Todo Parece Ms Confuso Desde All Arriba, Porque De Repente Las Cosas Con Las Que Antes Soaba Parecan

Todo parece más confuso desde allí arriba, porque de repente las cosas con las que antes soñaba parecían haber caído en picado desde aquella altura y estaban siendo aplastadas por los coches que pasaban por la avenida. La gente camina sonriente por la acera. Los taxis amarillos recogen a sus sonrientes parejas. El brillo de las señales sigue siendo el mismo. Y todavía estoy atascado en este lado. Todo parece desconocido.

Mis ojos vagan por la luminosidad de la ciudad. Me trago amargamente el llanto.

Grito.

Estoy casi segura de que ni siquiera los pájaros que duermen en la oscuridad pueden oírme, así que grito aún más. Intento apoyarme con las dos manos y veo el anillo de boda.

Permanezco en silencio y lo miro. ¿Cómo puede un simple anillo representar tanto? Un anillo sencillo, que me dio la esperanza de que algún día podría ser feliz junto al hombre que amo. Un anillo me daba la ilusión de que nuestro compromiso mutuo sería eterno.

Así que intento quitármelo. Quiero arrancarme del dedo todas las promesas que una vez escuché y hoy, sólo las veo flotando en el viento.

Entonces la puerta se cierra y ahí está.

Preciosa. Su cara roja como si hubiera corrido todo el camino por las escaleras hasta aquí. No sonríe. Parece anestesiado y confuso. Ya no lleva el traje.

- Devuélvelo, Aegon. - dice.

No lo vuelvo a poner. Lo tengo, pero está protegido en mi mano.

- Devuélvelo, Aegon. Por favor. - repite. - Por favor, no lo hagas. Se suponía que hoy iba a ser un día feliz, no sé qué te pasa. ¿Qué te pasa?

- Mira a tu alrededor, Jace. Míralo bien.

Mira. No sé si se da cuenta enseguida, quizá tardó más de diez minutos en mirar hasta la mesa del comedor y las velas en el suelo. Quiero sonreír. Quiero llorar.

- ¿Hiciste la cena?

Otra vez.

Así que sonrío. No es que me quede otra opción.

- No te acuerdas. Ni siquiera sé si recuerdas que en esa pared había un cuadro de un dragón dorado hasta el otro día, que casualmente tiré a la basura hace unos días. Tampoco sé si te acordarías si un día ya no estuviera aquí.

- Amor... Aegon...

Dejo caer el anillo de boda sobre la mesa del comedor. El silencio hace que el sonido de la madera oscura me haga estremecer aún más. Abro la nevera, saco el champán y lo abro rápidamente.

Se queda mirando al suelo. Jace ni siquiera sabe por qué nos peleamos, no entiende mi reacción, quizá me culpe por mis comentarios irónicos y por arruinarle la velada.

Bebo directamente de la botella. Intenta acercarse, yo le empujo antes de que pueda acercarse más.

- Toma. - Saco la cajita del bolsillo. - Compré un cuarzo azul con lo que me quedaba del dinero que aún tenía. Sí, Jacaerys. Hice la cena porque quería proponerte matrimonio de una forma que estuviera a tu nivel. Quería que celebráramos nuestros tres años. Digo y repito... Son tres años de casados. Pero ahora me doy cuenta de que no tenemos mucho que celebrar. Ni siquiera sé si recuerdas la última vez que me tocaste con placer o la última vez que tomamos café juntos delante de todas esas copas como hacíamos antes.

Se queda paralizado, como si ahora lo entendiera todo y se sintiera mal. Sé que lo es. Conozco la mirada.

- Aegon, lo siento... Lo sé, debería prestarte más atención, he sido un marido terrible, pero por favor... No puedes tirarlo todo por la borda porque olvidé la fecha de nuestro aniversario. No se puede.

Jace llora. No me gusta verle llorar, pero sigo en el mismo sitio.

- No es sólo la fecha, Jace. No reaccionaría así sólo por eso. - Me trago el nudo en la garganta con el champán. - No estoy feliz, Jace. Creía que ya te habías dado cuenta. He estado haciendo todo esto por ti. Esperándote cada noche sólo para poder dormir al menos unas horas contigo. Tengo que lidiar con sus eventos, la cortesía, la sabiduría de su trabajo todo el tiempo. No sé si me quieres. No sé para qué soy útil aquí.

- No digas eso, Aegon. Eres mi amor, te amo.

- ¿Yo soy?

- ¿Todo esto es porque olvidé nuestro aniversario? No puedo pensar en todo a la vez, pensé... Quiero que lo entiendas. Lo siento. Podemos viajar cuando quieras. ¿Quieres ir a Essos? Te encanta ese lugar. Iremos allí. Le pediré a Erryk que cancele todo. Le pediré a Erryk que cancele todo. Por favor. Aegon-

- Sé que no lo recordarías. - Ya lo creo. - No es ninguna sorpresa, nunca estás aquí. Pero no es sólo eso, Jace. Quiero que vuelvas. No quiero vivir atrapado en este ático. Lejos de mi familia, lejos de mis amigos, lejos de todo lo que me importa. Y te juro que no quiero echarte eso en cara, porque si estoy aquí es porque te quiero más que a nada, pero.... ¿Podrías al menos pensar un poco en mí? Estoy muy enfadada. Me siento egoísta. Me haces sentir culpable por desearte tanto.

Se hunde de nuevo en el sofá. Miro la pared de cristal por milésima vez.

- No puedo dejarlo todo por ti.

- No te lo estoy pidiendo.

- ¿Y después?

- Sólo quería volver a formar parte de tu vida.

- Aegon...

Jace parece dolido, pero noto una pizca de rabia en el fondo de su voz. Intento ignorar las ganas de llorar una vez más.

La botella de champán ya está vacía en mis manos.

Jace was Aeg’s homeland, but now he put him in exile.

Giving him second, third, hundredth chance wouldn’t help. Those eyes only add insults to injury.

When Jace sit and watched Aegon, who exactly did he see? Love of his heart or some role made specially for his perfect life? He has been so used to Aeg’s around him, always waiting and smiling. How could he not seeing what’s going on with his closest partner if he paid a glimpse of attention?

Aegon was never perfect but he deserved someone who values him, celebrates his love, and willing to go to hell with him without blinking (pick me pick me!)

The English version:

From heart-breaker anon:

Everything seems more confusing from up there, because suddenly the things I used to dream about seem to have plummeted from that height and are being crushed by the cars passing along the avenue. People walk smiling along the pavement.

Yellow taxis pick up their smiling partners. The glow of the signs is still the same. And I'm still stuck on this side.

Everything seems unfamiliar.

My eyes wander through the brightness of the city. I bitterly swallow my tears.

I cry out.

I'm almost sure that even the birds sleeping in the dark can't hear me, so I scream even louder.

I try to support myself with both hands and see the wedding ring.

I remain silent and look at it.

How can a simple ring mean so much? A simple ring, that gave me hope that one day I could be happy with the man I love. A ring gave me the illusion that our commitment to each other would last forever.

So I try to take it off. I want to rip off my finger all the promises I once heard and today, I only see them floating in the wind.

Then the door closes and there he is.

Gorgeous. His face red as if he’d run all the way down the stairs here. He's not smiling. He looks anaesthetised and confused. He's not wearing the suit anymore.

- Give it back, Aegon. - he says.

I don't put it back on. I have it, but it's protected in my hand.

- Give it back, Aegon. Please, Aegon. - he repeats.

- Please don't do this. Today was supposed to be a happy day, I don't know what's wrong with you. What's wrong with you?

- Look around you, Jace. Take a good look.

Take a good look. I don't know if he notices right away, maybe it took him more than ten minutes to look all the way to the dining room table and the candles on the floor. I want to smile. I want to cry.

- Did you make dinner?

Again.

So I smile. Not that I have any choice.

- You don't remember. I don't even know if you remember that there was a painting of a golden dragon on that wall until the other day, which I happened to throw away a few days ago. I also don't know if you would remember if one day it wasn't here anymore.

- My love... Aegon...

I drop the wedding ring on the dining room table. The silence makes the sound of dark wood make me shiver even more. I open the fridge, take out the champagne and quickly open it.

He stares at the floor. Jace doesn't even know what we're fighting about, he doesn't understand my reaction, maybe he blames me for my ironic comments and for ruining his evening.

I drink straight from the bottle.

He tries to move closer, I push him away before he can get any closer.

- Here. - I pull the little box out of my pocket. -

I bought a blue quartz with what was left of the money I still had. Yes, Jacaerys. I made the dinner because I wanted to propose to you in a way that was on your level. I wanted us to celebrate our three years. I say and I repeat... It's three years of marriage.

But now I realise we don't have much to celebrate. I don't even know if you remember the last time you touched me with pleasure or the last time we had coffee together in front of all those glasses like we used to.

He freezes, as if he understands everything now and feels bad. I know he is. I know the look.

- Aegon, I'm sorry... I know, I should pay more attention to you, I've been a terrible husband, but please? You can't just throw it all away because I forgot our anniversary date.

You can't.

Jace cries. I don't like to see him cry, but I'm still in the same place.

- It's not just the date, Jace. I wouldn't react like this just because of that. - I swallow the lump in my throat with the champagne.

- I'm not happy, Jace. I thought you'd figured that out by now. I've been doing all this for you. Waiting for you every night just so I can get at least a few hours of sleep with you. I have to deal with your events, the politeness, the wisdom of your work all the time.

I don't know if you love me. I don't know what I'm useful here.

- Don't say that, Aegon. You're my love, I love you.

- Am I?

- Is this all because I forgot our anniversary? I can't think about everything all at once, I thought... I want you to understand.

I'm sorry. I'm sorry. We can travel whenever you want. You want to go to Essos? You love it there. We'll go there. I'll ask Erryk to cancel everything. I'll ask Erryk to cancel everything. I'll ask Erryk to cancel everything. Please. Aegon-

- I know you wouldn't remember. - I do. - It's no surprise, you're never here. But it's not just that, Jace. I want you back. I don't want to live trapped in this attic. Away from my family, away from my friends, away from everything that matters to me. And I swear I don't want to throw that in your face, because if I'm here it's because I love you more than anything, but ..... Could you at least give me some thought? I'm so angry. I feel selfish. You make me feel guilty for wanting you so much.

He sinks back into the sofa. I stare at the glass wall for the thousandth time.

- I can't give it all up for you.

- I'm not asking you to.

- And then what?

- I just wanted to be a part of your life again.

- Aegon...

Jace looks hurt, but there's a hint of anger in the back of his voice. I try to ignore the urge to cry once more.

The bottle of champagne is already empty in my hands.