará aquí... les adelanto: Ren se quedará con Anna y haré sufrir a Yoh... jajaja —risa maléfica— ^v^ .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 2 ||
Dress --Capítulo 8--
![image](https://64.media.tumblr.com/4484fb96f31a4551a2d1fef7eaec038e/8718d8f819324f86-7a/s250x400/a8ba2c7d6a7d0f2d0959bf0d25a30a30769f172a.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo Kurosaki nunca esperó que a la loca Orihime se le ocurriese la "grandísima idea" de prestarle su novio a una mujer todavía más loca. Su novia lo estaba cambiando por un estúpido vestido.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 8 ::.
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El líder de los Kuchiki apenas y podía controlar el disgusto que le causaba la presencia de ese hombre; ese tipo no le simpatizaba nada, nada. Y si no lo echaba a patadas eran por dos simples razones: la primera, que no se rebajaría por un sujeto como ese, la segunda, que prefería aguardar a que su hermana llegase y así poder aclarar todo esto.
Silencio, puro silencio era lo que esos dos hombres podían compartir.
Byakuya había contactado a ese tal Kurosaki al enterarse que éste estaba saliendo con su hermana menor. Y digamos que la forma en que el pelinegro se enteró de dicha relación no fue la mejor, el pelinegro estuvo a punto de poner el grito en el cielo, más mantuvo la compostura. Esas cosas debían aclararse y arreglarse con calma, más que nada porque involucraban a su única hermana, quien por cierto, ya venía en camino.
El ceño del pelinaranja se marcaba cada vez más y más. Aburrido de la espera y hastiado de su "querido" cuñado.
Admitía que por su cabeza había cruzado la desesperada idea de contactar a este hombre, tan solo para conocerlo y tratar de comenzar una buena relación. De acuerdo, él bien sabía que debía dejar que las cosas avanzaran poco a poco y tratar de igual manera al hombre frente suyo, quien por cierto, desde ahora, en su primera impresión, se convencía de que no le agradaba nada y que seguramente nunca se llevarían bien.
Pero estaba desesperado al ver que las cosas entre él y la ojivioleta no avanzaban como él quería, al contrario, pareciese que la relación entre ellos se estancaba más y más, pues sus "vacaciones" no terminaron con broche de oro, como él hubiese querido, sino todo lo contrario.
De hecho la historia se volvió a repetir, cuando despertó al amanecer del último día, Rukia ya no estaba a su lado, así como la primera vez. . . y todas las demás.
Al parecer, que ella escapase de sus brazos después de una noche de pasión, ya era una constante en sus vidas, como una rutina. Y la verdad es que el Kurosaki no estaba dispuesto a seguir así.
Así que se le ocurrió la "genial idea" de aceptar la invitación del pelinegro para reunirse en un restaurante bastante elegante, sin antes hablar con Rukia.
Cuando por fin la chica llegó al lugar de la improvisada cita, el pelinaranja suspiró agradecido de no tener que soportar más ese tenso y aburrido ambiente entre él y el estirado Kuchiki.
Y es que la desfachatez y la carencia de sutileza por parte del Kurosaki chocó contra el formalismo de Byakuya.
* Por fin, enana, creí que no llegarías. *
Apenas pronunció dichas palabras, el pelinaranja se irguió y tomó a Rukia entre sus brazos, plantándole un inesperado beso que ella difícilmente pudo evitar.
* ¡ Ma, matte !... *
Ella desvió el rostro, rompiendo el contacto entre sus labios.
Byakuya torció sutilmente la boca ante tal escena. Qué falta de respeto de ese tipo; se tomaba demasiadas libertades con su hermana, sin mencionar que no la trataba con formalidad y delicadeza. Además. . . para el pelinegro no pasó desapercibido el carmín en las mejillas de la ojivioleta.
El pelilargo hubiese querido creer que dicho color se debía al atrevimiento de ese bastardo, que la había avergonzado, pero conocía a su hermana, y él bien sabía que esa reacción no era más que la prueba de que ese hombre era del agrado de la chica. . . tal vez más que eso.
* Así que... *
Byakuya volvió a tomar asiento, invitando a los otros dos a acompañarlo y más que nada, a aclararle esa extraña e impropia situación.
* Nii-sama... bueno, yo.... *
*Queremos que sepas que Rukia y yo estamos saliendo juntos, de hecho estamos dispuestos a dar el siguiente paso.*
La pelinegra casi se va de espaldas al escuchar semejante discurso, pero lo peor estaba apenas por venir.
* Ignoraré la forma tan simple y grosera con que lo dijiste y me limitaré a asegurar que, por siguiente paso, te refieres a matrimonio. *
La voz de Kuchiki Byakuya sonó seria y firme, tomando al Kurosaki por sorpresa.
¿Matrimonio?, bueno, no era que no quisiera, pero. . .
* En realidad yo me refería a vivir juntos. *
""¡ Trágame tierra !.""
Pensó Rukia.
Ese bastardo de Ichigo estaba diciendo puras tonterías. Ellos nunca habían hablado sobre eso, de hecho, ella intentó por todos los medios de romper ese extraño lazo que los unía, pero el pelinaranja era un necio encaprichado y no entendía porque no la dejaba en paz. Ese hombre estaba loco o estaba empeñado en causarle problemas, ahora con la persona más importarte y difícil para ella. . . su nii-sama.
Y aun cuando esos fuesen sus planes, jamás se lo soltaría a su hermano de esa forma tan abrupta y altanera.
* ¿Cómo se atreve?, mi hermana jamás vivirá con un hombre sin antes casarse con él... *
* Nii-sama, lo que Ichigo trataba de decir es que... *
* Calla !. * _Byakuya miró con decepción, casi odio, a su hermana._ * Tú no estás en posición de opinar siquiera... ¿a caso crees que no sé qué te has estado viendo con este tipo, que tienes una relación indecente con él?. *
Los ojos de la mujer se destiñeron. ¿Cómo es que él sabía sobre ellos?.
El pelilargo torció la boca; no era difícil cuando ella se exhibía de esa manera tan descarada. Hasta en las revistas había fotos de esos dos en citas, abrazándose, besándose, y otras más escandalosas que no quería recordar.
* Estás en boca de todos, Rukia. Estoy decepcionado de ti... nunca creí que mi hermana fuese una chica fácil... ¡ una ramera !. *
La mujer se llevó las manos a la boca; un doloroso nudo oprimiendo su garganta. Nunca creyó que su hermano le diría tales palabras.
* Hermano, yo... *
* ¡¡ Que te calles !!. *
El pelilargo abofeteó a la chica, quien giró el rostro ante la fuerza del golpe, aliviada de no ir a dar al piso, pero impresionada por la reacción del pelinegro; él nunca le había puesto una mano encima.
Gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas, llena de tristeza.
* Imbécil !. *
Ichigo prácticamente se lanzó sobre el pelilargo y de inmediato y con fuerza, impactó sus puños en la cara de ese desgraciado.
* ¡ A las mujeres no se les golpea!, ¿entendiste?, a las mujeres no se les golpea !!... *
Rukia miraba atónita la escena, así como las demás personas que estaban en el restaurante, sorprendidos ante el escándalo que se sucedía en esos momentos frente a sus ojos.
La pelinegra nunca esperó esa reacción por parte del pelinaranja, de hecho, no creía que fuese un tipo violento. . . hasta ahora.
* Ichigo, basta... ya suéltalo !. *
Con dificultad, Rukia sujetó el brazo del Kurosaki, logrando a duras penas alejarlo de su hermano.
* Vámonos !. *
Ichigo la tomó de la mano y salieron del lugar. No soportaba estar un minuto más allí, y no por el escándalo que había protagonizado, sinceramente era lo que menos le importaba.
Subieron al auto del muchacho. Rukia guardaba silencio, mientras las lágrimas parecían no cesar, el pelinaranja maldecía a todo y a todos, los autos, los peatones que se cruzaban en su camino, y por supuesto, a Byakuya Kuchiki.
* Es un maldito !!... * _Giró a ver a su compañera, deteniéndose a pensar en lo doloroso que debía ser para ella todo esto._ * Gomen, Rukia... no quise causarte problemas. *
* Ia... no importa. *
El semáforo en rojo le permitió mirarla con detenimiento.
La veía tan frágil y triste, que le entraron unas increíbles ansias de protegerla.
No lo pensó dos veces, la atrajo a su cuerpo con un brazo mientras conducía con el otro, recargándola sobre su pecho, dándole total libertad para llorar y por supuesto. . . su apoyo.
* Lo que dije antes... es cierto. *
* ¿Qué cosa?. *
* Vivir juntos, ¿no te gustaría?. *
Los ojos violáceos de la mujer se contrajeron por la sorpresa. Ese imbécil, debió preguntarle primero antes de ir a restregárselo en la cara a su hermano.
Aun así, la propuesta bajo estas nuevas circunstancias. . . ella entre sus brazos, siendo consolada por él. . . ¿cómo negarse?. No podía, no cuando ese hombre la había atado a él. ¿Cómo?, ¿cuándo?, no se dio cuenta. . . simplemente así era.
Y de sus labios, una simple palabra emergió como respuesta, acompañada de una linda sonrisa que no fue opacada por las lágrimas que no dejaban de caer.
* ¡ Baka !. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Inicialmente, era Ichigo quien iba a contactar a Byakuya, pero finalmente decidí dejar el capítulo tal cual lo leyeron.
Lo sé, Byakuya fue muy malo con su hermana, pero esa es la impresión que tengo de él. . . demasiado rígido e intolerante a muchas situaciones T-T.
Pero su actitud era necesaria para la reacción de Ichigo, que por cierto me encantó.
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 09 de Julio de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 9 ||
Don’t stop the party. Capítulo 4
![image](https://64.media.tumblr.com/74c727450122d12055d3ca2b77b783f7/053b334b763cc33e-2d/s400x600/1c2653a6bd356f7ead4aa145eee4506588054345.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: AU. Cuando Rangiku la invitó a su despedida de soltera, Rukia imaginó que la rubia haría algo fuera de lo común, especialmente considerando la forma de ser de su amiga. Pero nunca, jamás. . . imaginó aquello.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 4 ::.
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Ichigo se sentó sobre el amplio y cómodo sofá, única decoración del privado; con Rukia aun en brazos, su delicada espalda pegada al amplio pecho del pelinaranja, quien sostenía a su amante por los muslos, rozando su verga erecta con la suave y sensible vulva que escurría por la excitación.
La pelinegra gimió dulcemente cuando la punta del pene se adentró en ella, pero sentir el resto de la longitud de la herramienta sexual de su compañero no fue tan placentero.
El Kurosaki tenía que hacer grandes esfuerzos para no comenzar a penetrar con locura a la hermosa chica y es que su vagina era tan jodidamente estrecha que lo enloquecía y cegaba de placer. Y el avance, aunque no tan lento, le resultaba tortuoso.
Cuando Rukia se acostumbró a tenerlo dentro suyo, ella misma comenzó a subir y bajar sobre la barra de carne caliente. Primero con lentitud, como sopesando el placer y la reacción del muchacho, pero este estaba encantado, de hecho, él mismo intensificó el ritmo al aferrarse a la estrecha cintura de la ojivioleta y subirla y bajarla a su antojo sobre su pene duro como piedra.
Kuchiki se agitó ante aquellos embates salvajes, casi brutales que le propinaba su inesperado amante. Tanto era el frenesí de la chica, que necesitaba ansiosamente aferrarse a ese hombre tan apasionado, pero dada la posición, le resultaba un tanto complicado. Finalmente, Rukia estiró los brazos hacia atrás, acariciando el cuello del pelinaranja y manteniéndolo cerca de su cuello, que él besaba, lamía y succionaba como si de un afrodisiaco se tratara.
""Así la siento yo. . . ¡ ella es mi droga !.""
Pensaba Ichigo. Consciente de que no estaba dispuesto a renunciar a la bella chica, ni a las deliciosas sensaciones que le provocaba.
Las toscas manos del Kurosaki se posaron sobre cada uno de los pequeños pechos de la ojivioleta, amasándolos, oprimiéndolos a placer, pellizcando los pezones rosas que adornaban los encantos de la mujer entre sus brazos.
Rukia se movió de forma circular un par de veces, enloqueciendo al muchacho, quien gruñó de placer y apretó con más fuerza los senos de su compañera. La chica repitió la acción una vez más e Ichigo no pudo más contra la lujuria, por lo que la penetró con más fuerza, más rápido, haciéndola rogar incluso por más.
* Toma, pequeña, ahh!. E-es lo que querías, ¿verdad?. *
* ¡ Si, oh, sí !... ahhh!!. *
* ¡ Pues es todo tuyo !. *
Le dijo el Kurosaki, sosteniéndola de las caderas y clavando su pene una y otra vez en la dulce vagina de Kuchiki.
* I-Ichigo, n-no puedo más !. . . me vengo !. . . me veenngooo !!. . . *
Rukia gritó su placer sin importarle ya nada más que disfrutar de aquello. Se arqueó cuando su orgasmo se hizo presente en fuertes y deliciosas pulsaciones que oprimían la verga del pelinaranja, estimulándolo al grado de provocar su propio éxtasis que concluyó con una abundante eyaculación.
Respiraron agitados, con sus cuerpos aun entrelazados y sus sexos aun frotándose suavemente, uno dentro del otro; él aferrándose a los suaves pechos de la pelinegra.
Sus miradas se encontraron y supieron que ya no podrían mirar a nadie más, ni separarse.
Rukia no sabía que tenía ese hombre, pero la hacía sentirse segura y protegida en sus brazos.
""Querida e indispensable también.""
Pensó, consciente de que era una locura, pero una locura que quería vivir; quería conocer a ese hombre, estar con él, ser suya y hacerlo suyo, adueñarse de él. Quería ser todo para él.
Ichigo, por su parte, no quería pensar o incluir sentimientos en esta situación, pero la chica le resultaba maravillosa. Lo llenaba de curiosidad, quería conocerla, saber todo de ella y perderse en el deseo y la pasión que ella en él despertaba.
Quería tenerla para él, solo para él. Pues después que aquel sexo tan delicioso, se había dado cuenta que había encontrado un valioso tesoro.
""¡ Uno que no planeo compartir con nadie !.""
Tras este pensamiento, el pelinaranja descubrió cuan egoísta y posesivo podía llegar a ser.
Lo que más le confundió y sorprendió, fue que estaba consciente de que estaba hechizado por esos hermosos ojos violetas. Peor aún. . . Rukia era capaz de controlarlo con esa dulce sonrisa que le dedicaba. Sabía que él era capaz de hacer cualquier cosa con tal de verla sonreír de esa forma. . . siempre. Y eso que solo llevaban no más de una hora de conocerse.
""No quiero ni imaginar cómo será cuando, en el futuro, me haya atrapado totalmente.""
Una sonrisa se asomó en sus labios con aquel pensamiento.
Ichigo sabía que él estaría felizmente atrapado por esa mujer. . . ¡ ya lo estaba !.
Totalizado.
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Creo que el final estuvo algo apresurado. Pero definitivamente fue más fuerte que otros de mis fics.
Ichigo es muy protector, pero creo que puede llegar a ser muy apasionado y posesivo, de ahí su personalidad para este fic.
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 22 de Agosto de 2011.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Tanto por aprender
![Tanto Por Aprender](https://64.media.tumblr.com/8b095518971b9921c72535345a6bfae8/8a3155ec99e7bdb5-3e/s250x400/89b05295ccce3416bc74534cda0a9eb824b1ddee.jpg)
Anime: Dragon Ball Z
Rating: M
Pareja: Gohan & Videl
Sinopsis: One-shot. Los libros quedaron olvidados en el piso y ellos, agitados... Había muchas cosas por aprender esa noche, aunque hacer el amor no era un tema que viniese en la guía de estudios.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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Por más que intentaba concentrarse en la información escrita en el libro, Gohan simplemente no podía decir de qué trataba este, aunque hubiese estado leyéndolo por un par de horas. Podría decirse que fingía leer cuando en realidad se moría de nervios.
Videl le había pedido que estudiasen juntos para el examen de ingreso a la universidad, así fue como el muchacho terminó en la casa de Videl, en su recamara más exactamente.
Gohan no tenía necesidad de ello, él era un genio, además no podía concentrarse estando a solas con la chica.
* ¿Cómo vas, Gohan?. *
El cuerpo del chico se tensó al escuchar a su amiga. Con tonta sonrisa, el joven Son contestó que todo estaba bien.
Kami !, esto era más difícil que cualquier otra batalla que hubiese librado.
Escondido tras un libro, Gohan pudo admirar detalladamente a la joven frente a él. Ella se había dejado crecer el cabello, recordándole los días cuando recién la conoció; Videl era pequeña, frágil, por supuesto desde el punto de vista de un sayajin. Aunque para ser humana y mujer, era realmente fuerte, ni que decir de su carácter.
Hacía muchos años que el chico había aceptado ante sí mismo los sentimientos que por esa joven tenía, desde que casi la matan en el torneo, luego la pelea contra Majin Boo, más él nunca le había hablado de su sentir. Quizás esta era la oportunidad para. . .
* Sabes, Gohan?... * _Él alzó el rostro, atento a la delicada voz de la joven._ * Yo quería decirte que mi papá no está en la ciudad, tal vez... quieras quedarte aquí; él no nos molestará. *
* ¿Q-qué, qué es lo que quieres decir, Videl?. *
El muchacho soltó el libro, sorprendido ante las palabras de su amiga, y reía nerviosamente, como tratando de disimular la incómoda situación.
La mirada de Videl se tornó decepcionada, triste; se había dado por vencida. Ella había sido sutil y detallista, pero ese hombre no era capaz de notarlo, así que ahora fue más directa, pero. . .
* Yo no te gusto, ¿verdad?. *
Fue la conclusión a la que la mujer había llegado; su compañero paró de reír ante aquellas palabras.
¿Gustarle?, Gohan creía que Videl era la chica más linda que hubiese conocido, y si el guerrero no hacía evidente su interés, bueno, pues podríamos culpar a la sangre, ¿no?, después de todo él es muy parecido a su padre. También podríamos culpar a la herencia sayan que corría por sus venas, ¿ha habido algún sayajin en la historia del universo que demuestre sus sentimientos por una mujer?.
El muchacho suspiró resignado, pensando que si tuviese que existir un guerrero sayajin con esas características, ese definitivamente tenía que ser él.
* Sa- sabes, Videl, t-tu me gustas... mucho, yo t-te... e-eres... *
La mujer aferró el libro contra su pecho, sorprendida, incrédula ante lo que estaba pasando, pero ansiosa por escuchar esas palabras. Más el chico era una maquina de tartamudeo que no podía culminar su frase. Finalmente, Videl se hartó de esperar y se inclinó hacia su compañero, besándolo fugazmente.
Gohan la miró incrédulo; fue tan rápido, el roce entre sus labios no había durado más que un parpadeo y la mujer se mantenía cerca de él, mirándolo esperanzada. Digamos que fue instinto, porque Gohan sinceramente no podría decir que fue lo que lo impulsó a besar a la joven, lento, suave, tranquilo y hasta un tanto duradero. A ese beso le siguieron tantos más como la pareja pudo practicar. Más apasionados y profundos, robándose el aliento.
Los libros quedaron olvidados en el piso y ellos, agitados. . . ella sobre él, saciándose de esos dulces y amables labios que tanto había deseado.
Todo iba normal, muy tranquilo considerando el carácter de ambos, solo estaban saciando el deseo de besarse. ¿Cuándo fue que ese deseo desencadenó uno más intimo y fuerte?, quizá estaban demasiado entusiasmados como para notarlo, pero cuando lo hicieron, ambos se hallaban en ropa interior, respirando agitados, él presionando a la chica bajo su musculoso cuerpo y el alfombrado piso.
* Lo, lo siento, no quise... *
* No importa, está bien. *
Videl acarició el rostro de su compañero para luego rodearle el cuello con sus brazos, obligándolo a inclinarse hacia ella y besarla de nuevo.
""Si piensa que se va a escapar dejándome así, está loco.""
Una traviesa idea pasó por la mente de la mujer. No era su verdadera intensión llegar a tanto, pero ahora que tenía a ese hombre para ella sola, no pretendía dejarlo.
Videl no dio tregua en sus besos al tiempo en que sus pequeñas manos iban y venían, atrevidas, por el perfecto cuerpo del guerrero, prodigándole caricias que lo estaban haciendo perder el control.
Kami !, su toque era tan suave y sin embargo, tan apasionado. Ella era fuego!.
Gohan poco pudo controlarse ante la suavidad de esa mujer y terminó por arrancarle lo poco que le restaba de ropa. Ante él, la pequeña figura se mostraba perfecta en su desnudez. Frágil, delicada. El sayan rogaba por no lastimarla y no pudo evitar preguntarse: ¿cómo es que su padre y Vegeta parecían no tener problema en ese aspecto con sus esposas?, en especial Vegeta, él es brusco, salvaje y. . .
Gohan sacudió la cabeza, las ideas se le estaban yendo por otro lado. Miró entonces a su compañera, ansiosa por él. El joven suspiró hondo, esperando no hacerle daño a su amiga.
Así, sus labios inexpertos viajaron de la boca de Videl a su cuello, entreteniéndose ahí por un rato para luego escaparse hasta los senos, suaves, pequeños pero firmes. Los sonrosados pezones estaban rígidos, atrayéndolo.
Gohan besó primero el pezón izquierdo y poco a poco comenzó a lamerlo, luego a succionarlo mientras acariciaba el otro.
* Oh, Gohan, sí... *
Ella cerró los ojos y gimió agradada. ¡ Y pensar que apenas comenzaban !.
Tanto era el gozo en Videl, que no se percató en qué momento la boca del guerrero viajó de sus pechos a su sexo. Habían hecho el recorrido por su vientre, lo sabía por la repentina humedad, pero no fue consciente de los labios de su amigo hasta que estos besaron su monte de venus.
Si existe más de un paraíso, Videl estaba a punto de entrar al que ella tanto anhelaba. Lo hizo cuando el sayan lamió lentamente la línea de su sexo, jugando un rato para luego separar los pliegues íntimos e irrumpir en ella cuanto podía, penetrando con su lengua, acariciando, brindando placer, lamiendo.
La mujer arqueó la espalda y alzó las caderas, disfrutando de los labios y la lengua del sayajin que no paraban de hacerla gozar; algunas lágrimas escaparon de los oscuros ojos de la joven.
""E-esto es... divino !!.""
Tras este pensamiento, Videl dejó que su voz se escuchase en la habitación; débiles gemidos que entonaban el nombre del guerrero.
Se mantuvieron así por un rato hasta que Gohan decidió que era suficiente. Si seguía así, tendría un orgasmo solo de escuchar a su compañera clamando por él, así que se arrodilló, tomando lugar entre las piernas de la joven, tomándose un momento para admirar la belleza de la chica.
¿En verdad estaban haciendo esto?. Gohan se mordió el labio inferior, ya no había vuelta atrás simplemente porque no podía ni quería.
Sujetando su pene, erecto y duro cual roca, el muchacho rozó la punta de este a lo largo de la vagina de su amiga, como si estuviese pintando algo que requería de sumo cuidado.
Ambos suspiraron cuando el chico penetró solo la punta de su miembro, permaneciendo inmóvil por un rato, disfrutando de la calidez que Videl le estaba regalando.
Gohan empujó un poco más, clavándose hasta la mitad de su hombría, llevándose la inocencia de su compañera, quien gimió levemente adolorida por la última embestida. De por sí ya era difícil soportar el duro intruso que anidó en su vulva.
No estaba segura, pero la mujer casi podría jurar que no había muchos hombres con el pene tan grande y grueso. Ella sonrió feliz al saber que uno de esos pocos estaba con ella.
Un último empujón y el hombre yacían totalmente clavado en el sexo de la mujer.
Se miraron, ella alzó el rostro, buscando un beso que se tornó desesperado y poco después acompañando el frenético vaivén de las caderas de ambos amantes.
Erra irreal, Videl era tan pequeña y frágil bajo el cuerpo del sayajin cuya fuerza parecía controlar por mero instinto. Gohan se preguntaba cómo es que la chica podía soportar la gruesa y dura hombría que en ella se clavaba.
Suspiros y gemidos que al guerrero simplemente le parecían hermosos, eran lo que la chica le regalaba al tiempo en que sus sexos compartían la caricia más íntima y bella que dos cuerpos pudiesen compartir.
El vaivén entre sus caderas se tornó frenético. Gohan se olvidó de controlarse, fue entonces que realmente disfrutó del coito.
* Oh, Gohan !!, aahhh !!... *
Videl cerró fuertemente los ojos mientras sus uñas se clavaban en la espalda del sayan, desgarrando superficialmente la piel. La chica lanzaba las caderas al encuentro del pene del muchacho, hasta que en dado momento no pudo más, arqueó la espalda y gritó el placer de un orgasmo. Las pulsaciones de su vagina fueron la ruina para el guerrero, quien poco pudo soportar la hermosa caricia. Sus corazones latían rápidamente y sus respiraciones continuaban agitadas, aun cuando Videl buscó los labios del sayajin.
* E-eso fue... genial, ¿n-no crees?. *
La voz de Gohan sonaba entrecortada, Videl sonreía con la mirada perdida más allá del simple reflejo de los lindos ojos del guerrero.
* Bueno, tenemos hasta el examen para practicar, luego tendremos que buscar otro pretexto. *
Gohan no podía estar más de acuerdo con la mujer entre sus brazos.
Compartieron un nuevo beso y volvieron a mecer las caderas. . . había tanto por aprender.
Finalizado.
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Siento que este fic no estuvo tan fuerte como yo hubiese querido.
Es difícil, Gohan no es el tipo de hombre lujurioso o pervertido; es realmente difícil hacer un lemon con esta pareja que, por culpa de Gohan, no derrame miel ¬¬'.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI. Y es material de "Fallen Angel".
Totalizado el 11 de Febrero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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