
Soy una chica de veintidós años, amante de los libros y con afición a la escritura.
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Xtabay20 - Xtabay - Tumblr Blog
Las emociones de las personas que se ha dejado de amar siempre tienen algo de ridículo.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
(...) siempre me tendrás afecto. Represento para ti todos los pecados que nunca has tenido el valor de cometer.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
Me pregunto quién definió al hombre como un animal racional. Fue la decisión más prematura que se ha dado nunca. El hombre es muchas cosas, pero no racional.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
¿Qué era la juventud en el mejor de los casos? Una época de experiencia, de inmadurez, un tiempo de estados de ánimo pasajeros y de pensamientos morbosos.
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.
Él era un soñador. Le gustaba pasar el tiempo leyendo y evocando tierras lejanas que tal vez nunca llegaría a visitar.
El coleccionista de relojes extraordinarios, Laura Gallego.
Todo sigue como lo dejé. Los libros en la estantería, el portátil sobre la cama, las puertas del armario sin cerrar, varias gorras apelotadas en un rincón. Todo es mío y, sin embargo, parece que ya no me pertenece.
Una sonata de verano, Belén Martínez.
Qué más da. Hombre. Mujer. Ambos son personas. De lo único que tienes que preocuparte es de encontrar a una buena. El resto es relativo.
Una sonata de Verano, Belén Martínez.
Me levanto y sigo corriendo, deseando convertirme en viento, en agua, en cualquier cosa inanimada que me impida sentir nada más.
Una sonata de verano, Belén Martínez.
Parezco sorprendentemente común, desoladoramente ordinaria.
Prohibido, Tabitha Suzuma.
Ariadna desprendía aquel perfume de las almas rotas que se han extraviado por el camino y creen avanzar hacia alguna parte.
El laberinto de los espíritus, Carlos Ruiz Zafón.
- ¿Quién quiere ser una buena chica por voluntad propia? Yo no.
El laberinto de los espíritus, Carlos Ruíz Zafón.
A veces, cuando los dioses no miran y el destino se pierde por el camino, incluso la buena gente tiene un poco de suerte en la vida.
El laberinto de los espíritus, Carlos Ruiz Zafón.
Empezó a escribir cartas que nunca supo cómo terminar.
El prisionero del cielo, Carlos Ruiz Zafón.
— Las cicatrices nunca se van, ¿verdad?
— Van y vienen, creo yo.
El prisionero del cielo, Carlos Ruiz Zafón.
¿Me trajiste la risa de la mariposa? ¿Tienes un frasco con lágrimas de rosa? ¿Recogiste a caso los sueños de un hada? ¿Me enseñarás el color de tu alma?
El coleccionista de relojes extraordinarios, Laura Gallego.
Era como si se le hubiese roto algo por dentro que no se pudiera reparar jamás.
Lo siento, Leonar Peacok. Matthew Quick.
A veces pienso sinceramente que ojalá se haya sentido vacío y desamparado en algún momento de su vida; tanto como para rajarse las muñecas hasta tocar hueso. Porque si él se sintió así de mal pero sobrevivió y se convirtió en un adulto tan fantástico, entonces puede que aún haya esperanzas para mí.
Lo siento, Leonard Peacock. Matthew Quick
Pero, ¿quién es la Muerte? Es la dama que asola y agosta cómo y cuándo quiere.
-La Condesa Sangrienda, Alejandra Pizarnik
Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
-La tregua, Mario Benedetti.
Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.
-La Tregua, Mario Benedetti.
El orgullo es para cuando se tienen veinte o treinta años.
-La tregua, Mario Benedetti.
Según Nadia, quien tenía una facilidad asombrosa para las lenguas, las palabras no son tan importantes cuando se entienden las intenciones.
La ciudad de las bestias, Isabel Allende.
-¿Justo?- repitió-. ¿Quién ha hablado de justicia? Estás en el infierno ángel. Aquí no existe eso que vosotros llamáis justicia.
Alas negras, Laura Gallego.
También estoy sufriendo papá ¿Qué no ves? ¿Qué no importa?
Han sido tantas la veces que te he perdonado, que he priorizado el amor que tengo por ti para dejar atrás cualquier mala decisión o imprudencia tuya.
Tú me cuidabas, me enseñaste a leer la hora, dijiste que era fuerte y muy madura para mi edad, pero papá, no necesitaba comprender tan temprano el significado de muchas cosas. No merecía que me rompieran el corazón tan joven, no debí jamás suplicar o llorar alguna noche porque ya no bebieras, porque ya no hirieras más a mamá, no debí papá..
- Xtabay.