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[Shooting star, make a wish!] || Donghyun, Golden Child
![[Shooting Star, Make A Wish!] || Donghyun, Golden Child](https://64.media.tumblr.com/f4c39a65b18ae9b6dc16c3966a8aa9db/1f5f5e2ea413856d-66/s250x400/bb246bd9b8c7f499a1e644a5f49612304619a98a.gif)
• Miembro: Donghyun
• Grupo: Golden Child
• Aviso
• Sinopsis: Tras varias horas de ensayos, antes de volver a casa pasáis por un parque cercano. Os quedáis un rato en los columpios, hablando y mirando el cielo nocturno. Una estrella fugaz surca el cielo y Donghyun te alienta a pedir un deseo.
(Escenario inspirado en la canción "A Sky Full Of Stars" de Coldplay)
![[Shooting Star, Make A Wish!] || Donghyun, Golden Child](https://64.media.tumblr.com/f6cbd9ab636116de27e4f3434cd75fcf/1f5f5e2ea413856d-f5/s500x750/1ec46398f34335ef841a6f0efa6786b49d6b214a.png)
"¡Las manos deben ir arriba al empezar la tercera frase!", gritó Donghyun desde atrás, sentado en el suelo. Paró la música. Hasta hacía un momento había estado dando palmadas para marcar el ritmo, pero siempre te quedabas atrás o te adelantabas.
Miraste su reflejo en el espejo, resoplando. "Llevo repitiendo esta parte durante una hora. ¿Tan mala soy?"
Viste que se levantaba sacudiendo la cabeza hacia los lados con una sombra de seriedad en la cara. Se acercó hasta donde estabas, quedando a tu izquierda por detrás de ti y te devolvió la mirada a través del espejo, con las manos apoyadas en ambos lados de la cadera.
"Todavía no estás consiguiendo adaptarte al ritmo de esta canción. Cuando hemos ensayado las otras te salía bien. No es cuestión de que seas mala bailando, sino del tiempo que llevas practicando la coreografía. Todos hemos pasado por eso en algún momento.", te puso la mano en el hombro, intentando darte ánimos al ver que fruncías el ceño.
Llevabas siendo parte de la compañía como aprendiz dos años. Cuando pensabas que bailar era lo tuyo, te encontraste con una pared todavía más alta al empezar el entrenamiento. Nunca llegabas a ser lo suficientemente buena ante los ojos de los profesores, pero al mismo tiempo te habían aceptado porque veían potencial en ti. Tú no eras capaz de verlo y te preguntabas cada día qué habría sido lo que habían visto en ti realmente para dejarte pasar la audición.
Durante todo ese tiempo habías estado ensayando en tus ratos libres con Donghyun, amigo y compañero de empresa. Hacía algunos años ya que había debutado como miembro de Golden Child, siendo el bailarín principal, por lo que sus consejos y ayuda siempre eran útiles. Era bastante estricto y siempre remarcaba los fallos, repitiendo tus gestos y enseñándote varias veces los pasos correctos.
"Nunca conseguiré debutar. Me voy a quedar aquí sola y me acabarán echando por no cumplir las expectativas.", te separaste de él para buscar la pequeña toalla que habías dejado tirada junto a tu mochila. Estabas agotada y se estaba empezando a formar una capa de sudor en el cuello, bajo la coleta que bailaba hacia todos lados cada vez que te movías.
Tras pensarlo por un momento, y después de mirar el reloj de la pared, Donghyun respondió, "Se está haciendo tarde y mañana tienes el examen de la universidad. Será mejor recoger todo y seguir en otro momento. De todas formas todavía quedan tres semanas para el examen mensual. Estoy seguro de que en pocos días ya habrás conseguido hacer esta coreografía a la perfección.", te lanzó con cuidado una botella de agua. La atrapaste al vuelo y bebiste con ganas, acabándola enseguida.
Empezasteis a recoger, intentando dejar las cosas como estaban cuando habíais llegado por la tarde para que nadie os llamara la atención al día siguiente.
"¿Por qué eres tan positivo siempre? Sabes tan bien como yo que no estoy haciendo las cosas como debería. No puedo hacerlas bien. Y aún así siempre me dices lo mismo. Si fuera tú lo entendería, pero no, solo soy yo, una idiota que pretende debutar cuando no es capaz de seguir el ritmo de la canción. Dejaría mal al resto del grupo.", giraste sobre ti misma, buscando la chaqueta que habías lanzado sin mirar, a algún lado de la sala, en un momento de frustración media hora atrás.
"Y/N... llevo más tiempo que tú en esto.", recogió la chaqueta del suelo y te la puso sobre los hombros. "Sé perfectamente lo que estoy diciendo. Créeme cuando te digo que vas a mejorar dentro de poco. Trabajas muy duro, te esfuerzas con todas tus ganas y pones tu alma en ello. Es imposible no mejorar así."
"Si realmente hiciera todo eso ya habríamos acabado la coreografía hoy. En unos días harán ya dos semanas desde que la empezamos a ensayar.", metiste los brazos en las mangas y te pusiste la mochila sobre el hombro, mirando una última vez a tu alrededor para no olvidar nada.
"Hay personas a las que les cuesta más aprender. Algunos aprenden más rápido y otros aprenden más despacio.", apagó las luces y cerró la puerta. Caminasteis por el pasillo en dirección a la salida. "En tu caso, aprendes la coreografía bastante rápido pero te cuesta adaptarla a la canción. Apuesto cualquier cosa a que existe más de una persona como tú."
Frunciste el ceño, intentando procesar sus palabras (sin éxito). "Eso ni siquiera tiene sentido. Si no hago bien una cosa tampoco puedo hacer la otra. Todo va de la mano, si algo sale mal, el resto también lo hará."
Donghyun negó para sí mismo. Siempre habías sido cabezota y un tanto negativa. Sin pensarlo, soltó una carcajada.
Dejaste de andar y te paraste delante de él, mirándolo enfadada. "¿Te estás riendo de mí?", le diste un golpe en el brazo, haciendo que soltara una exclamación de dolor mientras volvía a reírse. "¡Donghyun!". Te miró durante unos segundos, antes de empezar a reírse otra vez. "¡Eres idiota!", le diste otro golpe en el brazo y reanudaste el paso, dejándolo solo. "¡Y/N!", te giraste por un momento, para ver que estaba apoyado en la pared, con una mano sobre la tripa y la otra secándose las lágrimas producidas por la risa. Hizo un gesto para que le esperases, pero decidiste ignorarlo.
Dejaste de mirarlo y volviste a andar. Acabaste pasando cerca de un parque cinco minutos después. Al ver los columpios decidiste ir hasta ellos y sentarte en uno, dejando a un lado la mochila. Balanceaste los pies sin ganas, mirando el suelo. Dejaste de moverlos y apoyaste las manos encima de las piernas.
Pensabas una y otra vez en la coreografía. No entendías porque no eras capaz de hacerla bien. Cuando veías al resto de aprendices ensayar te dabas cuenta de que no estabas a su nivel. Algunas estaban preparándose para debutar, habiendo entrenado un año menos que tú. Cuando algún miembro de Golden Child te encontraba quejándote de eso a Donghyun (él incluído) solían recordarte que "el talento no depende del tiempo, sino de la práctica y el empeño que pongas para mejorar". Según ellos, daba igual que llevaran un año entrenando, si durante ese tiempo se habían esforzado para mejorar y desarrollar sus capacidades, era normal que las hubieran elegido para debutar. Al recordar eso te volvían a la cabeza las palabras de Donghyun. "Algo estoy haciendo mal. No tiene sentido nada de lo que dicen.", pensaste.
Tras varios minutos, escuchaste el sonido de unos pasos. Levantaste la cabeza y viste la figura de tu amigo acercándose. Se paró unos segundos al verte sentada en el columpio, para acto seguido entrar y sentarse en el otro.
"Te dije que me esperases, podría haberte pasado algo al irte sola.", te lanzó una mirada, intentando confirmar que estabas bien.
"Te estabas riendo de mí. Estaba claro que me iba a ir sin ti.", dejaste que el columpio fuera hacia atrás, impulsándote ligeramente hacia delante.
"No me estaba riendo de ti. Sé que no me vas a creer pero me estaba riendo de lo cabezota que eres.", hizo una pausa al ver que lo mirabas y levantabas una ceja, acusándolo. "¡No es lo mismo!". Hinchó las mejillas e hizo un puchero en señal de protesta. Soltaste una risita, parando a su vez el columpio. "Ahora eres tú la que se está riendo de mí, eres mala". Te devolvió el golpe que le habías dado en el brazo, aunque esta vez no era tan fuerte.
"Sí, siento decirte que soy un demonio disfrazado de chica estúpida.", viste que echaba la cabeza hacia atrás levantando ambas cejas. "Lo siento, tenías que saberlo, no me mires así."
Levantó las manos frente a ti, rindiéndose. Negaste varias veces con la cabeza y volviste a mirar el suelo. Por más que lo intentabas no conseguías quitarte de la cabeza el examen mensual. Estabas segura de que iba a salir mal.
"Sé sincero. Si fueras uno de los profesores, ¿por qué me habrías aceptado como aprendiz?", ladeaste la cabeza al acabar la pregunta, dejándola descansar sobre la cadena que estabas sujetando.
La pregunta le pilló desprevenido, obligándolo a pensar en silencio por un momento. "Tienes talento. No. Déjame seguir", se quejó al ver que ya estabas abriendo la boca para responder. "Ya me di cuenta mucho antes de las audiciones de que te gusta bailar. Las cosas se hacen mejor cuando te gusta hacerlas. No voy a negarte que seguramente no estabas al nivel de la mayoría de las idols actuales, pero se notaba que estabas deseando aprender y mejorar. De hecho, se sigue notando. Estoy convencido de que ellos también se dieron cuenta durante la audición. No importa cómo empieces o dónde estés ahora, sino lo que conseguirás al final si luchas por ello."
No respondiste y dejaste que tu cerebro procesara todo. "¿Me he pasado?", Donghyun te puso una mano en lo alto de la cabeza al ver que no decías nada. Negaste en silencio y te acarició el pelo un par de veces. "Y/N", levantaste la mirada al oír tu nombre. "Lo estás haciendo bien."
Dejaste de respirar por un momento y tu corazón dio un salto. Notaste que el calor acechaba tus mejillas y apartaste la mirada de él. Quitó la mano de tu cabeza y miraste hacia arriba. Dejaste escapar una expresión tan alegre como sorprendida al ver el cielo. Hacía tiempo que no lo veías así. Podías ver todas y cada una de las estrellas que lo adornaban esa noche. Tus ojos brillaban de la emoción, incapaces de mirar otra cosa que no fueran todos esos puntitos brillantes.
Al mismo tiempo, sin darte cuenta, Donghyun era incapaz de apartar la vista de ti. Estabas tan concentrada mirando el cielo que no pudo reprimir una sonrisa dulce y soñadora. Podía ver todas las estrellas del universo concentradas en esos ojos de color café. Adoraba mirarte cuando te distraías. Según él, era una belleza especial que aparecía en esos momentos acentuando todavía más la que ya tenías. Había llegado a distraerse mirándote en más de una ocasión, algo por lo que los miembros le habían molestado entre risas muchas veces. Te adoraba, pero en secreto.
"Ha sido una buena idea acabar hoy antes. El cielo está precioso.", conseguiste decir tras hacer un mapa mental de todas las estrellas que veías.
Un suspiro se hizo paso entre los labios de tu amigo, seguido de un suave "Sí, lo estás." como respuesta, de forma inconsciente. Giraste la cabeza hacía él, mirando unos últimos segundos el cielo, como si fuera a apagarse en cualquier momento. Murmuraste un pequeño "¿Hmm?" antes de encontrarte con sus ojos, a lo que rápidamente respondió girando la cabeza de golpe. Le habías pillado mirándote. Tenías una expresión en la cara tan inocentemente adorable y ajena a todo lo que estaba pasando en su cabeza que no fue capaz de reaccionar normalmente. Sintió que el calor subía a sus orejas, y no quería que te fijaras en que se habían puesto tan rojas como tu camiseta.
Antes de poder decir nada, su mirada fue atraída por algo que acababa de aparecer en el cielo. "¡Y/N, una estrella fugaz! ¡Pide un deseo, rápido!".
Fuiste capaz de verla a tiempo. Viste que juntaba las manos y cerraba los ojos para pedir un deseo en silencio. Lo imitaste y al abrirlos te encontraste una vez más con sus ojos. "Ha sido rápido. El mío se ha cumplido ya.", lo miraste sorprendida."¿De verdad? ¿Qué has pedido?"
Tu corazón volvió a acelerarse por un momento al escuchar su respuesta, "He pedido ver un ángel y al abrir los ojos te he visto.". Te levantaste de golpe, buscando rápidamente en tu mochila. "Estás mintiendo. Todavía no se ha cumplido.", sacaste el móvil y abriste la aplicación de la cámara. Activaste la cámara frontal y giraste la pantalla para que Donghyun viera su reflejo. "Ahora sí lo has visto. No me dés las gracias."
Se quedó inmóvil, sin saber qué responder. Se levantó de golpe sin pensarlo al notar que era cuestión de segundos que sus mejillas estuvieran rojas. "Creo que debería acompañarte ya a casa. Es muy tarde. Tienes que comer algo. También tienes que descansar.", soltaste una risita ante su forma de hablar. "No sabía que también eras rapero."
Los nervios habían hecho que hablara más rápido de lo normal, lo que te pareció divertido y adorable a partes iguales. Lo que no te pareció tan divertido fue lo que pasó después.
Entre los miembros del grupo era bien sabido que te llevabas bastante bien con el contacto físico. Siempre que tenías la mínima oportunidad jugabas con el pelo de alguno de ellos, les cogías de la mano, les abrazabas, o, justamente, les dabas algún que otro beso en la mejilla, frente o cabeza.
Normalmente no habrías reaccionado de ninguna manera "especial" ante los besos en la mejilla que te daba Donghyun -muy- de vez en cuando, pero esta vez era diferente. En un intento de parar tus bromas, los nervios le habían jugado la mala pasada de dejar el beso en la comisura de los labios, casi encima de éstos, en lugar de dejarlo en la mejilla.
Te separaste de él, dando unos pasos hacia atrás, mientras te tapabas la boca con la mano. Lo miraste con los ojos muy abiertos y la cara siendo una copia de tu camiseta.
"¡P-perdón!", se giró, tapándose la cara con las manos. No podía creer que eso acabara de pasar. No era su intención y sentía que no debería haberlo hecho. Sin embargo, con tan solo pensarlo, se empezaba a formar en sus labios una sonrisa que no era capaz de quitar. Sacudió la cabeza y se agachó a recoger las dos mochilas cuando el sonido de su barriga delató que tenía hambre. Aprovechó eso para intentar que olvidaras lo que había pasado. "No creo que a tus padres les importe tenerme un rato en tu casa. Vamos a pedir algo, me muero de hambre."
Lo miraste incrédula, sin entender cómo podía actuar normal después del "casi" beso... ¿Beso? ¿Eso contaba como beso? Tu amigo, Donghyun, ese del que estabas enamorada desde hacía varios años, acababa de darte un beso sin querer.
(...)
Su voz te sacó de tus pensamientos, "¿Qué pediste antes?", preguntó durante el camino a tu casa, mirando el suelo y dando patadas a una piedra. "No puedo decírtelo. No se cumpliría.", dijiste sonriendo. ¿Tu deseo? Que vuestros grupos se hicieran famosos y tuvieran mucho éxito en el futuro, haciéndoos felices a todos y cada uno de los miembros. "Bueno...", empezaste a decir. "Te lo diré. He pedido un helado triple de fresa y vainilla, con virutas de chocolate y trozos de galleta."
Donghyun te miró, sin creerte, pero decidió seguirte el juego. "Pues he oído que han abierto hace poco una heladería cerca de tu universidad... Tal vez deberíamos ir a ver si pueden cumplir tu deseo.", sonrió al ver que se te iluminaban los ojos una vez más. Asentiste varias veces con la cabeza, lo que hizo que tu coleta se moviera mil veces, causando que Donghyun se riera y pensara una vez más en lo adorable que eras.
[Attention!] || Jungwon, Enhypen
![[Attention!] || Jungwon, Enhypen](https://64.media.tumblr.com/5285d7cc0e7e4c533007443c72735176/6ce9ce918464fa5c-98/s500x750/25b0157140fd39fb71329f0f9d5464c64e8e18dc.gif)
• Miembro: Jungwon
• Grupo: Enhypen
• Aviso
• Sinopsis: Las agujas del reloj pasan muy despacio durante la clase de Literatura. Las letras de la pizarra están borrosas. La voz de la profesora se escucha cada vez más lejana. Todo lo que puede ver Jungwon en este momento es esa chica que se sienta al fondo, junto a las ventanas.
![[Attention!] || Jungwon, Enhypen](https://64.media.tumblr.com/f6cbd9ab636116de27e4f3434cd75fcf/6ce9ce918464fa5c-6e/s500x750/70af4182561c0bef393b01d1e77ddc8d198ebffe.png)
Jungwon miró el reloj de la pared e hizo una expresión de desagrado al ver que la aguja no se había movido del sitio desde la última vez que la miró. Dejó caer la cabeza sobre la mano, con el codo apoyado en la mesa. Hizo que el lápiz bailara entre sus dedos, deseando que la hora pasara rápido. Miró a la profesora, que acababa de acercarse a la pizarra para escribir algo. Ni siquiera sabía qué estaba diciendo. Intentó descifrar esos jeroglíficos que acababa de hacer. "Cada vez escribe peor... Para ser profesora de Literatura.", pensó. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos. "¿Ella también estará aburrida?", pensó, acordándose de ti. Se giró por un momento, para ver que estabas distraída, dibujando en tu cuaderno. Se formó una sonrisa en sus labios al ver tu expresión cuando un mechón de pelo rebelde se puso delante de tus ojos, impidiéndote ver el cuaderno. Y, sin darse cuenta, pasó los próximos cinco minutos mirándote, con una expresión soñadora que delataba que no estaba atento a la pizarra, tomando apuntes. "¡Yang Jungwon! ¡Presta atención!", la profesora dio un golpe con el libro en su mesa, haciendo que el chico saltara en el sitio. Intentó pronunciar un suave "perdón", pero los nervios fueron más fuertes que él y se quedó en un tartamudeo que desató las risas de sus compañeros. "Los amoríos los dejas para la hora de la comida, aprovecha ese tiempo para pedirle el número si tanto te gusta. Ahora estás en la clase de Literatura, después haz lo que quieras.", dio media vuelta y se acercó de nuevo a la pizarra, para seguir escribiendo. Las risas y los comentarios aumentaron y deseó que la tierra se abriese bajo sus pies para tragarlo y llevarlo lejos de allí.
Su corazón empezó a latir deprisa, como resultado de las palabras de su profesora. Jungwon sintió que el calor inundaba sus mejillas, tragó saliva y en un acto reflejo se giró para mirarte. Al encontrarse con tus ojos le dedicaste una sonrisa tímida y un gesto con la cabeza, señalando la pizarra. Se giró rápidamente, con una mano en la cara para confirmar que parecía un tomate, y otra en el pecho intentando dar órdenes a su corazón para que dejara de latir tan deprisa.
No volvió a mirarte en lo que quedaba de clase. Ni siquiera en la siguiente. Cuando sentía la necesidad de hacerlo empezaba a juguetear con cualquier cosa que tuviera encima de la mesa. No quería volver a ser el centro de atención para que sus compañeros se rieran otra vez de él.
Llegó la hora de la comida y saliste al patio para comer a solas. Te sentaste en un rincón alejado desde donde podías ver a la gente, para usarlos de referencia en los dibujos. Pensabas en tu compañero, Jungwon, y en las muchas veces que habías preferido actuar como si no te dieras cuenta de que te estaba mirando. Tus amigas siempre te hablaban de cómo se pasaba la mayor parte de las clases mirándote, con una sonrisa en la cara. Sin darte cuenta acabaste dibujándolo, con esos hoyuelos que tan adorables te parecían.
Miraste la hora en el reloj de la muñeca, dándote cuenta de que la pausa para la comida acabaría dentro de poco y que tu deseo de que se acercara para pedirte el número no se iba a cumplir. Suspiraste al mirar el dibujo. "Supongo que tendré que hacerlo yo.", pensaste. Recogiste todo y volviste a la clase. Te acercaste nerviosa a su mesa, mirando a tu alrededor varias veces para asegurarte de que no había nadie viéndote. Lo pensaste una última vez y, con una sonrisa tímida, dejaste el dibujo en su cajonera.
(…)
Sentada en tu sitio, viste a tus compañeros entrar de nuevo a la clase, rezando en silencio para que ninguno de ellos se percatara de la hoja que sobresalía de la cajonera. Sabías que algunos eran lo suficientemente molestos como para cogerlo aunque no fuera para ellos. Cuando faltaban dos minutos para que el timbre sonara, oíste una risa y unos pasos acercándose a la puerta. Viste a Jungwon con uno de sus amigos y después de despedirse entró a la clase. Al ver que le estabas mirando se tropezó con una mochila, haciendo que se sonrojara. Miraste rápidamente alrededor, como si todo ese rato hubieras estado mirando a los demás.
Dejaste escapar un suspiro de alivio al ver que se sentaba y miraba extrañado la hoja. La primera parte de la misión estaba completada. Le viste fruncir el ceño, sin entender por qué había encontrado un dibujo de él en su mesa, ya que ni siquiera estaba firmado. Su expresión te había parecido tan adorable que te reíste sin pensarlo, atrayendo la atención de un par de compañeros que estaban sentados cerca de ti. Sacudiste la cabeza intentando ocultar tu sonrisa y buscaste en la mochila el cuaderno de Matemáticas.
El profesor entró, haciendo que todos se quedaran en silencio. Miraste una última vez a Jungwon, que seguía concentrado en tu dibujo y ni siquiera se había dado cuenta de que ya había empezado la clase. Fingiste tener tos, haciendo que saliera de su pequeño trance. "Ahora solo queda esperar al momento oportuno.", pensaste volviendo a mirar a la pizarra.
Media hora después, mientras hacías los ejercicios que acaba de señalar el profesor, levantaste la cabeza del cuaderno por un momento. Alguien acababa de levantar la mano para pedirle ayuda sobre algo que no entendía. "Ahora o nunca.", pensaste al ver que estaba de espaldas en unas mesas más adelante.
Arrancaste una hoja del cuaderno lo más silenciosamente posible y escribiste rápidamente: "¿Qué te ha parecido el dibujo?, lo hice mientras comía (espero que no esté manchado >.< ). Hace poco se estrenó una peli que quería ir a ver… ¿Estás libre el viernes por la tarde? :) Y/N PD. Me gustan tus hoyuelos, te hacen más adorable <3" Hiciste una bola con la hoja, y cuando te aseguraste de que el profesor no estaba mirando, la lanzaste en dirección a la mesa de Jungwon. Aterrizó encima de su estuche, haciendo que su vista se dirigiera hacia la bola de papel. Miró al profesor, que seguía intentando resolver las dudas de vuestra compañera, volvió a mirar a la bola y una última vez hacia la mesa de la chica. Cogió el papel y lo abrió por debajo de la mesa, para evitar curiosos. Su cara se volvió a convertir en un tomate al leer la nota, pero al ver que estaba firmada por ti rozó sin querer el estuche con sus manos temblorosas y cayó al suelo. Escondió la hoja en la cajonera al ver que el profesor y algunos compañeros se giraban al escuchar el golpe. "Ten más cuidado", es todo lo que dijo el hombre, para volver a girarse y seguir ayudando a la chica. Ambos dejasteis de contener el aliento. Él se había librado de que descubrieran la nota y tú de que te pillaran sin hacer la tarea. Recogió el estuche del suelo y volvió a leer la nota para asegurarse de que era real y no se la había imaginado. Pensó por un momento y se giró, para descubrir que le habías estado mirando desde que lanzaste la bola de papel. Intentó ser más fuerte que sus nervios y, dedicándote una sonrisa, levantó un pulgar en tu dirección, en señal de aprobación. Te sonrojaste intentando procesar lo que había pasado. Después de unos segundos, no fuiste capaz de contener tu alegría y te levantaste de un salto, "¡Bien!". Todos se giraron entre risas y el profesor te señaló la puerta con una expresión seria. Jungwon dejó escapar una risa al verte caminar hacia la salida, con una mano detrás del cuello, avergonzada. "Que llegue ya el viernes", se dijo a sí mismo en silencio, juntando las manos con los ojos cerrados.
[Winter Saturday] || Jaehyun, Golden Child
![[Winter Saturday] || Jaehyun, Golden Child](https://64.media.tumblr.com/bc97bb8c52c433eec5ef8cc8d0361585/562c3f6cf45a3c8d-49/s400x600/02c0253ca4565d3b1430145850c08276f32741e6.gif)
• Miembro: Jaehyun
• Grupo: Golden Child
• Aviso
• Sinopsis: Es sábado, no hay clases. Te has levantado temprano, más que de costumbre. Es uno de esos días en los que si se te mete algo en la cabeza no vas a parar hasta conseguirlo. Has desayunado a toda prisa y, sin cambiarte de ropa, has ido en pijama a buscar a tu compañero y amigo de la universidad, Jaehyun. ¿Tus planes? Hoy abren la pista de patinaje y vas a llevar a tu amigo arrastrándolo si hace falta. ¿Es una cita? Tal vez.
![[Winter Saturday] || Jaehyun, Golden Child](https://64.media.tumblr.com/400bac7f381ded0b129cc1f21ced3dd6/562c3f6cf45a3c8d-a8/s500x750/8827e0bd22b450a4d81f789ad70f67b9543ee07f.png)
La alarma del móvil sonó, haciendo que tu compañera de habitación dejara escapar un sonido de disgusto mientras se daba la vuelta. Abriste los ojos tras unos segundos y miraste el calendario de la pared. Era sábado y estaba marcado en rojo con una exclamación. Sacaste un brazo de entre las sábanas y buscaste torpemente la pantalla del móvil hasta que la alarma dejó de sonar.
Te sentaste en el borde de la cama, dejando que las piernas colgaran en busca de las zapatillas, mientras intentabas recordar por qué habías puesto la alarma tan pronto un sábado y por qué ese día estaba marcado en el calendario. Uno de los pies completó su misión de encontrar la zapatilla y el otro rozó una hoja de papel que estaba tirada en el suelo. Frunciste el ceño y te agachaste para cogerla. Todo el sueño que había en tu cuerpo desapareció rápidamente al ver la "nota" que habías escrito la noche anterior: "¡PISTA DE PATINAJE!", en letras mayúsculas y rojas, a juego con la marca del calendario.
Saltaste de la cama, dejando que la hoja volara hacia quién sabe donde (adivinando después que había aterrizado sobre la cara de tu compañera) y te dirigiste a la zona común para comer que había al final del pasillo. Preparaste rápidamente un bol de cereales con leche y los comiste a toda prisa, lavándolo después mientras rezabas en mil idiomas para que tu torpeza no lo rompiera.
Miraste el reloj que había en lo alto de la pared, eran las seis y media, demasiado pronto como para que la gente empezara a aparecer por los pasillos, y demasiado tarde acorde al plan que habías creado días atrás. La alarma debería haber sonado media hora antes, dejándote tiempo para desayunar más despacio y salir a correr unos minutos para despertarte del todo. Ahora la única carrera que ibas a hacer era hasta la puerta de la habitación de tu amigo y compañero Jaehyun. Habías planeado llevarlo (que no pedirle ir) a la pista de patinaje. El año anterior no habías podido ir porque estabas enferma, y el anterior a ese tenías un esguince en el tobillo. Nada ni nadie iba a impedirlo esta vez... Bueno, salvo la alarma rebelde quizá.
Llegaste después de perderte un par de veces (porque tu sentido de la orientación dejaba mucho que desear) y justo cuando ibas a llamar a la puerta (aún sabiendo que probablemente los dos chicos estarían durmiendo) el sonido de unos pasos te detuvo. Te echaste hacia atrás suponiendo que alguien iba a salir, y después de unos segundos la puerta se abrió, dejando ver a un Seungmin sorprendido ante tu presencia.
"Buenos días, Y/N. ¿No es un poco pronto para estar haciendo visitas?", tu amigo te dedicó una sonrisa al mismo tiempo que levantaba una ceja.
"¡Seungmin! ¡Buenos días!", ladeaste la cabeza, intentando ver el interior de la habitación por un momento, pero al ver que las cortinas estaban cerradas volviste a mirarlo. "¿Hoy tienes turno en la cafetería?", preguntaste, recordando que tu amigo trabajaba en el centro, a una hora de distancia de la universidad.
"Sí...", suspiró, dando a entender que no tenía ganas de ir. "Estos días he estado durmiendo poco por culpa de los exámenes, habría preferido no tener que ir hoy y aprovechar para dormir.", bostezó mientras se ponía los guantes.
Sentiste una punzada de culpabilidad en el pecho al recordar los exámenes. Tú no habías tenido ninguno en los días anteriores, pero si Seungmin estaba cansado, Jaehyun debía estarlo también. Sin embargo, tus ganas de patinar eran más fuertes que la culpa.
"Entonces, volviendo a la parte de que estés aquí...", empezó a decir después de cruzar los brazos y apoyarse en la pared. "¿Jaehyun?", dijo sonriendo de lado ante su sospecha. Al ver que la punta de tus orejas se teñía de rosa intentó ahogar su risa, para no llamar la atención de su compañero por tener la puerta abierta.
Tomaste aire durante un par de segundos para dejarlo salir en forma de "Jaehyun." como respuesta, asintiendo con la cabeza varias veces, sin ganas. Le diste un golpecito amistoso en el hombro al ver que hacía un gesto que bien podría haber significado "ay, el amor...".
"¿Sabía que ibas a venir a buscarlo?", dijo tras echar un vistazo a la hora en su móvil. "No, no tiene ni idea de que lo voy a sacar de la cama un sábado por la mañana.", hiciste un gesto con la cabeza mientras levantabas las cejas, "Esa parte ni siquiera la había planeado."
"Buena suerte entonces.", te puso una mano en el hombro para darte ánimos y saltó rápidamente hacia atrás para evitar que le dieras otro golpe. Le sacaste la lengua en respuesta al ver cómo se alejaba por el pasillo, caminando hacia atrás con la mano en alto para despedirse. Viste que negaba con la cabeza para sí mismo mientras sonreía.
Cuando lo viste desaparecer por la esquina te giraste de nuevo hacia la puerta. Respiraste profundamente varias veces antes de entrar y, cuando estuviste segura, empezaste a caminar de forma acelerada hacia las cortinas, tras cerrar la puerta a tus espaldas. Te detuviste a pocos pasos cuando escuchaste que decía algo, pensando que te había pillado. Dejaste de contener la respiración al darte cuenta de que seguía dormido. "Uno, dos y... ¡tres!", pensaste antes de abrir las cortinas. La habitación se llenó de luz y miraste a Jaehyun, que acababa de fruncir el ceño aunque tenía los ojos cerrados. Escuchaste que murmuraba algo pero no conseguiste entenderlo.
"Buenos días, Jaehyun. Es hora de levantarse.", tu tono de voz pasó a imitar el de una madre despertando a sus hijos para ir al colegio. "Tienes que desayunar y vestirte o llegarás tarde a clase.", intentaste contener la risa tras acabar la frase, tapándote la boca con la mano.
Jaehyun volvió a murmurar algo mientras empezaba a moverse en la cama. Buscaste sus zapatillas y las dejaste sobre la alfombra. "Jaehyun...", dijiste alargando la última sílaba y manteniendo el tono amable. "Mamá, cinco minutos más.", consiguió decir, aunque sabías que de haberlo dejado habría sido mucho más tiempo.
"¿Mamá?", tu tono volvió a ser el de siempre, incapaz ya de contener las ganas de reír. Jaehyun se dio cuenta e intentó abrir los ojos, quedándose a medio camino. "¿Y/N?", dijo al verte, para dejar caer el brazo sobre la cara. "¿Qué hora es? ¿Qué día es hoy?". Tras hacer las preguntas se volvió a acomodar, con la intención de volver a dormir.
Te acercaste a la cama y miraste a tu amigo con las manos apoyadas en ambos lados de la cadera, negando con la cabeza. "Son las siete de la mañana.", empezaste a decir tras planear la siguiente jugada, "De un sábado que no vas a pasar metido en la cama.", dijiste para, acto seguido, tirar del edredón. Viste que su camiseta estaba subida, dejando ver su estómago. Te acercaste y la pusiste bien retomando el papel de "madre", "Intenta ponerte algo de ropa con la que vayas a aguantar el frío... Como sugerencia."
Jaehyun abrió los ojos nuevamente al notar tu mano sobre su camiseta, confundido. "Y/N. Para un momento, ¿dónde dices que vamos a ir?", te miró mientras te dirigías a la puerta, frunciendo el ceño.
Te giraste una última vez para verlo medio sentado, con los brazos apoyados en la cama. "Intenta desayunar, si necesitas algo por el camino pasaremos por alguna cafetería. Te espero dentro de veinte minutos en el hall."
Después de procesar tus palabras (todo lo que el sueño le permitió), se rascó la cabeza y preguntó, "¿Cuál de los dos?". Abriste la puerta y respondiste sin mirarlo, "El que queda delante de la fuente. Si vuelves a dormirte me encargaré personalmente de venir a buscarte y llevarte a rastras si es necesario.", te giraste lo suficiente como para que viera tu sonrisa amenazadora, haciendo que un escalofrío recorriera su espalda (sabía que eras capaz de hacerlo y no sería la primera vez).
Volviste a tu habitación, encontrando a tu compañera despierta. Estaba mirando el móvil y al notar tu presencia lo dejó caer sobre la cama. "¿Dónde estabas?", el tono de su voz delataba que se había despertado poco antes de que llegaras.
"Había ido a desayunar... Y luego he ido a la habitación de JaeMin. Deberías estar durmiendo.", dijiste mientras buscabas la ropa que te ibas a poner. "JaeMin...", resopló al encontrarlo gracioso, "Tú también deberías estar durmiendo. ¿A quién se le ocurre despertar a alguien a estas horas... un sábado?", apoyó el codo sobre la cama, y la cabeza sobre la mano, viendo cómo ibas y venías del armario al espejo.
"¿Muy llamativo?", preguntaste mientras te ponías por encima un jersey y una falda. Al ver que asentía en silencio dejaste escapar un sonido a modo de queja. "Hoy abren la pista de patinaje...", cogiste un pantalón y te miraste en el espejo. "No sé qué ponerme."
Escuchaste sus pasos acercándose hasta el espejo y viste que te ponía una mano en el hombro. "Elijas lo que elijas vas a estar igual de guapa. Intenta escoger algo con lo que vayas a estar lo suficientemente cómoda como para patinar pero que sea al mismo tiempo algo con lo que vayas a poder soportar el frío. Y no te olvides de las orejeras, la bufanda y los guantes. Lleva un paraguas por si las dudas.", la miraste durante unos segundos, intentando no admitir que seguías sin saber qué ponerte. Sabías que siempre tenía algo que criticar sobre tus conjuntos, como buena hija de estilista, por lo que decidiste dejar la ropa a su elección.
"Supongo que iré a darme una ducha. Elige tú por mí, confío en tu criterio."
(...)
Después de varios minutos sentada en uno de los sillones del hall esperando a Jaehyun, miraste el móvil. Le quedaban apenas unos segundos para aparecer ante tus ojos, antes de tener que ir a buscarlo. Empezaste a hacer una cuenta atrás mental y cuando quedaban dos segundos lo viste bajar por las escaleras, seguido de tu compañera.
Dejaste escapar un suspiro de alivio. No tenías ganas de arrastrarlo por la calle, pero sabías que si fuera por él no saldría a ningún sitio durante el fin de semana. Aunque tampoco lo culpabas al recordar las palabras de Seungmin. El sentimiento de culpa seguía bailando por el fondo de tu mente.
"Estoy listo.", dijo Jaehyun parándose delante de ti, intentando ser más fuerte que el sueño. Te levantaste despacio, debatiéndote entre seguir con el plan o dejar que volviera a la cama. Recordaste tus planes para las próximas semanas e hiciste un puchero. Tal vez este sería el único (y último) momento en el que podrías ir a patinar con él. Le pusiste una mano en el hombro mientras mirabas a tu amiga. Se te acercó lo suficiente como para que la oyeras susurrar, "Pensaba que te referías a Jaemin."
Por alguna razón notaste que Jaehyun intentaba poner atención tras oír el nombre de vuestro compañero. "Que le guste a tu hermana no significa que me tenga que gustar a mí también.", dijiste intentando bajar todavía más el volumen de tus palabras. "Entonces, ¿estás admitiendo que te gusta?", respondió tu amiga imitando el volumen, con una sonrisa en los labios mientras señalaba con la cabeza a Jaehyun.
Tus ojos pasaron varias veces de tu compañera a Jaehyun, intentando decidir qué parte de la conversación estaba llegando a captar. "Bueno, nosotros nos vamos a ir ya. Si necesitas algo antes de que volvamos no dudes en avisarme."
"Según la aplicación del tiempo se supone que va a nevar en algún momento del día.", dijo Jaehyun de repente, haciendo que saltaras en el sitio.
"B-bueno...", los nervios hicieron que tartamudeases, haciendo que tu amiga aguantara la risa, "Si nieva al menos me alegraré de verlo contigo.", dijiste sin pensar girándote hacia los cristales, dándote cuenta de lo que habías dicho.
"Vaya...", escuchaste a tu amiga, alargando las sílabas de la palabra para molestarte, "sería la primera nevada de invierno... qué conveniente...". Cerraste los ojos con fuerza. Ni siquiera habías planeado eso. "Venga, os dejo solos. Que os divirtáis.", te giraste y se despidió guiñándote un ojo. Habrías deseado tenerla cerca para golpearle el brazo.
"¿Me vas a decir ahora a dónde vamos?", hizo un gesto con la mano delante de tu cara, para atraer tu atención al ver que seguías mirando a tu amiga mientras subía por las escaleras, lanzándole todo tipo de maldiciones con la mirada.
"Lo sabrás cuando lleguemos.", dijiste tras sacudir la cabeza y sacaste el móvil para mirar por última vez (o al menos pensaste que lo seria) la dirección del sitio. Miraste varias veces el mapa, haciendo notas mentales sobre la ruta más rápida y las cafeterías que hubiera cerca de allí.
Un par de minutos después levantaste la mirada de la pantalla, viendo que Jaehyun se había sentado en el sillón, cabeceando con los ojos cerrados. "Jaehyun...", te acercaste a él y le pusiste una mano en lo alto de la cabeza. Una vez más, la culpa se apoderó de ti, y cuando estabas a punto de cambiar los planes, abrió torpemente los ojos.
"Estoy despierto. Viva el rock.", dijo mientras hacia gestos con las manos al pronunciar la última palabra, haciendo que soltaras una risita nerviosa. "¿A qué viene eso? ¿Tienes fiebre?", le pusiste una mano sobre la frente y Jaehyun la apartó con cuidado para ponerse de pie. "Cuando me despertaste estaba soñando que eras una estrella de rock y yo te animaba entre el público porque era tu fan.", dijo sacudiendo la cabeza para intentar despertarse del todo. "Supongo que la parte de ser tu fan no estaba tan lejos de la realidad como lo otro.", se puso bien el abrigo y caminó hacia la puerta.
El sonido de tu móvil indicó que habías recibido un mensaje. Aprovechando que todavía lo tenías en la mano lo miraste, "¿Habrá beso? ;)". Tus mejillas empezaron a arder ante la pregunta de tu amiga, por lo que decidiste dejarla en "visto" y guardaste el móvil en el bolso.
Jaehyun se giró para confirmar sus sospechas de que llevabas las orejeras y la bufanda mal puestas. "Me dices que me ponga algo para el frío y tú no eres capaz de ponerte esto bien... Qué harías sin mí...", dijo mientras las ponía bien. "Probablemente dejarte dormir.", respondiste mientras te encogías de hombros.
Sacaste una mascarilla del bolso y te la pusiste. "Ahora sí, podemos irnos."
(...)
Media hora después llegasteis a una cafetería que quedaba delante de la parada del autobús, entrando para hacer tiempo hasta que llegara. Jaehyun se ofreció a hacer el pedido mientras tú ibas a sentarte en una mesa alejada de la entrada.
Miraste la tele que había en la pared, donde estaba saliendo un anuncio sobre la apertura de la pista de patinaje, "No seremos los únicos allí, espero que no haya mucha gente...", pensaste, preocupada. Viste que Jaehyun ya estaba pagando y te quitaste los guantes y las orejeras, dejándolos en la silla que había a tu lado, con el bolso. Después del anuncio, salió el trailer de una película que conocías bastante bien. Tu padre era actor y esa era su película más reciente. Suspiraste, recordando que pronto lo verías.
"He pedido lo de siempre, espero no haberme equivocado.", dijo Jaehyun dejando sobre la mesa dos vasos de café, tostadas para él y un bollo de crema para ti. "Woah", dejó escapar al seguir tu mirada hacia la tele. "¿Irás a verla? Podemos ir juntos si quieres."
Negaste con la cabeza rechazando su oferta. "Apuesto lo que sea a que si alguien me reconoce llamarán la atención de los periodistas y empezarán a hacernos un montón de preguntas.", dijiste, deseando ser otra persona por un día para poder ir al cine con tu amigo.
"¿Cómo lo has hecho durante todo este tiempo? Quiero decir, tu padre es famoso.", asentiste con la cabeza, "Técnicamente tú también lo eres desde que saliste en esa serie de policías y detectives hace tres años.", volviste a asentir, notando un nudo en el estómago. "¿Nunca te han llegado a reconocer por la calle?", viste que te miraba con unos ojos llenos de curiosidad.
Miraste el vaso de café, deseando que los cereales se quedaran en su sitio. "No lo sé. ¿Podríamos hablar de otra cosa? Es lo último en lo que quiero pensar en este momento.", Jaehyun guardó silencio mientras empezabas a beber el café y te preguntaste si habrías sonado más borde de lo que pensabas. Después de cinco minutos de un silencio incómodo, sentiste que el sonido de tu móvil era tu salvación. Lo sacaste del bolso para ver que era tu amiga la que estaba llamando. Miraste a Jaehyun, que jugaba con las tostadas con una expresión somnolienta. No te dio tiempo a saludarla cuando pulsaste el icono para responder, "Y/N, estoy en la cafetería donde trabaja Seungmin. No vas a creerte lo que me acaba de pasar.", miraste la hora en el reloj que aparecía en la tele. "¿Has llegado tan pronto que ni siquiera han abierto todavía?", volviste a beber café. "No. Bueno, sí. En verdad sí. Pero no me refería a eso. ¿Te acuerdas de ese chico del que te hablo siempre? El que suele venir a esta cafetería los martes y los jueves." Pensaste por un momento, recordando vagamente haberla oído hablar de un chico que una vez le dedicó una sonrisa sin conocerla de nada cuando aún iba al instituto. Desde ese día había estado coladita por él, pero nunca se había atrevido a entablar una conversación de verdad con el chico, más allá de intercambiar un par de frases. "Voy a tomar ese silencio como un sí. Bueno, la cosa es que, como has dicho, he llegado demasiado pronto. He venido para estudiar, porque, por si lo habías olvidado, dentro de dos semanas tenemos un examen.", tragaste saliva al recordar que probablemente no ibas a poder hacerlo, "Técnicamente el chico solo viene los martes y los jueves, ¿no?" "Eso es lo que tú piensas, estoy segura de que irá otros días también.", miraste a Jaehyun, que había empezado a hacer gestos para llamar tu atención. Señaló el reloj de su muñeca y después hacia la parada del autobús. Empezaste a recoger todo mientras sujetabas el móvil entre tu mejilla y el hombro. "Sí, lo sé, pero yo me baso en lo que veo siempre.", siguió tu amiga, "A lo que iba. Mientras estaba esperando delante de la puerta lo vi venir desde lejos, iba acompañado de otro chico un poco más bajo que él." Salisteis de la cafetería y os quedasteis junto a la parada, el autobús tenía que aparecer en dos minutos. "Intenta adivinar quién era.", dijo tu amiga emocionada. "No lo sé, ¿su novio?", cerraste los ojos por un momento, imaginando que te daba un golpe con los dedos en la frente. "¡Era Jongho, de la carrera de música!". "¿Jongho?", preguntaste frunciendo el ceño al no sonarte el nombre. "Está en la clase de Joochan.", dijo Jaehyun, sacándote de dudas. "¡Exacto!", dijo tu amiga tras escucharlo de fondo, "Resulta que el chico del café va a nuestra universidad y yo nunca me había dado cuenta hasta ahora." Viste que el autobús estaba acercándose y miraste a Jaehyun. Subió primero y dejó que buscaras unos asientos libres mientras pagaba. Te sentaste junto a la ventana y esperaste a que tu amigo se sentara también. "Y/N, pregúntale a Jaehyun por el chico, a lo mejor lo conoce también.", resoplaste al pensar que ibas a tener que hablar, arriesgándote a que alguno de los pasajeros reconociera tu voz. Miraste a Jaehyun, asintiendo con la cabeza para agradecerle en silencio que hubiera pagado, e hiciste una nota mental para devolverle tu parte en otro momento (incluyendo lo que había pagado por tu café y el bollo de crema). Después de varios minutos hablando, llegasteis a la conclusión de que, irónicamente, el chico del café era un tal Seungmin. Tu amiga salió de la conversación más contenta de lo que estaba al haberla empezado.
(...)
Os parasteis ante el edificio y Jaehyun te miró frunciendo el ceño, "¿Vamos a patinar?". Lo miraste con una expresión inocente, "Sí. ¿No te gusta la idea?", preguntaste ladeando la cabeza.
"No, no. Me parece bien", respondió rápidamente. "Así que te referías a eso con lo del frío...", volvió a mirar el edificio. "Y tal vez al hecho de que estemos en invierno... Solo tal vez.", dijiste en voz baja mientras rodabas los ojos.
Empezó a hacerte preguntas como por qué habías elegido ir a ese sitio o por qué tenía que ser tan pronto por la mañana, y mientras le empezabas a hablar sobre tu mala suerte en los años anteriores, tus ganas de patinar y lo mucho que odiabas ir a sitios con mucha gente, notaste que alguien se paraba detrás de ti.
"Buenos días, parejita.", escuchaste la voz de vuestro amigo, Jangjun, y te giraste para ver que iba acompañado de alguien a quien no conocías. "Te he dicho muchas veces que dejes de llamarnos así.", dijiste tras saludarles al notar que tus mejillas volvían a arder.
"A mí no me molesta.", dijo Jaehyun dando un par de pasos para quedar a tu lado. Tu cerebro tuvo un bloqueo momentáneo intentando encontrar las palabras para responder a su comentario.
"Déjame adivinarlo, ¿estáis en una cita?", dijo Jangjun, poniéndose las manos en la frente haciendo ver que tenía "poderes". "No", "Sí", respondisteis al unísono y os mirasteis sorprendidos. Jaehyun frunció el ceño y miraste a Jangjun, amenazándolo con los ojos. "¿Es una cita?", te preguntó tu amigo. "Bueno, esa era la intención. Supongo que ya no lo es."
Jangjun se percató de tu expresión decepcionada y decidió despedirse (pidiéndote disculpas mil veces por mensajes a lo largo del día). Empezaste a caminar de nuevo, en dirección al edificio.
"¿Por qué no me habías dicho que era una cita?", el tono de su voz dejaba en claro que si todavía tenía sueño antes de la pregunta de Jangjun, la confesión repentina se lo había llevado. Negaste con la cabeza en silencio, sin ganas de responder. "Y/N.", te paró poniéndote las manos en los hombros. "Olvida lo que he dicho. No es importante.", dijiste apartándolas. Una vez dentro empezaste a mirar a tu alrededor, con el hábito que habías ido adquiriendo desde hace unos años de contar las personas que había allí. "¿Mucha gente?", preguntó Jaehyun a tus espaldas. "No, pero el miedo sigue ahí.", respondiste encogiéndote de hombros. Os acercasteis a mirar un cartel que había en la pared, explicando las normas y los precios. Jaehyun te leía las cosas importantes, recordando que no habrías podido hacerlo por ti misma al no llevar las gafas. "Cariño, tienes que ponerte el abrigo. Si no lo haces te resfriarás y no podremos venir otro día.", escuchaste que decía una señora, ante la insistencia de su hija para quitarse el abrigo. "¿Como ese chico?", señaló a tu amigo de forma inocente. "Sí, seguramente él tampoco quería ponerse el abrigo y ahora tiene mal la garganta." Jaehyun se giró ante el comentario de la señora, sabiendo que se refería a él. Te acercaste a ellas y sonreíste avergonzada bajo la mascarilla. "No me gusta meterme en conversaciones ajenas pero estáis hablando de mi amigo. No está enfermo. Esa es su voz normal.", viste que la niña te miraba sorprendida y te agachaste para quedar a su altura. "¿Te cuento un secreto? Su voz es muy bonita, me gusta mucho.", de no haber llevado puestas las orejeras podría haberse visto claramente que tus orejas estaban rojas, y no por el frío. "¿Su voz o él?", preguntó la niña, curiosa. Levantaste dos dedos dando a entender que eran las dos cosas, deseando que tu amigo no lo viera. Su madre se cansó y cogió a la niña en brazos para llevársela a otra parte.
Te levantaste y escuchaste que Jaehyun se acercaba, "Si Jangjun y Jibeom hubieran estado aquí ahora, se habrían reído de mí durante un buen rato.", dijo mientras miraba a la señora alejarse. "Entonces, te gusta mi voz.", dijo con una expresión presumida cuando te giraste. "Sí, deberías ser cantante.", respondiste formando "pistolas" con los dedos, intentando ser graciosa.
"No, para eso ya estás tú con tu banda de rock.", dijo recordando el sueño que había tenido, haciendo de nuevo el gesto con las manos. "Tonterías, ni siquiera sé cantar.", dijiste volviendo a mirar el cartel de la pared. "Vamos a ver si quedan patines de nuestra talla, no vaya a ser que hayamos venido hasta aquí para nada.", recordó Jaehyun al ver que una familia se acercaba al mostrador para pedirlos.
Unos minutos después estabas dando saltos sobre la pista, haciendo piruetas y cayéndote alguna que otra vez entre risas. Jaehyun te seguía a su ritmo, acercándose rápidamente cada vez que te caías para asegurarse de que estabas bien. Te acercaste a él para recuperar el aliento y te miró levantando una ceja, "¿Se te ha congelado la cara?", preguntó al ver que tu sonrisa no desaparecía desde el momento en el que habíais entrado a la pista. "No, simplemente estoy muy feliz de haber podido venir hoy contigo. Creo que...", hiciste una pausa al oír por casualidad una conversación que estaba teniendo lugar a tus espaldas, haciendo que tu sonrisa desapareciera.
"...y acabé el episodio donde Hanna descubre quién es el ladrón. Woah, habría jurado que era ella robando mi corazón. La actriz que interpreta a Hanna es preciosa, ojalá pudiera conocerla algún día.", decía una chica de unos diecisiete años. "Yo prefiero a su hermano. ¿Recuerdas ese episodio donde hacen equipo para encontrar el escondite de Jiwoo? Hay una escena donde él se quita la camiseta para lanzarse a la piscina que...", respondía la chica que estaba con ella.
"No sabía que fuera tan famosa la serie...", murmuraste volviéndote a subir la mascarilla. "Y tampoco tiene nada de especial la actriz esa.", suspiraste empezando a deslizarte hacia la salida de la pista.
"Y/N, espera. Pensaba que te lo estabas pasando bien. ¿Vas a irte solo porque hablen de eso?", Jaehyun te agarró la mano para impedir que salieras. "Y me estaba divirtiendo. El problema es que hoy no quería pensar en eso. No quería sentirme peor."
Saliste y te quitaste los patines, ignorando la mirada de tu amigo. "¿Por qué te ibas a sentir peor?", siguió haciendo preguntas después de quitarse también los patines e ir al mostrador para devolverlos. Saliste del edificio y te sentaste en un banco cercano. Jaehyun se quedó de pie delante de ti con los brazos cruzados, esperando a que respondieras sus preguntas.
Miraste la hora en el móvil, eran las nueve y media, un buen momento para volver a la universidad a meterte debajo de las sábanas para llorar. Esto no era lo que habías planeado y estabas a punto de empezar a gritarle a tu amigo por la frustración, aunque él no tuviera nada que ver.
(...)
Habíais vuelto a la universidad en silencio. Jaehyun te conocía demasiado bien como para saber que no debía hablarte, solo con haber visto en el autobús tus piernas inquietas. Seguía teniendo muchas preguntas pero decidió esperar a que fueras tú la que retomara la conversación.
Llegasteis a la zona del jardín. Jaehyun se sentó en los escalones, apoyó los brazos sobre las piernas y dejó descansar la cabeza encima de la mano. Te quedaste apoyada sobre la barandilla, intentando encontrar las palabras adecuadas.
"Jaehyun.", lo llamaste sin mirarlo para recuperar su atención. Levantó la cabeza y te miró, esperando a que siguieras hablando. "¿Recuerdas el casting que hice hace unos meses para una película sobre fantasmas?", tragaste saliva esperando su respuesta.
"Sí. Dijiste que no te habían elegido.", te miró y frunció el ceño, empezando a sospechar que le habías mentido. "Espera, ¿te eligieron?", se levantó y subió los escalones para ponerse a tu lado.
"No exactamente. O sea, sí.", suspiraste frustrada, intentando reorganizar tus pensamientos. "En un principio me dijeron que habían encontrado a una chica que era más adecuada para el papel. De esto hace ya tres meses. El problema es que la chica discutió con director y varios de sus compañeros y la acabaron despidiendo."
"Y te han elegido a ti para retomar su papel, ¿es eso?", adivinó con una expresión seria. Asentiste con la cabeza. "Me llamaron hace unas semanas para ofrecerme el papel. Según el director yo era la segunda mejor candidata. La primera era la chica, pero se habría negado a seguir aunque no la hubieran despedido."
Te atreviste a mirarlo por un momento, antes de seguir hablando. Volviste a mirar las flores al ver que estaba intentando descifrar la expresión de tu cara. "Vale. Pasemos directamente a la parte mala. Sé que la hay.", dijo alentándote a seguir.
Respiraste profundamente y dejaste salir el aire despacio. "Me voy dentro de dos semanas.", Jaehyun empezó a hablar pero lo interumpiste. "A Nueva York. La película se estaba grabando allí."
Miraste el cielo, las nubes estaban grises. "Bueno, tampoco es que vayas a estar allí mucho tiempo. ¿Cuánto se tarda en hacer eso? ¿Un mes? ¿Dos?". Lo miraste con una expresión ofendida, "¿Es que no has aprendido nada en clase durante estos casi tres años?", le diste un golpe en la frente con los dedos.
"Perdón por no ser el hijo de un actor famoso y entender todo lo que pasa dentro de ese campo.", respondió empezando a enfadarse, mientras se masajeaba la zona en la que había recibido el golpe. "Mira, Jaehyun, no quiero discutir contigo. La película esa ya iba por algo más de la mitad y ahora tienen que volver a grabar las escenas en las que aparezca mi personaje. Quitando que eso pueden ser uno o dos años, tengo que aparecer otra vez en la serie de Hanna. Quieren grabar la segunda temporada allí también y ni siquiera sé cuántos episodios son esta vez."
Dejaste que procesara tus palabras en silencio. Sabías que no estaba entendiendo la parte importante de la historia. "Jaehyun, me mudo a Nueva York."
Te miró con los ojos muy abiertos, intentando decidir si lo que acababa de escuchar era real. Viste que se agarraba a la barandilla para recuperar el equilibrio. "El martes iré a ver a mi madre en tren para contárselo. Supongo que papá no le habrá dicho nada todavía y me habrá dejado todo a mí como siempre.", rodaste los ojos al mencionar a tu padre.
Tus padres se habían divorciado hace unos años en términos amistosos y vivían separados (precisamente él en Nueva York). El trabajo de tu padre lo mantenía ocupado la mayor parte del tiempo y supusiste que no le habría hablado de eso en ningún momento. Tu relación con él era un poco complicada. Como padre no tenías ninguna queja, pero cuando se trataba de su vida como actor... Ahí entraba el problema.
"¿Soy el único que lo sabe?", preguntó después de unos minutos. "Sí, supongo que mamá será la segunda en saberlo sin contar a mi padre."
"Deberías habérmelo dicho antes. Podríamos haber pasado más tiempo juntos y no haberlo reducido a una "cita" de poco tiempo.", dijo marcando las comillas en el aire. "Bueno...", empezó a decir para cambiar de tema al ver que las lagrimas estaban amenazando con salir de tus ojos. "Quitemos las comillas. Le voy a dar la razón a Jangjun por una vez. Era una cita. Aunque haya sido tan corta."
Levantaste la mirada y viste que sonreía sin mirarte. "Estás mintiendo. No lo era para ti.", dijiste dándole un golpe en el brazo. "Vale, técnicamente no lo era porque tú no me la pediste. Pero si tú la considerabas como tal, entonces yo también."
Sentiste que algo frío aterrizaba sobre tu cabeza y miraste hacia arriba con una expresión inocente. "Vaya, parece que tenía razón.", dijo Jaehyun con una sonrisa, alargando un brazo para que un copo de nieve aterrizara sobre la palma de su mano.
Miraste la nieve como si nunca antes la hubieras visto (aunque no fuera el caso) y recordaste las palabras de tu amiga. "Entonces, a la hermana de tu compañera le gusta Jaemin...", empezó a decir sonriendo de lado, haciendo que te sonrojaras al darte cuenta de que sí os había oído hablar en el hall. "Habrá que preguntarles cuando vuelvas si quieren hacer una cita doble en la cafetería de Seungmin... Ya sabes, por aquello de que te gusta "mi voz"."
Lo miraste con los ojos muy abiertos. "No te preocupes, la tuya es muy bonita... También me gusta.", dijo al mismo tiempo que sus mejillas se teñían de rojo.
[Goodbye tests, hello summer! 1/2] || Bangchan, Stray Kids
![[Goodbye Tests, Hello Summer! 1/2] || Bangchan, Stray Kids](https://64.media.tumblr.com/7c0e66b2a78e460bfed1741fbb155e4d/54aa31ff9939e544-ce/s500x750/48c5fa80a69458d90c128e173d29fa4862c43ec4.gif)
• Miembro: Bangchan
• Grupo: Stray Kids
• Aviso
• Sinopsis: El curso está a punto de acabar, solo te quedan tres exámenes para ser libre durante el verano. La parte mala es que son todos el mismo día... Y la parte todavía más mala es que ese día es mañana. Tu novio, Chan, te está animando más que nunca para que te salgan bien.
![[Goodbye Tests, Hello Summer! 1/2] || Bangchan, Stray Kids](https://64.media.tumblr.com/4564087682671fcc353ae41901dc636c/54aa31ff9939e544-32/s500x750/d334ed765884a0c91286b6e6077004ee0b584974.png)
"¡No puedo seguir con esto!", dijiste tirándote en la cama con el libro sobre la cara. "¡Estoy harta!"
"Y/N. Aún no hemos terminado. Si acabamos pronto te dejaré elegir la próxima película cuando vayamos al cine.", dijo Chan sentándose en el borde de la cama. "No. Me niego. Como vea una sola ecuación más voy a lanzar el libro por la ventana.", dijiste sentándote de golpe amenazando con tirar el libro al otro lado de la habitación. "Mira, justamente, toda esa energía que quieres emplear en romper el cristal de la ventana, la puedes usar para seguir estudiando.", dijo quitándote el libro de las manos, sabiendo que eras capaz de hacerlo.
Te dejaste caer otra vez sobre la cama, tapándote la cara con las manos. "¿Y si no soy lo suficientemente buena y suspendo los tres? ¿Y si no me acuerdo de nada cuando tenga la hoja delante? ¿Y si...?" "Bueno...", te interrumpió y cruzó los brazos, "En ese caso me aseguraré de no volver a decirte nada sobre ir al cine en todo el verano. Porque te quedarás estudiando hasta que empiecen las clases otra vez." "¡Chan! ¡No es justo!", te levantaste una vez más y agarraste su brazo, protestando. "Lo que no es justo es que estés perdiendo el tiempo quejándote en vez de estar estudiando para evitar eso de lo que te estás quejando precisamente. Levanta el culo de la cama y ponlo sobre la silla antes de que me enfade y te deje aquí sola con todos los libros y los apuntes.", decía al mismo tiempo que tiraba de ti para llevarte de nuevo al escritorio.
"Eres insoportable a veces.", murmuraste mirando el cuaderno tras hacer un sonido de disgusto. "¿Cómo dices, Y/N?", la cara de Chan se asomó por encima de tu hombro, frunciendo el ceño. "¡Decía que te quiero mucho! ¡Tanto que voy a seguir repasando la parte esta de las ecuaciones!", señalaste varias veces el cuaderno, tocándolo de forma agresiva. "Eso pensaba.", se separó de ti y volvió a sentarse en el suelo, ordenando la montaña de apuntes que habías dejado en un rincón. (...) "Eh, Y/N, la cena está lista, puedes...", hizo una pausa después de mirarte, cerrando la puerta a sus espaldas. Se acercó a ti y se sentó a tu lado, en el suelo. "Has terminado por hoy. Siempre te digo lo mismo, pero, no necesitas sacar la nota más alta de la clase, solo tienes que aprobarlo.", empezó a decir mientras te acariciaba la cabeza. Te habías rendido un cuarto de hora atrás, poco después de que Chan saliera para preparar la cena. Tus padres no habían llegado todavía y había preferido encargarse él de eso y dejarte tranquila para que pudieras seguir estudiando. Pero, de un momento a otro, el estrés había llamado a tu puerta una vez más y habías dejado todo de lado para sentarte en el suelo a llorar, con la cabeza sobre los brazos y estos sobre las rodillas. "Es inútil. Voy a suspender.", pensabas una y otra vez. "Has hecho todo lo que has podido y más... Aunque hayas sido tan cabezota y te hayas rendido cada día unas... ¿Seis veces?", negó para sí mismo y dejó descansar la mano sobre tu hombro. "Míralo por el lado positivo." Levantaste la cabeza para mirarlo durante unos segundos, con los ojos hinchados y rojos. Las lágrimas seguían cayendo por tus mejillas y Chan las secó suavemente con el pulgar. "No hay nada positivo en esto.", dijiste volviendo a bajar la cabeza. "Sí lo hay. Mañana harás los exámenes, después de eso podrás descansar, y cuando recibas los resultados te darás cuenta de que estabas exagerando porque habrás aprobado los tres.", dijo dejando un beso dulce en lo alto de tu cabeza. "Piensas que soy más inteligente de lo que soy en realidad.", dijiste limpiándote los ojos con las manos, dejando ver tus mejillas sonrojadas por el beso. Chan dejó escapar una risita al darse cuenta. "Bien, hagamos algo. Si apruebas, ¿hay algo que quieras o algún sitio al que quieras ir?", dijo confiando en tu respuesta. "¿Recuerdas ese parque de atracciones al que fueron Minho y Jisung hace un mes?", Chan asintió en silencio, intentando esconder la sonrisa que se estaba empezando a formar en sus labios, "Bueno, me habría gustado ir. El problema es que anoche estuve intentando pedir las entradas por internet y estaban agotadas... Así que, olvida eso. Minho me dijo que abrieron hace poco una cafetería de esas con gatos por aquí cerca. ¡Tenemos que ir!"
Chan te dedicó una sonrisa finalmente y se levantó, tendiéndote una mano, "Levántate, es hora de cenar." (...) Ha llegado el día. Estás delante de la puerta, en cuanto pases por ella te enfrentarás al primer examen. "Quiero que entres y salgas de aquí sin arrepentirte de nada, ¿vale?", dijo Chan poniendo las manos sobre tus hombros con una expresión seria. "¿Y si...?", empezaste a decir de nuevo y Chan puso un dedo sobre tus labios, interrumpiéndote. "No. Vas a entrar ahí y te vas a comer el examen." Tu barriga dejó escapar una queja, recordándote que los nervios no te habían dejado desayunar. Chan soltó una carcajada, "No lo decía tan literal." Te apoyaste sobre la pared, deseando que el timbre sonara por fin para poder entrar y empezar el examen. "¿Qué pasará si suspendo todo? ¿Me quedaré aquí otro año mientras tú vas a la universidad?" "En ese caso me acordaré de cobrarte las clases particulares para el próximo curso.", se encogió de hombros, con una sonrisa. "¡Oye!", le diste un golpe en el brazo, haciendo que se riera. "Al menos tendré más dinero para comprarte algo que te guste.", volvió a reírse. Estabas a punto de darle otro golpe cuando el timbre sonó. "Salvado por la campana.", dijiste girándote hacia la puerta. "Suerte. Lo vas a hacer bien, cariño, ya lo verás. Confío en ti. Nos vemos a la salida.", lo viste alejarse por el pasillo, después de darte un beso en la mejilla. "Suerte a ti también...", murmuraste cuando ya no te podía escuchar. Sabías que él también tenía que hacer un par de exámenes, aunque no hubiera dicho nada para que no te preocupases por él. Dejaste escapar un suspiro y entraste a la clase. (...) "¿Y bien?", dijo Chan con una sonrisa, dando saltos en el sitio como un niño pequeño, tras verte salir de la clase. Acababas de hacer el tercer y último examen, era hora de volver a casa. "Lo sabré mañana.", encogiste los hombros al responder y te quedaste quieta, mirando el suelo. "Ya está. He acabado por fin.", te llevaste las manos a la cara para esconder las lágrimas que habían empezado a salir. Chan se acercó a ti rápidamente y te abrazó, dejando un beso en tu frente. "Sí. Lo has hecho muy bien y estoy muy orgulloso de ti."
[My lovely enemy] || Beomgyu, TXT
![[My Lovely Enemy] || Beomgyu, TXT](https://64.media.tumblr.com/240509cea958af181ffdb54ef810c654/087c0303635ceb21-f9/s500x750/80447b394a40d39fd7f7656b5fef1cd916a70603.gif)
• Miembro: Beomgyu • Grupo: Tomorrow by Togethter • Aviso: Alcohol, mención de la palabra "suicidio"
• Sinopsis: Beomgyu y tú os declarasteis enemigos (indirectamente) en el primer día de la universidad. Desde entonces sois incapaces de mantener una conversación normal como dos adultos y vuestros amigos temen que os encontréis por los pasillos porque siempre acabáis discutiendo a la mínima provocación. El problema es que, hace unos días, durante una fiesta que hicieron vuestros compañeros, el alcohol jugó un papel importante y sin saber cómo ni por qué acabasteis besándoos en el sofá de la sala común.
[Nota: Beomgyu es uno de mis tres ultimate biases, lo adoro con todo mi ser y le quiero mucho, pero la idea de esto me vino de repente y sentí la necesidad de escribirlo. He tenido que hacer más de una pausa porque me sentía y me siento mal por retratarlo así por mucho que sea ficción.]
![[My Lovely Enemy] || Beomgyu, TXT](https://64.media.tumblr.com/4564087682671fcc353ae41901dc636c/087c0303635ceb21-8d/s500x750/e756e51b8b91fdffdc6dd975db8b8ea39eb70049.png)
La clase acabó, para sorpresa del profesor y del resto de alumnos, en la más absoluta tranquilidad. Muchos de ellos intercambiaron miradas al veros recoger vuestras cosas en silencio, sin ninguno de los comentarios sarcásticos que solían bailar entre las mesas y por los que solíais acabar en el pasillo. Beomgyu recogió todo rápidamente y salió casi corriendo por la puerta, como si estuviera huyendo de ti y de cualquier cosa que pudieras hacer o decir.
Habían pasado dos días desde aquella fiesta durante el fin de semana. Era lunes, aquel "incidente" había ocurrido el viernes por la noche. Deberías estar preparándote para la siguiente clase, pero ya habías coincidido tres veces ese día con Beomgyu y en todas las veces habías sentido que trataba de evitarte.
Cada vez que pasaba por tu lado lo hacía con la cabeza bajada, mirando el suelo, intentando pasar desapercibido. No hacía ninguno de sus comentarios, ni te lanzaba ninguna de sus características miradas frunciendo el ceño, juzgándote por la más mínima cosa que pudiera llamar su atención.
Te pusiste la mochila en el hombro y saliste disparada detrás de él, intentando evitar las mesas y las miradas de tus compañeros, clavadas en ti. Casi podías oír todas esas preguntas que eran incapaces de formular, tan acostumbrados a vuestras constantes peleas sin sentido.
Aligeraste el paso al poner un pie en el pasillo, viendo a tu compañero alejarse hacia el otro extremo del edificio. Te tropezaste con los cordones desatados de tus propias zapatillas, pero conseguiste mantener el equilibrio para no parecer más idiota de lo que ya estarías pareciéndolo. Porque lo eras, una gran y completa idiota.
Conseguiste alcanzarlo, quedándote detrás, a unos pocos pasos de su espalda. Debió sentir tu presencia, intentando recuperar el aliento por haber seguido su paso acelerado, porque se giró con el ceño fruncido. Tus ojos recorrían el suelo, incapaces de mirar a Beomgyu a la cara. ¿Era vergüenza, timidez o, simplemente, la molestia de ser él?
"Sobre lo que pasó el otro día…", empezaste a decir, insegura de tus palabras y de cómo estarías actuando desde el punto de vista de tu compañero. Jugaste con tus manos temblorosas, que por alguna razón habían empezado a sudar.
"Lo pillo, no eras tú, eran todos los tragos los que controlaban tus acciones. Sé perfectamente que jamás harías eso en circunstancias normales.", hizo una pausa y te atreviste a levantar la vista por un momento, viendo una expresión en su cara que no supiste descifrar. ¿Estaba molesto por haberlo parado en el pasillo de camino a la próxima clase? ¿Estaba enfadado porque eras tú, la idiota con la que llevaba más de un año peleándose por cualquier tontería?
Sin darse cuenta de que lo estabas mirando, por fijarse en algo (o alguien) al otro lado del pasillo, siguió hablando. "Está claro que a mí me pasó lo mismo, porque, seamos realistas, ¿quién querría besar o estar cerca siquiera de una idiota como tú? Eres insoportable, ni siquiera sé cómo te soportan tus "amigos". Deberían darles el premio nacional a "La paciencia del año". Además, por si fuera poco, besas mal, se nota que no has estado nunca con nadie."
Al acabar de hablar volvió a mirarte, encontrándose con una Y/N tan blanca como el papel, con los ojos muy abiertos y una lágrima amenazando con salir. Sintió un nudo en la garganta y tragó saliva en un intento de deshacerlo. Bajaste la cabeza y te fijaste en tus zapatillas. Su mano se movió de forma involuntaria en tu dirección, pero la paró a medio camino, obligándose a mantener una expresión seria e indiferente. No podía dejar que su fachada se derrumbara tan fácilmente.
Bajaste lentamente hasta quedar a la altura del suelo, en un intento desesperado de esconder tus emociones, mientras atabas los cordones que hacía unos momentos podrían haberte hecho caer. Aunque no habría sido necesario, porque las palabras de Beomgyu ya habían hecho ese papel, dejándote con el ánimo por los suelos.
Tus manos eran incapaces de hacer el nudo porque (al igual que tu compañero) ya tenías un nudo en la garganta que impedía el paso de cualquier palabra que pudieras haber usado en tu defensa, como solías hacer. Habría sido imposible esconder el temblor de tus manos por mucho más tiempo, y debido al bloqueo mental por intentar procesar todo, te daba igual que él se diera cuenta. Simplemente querías que no te viera derrumbarte en medio del pasillo, llorando como alguien a quien le acaban de rechazar de una forma bastante dura.
Porque, sí, de algún modo y sin saber bien por qué, habías sentido así sus palabras. Con un efecto tan diferente al que solían tener.
"Vamos, di algo, no te quedes así.", pensaba Beomgyu una y otra vez, en medio de un silencio incómodo. Te levantaste lentamente tras acabar tu misión, para poder mirarlo una última vez, como si hubieras leído su mente. "Tienes razón, nunca he estado con nadie.", tu voz temblorosa e inestable alimentó el sentimiento de culpa que se había formado en el pecho de tu compañero hacía un par de minutos.
"Siempre he estado sola, mis padres empezaron a ser mucho más estrictos durante el instituto. No llegué a salir con nadie. Mis estudios dependían de mi estabilidad emocional, y claramente haber hecho algo así habría sido un suicidio, de acorde a ellos.", hiciste una pausa, tragando saliva de forma sonora. "Y sí, yo tampoco sé cómo me soportan mis amigos. Si fuera yo, tampoco me soportaría.", levantaste la mirada de nuevo, para dedicarle una sonrisa forzada con los ojos cerrados.
Te giraste sobre tus pies en el momento que las lágrimas empezaron a bajar por tus mejillas, rezando para que no hubiera visto nada de eso. Diste un par de pasos en un intento de irte, pero algo revoloteó por tu mente y volviste a hablar, sin girarte. "Yo tampoco quería besarte antes de eso, ni siquiera sé cómo puedes gustar-", hiciste una pausa frunciendo el ceño, secándote la cara con la manga de la sudadera. "No sé cómo puedes gustarle a nadie con esa actitud que tienes siempre."
Reanudaste el paso y desapareciste rápidamente por las escaleras, dejando a Beomgyu con la boca abierta en un intento de decir algo, sin éxito. Sintió una mano apoyándose en su hombro pero no se giró a mirar al dueño de ésta, todavía con la mirada perdida en las escaleras que ya habías bajado. "Tío, yo te aprecio y todo eso pero, esta vez te has pasado.", reconoció la voz de Yeonjun, con un tono tan serio que casi le daban escalofríos.
Se dejó caer sobre la pared a su izquierda, junto a la ventana. Se tapó la cara con ambas manos y murmuró, "La he cagado."
[Lucky Charm] || Mashiho, Treasure (ESP)
![[Lucky Charm] || Mashiho, Treasure (ESP)](https://64.media.tumblr.com/3f896d818fd18b337f26b28fb1f7c2e3/c593448a5e9e87ba-fc/s500x750/1e4e979ec586e3aa2cb00d58af620725938a4c9c.jpg)
(Este mini moodboard está hecho por mí; las imágenes no me pertenecen.) • Miembro: Mashiho
• Grupo: Treasure
• Aviso
• Sinopsis: Después de un largo día estudiando coreano con tu amigo Mashiho, ha decidido que es un buen momento para descansar e ir a uno de sus arcades favoritos.
![[Lucky Charm] || Mashiho, Treasure (ESP)](https://64.media.tumblr.com/400bac7f381ded0b129cc1f21ced3dd6/c593448a5e9e87ba-6b/s500x750/eb9545fe185c496901bb424c6d3ec6e363be7b8b.png)
Dejaste escapar el aire, negando en silencio, tras ver por enésima vez cómo el peluche escapaba de Mashiho, haciendo que éste apoyara la cabeza sobre el cristal de la máquina, con una expresión triste.
"Supongo que hoy no es mi día.", dijo girándose para poder ver la posible decepción reflejada en tu rostro.
"¿Te has dado cuenta después de...?", cruzaste los brazos y ladeaste ligeramente la cabeza.
"Catorce intentos en esta máquina, siete en aquella y doce en la de los pandas.", señaló cada una de las máquinas que habíais visitado anteriormente, tras la aparición de una sonrisa culpable.
"No te olvides de los dinosaurios rosas, ahí perdiste la cabeza completamente.", fuiste incapaz de no sonreír ante el tono de tu amigo ya que te parecía lo más adorable que había en el sitio, dejando a un lado la gran cantidad de peluches que Mashiho había intentado llevarse.
"Volveré otro día. No te librarás de mí tan fácilmente.", se giró de un salto, señalando al peluche que hacía un par de minutos se había negado a salir. "Serás mío, Sukie-chan.", levantó un puño con una expresión tan adorable como decidida.
Dejaste escapar una risa nerviosa al mirar el cerdito, "¿Sukie-chan?"
"Es pequeño y adorable, tiene cara de llamarse Sukie.", se encogió de hombros intentando parecer inocente. Miró por última vez su monedero, ahora vacío, y se rascó la cabeza, "Es hora de irse, no me queda nada."
Levantó su mochila del suelo y se la puso en el hombro para empezar a alejarse de la máquina. En cualquier otro momento habría esperado a que hicieras lo mismo, pero se sentía decepcionado consigo mismo y no quería que te dieras cuenta porque, según él, arruinaría vuestra "cita". Sin embargo, habías sido capaz de ver a través de él desde el primer intento fallido. Sabías lo mucho que le gustaba ir a sitios así, y de algún modo también sabías que quería impresionarte con sus habilidades para conseguir peluches. Pero, por alguna razón, aquel día no estaba siendo capaz de ganar ninguno, parecía más distraído que de costumbre y ya había pasado la mayor parte del tiempo enfadándose consigo mismo cada vez que veía el peluche caer de nuevo al interior de la máquina.
Lo que no sabías es que en realidad estaba nervioso porque pretendía pedirte salir de verdad al final del día. Entre sus planes estaba ir a tomar un helado después de salir del arcade, pero sus constantes derrotas habían hecho que se quedara sin dinero rápidamente.
Tomaste una decisión rápida y bajaste hasta quedar a la altura del suelo, quitándote la mochila para dejarla apoyada en la máquina.
"¿Qué haces?", Mashiho se giró frunciendo el ceño al escuchar el sonido de la cremallera. "¿No irás a...?", empezó a decir al ver que buscabas una moneda.
No respondiste. Te levantaste y pusiste la máquina en marcha de nuevo. Las luces se encendieron, dejándote libertad por un momento para planear tu jugada. La grúa se movió rápidamente hacia el peluche, como si no hubiera ningún atisbo de duda en ti. Quedó bailando por encima del cerdito durante unos segundos, comprobaste el tiempo restante y miraste a tu amigo antes de pulsar el botón.
Le dedicaste una sonrisa y formaste un corazón con el pulgar y el índice. Mashiho te devolvió una sonrisa nerviosa, notando cómo el calor subía a sus mejillas, dejando un tono rosáceo en lo alto de sus orejas. Apretaste el botón confiada y observasteis el descenso de la grúa, ambos conteniendo el aliento en silencio.
El cerdito subía y subía, y, aún abrazado por las patas de la grúa, se dirigió hacia la abertura de salida.
"¡Y/N!", Mashiho volvió corriendo hacia ti para atraparte entre sus brazos y girarte en el aire, dejando que vuestras risas se mezclaran, formando una melodía dulce y alegre para todo aquel que pasara cerca de allí.
"Puedes recoger a Sukie-chan, está deseando ser tu amigo.", dijiste cuando te volvió a dejar en el suelo, con una sonrisa permanente y un leve rubor en las mejillas.
"Es increíble. Era tu primer intento de hoy y lo has conseguido sin ningún esfuerzo... Ah.... Realmente eres increíble, Y/N.", Mashiho abrazó fuertemente el peluche entre sus brazos, frotando la mejilla sobre la cabeza de éste.
"Bueno, no tengo ninguna duda de que ha sido gracias a ti, Mashi.", te pusiste de puntillas y acariciaste su cabeza con cariño, como si de un cachorro se tratara.
"¿Qué? ¿Por qué? Yo no he hecho nada, has sido tú la que...", habló en un tono bajo, sorprendido por tu repentina muestra de afecto.
"Ay... Mashi, tú y tu pelo de color suerte...", lo interrumpiste y diste un par de pasos hacia atrás para colocarte de nuevo la mochila en el hombro.
"No entiendo...", el rubor de sus orejas bajó lentamente hacia sus mejillas y ladeó la cabeza, mirándote con unos ojos llenos de curiosidad.
Acercaste las manos a ambos lados de su cara, sosteniendo sus mejillas, "Mashiho, eres mi amuleto de la suerte."