Teen Wolf Sterek - Tumblr Posts
Yo Soy Betty La Fea ~ Sterek
Stiles estaba entrando en la “cueva” como Derek le decía al pequeño cuarto/bodega que tenía en su oficina.
Era un día muy importante, ya que Derek tenía que entregar unos planes de su proyecto para la empresa Hale's s Company para que de esa forma Ennis no pudiera tener el puesto como jefe.
Stiles quería sorprender a su jefe Derek, así que llevo el plan de negocios, que le habían pedido a Kate hacer, luego de que ella robará su informe que hizo la noche anterior y llevarse el crédito.
Esta vez estaba preparado y él mismo se lo entregaría. Derek entró detrás de él, de forma desesperada, porque Kate no le había dado nada y la junta empezaría en diez minutos.
—Señor —le llamó.
—¿Qué es lo que me tenías que decir, Bilinski? —el miedo, mejor dicho, el orgullo lo tenían mal.
—Aquí tengo este plan de negocios que hice ayer.
Enseguida Derek tomó la carpeta que Stiles le ofrecía y leía todo atentamente. No podía creer que Stiles en una noche hiciera todo eso, por él.
—Por eso llegué tarde —se acomodó las gafas—. Me quedé hasta las cuatro de la mañana preparando su plan de negocios.
—Esto, esto —Derek no lo podía creer—. ¡Esto es sorprendente, Bilinski!
—Stilinski.
—¿Creé que podría entrar conmigo y explicar a la junta todo esto?
Stiles entusiasmado le dijo que sí y juntos entraron para él explicarle a todos cada uno de los puntos que aquellas hojas tenían.
Luego de que todos aceptarán, Ennis a regañadientes. No hubo más problemas.
Derek y Stiles volvieron a la oficina de Derek junto a Jordan. Ambos elogiaron a Stiles por tan excelente trabajo, en especial Derek.
Volviendo a su oficina y dejando a ambos dos “solos” no pudo evitar tocar en su mejilla, justo donde Derek lo había hecho.
—Ay, tan divino, ¡Tan divino!


En tus pensamientos
Stiles y Derek tenían que investigar sobre una nueva criatura sobrenatural que estaba atacando a Beacon Hills.
La tensión en la habitación de Stiles era muy evidente y si cualquier otro miembro de la manada estuviera allí no dudaría en saltar por la ventana.
Derek nada más veía a Stiles buscando la información en su computadora, sin prestarle atención a él. No le había dicho absolutamente nada en todo el tiempo que llevaban juntos y eso lo tenía desesperado.
Sin aguantarlo más lo tomo de los hombros y lo estampó contra la puerta de la habitación.
—Deja de ignorarme, Stiles —gruñó su nombre.
—No te estoy ignorando —rodó los ojos—. Solo me concentro en buscar la información, eso es todo.
Al decir eso la sangre de Derek se le hirvio, no podía aceptar como después de aquel momento Stiles actuará como si nada.
—Como es posible que no te acuerdes de eso y que no te afecte —sus ojos brillaron—. ¿Por qué no te puedo olvidar?
Stiles no escondió su sonrisa. —Porque soy lo mejor que ha llegado a tu vida.
—Nada más fué un beso.
—¿Y por qué miras tanto mis labios? —de maldad pasó su lengua por ellos.
—No me retes, Stiles —no dejo de verlo a los labios y más cuando vio lo que hacia con su lengua.
—No te tengo miedo, Hale.
El lobo de Derek lo vió como un reto y gracias a la excitación que ambas partes sentía no se pudo controlar y golpeó sus labios con los de Stiles.
Era un beso rudo y sucio, la saliva salía de sus bocas. Todo acompañado de los gruñidos de Derek, junto al gemido que lanzo Stiles cuando la lengua de Derek profundizó en su boca.
Cuando les hizo falta el aire se separaron y un hilo de saliva los unía. Derek con cara de estar más caliente y un problema en sus pantalones, y Stiles con los ojos cerrados, pero una gran sonrisa le adornaba.
—Puedes ser todo lo rudo que quieras, pero de tus pensamientos no me vas a sacar.
Diciendo eso para volver a besar a Derek, apretando el bulto en el pantalón y sacarle un gemido.


Stiles cuando vio a Derek por primera vez

¿Quieres ser mi novio?
Era la hora del receso y todos los estudiantes estaban en la cafetería. Stiles se encontraba sentado solo en una de las mesas, ya que sus amigos aún no habían llegado.
Les escribió y llamó para saber la razón de su ausencia, pero ninguno de ellos contestaba. De la nada se empezó a escuchar música, automáticamente todos llevaron su vista a la puerta de la cafetería y de ella aparecieron primero Erica, Boyd, Isaac, Malia, Kira, Lydia y Scott, quienes venian cada uno con una cartulina. Liam y Theo venían con unos parlantes
De inmediato se acercaron a la mesa en la que Stiles estaba y se pusieron en orden.
—¿Qué pasa? —Stiles se sentía un poco avergonzado por todas las miradas.
—H..Hola, Stiles —Derek salió detrás de los demás y se colocó a un lado de Erica—. Ahora.
Todos voltearon el cartel y Stiles los miro confundido, Lydia se dió cuenta de que Scott no estaba en el orden correcto, por lo que le dió un zape y le dijo que se pusiera en su lugar.
—Entonces, Stiles —la mano que estaba detrás de Derek tenía una rosa—. ¿Q..Quieres ser mi novio?
Tanto Stiles como Derek tenían sus rostros tan rojos, un porque no se esperaba tal declaración de la nada y el otro por estar haciendo la declaración. Derek ya se estaba sintiendo muy apenado, tan así que casi tenía la rosa en toda la cara del otro.
Stiles tomo la rosa, primero la llevo a su naríz para olerla, con una sonrisa en su colorado rostro vió a Derek y asintió. En cuanto Derek recibió la respuesta que tanto quería se acercó dónde Stiles, lo levanto de la mesa para dar vueltas con él.
Se escuchó un bullicio en toda la cafetería por la nueva pareja del instituto y es que ya esos dos se habían demorado en serlo, desde la primaría se veía que estaban bien enamorados el uno del otro.
Dulce masaje
Derek llega cansado a su casa, se quita los zapatos dejándolos justo al lado de la puerta, el saco lo deja en el perchero y va caminó a la sala.
En eso se quita la corbata y se desabotona la camisa, se sienta en el primer sofá que tiene a su alcance y cierra sus ojos de lo cansado que se encuentra.
Pasan unos minutos y siente como alguien toca su pecho, medio abre los ojos y se da cuenta que es su esposo, Stiles, que le esta haciendo un masaje en el pecho, los gemelos favoritos de este.
—Tu relájate amor —le hablo de forma sensual al oído—, yo me voy a encargar de hacerte sentir mejor.
Con eso Stiles le quitó la camisa y continuó con su masaje en el pecho peludo del mayor, los apretaba y pellizcaba los pezones a su antojo, cosa que no desagrada nada a Derek.
De un momento a otro sintió las manos ir hacia sus pantalones para luego tener su miembro al descubierto, justo en la base y en sus testículos había una cierta cantidad de vello, ya que a Stiles le encanta sentirlos cuando lo montaba.
Sintió una fuerte presión y se dió cuenta que Stiles insertó su amigo dentro suyo y comenzó a cabalgar como si su vida dependiera de ellos.
Esa sin duda era la mejor sensación después de haber tenido un estresante y agitador día en el trabajo.
Tengo nuevo cuñado
Cora tenía su celular en sus manos, viendo reels en el perfil de Instagram que Stiles le había creado para que estuviera actualizada y no como cierto Sourwolf que no le gustaba ningún aparato electrónico.
En eso se queda viendo un video en específico, la canción que estaba soñando se reproducía una y otra vez que Derek ya se había estresado. A pasos fuertes llegó hasta la sala del Loft, quedando detrás de Cora y justo cuando le iba a decir algo se quedó en blanco.
Se escuchó como la gran puerta del Loft abrirse de la nada. En eso una llamada de Stiles llegó y Cora le contesta.
—¿Qué rayos le dijiste a tu hermano? —grito del otro lado de la llamada.
—Nada ¿Por qué?
—Llego aquí de la nada todo cachondo diciendo que le bailará nada más a él.
La llamada terminó porque Derek lo atrapó en un beso apasionado y colgó la llamada.
—Ya tengo un nuevo cuñado —sonrió maliciosamente—. Y posiblemente un nuevo sobrino

REPARTIDOR
Stiles se había comprado unas camisetas en línea, estás habían llegado por lo que en ese momento se las estaba probando. Cómo la mayoría del tiempo se la pasaba en boxers, cuando el repartidor llegó, lo recibió de esta forma.
—Ten tu... —quedo embobado—. Tu paquete.
Le entregó el paquete, junto con el papel que tenía que firmar para confirmar la entrega del pedido.
—Gracias —tomo ambas cosas y se dispuso a firmar.
—Disfrute de su pedido.
Cuando ya estaba por irse una mano lo agarro de su brazo.
—No tengo a quien desfilarle lo que me compre para que me diga que tal me queda —vio el nombre en la camisa del repartidor—. ¿Te gustaría ayudarme, Derek?
El solo escuchar su nombre salir de esos labios, rosas y carnosos, hicieron que una parte suya despertara un poco.
Como daba respuesta a aquella pregunta, Stiles no dudo en meterlo en su departamento y sentarlo en uno de sus sofás individuales. Quitándole las cosas y dejándolas en la mesa que estaba en la sala.
Abrió la caja y comenzó a desfilarle de una en una las camisetas que había comprado y para suerte de Derek justo detrás de Stiles había un espejo ubicado en la posición correcta, dándole la visión al redondo trasero de Stiles.
Con una gran sonrisa en su rostro por su cometido, Stiles se fue quitando de forma sensual aquella prenda y buscando otra en la caja, poniéndole prácticamente su rentaguardia en toda la cara a Derek.
—¿Te gusta esta? —le preguntó mostrándole una que era un body de tirantes.
A Derek se le olvidó como respirar al ver que Stiles se quitaba la única prenda que ocultaba su desnudes.

Stiles había logrado sentarse sobre las gruesas piernas de Derek. Pasando sus manos en el fuerte pecho de este y sintiendo como el corazón latía de forma rápida.
Mordiendo su labio abrió los tres primeros botones de aquella camisa y recorrió los pectorales peludos. Tan solo hacer aquello le saco un jadeo a Derek, nadie le había tocado de esa forma.
Podía sentir las manos de Stiles amasarle a su completo antojó, y él no podía quejarse o detenerlo, estaba disfrutando completamente la atención que Stiles le daba.
Termino por abrir toda la camisa y quitársela sin alguna resistencia de parte de Derek, este nada más lo veía embobado, pero sus ojos, aquellos ojos verdes lo único que demostraban era la lujuria que tanto había estado soñando desde su primer encuentro.
FLASHBACK.
Stiles veía una película para adultos en la sala. No vivía con nadie, así que podía ver lo que se le antojara sin tener que quitar y poner otra cosa, en eso escuchó el timbre ser tocado, colocando pause fue por el pasillo directo a la puerta.
Nada más abrir la imagen de un moreno barbudo, con un fuerte pecho, unos troncos como brazos, unos pantalones que se veían de lo más ajustado por las gruesas piernas del hombre y si detallaba bien, una buena herramienta.
—Paquete para el Sr. Stilinski —hablo mirando el papel sobre la caja.
Stiles ni siquiera había escuchado una sola palabra de lo dicho por quien tenía enfrente. Si el vídeo que estaba viendo lo tenía caliente, nada más ver a este hombre le tenía derritiéndose y sintiendo su agujero abrirse para recibirlo con todo el gustó.
—Disculpe, señor —movio su mano libre cerca de su rostro—. ¿Se encuentra bien? Se ve un poco rojo.
—Oh sí, perdón —no pudo evitar sonreír—. Es que estaba cocinando y calor de la cocina me pone así.
Siguió viendo viendo de forma menos interesada y noto en el gafete impreso en la camisa de este el nombre Derek.
—“Con que así te llamas, Derek” —susurro para sí mismo.
FINAL FLASHBACK.
Ahora los dos estaban compartiendo un apasionado beso, tanto así que un poco de saliva salía de las comisuras de sus labios.
Era extremadamente caliente, Derek se dejó llevar por la boca de Stiles, se lo estaban devorando. Tenía sus manos puestas en la cadera de Stiles, pero él se las agarro y las coloco sobre sus nalgas, su miembro reaccionó ante la acción.
Stiles podía sentir la potente herramienta de Derek frotarse contra su trasero y un gemido broto de lo más profundo de su ser. Se sentía muy cachondo y eso ninguno de sus amantes lo había conseguido.
No sé lo pensó tan siquiera y agarrando la nuca de Derek, lo pego a su pecho, directo a uno de sus pezones. Unos segundos y luego la boca de Derek había atrapado el pezón en su boca, eso era sin duda la gloria.
Parte II

Parte III

Parte IV

Parte V

Parte VI

Parte VII
Parte VIII

REPARTIDOR
Toda la estancia había sido bañada por la tensión generada de parte de ambos hombres. Stiles cada vez se restregaba con más fuerza y para Derek era imposible no sentir toda la fricción que recibía bajo aquellos pantalones.
Su miembro estaba atrapado entre sus shorts y las nalgas de Stiles, quería sacarlo y restregarlo en aquella unión de carne.
Aquél beso que se estaban dando se había vuelto más cachondo, por lo que más saliva salía de ellos y como está se regaba en su barba hasta llegar a su pecho. Y no terminando con eso, los gemidos de Stiles le estaban haciendo que su lado más salvaje brotará.
—Derek.
Ronroneó Stiles cuando se separaron por falta de aire. Al hacerlo, un hilo de saliva los unía, la perfecta imagen más caliente que los ojos de Derek habían visto, tanto así que para tratar de controlarse, agarro con fuerza el trasero de Stiles.
—No tienes ni idea de cuan caliente me he sentido desde la primera vez que te ví —hablo cerca de los labios de Derek, casi besándose—. No ha pasado un solo día en el que no te haya tocado mi cuerpo pensando en que son tus manos las que lo hacen.
Lo único que Derek podía hacer era gruñir, apretar y frotarse más con Stiles.
—¿De verdad? —a lo que recibió una afirmación.
—Eres mi adicción, Derek.
— ¿Tanto verme una sola vez y tocarte pensando en mí? —la gruesa voz de Derek solo prendía más a Stiles.
Unieron sus bocas otra vez, el sonido que producía era excitante.
—Controlarme y no hacer nada era como estar en abstinencia —paso sus manos por la barba de Derek—. Pero me prometí que el día de hoy sería diferente.
La ronca sonrisa de Derek contagio a Stiles. Iba a besarlo de nuevo, pero Stiles fue más rápido y se deslizó lentamente hasta arrodillarse, pasando sus manos sobre el bulto que se marcaba en los pantalones azules.
—¿Qué haces?
—Disfruta.
Comenzó a dar besos y lamidas en aquella zona, que solo hacían que Derek jadeara. De forma lenta bajo la corredera del pantalón y con su mano meterla en esta, vaya sorpresa que recibió al ver que este hombre no usaba ropa interior.
—Tu cerebro va a explotar con esto.
Y una mirada maliciosa fue lo que pudo ver Derek con la visión borrosa que tenía por la calentura.
Parte I y II



Dos Pueden Jugar
Derek fue a los vestidores del gym, luego de haber terminado con su rutina de ejercicio.
Mientras se quitaba la ropa sudada una idea le llegó de la nada. Tomó su teléfono y lo acomodo para que pudiera mantenerse verticalmente.
Puso el contador a los 5 segundos y en eso tomo una foto. Sonriendo victorioso la mando a su destinatario con una mirada de malicia.
—Todo esto es para tí, amor.
Era lo que decía bajo la foto que le llegó a Stiles. Derek ya dentro de su Camaro escucho recibir un mensaje de vuelta. Nada más abrir el chat la calentura le ganó y a toda marcha fue directo al departamento de su novio.
—Dos pueden jugar esto, Hale. Y solo uno de los dos terminará rogando.


Picnic
Era un día soleado en Beacon Hills, uno que muy poco se daba porque siempre eran días grises, pero nada más por los rayos del sol siendo tapados por las nubes.
En eso habían dos personas que aprovecharon que había buen clima, tuvieron mucha suerte en que fuera fin de semana y no tuvieran que ir a trabajar.
Eran pocos los que conocían de su relación, ya que no acostumbraban a postear fotos sobre ellos dos, más que todo por lo chismosa que era la gente y que siempre hablaban sin saber.
Pero justo ese día les importo un comino lo que dijeran los demás, a la final de cuentas ellos no dependían que lo que se hablará de ellos. Fueron directo a un parque para hacer un picnic, tal como Stiles había visto en muchas fotos en Pinterest.
La verdad es que Derek y Stiles estaban pasando un buen momento, una que otra mirada a sus muestras de cariño, pero nada de insultos. Ambos iban vestidos a juego, les encantaba hacer esa dinámica de parejas.
En eso Scott venía pasando junto con Theo y Liam, los tres amigos de Stiles.
—¡Oigan! —gritó de la nada Scott.
—¿Qué pasá? —Liam se asustó por el repentino grito del otro.
No podía decir nada, lo único que hizo fue señalar a un lugar del parque. Liam y Theo siguieron la dirección a la que Scott apuntaba y vieron como Stiles le daba de comer unas fresas con crema a Derek para luego darle unos cuantos besos en las mejillas.
—¿Y qué con eso? —rodo los ojos Theo al ver la reacción de Scott.
—¡Pues que está mal! —la espina homofobica de Scott se hizo presente—. Ambos son hombres, no deberían de estás haciendo esas cosas. Deberían de pensar en los niños.
Theo no podía soportar más aquella actitud de mierda he hizo lo que tenía que hacer, agarro el brazo de Liam y unio sus labios en un beso. Al principio se resistió, pero luego le siguió y se dejó llevar.
—Estas rodeado de parejas homosexual, Scott —le dijo Theo justo cuando terminó el beso—. Stiles y Derek son novios desde la secundaria, Liam y yo desde la universidad, madura, estamos en el siglo XXI.
Liam tenía sus mejillas sonrojadas, no porque su relación salió a la luz, eso le importa poco. Lo que lo puso todo rojo fue el beso que Theo le había dado, pudo sentir las lenguas de los dos jugar entre sus bocas y se le olvidó que estaban en público, las muestras de afecto siempre lo ponen nervioso.
No dijeron más nada y dejaron a Scott sorprendido por sus amigos.


REPARTIDOR
Si antes Derek veía estrellas con solo sentir la fricción de Stiles en su miembro, ahora podía ver una galaxia entera.
Tenía atrapado su miembro en aquella caliente y experta boca. Derek no es que fuera muy grande, pero si que muy grueso, por lo que la tarea de chuparlo todo era difícil.
Stiles la única forma que encontró de hacer delirar a Derek, sin aún meter todo ese miembro, fue usar una mano en lo que quedaba fuera y con la otra acariciar sus bolas.
Derek llevo su mano a la nuca de Stiles y moviendo la cadera de arriba hacia abajo entraba a su antojo, sin lastimar a Stiles. La cara de Stiles estaba roja, goteando saliva de la comisura de sus labios, aquellas gotas llegaban hasta las bolas de Derek, dejando entre estos y el mueble todo pegajoso.
Cuanto más rápido se movía, más Derek sentía que iba a acabar. Las arcadas de Stiles aumentaban y lágrimas por la falta de aire bañaban su rostro. Derek bufaba igual que un toro, pero en eso escuchó su celular sonar por lo que se detuvo.
Había dejado el aparato al lado suyo, volviendo a dejar quieta sus caderas y lo tomo para ver quien le estaba interrumpido. El maldito de Theo le estaba llamando justo cuando estaba por terminar.
En todo eso a Stiles le dio la oportunidad de sacarlo de la boca y respirar. Aún de rodillas se acercó y con su mano tomo el mástil de carne, golpeando sus mejillas, dejando marcas de baba donde golpeaba.
—¿Qué ocurre?
—Harris te está buscando —sonó irritado—. No he podido terminar de... Hacer lo que estaba haciendo y me mandó a llamarte. Necesita que vuelvas para un último paquete que se le olvidó colocar en tu lista.
La mirada airada de Derek era evidente y Stiles tratando de quitarsela empezó a lamer desde la base hasta la punta.
—Dile que ya voy —llevo su mano libre al puente de su nariz—, que había mucho tráfico y no podía contestar las llamadas.
—Bien, pero no demores
Y sin despedirse colgó la llamada, dejando el celular a su lado.
—Me temo que tendremos que dejarlo hasta aquí —agarro el mento de Stiles—. Me necesitan en el trabajo.
La mirada de fastidio y descontento en Stiles era evidente, que le quitarán su nuevo juguete favorito justo cuando estaba por recibir el nectar de Derek no era para nada agradable.
Levantándose del piso y tomando la bata que había dejado en el sofá se cubrió.
—Me hubiera gustado terminar —decía mientras se arreglaba el uniforme—, hasta llegar más lejos, pero me tengo que ir.
Stiles se le acercó y empezó a abotonarle la camisa, dejando los tres primeros botones sueltos.
—Esta bien, entiendo —le acarició la mejilla—, pero no creas que voy a dejar que esto quede hasta aquí.
Derek sonrió ante aquello y le dió un último beso de lengua a Stiles.
—No puedo estar más de acuerdo contigo.
Derek le puso en frente su celular y Stiles lo tomo para anotar su número, no sin antes de enviarse un mensaje para que le llegará el número al suyo propio.
—Nos vemos, lunares.
Y salió del departamento, dejando a un eufórico Stiles sentado justo donde él había estado. Llevo sus manos a su cara y la sintió toda pegajosa.
—Tengo que darme un buen baño.
Parte I, II y III


REPARTIDOR
Stiles, ahora acostado en su cama, tenía una videollamada con su amigo. Ambos se conocían desde muy niños. Intentaron estudiar una carrera profesional después de graduarse de la escuela, pero al ser jóvenes y no tener experiencia en algún trabajo con el cual costearse una carrera, decidieron trabajar en lugares que no les pusieran problemas por su edad.
Al menos dos años en los que los dos vivían en un pequeño apartamento, conocieron lo que era ser un modelo webcam y al final abrieron su propia cuenta de contenido adulto.
—¡Fue fantástico, Liam —parecía casi que una colegiala enamorada—. No tengo ni la menor duda de que ese hombre es una bestia en la cama.
—¿Tan rico te cogió?
—No pude llegar nada más que a una mamada —se le fue la alegría—. Le tocó irse, porque le llamaron del trabajo.
—Puedo entender eso —recordó lo que ocurrió con Theo.
—Igual, el mejor amante que he tenido en tanto tiempo —volvió a emocionarse—. La forma en que me miraba y como me tocaba. Esa es la clase de macho que yo quiero, que me dominé a su antojó.
—Era una cosa sería, Stiles —continuaba riéndose—. ¿Creés que se repita?
—Yo espero que sí, esa chupada no me llenó para nada —decía mientras se sentaba—. Además, hizo que le colocará mi número, fui rápido y me envié un mensaje. Entonces sí, esto aún no termina, ni que llegue a terminar.
Justo en ese momento le llegó un mensaje de Derek y por la mirada en su rostro, Liam ya sabía quién era.
—Te dejó —se levantó de la cama.
—¿Ocurre algo? —pregunto en burla.
—Liam —miró fijamente el celular—. Está noche follo, y siento que me dejaran con el culo abierto, deséame suerte.


REPARTIDOR
—¿Tanto me extrañaste? —sobaba la amplía y fuerte espalda de Derek.
—Desde el primer segundo en que salí de aquí ya te estaba extrañando —aspiro la fragancia de su cuello—. Tienes una fragancia tan deliciosa.
A Stiles le gustaba la forma en la que Derek no solo le tocaba, también en como le hablaba.
—Seguro estás muy cansado por todo tu trabajo de hoy —mientras decía aquello le desabotonaba camisa—. Déjame relajarte.
Al quitársela la tiró en una de las sillas del comedor y lo condujo directo al baño. Derek al ir detrás suyo no perdía vista de las protuberancias que se formaban en la parte trasera de la bata.
Ya estando dentro, las luces estaban amenas y una fragancia le golpeaba en sus sentidos. Stiles continúo desvistiendole, primero el cinturón, luego bajó lentamente quedando frente a su entrepierna ya despierta entre los pantalones. Ahora fueron los zapatos con las medias y subió para robarle un beso, mordiendo su labio inferior
En eso Derek le quitó la bata y lo agarró del trasero, apretando un poco fuerte. Stiles descendió una mano hasta que llegó al botón del short, deslizó la corredera y estos terminaron en el piso. Ambos sintiendo la piel del otro sin ninguna prenda en medio.
Los dos eran velludos, Stiles tenía un poco en el pecho, entrepierna, nalgas y piernas, pero Derek era prácticamente un oso, su piel morena llena de pelo lo enloqueció. Un hombre así era lo que siempre le llamaba.
Stiles se separó y caminó hasta la cortina de plástico, deslizándola y haciendo una seña para que entrara con él a la ducha. Estando los dos allí Stiles abrió la llave de la regadera y las gotas de agua los bañó a ambos.
En lugar de que el agua les bajara la calentura, aumentó más. Al estar mojados el roce que cada uno tenía con el otro se sentía se sentía con fuerza. No habían parado de besarse.
Las manos de Derek eran tan ásperas aún estando mojadas y luego empezó a sentir como estas le abrían el culo para dejar su agujero al descubierto. Dejó una en su nalga derecha y con la otra llevó dos de sus dedos para frotarlos con la entrada de atrás, cosa que le hizo dar un sonoro gemido.
—Ya veo que tus pezones no son las únicas partes erógenas de tu cuerpo —y dió una fuerte nalgada, dejando la zona donde golpeó rojiza.
Más gemidos que eran acompañados de jadeos llenaron el baño, junto con los bufidos y gruñidos que soltaba Derek. Stiles le tenía agarrada la polla con su mano, subiendo y bajando con ayuda del agua y el líquido preseminal que salía de esta.
Lo estaba estimulando tan bien que aumentó su roce en el agujero de Stiles y sin que esté se diera cuenta, metió dos dedos.
—¡Hijo de puta!
Esa repentina intromisión fue todo lo que necesitó para que una corriente de placer desbordara en su cuerpo y de inmediato se corriera entre ambos, que fue limpiada por el chorro de agua que caía.
—Viéndote mal moldeable a mí no voy a poder contenerme más.
Aún estando embobado y casi sin haber escuchado del todo lo que Derek estaba diciendo, se agachó para quedar frente al grueso miembro, agarrarlo con ambas manos, escupirle y viéndolo a los ojos, meterlo en su boca.
—¡Carajo! —lo tomó del cuello y enterró más su polla—. ¡Tragatela toda!
La presión que Stiles sentía en su cabeza y la falta de aire le hicieron echarse para atrás y toser. Una espesa baba salía de sus labios, y como el agua caía en la espalda de Derek no podía llevarse nada de aquel líquido, que también caía del miembro.
—¿Qué? —preguntó con burla—. ¿No puedes con todo lo que te estoy dando?
Y como si eso fuera un reto para Stiles volvió a tomarlo y chuparlo, solo que ahora lo hacía rudo, hasta mordiendo el pellejo que cubría el glande. Derek era un hombre no circuncidado. Se metió las bolas peludas en la boca, mientras se pegaba en la cara con la polla.
—Así me gusta —le acarició la otra mejilla—. Que te comas todo lo que te estoy dando.
Unos diez minutos pasaron y Derek ya podía sentir un cosquilleo que iba desde sus bolas hasta su miembro, por lo que apartó a Stiles y se dispuso a terminar el mismo con sus propias manos. Stiles al ver eso, cerró la pluma, no quería perder nada de lo que iba a salir.
Volvió a quedar donde estaba y sacando la lengua solo se dispuso a esperar a ser bañado con la esencia de ese fuerte macho que se había ganado. Desesperado chupaba los testículos y fue cuando Derek lo cogió bruscamente del cabello, gotas de semen caían directo en la cara de Stiles, quién se soltó del agarre y se pegó cuál becerro para que todo quedará en su boca.
REPARTIDOR
—¿Puedo no rendirme en hacer algo antes de irme?
Ni bien se dijeron algo más, cuando Derek tenía a Stiles acostado en el mueble con las piernas abiertas y el comiéndole el culo, otra vez.
—Usa los dedos ¡Mierda!
Grito al sentir de repente el puño de Derek meterse en su culo y expandirlo mucho más de lo que su verga había hecho.
—Mira como ese culito hambriento se come mi puño.
Lo sacó y ahora este boqueaba por haber sido estirado para luego volver a como es. Dando unas palmadas en el agujero y frotando rápido sus dedos.
—Date vuelta —le ordenó.
Quedó con la cabeza colgando fuera del mueble, antes de cualquier cosa Derek le escupió en la boca y le dió un beso con todo y lengua.
Se colocó sobre él con la cabeza de este entre el medio de sus piernas, guiando su polla a la boca de Stiles y metiéndola toda de una sola embestida.
Stiles en esa posición sentía el mástil de carne más profundo en su garganta, viendo el agujero peludo de Derek boquear, pensando en si ese macho no tendría problemas en probar su parte trasera también.
Derek no se quedó sin hacer nada más que meterle la polla hasta la base a Stiles, sino que también se metió entre sus piernas, chupando la polla y bolas, además de jugar con la entrada que ya se notaba rojiza por ser tan utilizada.
REPARTIDOR
La luz del amanecer había comenzado a pegar en cada parte de la ciudad, para muchos la noche anterior fue reparadora, pero dos personas que se entregaron ante el calor de la pasión aún no era suficiente.
Después de un punto en la madrugada quedaron sin energías, aunque de igual forma con ganas de más rondas. Sus cuerpos aún no estaban acostumbrados a todo lo que ocurrió en medio día, eran lo que llamarían muchas personas como “Insaciables”.
Los rayos del sol entraron entre las ventanas de la habitación de Stiles. Quien se despertó por la molestia de la luz fue Derek, tallandose los ojos se fue sentando en la amplía cama y dió fue bostezo. No reconocía nada del cuarto en dónde estaba y se asustó un poco.
Giró la cabeza y un Stiles dormido entre las sábanas fue lo que a sus ojos pudieron llegar. Tenía chupones en el cuello y si entre cerraba los ojos, podía notar las líneas secas de las lágrimas que había soltado Stiles de tanto gozar.
Se puso de costado con su puño presionando su mejilla para apreciar mejor la vista que tenía.
—“Quien te viera de esta forma pensaría que no rompes ni un plato“ —pensó mordiéndose el labio—. “Lastima que nadie más tendrá la oportunidad de verte de esta forma”.
No se pudo resistir y bajando con lentitud la sábana blanca que cubría a Stiles, aquél redondo trasero aparecía. Al igual que los chupetones en el cuello en este se podían ver sus manos marcadas de todas las nalgadas que le dió en medio de su faena.
—Toma una foto —se escuchó su voz—. Esas durán más.
Derek sonrió y acomodándo mejor su posición, agarró a Stiles y lo puso sobre su pecho. Intentó besarlo, pero fue alejado.
—Tengo la boca llena de tu leche —le acariciaba el pecho.
—¿Y qué? —se lo encaramo—. Es mía, toda la que me hiciste darte ayer.
Y así pegó su boca con la del otro, mientras sentía como la polla se Derek se despertaba, pasando entre la unión de su entrada.
—Por más que quiera seguir —le dió un pico—. Tengo mucha hambre, no he comido nada desde que llegaste.
—Te puedo alimentar sin problemas.
Estaba siendo tentado, la sola idea de volver a tragar la esencia de Derek era fascinante, pero su estómago necesitaba comida.
—Tal vez para la próxima, fortachón.
Volvió a darle un último beso para levantarse de la cama con los ojos de Derek recorriendo todo su ser.
—Ven, te haré un buen y reparador desayuno.
Siguiendo el culp de Stiles con la polla más que despierta se levantó de la cama.
╭◜◝ ͡ ◜ ͡ ◜◝ ◜ ͡ ◝ ͡ ◝ ◜ ͡ ◜◝ ╮
( I want to kiss you so bad )
╰◟◞ ͜ ◟◞◟◞ ͜ ◟◞ ͜ ◟◞ ͜ ◞ ◞╯
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O O

“can you please stop talking about Sterek?”
N
O
O
o
o
o
o
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Sobre Hielo
La emoción que produce al patinar sobre hielo es inimaginable, pero cuando compartes ese sentimiento todo se siente fuera de este mundo.
Derek no recuerda la última vez que se sintió tan feliz patinando sobre el hielo. Su vida se ha vuelto una rutina, una aburrida y solitaria rutina.
Pero gracias a un pequeño error de lectura fue el detonante para que todo cambiará y su corazon se llenará.
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