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Ma _C2_

Mía  _C2_

Ma _C2_

Anime: Prince of Tennis

Rating: M

Pareja: Ryoma & Sakuno

Sinopsis: Él la acorraló violentamente contra la pared, mirándola furioso. Ella debía entender que era suya y de nadie más.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 2 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Un paseo discreto por la ciudad; que nadie conocido los viese juntos; nadie sabía de su relación, no tenían porque saber algo tan intimo y privado, además Ryoma es así, tan frío y distante.

No aparentaban ser novios, ni siquiera amigos. Pero a solas, el fuego y la pasión parecían estallar. Ryoma la acorralaba y la estrechaba con fuerza, tomaba sus labios con tremenda pasión, buscando el roce de su tímida lengua.

Sus grandes manos la acariciaban y la retenían con posesiva violencia; el fuego en sus ojos gateados, ardiendo.

  Y Sakuno solo suspiraba sutilmente, permitiéndole todo; sumisa, se entregaba en cada beso.

Pocas palabras compartían en la intimidad de una habitación, más a ella le era suficiente escucharlo decir que era hermosa, se derretía de amor y felicidad, dispuesta a darle todo de sí. Esto se había vuelto casi un ritual en su relación.

Y sin embargo no habían llegado tan lejos. . . hasta ahora.

 Hablaron de hacerlo en un par de ocasiones, pero no acordaron nada. Quizá por eso la espontaneidad les parecía perfecta.

Tranquilos en la oscura y desordenada habitación del muchacho, parecían esconderse del mundo y, de hecho, así era. . .

  Apenas pusieron un pie ahí dentro, el tenista no tardó en reclamar a la chica, atrapándola entre sus brazos para llenarla de besos y susurrarle cuanto la deseaba.

 No supieron cuando fue que las ropas comenzaron a estorbar y se deshicieron de unas cuantas.

Sakuno parecía endiosada con ese hombre, embelesada con su pecho desnudo formado por músculos apenas sutiles; su cabello ligeramente alborotado y sus misteriosos ojos brillando en la oscuridad.

 Estaba tan ensimismada con la imagen de aquel joven, que no se percató de la forma en que él la miraba. . .

Le parecía hermosa, ya se lo había dicho, pero ahora. . . sus hombros desnudos lo invitaban a estrecharla con todas fuerzas, sentir la suavidad de su joven piel.

El sostén cubriendo sus pequeños senos, los mismos que él quería volver a tocar y las pequeñas pantaletas cubriendo su objetivo final, la gloria.

Quería recorrerla de pies a cabeza, la quería toda para él, porque Sakuno era de él. . . solo para él.

  Pero lo más irresistible de esa belleza temblando en su cama, era la boquita entreabierta, que lo invitaba a beber de sus labios y no dejarla jamás.

Echizen no pudo contenerse más y, de rodillas sobre la cama, abrazó a la chica de largos cabellos, acariciándola con tranquila suavidad, besando sus hombros mientras se deshacía del resto de sus ropas. . . las de ella y las de él.

 * Eres muy bella. *

 Le susurró al oído, sincero, al tiempo en que palpaba sus redondos senos, haciéndola gemir.

Un beso surgió entre los amantes, mientras tanto, Ryoma no paraba de tocarla de esa manera, se negaba a hacerlo, le gustaban sus pechos, los pequeños y ahora duros pezones café claro bajo el tacto de sus grandes manos que los cubrían sin ningún problema.

Débiles gemidos comenzaron a llenar la habitación, era Sakuno que ya no podía acallar el delicado placer que la recorría, pues parecía que las manos del tenista no podían quedarse quietas en un solo lugar y se deslizaban ansiosas por todo el cuerpo de la chica, recorriéndole las piernas, moldeando su pequeña cintura o subiendo y bajando por su blanca espalda, enredándose en sus largos cabellos de vez en cuando.

 Pero sus labios apasionados no se quedaron atrás y pronto abandonaron su boca, jadeante, para marcar un camino de besos por su cuello, pasar por sus hombros y detenerse completamente sobre sus senos, los que succionó casi con devoción.

El rostro de Ryoma reflejaba tanta paz, ahí, bebiendo simple placer del pezón izquierdo.

Sakuno le rodeó la cabeza, acariciándole los oscuros cabellos; si por ella fuera, permanecería así por la eternidad. . . pero su amado tenía otros planes. . .

 Aunque le costó hacerlo, el muchacho abandonó el pecho de su amante; con tierna pasión volvió a besarla, profunda y posesivamente como solo él sabía hacerlo.

Lentamente se recostaron, él sobre ella, dominándola. . . le gustaba. Y a ella, sumisa, también.

 Las manos del tenista iban y venían por la delicada silueta de su chica y pronto se aventuraron a la intima flor de su sexo.

Su dedo anular se alojó en la cálida vagina mientras sus labios recorrían el cuello de la chica.

Sakuno cerró los ojos al tiempo que arqueaba la espalda; esa era una sensación nueva y maravillosa, era el placer provocado por la persona más importante en su vida.

Suaves gemidos escaparon de los labios de Ryusaki, quien se preguntaba como sería sentir dentro suyo la espina varonil de Ryoma. . . si por un solo dedo la estaba llenando de placer, entonces. . .

 * Oh, Ryoma, te. . . *

 De pronto, los labios de la jovencita fueron sellados por los del tenista, impidiéndole expresar más que gemidos entrecortados, sin dejar de devorarla a besos; solo quería llenarla de gozo, solo eso y vaya que lo logró.

Su dedo, travieso, entraba y salía libremente de la vagina de la mujer de castaños cabellos, quien rompió el beso para lanzar un fuerte gemido muestra del orgasmo que recorría su frágil figura.

  Al verla así, desnuda bajo su cuerpo, entregada al gozo físico, Echizen no pudo postergar más sus propios deseos.

Posando entre las piernas de la joven, sujetó su duro pene, guiándolo a la entrada del sexo femenino, más decidió jugar un rato, frotando su miembro con los pliegues vaginales, separando estos y hundiendo tan solo la punta caliente de su espina.

Aunque impaciente, el chico permaneció unos instantes sin avanzar o retroceder, tan solo gozando de la estrechez de la chica y su húmeda calidez.

Sakuno se movió intranquila, quería que Ryoma la penetrara por completo, él lo notó y comenzó a mecer las caderas, enterrando lentamente su hombría.

 Sofocantes sensaciones los recorrieron conforme el vaivén de sus caderas se hacia más rápido y constante.

Acompañando la unión de sus cuerpos, besos y caricias se regalaban el uno al otro, más luego, una pequeña punzada hizo que Sakuno se aferrara con fuerza a su amante, un gemido de dolor escapó de sus labios.

 * Arigatou. *

 Fue la última palabra que Ryoma le dedicó poco antes de besar su mejilla y probar el agua salada que por esta resbalaba.

Él sabía que era el primero, sabía cuanto lo amaba Ryusaki y que desde la primera vez que se vieron, cuando apenas eran unos niños, ella estaba destinada a él.

Sonará un tanto extraño, pero probablemente Sakuno se había entregado a Ryoma desde ese momento.

  Ryoma dejó de moverse por unos instantes, llenado de besos el hermoso rostro de su compañera, tratando de aliviar un poco su dolor.

Más luego, la estrecha vagina que envolvía deliciosamente a su miembro, lo llenó de cálido gozo, incitándolo a continuar.

 * Oh, Ryoma, Ryoma. . . *

 Ella parecía no cansarse de pronunciar el nombre de aquel que le estaba haciendo el amor.

El dolor que sintiese, ahora no era más que una pequeña molestia que poco a poco abandonaba su cuerpo, dando paso al placer que le arrebataba la calma.

 El roce entre sus cuerpo y más, el de sus sexos, le estaba regalando un gozo insoportable.

Y fue una más cuando el tenista la estrechó con fuerza, aferrándose a su pequeña cintura y se dedicó a beber de su seno izquierdo, lamiendo y succionando el pequeño pezón.

Aquello fue demasiado para la joven Ryusaki, quien entre jadeos fue envuelta por el placer; un orgasmo la recorrió completamente, habiéndola temblar bajo el cuerpo de su amado.

 * Ryo. . . Ryoma, aahhh. . . *

 Echizen pronto acompañó a su mujer al éxtasis.

La vagina de la chica abrazaba fuertemente su miembro, regalándole una sensación sofocantemente placentera. . . no pudo más.

Penetró un par de veces más a la joven, y apretando los dientes con fuerza, se dejó vencer por el orgasmo, liberando todo el semen contenido en las esferas que descansaban bajo su pene.

 * Mmm, Ryoma. . . *

 Sakuno gimió dulcemente al sentir la caliente eyaculación que la quemaba deliciosamente, provocándole un relajante gozo.

Besos y caricias cubrieron el cuerpo de la mujer mientras su amante le susurraba una y otra vez que era suya, solo suya.

Y ella, dulce y sumisa, correspondía sus besos en silencio.

 Ryoma la miró embelesado, recordando a la niña torpe que había sido.

Su infantil apariencia había dado paso a una mujer de inocente belleza, de las pocas que te hacen suspirar y te roban el aliento con un sutil sonrisa.

Y las palabras entrecortadas por sus nervios, se habían convertido en silencio.

  Y ahí, abrazados, desnudos piel con piel, Ryoma comprendió que sintió algo muy especial por ella desde aquellos años.

Descubrió en ese momento, no solo que ella era para él, que estaba destinada a serlo, sino que, de igual manera, él le pertenecía por completo a la joven

Ella era suya. . . él era suyo.

  Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No estoy segura de que las personalidades encajen muy bien, más o menos, tal vez las exageré a como en realidad son ^^.

Este fic es pequeñito y no muy fuerte, un poquito tal vez. La verdad es que tenía prisa por terminarlo.

Me dejó de gustar el anime, ¿qué más podía hacer T-T ?.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 30 de Marzo de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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3 years ago

Un regalo de despedida... para volver

Un Regalo De Despedida... Para Volver

Anime: Heat Guy J

Rating: M

Pareja: Daisuke & Kyoko

Sinopsis: Él se iría, dejándola con la alegría apagada de un amor apenas confesado. Por eso, la amaría hasta el cansancio; esta noche sería de ellos... este era su regalo de despedida.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

 * ¿Por qué me dices esto ahora?. *

 Kyoko terminó suspirando; la resignación acompañando sus palabras. Pero quería mostrarse tan insensible como él, como siempre lo hacía.

NO !!, quería gritarle, sacudirlo hasta obtener una respuesta, más no lo haría, no tenía caso y no tenía ganas, simplemente estaba cansada.

 Entonces dejó de mirar el piso, encontrándose con la seria expresión de Daisuke; ya no le daba la espalda.

* Hay algo que quiero buscar. *

 Fue su razón. Una no muy buena para ella, pero: ¿qué podía hacer?.

Una sonrisa fingida adornó su rostro.

 * Mientras no sea otra chica. *

 Fue lo único que ella dijo, provocando que el rubio soltara una carcajada.

 La joven arqueó una ceja, si bien trataba de poner fin a la tensión que se había formado entre ellos, tampoco era para exagerar. Más poco a poco, Kyoko tuvo que dejar de reprimir una sutil risa; él la había contagiado.

Y ahí estaban los dos, riendo en medio de una despedida.

 * Ya en serio, Daisuke, ¿por qué de pronto?, ¿por qué?. . . *

 De pronto se apagó la voz de la joven de rosados cabellos.

 * No por favor, no quiero hablar de eso ahora. *

 El chico Aurora acercó su rostro al de la joven, poco a poco hasta rozar sus labios con los de ella. Suave, lento, terminaron besándose profunda y apasionadamente.

La mente de Kyoko era un ir y venir de preguntas que no tendrían respuesta, mientras recordaba que este no era su primer beso con el muchacho.

Y tan pérdida estaba en sus pensamientos, que tardó en darse cuenta de que Daisuke la tenía de espaldas sobre la cama, aprisionándola bajo su cuerpo varonil, besándola con más fervor ahora.

 Estaba bien, esto era hermoso, así que Milchan simplemente se permitió disfrutar del momento. Pero entonces sintió la lengua del rubio penetrando en su boca, buscando con quien jugar.

 * E-espera, Daisuke. . . *

 Kyoko giró el rostro, moviéndose inquieta, tratando de salir de la prisión que habían forjado los fuertes brazos de aquel hombre.

 * Dame algo, Kyoko. *  _Le susurró él, besándole el cuello mientras apretaba suavemente un pecho por encima de la ropa._  * Dame algo para regresar. *

 Apenas dijo esto, el rubio buscó la mirada de la joven, esperando su respuesta.  Y aunque en sus lindos ojos encontró dudas y temores, también halló un inmenso cariño. . . para él.

Daisuke no lo dudó, besó a la mujer mientras sus manos se colaban, traviesas, bajo el vestido.

 * No !!, de, detente. . . *

 Kyoko se inquietó y agitó sus manos, tratando inútilmente de alejarlo de sí.

Tranquilo, él le mordió la oreja izquierda para luego susurrarle al oído.

 * Solo confía en mi. . . Kyoko, ¿confías en mi?. *

 Sus miradas se encontraron nuevamente.

Las cejas de la chica se curvearon con tristeza. ¿Cómo no iba a confiar en él, si lo amaba?. Esto era algo que ella igual deseaba, así que hizo sus temores y tristezas a un lado, acariciando las mejillas del muchacho. . . y lo besó.

 El mañana no importaba y era algo en lo que ella se resistía a pensar. Daisuke se iría, dejándola con la alegría apagada de un amor apenas confesado.

Así, el chico la abrazó con fuerza, escondiendo el rostro entre el cuello y el hombro de su amada.

En realidad no quería irse, el arrepentimiento le llegó con solo verla. Por eso, la amaría hasta el cansancio, esta noche sería de ellos.

  Las manos ansiosas de Daisuke iban y venían, palpando, acariciando, apretando suavemente de vez en cuando, hasta deshacerse del vestido de su compañera.

Las mejillas matizadas en rosa combinaron de pronto con el color de su cabello. Kyoko respiraba agitada, no podía evitar sentirse insegura y avergonzada. Ella no era Antonia, no tenía esas despampanantes y marcadas curvas, ni mucho menos grandes atributos.

No, la silueta de Kyoko era pequeña, delicada, casi frágil. De hecho aparentaba un par de años menos de los que realmente tenía.

 * Eres linda, Kyoko, en verdad me encantas. *

 Una tranquila y serena sonrisa adornó el rostro del muchacho, quien sujetó a la joven por la cintura, invitándola a sentarse sobre sus caderas.

Fue un movimiento rápido e inesperado, Milchan apenas pudo susurrar el nombre de su amado con sorpresa, pero su voz se apagó al sentir la hombría del rubio, haciendo fricción con su intimidad, aun por encima de la tela. Era delicioso. . . y quería más.

 Así, ella se entregó en un vaivén, buscando satisfacerse al rozar su sexo con el de Daisuke, quien la miraba atento, inmóvil aun, dejándola satisfacerse de esa manera.

Más la imagen de la chica al obtener un pequeño orgasmo, lo hipnotizó por completo. Sus labios entreabiertos, arqueada por el placer, pronunciando su nombre entre gemidos. . . fue demasiado y terminó despojándose a sí mismo de sus ropas, así cómo de la lencería de la pelirrosa.

Todo pasó en silencio, tranquilamente, solo compartiendo cómplices miradas hasta que el Aurora rompió el silencio.

 * ¿Satisfecha?. *

 No sabía que Kyoko podía sonrojarse aun más, pero sus palabras lo hicieron posible. Ella se moría de vergüenza, se había dejado controlar por la lujuria, esa no había sido ella.

 * Y-yo no, Da-Daisuke lo siento, yo. . . *

* No, disculpa, no lo dije para incomodarte. Yo también lo disfruté mucho. *

 El rubio la abrazó con suavidad, lo importante era complacerla.

 * ¿En verdad puedo hacer esto, Kyoko?. *

* Ya no quieres?. *

* Lo que no quiero es lastimarte. *

 Ella lo miró con tristeza, la estaba lastimando de todos modos. Él se iría y. . .

La chica sacudió la cabeza para luego sonreírle con dulzura. Quería hacerlo, lo deseaba, realmente quería hacer el amor con Daisuke, además. . .

 * Supongo que no podemos desperdiciar esto. *

 La chica bajó la mirada, justo a la virilidad del muchacho, cuya dureza erguida hacia arriba parecía clamar por la mujer.

Ambos jóvenes se miraron, compartiendo una traviesa sonrisa, luego un beso.

 Kyoko se acomodó sobre las caderas de su hombre, bajando lentamente, enterrándose a si misma aquel duro pene. La joven rompió el beso para gemir con fuerza, ella controlaba la penetración, por lo que esta era lenta y suave. . .placentera.

Sentía cómo su vagina se abría para recibir a su amado y retenerlo, cómo deseaba ella retenerlo a su lado.

El chico Aurora por su parte, respiraba con fuerza, cada vez más rápido, era delicioso sentir la calidez, la humedad que la chica le estaba regalando. Hubiese querido no hacerle daño. . .

 * Ya pasó, ya pasó. *

 Le susurraba él al oído, abrazándola con fuerza. Le besó las mejillas, probando sus lagrimas.

Daisuke estaba totalmente enterrado en ella y había sido muy placentero el sentir esa última embestida, aunque para ella fuese todo lo contrario.

No se movieron por unos segundos, respirando agitados.

 Las manos del rubio se aventuraron a recorrer la delgada figura de la mujer, acariciándola con ternura y suavidad hasta posarse en los dibujos que le sostenían la espalda, apretando con deseo.

 * Daisuke !!.*

 Kyoko abrió los ojos, más lo que intentó que sonase cómo una protesta, resultó ser un gemido cargado de gozo.

Daisuke comenzó a subirla y bajarla sobre su pene y ella gemía al ritmo de las embestidas, pidiendo más y más.

Susurros y jadeos llenaron la pequeña y desordenada habitación. Eran dos amantes que se entregaban por primera vez al maravilloso acto de amor. Él dentro de ella, dedicándose palabras dulces mientras sus bocas se buscaban continuamente.

 Y lo que empezó cómo una entrega tranquila, se volvió desesperación y locura.

El Aurora se aferró a la cintura de la joven mientras besaba sus senos, succionando y lamiendo un duro y sonrosado pezón; amasando el otro pecho mientras ella subía y bajaba las caderas, deseosa de aquel duro pedazo de carne que la penetraba y la quemaba deliciosamente.

 * Da-Daisuke, no. . . no puedo más. . . aahhh !!. *

 Entonces, el rubio la silenció con un beso al tiempo en que enterraba su miembro con más fuerza y rapidez.

Kyoko se aferró a su amante mientras gritaba su nombre. Ella tuvo su clímax que se expresaba con fuertes pulsaciones que aferraban la virilidad del muchacho, manteniéndolo dentro suyo.

Fue hermoso, insoportablemente placentero, pero fue aun más dulce ver y sentir el orgasmo de él. Su rostro reflejando el gozo que lo recorría; roncos gemidos en toda la habitación mientras la llenaba con su abundante semen, su esencia. . . dios !!; lo amaba tanto.

 Y le llenó de besos el rostro, agradecida por este pequeño regalo de despedida. Más también estaba triste, deseaba hacer el amor con él todas las noches de su vida. . . y él se iría.

Lagrimas amenazaban con escapar de sus lindos ojos, empujadas por el doloroso nudo en su garganta.

Entonces lo escuchó. . .

 * Ai shiteru. *

 Ella parpadeó sorprendida; él mismo le había dicho que los hombres no demostraban sus sentimientos con palabras y ahora le decía esto.

 * Daisuke, yo tam. . . *

 Kyoko quería decirle su sentir también, más él la calló con un beso y después se acomodó nuevamente entre sus piernas, desesperado por hacerlo una vez más.

Sin decir ya nada por el resto de la noche, no había tiempo para las palabras, solo para amarse.

~*~

~*~

~*~

 La joven de rosados cabellos abrió los ojos lentamente y con pereza.

Trató de moverse, más un par de fuertes brazos se lo impidieron.

 ““Ya recuerdo, anoche. . .””

 Se sonrojó, esa noche había sido un derroche y exceso de amor, se quedó tranquila, disfrutando de ese momento.

Él pronto se iría.

 * Buenos días, ¿dormiste bien?. *

 Le susurró el rubio al oído, haciéndola estremecer pues lo creía dormido. Ella suspiró soñadora, ilusionada.

Permanecieron así por un rato más, luego Daisuke abandonó el lecho y se vistió; ella le miraba atenta y en silencio, ya no había tristeza, solo resignación, era lo único que le quedaba.

 Miró embelesada el perfecto cuerpo de su amado, así cómo la devastadora sonrisa que él le regaló.

 * Vamos !!. *   _Le dijo, ofreciéndole su mano._   * Acompáñame hasta el final. *

 Kyoko sonrió, aunque hubiese preferido que Daisuke no le dijese esas palabras.

Poco tardó ella en vestirse; él contemplándola con dulce y sumo detalle y satisfacción.

  Siempre quiso pasear con él en su motocicleta, lastima que dicho paseo fuese el primero y el último.

Este era su regalo de despedida.

   Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Me encanta este anime, por eso quisiera hacer unos cuantos fics más de este.

A fin de cuentas esta pareja es oficial, pero no hubo mucho sobre ellos. Tuve que conformarme con el detalle de que Kyoko fue la única a quien Daisuke le habló de su partida.

Entonces, no tuve más remedio que echar a volar mi imaginación T-T.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 05 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

De sueños hechos realidad

De Sueos Hechos Realidad

Anime: Slam Dunk

Rating: M

Pareja: Hanamichi & Haruko

Sinopsis: ¿Había escuchado bien o era su imaginación que le estaba jugando bromas pesadas?. Él había deseado esto desde que la conoció; era fácil creer que era solo un sueño.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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* ¿Recuerdas aquel día?, la primera vez que intentaste hacer una clavada?. *

* Por supuesto, jamás olvidaré el dolor de cabeza. *

Embargados por el nerviosismo, ambos jóvenes rieron.

Ahora no era común el verse. Él era un seleccionado del equipo nacional de básquetbol y. . . estaba tan ocupado y era tan famoso ahora, que Haruko se sentía un tanto extraña.

* Claro que este jugador tan talentoso no ha vuelto a cometer errores como esos. *

La chica sonrió tranquila, al darse cuenta de que su amigo pelirrojo no había cambiado en nada y seguía siendo el mismo chico que alardeaba pero que se esforzaba al cien o quizás mucho más.

* ¿Está bien esto?. *

* ¿Qué?, ¿qué está bien?. *

Hanamichi giró el rostro; de pronto el rojo en sus mejillas combinó con el color de su cabello.

* Si el gorila se entera que viniste, puede que se enoje contigo, además. . . *

* Además qué?. *

* Seguro me mata, no, primero me triplica el entrenamiento y luego me mata. *

La joven rio divertida al imaginar a su hermano tratando de ahorcar al pelirrojo.

Sí, Akagi era muy capaz de eso.

* ¿No quieres que esté aquí?. *

* No, no, no. . . ¿cómo crees?, es solo que. . . *

Hanamichi hablaba nervioso y apresurado, tratando de corregir sus palabras que al parecer la chica había malinterpretado, pero mucho no pudo decir, pues Haruko se acercó a él, abrazándolo sin siquiera mirarlo o decirle nada.

Por la gran diferencia de estaturas, ella apenas podía rodear la cintura del muchacho y recargar la cabeza en sus bien formados bíceps.

* Hace un año que te me declaraste y desde entonces salimos juntos; somos novios, pero. . . *

* No nos vemos muy seguido, ¿verdad?. *

Sakuragi terminó la frase qué empezara su compañera. La verdad es que él compartía esa ansiedad.

Ambos se miraron fija e intensamente y poco a poco fueron acercando sus rostros hasta unir sus labios en un beso largo y tranquilo.

En realidad muy pocas personas sabían que ellos eran pareja. El gorila, por ejemplo, quien fingió no estar de acuerdo, porque lo cierto es que Akagi no conocía mejor hombre para su hermana; además, él le tenía cariño al pelirrojo, era cómo su hermanito malcriado y caprichoso. Y sabía que podía confiar en él, tanto en el básquetbol como en lo personal.

Pero ahora. . . Haruko sentía que su relación con Sakuragi se estaba tambaleando, por eso había venido al hotel donde se estaban alojando los jugadores.

Pero ella sabía que este no era el mejor momento para distraer al muchacho, mañana tendrían un partido importante y. . .

* ¿Puedo quedarme aquí esta noche?. *

Preguntó ella casi en un susurro, sin siquiera voltear a mirarlo.

El pelirrojo sobre abrió los ojos. ¿Había escuchado bien o era su imaginación que le estaba jugando bromas pesadas?. Estaba seguro que era la segunda opción, cuando escuchó una vez más la voz de su chica. . .

* ¿No quieres?. *

* Po-por supuesto que sí. *

Hanamichi se quedó helado, no solo por las palabras de Haruko, sino también por la hermosa sonrisa que la misma le dedicó.

Había un inusual brillo en sus ojos de miel, pero, nervioso, el basquetbolista no quiso indagar el por qué.

* B-bueno, yo dormiré en el sofá, así que puedes. . . *

* ¿Por qué no compartimos la cama?. * _La escuchó decir, interrumpiéndolo._ * Ese sofá es muy pequeño para ti. *

Él la miró fijamente. No era tan tonto cómo para no comprender la actitud de su novia. . .

~*~

~*~

~*~

Pensaba, pensaba mucho, como nuca en su vida.

Y le daba la espalda a la chica, sin moverse siquiera un centímetro.

""Dormir, solo dormir, dormir.""

Se repetía mentalmente el pelirrojo, como tratando de no pensar que bastaba darse vuelta y abrazar a la mujer a su lado, para que esta fuese la mejor noche de su vida.

Más pareciese que Haruko pensó lo mismo pues se atrevió a hacer lo que él no.

* Te amo. *

Le susurró ella, recargando la frente en el ancha espalda del muchacho.

Un escalofrío recorrió al basquetbolista, quien ya no pudo más. Se giró y de inmediato atrapó a la chica entre sus brazos. Kami, ¡la quería tanto!, y esto es lo que había deseado desde que la conoció en la preparatoria. ¿Por qué reprimirse?.

Tal vez, solo esta vez. . . no quería echarlo todo a perder, no podría seguir adelante, ni en la vida, ni en su carrera como basquetbolista si Haruko no estaba a su lado.

Con todos estos pensamientos revoloteando en su mente, Sakuragi se atrevió a probar los labios de su novia; lento y suave, se besaron sin prisa, tenían toda la noche y mucho más para demostrarse cuanto se amaban.

Así, Haruko deslizó sus suaves manos por debajo de la playera del pelirrojo, acariciando su fuerte tórax, delineando sus marcados músculos.

Este contacto tan delicado encendió al muchacho, cuyas grandes manos, movidas por las ansias y la desesperación, se deshicieron de las ropas de la chica, primero la playera, luego la falda, dejándola tan solo en ropa interior.

Hanamichi la estrechó con fuerza, nunca la sintió tan frágil cómo ahora.

Sus labios ansiosos de ella, se deslizaron por su blanca e inmaculada piel, que lo quemaba dulcemente.

* Te amo, te amo. *

Le susurraba al oído, una y otra vez, al mismo tiempo que introducía sus manos en las bragas  de la joven, palpando las generosas proporciones de carne que sostenían su delicada espalda.

* Ahh, Sakuragi. . . *

Fue un suspiro que escapó de los labios de Haruko, tan corto y sutil, pero suficiente para volver loco de pasión al pelirrojo, cuyos ojos ardían en deseo y lujuria desmedida, por lo que terminó desgarrando el sostén de la joven.

Ante él, el hermoso par de senos se mostraban firmes; sus pezones rígidos, lo invitaban a acariciarlos sin descanso.

Eran pequeños, pero para Hanamichi eran simplemente perfectos. Y sus grandes manos se posaron en ellos, cubriéndolos completamente.

Ambos jadearon al sentir aquel contacto, frío y cálido al mismo tiempo, intimo y suave también.

El basquetbolista apenas podía creer que esto realmente estaba pasando.

No supo en que momento ambos quedaron completamente desnudos, abrazándose fuertemente.

El roce entre sus pieles era maravilloso; las caricias al principio tranquilas y sutiles, se tornaron candentes y osadas, aventurándose en lugares que los hacían estallar en placer.

Fue así como en algún momento de la noche, ambos jóvenes terminaron acariciando el sexo del otro.

Entre besos y gemidos, un par de dedos del pelirrojo se habían alojado en la cálida intimidad de la chica, clavándolos ya sin control, regalándole a la mujer un pequeño orgasmo, el primero de su vida.

Pero ella también estaba desatada, aun con lo penoso que resultaba, Haruko mantenía sus manos ocupadas en la hombría de Hanamichi, palpando las grandes esferas que descansaban bajo aquel mástil duro y ancho, mismo que la mujer acariciaba de arriba a abajo, con su pequeña mano.

* E-espera un momento, Haruko. * _La voz del pelirrojo sonaba agitada, se alejó de la joven, por que si hubiese seguido, habría llegado al clímax y él quería disfrutar un poco más de esta noche._ * Creo que ya estamos listos para. . . *

* Es verdad. *

La joven Akagi sonrió, interrumpiendo a su compañero como si hubiese recordado algo importante. Se bajó de la cama para alcanzar su bolsa en el buró, sin preocuparse por cubrir su desnudez.

* ¿Cuál prefieres?. *

Preguntó la joven, mostrando dos que tres condones de diferente marca.

* Haruko!!. *

El pelirrojo la llamó cómo si estuviera escandalizado. La verdad es que esta noche, su novia estaba llena de sorpresas. Para haber traído condones, eso significaba que el pasar la noche juntos ya estaba en sus planes y no algo que simplemente estaba sucediendo por casualidad.

* ¿Pasa algo malo?, te molesta que yo?. . . *

La voz de la chica se escuchaba débil, como si esperase un regaño o un sermón, o cómo si creyese haber hecho algo que no debía.

* No, no, mi niña, es solo que. . . me tomaste por sorpresa. *

Ambos sonrieron para luego besarse.

Sonrojada, Haruko miraba atenta como el muchacho se ponía el condón, cubriendo su pene, grande y duro; eso la excitó demasiado, así que se recostó sobre la cama, esperando a que su compañero subiera en ella y le hiciera el amor.

Algo que no tardó en pasar, pues Hanamichi más que listo, y acomodándose entre las piernas de su chica, presionó suavemente, clavando la punta de su pene en la vagina de la mujer.

Haruko jaló aire, como preparándose para el dolor, pero ansiosa por llenarse de placer. Y ambos mecieron sus caderas, entregándose a esta pasión que ya no podía ser reprimida.

Sakuragi estaba maravillado, la intimidad de su amada era frágil, cálida, húmeda y gentil. . . le estaba regalando la caricia más hermosa e intima que podían compartir y lo estaba llenando de placer. Más para la joven las cosas no eran tan bellas. El pene del pelirrojo era grande, demasiado para ella; la estaba lastimando, su flor se abría cuanto podía para recibirlo, pero sentía que ya no podía más.

Reprimió cualquier muestra de dolor, pero este era tanto que no lo pudo soportar más.

* Ha-Hanamichi, espera por favor. . . *

Aquello, un simple sollozo, pues ni siquiera tenía fuerzas para gritar, ante su virginidad que se iba.

El basquetbolista se detuvo, aun encima del cuerpo de su amante, la llenó de suaves y tiernos besos, como tratando de apaciguar su dolor y disculparse por haberla lastimado.

Una vez que el dolor dejó de ser intenso, Hanamichi le preguntó. . .

* ¿Quieres continuar?. Está bien si no. *

Le susurró al oído y ella negó con la cabeza.

* Ya me diste el dolor. . . ahora dame el placer. *

* Haruko. *

El pelirrojo sonrió con ternura y con suavidad volvió a mecer las caderas mientras le decía al oído, que la amaba.

Ella gimió sutilmente, más no de dolor, era el placer que la invadía de forma casi sofocante.

Haruko entrecerró los ojos; Kami, esto era maravilloso, tan hermoso y perfecto.

Estaba prisionera bajo los casi dos metros de aquel hombre. Sus brazos la rodeaban con fuerza, pero haciéndola sentir segura y protegida. Su musculoso tórax la llenaba de calor mientras él el hablaba al odio.

Y por supuesto, su gruesa y dura espina la estaba volviendo loca de placer en un ciclo agotador. Ya no podía diferenciar de cuando entraba y cuando salía de su ser.

La joven no pudo más y gimió con fuerza al tiempo en que su vagina se contraía fuerte y constante, abrazando al pene del muchacho, quien no pudo reprimir un ronco gemido al sentir como su pene parecía ser exprimido ante aquella maravillosa caricia que la chica le estaba regalando.

Hanamichi finalmente abandonó el cuerpo de su amante, quitándose el condón y dejando que su semen manchase las sábanas.

No tardó mucho en recostarse al lado de su mujer y abrazarla de forma suave, aunque posesiva.

* ¿Te gustó?. *

Preguntó la chica; una linda sonrisa adornándole el rostro. El pelirrojo le devolvió la sonrisa, más no dijo nada, en cambio le regaló un corto y tierno beso.

¿Cómo no le iba a gustar?, si lo había deseado por tanto tiempo, además. . .

* Te amo, Haruko. *

Ella sonrió mientras el rojo en sus mejillas se hacía más intenso.

Cansada, recargó la cabeza en el pecho del hombre que la abrazaba y acariciaba cómo si temiese qué se fuese a romper.

Era tan pequeña, la sentía frágil y delicada. Quería protegerla por siempre, solo eso.

* Buena suerte en el partido de mañana. *

Le dijo ella con los ojos ya cerrados.

* ¿Me animarás?. *

Ella solo se abrazó con más fuerza mientras le decía que siempre estaría ahí para él.

Y no hablaron más durante la noche.

Hanamichi estaba seguro de que tendría problemas durante el partido, pues sabía de sobra que este momento, esta noche, no podría sacarlo de su mente. . . jamás.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Me encanta esta pareja, en especial Sakuragi.

En el anime no hay nada entre ellos, al menos no de parte de Haruko, así que quise ser buena con el pelirrojo y cumplirle el sueño de que ella fuese su novia.

Por cierto, que me inspiré en una imagen, donde entre otros, Hanamichi porta nada menos que el uniforme del equipo nacional de Japón.

Ah, el título de este fic va ligado con el de Rukawa y Haruko, así que la frase completa sería: Viviendo de sueños... de sueños hechos realidad.

Dichos fanfics no tienen ninguna otra relación, simplemente me pareció divertido ligarlos por medio del título.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 11 de Septiembre de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Nunca más _C1_

Nunca Ms _C1_

Anime: Fullmetal Alchemist

Rating: M

Pareja: Edward & Winry

Sinopsis: Ed se había pasado noches enteras pensando... pensaba en Al, en la alquimia, en este mundo, su hogar... y por supuesto en ella. Después de todo, del otro lado no había mecánicos automail.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 1 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Y ahí estaba ella, como en los viejos tiempos, reparando el automail de Ed.

 * Del otro lado no había nadie que supiera como arreglar estas cosas. *

 Winry recordó las exactas palabras del alquimista, cuando este por fin pasó de este lado de la puerta. Y ella. . . simplemente comenzó a llorar para luego arrojarse a sus brazos.

Ese tonto; todos esos años y esto era lo mejor que podía decirle.

Pero Winry no podía quejarse, oh no!.

Estaba tan agradecida de que Alphonse hubiese recuperado sus recuerdos y, gracias a ellos, traer de vuelta a su hermano.

 * Ahora sí parece tu hermano menor. *

 Susurró para sí la joven rubia, divertida al recordar la diferencia de estaturas y, ahora, de edades que tenían los Elric.

Pero el que Al haya perdido unos cuantos años, sin duda era un precio pequeño a cambio de recuperar su cuerpo y a su hermano.

 * ¿Qué es tan gracioso?. *

* Ehh?. *

* Estás sonriendo. . . ¿qué es tan gracioso?. *

 Edward la había estado mirando con sumo detalle.

Cada gesto, cada sutil movimiento y la forma tan especial como reparaba su brazo metálico.

 * So-solo pensaba. *

 Un inusual carmín cruzó las mejillas de la chica, quien, aun sonriendo, fingió estar concentrada en su trabajo, más la verdad es que no podía dejar de pensar en Ed.

Él estaba aquí, a su lado, como siempre debió ser.

Sus manos temblaban mientras una idea que se volvió inquietud le cruzó la mente.

 * Co. . . ¿cómo era el otro lado, Ed?, eras feliz?. *

 El rubio suavizó un poco su mirar ante las preguntas de su bella acompañante.

Una sutil sonrisa adornando su atractivo rostro.

 Si descartaba la inexistencia de alquimia o las grandes máquinas de allá, las cosas no eran muy diferentes realmente.

Había guerras, pero también personas buenas y todo un mundo del cual disfrutar. Y sin embargo, no podría llamar felicidad a una vida lejos de su querido hermano.

 * Pero tuve mucho tiempo para conversar con mi padre, ¿sabes?. Creo que llegué a comprenderlo, no fue tan malo. . . es una lastima que el viejo se haya quedado allá y no pueda regresar. Estoy seguro de que a Al le hubiese gustado mucho volverlo a ver. *

 El mayor de los Elric giró el rostro.

De todas formas su padre no viviría por mucho tiempo.

La tristeza cubrió los ojos ámbar del muchacho.

 * Y a mi. . . *    _La suave voz de su compañera lo sacó de sus pensamientos._   * ¿Me extrañaste también?. *

 Edward la miró confundido: ¿qué no lo había dicho ya?.

 * Po, por supuesto, Winry, allá no hay mecánicos automail y. . . *

 Un aura roja rodeó a la joven mientras daba el último ajuste al brazo del alquimista, incrustándolo con fuerza.

Eso no era lo que ella quería escuchar.

 * Baka. *

 Le gritó ella, irguiéndose y dejando a un Elric retorciéndose de dolor.

Oh sí, vaya que había extrañado su horrible carácter.

 * Yo sí te extrañé, Edward. *    _La escuchó decir a sus espaldas._    * No hubo noche que no pasara en vela, rogando porque tu volvieses con bien y, y. . . es que yo. . . *

 La rubia no pudo terminar; las palabras se ahogaron en su garganta. Lágrimas deslizándose por sus mejillas blancas.

El dolor físico del muchacho se desvaneció de pronto y un agradable calor envolvió su corazón.

¿Acaso era lo que estaba pensando?, necesitaba saber.

 Se acercó a la joven hasta rodearla con sus fuertes brazos, clavando su rostro entre su cuello y su hombro, aspirando su dulce aroma.

Ella abrió desmesuradamente los ojos, sorprendida, mientras el joven pensaba lo bien que se sentía el tenerla así contra su cuerpo. Ese era el lugar correcto, con ella, no podía equivocarse.

 Y rompió la promesa de nunca decirle lo que por ella sentía, con tal de no perder su valiosa amistad.

 ““Pero es que ya no puedo más.””

 Pensó, estrechándola con un poco más de fuerza.

 * Durante las noches, yo pensaba, pensaba mucho. . . en Al, en la alquimia, en este mundo, mi hogar. . . en ti. *

 Apenas dijo estas palabras, el rubio la hizo girarse y buscó los labios de la chica entre sus brazos. Ambos sintieron un escalofrío que los llenó de felicidad.

 * Bienvenido a casa, Ed. . . *

 Fue lo único que Winry pudo decir una vez que sus bocas se separaron para luego mirarse a los ojos, compartiendo una pequeña sonrisa y un poco después. . . un nuevo beso.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No sé que pasa después del final del anime, es decir la película.

El final me dejó impactada, así que siempre he querido que Ed regrese con Winry, de ahí este fic.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 17 de Marzo de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 2 ||


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4 years ago

Just a woman _C6_

image

Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: Ahora más que nunca, se sentía tan mujer... plena, apasionada, feliz... enamorada.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 6 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Sorprendida en lo alto de las escaleras, Rukia miró a Kurosaki, quien llevaba consigo un lindo ramo de violetas.

La chica sonrió mientras un sutil rojo le cubría las mejillas. Nunca le había regalado flores. . . nadie. Y ese detalle por parte de Ichigo, quien por cierto no era NADA detallista o romántico, pues. . .

* Son hermosas. *

* ¡ No más que tú !. *

La pelinegra alzó el rostro; sus ojitos brillando con emoción. Pero una pequeña sonrisa traviesa le cruzó el rostro.

* Estás muy raro hoy. . . ¿qué pretendes?. *

Ichigo desvió la mirada y se rascó la cabeza. ¿A caso era tan obvio?. Estaba en territorio enemigo, debía andarse con cuidado, además. . .

* Quiero agradarle a tu padre. *

* Baka !. *

Kuchiki tomó el arreglo floral, dirigiéndose a la cocina para ponerlas en agua y mantenerlas frescas.

Una triste sonrisa se estancó en su cara. Ichigo jamás sería del agrado de Byakuya, primero por pertenecer al partido 'enemigo', luego por su irreverente forma de ser. . .

""Ichigo está peleado con los formalismos.""

Pensaba la pelinegra, sonriendo.

* Vámonos. *

* ¿Y tu padre?. *

* Relájate, él no está, así que tu escalofriante encuentro con él tendrá que esperar. *

Rukia dijo todo aquello de camino a la puerta principal, del brazo del pelinaranja, mostrando esa linda y radiante sonrisa que no podía reprimir. Estaba emocionada.

Ya tenían un año saliendo juntos y debido al trabajo del Kurosaki, rara vez salían; la política no es el mejor trabajo si lo que se quiere es mantenerse en el anonimato.

Por ello pretendían mantener lo suyo lo más secretamente posible para evitar verse hostigados por la prensa. Esto último, en especial por los asuntos de la pelinegra; el periodismo, especialmente en sus inicios, es una actividad demasiado exigente.

Pero más que eso, Ichigo era el primer hombre con quien tenía citas románticas. Era extraño y hasta un poco difícil de explicar, pero al estar con él, se sentía tan hermosa, tan femenina y eso le gustaba. No sabía cómo y por qué, pero le encantaba esa sensación.

""¡ Me hace sentir tan mujer !.""

Pensaba la pelinegra ya en el asiento del copiloto en el auto del muchacho.

~*~

~*~

~*~

¿Por qué a las mujeres les gusta que un hombre, en una cita, las lleve a un lugar elegante, con su lugar reservado adornado con ligeros pero evidentes tonos románticos como las velas, las flores, el vino?.

Rukia nunca lo supo, y aunque antes pudo parecerle tonto y superficial, ahora todos esos detalles cobraban sentido y significado, siempre y cuando viniesen de Ichigo.

Una linda sonrisa adornó el rostro de Kuchiki al tiempo en que entrecerraba los ojos con suspicacia.

* ¿Qué?. *

Ichigo le devolvió la sonrisa, divertido con la forma en que la chica lo miraba.

* Tú tramas algo. *

Kurosaki desvió la mirada y comenzó a rascarse la cabeza. ¿Era tan obvio acaso?. Suspiró, convencido de que no tenía remedio.

* La verdad es algo difícil para mí. . . *

El muchacho calló de pronto, totalmente perdido en los hipnotizantes ojos violetas de su compañera y en la sutil sonrisa que ella le regalaba. Él no pudo resistirse a robarle un beso, corto, pero intenso, así como inesperado.

* Cásate conmigo !!. *

Le dijo así nada más, sorprendiendo a la mujer al tomarla desprevenida. De todas las cosas que esperaba que él le dijera, esta jamás, NUNCA la imaginó.

Mientras tanto, dos pares de ojos miraban aquella escena romántica.

Inoue, la dueña de los ojos grises, mismos que titilaban embargados de una emoción que ella no entendía; su tristeza no tenía razón de ser.

Veía el rostro de felicidad de la chica que alguna vez fue su pareja y pudo leer en sus pequeños labios la palabra más pequeña pero con un gran significado. Un simple "si".

Orihime no tenía que echar a volar su imaginación. El simple hecho de ver como el pelinaranja sacaba una sortija del bolsillo de su saco y ver como lo ponía en uno de los dedos de Kuchiki. . . bueno. Por alguna razón, la mujer de generoso busto se sintió sofocada, comenzó a respirar agitadamente y un calor sin razón la envolvió de pronto.

* ¿Estás bien, Orihime?. *

La susodicha giró el rostro, encontrándose con los ojos preocupados de su compañera.

* Ta, Tatsuki, yo. . . *

Y de pronto, la voz se le quebró; saladas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas y una expresión de confusión y tristeza había tomado su rostro.

La chica de largos cabellos naranjas se arrojó a los brazos de su amiga, buscando consuelo sin saber explicar por qué o quizás, simplemente, se negaba a aceptarlo. . .

CELOS. Puros y vanos celos, pero no por verla con otra persona, es decir, no sentía el típico y común enojo e incomodidad de ver a su ex con una persona que no fuese ella. Eran celos al ver que Rukia tenía una vida amorosa normal que ella jamás tendría. Ya saben, un hombre apuesto a su lado, haciéndole una proposición de matrimonio, ofreciéndole una vida feliz, juntos, la promesa de protegerla y formar una familia, un hogar. Una vida que toda mujer desea. . .

""Y que yo jamás tendré.""

Pensaba la mujer, ya totalmente ahogada en su llanto, su tristeza y sus celos.

* Tatsuki. . . vámonos de aquí. *

Su compañera asintió.

Salieron de lugar sin ser notadas por la pareja que, sin querer, fue la autora del deplorable estado de ánimo de Inoue Orihime.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Originalmente no planeaba una situación como ésta, pero de repente se me ocurrió y me pareció buena.

Inoue celosa, no por Rukia, sino por la vida que ella tiene... pues sí, yo también quiero a Ichigo para mi solita y casarme con él, pero no todos tenemos lo que deseamos >.< 

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 04 de Febrero de 2010.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

|| Capítulo 7 ||


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4 years ago

Su eterno enamorado

Su Eterno Enamorado

Anime: Get Backers

Rating: M

Pareja: Shido & Madoka

Sinopsis: Por ella... la única persona que creía en él, quería ser sus ojos, su guardián, protector y ahora su amante... quería ser su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* ¿Estás segura de esto, Madoka?. *

  La voz de Shido sonaba confusa, suplicante.

Buscaba una barrera que le impidiera seguir con esto, que ella se arrepintiera. . . pero no fue así. Todo lo contrario, pareciera que disfrutara de esa situación, donde ambos estaban tendidos, él sobre ella, en el amplia cama de la impecable habitación de la joven.

  * Aahhh, ¿por qué me haces esto?. *

 Preguntó el muchacho, escondiendo el rostro entre el cuello y el hombro de su compañera.

¿Cómo es que estaban llegando tan lejos?, ¿en qué momento su relación se volvió tan intima y compleja?. . .

  ““¿Por qué insisto tanto en detenerme, cuando lo que más deseo es continuar?.””

 Shido pensaba y pensaba mucho, logrando tan solo atormentarse. Y entre sus tantos pensamientos, el joven recordó una vez más, la vez aquella en que todo esto se desencadenó, un día en que debía realizar un trabajo de rescate. . .

Madoka lo había abrazado, rogándole que no fuera; era peligroso, pero siempre fue así y quizás esa ocasión ella no pudo soportar la angustia y la preocupación.

Fue la primera vez que pudo estrecharla entre sus brazos y sentir el delicado y frágil cuerpo de la chica.

  ““Y ahora estoy aquí, buscando una excusa para no tenerla.””

 Y de nuevo los pensamientos de Fuyuki, que volvían a torturarlo.

  * ¿Tu no quieres, Shido?. *

* No, Madoka, es que yo. . . *

* Comprendo. ¿Cómo pude pensar que te fijarías en una chiquilla ciega?.   Discúlpame, por favor. *

 La escuchó decir, su dulce voz quebrándose con cada palabra y las cálidas lagrimas que ya surcaban la suavidad de sus mejillas.

  * No, no, no. . . no es eso. Yo te quiero, Madoka, es solo que. . . no te merezco. *

  Shido siempre se preguntó: ¿qué de bueno podía tener él?. Si ni siquiera tenía un trabajo decente. Era un vago, un maleante cuyo único talento era poder hablar con los animales.

En cambio ella. . . es tan linda, muy hermosa en verdad, prodigio del violín, de buena familia, amable e inocente.

  ““¿Cómo pudo interesarse en un don nadie como yo?.””

 Se preguntaba el muchacho, cada vez más confundido.

El que ella fuese invidente no importaba en lo más mínimo, él la quería y su estado visual tan solo era una razón más para querer protegerla. Aunque. . .

  ““Daría lo que fuera, mi vida, para que ella pudiese ver.””

 * Shido, por favor. . . *

  Y fue la voz de Madoka, lo que sacó al muchacho del encierro en su mente.

Él la miró a los ojos, tan oscuros, opacos y sin embargo reflejaban tantas cosas, sus sentimientos: amor, amor por él.

Entonces, el rescatista dejó de pensar y se guio tan solo por el inmenso amor que tenía por la jovencita.

 Acariciando con lentitud y suavidad los brazos de Madoka, causándole escalofríos, dejó que su boca probase los dulces labios de la chica, quien le correspondía, inexperta aunque tiernamente.

¿Cómo describir la sensación de unir sus labios a los de Madoka?. Shido simplemente no le pediría nada más a la vida.

  Pronto, el calor en la habitación se había vuelto incómodo y Shido estaba tan inmerso en el erotismo del momento, que simplemente se despojó de algunas ropas, dejando al descubierto su musculoso tórax, pero conservando aun los pantalones.

Y justo iba a deshacerse del vestido de la jovencita, cuando la sintió temblar con el simple roce de sus dedos.

  * Lo siento, Madoka, yo. . . ¿puedo hacerlo en verdad?. *

* Sí, solo hazlo. *

 Le susurró ella con agitación, su pecho subiendo y bajando, ansiosa; su opaca, pero decidida, mirada clavada sobre el muchacho.

Fuyuki no lo dudó más y comenzó a desnudarla con tal delicadeza, que la hizo estremecer. . . ella también lo deseaba.

  ““Por Kami, ¡que bella es!.””

 Pensó Shido, maravillado con la delicada y bien formada figura de la jovencita; sus mejillas completamente cubiertas de carmín. Era demasiado para él.    ¿Realmente tenía derecho a tomarla para él?.

 Por su parte, Madoka sufría sus propios temores.

Todo era noche para ella, muchas veces no diferenciaba si sus ojos estaban cerrados o no; solo veía oscuridad.

Sonidos era lo único que existía en su vida y era lo único que tenía ahora, pero Shido se había quedado callado desde hacia un rato.

Se sabía desnuda y aun cuando no podía ver, tenía la seguridad de ser contemplada a detalle por el Get backer.

  ““¿Qué pensara de mi?, creerá que soy linda o habrá visto mujeres mucho más provocativas que yo?.””

 Se torturaba, estaba muy insegura con respecto a su belleza física; nunca pudo ni podrá verse en un espejo, no tenía idea de cómo era ella realmente y de su cuerpo solo conocía los contornos, tan solo el resultado de explorar su cuerpo durante una larga y deliciosa ducha, o en la oscuridad de su habitación.

Más por primera vez se encontró preocupada por gustarle a alguien. . .

 No era lo mismo con ella, pues de Shido se enamoró casi al instante. No necesitaba verlo, pues se había prendado de su esencia, de su forma de ser, en realidad no tenía otra forma de fijarse en alguien, pero él. . .

 Madoka fue recorrida por un escalofrío, sus pensamientos fueron disueltos al sentir como su compañero deslizaba sus grandes manos por los hombros de la joven, acariciándola, tratando de tranquilizarla.

Lento, respetuoso, Shido no tardó en estrecharla con fuerza pegando la delicada figura totalmente a su musculoso cuerpo.

 La chica de largos cabellos se ruborizó intensamente; podía sentir la calidez del muchacho, su aroma varonil y sus grandes manos recorriéndola a placer.

 Recargándose sobre su pecho, la chica se dejó hacer, mientras escuchaba con alegría el rápido latir del corazón de Fuyuki.

  * Ahhh, Shido mmmm. *

 Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa al sentir que su compañero posaba las manos sobre cada uno de los dibujos bajo su espalda, acariciándolos y apretando la carne como todo un experto.

  * Realmente eres hermosa. *

 Lo escuchó susurrarle al oído, para luego dirigirse a su cuello y morderlo ansioso.

Kami-sama. . . la deseaba tanto; solo deseaba poder controlarse y no lastimarla. La veía tan frágil que temía incluso tocarla, pero la necesitaba y ya no se podía detener.

 Apasionado, la besó, hambriento de sus labios.

Y excitado, se aventuró a estrujar los pequeños senos de su compañera, haciéndola gemir con gran placer en el momento que sus labios bajaron hasta su pecho y se entretuvieron succionando los oscuros pezones, como bebiendo de ellos.

  * Ohh, Shido, amor. . . *

 Menos mal que los amantes estaban solos en la mansión, pues los gemidos de Madoka estaban subiendo de tono, traspasando la barrera de aquellas cuatro paredes.

 Otowa arqueó la espalda, cerrando los ojos con fuerza.

Ambos respiraban agitados, esto era mucho más intenso de lo que hubiesen siquiera imaginado.

  Cuando Shido acomodó a la joven sobre sus piernas, ésta pudo sentir la dura hombría de su hombre, buscando liberarse de los pantalones que ya comenzaban a ser incómodos.

  * Shido, eso es. . . *

* ¿Quieres tocarlo?. *

  La interrumpió el muchacho; su voz entrecortada.

Y se preguntaba si se había detenido a pensar en sus palabras. . .  no, no lo había hecho; la excitación lo estaba dominando en esos momentos.

Pero la jovencita solo movió la cabeza en forma afirmativa; sus mejillas completamente rojas, ni una sola palabra. . . no hacían falta, no eran necesarias.

 El muchacho se bajó el zipper, guiando una de las delicadas manos de la chica, dentro de sus pantalones.

Ambos suspiraron ante aquel contacto.

Madoka yacía recargada en el hombro del rescatista, mientras, inexperta, masajeaba el duro pene de su compañero, quien jadeaba agradado, incapaz aun de creer que esto en verdad estaba pasando.

  * Es muy grande. *   _La escuchó susurrar.  Sus palabras llenas de ingenuidad, curiosidad y, por supuesto, nerviosismo._   * ¿Realmente crees que pueda?, amm, tu sabes. . . *

 * Ahora mismo vamos a saberlo. *

  Dicho esto, Shido se deshizo de los venditos pantalones, quedando ya completamente desnudo.

Si Madoka pudiese ver, lo hubiese pensado dos veces antes de pedirle que la hiciera suya, pues la hombría del muchacho se alzaba, completamente erecto, grande y caliente, ansioso por penetrar a la mujercita sobre la cama, quien lo esperaba, impaciente por ser uno con el hombre que amaba.

 La joven Otowa tembló, mezcla de nervios y emoción, al sentir el peso del cálido cuerpo del Get backer posarse encima suyo; acomodándose entre sus piernas y dirigiendo su virilidad a la entrada de la vagina., moviendo de arriba hacia abajo aquel trozo de carne, creando fricción entre sus sexos.

 En esos instantes, la jovencita se limitaba a jadear llena de placer.

Estaba allí, recostada sobre la cama, sintiendo como Shido disfrutaba de ella y la hacia disfrutar.   Hasta que la excitación en su cuerpo, sin mencionar el amor que sentía por ese hombre, la desesperó hasta el punto de hacerla pedir, casi rogar, por ser penetrada. . .

  * Por favor, Shido. . . te necesito ahora, lo necesito ya. . . hazme tuya. *

 El muchacho suspiró sonoramente, jalando aire, preparándose para lo que iba a hacer. Estaba seguro de lo que quería y quería a Madoka, más sentía que se estaba aprovechando de ella.

Nervioso, tuvo cuidado al acomodar su pene en la entrada del sexo de la joven.  Empujó suavemente, abriéndose paso entre los labios vaginales de su amada.

 Suspiros y jadeos adornaban la habitación, creando el ambiente erótico que los hizo relajarse.

Shido estaba maravillado, la intimidad de la chica era cálida y húmeda, la suavidad de su piel interna lo abrazaba con cierta firmeza, incitándolo a penetrarla cada vez más profundo, llenándolo de placer.

Madoka por su parte, se movía intranquila bajo el cuerpo del muchacho; retorciéndose de gusto y placer, creía ver las estrellas, aun cuando solo había oscuridad en sus ojos.

 ¿Era esto hacer el amor?, era más bello de lo que hubiese podido llegar a imaginar.

Y en medio de la oscuridad que siempre rodeó su vida, tan solo era consciente de cómo una parte de aquel hombre se iba enterrando en ella lentamente.

 Pocos minutos pasaron antes de que la chica se quejara, adolorida; su virginidad se había desgarrado, dejando que Shido la tomase completamente.

  * ¿Te dolió mucho?. *

 Preguntó el muchacho, llenando de besos la linda carita de la mujer.

  * So-solo un poco, no te preocupes. *

 Le dijo ella, abrazándolo fuertemente.

Quería sentirlo cerca, porque el placer llegaba a su cuerpo, más un deseo en particular no la dejaba disfrutar plenamente de todo esto.

Llena de tristeza, lloró amargamente, preocupando a su compañero.

  * ¿Qué tienes?, estás bien?. . . ¿acaso te hice daño?. *

 Él le preguntaba; su voz llena de preocupación.

Su respuesta, más lágrimas derramadas por ella y un doloroso susurro que lo hizo estremecer.

  * No es justo. . . quiero verte. *

 Madoka clavó sus opacos ojos en Shido, quien sonrió comprensivo; acarició las suaves mejillas de la joven, secando sus lágrimas.

  * ¿No crees que es mejor sentir?... solo déjate llevar. *

 Dicho esto, la tomó firmemente de las caderas, y sentados sobre la cama, la penetró en esa posición hasta donde sus cuerpos les permitían.

  * Ahhh, Shido. *

 Fue el grito que escapó de los labios de Madoka, quien no paró de jadear ante las constantes embestidas que su amante le prodigaba; simplemente no le daba tregua ni tiempo para pensar en otra cosa que no fuese disfrutar de la unión de sus cuerpos.

  Oscuridad, por primera vez la envolvía una hermosa oscuridad que era acompañada por corrientes de placer que hacían estremecer a todo su cuerpo.

Y los sonidos de dos amantes que se entregaban por completo.

 Madoka se sentía inmensamente feliz, y si bien aun deseaba ver a Shido, le bastaba con saber que el estaba allí, con ella, haciéndole el amor de forma dulce, pero intensa.

  Y ambos hubiesen podido seguir así por el resto de la noche, más el placer ya se estaba desbordando.

El ir y venir del miembro masculino se volvió más fuerte y rápido, disfrutando de la vagina de la mujer, del roce intimo y delicioso que trajo consigo al orgasmo.

 La chica cerró fuertemente los ojos, tratando de soportar las sensaciones que recorrían su frágil figura, mientras rasguñaba la espalda de su amado.

  * Shido, no pares, no. . . mmmm. *

 Arqueando la espalda, permitió que la virilidad de su hombre se enterrase un poco más en ella.

Shido tampoco pudo continuar, fue demasiado el ver a su compañera retorciéndose de placer mientras gritaba su nombre.

 La penetró quizás tres o cuatro veces más antes de salir completamente de su cansado cuerpo, eyaculando inmediatamente después, derramando su semen sobre la cama.

  Luego todo fue calma y silencio, no parecía que minutos antes hubiese pasado un torbellino de pasiones en la alcoba, que se desbordaran tantas emociones y sentimientos, no parecía ser el lugar donde dos amantes habían hecho el amor sin importarles nada más.

  * Arigatou. *    _Y fue la voz varonil del Get backer lo que rompió el silencio. Sus palabras sin un sentido exacto para la joven._    * Has hecho demasiado por mi. . . me has dado tu confianza, tu amor incluso y ahora. . . te entregaste a mi. *

  Madoka sonrió, mientras recargaba la cabeza en el musculoso pecho de su amante.

Eso no era nada, comparado con lo que él había hecho por ella. Antes solo vivía para crear música con su violín, más ahora...

  * Vivo por ti. *

 Luego simplemente cerró los ojos, estaba cansada y solo quería dormir en brazos de su amado.

  Shido miraba al techo, abrazando el delicado cuerpo de Madoka.

No pudo decírselo antes, pero él comenzó a disfrutar de la vida desde que la conoció, tanto así que le costaba separarse de ella por mucho tiempo.

Por eso, quería ser todo para Madoka, quería ser sus ojos, su guardián y protector, ahora su amante. . .

 “”Su eterno enamorado.””

   Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Esta pareja es lo que más me gusta, sino lo único, del anime. Su romance me parece tierno y triste a la vez; solo imagínense la frustración de Madoka, sus inseguridades. Y a Shido, sin sacarse de la cabeza que no se merece a la jovencita.

Y esa es precisamente la idea en general de este fic.

Por cierto, me refiero a Shido como un Get Backer, aunque no lo es precisamente porque, como Ban y Ginji, se dedica a recuperar cosas perdidas; solo quería mencionarlo ^^’.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 09 de Diciembre de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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