Banglo - Tumblr Posts
Incomodidad
Grupo: B.A.P
Parejas: Banglo (HimUp y leve DaeJae)
Género: Romance (OneShot)
Advertencia: No
No era fácil tratar esa situación, al menos no para él. No recordaba exactamente en qué momento había terminado allí ya que solo podía concentrase en aquella incomodidad. La persona a unos metros de él le dedicaba tímidas miradas de vez en cuando mientras limpiaba algunos asientos, y cuando volteaba a verlo dirigía sus ojos a la ventana aparentado no haberlo visto, un acto que se le hacía totalmente tierno. La lluvia no parecía querer cesar en poco tiempo, el ambiente se volvía frio con cada segundo que pasaba al igual que el silencio se hacía más pesado. Definitivamente no había peor forma de terminar con aquel chico, aquel tierno chico varios años menor que él y que lo volvía loco.
Todo eso había iniciado por una simple caminata con HimChan, aquella diva, ya vería cuando lo tuviera frente a él mañana. Caminaban rumbo a la preparatoria de JongUp, actual novio de su amigo, era extraño, las parejas del pelinegro no duraban más de dos semanas, su amigo era el tipo de persona que gustaba de vivir diferentes tipos de experiencias y no soportaba algo rutinario, por eso fue demasiado surrealista que ya llevara medio año con aquel callado chico amante del baile, al parecer finalmente había encontrado una persona que captara su corazón e interés, justamente al igual que él. Cuando ya habían logrado ver al castaño notaron junto a él a su mejor amigo, Choi JunHong, o como el propio JongUp lo llamaba: “Zelo”.
Hacía tiempo que había quedado cautivado por aquel chiquillo, desde la primera vez que lo vio hablando con el novio de HimChan, su forma tan tierna de ser, su rostro inocente e infantil, su timidez y entusiasmo, todo le parecía irresistible. Nunca había hablado directamente con él, solo se limitaba a saludarlo con una inclinación de cabeza o mirarlo a lejos, hablar con él era algo que trataba de evitar ya que tenía el mal hábito de no medir sus palabras y decir cosas que podrían dañar a los demás. En fin, la cosa había sido que el pequeño –en edad, ya que tenía que admitir que su altura era impresionante con tan solo tener 17 años– había quedado a cargo de la limpieza del salón al final de clases, inicialmente sería JongUp quien lo iba a esperar, pero repentinamente le había surgido un problema y HimCHan tenía que acompañarlo. El bailarín le había pedido el gran favor de esperar a su amigo ya que Zelo era “una persona que necesitaba que lo cuidaran,” nunca se sabía qué podría pasar si se quedara solo. Tuvo que elegir entre estar con el chico que lo volvía loco o seguir aguantando los gritos y aegyos de HimChan, “¿Acaso te estás negando a cumplirle un favor a mi novio?” Y aunque se podría decir que esa era una decisión fácil de tomar, el problema radicaba en estar a solas y sin ningún tema de conversación con el rubio.
Así que mientras observaba a los últimos estudiantes irse a lejos, tomados de las manos rumbo al restaurante de ramen junto a la escuela, se preguntaba cuánto más tendría que soportar toda aquella tensión que podría ser cortada incluso con un cuchillo. Volvió a mirar a aquella pareja, si no se equivocaba eran aquellos que siempre cantaban, tenían una asombrosa voz y parecían un perfecto duo. Trató de imaginar cómo sería un día así, tomado de la mano junto aquel jovencito tímido, ir a pasear e incluso darle un beso. Eso lo mataría. ¿Cómo se habían tornado las cosas? El increíble y rudo Bang YongGuk imaginando cosas ridículas y cursis de amor que eran usualmente dueñas de las mentes de varias chicas dirigidas hacia él.
Observó por millonésima vez a su acompañante, al parecer ya solo le faltaba ordenar algunos papeles y ponerlos encima de la gaveta. El sonido de las gotas caer era lo único que se percibía aparte de sus respiraciones, no tenía mucho que había empezado a llover, perfecto, no había traído un paraguas consigo, ¿Cómo se iría ahora? Aunque en realidad lo que más le preocupaba era que el menor se fuera solo con tal tormenta.
- Lo siento, por mi culpa ahora está esperando con esta lluvia.
Miró sorprendido al chico, no esperaba oírlo decir algo, aunque debía admitir que escuchar su voz hizo que algo dentro de él se revolviera.
- Ah, no, no importa. – Su voz podría sonar calmada sin embargo sus pensamientos no estaban en orden.
- Que pena, tener que pedirle a un hyun que me acompañe. – Dijo el rubio con vergüenza evitando su mirada.
- Te digo que no importa, es mejor que quedarme en casa sin hacer nada productivo. – Si pudiera, desearía ver los ojos del menor sobre los suyos.
- Ha ha – Se rió levemente su donsaeng. – Pero tengo entendido que usted hace rap por las tardes en el parque que está a unas cuadras de aquí.
- Cierto, soy el mejor en eso. – Dijo permitiéndose darse algunos aires de orgullo que de nueva cuenta hicieron reír al menor.
Esa fue la primera “conversación” que habían tenido, y aunque fueran solamente unas cuantas oraciones para él fue algo memorable por no decir magnífico, y que comentar de su risa, fue como si hubiera escuchado la melodía milagrosa de los ángeles, se estaba volviendo loco con cada gesto del menor.
La tensión disminuía, un aire más tranquilo se presentaba ya que el chico dueño de un skateboard se veía más calmado y una pequeña sonrisa permanecía en su rostro. Seguramente fue eso lo que también lo calmó a él, ahora si podía disfrutar de estas a solas con aquel atractivo joven. Miraba cada pequeño acto que hacía, no lo perdía de vista en ningún momento, cuando finalmente terminaba de guardas los papeles en la gaveta y cerrarla con llave fue por sus cosas para retarse, eso lo dejó algo decepcionado, recién había podido dejar atrás todo el silencio antes presente y gozar de la compañía de Jun Hong.
Antes dirigirse junto a él a la salida subió una última caja en lo alto de la gaveta, por alguna razón –quizás fuera realmente cierto lo que le dijo JongUp, era necesario estar con el para evitar que se haga daño– tropezó con su propio pie perdiendo el equilibrio. El menor no pudo sujetarse de nada así que esperó sentir la caída contra las frías baldosas del suelo, sin embargo, JongGuk había llegado en algún momento detrás de él, lamentablemente no fue lo suficientemente rápido como para poder detenerlo a tiempo así que termino teniéndolo sentado de espalda entre sus piernas amortiguando la caída.
Eso sí que fue demasiado, tenía a Zelo entre sus piernas, ¿Porqué el destino lo trataba así? Pero si nos concentramos en el menor las cosas tampoco iban para nada bien, su rostro le ardía tanto como si estuviera en llamas. Ciertamente se había obsesionado con aquel hyun de apariencia ruda. Por alguna razón algo en él había llamado su atención, no supo en qué momento había crecido tanto ese “interés” que cada vez que lo veía junto al novio de su amigo JongUp solo se quedaba petrificado o salía corriendo con tal de no tenerlo cerca, temía hacer alguna torpeza que lo dejara en ridículo en su presencia. Vamos, era solo un niño aún, y YongGuk era solo su hyun, uno que nunca se fijaría en él, tenía que aceptarlo.
Volviendo a la situación actual, su rostro no podía estar más encendido, era ese tipo de torpezas las que quería evitar hacer frente a él.
- ¡Lo siento! – Dijo cuando pudo reaccionar finalmente levantándose rápidamente. – Soy demasiado torpe algunas veces, yo no quise…
- Cálmate un poco. – Le dijo cuando ya se hubo levantado levemente decepcionado. – Fue solo un accidente, no te preocupes, no te voy a comer. – Quizás.
- En verdad que lo siento, solo te he causado problemas el día de hoy. – Bajó su mirada aún con vergüenza ¿Ahora qué pensaría YongGuk de él?
- Te he dicho que no me importa. – Su inteción era calmar al menor pero al aprecer solo lograba ponerlo más nervioso al hablarle con un tono seco y rudo, él no tenía la culpa de que su voz fuera tan grave y su expresión usual fuera casi siempre seria. – ¿Estás bien?
- Si, ¿Y usted hyun?
- Igual, ahora solo vayamos a casa, al parecer ya dejó de llover. – Dijo mirando la ventana, finalmente la lluvia se había detenido en algún momento.
- Cierto, vamos. – El chico tomó sus cosas y su skateboard sin mirarlo directamente de nuevo.
Perfecto, había asustado a Zelo, eso era lo que precisamente no quería que pensara de él, que era solo un chico rudo que asustaba a los demás. Nuevamente el silencio se hizo presente. Tenía que solucionarlo de alguna forma, trató de iniciar alguna conversación que pudiera volver a romper aquel muro invisible que se encontraba entre ellos, así que sólo preguntó lo primero que le vino a la mente antes que fuera demasiado tarde y tuvieran que separarse.
- Por cierto, ¿Eres muy popular no? – Se atrevió a preguntar mientras bajaban las escaleras.
- Eso me han dicho los demás. – Respondió levemente sonrojado.
- Ya veo. – Tenía que seguir con la conversación de alguna manera. – ¿Y hay alguien que te interese?
Eso si fue una sorpresa para ambos, Bang no supo en qué momento su boca dejo escapar esas palabras, habían salido simplemente de él, aunque no sabía si quería escuchar o no una respuesta por parte del chico. Por tanto, Zelo no sabía cómo contestarle, la persona que quería estaba a su lado preguntándole si había alguien que le interesara. En el fondo quiso decirle que era él, que lo cautivo tiempo atrás y que desde entonces no podía dejar de pensar en él, pero eso podría hecarlo conseguir su desprecio, aquello sería algo que no podría soportar nunca. Finalmente había podido conversar con él y quizás hasta podría considerarse que habían podido sobrepasar la incomodidad siempre presente entre ellos, no iba a arruinar eso tan pronto, prefería mil veces dejar sus sentimientos en el fondo de su corazón a perder lo poco que había conseguido.
- Pues hay alguien que me interesa. – Respondió finalmente después de unos momentos, no notó como el cuerpo de su compañero se tensaba. – Pero esa persona no lo sabe – “Y nunca lo sabrá”
- Ya veo – Sin querer, su voz se volvió seca y su mirada algo irritada. – Pues deberías decírselo, no es de hombres ser cobardes.
Ninguno de los dos lo supo, pero inconscientemente habían herido al otro, YongGuk al recibir aquella respuesta no pudo hacer nada más que sentirse devastado, el menor ya tenía a alguien que había llegado antes que él a su corazón, Zelo por su parte solo se entristeció al escuchar el tono irritado del hyun, ¿Qué había dicho que lo haya podido enfadar?
Eso fue todo lo que dijeron camino a la salida, inesperadamente, la tensión había vuelto. Esta vez incluso mayor que la otra. Zelo estaba con el ánimo por los suelos, seguramente aquella sería la única vez que podría estar con él y terminó de aquella forma.
- Bueno, gracias por haberme acompañado. – Le agradeció ya en la salida. – Yo me voy por este lado, así que…
- De nada. – Respondió secamente YongGuk causando aun más tristeza en el rubio.
- Cuídese. – Fue lo único que dijo JunHong antes de irse.
El mayor se dio la vuelta dispuesto a caminar al lado contrario del chico, todo había terminado. Seguramente así era como terminaría todo, nunca llegaría a ser nada para el menor, tenía que aceptarlo la dura y cruel realidad.
- “Pero realmente odio darme por vencido” – Su teléfono empezó a sonar, lo tomó y contesto sin muchas ganas.
- ¿Qué quieres? – No tenía que mirar para saber quien lo llamaba, HimChan.
- ¿Qué pasa con ese humor? – Le respondió el otro con tono ofendido. – Lo que sea ¿Ya terminó el pequeño de limpiar?
- Si, ya se fue a su casa, yo también estoy de camino a la mía. – Su voz sonaba irritada, no quería hablar con nadie en ese momento.
- ¿Qué? – Le gritó el pelinegro con enojo. – ¿Cómo que ya se van? ¿No lo vas a acompañar?
- ¿Por qué tendría que hacerlo? Por cierto gracias por romperme el tímpano. – Le dijo remarcando el sarcasmo.
- Vaya que eres estúpido. – Aveces no sabía si JongGuk tenía un problema para notar ciertas cosas.
- Oye no te atrevas a hablarme así – Su humor no hacía nada peor que empeorar.
- Es la verdad, ¿Tienes idea de por qué te dejamos JongUp y yo con a solas con él? – Le preguntó ya más calmado.
- No me importa. – Ya nada le importaba.
- Pues debería, los dejamos solos porque creíamos que así podrían finalmente hablar y tirar a la basura esa incomodidad, se nota a kilómetros la atracción entre ustedes.
Dejó de caminar, ¿Había escuchado bien?
- ¿Qué demonios quieres decir?
- Que desperdiciaste tu oportunidad con él, se perfectamente que estas babeando por JunHong, lo supe desde el primer momento. – HimChan era una persona cuidadosa, había planeado junto a JongUp una manera de unir a esos dos, solo que al parecer no había salido según lo planeado, esos dos eran todo un caso. – De verdad que me estresas.
- Bueno, eso no importa ya, él ya quiere a otra persona. – Dijo recordando las palabras antes dichas por el rubio.
- Si, a ti.
- ¿A qué te refieres? – No, eso no podía ser cierto, simplemente no.
- Claro, se lo ha dicho a JongUp, sólo que es demasiado tímido como para hablar contigo, por eso queríamos que estuvieran solos, creímos que podrían hacerse tan siquiera amigos.
- Espera, estas diciendo que yo le… - Aun seguía sin asimilarlo ¿Zelo sentía algo por él?
- Si, esta igual que tú. – Le dijo HimChan sonriendo desde algún lugar junto a JongUp quien escuchaba toda la conversación. – Sabes, si yo pude encontrar a JongUp, tu puedes intentar dar un paso con él. Tu le gustas, el te gusta, realmente no se cual es problema de ustedes dos.
No recibió respuesta, YongGuk había cortado la llamada. Sonrió complacido tomando de la mano a su novio, al parecer después de todo su plan si había funcionado.
¿Qué estaba haciendo? Él era el todopoderoso Bang Yong Guk, nucna perdía una batalla ni se daba por vencido, no le temía a nada, no tenía por qué permitir que una oportunidad como esa se escapara. Había podido hablar finalmente con Zelo, había roto la tensión entre ellos, se había enterado que el menor también le correspondía sus sentimientos. ¿Qué mejor momento que ese para finalmente dar un paso adelante?
No dejaría escapar al que se volvió alguien especial para él sin siquiera conocerlo del todo. Dio la vuelta, no lo vio, seguramente ya se encontraba lejos, pero claro que no por eso se detendría, corrió en dirección el camino por donde había desaparecido el otro.
En otro lado, Zelo estaba perdido en sus pensamientos, iba con el ánimo por los suelos. De alguna manera había conseguido el enojo del castaño. Cuando JongUp le había pedido al mayor que lo acompañara estuvo a punto de llamarlo loco de no ser porque quería escuchar la respuesta del otro, desde el momento en que había accedido supo que las cosas no irían bien pero no se esperaba que terminaran de esa forma. Suspiró con pesadez, ahora ya no había forma de poder volver a intentar algo con su querido hyun. Siguió con su camino acelerando el ritmo de su skateboard, solo quería llegar a casa y dormir para tratar de olvidar lo ocurrido.
JongGuk por su parte corría tratando de alcanzar al rubio, sus ojos desbordaban un extraño sentimiento entre decisión y tenacidad, no dejaría escapar al menor, no ahora que sabía que era correspondido. Finalmente había logrado divisarlo a lo lejos, había llegado el momento de la verdad.
- ¡JunHong! – Gritó llamando al rubio.
- ¿Hyun? – Musito extrañado al verlo allí - ¿Qué pasa? ¿Me llamaste por mi nombre?
- Escucha, sé que esto sonará raro para ti, pero tengo que decírtelo. – Tomó con ambas manos su hombros como temiendo que escapara.
- ¿Qué cosa? – Inquirió muy extrañado por la actitud del castaño-
- Sé que no nos conocemos en realidad y que apenas hemos logrado hablar de forma directa el día de hoy, pero, hay algo que no me hace dejar de pensar en ti. – Empezó decir con vergüenza, no era un experto en cosas relacionadas con el amor y el cariño así que estaba dando lo mejor de sí para poder comunicarle sus sentimientos al menor. – Debe ser muy pronto para que puedas comprender esto, y mucho más pedirte que seamos algo, pero créeme cuando te digo que en verdad me atraes.
- YongGuk hyun…
Si había alguien más sorprendido que Guk, ese era Zelo. Su hyun esta frente a él diciéndole que le atraía, que le gustaba. No podía se real, simplemente algo tan maravilloso no podía ocurrirle.
- Me importa poco lo que dirán los demás, pero solo quiero saber una cosa. – Retiró una de sus manos del hombro del chico para tomar la suya con cuidado, como si quisiera evitar asustarlo. – ¿Qué es lo que tú sientes por mí?
- Hyun, yo… - Todo el tiempo que había pasado pensando en él, imaginando como sería hablar con él, como sería poder decirle que lo quería, pero ahora, después de todo, podía decirlo, realmente podía confesarle todo aquello que sentía por él. – Yo quiero estar contigo, quiero ser alguien importante para ti, alguien que solo pueda tenerte. – Apretó su mano mientras finalmente lo miraba a los ojos, a pesar de que su rostro debería estar ardiendo sus ojos se mostraban decididos. – Nunca había sentido esto por alguien antes, tengo algo de miedo, pero si es por ti, haría lo que fuera.
YongGuk no dijo nada más, solo sonrío, tomó entre brazos al chico y lo abrazó con alegría; acto seguido lo besó. Si, lo besó. Fue apresurado, demasiado, pero había ocasiones en las que ya no pensaba, solamente dejaba a sus instintos guiarlo. Fue tan repentino que ninguno de los dos reaccionaba.
Esas cuatro acciones, una detrás de otra, sorprendían en turno al menor, en especial la última. No estaba soñando, estaba consciente, de pie allí siendo besado por Bang YongGuk, la persona que quería. Había imaginado muchas cosas, pero nunca algo como eso, ni siquiera llego a pasar en su mente la posibilidad de ser amado por él, y tal como se daban las cosas era demasiado para su joven vida. Estuvo a punto de caer debido a la sorpresa de no ser porque estaba siendo sujetado por el mayor, no pensaba claramente, solo estaba quieto, no se movía, solo disfrutaba del beso deseando que nuca terminara. YongGuk se separó lentamente del rubio cuando el aire se hizo necesario para ellos, de no ser por eso hubiera seguido así por otro rato más, quedó a una distancia corta del menor.
- Lo siento, se que fue repentino. – Le dijo en voz baja.
- Está bien, no me molesta. – En absoluto.
- Mira, no soy una persona romántica y mucho mensos sé cómo tratar amablemente a los demás, siempre he sido alguien rudo que no deja que alguien entre fácilmente a mi vida, suelo ser duro con las personas e incluso he llegado a dañarlas, pero tú me haces diferente, me haces algo extraño. No puedo evitar pensar que puedo lastimarte de alguna manera, y eso me pone nervioso. – Sus palabras sonaban tan irreales en él, esa no era su habitual forma de ser, pero cuando miró su rostro sonrojado y aquellos grandes y expresivos ojos observándolo sorprendido solo se dejo llevar. – Eres especial, porque finalmente encontré a la persona que me hace diferente, que me hace cambiar.
- Yo… - Su mente no razonaba correctamente y sus pensamientos eran un caos, en vez de hablar decidió terminar de acortar la distancia entre él y YongGuk para besarlo nuevamente, esta vez con más suavidad. Pudo sentir una explosión de sentimientos desencadenarse en él, pero lo que más importaba era ese perfecto momento.
YongGuk sintió aquellos labios tan suaves y dulces que no pudo dejar de saborearlos, parecían hechos completamente para él. Una sensación de victoria lo invadió, tomó del cuello al menor con fin de acercarlo más y profundizar el beso. Se quedaron un rato allí sin separarse. Como la vez anterior solo se separaron lo suficiente como para quedar a escasos centímetros, YongGuk tenía su mano en la mejilla sonrojada del menor, sonrió como no lo había hecho antes obteniendo la misma repuesta por parte del otro.
- YongGuk hyun, te quiero. – Le dijo suavemente en un susurro el chico.
- No sabes lo mucho que anhelaba escuchar eso. – Respondió de igual manera.
Cayeron en cuenta de que atardecía, decidieron ir a casa, YongGuk acompañando al menor hasta la suya. Quizás fuera demasiado rápido y tal vez no supieran lo que hacen, pero que mas daba, si se amaban el uno al otro no importaba lo demás. Estaban consientes de que algunas cosas cambiarían, en especial ellos, pero eso es parte del amor y estaban dispuestos a todo con tal de estar juntos.
Al final, la incomodidad había desaparecido.
Crash
Capítulo 7. Conociéndote otra vez
*Pov YongGuk*
No tiene caso quejarme en estos momentos, después de todo fue idea mi que los invitara aunque en realidad esa no era una idea en la cual había pensado antes pero sin embargo de alguna forma había terminado por hablar instintivamente, ¿Qué sucedía conmigo? Seguramente me estaba volviendo loco, no sería una sorpresa tomando en cuenta que soy amigo de HimChan. No podía pedirle a Dae cancelar ahora, así que solo me quedaba ir, supongo que no habrá nada de malo, es decir, fue idea mía ¿Verdad? Terminé por tomar mi teléfono para disponerme luego a salir de casa y comenzar a caminar, primero nos veríamos en el parque al lado de un museo que aparentemente habían inaugurado hace poco –cosa que me tiene sin cuidado– por petición de YoungJae, no entiendo a ese chico. Como no me quedaba muy lejos pensé que sería mejor ir a pie que con el auto.
- Al parecer soy el primero en llegar – Me dije a ver el lugar casi vacío de no ser por algunas parejas y familias.
Noté que el parque resultaba ser un lugar muy tranquilo, me senté en una banca y me puse a pensar un poco en el asunto de YongNam que no dejaba de rondar por mi cabeza; a pesar de ser gemelos nunca hemos tenido una muy buena relación que digamos. Somos un caso especial en donde somos muy distintos pero a la vez tenemos muchas cosas en común, el problema es que por lo usual siempre nos fijamos en cosas que no podíamos tener ambos y terminábamos por discutir mucho por ellas. Cuando éramos niños solíamos ser como cualquier par de hermanos, jugábamos juntos aunque siempre llegábamos a un punto en donde quedábamos desacuerdo y cada uno se iba por su lado a entretenerse solo, luego llegaba el momento en donde ambos queríamos cierto juguete y peleábamos por él. Al crecer pareció mejorar no mucho, nuestros intereses iban alejándonos cada vez más, yo solía ser un chico rebelde, quería libertada y disfrutaba de romper de vez en cuando las reglas y salir a divertirme, mi hermano por otro lado era más serio y concentrado en sus estudios, ordenado y obediente, honestamente llegaba a molestarme verlo siempre tan centrado en su mundo el cual se basaba en tener clase y futuro mientras que por mi lado nunca planeaba nada pues a mi parecer siempre creí que formular planes para el futuro era un tontería ya que las cosas nunca salen como uno lo tiene anticipado. Al final nos separamos rotundamente cuando nos dimos cuenta de que sentíamos atracción por la misma chica en preparatoria –allí es en donde me refiero que a pesar de todo coincidimos en algunas cosas–, fue un momento muy difícil para ambos al ser gemelos, siendo tan distintos no llegábamos a imaginar que algún día llegaríamos a interesarnos en la misma persona. Nos volvimos bruscos uno con el otro, si nos hablábamos era solo para insultarnos y solo discutíamos en quien era mejor para esa chica. Sinceramente ahora qua ya han pasado años de eso pienso que fuimos unos idiotas, desgraciadamente perdimos nuestra oportunidad con ella pues antes de que nos diéramos cuenta no luchábamos por ella si no por nuestra estúpida obsesión de rivalidad que con los años había crecido hasta convertirse en una enfermedad que terminó por destruir nuestra hermandad. Si se preguntan cómo terminaron las cosas con la chica ninguno obtuvo su corazón, al parecer ella también se había percatado de la verdadera razón por la que peleábamos así que cuando nos declaramos casi al mismo tiempo ambos obtuvimos la misma negativa, desde entonces supimos que nunca podríamos llevarnos bien por más que lo intentáramos, los siguientes años fueron desagradables, parecía que fuéramos hermanos solo por nuestros lazos de sangre y ser idénticos ya casi nunca nos hablábamos, comenzamos a ir a escuelas diferentes y distanciarnos con el tiempo. Finalmente llegó el momento definitivo de la separación, yo me mudé mientras que YongNam se mudó con mis padres a otra ciudad, para ese entonces me la pasaba más tiempo fuera de casa que en ella así que no tuve muchos problemas al irme, a fin de cuentas mis padres sabían que tarde o temprano tendría que alejarme de ellos.
Y ahora que saben que tan mal estamos nosotros dos quizás comprendan el porqué de mi insatisfacción al estar obligado a recibirlo en mi casa –si, tenía una casa entera para mí solo, cortesía de mis padres lo cual aún me parece completamente ilógico–, aun no llegó a creerme que él le haya dado la idea a mi madre, ¿A caso también se volvió loco? Algo tramaba, no sé que podría ser pero simplemente no podía ser cierta la idea de que quería pasar más tiempo conmigo.
- ¿Qué tanto piensas que tienes esa cara tan seria?
Di un salto en mi asiento sorprendido al escuchar una voz hablarme, dirigí mi vista hacia la persona plantada frente a mí, al parecer HimChan también había llegado y ni siquiera me había dado cuenta, debía haber estado muy concentrado en mis pensamientos como para darme cuenta de en qué momento se había puesto frente a la banca en que estaba sentado.
- ¿Y? – Me exigió al no recibir mi respuesta. – Y no me mires como si hubieras visto un fantasma.
- Pues no hay mucha diferencia entre tú y uno, estás demasiado blanco – Le dije para molestarlo como me gustaba hacerlo siempre que lo veía.
- Que gracioso – Dijo obviamente en tono sarcástico. – ¿Me dirás que ocurre?
- Luego, antes quisiera saber en dónde demonios están esos chicos – Dije comenzando a impacientarme pues ahora que verificaba la hora habían pasado más de veinte minutos desde que había llegado.
- No tardarán mucho en llegar, acabo de llamarlos y ya estaban en camino – Habló el pelinegro tratando de calmarme.
Justo como si los hubiéramos invocado escuchamos a lejos una conocida voz que nos llamaba. Me paré junto a HimChan mientras me estiraba y observé cómo a distancia llegaba DaeHyun, atrás de él iban otras dos personas a las cuales puedo identificar con el chico de hace tres días y quien se suponía debía ser su amigo.
*Fin Pov YongGuk*
- ¡Tú! – Gritó el segundo mayor dirigiéndose al castaño que se acercaba a ellos. – ¡Será mejor que corras!
- ¡Espera un momento! – Gritó el mencionado mientras se escondía velozmente detrás de YongGuk al ver como Kim lo perseguía con una mirada para nada amistosa.
- Nada de espera, no tienes ni idea de todo lo que tuve que limpiar por tu culpa – Le dijo con enojo el pelinegro tratando de acercarse al chico detrás de su mejor amigo el cual no les prestaba atención al estar más concentrado en otra persona.
- Déjame tan siquiera explicarte que sucedió – Suplicó DaeHyun con miedo al ver al mayor tratando de atraparlo.
- No me importa que paso así que solo deja que te mate – Siguió hablando el otro.
- ¿Qué tipo de madre eres que mata a sus propios hijos? – Pregunto como si fuera algo serio.
- Pues desde ahora eres adoptado.
- No me puedes decir eso ahora.
Los dos jóvenes seguían discutiendo mientras que los otros tres sobrantes mantenían un expresión distinta cada uno. YongGuk no apartaba la mirada de Zelo quien observaba a los mayores entre nervioso y confuso, por otro lado JongUp solo miraba la escena pálido y estático. Al final el mayor de todos decidió que ese día no quería soportar los escándalos rutinarios de esos dos así que se dispuso a imponer el orden, además de que de esa forma no sería capaz de hablar de nuevo con ese chico que tenía ahora de nuevo frente a él.
- Si no se callan ahora seré yo quien los aniquile – Dijo irritado por los gritos constantes de sus amigos para detenerlos antes de quedar sordo.
- ¿Cómo puedes decir eso si sabes lo que hizo? – Le cuestionó aparentemente ofendido el segundo mayor.
- Solo no quiero tener que escuchar sus gritos hoy – Dijo él ya más calmado al ver como los instintos asesinos de HimChan habían disminuido considerablemente. – Además estás haciendo el ridículo frente a sus parientes.
- ¿Invitados? – Exclamó confuso y es que nadie le había dicho nada eso.
- ¿No le dijiste? – Cuestionó ahora DaeHyun viendo al mayor.
- Lo olvidé, pero no importa de todos modos ya están aquí – Dijo él tratando de zafarse de la situación al darse cuenta de su error.
- En ese caso será mejor que los presente – DaeHyun se dirigió hacia los dos menores que hasta entonces habían permanecido callados.
Los miró extrañado pues ambos los veían con caras sorprendidas, luego se dijo a sí mismo que seguramente se habían asustado por el incidente que acabaña de pasar, sabía que no debía haberlos traído con esos locos.
- Bueno chicos, él es mi primo Choi JunHong y éste es su amigo Moon JongUp – Dijo poniendo una mano en el hombro de cada uno de los mencionados respectivamente al ponerse detrás de ellos. – Lamento que tuvieran que ver esto, esos dos están algo locos pero estén tranquilos, no muerden. – Dijo con burla a los chicos para luego empujarlos un poco para que éstos se animaran en saludarlos.
- Un gusto conocerlos – Dijo rápidamente Zelo a YongGuk extendiéndole su mano, éste la tomo algo confuso pues no se lo esperaba.
Observó los grandes ojos del menor, lo miraban suplicantes, terminó por entender que no quería que nadie se enterar de que se conocían –no logró comprender del todo pero que tuvo que aceptar. Tomó su mano estrechándola siguiéndole el juego con tanta naturalidad como podía.
- Bang YongGuk – Dijo simplemente él para luego observar cómo se dirigía a su amigo quien estaba al lado de él.
- Kim HimChan – Dijo el pelinegro con dificultad y notable nerviosismo en su voz.
Oh Dios. Esto no podía estar pasándole, no a él. Allí, frente a ellos estaban los invitados de los cuales DaeHyun les estuvo hablando semanas antes, y entre esos estaba el chico al cual había besado en uno de sus momentos de rabieta hace dos días. De acuerdo, esto no podía ser peor, este muchacho cuyo nombre al parecer era JongUp lo miraba desde su lugar pálido –y seguramente el también lo estaba, más de lo que ya era–, solo pudo saludar al más alto de ellos con nerviosismo y mientras veía al otro estrechar la mano de YongGuk pensaba en cómo podría escapar de allí sin parecer un completo loco lo cual, por supuesto, sería imposible.
Con nerviosismo observó como el más bajo se ponía frente a él y le ofrecía su mano, a pesar de que miraba hacia otro lado pudo notar perfectamente como sus mejillas se coloreaban de un lindo rojo debido a la vergüenza que ahora debía estar experimentado, se preguntó sí él estaría de la misma forma. Estrechó su mano temblorosa sintiendo como el chico se ponía rígido y se encogía un poco, no entendió el porqué de esa acción, fue como si le hubiera tenido miedo.
- ¿Te sucede algo? – Escuchó a penas la voz del otro chico susurrándoles al castaño ya que se había puesto de nuevo a su lado.
- No, ya sabes que soy así – Le respondió JongUp a Zelo tratando recuperarse del mini infarto que le había dado al ver al pelinegro ahí.
- ¿Y YoungJae? – Preguntó DaeHyun al ver que era el único que faltaba.
- Aquí – Dijo de repente una voz detrás del castaño asustándolo.
- ¿De dónde saliste? – YongGuk miraba sorprendido al pelivioleta pues ninguno no lo había visto llegar.
- Acabo de llegar pero ninguno se dio cuenta, de todos modos no importa – Se dirigió hacia los dos nuevos chicos. – Mi nombre es Yoo YoungJae, escuché a DaeHyun presentándolos – Se presentó con una sonrisa amigable el recién llegado recibiendo el saludo de los dos chicos.
- Entonces ya que estamos ¿Qué les parece si nos vamos ya? – DaeHyun los miró ya más emocionada pues quería divertirse ahora que estaba finalmente fuera de casa.
- El karaoke queda a menos de diez minutos si vamos caminando – Dijo YongGuk mirando a los demás esperando su respuesta.
- Por mi no hay problema en caminar – Comentó YoungJae.
- Por nosotras tampoco – Dijo ahora Zelo suponiendo la respuesta de su amigo.
- Pues entonces vámonos – Exclamo DaeHyun alegre mientras comenzaba a caminar seguido de los otros cinco.
Resumiremos el transcurso del camino al enfocarnos en cómo se encontraba cada uno: YongGuk notó como para su suerte el chico, JungHon, le hablaba con el mismo gusto como cuando se conocieron aunque aún seguía intrigado en algo, y es que seguramente no le había dicho a nadie sobre su encuentro en el bosque, eso podría explicar el porqué no dijo nada al ser presentado. DaeHyun conversaba alegremente con YoungJae mirando de vez en cuando a JongUp, quien callado los seguía, cada que podía él y Zelo trataban de integrarlo a las conversaciones si mucho éxito pues este parecía no querer cooperar, aun así no se rendiría. Si nos concentramos en los dos que estaban callados, es decir el castaño y el pelinegro tendríamos que decir que no podían encontrarse más incómodos, al menos habían coincidido en la idea de no decir nada de lo que había pasado entre ellos aquella vez; HimChan no sabía que pensar, por la actitud defensiva de ese muchacho que le había mostrado ese día esperaba que éste se le abalanzara o le reclamara algo, ahora que lo analizaba bien no había hecho nada de eso, más bien se quedaba callado y lo evitaba y eso lo tenía consternado. Mientras que el mayor no llegaba a comprender el porqué de dichas acciones Moon se debatía en su interior sobre qué hacer; bien, había aceptado la propuesta de salir con los amigos de DaeHyun, no quería que por su culpa se quedaran en casa todo el día así que acepto sin hacerse del rogar. Pero sin embargo estaba completamente seguro que de haber sabido que ese chico que le había dado su primer beso de forma extraña estaría allí se habría ocultado en casa. Estaba asustado ¿Por qué? Porque toda su valentía de ese día había desaparecido una vez que llegó a casa, no dejó de torturarse con el recuerdo del tacto entre sus labios, simplemente no podía olvidarlo aunque quisiera. ¿Qué tal y si esa persona se atrevía a decirlo? No quería que nadie se enterara, sería demasiado vergonzoso, mejor se quedaría callado y esperaría el momento oportuno para arreglar todo ese asunto.
Llegaron al karaoke en cuestión de minutos y con ánimos –excepto por dos de ellos– se introdujeron en la primera habitación libre. Los más emocionados parecían ser DaeHyun y YoungJae quienes no dejaban de buscar ansiosos entre las canciones del disco algo que pudieran cantar.
- Parece ser que aun le gusta cantar – Comentó divertido Zelo al ver a su primo tan feliz mientras ponían Sherlock de SHINee.
- Esos dos nacieron para cantar, eso es seguro – Dijo YongGuk quien se había sentado junto a él –a una distancia prudente– en las bancas.
- Recuerdo que solíamos cantar cuando éramos pequeños, yo no lo hacía muy bien pero él era una maravilla – Dijo sonriendo y escuchando las voces de los dos chicos que parecían armonizarse. – De verdad que se escuchan bien juntos.
- Lo sé – Aseguró el mayor, tanto tiempo con ellos lo hacían entender eso perfectamente.
Con el tiempo todos empezaron a divertirse, incluso HimChan y JongUp comenzaron a distraerse y tratar de evitarse todo lo posible con tal de poder entretenerse. Las canciones seguían transcurriendo y con eso todos comenzaban a salir para mostrar un poco de sus habilidades vocales. Definitivamente los dos que habían comenzado a cantar se encargarían de que todos los demás lo hicieran, comenzaron por llevar a YongGuk al frente y entre risas y aplausos lo convencieron de rapear un poco para ellos, sin duda era un gran rapero, su voz grave hacía un buen contraste con la letra profunda de la canción. Los dos más jóvenes quedaron impresionados, su habilidad era impresionante.
- ¡Zelo! – Grito de repente DaeHyun tomándolo de su mano y para cuando se había dado cuenta ya estaba al frente sin saber qué deicr. – No te hagas el tonto tu madre me ha dicho que también haces rap – Dijo su primo captando al atención de Bang por lo dicho.
- No me hagas hacerlo – Comentó entre risas.
Obviamente sabía que decir eso era una tontería pues hasta el chico rubio amigo de su pariente lo apoyaba y le decía que cantar algo para ellos. ¡Incluso JongUp los apoyaba! ¿Qué más podría perder? Después de todo le gustaba rapear. Gustoso comenzó primero con un rap normal y moderado, poco a poco comenzó con a subir la velocidad hasta hacerlo demasiado rápido, todos lo miraban sorprendidos pero sin duda alguna admirados. Con tal de que así siguieron sacando a los demás, salió HimChan, de nuevo él esta vez junto a YongGuk y ambos comenzaron a rapear, eso fue lo mejor de todo. Luego DaeHyun tuvo la idea de que ya era hora de que JongUp también cantara para ellos. Como fue de esperarse se negó rotundamente al principio pero con ayuda de su mejor amigo y su primo lo levantaron de la silla y lo llevaron al frente dándole un micrófono, Zelo se quedó junto a él para darle valor, lo había visto, se estaba divirtiendo viendo a todos cantar y reírse, no sería justo que él se perdiera de eso.
Mientras tanto, un pelinegro observaba todo de forma callada y moderada, había cantado hace rato pero ahora simplemente no podía despegar sus ojos de los chicos de enfrente, en especial de JongUp. El chico lo evitaba, eso era más que notable y pensó que podía estar bien con eso, pero ahora que lo veía por primera vez sonreír y cantar tan bien cambió sus ideales, ¿A quien quería engañar? Esos dos eran especiales, JunHong era tierno, extrovertido y habilidoso, JongUp era callado pero demostró que también sabía cómo divertirse y eso lo tenía cautivado ¿Cómo pudo enojarse con un chico tan lindo como él? Era entonces en donde no se daba cuenta de que en su interior, en lo más profundo de él no llegaba a captar que lo consideraba lindo y que su corazón comenzaba a palpitar de una forma acelerada sin despegar sus ojos de su bella sonrisa. En ningún momento dejó de prestarle atención.
- Wow, no sabía que podías ser tan bueno – Dijo el rubio al castaño cuando éste y Zelo terminaron de cantar.
- No suelo ser así – Dijo algo avergonzado, vaya, hacía mucho tiempo que no se divertía tanto.
- ¿Verdad que es asombroso? – DaeHyun revolvió los cabellos del menor con cariño, había hecho bien en invitarlos. – ¿No lo creen chicos? – Inquirió a los otros dos mayores que los miraban desde sus asientos.
- Por supuesto – Habló sin pensar HimChan, se dio cuenta algo tarde de lo que dijo pero poco le importo al ver como la mirada del castaño se tornaba de sorprendida a amigable y le regalaba una perfecta sonrisa. Sentía su corazón de nuevo acelerarse y su pulso aumentar ¿Qué ocurría con él? No lo sabía, pero estaba seguro que era por ese chico.
Oh Dios.
And ppl say there is an awkward tension surrounding them. Somebody pls write a FF about this!
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Crash
Capítulo 8. De miradas, recuerdos y miedos
Un rumbo nuevo se había llevado esa tarde, aparte de ver de nuevo a JunHong se había divertido como nunca, hacía mucho tiempo que no conseguía olvidar el estrés causado por la universidad y sus asuntos personales, eso claro hasta ahora, porque pasar una tarde con los chicos lo había reconstruido por completo. Incluso no había pensado en todo el día en YongNam, sobre que tendría que recibirlo en su hogar dentro de pocos días, eso quedaba completamente atrás siempre y cuando siguiera hablando con el joven que tenía frente a él, eso era lo que tenía calmado a YongGuk.
Si, un niño había conseguido darle tranquilidad y diversión, porque aunque estuvo con todos sus amigos el simple hecho de mantener una conversación con ese muchacho hacía que todo lo demás lo tuviera sin cuidado. Había quedado asombrado por él, aparte de ser muy agradable tenía ese talento en el rap que había llamado sin duda su atención, con fluidez y rapidez recitaba las letras famosas de algunos idiols, tenía mucho talento para ser tan solo un niño. Por cierto, es ahora cuando volvemos al punto donde demos de dejar claro que no sentía nada por él, era solo un niño que recién conocía –y a él le faltaban pocos años para convertirse en un adulto–, no podía ignorar el hecho de que realmente le agradaba, pero no tenía ningún interés por él que fuera más allá que una amistad.
- Vaya, esto sí que fue divertido – Escuchó decir a DaeHyun sentado al lado de él, finalmente se habían cansado un poco.
- Ni que lo digas – Comentó él en el mismo estado.
- ¿Y qué les parecimos? – Preguntó YoungJae a los dos más jóvenes. – Somos algo especiales pero no somos malas personas.
- Jaja – Se rió suavemente Zelo.
- Y no le tengan miedo a HimChan – Señalo el castaño al de cabello negro quien lo miró sin comprender. – Puede que haya intentado matarme esta mañana pero no lo hará con ustedes.
- Yah! No soy un monstro – Replicó enojado el mayor al escuchar lo dicho.
- Pero si es peligroso – Pensó el segundo más joven al recordar lo que había ocurrido hace unos días, luego sintió sus mejillas calentarse de forma rápida.
- Por cierto – Comenzó a hablar el mayor de los seis. – Casi no te he oído hablar – Dijo refiriéndose a JongUp quien se puso nervioso casi de inmediato.
- Seguramente tú si le das miedo – Comentó DaeHyun. – Trata de ser más amable al hablar, de esa forma incluso vas a asustar a JunHong.
- Lo siento, soy algo tímido – Se atrevió a decir tratando de no tartamudear.
- No te sientas nervioso con nosotros, te repito que no somos malos, no seríamos capaces de matar ni a una mosca – Comentó divertido YoungJae sin notar las discretas miradas de dos de ellos.
En el momento en que sus miradas se cruzaron su corazón dio un vuelco, HimChan lo observaba intensamente, sus ojos parecían querer penetrar en él y tratar de averiguar que pensaba, lo cual resultaba algo ambiguo tomando en cuenta lo que había ocurrido entre ellos. Podía escuchar como la conversación entre los otros cuatro continuaba perfectamente sin ellos, sin embargo trataba de quitarse de encima esos ojos casi negros que lo contemplaban de una forma que lo perturbaba ¿Por cuánto tiempo tendría que soportarlos? Desvió sus orbes esperando a que el mayor hiciera lo mismo, HimChan solo no podía parar de verlo.
Moon estaba más que incómodo, se sentía intimidado, no soportaba ser el centro de atención y ahora que era casi examinado visualmente por el pelinegro regresó a su mente aquel beso. Sus labios, a pesar de no querer aceptarlo, los recordaba suaves, finos y por sobre todo tersos; y aunque fue un corto contacto rudo e inesperado por tan solo un segundo su mundo entero había dado un giro al percatarse de la situación en la que había estado, su primer beso había sido robado por un completo desconocido al cual tenía ahora frente a él, y lo que no llegaba a explicarse era como es que en vez de sentir desprecio o disgusto por él más bien solo se cuestionaba como serian estos labios ahora, ¿Si se juntaran de nuevo sería lo mismo o algo cambiaría? Dios, seguramente su cara debía ser fuego en estos momentos, con vacilación alzó la mirada lentamente encontrando de nuevo con al mayor observándolo, se quedaron allí unos segundos, solo mirándose siendo ignorados por los demás quienes debían estar más entretenidos haciendo otras cosas como para prestarles atención a ellos dos. JongUp había sido hipnotizado por la profundidad de esos ojos que no paraban de inspeccionarlo. Una de sus manos había estado todo este tiempo sobre la mesa, no lo había notado aún pero el pelinegro había estado acercando la suya hasta a penas rozarla con la punta de sus dedos, dio un respingo y se alejó rápidamente ante la sorpresa, sin darse cuenta se levantó casi de un salto.
- ¿Up? – Miró a Zelo consternado, ahora caía en cuenta de que hizo algo demasiado llamativo. – ¿Sucede algo?
- No, es solo que… – Sus ojos viajaron hasta quien estaba frete a él para tan solo verlo por una fracción de segundos antes de volver a recordar el instante en que sus labios se había unido. – No me siento muy bien, iré al baño un momento – Y dicho esto salió de la habitación tan rápido como sus nervios se lo permitieron.
Todos quedaron curiosos –aunque HimChan de una forma distinta–, por la actitud nueva del castaño, en especial Zelo. Hace tan solo unos minutos lo había visto divertirse de una forma que solo él había sido capaz de ver antes, hacía mucho tiempo que Up no se mostraba tan a gusto con las personas ajenas a él o su familia, entonces al contemplar su estado agitado despertó su instinto, había solo una cosa que hacía reaccionar de esa manera a su amigo.
- Iré a verlo – Dijo apenas comprendió el asunto levantándose del asiento.
- Iré yo – Escuchó la voz grave del pelinegro, estaba también de pie.
- No se preocupe por él hyun – No, ese era su trabajo. – Será mejor que yo vaya con él.
- Déjame hacerlo – Pidió casi como un favor el joven, Zelo quedó sorprendido por la petición, tanto que solo asintió con la cabeza después de unos segundos. – Gracias – Entonces se dirigió con prisa hacia la puerta para ir en busca del castaño, tenían que arreglar ese asunto.
Su rostro era empapado por el agua entre sus manos, escurrió el exceso del líquido y peino un poco su cabello. Esperaba que con el frió del agua sus mejillas dejaran de arder tanto. A quien quería engañar, ese tipo lo tenía hecho un manojo de nervios, le tenía miedo, uno que no podía explicar del todo, porque en el momento en que sus manos se rozaron por tan solo un momento no fue víctima de un solo recuerdo: el primero fue el de sus labios siendo aprisionados bruscamente por los del pelinegro, y el segundo fue de la situación que lo había hecho aún más ajeno a las personas que había ocurrido hace dos años. No quería volver a eso, no sería capaz de enfrentarlo de nuevo.
- Solo quiero sacar de mi mente ese beso, ¿Porqué por más que intento me es casi imposible olvidarlo?
Y es que lo recordaba casi como si hubiera ayer, desde entonces no lo había olvidado, para nada. Todo resultaba tan fresco: Su imagen, su voz, sus labios. Entonces se vio durante tres días siendo incapaz de superarlo, que ese hubiera sido su primer beso no fue lo que lo marco ese momento, fue lo que sintió en su estómago, una mezcla de sentimientos desagradables –o al menos eso quería pensar–, y le aterraba no poder apartarlo de su mente, en cada momento surgía en él ese recuerdo y lo torturaba durante un buen rato, y por eso temía. Temía no poder olvidarlo, que quedara en él aquel recuerdo, por que sabía que a la larga se convertiría en lo mismo de hace dos años y no quería volver a enamorarse, no de la persona equivocada. No volvería a caer en el traicionero juego del amor.
- Eres interesante – Volteó con sorpresa al escuchar una voz tras de él, la persona que justamente quería evitar seguía apareciendo una y otra vez.
HimChan sabe perfectamente que ha cometido muchos errores al actuar de manera precipitada y sin considerar los posibles resultados de sus decisiones, y es que cuando está molesto su mente deja de trabajar con la misma eficacia, se volvía insoportable, terco y precipitado, bien YoungJae le había dicho en más de una ocasión que un día de estos tendría que enfrentarse a el resultado de una de sus malas decisiones. Pudo haber soportado de todo, cualquier cosa que no fuera tener que lidiar con el chico que había besado en una de sus estúpidas rabietas. Pero no era eso lo peor, tenía que pedirle una disculpa a ese pobre chico que seguramente ahora lo tomaba por loco, y eso no sería un problema de no ser porque estaba comenzando a verlo de otra manera, porque ese niño lo volvió loco en menos de lo que pudo haber imaginado.
Pudieron haberse seguido ignorando el resto de la noche y luego despedirse como si nada hubiera pasado, ese era lo que debía de haber ocurrido y lo que tenía planeado. Pero desde el momento en que lo escucho reír ante las tonterías de los demás y se vio atraído por su brillante sonrisa no pudo dejar de observarlo; siempre sintió interés por las personas tímidas y reservadas, hasta ahora todas las personas por las cuales había sentido algo antes habían sido de ese tipo, le gustaba cuidar de los demás y siempre anhelo encontrar algún día una persona a la que él podría proteger. Luego, al pensar en como lo había besado de forma sorpresiva y seguramente ruda sintió algo extraño dentro de él, porque ahora que lo pudo observar comprendió algo: Que era una persona que necesitaba la compañía de alguien. No se había separado de Zelo en ningún momento lo cual significaba que dependía de él, casi nunca abrió la boca para decir nada y estuvo serio hasta cierto punto, y al ver todo esto surgió en él su instinto materno y por tanto quiso cuidar de él. Pero vamos, JongUp estaba así por su culpa, porque hubo un momento en el que lo vio reír, disfrutar con los demás, y eso acabó en cuanto se percató de su presencia allí, su sonrisa se apago y se volvió a mostrar cerrado. No podía aceptar ser quien acabara con esa felicidad, quería arreglar lo que había comenzado.
- No te asustes, no volveré a reaccionar de esa forma – Dijo cuando estuvo detrás de él, el chico lo miraba alerta.
JongUp quería correr, alejarse de esa persona y olvidarla, más ahora que lo tenía enfrente se sintió incapaz de moverse.
- Solo quiero hablar contigo – Comenzó a decir el pelinegro al no obtener respuesta. – Sé que lo que hice ese día estuvo mal, y créeme que lo lamento infinitamente, no soy esa clase de persona.
- Pero aún así hiciste eso – No quería mencionar la palabra beso, solo lo pondría más nervioso.
- Y no fue correcto, en ese momento estaba de mal humor y reaccione de mala manera – Dio un paso para acercarse al castaño, éste solo retrocedió otro.
- Eso no tiene sentido – Y es que enserio no comprendía lo que le decía HimChan.
- El caso es que quiero disculparme, te vi allá con ellos, te estabas divirtiendo pero cuando me miraste simplemente dejaste de sonreír, no quiero que me veas de esa forma ni que por mi culpa te sientas incómodo. No suelo hacer eso, solo conociste el mal lado de mi, por favor perdóname.
JongUp lo miró inseguro, para él no tenía sentido o que escuchaba, sin embargo pudo ver en los ojos del pelinegro que realmente estaba siendo sincero y buscaba su perdón. Nunca antes alguien había sido así con él y esta persona era completamente distinta la que había visto hace días, no era molesta ni impulsiva y sus intenciones se veían honestas.
- Podrías tratar de olvidar ese mal rato y volver a empezar desde cero – Estiró su pálida mano con discreción, esperando por la respuesta del pequeño.
Lo pensó por unos momentos, él también tenía se enojaba y cometía actos impulsivos ¿Podría compararse ante HimChan? Quién sabe, pero decidió darle una segunda oportunidad, dejando del lado todo lo que había estado rondando por su cabeza antes, porque en verdad quería conocer al verdadero HimChan que ahora se le presentaba. Sus pasos lo aproximaban al mayor, alzó su mano hacia la del pelinegro sintiendo como se estrechaban. Solo esperaba no equivocarse.
- Gracias – Y una sonrisa que iba de oreja a oreja apareció en el rostro del de ojos casi negros.
- No es nada – Se vio deslumbrado por sus facciones, en verdad que eran bellas. Sus mejillas se volvieron a pintar al darse cuenta de lo que había pensado para luego desviar su mirada al suelo avergonzado.
- Pero no sientas vergüenza – Comentó HimChan con diversión al ver la reacción del menor. – En verdad que eres especial.
Poso su mano sobre la cabeza del más bajito revolviendo los castaños cabellos enternecido por las acciones de ese niño. Ambos estaban conociendo un lado nuevo del otro.
- No te preocupes por ellos – Comentó la voz de la razón en el grupo a JunHong.
- ¿Eh? – Inquirió éste.
- HimChan hyun es casi como una madre para nosotros, sabe cómo cuidar de las personas perfectamente – No pasó por alto la mirada de preocupación de ese niño.
- Exacto, es una buena madre, lástima que no podemos decir lo mismo de nuestro padre – DaeHyun miro con aparente discreción al rubio mayor de ellos.
- Muy gracioso, ya veremos si serás el mismo en cuanto estemos solos y pueda darte un par de golpes – Vamos, que a él también le gustaba bromear un poco sobre ser el padre, pero esto ya era abuso.
Zelo rió ante las actitudes de los chicos, vaya que no paraba de divertirse hoy.
- Creo que es hora de que Zelo, JongUp y yo regresemos a casa – Dijo el castaño al mirar la hora en el celular.
- Son solo cuarto para las diez – Dijo Zelo algo extrañado.
- Pero los niños buenos como ustedes deben irse a la cama temprano, además le dije a tu madre que no los traería tarde.
- De acuerdo – Hizo un pequeño puchero que provoco gracia entre ellos.
- Iré a pagar en lo que vuelven JongUp y HimChan, luego nos iremos.
- Te acompaño – Dijo YoungJae mientras ambos se levantaban.
- Ahora vuelvo Zelo, dile a JongUp cuando llegue que ya nos vamos.
- Claro.
Ambos salieron camino a la recepción para pagar, delante del escritorio había un grupo de personas que también esperaban para ser atendidos, DaeHyun sugirió al otro chico sentarse en uno de los sillones de allí mientras esperaban por su turno.
- ¿Qué te pareció mi adorable primo? – Preguntó Jun a su amigo con una sonrisa.
- Ciertamente es lindo, a pesar de ser tan alto tiene cara de niño, la verdad es que es divertido – Comenzó a decir.
- Lo sé, no ha cambiado para nada – Dijo al recordar los viejos tiempos. – ¿Y qué piensas de su amigo?
- No estoy seguro, me parece que fue algo tímido con todos a excepción de tu primo – Dijo ahora un tanto inseguro.
- Realmente él y Zelo son demasiado cercanos – Comentó al pensar en ambos.
- ¿Zelo? – Inquirió YoungJae.
- Así es como lo llamamos él y yo, no recuerdo ni en qué momento comencé a decirle así, me preguntó si JongUp lo hace desde que eran niños – Puso cara pensativa al tratar de recordar.
- Eso me recuerda a que tampoco se ve muy incómodo contigo – Volvió a hablar el de cabello entre castaño y violeta, esta vez más serio.
- ¿JongUp? Supongo que es porque me he esforzado en ser su amigo, lo acabo de conocer hace poco pero Zelo me ha hablado mucho de él. Por lo que se es demasiado cerrado con los demás, solo quiero ayudarlo a sentirse cómodo entre nosotros.
- Te ves muy interesado en él – Un extraño y desagradable sentimiento comenzaba a surgir en él, de repente empezó a sentirse preocupado.
- Será porque me recuerda mucho a una cierta persona que conocí hace años – DaeHyun volteó a verlo y clavó sus ojos en él.
YoungJae lo miró algo indignado seguramente por lo que acababa de oír, claro que recordaba perfectamente esos días en donde él también fue parecido a JongUp, fue también indiferente de los demás y DaeHyun se convirtió en su primer y único mejor amigo desde entonces.
Quien sabe cuánto fue el tiempo que tardaron simplemente allí sin decirse nada, al menos el mayor lucía tranquilo ya que por su lado YoungJae comenzaba a sentir distintas cosas, principalmente nerviosismo ante la situación y el nuevo ambiente entre ellos, tenía sus labios estaban frente a él y eran malditamente tentadores, cuantas veces no soñó con probarlos alguna vez y finalmente conocer su sabor y textura, Dioses, si no se apartaba ahora terminaría por cometer alguna locura.
- ¿Qué tanto me miras? – Le preguntó tratando de adoptar ese mismo tono burlón que siempre usaban entre ellos.
- A ti – De acuerdo, lo que quería era acabar con ese ambiente intenso y DaeHyun no lo estaba ayudando mucho. –Has cambiado mucho desde que éramos niños.
- Pero tú no, sigues siendo el mismo torpe de antes.
- Como puedes llamar así a tu mejor amigo – Sintió un leve empujón de parte de su amigo, ambos rieron.
- Sabes, mañana iré a teñirme el cabello de rubio – Le dijo aun vez que volvió a tranquilizarse.
- ¿Enserio? Hace mucho que no te cambias el color.
- Quería un cambio de nuevo y en verdad me gusta el rubio.
- Te veías muy apuesto con ese color, esperare para verte de nuevo entonces – Dijo él sin notar que el otro se ponía levente rojo, luego paso su mano por sus cortos cabellos en apenas un roce, sin advertir que con esa simple acción lograba parar momentáneamente la respiración del menor.
La señorita detrás del mostrador los llamó, DaeHyun fue el primero en levantarse y en lo que sacaba su cartera y pagaba el total por el tiempo que habían permanecido allí YoungJae trataba por todos los medios no sonreír como enamorado ante las palabras dichas por el otro.
- Date cuenta de una vez por todas de lo que siento por ti, idiota.
Crash
Capítulo 9. Acciones y respuestas inesperadas
Una vez que YoungJae y DaeHyun habían terminado de pagar caminaron rumbo al cuarto donde deberían encontrarse los otros cuatro chicos, uno obviamente alterado y el otro completamente ajeno a ese asunto.
- Es hora de irnos chicos – Se dejo escuchar la voz de DaeHyun al entrar en la habitación dirigiéndose a los dos menores.
- No quiero irme – Dijo Zelo en desacuerdo haciendo un puchero involuntario nuevamente.
- Esos chicos sí que tienen energía – Comentó HimChan una vez que los mencionados se fueron, su mirada seguía postrada en la puerta por la cual habían salido.
- Es natural, después de todos son jóvenes – Dijo ahora el mayor de todos.
- Suenan como si fueran ya ancianos – YoungJae los miró divertido, últimamente hablaban mucho de esa forma.
- ¿De quién es este celular? – Preguntó YongGuk al ver el objeto sobre la mesa.
- Debe de ser de JunHong o JongUp – Respondió YoungJae.
- Iré a devolvérselos – Cuando apenas el rubio esta levantándose de su asiento sintió la mano de HimChan deteniéndolo apresuradamente.
- Iré yo, no deben estar muy lejos – Se ofreció el pelinegro.
- ¿Seguro? – Inquirió sorprendido, no por el que se hubiera ofrecido si no por como lucía.
- Claro – Trató de sonar lo más desinteresado posible, de todos modos no esperó por la respuesta y salió de allí con el pequeño aparato en sus manos.
En el camino a la puerta miró el celular, sabía de quién era y sintió ganas de ver a esa persona de nuevo. Apenas iba cruzando la puerta de vidrio cuando pudo divisar la delgada figura de JongUp caminando hacia él –o más bien hacia el lugar–, fue cuando comenzó a sentirse algo nervioso por alguna extraña razón.
- Debo suponer que esto es tuyo – Dijo mostrando el teléfono una vez que tuvo al menor frente a él.
- Muchas gracias, lo había olvidado por completo – Se excusó el más bajo apenado por ser HimChan precisamente quien tuviera que entregárselo.
- ¿Y DaeHyun y JunHong? – Preguntó el pelinegro confuso al no ver a esos dos.
- Están esperándome más adelante – Contestó el chico volviendo a su usual sonrisa.
- De acuerdo – HimChan sintió algo nacer en su estómago al ver esa sonrisa frente a él, le parecía completamente adorable – ¿Podrías darme tu número? – Sabía que no debía retenerlo pero de alguna manera quería permanecer un poco más de tiempo junto él. – Seguramente nos volvamos a ver por DaeHyun pero quisiera tenerlo por cualquier cosa – Dijo después sin saber del todo porque se sonrojaba.
- Claro – JongUp sonrió aliviado; él tenía las mismas intenciones de pedirle su número, solo que en su caso hubiera sido incapaz de pedírselo a la cara sin morir de vergüenza.
- Lo lamento – Dijo de la nada el de tez pálida, sus ojos se mantenían en la brillante pantalla anotando el número del menor.
- ¿Eh?
- Ya lo sabes, por eso –Comenzó a decir ahora mirándolo a la cara. – De alguna manera siento que aun no me he terminado de disculpar.
- No tiene ya importancia – Es más, de ser por él hubiera preferido no recordarlo de nuevo.
- La tiene para mí – Dijo firmemente el mayor, esta vez sus ojos no se apartaban del castaño.
Por más que intentó convencerse de que se había disculpado apropiadamente aun creía que no era suficiente, JongUp era un chico muy compasivo por perdonarlo, la cosa era que él se seguía sintiendo culpable, como si lo que hubiera hecho no pudiera ser olvidado tan fácilmente, y lo que lo hacía más grande su culpabilidad era que en el fondo no quería olvidarlo –ni que el menor lo olvidara–. Al contemplar los ojos confusos del castaño supuso que habría dicho algo extraño, rápidamente trató de poner una excusa.
- Digo, después de todo fui yo quien te hizo eso así que me siento aun en deuda, sé que te pedí perdón pero no me termino de creer que me hayas perdonado tan fácilmente – Comenzó a titubear, algo no muy común en él.
JongUp soltó una risa en bajo, la imagen que ahora le daba el mayor le causaba gracia aunque en un sentido distinto al común.
Por primera vez se sintió en completa confianza con HimChan, quizás después de todo había sido muy duro con él y debió olvidar todo desde el principio, ese beso fue solo un acto de enojo, podía ser raro pero no con mala intención. Además de que ahora estaba seguro que estaba viendo al verdadero Kim HimChan, un chico apuesto y de buen corazón, no tenía por qué estar molesto con él. Lo único que quería era seguir conociendo ese lado amable suyo y volverse buenos amigos, el único problema era que el mayor no quería aceptar el hecho de que para él todo había quedado atrás.
- Entonces tendré que demostrarte que todo está bien – Dijo cortando los balbuceos del de enfrente.
La cara del Kim se tornó en confusión ante las palabras del chico, y más aun cuando lo vio acercarse a él y posar de manera tímida pero firme las manos sobre sus hombros.
Debido a la diferencia de altura JongUp tuvo que estirarse lo más que pudo, si alguien viera la escena de lejos resultaría imposible no enternecerse por como el menor tenía que pararse de puntillas para alcanzar la altura del otro.
JongUp sabía que lo que haría no se adaptaba a él, que después de esto tendría un conflicto mental contra él mismo, pero por esa única vez quiso dejar todo del lado para demostrarle a HimChan que al menos él ya había dejado atrás ese incidente.
Dejó que sus labios descansaran en la pálida piel de la mejilla de HimChan en lo que fue apenas un tímido roce que sin embargo logró mover por completo el mundo del mayor. Duro cuestión de segundos, luego JongUp se alejó del más alto y bajo el rostro sin querer ver la cara que en esos momentos debería tener el de enfrente.
- ¿Lo ves? Hasta luego – Fueron sus últimas palabras antes de irse a paso veloz de allí, Zelo y DaeHyun aun estaban esperándolo.
Si, cometió un terrible error, no faltaba poco para que comenzara a recriminarse lo que había hecho. Sin embargo, creyó que podía soportarlo, en gran parte debido a que no se arrepentía en nada.
- No te preocupes mamá, estaré bien – Repitió como por enésima vez en el auricular del teléfono, le resultaba un poco difícil escuchar lo que le decían debido a todo el ruido en el aeropuerto.
- Prométeme que también cuidarás a tu hermano – Le dijo la mujer de voz mayor desde el otro lado de la línea.
- Lo haré – Dejó escapar una risilla irónica, no es como si su hermano necesitara que alguien se hiciera cargo de él.
- ¿Aún estás seguro de esto? – Esta vez fue su padre quien preguntó, incluso él estaba impresionado por su idea, no lo culpaba.
- Al cien por ciento, me tengo que ir ya, el avión está a punto de salir y voy retrasado – El peso de las maletas sobre sus hombros parecía alentar sus pasos, se preguntó si él podría cargar igualmente lo mismo sin cansarse, ni siquiera sabía eso.
- Cuídate mucho y no entres en malos términos con tu hermano – Volvió a decirle la autoritaria voz.
- Lo prometo, adiós, los veré pronto – Dijo como despedida, a diferencia de YongGuk él no buscaba alejarse de sus padres, solo que a veces se sentía muy asfixiado por ellos, esa era una de las razones por las que tomaba esa viaje.
Miró con cautela el avión en el cual tendría que subir, nunca fue muy bueno para los viajes en avión o autobús, al menos sabía que Guk si lo era, no dudo muchas veces en irse de viaje completamente solo muchas veces antes.
- Bien hermanito, es hora del reencuentro – Y como si esperara que el viento llevase sus palabras a su gemelo abordó el avión anticipando lo que sería su llegada a casa de su hermano.
YongGuk llegó a su casa a eso de las 11:30 de la noche, después de recibir el repentino mensaje de HimChan diciéndole que se había ido ya fueron él y YoungJae quienes se retiraron por su camino cada uno. Revisó su buzón de llamadas, apenas y ahora lo notaba, tenía dos llamadas perdidas. Vio primero con desinterés que la primera se trataba de su madre, pero su semblante cambio al ver el segundo contacto. YongNam lo había llamado hace veinte minutos, no se molesto en llamarlo ahora, quizás lo haría mañana.
Resopló y tiro el celular a su cama mientras se sentaba en la silla frente a su escritorio, no quería dormir ahora. Volvió a rememorar las cosas que habían pasado hoy, en especial a JunHong, no podía creerlo pero se había encariñado con él, de por si en aquel día sintió un impulso por ayudarlo ahora era como si quisiera protegerlo.
- Pero solo porque parece un niño despistado – Se dijo en la mente al percatarse de sus pensamientos.
De nuevo a aclarar la situación, por que sonaba como un pedófilo detrás de un chico de que ¿16 o 17 años? –si es que no era menor–. Su único amor ahora era la música, y estaba casi seguro de que sería lo único que amaría el resto de su vida. Tomó la pluma después de acomodar los cascos de los audífonos en sus oídos, tenía una canción que debía terminar y podría finalizarla ahora. Puso play, normalmente para inspirarse pensaba en famosas pinturas con alguna historia, sin embargo esta vez ocurrió algo distinto, porque lo primero que vino a su mente ante la primera nota de la melodía fue la cara de JunHong de nuevo. ¿Estaba mal eso? Quiso apartarlo de la mente, pero tuvo que aceptar que entre más lo intentaba más recordaba sus facciones y la diversión que había tenido junto a él.
Resignado dejo de resistirse, si no dejaba de pensar en él cuando quería escribir algo debía ser por una razón, trato de asimilar al chico junto a su canción, la letra relataba los sentimientos de un joven y sus pensamientos ante la opresión hacia sus ideales y expresiones, ¿Qué tenía que ver eso junto a JunHong? ¿Cómo relacionabas el desacuerdo y fuerza de una persona ante otra que parecía ser alegre e inocente? Y de repente algo hizo clic en su mente, su mano comenzó a moverse con rapidez mientras las ideas no dejaban de surgir en su mente.
Ahora usaba a JunHong como inspiración para escribir una canción, ¿Qué tan mal se oía eso?
*Pov Zelo*
Cuando llegamos a casa encontramos a mamá en la sala, no sé si DaeHyun o JongUp se hayan dado cuenta de la rapidez con la que guardo unos papeles en una carpeta, después de todo mamá era muy precavida con lo que hacía y sabía adaptarse muy bien a cualquier situación, como fuera, no duramos mucho tiempo en la sala, JongUp fue el primero en retirarse a su habitación después de darnos las buenas noches, creo que algo ha pasado con él, la sonrisa en su rostro no era la misma de siempre –es decir, siempre sonríe pero esta vez resultó algo distinto–, no sé qué pensar, hoy estuvo muy extraño, mañana tendré que interrogarlo.
El siguiente en dejarnos fue mi primo pues nos dijo que el día de mañana acompañaría a YoungJae a algún lugar, recuerdo que mamá volvió a insinuar algo de una cita, ella siempre con sus bromas inapropiadas, por suerte Dae no lo tomó seriamente pues rió con ella. Al final quedamos solos ella y yo, no quiero aceptarlo pero al momento en que le deseé las buenas noches pude ver la mirada en sus ojos, no tenía confianza en ella en ese momento, sé que hay algo que me quiere decir y que no ha hecho, referente a eso. No sé si agradecerle o no el hecho de no habérmelo comentado, pues hay ocasiones en las que solo de pensar en ese asunto comienzo a temblar, justo como ahora.
- Cálmate, no tienes por qué asustarte de nada – Me dije tratando de darme valor, ya no podía ser más un niño.
Busqué distraerme, lo primero que vino a mi mente fue entrar a mi computadora, nada mejor que navegar en las maravillas del mundo digital y el internet. Solo me puse una ropa más cómoda para después de esto retirarme a dormir, quede con mis bóxers y una camisa sin mangas holgada pues esta noche resultó ser muy calurosa.
¿Qué podía hacer? Ponerme a mirar videos, jugar un poco, hablar por chat… si, eso último me resultaba mucho más atractivo en estos momentos. Había conseguido el correo electrónico de YongGuk, me pregunté si podría hablar con él a estas horas, quizás aun no había llegado a casa o incluso podía seguir disfrutando de la noche en otro lugar. Al final opté por darme una oportunidad y me conecté, enseguida entre en la opción de contactos e hice clic en la opción de agregar contacto, tecleé la dirección de YongGuk hyun lo más rápido que pude cometiendo incluso algunos errores, no podía evitarlo, ese hyun me emociona, es realmente agradable.
Ahora caigo en cuenta de algo, no podía hablar con él hasta que me aceptara como contacto, lo olvide por completo.
- Siempre olvido estos pequeños detalles – Digo al aire, resopló decepcionado.
No me quedó más que ponerme a navegar por la red, se supone que tenía que irme a dormir como el “niño bueno” que era y que todos esperaban, pero honestamente ahora no me apetece. Vi algunos videos, jugué un rato en línea –no paré de perder– y por qué no, adelanté un poco de mis deberes escolares, vaya, lo que hace el aburrimiento conmigo. Gasté quizás una hora en ello y aún seguía sin entretenerme del todo, quizás solo deba acostarme y escuchar música esperando que me dé sueño. Apunto estaba de dejar mi laptop del lado cuando escuche una campanilla provenir de ella, del chat.
Bang_yg ha aceptado tu solicitud.
- Así que ese es su nombre de usuario – Comenté al verlo, era simple al igual que él mío.
De acuerdo, estaba demasiado despierto como para irme a dormir a este punto, y sin importarme si era una acción demasiado acelerada o no me decidí a comenzar una conversación con YongGuk hyun.
“Hola hyun” Fue el texto que apareció debajo del nombre Zelo-ya!
Esperé la respuesta tamborileando mis dedos por la laptop, era un mensaje demasiado sencillo y seguramente no obtendría respuesta alguna, pero valía la pena intentar.
“Hola, los niños buenos deberían estar dormidos ya” Reí con gracia, al parecer todos tenían ese estereotipo de mi.
“No tengo nada de sueño, quiero hablar contigo hyun” No fue hasta después de visualizar mi respuesta en la pantalla que pensé que eso sonaba algo atrevido si se trataba de ese hyun al cual tantos problemas le había causado.
“Entonces cumpliré tu deseo, pero no soy muy bueno conversando” Sonreí aliviado, no se había incomodado, y a pesar de sus contestaciones simples y algo secas yo estaba bien con ellas.
“¿Qué está haciendo ahora? Yo estoy aquí en casa esperando no despertar a los demás con los ruidos de mi laptop” No tenía nada mejor que decir, realmente.
“Escribía algo, una canción” Fue lo que recibí después de unos dos minutos, eso sin duda tajo mi interés y mi rostro a la pantalla.
“Ahora que lo recuerdo me había dicho que le gustaba mucho escribir rap, ¿Sobre qué trata?” De nuevo, volvía ser atrevido.
“Te lo ensañaré, pero no te burles de lo que lees” Reí no solo por el mensaje, si no por el lindo emoticono que había llegado con él.
“No lo haré ^^” Me pregunto si poner esa carita resultaba infantil, no era que las usara mucho si no de vez en cuando, a demás de que se me hacían lindas.
“De acuerdo, te mostraré un poco:” Supuse que estaría transcribiendo la letrea o algo así a juzgar por el tiempo en que tardo en mandarme el siguiente mensaje, al momento de recibirlo me quedé absorto en las palabras que había escrito.
“No pienses que me rendiré nunca
Siempre seguiré luchando por lo que amo y protejo
No dejaré que las sonrisas se extingan
Ni que la alegría muera
Continuaré gritando lo que siento
Tan fuerte será que llegará hasta lo más profundo de ti
Estremecerá tu interior y te vencerá
Y si me debilito obtendré la fuerza de la pureza
De las sonrisas y las esperanzas de quien aun no ha sido corrompido
Lucharé por todos aquellos que están conmigo
Y no podrás callarnos ya más”
Leyó las letras de nuevo, una, otra y otra vez. Por alguna razón le resultaban magníficas. Una gran obra de arte en palabras.
“Wow! Son geniales hyun ¿Enserio tú lo escribiste? Son asombrosas” Sinceramente había quedado impresionado, si eso era lo que sentía YongGuk pues pensaba que era profundo y que era un gran escritor.
“Gracias por el cumplido, y no me considero del todo autor de ellas, después de todo siempre he pensado que una gran parte de lo que escribo pertenece también a mi inspiración. Además es solo un borrador así que quizás las cambie un poco al final.” Cielos, ahora eso se escuchaba incluso genial, tal como YongGuk.
“Aún así creo que tal y como está es muy bueno ¿Y qué es lo que te inspira?” Estaba curioso sobre qué era lo que podía traerle las ideas a este hyun tan misterioso.
“Son varias cosas, por lo usual son las artes visuales, como las pinturas o fotografías, o incluso hasta otras canciones” Cada vez quedaba más admirado.
“¿Y qué fue lo que te inspiró esta vez?”
“Si te lo digo no lo creerías”
“Claro que si, por favor”
“No es de gran importancia”
“Lo es, vamos ¿Por favor?” Adjunté un lindo emoticón de un muñequito con ojos brillosos.
“¿No dirás nada a nadie?”
“Lo prometo”
Esta vez la respuesta tardo mucho más en llegar, y eso me ponía ansioso, realmente quería saber que era lo que podía provocar tales pensamientos en el YongGuk hyun. Finalmente, después de lo que fueron unos tortuosos minutos para mi, llego el siguiente mensaje, y mis ojos marrones en efecto no podían creer lo que en ella había escrita.
“Fuiste tú”
Y sentí mis mejillas arder, al igual que todo mi rostro, y en mi estomago formarse un cosquilleo que después pasó a todo mi cuerpo. No supe que contestar entonces, ¿Era una broma no? Pero de ser así me hubiera reído, quizás malentendí las cosas y en realidad sí era una broma.
“No bromes y dime que es”
“No es broma” Solo pude sonrojarme más y sentirme apenado, muy apenado. “¿Estás molesto conmigo?”
“No, solo que no me lo esperaba” Escondí mi cara entre mis manos, pues me imagine a YongGuk hyun diciéndome eso a la cara, con su voz profunda y rostro apacible, y por alguna razón esa imagen me resulto extrañamente atractiva. “Lo siento pero tengo que irme, ya tengo sueño y es tarde” No, no tenía sueño, pero si era tarde, así que supongo que la mentira cuenta como verdad en cierta parte.
Solo puedo decir que me despedí de YongGuk hyun, y que después de apagar mi computador me tiré a mi cama, abracé una almohada con mis delgados brazos lo más fuerte que pude para esconder mi rostro en ella, como si esperara acabar con mi sonrojo y la vergüenza. Aún sentía mi cara arder levemente y ese cosquilleo ahora en menor fuerza por todo mi cuerpo.
Sin embargo no puedo negar que me sentí levemente feliz por esa respuesta, muy en el fondo, y que también me la pase sonriendo y pensando en YongGuk hyun hasta dormirme.
Crash
Capítulo 10. No es una cita
Jae no estaba para nada alterado, de hecho se encontraba en perfecta calma y armonía. Porque esto no significaba nada, en absoluto, el simple hecho de que él y DaeHyun acordaran una fecha y lugar para verse y que éste lo acompañara a teñirse su cabello no convertía la situación en una cita, era una salida casual entre amigos, en su caso los mejores amigos. Y eso no significaba nada, no tenía porque ponerse nervioso.
Excepto porque si lo hacía.
- Pero no es una cita – Se volvió a repetir como por milésima vez en el día.
Pero lo ponía feliz el hecho de que fuera Dae quien lo haya dicho. Muy feliz.
- Mamá saldré un rato – Habló a la mujer que se encontraba en la cocina.
- ¿Con DaeHyun verdad? – Le preguntó ésta tomándolo por sorpresa.
- ¿Cómo lo sabes? – Apartó la vista de sus zapatos justo cuando terminó de amarrarse las agujetas, que le recordara no le había dicho nada a ella.
- Es instinto materno.
Observó de reojo la sonrisa que le otorgaban, suponía que era cierto, ella siempre adivinaba cuando salía con DaeHyun o no, hasta ahora aún no había encontrado una explicación lógica para entender como lo hacía.
- Como sea, nos vemos luego – Se despidió mientras salía de su hogar.
- Ve con cuidado – Regresó a su acción de terminar de lavar los platos, luego rió complacida. – Además de que siempre usas la mejor ropa que tienes cuando te vas a encontrar con él.
Tenía que ir primero al parque donde se habían encontrado todo el día de ayer, pues por más que Dae le dijo que lo vería en su casa no quería que fuera, su madre empezaría a humillarlo como siempre lo hacía. Sacaría un álbum de fotografías viejo –se preguntaba cuantos tenía, siempre sacaba uno distinto– y le enseñaría las fotos suyas a DaeHyun y si no era eso le contaría alguna historia vergonzosa, eso por supuesto que no podía permitirlo,.
Volviendo al tema de la no cita, de acuerdo a sus planes primero irían a la peluquería a teñir su cabello y a que Dae se cortara un poco las puntas. No lo dirá en voz alta, pero tampoco quería en cierta manera que lo acompañara allí, pues la recepcionista siempre miraba a su amigo como si fuera algo que quisiera tener y DaeHyun por supuesto no lo notaba, aunque tuviera un letrero que dijera “Quiero besarte y darte un hijo” el estaría incluso más atento a un libro de cortes y peinados. Eso era también un punto que le encantaba de DaeHyun.
- YoungJae – Escuchó su nombre provenir justamente de quien pensaba.
- Te dije que no llegaras tarde – No era tarde, solo le gustaba molestarlo.
- Pero si apenas son las 10:16 – Dijo el otro desconforme.
- Pero para mí es tarde ¿Qué hubieras hecho si alguien me hubiera secuestrado? – Siguió con el juego a ver que el otro también parecía querer jugar.
- Pues tendría que buscarte por mar y tierra y no pararía hasta encontrarte – Le respondió el castaño riendo.
- Yah, ni que fuera tan importante – Menos mal que no se había sonrojado tanto como se sentía por dentro, últimamente DaeHyun decía esa clase de cosas con mucha frecuencia y le resultaba más difícil contenerse.
- Claro que lo eres, no sé qué sería de mí sin ti – Por supuesto que era en serio, YoungJae era su mejor amigo en la vida y sin él estaría perdido.
- Lo que digas solo vámonos ya – Dijo YoungJae aparentemente sin darle mucha importancia, si seguían hablando de eso estaba seguro que no podría aguantarlo mucho.
- Como quieras – Ambos comenzaron a caminar a paso lento, la cita en el peluquero era en una hora, así que tenían mucho tiempo de sobra.
Para DaeHyun resultaba de lo más natural esa clase de comentarios hacia YoungJae, no por nada era su mejor amigo y lo quería como un hermano, solo que a veces creía que se pasaba con ellos pues tal y como ahora Jae se ponía incómodo, pero era su naturaleza ser así con él, de todas maneras si eso le incomodaba al menor tendría que arreglarlo.
YoungJae se alegraba de que con el tiempo había aprendido a controlarse más o menos, si hace años hubiera estado en esa situación hubiera reaccionado de formas muy obvias y cosas como ésta de caminar a su lado serían lo que aceleraría su corazón a un ritmo cardiaco peligroso, por supuesto que en esos momentos estaba un poco ansioso pues estaba solo con él, caminando juntos en el parque como si fuera…
- No, no lo es para nada.
Recordó cuando hace tiempo también, se hubiera imaginado que en vez de DaeHyun fuera una linda chica la que lo acompañara, esas etapas de negación habían sido muy contraproducentes. Por un tiempo pensó que nunca fue amor lo que sintió, solo que estaba confundido y que aun quería conseguir una novia a quien adorar y poder llamar a eso una cita.
Pero vamos, que estar con DaeHyun era mil veces mejor.
- Oh mira – Dijo el mayor de repente señalando un puesto cerca de ellos.
- ¿Un puesto de crepas? – Debió esperarlo.
- Vamos por una, se ven muy bien – No pudo negarse, en menos de un segundo su brazo era jalado por un voraz DaeHyun camino hacia donde vendían esos postres. – Wow, mira cuanta variedad – Comentó con los ojos brillando de emoción.
- ¿No es muy temprano para que comas dulce? – YoungJae rió ante su actitud extasiada por algo tan simple como unas crepas.
- Déjame ser libre – Se quejó mirando aún el menú de los sabores, había tanto que quería.
- Tómate tu tiempo – Exclamó divertido al ver la cara pensativa e indecisa de su amigo.
Notó como dos chicas que esperaban sus crepas los miraban con sonrisas coquetas, las hubiera ignorado de no ser porque una de ellas pasó uno de sus brazos muy cerca del de Dae para tomar la miel al lado de él.
- Lo siento – Dijo con tono coqueto la joven y una sonrisilla.
- No importa – DaeHyun le sonrió a ella más por cortesía que por otra cosa.
YoungJae frunció el ceño. Si hubiera querido que una chica le coqueteara a DaeHyun ya estarían en otro mundo.
- Disculpa, ¿Podrías pasarme una servilleta? – Habló la otra chica, más bajita que la otra y esta vez a él.
- Claro, toma – Se esforzó en componer una sonrisa falsa, al menos DaeHyun ya había pedido la crepa y solo tendrían que esperar por ella e irse.
- Gracias – Los delgados dedos de su mano rozaron con los suyos más de lo necesario, viró sus ojos rápidamente hacia el mayor, la decepción era inevitable al ver que este estaba mucho más absorto en el hombre que preparaba las crepas que en él, prestaba más atención a cualquier otra cosa que a lo importante.
El menor pensó que esas chicas habían tardado demasiado con ellos ¿Qué tenían que hacer allí coqueteándoles? Solo mostrando sus rostros infantiles y con sonrisas cautivadoras, hace tiempo hubiera pensado que eso era lo que quería, ahora solo le resultaba irritante.
- Toma.
- ¿Eh? – Fue sorprendido al tener una crepa frente a él siendo entregada por la mano de DaeHyun.
- Tu crepa – Dijo esto como si fuera la cosa más obvia del mundo.
- Pero no pedí una – Dijo confundido por ello.
- Pero yo te invito esta – El mayor sonrió divertido por la confusión de YoungJae, luego éste tomo su crepa mirándola aun confundido.
- Gracias entonces – DaeHyun no había prestado atención a los coqueteos de esas chicas, pero si a que sabor de crepa elegir para él, ¿Por qué sentía que eso era extremadamente lindo de su parte?
- ¿Seguimos caminando? – Le preguntó el castaño con algo de comida en su boca.
- Si – Dio un primer mordisco a su manjar, el sabor de la crema junto a las fresas daban un muy buen sabor.
Si eso no era una cita, aún así le estaba comenzando a gustar.
*Pov Zelo*
Me levanté tarde, por unos momentos sentí pánico pero éste desapareció casi de inmediato al recordar algo: son vacaciones.
Después de tardar una media hora despierto ayer pensado en lo escrito por YongGuk hyun finalmente me quedé dormido. Lavé mis dientes en el baño que tenía mi propia habitación –era pequeño pero suficiente, JongUp tenía que ir al baño del pasillo–, ahí en el lavabo miré mi rostro. Era el mismo de siempre, infantil, alegre, sano, de buen ver.
¿Por cuánto tiempo sería así?
Bajé las escaleras después de cambiar mi ropa a lago más cómodo pero que igual servía para salir, después me bañaría por que ahora tenía mucha hambre y me apetecía un cereal. Encontré a mamá en la sala como se le había hecho costumbre, estaba sentada en el sillón cruzada de piernas mirando unas cosas en la mesa de allí, al escuchar mis pasos volteó rápidamente a ver de quien se trataba, pareció un poco más aliviada al ver que era yo, sin embargo volvió esa mirada de ayer, esa que no me gustaba.
- Vaya hora de levantarse – Me comentó al verme bajar recién.
- Lo sé – Dije riendo por el cometario, caminé en dirección a la cocina para buscar el cereal o quizás solo evitar lo que ella quería decirme – ¿Dónde están todos?
- DaeHyun salió hace rato a ver a su amigo YoungJae y JongUp está bañándose.
- Ahh – Exclamé simplemente mientras tomaba mi preciado cereal de la alacena.
- JunHong… – Comenzó a hablarme con otro sentimiento, no era el único que tenía miedo.
- ¿Qué sucede? – Respondí yo tratando de no sonar muy afectado.
- Aun no se los dicho a nadie verdad – Más que una pregunta sonó como una afirmación, era obvio que no, de ser así el ambiente en casa sería totalmente distinto.
- Lo olvidé – Traté de mentirle, no es que lo haya olvidado, más bien evito pensar en el asunto cada vez que puedo o surge el tema.
- Hijo, cuando quieras hacerlo el tiempo será muy reducido y será más doloroso – Me dijo ella mirándome desde su asiento con compasión.
- Ya lo haré, solo dame un poco más de tiempo – Dije yo dejando del lado las cosas que iba a hacer, extrañamente creo que soné como un niño haciendo berrinche.
- No soy yo la que te dará el tiempo JunHong – Puedo observar sin satisfacción alguna como en su rostro se forma una expresión de angustia. – Ven aquí.
Obedecí, caminé hacia ella y me senté a su lado, otra vez fue atrapado por el calor de su cuerpo que esperaba darme cariño y reconfortarme.
- No evites esto hijo, sé que intentas dejarlo del lado, pero esto es real y no podrás huir de este problema tan fácilmente – Apoyé mi frente en su hombro, era cierto, estaba huyendo cobardemente de todo.
- Es que no lo puedo aceptar, esto no puede estar pasando – Repetí esa frase una y otra vez en mi cabeza, quería que se volviera realidad.
- Mi bebé, todo estará bien, pero para avanzar con esto debes primero aceptarlo y decírselos a ellos – Mi madre trata de animarme, como quisiera poder confiar más en esas palabras.
- Lo intentaré – Mi voz salió entre cortada de mi garganta.
- JunHong, estas temblando – No me había percatado de que estaba en estos momentos aterrado, las manos de mi madre subían y bajaban por mis brazos intentado tranquilizarme. – Acéptalo de una vez y cuando lo hagas verás que las cosas mejoraran.
- Pero y si no – Finalmente deje escapar esa frase que más me asustaba, me aparte de ella y trate de hablar por todos los medios sin quebrarme en lágrimas. – ¿Y si las cosas no mejoran? ¿Y si solo empeoran? ¿Qué tal si llega el día en que tenga que separarme de todos ustedes?
- Hijo no será así – Ella también lucía preocupada pero guardaba la compostura. – En el momento en que lo digas a Uppie-
- ¡No se lo puedo decir! – Terminé por gritar desesperado, no a ella, si no a mí mismo. – No puedo decirle lo que me está causando esto, ¡No quiero que JongUp ni nadie más lo sepa!
- ¡JunHong! – Gritó mi madre al verme correr después de decir eso con lágrimas en mis ojos.
Tomé mi skateboard que se encontraba al lado de la puerta –ni siquiera me pregunté cómo es que llegó allí– y salí de casa, me monté sobre él y me alejé lo más que pude de ese lugar sin importarme nada más.
En esos momentos solo quería llorar y desahogarme.
*Fin pov Zelo*
JongUp salía del baño con la toalla entre sus manos secando sus castaños cabellos, se preguntó su Zelo había despertado de una vez o no. Fue hacia su habitación esta vez mucho más despierto que cuando se levantó, apenas entró al cuarto pudo notar la pantalla de su teléfono encendida indicando que tenía un nuevo mensaje.
Tomó el celular con una mano mientras se ocupaba con la otra de terminar de escurrir la humedad en su hebras castañas, allí en la bandeja de entrada habían dos mensajes sin leer. Abrió un poco más sus ojos desconcertado por los nombres de quien se los enviaban, uno de ellos era de su padre y el otro de HimChan. No sabía cuál de los dos era más intrigante.
Abrió primero el de su padre, solo encontró un texto simple de pocas palabras preguntándole como se encontraba y si la estaba pasando bien, de acuerdo, que su padre le hubiera enviando un mensaje preguntando por el sí que era sorprendente. El simple hecho de recordarlo le parecía asombroso, y no es que quisiera sonar mal, pero era cierto que habían ocasiones en que su propio padre olvidaba su existencia estando demasiado ocupado con el trabajo. Envió también una corta respuesta haciéndole saber que estaba de maravilla.
Contempló primero el nombre de quien enviaba el segundo mensaje, lo observó por unos segundos sin creer tampoco que esa persona le hubiera escrito algo tan temprano. Con un mínimo sonrojo lo abrió para comenzar a leerlo.
“Buenos días!
Sé que es raro que te envíe un mensaje tan de mañana y lamento si te desperté, pero quería saber si habías llegado bien anoche (y no preguntes por qué no te lo pregunte precisamente anoche). Desde ahora me prometo cuidar de ti y de JunHong, se ven como niños muy inocentes que necesitan ser observados desde cerca.
Hasta luego.”
Por un momento pensó que era algo extraño el mensaje y cuál sería la razón por la cual HimChan lo había escrito, algo en él le decía que no era simplemente porque quería saber si había llegado bien o no, pero decidió dejarlo del lado, por que por alguna razón lo hacía feliz que se lo hubiera escrito y volvió a leer la línea que decía él y JunHong serían cuidados por él. De Zelo era esperado, todos sentían ganas de cuidar de él con tan solo mirarlo una vez, pero a él ¿Por qué?
Intentó escribir también una respuesta sencilla para HimChan, sin embargo sus dedos no se movían sobre el teclado táctil, ¿Qué podría contestar? No contestaba más mensajes que los de Zelo así que no tenía ni idea de que decirle a HimChan. Prefirió dejarlo para después, quizás más al rato algo vendría a su cabeza.
Justo en el momento en que dejaba el aparato sobre la mesa nuevamente fue que escucho una voz desde el primer piso, concretamente la del mismo JunHong. No tardó nada en salir de la habitación y bajar las escaleras dando casi saltos en ellas. Para cuando llegó al último escalón lo único que pudo alcanzar a percibir fue el sonido de la puerta azotándose en la entrada, entonces miró a la madre de Zelo de pie con la expresión más angustiada que había visto de ella en su vida.
- ¿Qué ha pasado? – Preguntó cuando llego junto a ella, la mujer al mirarlo trató de calmarse lo más que pudo.
- Nada importante, es solo que Zelo y yo discutimos un poco – Le dijo esta sin lograr que Up le creyera.
- ¿A dónde fue? – Preguntó pues le preocupaba que se perdiera nuevamente.
- Realmente no lo sé Uppie – Dijo ella también preocupada mirando la puerta por la cual había visto salir a su pequeño llorando. – No vayas a buscarlo ahora, tiene que pensar en estos momentos y alejarse de nosotros – Le dijo al chico al adivinar lo que tenía planeado hacer.
- Pero si se pierde…
- No te preocupes, estará bien querido – Honestamente ella también quería salir y detenerlo, pero lo mejor para JunHong era que se diera algo de tiempo para asimilarlo todo, solo esperaba que su palabras de que estaría bien se cumplieran.
JongUp no comprendía nada, la actitud de Zelo había sido la misma hasta ayer en la noche al igual que la de su madre. ¿Había algo que Zelo le estaba ocultando? En esos momentos estaba frustrado por muchas cosas: Había algo de lo que se estaba perdiendo, Zelo había salido de la nada después de gritar algo que no logró entender y ni siquiera sabían a donde, y para colmo no podía ir a buscarlo.
De tanta frustración olvidó mandar el mensaje de respuesta a HimChan y se pasó la mañana en casa pensando una y otra vez en que era lo que le podía estar ocurriendo a su amigo.
HAS ANYONE NOTICED THAT ZELO IS SHIP-ABLE WITH EVERYONE IN B.A.P
Himchan x Zelo (HimLo)
Jongup x Zelo (JongLo)
Young Jae x Zelo (YoungLo)
Daehyun x Zelo (DaeLo)
Yong Guk x Zelo (BangLo)
HE’S SO DAMN SHIPABLE I MEAN LOOK AT HIM
Whose face doesn’t look perf with that? ; v ; ♥
Crash
Capítulo 11. Gemelos
Se encontraba en una parada de autobús con ambas maletas en sus manos y una mochila sobre el hombro, las personas a su alrededor iban y venía con algún rumbo o lugar ya destinado, en su caso no sabía que debía hacer. Ya había llamado a Guk más de cinco veces y éste no le contestaba, no conocía para nada ese lugar ni mucho menos sabía la dirección del hogar de su hermano, en pocas palabras era como si estuviera perdido.
- Ese hermanito mío – Se dijo frustrado.
- ¿YongNam?
- Finalmente contestas – Suspiro más calmado pero aun inquieto. – Te he estado llamando desde hace mucho, ya estoy aquí en GonEun, tan siquiera sabes que vendría ¿No?
- Lo sabía, mamá también me llamó en la mañana a decirme que hoy llegarías – YongGuk había estado muy molesto por esa repentina noticia.
- ¿Qué rayos estabas haciendo? – Le preguntó él gemelo mayor indignado.
- Simplemente cosas mías – Esa respuesta si molesto al mayor, aunque trató de no hacerlo evidente pues ahora habían cosas más importantes a discutir que eso.
- De acuerdo – Ese de acuerdo salió mas frívolo de lo que esperaba – ¿Podrías venir por mí?
- Claro, pero preferiría primero verte en un lugar, hay algo de lo que quiero hablar contigo – Al otro de la línea YongGuk apagaba su portátil anticipando la respuesta de Nam.
- Supongo que está bien, pero no conozco este lugar – El rubio sonrió complacido, el buen YongNam era incapaz de negarse ante los demás, uno de los tantos aspectos que siempre cuestionaba de su hermano.
- Tú solo toma un taxi y te veré allí, te enviaré la dirección por un mensaje, no tardaré en llegar – Insistió el menor ante la inseguridad del otro.
YongNam suspiró rendido al acabar la llamada, por alguna razón siempre que hablaba con YongGuk terminaba por sentirse exhausto, era como si sus energías se gastaran con él. Poco después tomó el primer taxi que se le apareció le dio las direcciones al conductor desde su teléfono, no tardaron mucho en llegar a un pequeño establecimiento, un restaurante de ramen.
Espero a que su hermano apareciera, ojalá y no tardara mucho como le había dicho, dejó a sus ojos contemplar las cosas a su alrededor en busca de alguna distracción que le ayudará a pasar el tiempo. No había mucho que ver, solo personas caminando o autos pasando, lo que más llamo su atención fue la figura de una persona por la orilla de la acera, se trataba de un adolescente –posiblemente por su forma tan juvenil de vestir-. Notó que este iba con la cabeza baja sin siquiera mirar el camino.
Cuando estuvo la suficiente cerca de él miró hacia cualquier otro lugar, el chico se bajó del skate a unos metros de él y se sentó pesadamente en una banca que se encontraba allí. Entonces pudo escuchar perfectamente como unos sollozos pesados y ahogados luchaban por salir de su garganta, unos teniendo más éxito que otros que lo alarmaron.
Quiso aparentar indiferencia, dejar de prestarle atención y concentrarse en otra cosa, pero fue inútil, pues la manera en que lloraba era tan dolorosa de escuchar que ni siquiera él pudo hacer algo para ignorarlo. De nueva cuenta volvió a mirarlo, giro su cabeza de forma lenta hasta lograr encontrar al chico en su campo de visión, y vaya que algo dentro de él de estrujó ante tal imagen tan lastimera.
Simplemente estaba incómodo pero también sintió algo de pena, nunca soportó escuchar o ver a las personas llorar, algo dentro de sí le hacía sentirlo mal e irremediablemente terminaba por deprimirse.
Decidió que no podía escucharlo más, sus llantos aunque no eran tan fuertes definitivamente lo hacían querer hacer algo para detenerlos. Por su lado JunHong esperaba a que el tiempo pasara y con ello su frustración también, no pudo aguantar más y terminó por volver a romperse en lágrimas en algún lugar después de sentarse en una banca de allí.
YongNam dejó de cuestionarse más, sólo tomó algo de valentía quien sabe de dónde y comenzó a acercarse de forma cuidadosa a el chico que ni siquiera se había dado cuenta de de su persona. Llego hasta su lado vacilante, si bien ahora el sonido de su llanto era más audible no se hecho para atrás, al contrario, sólo lo impulso a poner una mano sobre su hombro para llamar su atención. Haría lo que fuera con tal de no seguir escuchando como se hundía en lágrimas.
Zelo alzó levantó la cabeza ante el repentino contacto, no había visto a nadie allí, limpió el mar de lágrimas que se acumulaba en sus ojos que le impedían mirar con claridad, pudo observar la figura de una persona muy conocida.
En el momento en que el menor dejó ver su rostro YongNam pudo admirar a la persona más bella que había visto en su vida, ojos castaños que aunque se encontraba hundidos en lágrimas lograban verse angelicales, una nariz colorada de un rojo intenso y mejillas con el resto del agua salada. Esas facciones que aunque infantiles resultaban atractivas lo invadieron por completo, incluso dejo del lado la manera en que el chico lo esta observando con los ojos completamente abiertos y expectantes.
Y lo supo de inmediato, que algo dentro de su mundo había quedado embobado con ese niño.
- YongGuk Hyun...
Al recibir la llamada de YongNam entendió que tenía que darse prisa e ir a buscarlo, ese era su deber como hermano ¿No? En realidad “las cosas” a las que se refería esa mañana no fueron más que perder el tiempo, pensaba que Nam tardaría más tiempo en llegar así que no se había apresurado para ir a recogerlo Como fuera, ahora tenía que prepararse para volver a encontrarse con él, más que nada emocionalmente.
Sería como siempre, se verían, pelearían por estupideces y al poco tiempo se separarían otra vez, solo que ahora debe aceptar el hecho de que ésta vez no estarán sus padres para detenernos, serían solo ellos dos en casa.
Trató de dejar eso del lado, por ahora sólo tenía que concentrarse en el camino hacia el restaurante de ramen donde envió a Nam, tenía hambre y aun no había desayunado, además de que quería hablar con él, mataba dos pájaros de un tiro. Aparte de tener que lidiar con YongNam también debía resolver un asunto con JunHong ¿Cómo fue tan estúpido para decirle eso? Apenas tuviera la oportunidad de verlo trataría de aclarar el asunto.
Pronto divisó el restaurante desde su asiento, Nam seguramente ya estaba por allí esperándolo. Se estacionó del lado delantero del establecimiento, al bajar busco con la mirada a su hermano, revisó primero por el costado izquierdo y nada, pero al dirigirse al derecho, demonios, vio algo que lo impresionado.
YongNam junto a JunHong, y eso resultaba tan extraño, pero más extraño aun era la manera en que el pequeño abrazaba a su hermano y escondía la cara en su pecho.
- ¡Oye! – Instintivamente gritó mientras se iba a cercando a los dos, más que nada a su hermano, por alguna razón se sintió disgustado ante la escena.
- ¿Guk? – Soltó el mayor de los gemelos ante la repentina aparición de éste.
- ¿Qué está pasando? – Lo notó, la cara de Nam estaba roja, esto solo lo enfureció más.
YongGuk miró la figura de JunHong, éste comenzaba a levantar el rostro del pecho de su hermano. Al notar la expresión en el rostro del menor pudo observar como lo miraba de un momento a otro asombrado, sin embargo lo que a él más le llamo la atención fueron las lágrimas en los ojos del niño.
- ¿Qué ha pasado?
- ¿Hyun?
- ¿Hyun? – Repitió Nam
- ¿Qué estás haciendo con él? – Preguntó ahora YongGuk hacia Zelo.
- ¿Lo conoces?
- ¿Porqué hay dos hyuns? – Si no recibía una respuesta ahora se volvería loco.
- Suficiente de preguntas – Tantas lo estaban agobiando. – Esto es muy extraño, mejor entremos y allí aclaramos todo.
Miro a los dos frente a él, su hermano parecía realmente confundido y JunHong mejor ni se diga. Pero ahora entraría a hablar con ellos por tres sencillas razones. Primero: Tenía que arreglar un asunto con YongNam, segundo: Zelo estuvo llorando, y tercero: Él también estaba demasiado confundido. Tomó la muñeca convenciéndose de que lo hacía para que lo siguiera y no por otra cosa.
*Pov Zelo*
Todo pasó muy deprisa, primero creía haberme encontrado con YongGuk , debido a que estaba muy afectado en ese momentos solo pensé en abrazarlo y llorar un poco más, pero luego apareció el otro YongGuk ,ahora comprendía lo que pasaba. Me limité a seguir el mismo camino que YongGuk hyun –el que ahora resultaba el verdadero– en silencio, miré su mano agarrando mi muñeca de forma ruda, atrás de nosotros iba esa persona que, a no ser por el cabello y la ligera diferencia en su complexión física podría pasar por hyun.
Entramos a un restaurante de ramen, los tres pasamos a una mesa sin tantas personas a nuestro alrededor sin hablarnos en ningún momento. YongGuk y el otro chico al que antes confundí se sentaron juntos y yo frente a ellos, logrando así poder apreciar mejor el parecido entre ellos.
- JunHong – Dijo tan repentinamente el hyun al que conocía que me tomó desprevenido. – Creo que ya a estas alturas ya lo debiste haber descubierto tú mismo, el es mi gemelo.
Gemelo.
Claro que no había otra explicación más que esa, solo que me parecía difícil de creer.
Aunque ahora que los observaba detenidamente comencé a notar esas mínimas diferencias entre ambos, además, había algo diferente con su hermano, cómo explicarlo, parecía que aun aire distinto rodeara a YongGuk. Simplemente el otro no era YongGuk. Y me sentía apenado y torpe por no haberme dado cuenta antes, sentí un calor subir a mis mejillas debido a la vergüenza.
- Lo supuse – Traté de mirar al supuesto hermano. – Lamento lo que hice antes.
- No importa – Me respondió él, pude notar que estaba también un poco avergonzado. – Mi nombre es Bang YongNam – Me ofreció su mano.
- Choi JunHong – La acepté aun con algo de pena, pero al parecer él no se había enojado.
- Se quedará conmigo unos días.
- Ya veo – Los miré a ambos, podían ser gemelos pero se notaba a simple vista que eran muy distintos en cuanto a personalidad.
- En cuanto a ti – Ésta vez me hablaba directamente a mí. – ¿Qué fue lo que te ocurrió?
- Eh… – Creo que el también me vio llorar, ni siquiera me di cuenta de en qué momento dejé de hacerlo. – No es nada.
- Dímelo – Esta vez sentí que eso era más una demanda que un petición.
- No lo presiones de esa forma – Esta vez fue el hermano de YongGuk hyun quien habló.
- No lo estoy presionando – Dijo en forma de reclamo el gemelo de cabello rubio.
- Lo estás haciendo, se ve claramente que está incómodo – Ahora era YongNam quien reclamaba.
- No deberías meterte en conversaciones que no te importan.
- ¿Quién dice que no me importa? – Questionó al hermano que recién conocía, yo por tanto los observaba sin idea de que hacer o decir.
- No lo conoces así que deja de meterte en sus asuntos.
- Quizás no pero no dejaré que le hables así – Me sentí mal conmigo mismo pues esta pelea ahora presenciaba inició por mi culpa.
- Mejor cierra la boca – YongGuk dirigió su vista de nuevo hacia mí. – Dime que fue lo que te pasó.
Ahora la situación era incómoda, más que nada porque ambos hermanos comenzaron a discutir de la nada, y lo que me hacía sentirme peor aparte de ser por mi culpa era que no podía detenerlos pues no sabía que decir. No quería decir nada, al menos no en esos momentos, y solo que quería alejarme de allí al sentir la penetrante mirada de YongGuk sobre mí.
Cuando creí que no podría seguir soportando tener esos ojos observándome ocurrió algo que para mí se presentó como un milagro, mi teléfono comenzó a sonar.
- Lo siento – Me disculpé lo más rápido que pude para contestar
- ¿Dónde rayos estás? – Reconocí la voz de JongUp en la línea, no me sorprendía que llamara.
- No te preocupes estoy por irme a casa – Dije para zafarme de la situación.
- No te pregunte eso pero me contestarás cuando llegues, ¿Estás bien?
- Por supuesto – Hoy parecía el día en que todos hacían preguntas. – No te preocupes de nuevo, iré para allá lo más rápido que pueda.
- De acuerdo.
Al momento de colgar y voltear a ver a los gemelos los encontré mirándome detenidamente lo cual me dejo un poco inquieto.
- Tengo que irme – Dije a modo de excusa hacia los mayores.
- Pero-
- Fue un gusto conocerlo hyun – Corté la frase de YongGuk y me dirigí a su hermano.
- JunHong…
- Prometo decírselo más tarde – Dije como última opción hacia YongGuk cuando éste volvió a nombrarme.
Para mi suerte logré convencerlo, luego salí tomando mi skateboard con destino a mi casa temporal, debido a todo lo que ocurrió hasta ahora iba con muchas más cosas en que pensar.
*Fin Pov Zelo*
Pasó gran parte de la mañana fuera –toda la mañana a decir verdad–, había salido de casa gritando y llorando dejando sola a su madre con JongUp, se enteró de que YonGuk tenía un hermano gemelo y seguía aun decaído por aquello que había iniciado todo eso, sin embargo tenía que aparentar que todo estaba bien con una excusa creíble, todo para tratar de no preocupar a nadie más.
Cuando llegó a cada de su primo y tomó el picaporte comenzó a sentirse nervioso ¿Y si su madre estaba enojada con él? ¿Le habrá dicho a JongUp lo que le ocurría? ¿O sería el mismo JongUp quien le preguntara sobre eso? Tenía miedo de todo eso, no quería afrontar aun la verdad.
Entró siendo recibido por un silencio profundo, sus pasos lo dirigieron al camino que guiaba a la escalera, al parecer había logrado salvarse de que le preguntaran más cosas.
- Zelo.
El menor miró con gran sorpresa a la persona que pareció haber salido de la nada, JongUp lo miraba desde el sofá expectante por escuchar algún explicación de lo que había pasado con él esa mañana.
- Que hay – Ante la sorpresa solo pudo decir lo primero que vino a su mente. – ¿Dónde está mamá?
- Eso debería decírtelo yo a ti, y ella está arriba en su habitación – El castaño se levantó de su lugar para tomar camino hacia el más alto. – ¿Qué te pasó?
- No me pasó nada – Estaba allí esa pregunta que quería dejar de escuchar.
- No me digas eso, escuché que gritaste algo en la mañana y cuando bajé habías salido de casa.
JunHong pudo notar la preocupación en su amigo, no quería verlo así, aunque últimamente al parecer eso era lo único que lograba hacer en él. Se quedó callado, sabía que Up esperaba una respuesta o explicación a eso, se descuidó demasiado al comportarse de aquella forma y estaba a punto de ser descubierto.
- Es solo que… – Cortó la frase, de alguna manera tenía que decir algo que conformara al más bajo.
- ¿Qué? – Le preguntó éste inquieto ante el comportamiento del menor.
- Es mi padre – Soltó creyendo que eso podría ser lo más creíble. – Mamá y yo hemos tenido muchos problemas con él, esta mañana estuve hablando con ella sobre él y tú sabes cómo me pongo con eso, solo me descontrolé un poco.
- ¿En serio es eso? – El castaño lo miró sospechoso.
- Te lo juro – Se sentía tan mal jurarle eso que pensó que merecía un castigo por ello.
Por un lado JongUp no le había creído del todo, pero si había aceptado la idea de que lo que había ocurrido era debido a su padre, así que debía estar más tranquilo, pero no. No le gustaba mentirle a su mejor amigo, siempre hablaba de todos sus problemas con él y sabía mejor que nadie que Up detestaba más que nada que la gente le mintiera, ¿Pero qué debía hacer? No se sentía lo suficientemente confiado para decirle la verdad aún, solo hacía falta un poco más de tiempo antes de que le dijera que era lo que ocurría en verdad, tenía que arreglárselas para mantener la compostura hasta entonces.
Ambos adolescentes decidieron jugar videojuegos para olvidar esa conversación tan cortante, Zelo se preguntaba mientras tanto si en verdad sería capaz de cargar con todo el peso que tenía encima por más tiempo sin derrumbarse. Con un dolor de cabeza siguió aparentando ser el mismo chico alegre que siempre había sido.
Una ayuda
Verán, tengo la intención de escribir un nuevo fanfic de B.A.P, la cosa es que será un fic centrado más que nada en una sola pareja y tengo ya planteados dos fic: Uno banglo y otro HimUp.
Tengo lista toda la trama para ambos así que solo falta decidir cuál de los dos y comenzar a redactarlo
¿Qué prefieren que escriba primero?
¿Banglo...
...o Himup?
.
Sería de mucha ayuda si me ayudaran a elegir por favor ; w ;
Fanfic decidido ~
Ya está decidido que fanfic que se hará primero!!! Por mayoría de votos es...
♥ ¡Banglo! ♥
Muchas gracias a las personas que respondieron la publicación :)
Comenzaré a redactar el fic y lo subiré dentro de poco, luego, cuando lo termine comenzaré con el HimUp que tenía planeado :) También estoy trabajando en unos cuantos fics de SHINee, a ver si consigo subirlos también.
Agradezco de nuevo a quienes repondieron, de hecho pensé que nadie lo haría jeje ~ Ahora, me iré a terminar el nuevo capítulo de Crash <------ finalmente se inspiró.
Por favor esperen el fanfic, me esforzaré por hacerlo interesante y de su agrado ¡No los decepcionaré!
Saranghe ~ ♥
Antes del yo estas tú
Pareja: Banglo
Género: Romance
Advertencia: Furuto lemmon
Capítulo 1.
Su carrera como cantante hasta ahora no le había dado tantos problemas –llego como un niño y se perdió de muchas cosas de su infancia, sin embargo para él todo eso valió la pena–, se encontraba creciendo junto a sus hyuns y ellos lo educaban y guiaban por el mundo artístico e incluso la vida. Hasta ahora no tuvo ninguna queja mayor sobre nada en particular. Claro, eso duró hasta el día en que decidió mostrar su agradecimiento al líder de B.A.P, al hyun que más respetaba y quería entre todos.
Y Zelo piensa que haya algo mal con su funcionamiento, porque últimamente lo que sucede con él no es normal.
- ¿Seguro? – Insistió el rapero.
- Claro – Aseguró tratando de convencer al menor. – Sólo estás sintiendo cosas que antes no había experimentado.
- ¿Qué cosas? – El chico de cabello azul quería saber que era lo que podía tenerlo tan inquieto.
- Eso tienes que descubrirlo tú – JongUp le revolvió el cabello al matoki azul con gracia.
Sabía que Zelo podría tardar un poco en descubrirlo, pero era algo que a él no le tocaba decir, confiaba en que lo lograría y desde entonces todo fuera por un buen camino.
- Eres malo conmigo hyun – Bufó el más alto al no recibir la respuesta que esperaba.
- Estoy siendo un buen hyun, me gusta serlo, ahora hay que ir a dormir de una vez – Le dijo ahora para tomar su lugar en su cama, era de noche y por tanto debían irse a descansar de una vez por todas.
- Buena noches – Dijo el menor apagando las luces y luego dirigirse a su cama dispuesto a cerrar los ojos y dormir.
Como cada noche desde hace mucho tiempo, cada vez que su cabeza toca con la almohada y él se dispone a descansar ocurre lo de siempre, a su mente surge la imagen de la única persona que lo hace sentir toda clase de cosas incómodas.
Dentro de él, cada vez que cierra los ojos, aparece Bang YongGuk. Y a veces siente que es una tortura, porque no puede dejar de delinear cada línea de expresión de su rostro, desde el más mínimo detalle, y entonces recuerda todo lo relacionado a él y su problema. Zelo está seguro que es YongGuk quien provoca toda clase de sensaciones en él, cada vez que aparece frente a sus ojos irremediablemente sonríe, cuando éste le da los buenos días en la mañana se entusiasma, cuando cantan juntos siente que su corazón da una vuelta.
Y cuando simplemente están junto a solas, está nervioso. Todas esas cosas lo ponen a pensar, no podía ser posible pero, ¿Estaba enamorado de YongGuk?
- ¡No! – Se gritó al analizar lo que había pensado. – No es posible que este enamorado de YongGuk hyun, el es solo el hyun a quien más quiero.
Pero se habían besado. Más de una vez.
Ese fue el primer error de su parte, sólo quería demostrarlo que tan agradecido estaba con él, esa fue solo una muestra de agradecimiento. Pero YongGuk también lo besó a él, y no precisamente por agradecimiento, si no por cariño ¿Cariño? No podía ser otro que el de un hyun hacia un dongsaeng, no había manera de que Bang sintiera otra cosa por él, tal como Zelo no lo siente por el mismo.
Así que debe haber alguna explicación lógica por la cual su corazón palpitara tan rápidamente al sentir el toque la mano del mayor de los de B.A.P en él.
Aunque volviendo a la situación del beso, esa fue la última vez que se habían acercado tanto, después de eso actuaron como lo habían hecho desde siempre, nunca volvieron a tener ese tipo de contacto. Y es allí en donde surge otra gran interrogante, una que el mismo JongUp le había hecho: “¿Y tú quieres volver a besarlo?” ¿Qué si quería? No está seguro, solo sabe que de un día para otro la manera en que veía a YongGuk cambió a otra completamente distinta.
Así que para resumir todo, Zelo había besado a YongGuk en forma de agradecimiento, éste lo volvió a besar diciéndole que era por cariño, desde entonces el menor siente cosas extrañas cada vez que ve al rapero y no sabe de qué se puede tratar.
Era todo un enredo, cómo desea no haber besado nunca a YongGuk, porque entonces nada de esto estaría sucediendo con él.
Dio vuelta en la cama, no sabía con exactitud cuánto tiempo había estado despierto pensando en eso, pero debió ser mucho pues era muy de noche y no podía dormir. Se levantó de la cama cuidadosamente, sintió el piso tan frió que casi da un salto de no ser porque no quería despertar a su compañero que parecía estar en un lindo sueño, que envidia.
Salió de ese cuarto destinándose en ir a la cocina y tomar un vaso de leche y esperar a que le diera sueño, sin embargo a penas divisó la cocina notó a la persona responsable de sus preocupaciones con una taza entre sus manos. No dudo en que otra vez sentía algo agitarse en su estómago.
- Hyun – Lo llamó para tratar de averiguar por qué estaba allí.
- ¿Zelo? – Inquirió Bang al mirarlo desde el otro lado, no se esperaba ver al maknae. – ¿Qué estás haciendo despierto a éstas horas?
- No podía dormir – Fue su simple explicación mientras se adentraba en la cocina.
- Pues debes hacerlo – Casi le reclamo el otro dejando su taza de café en la mesa para dedicar su atención al de cabello azul. – Tienes que estar con energías y saludable para las actividades de mañana, además si te descuidas puedes enfermarte, no quiero verte así.
- ¿Entonces se preocupa por mí? – Preguntó entre travieso y curioso, no sabía qué clase de respuesta esperar.
- Lo hago siempre.
Zelo podía jugar que pudo a ver sido una broma juzgar por la manera cálida en que lo miraba, pero algo dentro de él lo obligaba tomarlo más seriamente.
- Gracias por eso – Dijo tan tímido pues había sido tomado desprevenido.
- No lo agradezcas, es mi trabajo como líder preocuparme por todos ustedes, en especial de ti – Bang se movió tranquilamente hacia la sala donde con su taza de café en mano tomaba asiento en el sofá, luego continuó mirando al adolescente expectante.
- ¿Qué? – Inquirió el menor.
- ¿Cómo que qué? Dijiste que no podías dormir – Palmeó el espacio sobrante junto a él esperando a que el joven entendiera el mensaje.
Con cuidado, quizás por miedo de caer ante el oscuro ambiente, JunHong se dirigió hacia el rapero situando tímidamente asiento a su lado, lo suficientemente lejos que necesitaba para no sentir esas curiosas mariposas en su estómago.
- No estés nervioso, no te voy a comer – Comunicó el mayor adivinando los pensamientos del maknae, sonrió enternecido.
- Lo sé – En realidad no lo sabía con exactitud.
- Eso no quiere decir que no te vaya a besar.
Ese era el problema.
Un beso, un inocente beso que fue lo que inicio con todo.
Un beso en donde él solo quería demostrarle a YongGuk lo agradecido que estaba con el por cuidarlo, no se esperaba que después de eso no sería capaz de mirarlo igual que antes, él sólo quería comprender el por qué.
- ¿Lo va a hacer? – Preguntó mirando un punto fijo en el indistinguible suelo.
- ¿Quieres que lo haga?
Demonios si, en el fondo, pero no era correcto.
- No lo sé – Eran tantas cosas las que ahora se acumulaban en su cabeza que no sabía no lo que quería.
Para YongGuk esa respuesta fue innecesaria, no esperó mucho antes de irse acercando pausadamente hacia la figura del Choi, al notar su cabeza baja necesitó de sus manos para lograr que ese infantil rostro lo mirara y así juntar sus labios en lo que suponía el primer beso entre ellos después de mucho tiempo.
El contacto que comenzó inestable comenzó a tomar firmeza, los labios experimentados del mayor establecían un ritmo que los comprometía a seguir en ello, entonces fue allí en donde sintieron la nostalgia recorrer por sus cuerpos, extrañaban esa cercanía de sus cuerpos y la presencia del otro junto a ellos.
YongGuk intensificaba el beso ante el pensamiento de tener finalmente al joven de sus sueños contra él nuevamente, JunHong por su lado intentaba descifrar que tan rápido podría estar latiendo su corazón en esos momentos, si era sano para él, sin embargo ambos podían coincidir en que lo estaban disfrutando mucho.
Se separaron momentos después, el menor no tenía palabra alguna que articular, solo se dejaba sentir la caricia que el mayor le otorgaba en su labio inferior con su pulgar, delineando con delicadeza de éste para no olvidarlo.
- Ve a dormir, el manager nos dirá algo importante mañana – Dijo para después levantarse y salir del lugar, no sin antes dar una última caricia al maknae.
Y Zelo se dirigió hacia su habitación lo más rápido que sus discretas pisadas le permitían, tratando de no hacer mucho ruido evitando despertar al dormilón JongUp, esa noche rogó a todos los Dioses del planeta Mato que le dejaran conciliar el sueño.
A la mañana siguiente los chicos comenzaron desde muy temprano a atender sus actividades como grupo. Se podía notar claramente que entre los seis el menor de ellos lucía considerablemente menos activo que los demás, después de todo no durmió muy bien a causa de cierto líder.
Intentaba por todos los medios actuar lo más normal posible entre ellos ¿Pero cómo hacerlo si había sido besado por Bang YongGuk? Fue difícil el simple hecho de subir a la van y observarlo tomar el asiento continuo a él, siendo que YongGuk siempre se sentaba en al asiento del copiloto. Todo el día estuvieron prácticamente juntos y con ello Zelo tenía que seguir aparentando total calma. A mitad del día llegaron a su departamento pues finalmente la agenda no había estado tan repleta como otros días.
- Por lo menos hoy llegamos a casa temprano – Comentó el vocalista de menor edad.
- Es un milagro – Dijo ahora el otro.
- ¿No les parece raro? – Inquirió el segundo maknae con dudas.
- ¿A qué te refieres? – Le preguntó el cerebro del grupo.
- Nunca tenemos agendas que terminen a menos de las siete u ocho, hoy llegamos casi a las dos – Respondió el menor.
- No sé si asustarme o sentirme tranquilo – Comentó el rapero menor mientras dirigía sus pasos al sofá y se acostaba plenamente en él.
- ¿Qué sucede contigo? Eres mucho más activo que esto – Preguntó ahora HimChan al maknae al verlo así.
- Solo tengo sueño.
- ¿Otra vez pesadillas? – Cuestionó preocupado el pelinegro por el chico.
- No es eso – Zelo dejó de mirar a HimChan, pesadillas, hacía mucho que nos las tenía y también era por cierta persona.
- Dormirás cuando el manager Kang termine de hablar con nosotros – Apareció el líder con el celular en mano. – Dice que subirá en unos minutos – Dijo para aclarar las dudas presentes en los rostros de los chicos.
- ¿Hablar sobre qué? – Inquirió DaeHyun.
- No lo sé, pero dice que es importante.
- Tengo hambre – JongUp le habló al chico del sofá.
- Igual yo ¿Quieres ir a comer algo?
- Vamos.
JunHong sintió pesado su cuerpo al momento de levantarse, más noches sin sueño y con sus agendas terminarían por destruirlo; podía sentir la indiscreta mirada de YongGuk seguir cada uno de sus pasos lo cual le hacía preguntarse cuándo llegaría el día en que éste no lo mirara tan intensamente.
YongGuk observaba como su pequeño desaparecía junto al pelirrojo, ese día estuvo más dormido que despierto y sabía perfectamente que era por su culpa. Lo había hecho ayer no era correcto y seguramente el menor debía estar haciéndose un debate mental por su culpa ¿Pero qué más podía hacer? Lo único que quería era que el chico aceptara sus sentimientos.
Dentro de la cocina se encontraban los dos jóvenes en ella, el menor de ellos tenía su mirada perdida en algún lugar de la cocina, JongUp al verlo decidió hacerlo reaccionar.
- Despierta – Le sonrió mientras tronaba los dedos al lado de su oreja logrando así que el más alto saliera de su mundo.
- ¿Qué hago? – JunHong escondió su rostro entre sus brazos y éstos descansaban en la mesa.
- ¿Sigues preocupado?
- No sé qué me pasa – Aparte de estar confundido, cansado y con hambre estaba desesperado.
- Créeme que no es tan malo como tú piensas – Le dijo medio riendo el mayor ante la actitud del matoki azul.
- Eso dices tú – Reclamó el otro, pudo haberle preguntado si sabía que era lo que le pasaba pero sabía de antemano que la respuesta sería la misma de ayer.
- Y te lo digo porque yo pasé por eso – Dijo tan seguro de sí mismo que Zelo se sintió incapaz de contradecirlo.
No estaba muy seguro de a qué se refería su hyun, aunque si se trataba de él podría significar un sinfín de cosas, después de todo era muy difícil comprender que pasaba por la mente de ese chico de sonrisa eterna.
Entre tanto en la sala, los otros cuatro integrantes escucharon la puerta de la entrada abrir y cerrarse estrepitosamente, después el manager Kang apareció en la sala con una enorme sonrisa surcando por su alegre rostro.
- Chicos, tengo que hablar con ustedes – Comenzó a hablar el hombre denotando la emoción en su voz – ¿Dónde están los niños?
- Aquí vienen – Respondió YoungJae al notar a los maknaes regresar de la cocina, JongUp traía consigo un plato de cereal.
- Muy bien, será mejor que todos se sienten – Comunicó mientras él mismo tomaba un lugar.
Los seis conejos no podían estar más intrigados con el manager con tal de que cada uno hizo lo que se les había pedido y procedían a mirarlo curiosos.
- Bien, no les había comentado esto porque no pensé que se daría el caso, pero la empresa había pensado en darles un descanso como recompensa por todos sus éxitos y trabajo duro.
- ¡Finalmente! – Exclamó un emocionado DaeHyun.
- Pero esperan, decidimos que podrían pasarlo bien en algún otro lugar que no fuera Seúl, así que llegamos a un acuerdo todos los encargados y yo – Paró por unos momentos sus palabras, le hacía gracias ver como todos los chicos le miraban con ojos expectantes, incluso el mismo líder.
- ¿Y qué? – Preguntó impaciente el comandante.
- En una semana viajarán a Taiwán a dar una presentación, luego podrán tomar el resto del mes de descanso completo.
- ¿Enserio? – Cuestiono YongGuk sorprendido por la noticia al igual que todos.
- Si, un completo descanso, sin prácticas, ensayos o cualquier trabajo. Es solo para que se relajen.
- ¡Un descanso de verdad! – JunHong se levantó de su lugar debido a la emoción, era justo lo que necesitaba para poner en claro sus pensamientos.
YongGuk dejó escapar una leve risa ante la acción del Choi, éste al verlo bajo la mirada algo rojo y trató de calmar sus ansias.
- Exacto, así que prepárense porque salimos en una semana – Terminó de hablar el manager de los presentes.
No faltó mucho tiempo para que los seis jóvenes comenzaran a comentar sobre lo que serían esas “pequeñas vacaciones” para ellos, finalmente sería un tiempo para que dejaran de estresarse y divertirse, entre ellos los más entusiasmados no podían ser otros que los maknaes, sus jóvenes corazones les pedían por irse de una vez.
El mayor del grupo miraba a todos con gusto, estaba seguro de que la pasarían de maravilla allá. Por otro lado, era la oportunidad perfecta para que él diera el primer paso de su plan. Estando en Taiwán, sin trabajo y descansando podría estar todo el tiempo que quisiera junto a Zelo, era el tipo de apoyo que necesitaba para lograr por fin que el pequeño se enterara de lo mucho que significaba para él.
Sin duda, sería muy entretenido.