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Soy una chica de veintidós años, amante de los libros y con afición a la escritura.
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Las Emociones De Las Personas Que Se Ha Dejado De Amar Siempre Tienen Algo De Ridculo.
Las emociones de las personas que se ha dejado de amar siempre tienen algo de ridículo.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
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Él era un soñador. Le gustaba pasar el tiempo leyendo y evocando tierras lejanas que tal vez nunca llegaría a visitar.
El coleccionista de relojes extraordinarios, Laura Gallego.
— Las cicatrices nunca se van, ¿verdad?
— Van y vienen, creo yo.
El prisionero del cielo, Carlos Ruiz Zafón.
Pero, ¿quién es la Muerte? Es la dama que asola y agosta cómo y cuándo quiere.
-La Condesa Sangrienda, Alejandra Pizarnik
-¿Justo?- repitió-. ¿Quién ha hablado de justicia? Estás en el infierno ángel. Aquí no existe eso que vosotros llamáis justicia.
Alas negras, Laura Gallego.
A veces pienso sinceramente que ojalá se haya sentido vacío y desamparado en algún momento de su vida; tanto como para rajarse las muñecas hasta tocar hueso. Porque si él se sintió así de mal pero sobrevivió y se convirtió en un adulto tan fantástico, entonces puede que aún haya esperanzas para mí.
Lo siento, Leonard Peacock. Matthew Quick