Diversidad - Tumblr Posts
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=taMV_cMXlKw
El mes de la diversidad: Los diamantes son los mejores amigos de todos Celebrando el mes de la diversidad, que debe ser más abierta, amable, inclusiva, consecuente y jamás moralmente superior, con todos sus luchas, sus logros, sus sueños, comenzamos una serie de pequeños homenajes sobre lo que es apropiado y qué no para demostrar que todo es posible y que encaja, así, con la lógica aplastante de la naturalidad. ¡Feliz mes del Orgullo!
Nadie más
La seriedad del firmamento me embargaba con un sentimiento de soledad que solo podía apaciguar con el líquido dentro de la botella en mi mano.
Sentada sobre aquel tejado podía cerrar los ojos y mientras la ventisca polar me azotaba la cara, pensar en lo mucho que había cambiado desde la última vez que me había decidido a avanzar.
No era la misma que se había enamorado ni la misma a la que habían traicionado. No era la misma que una vez había deseado llegar a este punto, y estaba segura de que no sería la misma que dos años después estaría en algún lugar que hoy no se me cruzaba por la mente.
Sentada sobre aquel frío tejado podía darme cuenta de que todos somos un compendio de sentimientos, emociones y costumbres que arden en nuestro interior cuan flamas que lengüetean el aire a su alrededor, danzando imperturbables y seguras de su procedencia.
Sentada sobre aquel tejado me di cuenta de que aunque el tiempo pase y como los satélites, salgamos de orbita, y perdamos la brújula por instantes, siempre volvemos a nuestro centro de gravedad. Siempre volvemos a ese núcleo que cubierto de magma, es el motor de nuestro avance, el motor de nuestro funcionamiento, de nuestra respiración. Ese núcleo que nos hace levantar por las mañanas y que sabemos que tiene un propósito pero que solemos ignorar por anteponer situaciones, sentimientos o deseos que con el pasar de los solsticios se disipan como la bruma al amanecer.
Sentada sobre aquel tejado me di cuenta de que la única respuesta a todas las preguntas que tanto hacía, estaba en mi interior. Que por más que tuviera un affair con la vida y me dejara llevar por el frenesí de otra piel, siempre volvía a mí, y que siempre contaría conmigo y esas pasiones que me hacían respirar sin necesidad de sostener la mano de nadie más.
Sentada sobre aquel tejado me di cuenta de cuanto me había abandonado y de cuanto me había hecho daño, pero también de cuan bien era reencontrarme, de cuan increíble es vivir y aspirar un aire tan puro que solo puede provenir de un corazón en calma, un alma en sincronía y una conciencia llena de aprendizajes que solo me conducían al sendero que dictaminaba mi instinto y mis deseos.
Sentada en aquel frío tejado, bajo la seriedad de un firmamento que poco a poco fue aflojando sus cadenas dejando al descubierto luces titilantes, abrí los ojos y mientras la fresca ventisca me golpeaba el rostro, entendí, que no necesitaba de nadie más que de mí misma, para que cada mañana, al abrir los ojos, la primera respiración profunda que haga, sea de inspiración para vivir al máximo.
No necesitaba a nadie más que a mí.
Mi sonrisa huyó
Mi sonrisa hace tiempo abandonó mis labios.
Hoy sonrío pero con una frialdad que no me permite sentir mi alma.
Sonrío por costumbre y por instinto, pero no por sentir.
Recordar la última vez que sonreí de verdad y desde el alma, se me imposibilita cuando la nubla de la media noche se cierne en mi mente, arrancando con ímpetu cada posibilidad de pensamiento coherente que pueda fabricar.
Dejando un collage de emociones nocivas rosándose entre sí mientras se disputan el asiento a la que comande mi noche.
¿Cuál es la diferencia de unas y otras, si al final, ninguna de ellas me devolverá esa sonrisa que ya casi no recuerdo bien cómo es?