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Ella Es... _C6_
Ella es... _C6_
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 6: “Sin ti un segundo más” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
De regreso a casa, Horo Horo le habló de todo el torneo en sí.
Emocionado, le narraba cómo venció al rival de su último partido.
* Yo estuve ahí, lo vi, ¿de acuerdo?. *
* Gomen na, aun estoy emocionado. *
Ella solo sonrió.
Usui casi se fue de espaldas al ver a su novia mirándole desde las gradas. Era la primera vez que Anna iba a apoyarlo en un partido, así que decidió que ganaría tan solo para impresionarla.
““Aunque Anna Kyouyama no es una mujer fácil de impresionar.””
Pensaba el peliazul, mientras acompañaba a la chica hasta la puerta de su apartamento.
* Un trofeo más, ¿no es así?. *
* Eh, sí. . . uno más. *
Un tranquilo silencio se formó entre ellos, que no se atrevían a mirarse directo a los ojos.
Habían estado muy ocupados, cada uno con sus cosas y recién ahora habían podido verse.
* ¿Quieres pasar?. *
Preguntó la rubia; su rostro hacía un costado, cubierto por los dorados cabellos, aunque Horo podía alcanzar a admirar las mejillas encendidas en rojo.
* Hai. *
~*~
~*~
~*~
Cuando lo invitó a pasar, nunca mencionó que sería directo a su habitación, pero ambos lo deseaban y sabían que este encuentro iba a terminar así, en la cama, con las sábanas enredadas en las piernas de ambos.
El peliazul la besaba suave y tranquilamente, quería disfrutar de esto lo más que pudiese pues no sabía hasta cuando volvería a tenerla así, entre sus brazos. . . solo para él.
* Te extrañé, ¿sabes?. *
Una tierna sonrisa adornó el rostro del muchacho al escucharla decir aquello.
Anna no era una mujer muy cariñosa que digamos, de hecho, a pesar de ser novios desde hace un par de meses, rara era la vez que ella mostraba un poco de interés.
““Siempre soy yo el que la busca, el que la acaricia, el que la besa y le dice que la ama.””
Pensaba Usui, confundido porque esta vez fue diferente. . .
Fue Anna la que lo buscó, lo invitó a quedarse con ella y fue también la que comenzó con los besos.
* ¿Por qué te estás comportando así?. *
Anna sonrió entre los besos. Vaya, no sabía que había sido demasiado obvia.
* Tengo ganas de esto. . . de ti. *
* Oye, ¿qué crees que soy?, un pedazo de carne?. *
Ambos rieron, divertidos y conformes con la situación. Se olvidaron de las palabras y se dejaron envolver por la pasión y la necesidad que tenían el uno por el otro, necesidad que se habían guardado por las últimas dos semanas.
Horo Horo deslizó sus ansiosas manos por los contornos del frágil cuerpo de la rubia, amoldando su figura por encima de las ropas. Pero no era la tela lo que él quería sentir, sino el cálido roce entre sus pieles, la suavidad de Anna y admirar esa piel tan blanca cómo la leche.
Fue tanto su deseo por ella, que poco tardó en despojarla de sus ropas, teniéndola totalmente desnuda ante él, que la miraba embelesado.
““No importa cuantas veces haya tenido la oportunidad de admirar su desnudez. . . cada vez la veo más hermosa y delicada.””
Mientras la abrazaba con cuidado, el muchacho peliazul no pudo evitar aquel pensamiento.
Ja. . . era inevitable, él era mucho más alto que ella; su cuerpo fuerte y musculoso, mientras que Anna era pequeña y muy, muy delgada.
La veía tan frágil y delicada, que tenía la extraña sensación de que iba a lastimarla.
* ¿Te vas quedar ahí parado tan solo mirándome, Usui?. ¡Qué aburrido!. *
* Ahh, tanto me deseas, Annita?. Pues ahora mismo voy a darte lo que quieres. *
Hablaban en tono bromista y sin embrago, Horo Horo dejó de jugar. . .
No dedicó tiempo para disfrutar de la suavidad de la mujer. Apenas la tomó entre sus brazos, recostándola sobre la cama, mordió sutilmente los redondos senos que él adoraba, y sin más, dejó que sus labios se deslizaran sin detenerse hasta la delicada intimidad de la rubia mujer.
* Oh, amor. *
Suspiró Kyouyama al tiempo que alzaba las caderas para permitir que su amante la complaciera con mayor libertad.
Sonoros jadeos y gemidos comenzaron a inundar la habitación, era Anna que se movía intranquila ante los atrevidos besos y hasta mordiscos que el peliazul ejercía en su sensible sexo.
Pero la voz finalmente se le apagó al sentir como Horo Horo aprisionó el clítoris entre sus labios, para luego succionarlo delirante.
Anna adoraba cuando él hacia eso, la volvía loca de placer y la desarmaba completamente, haciéndola entregarse sin reserva alguna.
La rubia se mordió el labio inferior para retener el gozo que inundaba su cuerpo, más finalmente cerró fuertemente los ojos, dejándose estremecer por la indescriptible e intensa sensación de un orgasmo.
* Ahh, Horokeu mmm. . . *
Un grito se escapó de sus labios; arqueando su cuerpo, disfrutó de un poco más de la ardiente lengua que aun recorría su intimidad con delicadeza, clavándose dentro suyo de vez en cuando, como si tuviese sed de ella.
* E-eres un perverso. *
Le decía la rubia mujer, su voz entrecortada por el cansancio.
Más Horokeu parecía ignorarla. En ese momento se dedicó a llenarla de besos y caricias, tratando de calmar la insaciable necesidad que tenía por esa mujer, por sentirla suya nuevamente.
La anheló tanto, que aun le costaba creer que Kyouyama en verdad estaba ahí, desnuda entre sus brazos, dispuesta a hacer el amor con él. . . solo con él.
* Por favor, no me digas que ya estas cansada, si apenas viene lo mejor. *
Horo Horo pronunció aquéllas palabras mientras se acomodaba entre las piernas de su amante, disfrutando del tranquilo placer que le producía el simple hecho de frotar la punta de su pene en la entrada de la vagina de Anna, quién lo miraba sonrojada con una sutil sonrisa adornando su lindo rostro.
El muchacho ya no pudo resistirse y en un arrebato de amor y pasión, besó a la joven mientras forzaba su hombría, penetrando poco a poco a la mujer.
Lo disfrutaba, oh, vaya que disfrutaba cada centímetro que se adentraba en aquel cálido y húmedo refugio que le ofrecía tan perfecto cuerpo femenino.
* Ahh, Ho, Horokeu. . . e-eres muy grande. . . *
Le decía ella, refiriéndose al miembro viril del chico; respirando agitada por el esfuerzo y por el gozo que comenzaba a invadirla.
* Y tu tan estrecha, amor. . . me aprietas tan bien. *
* Hentai. *
* Ey, tu empezaste, además. . . es la verdad. *
Las risas de los amantes se escucharon en toda la recamara, para luego ser reemplazadas por fuertes gemidos. No les importaba si los vecinos los alcanzaban a oír; en ese momento, solo existían ellos dos. . . Horo Horo dentro de Anna, tratando de amarse.
La chica elevó las piernas para luego flexionarlas alrededor de la espalda del peliazul, reteniéndolo dentro suyo, satisfecha... porque de esa manera sentía que sus frenéticas embestidas eran más profundas.
Él por su parte, se dedicaba a oprimir con moderada fuerza los redondos pechos de la mujer, a quién se le iba la voz gimiendo de placer.
Hubiesen querido mantenerse así por siempre, más llegó el momento en que la excitación fue demasiada e insoportable.
Anna lanzó un gemido, formando un arco con su espalda mientras cerraba los ojos. Estaba disfrutando del éxtasis que solo te puede dar un orgasmo; su vagina palpitando, oprimiendo con fuerza el duro pedazo de carne que la invadía.
Horo Horo no pudo resistir tanto placer y, tras gruñir suavemente, con toda la fuerza que le quedaba, dejó que su propio orgasmo recorriese su cuerpo, haciéndolo eyacular dentro de la intimidad de su compañera.
* ¿Qué tal estuvo eso, ah?. *
* Maravilloso. . . te amo. *
Anna llenó de besos el apuesto rostro del muchacho, agradecida y feliz por el inmenso placer que acababa de hacerle sentir.
Con un amplia sonrisa estampada en el rostro, el peliazul acarició una de las blancas mejillas, quitando uno de los rubios mechones de cabello que se adherían a ese bello rostro.
Era muy feliz, tanto o más de lo que llegó a imaginar. Y sentía terror solo de imaginar que este sentimiento no fuese para siempre.
Lo estuvo pensando por un tiempo, de hecho, desde la primera vez que él y Anna hicieron el amor. Algo que necesitaba y sin embargo mantenía en secreto por miedo a que la rubia no reaccionara de la forma en que él esperaba, pero. . .
““La necesito con locura y no sé hasta que punto pueda soportar el no tenerla para mi, solo para mi.””
Los pensamientos del muchacho eran tortuosos; estaba consciente de que él quería algo más serio con esa mujer.
Inseguro, tomó los labios de su amada en un beso tierno y suave, casi suplicante.
* Quiero que vivamos juntos. *
La sorpresa no pudo contra el fuerte y constante latir del corazón de la bella chica, cuya única respuesta fue abrazarse con fuerza al hombre que, con unas cuantas palabras, la había hecho muy feliz.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Después de la noche que compartieron y el placer que le hizo sentir. . . yo le diría que sí ^//^.
Por supuesto no todo es miel sobre hojuelas y en los siguientes capítulos los haré sufrir un poquito, pero. . . muy poquito.
—I love HOROxANNA—.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 03 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 7 ||
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Su eterno enamorado
![Su Eterno Enamorado](https://64.media.tumblr.com/d9b510955c7b59d68e488f0e1dca3e62/e73684d46572fb94-c2/s400x600/d4b5e470ed5c80a5f6cbb45f7cee79a88ed3ef6e.png)
Anime: Get Backers
Rating: M
Pareja: Shido & Madoka
Sinopsis: Por ella... la única persona que creía en él, quería ser sus ojos, su guardián, protector y ahora su amante... quería ser su todo.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* ¿Estás segura de esto, Madoka?. *
La voz de Shido sonaba confusa, suplicante.
Buscaba una barrera que le impidiera seguir con esto, que ella se arrepintiera. . . pero no fue así. Todo lo contrario, pareciera que disfrutara de esa situación, donde ambos estaban tendidos, él sobre ella, en el amplia cama de la impecable habitación de la joven.
* Aahhh, ¿por qué me haces esto?. *
Preguntó el muchacho, escondiendo el rostro entre el cuello y el hombro de su compañera.
¿Cómo es que estaban llegando tan lejos?, ¿en qué momento su relación se volvió tan intima y compleja?. . .
““¿Por qué insisto tanto en detenerme, cuando lo que más deseo es continuar?.””
Shido pensaba y pensaba mucho, logrando tan solo atormentarse. Y entre sus tantos pensamientos, el joven recordó una vez más, la vez aquella en que todo esto se desencadenó, un día en que debía realizar un trabajo de rescate. . .
Madoka lo había abrazado, rogándole que no fuera; era peligroso, pero siempre fue así y quizás esa ocasión ella no pudo soportar la angustia y la preocupación.
Fue la primera vez que pudo estrecharla entre sus brazos y sentir el delicado y frágil cuerpo de la chica.
““Y ahora estoy aquí, buscando una excusa para no tenerla.””
Y de nuevo los pensamientos de Fuyuki, que volvían a torturarlo.
* ¿Tu no quieres, Shido?. *
* No, Madoka, es que yo. . . *
* Comprendo. ¿Cómo pude pensar que te fijarías en una chiquilla ciega?. Discúlpame, por favor. *
La escuchó decir, su dulce voz quebrándose con cada palabra y las cálidas lagrimas que ya surcaban la suavidad de sus mejillas.
* No, no, no. . . no es eso. Yo te quiero, Madoka, es solo que. . . no te merezco. *
Shido siempre se preguntó: ¿qué de bueno podía tener él?. Si ni siquiera tenía un trabajo decente. Era un vago, un maleante cuyo único talento era poder hablar con los animales.
En cambio ella. . . es tan linda, muy hermosa en verdad, prodigio del violín, de buena familia, amable e inocente.
““¿Cómo pudo interesarse en un don nadie como yo?.””
Se preguntaba el muchacho, cada vez más confundido.
El que ella fuese invidente no importaba en lo más mínimo, él la quería y su estado visual tan solo era una razón más para querer protegerla. Aunque. . .
““Daría lo que fuera, mi vida, para que ella pudiese ver.””
* Shido, por favor. . . *
Y fue la voz de Madoka, lo que sacó al muchacho del encierro en su mente.
Él la miró a los ojos, tan oscuros, opacos y sin embargo reflejaban tantas cosas, sus sentimientos: amor, amor por él.
Entonces, el rescatista dejó de pensar y se guio tan solo por el inmenso amor que tenía por la jovencita.
Acariciando con lentitud y suavidad los brazos de Madoka, causándole escalofríos, dejó que su boca probase los dulces labios de la chica, quien le correspondía, inexperta aunque tiernamente.
¿Cómo describir la sensación de unir sus labios a los de Madoka?. Shido simplemente no le pediría nada más a la vida.
Pronto, el calor en la habitación se había vuelto incómodo y Shido estaba tan inmerso en el erotismo del momento, que simplemente se despojó de algunas ropas, dejando al descubierto su musculoso tórax, pero conservando aun los pantalones.
Y justo iba a deshacerse del vestido de la jovencita, cuando la sintió temblar con el simple roce de sus dedos.
* Lo siento, Madoka, yo. . . ¿puedo hacerlo en verdad?. *
* Sí, solo hazlo. *
Le susurró ella con agitación, su pecho subiendo y bajando, ansiosa; su opaca, pero decidida, mirada clavada sobre el muchacho.
Fuyuki no lo dudó más y comenzó a desnudarla con tal delicadeza, que la hizo estremecer. . . ella también lo deseaba.
““Por Kami, ¡que bella es!.””
Pensó Shido, maravillado con la delicada y bien formada figura de la jovencita; sus mejillas completamente cubiertas de carmín. Era demasiado para él. ¿Realmente tenía derecho a tomarla para él?.
Por su parte, Madoka sufría sus propios temores.
Todo era noche para ella, muchas veces no diferenciaba si sus ojos estaban cerrados o no; solo veía oscuridad.
Sonidos era lo único que existía en su vida y era lo único que tenía ahora, pero Shido se había quedado callado desde hacia un rato.
Se sabía desnuda y aun cuando no podía ver, tenía la seguridad de ser contemplada a detalle por el Get backer.
““¿Qué pensara de mi?, creerá que soy linda o habrá visto mujeres mucho más provocativas que yo?.””
Se torturaba, estaba muy insegura con respecto a su belleza física; nunca pudo ni podrá verse en un espejo, no tenía idea de cómo era ella realmente y de su cuerpo solo conocía los contornos, tan solo el resultado de explorar su cuerpo durante una larga y deliciosa ducha, o en la oscuridad de su habitación.
Más por primera vez se encontró preocupada por gustarle a alguien. . .
No era lo mismo con ella, pues de Shido se enamoró casi al instante. No necesitaba verlo, pues se había prendado de su esencia, de su forma de ser, en realidad no tenía otra forma de fijarse en alguien, pero él. . .
Madoka fue recorrida por un escalofrío, sus pensamientos fueron disueltos al sentir como su compañero deslizaba sus grandes manos por los hombros de la joven, acariciándola, tratando de tranquilizarla.
Lento, respetuoso, Shido no tardó en estrecharla con fuerza pegando la delicada figura totalmente a su musculoso cuerpo.
La chica de largos cabellos se ruborizó intensamente; podía sentir la calidez del muchacho, su aroma varonil y sus grandes manos recorriéndola a placer.
Recargándose sobre su pecho, la chica se dejó hacer, mientras escuchaba con alegría el rápido latir del corazón de Fuyuki.
* Ahhh, Shido mmmm. *
Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa al sentir que su compañero posaba las manos sobre cada uno de los dibujos bajo su espalda, acariciándolos y apretando la carne como todo un experto.
* Realmente eres hermosa. *
Lo escuchó susurrarle al oído, para luego dirigirse a su cuello y morderlo ansioso.
Kami-sama. . . la deseaba tanto; solo deseaba poder controlarse y no lastimarla. La veía tan frágil que temía incluso tocarla, pero la necesitaba y ya no se podía detener.
Apasionado, la besó, hambriento de sus labios.
Y excitado, se aventuró a estrujar los pequeños senos de su compañera, haciéndola gemir con gran placer en el momento que sus labios bajaron hasta su pecho y se entretuvieron succionando los oscuros pezones, como bebiendo de ellos.
* Ohh, Shido, amor. . . *
Menos mal que los amantes estaban solos en la mansión, pues los gemidos de Madoka estaban subiendo de tono, traspasando la barrera de aquellas cuatro paredes.
Otowa arqueó la espalda, cerrando los ojos con fuerza.
Ambos respiraban agitados, esto era mucho más intenso de lo que hubiesen siquiera imaginado.
Cuando Shido acomodó a la joven sobre sus piernas, ésta pudo sentir la dura hombría de su hombre, buscando liberarse de los pantalones que ya comenzaban a ser incómodos.
* Shido, eso es. . . *
* ¿Quieres tocarlo?. *
La interrumpió el muchacho; su voz entrecortada.
Y se preguntaba si se había detenido a pensar en sus palabras. . . no, no lo había hecho; la excitación lo estaba dominando en esos momentos.
Pero la jovencita solo movió la cabeza en forma afirmativa; sus mejillas completamente rojas, ni una sola palabra. . . no hacían falta, no eran necesarias.
El muchacho se bajó el zipper, guiando una de las delicadas manos de la chica, dentro de sus pantalones.
Ambos suspiraron ante aquel contacto.
Madoka yacía recargada en el hombro del rescatista, mientras, inexperta, masajeaba el duro pene de su compañero, quien jadeaba agradado, incapaz aun de creer que esto en verdad estaba pasando.
* Es muy grande. * _La escuchó susurrar. Sus palabras llenas de ingenuidad, curiosidad y, por supuesto, nerviosismo._ * ¿Realmente crees que pueda?, amm, tu sabes. . . *
* Ahora mismo vamos a saberlo. *
Dicho esto, Shido se deshizo de los venditos pantalones, quedando ya completamente desnudo.
Si Madoka pudiese ver, lo hubiese pensado dos veces antes de pedirle que la hiciera suya, pues la hombría del muchacho se alzaba, completamente erecto, grande y caliente, ansioso por penetrar a la mujercita sobre la cama, quien lo esperaba, impaciente por ser uno con el hombre que amaba.
La joven Otowa tembló, mezcla de nervios y emoción, al sentir el peso del cálido cuerpo del Get backer posarse encima suyo; acomodándose entre sus piernas y dirigiendo su virilidad a la entrada de la vagina., moviendo de arriba hacia abajo aquel trozo de carne, creando fricción entre sus sexos.
En esos instantes, la jovencita se limitaba a jadear llena de placer.
Estaba allí, recostada sobre la cama, sintiendo como Shido disfrutaba de ella y la hacia disfrutar. Hasta que la excitación en su cuerpo, sin mencionar el amor que sentía por ese hombre, la desesperó hasta el punto de hacerla pedir, casi rogar, por ser penetrada. . .
* Por favor, Shido. . . te necesito ahora, lo necesito ya. . . hazme tuya. *
El muchacho suspiró sonoramente, jalando aire, preparándose para lo que iba a hacer. Estaba seguro de lo que quería y quería a Madoka, más sentía que se estaba aprovechando de ella.
Nervioso, tuvo cuidado al acomodar su pene en la entrada del sexo de la joven. Empujó suavemente, abriéndose paso entre los labios vaginales de su amada.
Suspiros y jadeos adornaban la habitación, creando el ambiente erótico que los hizo relajarse.
Shido estaba maravillado, la intimidad de la chica era cálida y húmeda, la suavidad de su piel interna lo abrazaba con cierta firmeza, incitándolo a penetrarla cada vez más profundo, llenándolo de placer.
Madoka por su parte, se movía intranquila bajo el cuerpo del muchacho; retorciéndose de gusto y placer, creía ver las estrellas, aun cuando solo había oscuridad en sus ojos.
¿Era esto hacer el amor?, era más bello de lo que hubiese podido llegar a imaginar.
Y en medio de la oscuridad que siempre rodeó su vida, tan solo era consciente de cómo una parte de aquel hombre se iba enterrando en ella lentamente.
Pocos minutos pasaron antes de que la chica se quejara, adolorida; su virginidad se había desgarrado, dejando que Shido la tomase completamente.
* ¿Te dolió mucho?. *
Preguntó el muchacho, llenando de besos la linda carita de la mujer.
* So-solo un poco, no te preocupes. *
Le dijo ella, abrazándolo fuertemente.
Quería sentirlo cerca, porque el placer llegaba a su cuerpo, más un deseo en particular no la dejaba disfrutar plenamente de todo esto.
Llena de tristeza, lloró amargamente, preocupando a su compañero.
* ¿Qué tienes?, estás bien?. . . ¿acaso te hice daño?. *
Él le preguntaba; su voz llena de preocupación.
Su respuesta, más lágrimas derramadas por ella y un doloroso susurro que lo hizo estremecer.
* No es justo. . . quiero verte. *
Madoka clavó sus opacos ojos en Shido, quien sonrió comprensivo; acarició las suaves mejillas de la joven, secando sus lágrimas.
* ¿No crees que es mejor sentir?... solo déjate llevar. *
Dicho esto, la tomó firmemente de las caderas, y sentados sobre la cama, la penetró en esa posición hasta donde sus cuerpos les permitían.
* Ahhh, Shido. *
Fue el grito que escapó de los labios de Madoka, quien no paró de jadear ante las constantes embestidas que su amante le prodigaba; simplemente no le daba tregua ni tiempo para pensar en otra cosa que no fuese disfrutar de la unión de sus cuerpos.
Oscuridad, por primera vez la envolvía una hermosa oscuridad que era acompañada por corrientes de placer que hacían estremecer a todo su cuerpo.
Y los sonidos de dos amantes que se entregaban por completo.
Madoka se sentía inmensamente feliz, y si bien aun deseaba ver a Shido, le bastaba con saber que el estaba allí, con ella, haciéndole el amor de forma dulce, pero intensa.
Y ambos hubiesen podido seguir así por el resto de la noche, más el placer ya se estaba desbordando.
El ir y venir del miembro masculino se volvió más fuerte y rápido, disfrutando de la vagina de la mujer, del roce intimo y delicioso que trajo consigo al orgasmo.
La chica cerró fuertemente los ojos, tratando de soportar las sensaciones que recorrían su frágil figura, mientras rasguñaba la espalda de su amado.
* Shido, no pares, no. . . mmmm. *
Arqueando la espalda, permitió que la virilidad de su hombre se enterrase un poco más en ella.
Shido tampoco pudo continuar, fue demasiado el ver a su compañera retorciéndose de placer mientras gritaba su nombre.
La penetró quizás tres o cuatro veces más antes de salir completamente de su cansado cuerpo, eyaculando inmediatamente después, derramando su semen sobre la cama.
Luego todo fue calma y silencio, no parecía que minutos antes hubiese pasado un torbellino de pasiones en la alcoba, que se desbordaran tantas emociones y sentimientos, no parecía ser el lugar donde dos amantes habían hecho el amor sin importarles nada más.
* Arigatou. * _Y fue la voz varonil del Get backer lo que rompió el silencio. Sus palabras sin un sentido exacto para la joven._ * Has hecho demasiado por mi. . . me has dado tu confianza, tu amor incluso y ahora. . . te entregaste a mi. *
Madoka sonrió, mientras recargaba la cabeza en el musculoso pecho de su amante.
Eso no era nada, comparado con lo que él había hecho por ella. Antes solo vivía para crear música con su violín, más ahora...
* Vivo por ti. *
Luego simplemente cerró los ojos, estaba cansada y solo quería dormir en brazos de su amado.
Shido miraba al techo, abrazando el delicado cuerpo de Madoka.
No pudo decírselo antes, pero él comenzó a disfrutar de la vida desde que la conoció, tanto así que le costaba separarse de ella por mucho tiempo.
Por eso, quería ser todo para Madoka, quería ser sus ojos, su guardián y protector, ahora su amante. . .
“”Su eterno enamorado.””
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Esta pareja es lo que más me gusta, sino lo único, del anime. Su romance me parece tierno y triste a la vez; solo imagínense la frustración de Madoka, sus inseguridades. Y a Shido, sin sacarse de la cabeza que no se merece a la jovencita.
Y esa es precisamente la idea en general de este fic.
Por cierto, me refiero a Shido como un Get Backer, aunque no lo es precisamente porque, como Ban y Ginji, se dedica a recuperar cosas perdidas; solo quería mencionarlo ^^’.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 09 de Diciembre de 2005.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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De sueños hechos realidad
![De Sueos Hechos Realidad](https://64.media.tumblr.com/9becdafb73cfe28087b3d4473b0a0825/9194b643bb593ba0-83/s250x400/5320f1639832704f5f1f13af855ef96c34abdd5b.png)
Anime: Slam Dunk
Rating: M
Pareja: Hanamichi & Haruko
Sinopsis: ¿Había escuchado bien o era su imaginación que le estaba jugando bromas pesadas?. Él había deseado esto desde que la conoció; era fácil creer que era solo un sueño.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* ¿Recuerdas aquel día?, la primera vez que intentaste hacer una clavada?. *
* Por supuesto, jamás olvidaré el dolor de cabeza. *
Embargados por el nerviosismo, ambos jóvenes rieron.
Ahora no era común el verse. Él era un seleccionado del equipo nacional de básquetbol y. . . estaba tan ocupado y era tan famoso ahora, que Haruko se sentía un tanto extraña.
* Claro que este jugador tan talentoso no ha vuelto a cometer errores como esos. *
La chica sonrió tranquila, al darse cuenta de que su amigo pelirrojo no había cambiado en nada y seguía siendo el mismo chico que alardeaba pero que se esforzaba al cien o quizás mucho más.
* ¿Está bien esto?. *
* ¿Qué?, ¿qué está bien?. *
Hanamichi giró el rostro; de pronto el rojo en sus mejillas combinó con el color de su cabello.
* Si el gorila se entera que viniste, puede que se enoje contigo, además. . . *
* Además qué?. *
* Seguro me mata, no, primero me triplica el entrenamiento y luego me mata. *
La joven rio divertida al imaginar a su hermano tratando de ahorcar al pelirrojo.
Sí, Akagi era muy capaz de eso.
* ¿No quieres que esté aquí?. *
* No, no, no. . . ¿cómo crees?, es solo que. . . *
Hanamichi hablaba nervioso y apresurado, tratando de corregir sus palabras que al parecer la chica había malinterpretado, pero mucho no pudo decir, pues Haruko se acercó a él, abrazándolo sin siquiera mirarlo o decirle nada.
Por la gran diferencia de estaturas, ella apenas podía rodear la cintura del muchacho y recargar la cabeza en sus bien formados bíceps.
* Hace un año que te me declaraste y desde entonces salimos juntos; somos novios, pero. . . *
* No nos vemos muy seguido, ¿verdad?. *
Sakuragi terminó la frase qué empezara su compañera. La verdad es que él compartía esa ansiedad.
Ambos se miraron fija e intensamente y poco a poco fueron acercando sus rostros hasta unir sus labios en un beso largo y tranquilo.
En realidad muy pocas personas sabían que ellos eran pareja. El gorila, por ejemplo, quien fingió no estar de acuerdo, porque lo cierto es que Akagi no conocía mejor hombre para su hermana; además, él le tenía cariño al pelirrojo, era cómo su hermanito malcriado y caprichoso. Y sabía que podía confiar en él, tanto en el básquetbol como en lo personal.
Pero ahora. . . Haruko sentía que su relación con Sakuragi se estaba tambaleando, por eso había venido al hotel donde se estaban alojando los jugadores.
Pero ella sabía que este no era el mejor momento para distraer al muchacho, mañana tendrían un partido importante y. . .
* ¿Puedo quedarme aquí esta noche?. *
Preguntó ella casi en un susurro, sin siquiera voltear a mirarlo.
El pelirrojo sobre abrió los ojos. ¿Había escuchado bien o era su imaginación que le estaba jugando bromas pesadas?. Estaba seguro que era la segunda opción, cuando escuchó una vez más la voz de su chica. . .
* ¿No quieres?. *
* Po-por supuesto que sí. *
Hanamichi se quedó helado, no solo por las palabras de Haruko, sino también por la hermosa sonrisa que la misma le dedicó.
Había un inusual brillo en sus ojos de miel, pero, nervioso, el basquetbolista no quiso indagar el por qué.
* B-bueno, yo dormiré en el sofá, así que puedes. . . *
* ¿Por qué no compartimos la cama?. * _La escuchó decir, interrumpiéndolo._ * Ese sofá es muy pequeño para ti. *
Él la miró fijamente. No era tan tonto cómo para no comprender la actitud de su novia. . .
~*~
~*~
~*~
Pensaba, pensaba mucho, como nuca en su vida.
Y le daba la espalda a la chica, sin moverse siquiera un centímetro.
""Dormir, solo dormir, dormir.""
Se repetía mentalmente el pelirrojo, como tratando de no pensar que bastaba darse vuelta y abrazar a la mujer a su lado, para que esta fuese la mejor noche de su vida.
Más pareciese que Haruko pensó lo mismo pues se atrevió a hacer lo que él no.
* Te amo. *
Le susurró ella, recargando la frente en el ancha espalda del muchacho.
Un escalofrío recorrió al basquetbolista, quien ya no pudo más. Se giró y de inmediato atrapó a la chica entre sus brazos. Kami, ¡la quería tanto!, y esto es lo que había deseado desde que la conoció en la preparatoria. ¿Por qué reprimirse?.
Tal vez, solo esta vez. . . no quería echarlo todo a perder, no podría seguir adelante, ni en la vida, ni en su carrera como basquetbolista si Haruko no estaba a su lado.
Con todos estos pensamientos revoloteando en su mente, Sakuragi se atrevió a probar los labios de su novia; lento y suave, se besaron sin prisa, tenían toda la noche y mucho más para demostrarse cuanto se amaban.
Así, Haruko deslizó sus suaves manos por debajo de la playera del pelirrojo, acariciando su fuerte tórax, delineando sus marcados músculos.
Este contacto tan delicado encendió al muchacho, cuyas grandes manos, movidas por las ansias y la desesperación, se deshicieron de las ropas de la chica, primero la playera, luego la falda, dejándola tan solo en ropa interior.
Hanamichi la estrechó con fuerza, nunca la sintió tan frágil cómo ahora.
Sus labios ansiosos de ella, se deslizaron por su blanca e inmaculada piel, que lo quemaba dulcemente.
* Te amo, te amo. *
Le susurraba al oído, una y otra vez, al mismo tiempo que introducía sus manos en las bragas de la joven, palpando las generosas proporciones de carne que sostenían su delicada espalda.
* Ahh, Sakuragi. . . *
Fue un suspiro que escapó de los labios de Haruko, tan corto y sutil, pero suficiente para volver loco de pasión al pelirrojo, cuyos ojos ardían en deseo y lujuria desmedida, por lo que terminó desgarrando el sostén de la joven.
Ante él, el hermoso par de senos se mostraban firmes; sus pezones rígidos, lo invitaban a acariciarlos sin descanso.
Eran pequeños, pero para Hanamichi eran simplemente perfectos. Y sus grandes manos se posaron en ellos, cubriéndolos completamente.
Ambos jadearon al sentir aquel contacto, frío y cálido al mismo tiempo, intimo y suave también.
El basquetbolista apenas podía creer que esto realmente estaba pasando.
No supo en que momento ambos quedaron completamente desnudos, abrazándose fuertemente.
El roce entre sus pieles era maravilloso; las caricias al principio tranquilas y sutiles, se tornaron candentes y osadas, aventurándose en lugares que los hacían estallar en placer.
Fue así como en algún momento de la noche, ambos jóvenes terminaron acariciando el sexo del otro.
Entre besos y gemidos, un par de dedos del pelirrojo se habían alojado en la cálida intimidad de la chica, clavándolos ya sin control, regalándole a la mujer un pequeño orgasmo, el primero de su vida.
Pero ella también estaba desatada, aun con lo penoso que resultaba, Haruko mantenía sus manos ocupadas en la hombría de Hanamichi, palpando las grandes esferas que descansaban bajo aquel mástil duro y ancho, mismo que la mujer acariciaba de arriba a abajo, con su pequeña mano.
* E-espera un momento, Haruko. * _La voz del pelirrojo sonaba agitada, se alejó de la joven, por que si hubiese seguido, habría llegado al clímax y él quería disfrutar un poco más de esta noche._ * Creo que ya estamos listos para. . . *
* Es verdad. *
La joven Akagi sonrió, interrumpiendo a su compañero como si hubiese recordado algo importante. Se bajó de la cama para alcanzar su bolsa en el buró, sin preocuparse por cubrir su desnudez.
* ¿Cuál prefieres?. *
Preguntó la joven, mostrando dos que tres condones de diferente marca.
* Haruko!!. *
El pelirrojo la llamó cómo si estuviera escandalizado. La verdad es que esta noche, su novia estaba llena de sorpresas. Para haber traído condones, eso significaba que el pasar la noche juntos ya estaba en sus planes y no algo que simplemente estaba sucediendo por casualidad.
* ¿Pasa algo malo?, te molesta que yo?. . . *
La voz de la chica se escuchaba débil, como si esperase un regaño o un sermón, o cómo si creyese haber hecho algo que no debía.
* No, no, mi niña, es solo que. . . me tomaste por sorpresa. *
Ambos sonrieron para luego besarse.
Sonrojada, Haruko miraba atenta como el muchacho se ponía el condón, cubriendo su pene, grande y duro; eso la excitó demasiado, así que se recostó sobre la cama, esperando a que su compañero subiera en ella y le hiciera el amor.
Algo que no tardó en pasar, pues Hanamichi más que listo, y acomodándose entre las piernas de su chica, presionó suavemente, clavando la punta de su pene en la vagina de la mujer.
Haruko jaló aire, como preparándose para el dolor, pero ansiosa por llenarse de placer. Y ambos mecieron sus caderas, entregándose a esta pasión que ya no podía ser reprimida.
Sakuragi estaba maravillado, la intimidad de su amada era frágil, cálida, húmeda y gentil. . . le estaba regalando la caricia más hermosa e intima que podían compartir y lo estaba llenando de placer. Más para la joven las cosas no eran tan bellas. El pene del pelirrojo era grande, demasiado para ella; la estaba lastimando, su flor se abría cuanto podía para recibirlo, pero sentía que ya no podía más.
Reprimió cualquier muestra de dolor, pero este era tanto que no lo pudo soportar más.
* Ha-Hanamichi, espera por favor. . . *
Aquello, un simple sollozo, pues ni siquiera tenía fuerzas para gritar, ante su virginidad que se iba.
El basquetbolista se detuvo, aun encima del cuerpo de su amante, la llenó de suaves y tiernos besos, como tratando de apaciguar su dolor y disculparse por haberla lastimado.
Una vez que el dolor dejó de ser intenso, Hanamichi le preguntó. . .
* ¿Quieres continuar?. Está bien si no. *
Le susurró al oído y ella negó con la cabeza.
* Ya me diste el dolor. . . ahora dame el placer. *
* Haruko. *
El pelirrojo sonrió con ternura y con suavidad volvió a mecer las caderas mientras le decía al oído, que la amaba.
Ella gimió sutilmente, más no de dolor, era el placer que la invadía de forma casi sofocante.
Haruko entrecerró los ojos; Kami, esto era maravilloso, tan hermoso y perfecto.
Estaba prisionera bajo los casi dos metros de aquel hombre. Sus brazos la rodeaban con fuerza, pero haciéndola sentir segura y protegida. Su musculoso tórax la llenaba de calor mientras él el hablaba al odio.
Y por supuesto, su gruesa y dura espina la estaba volviendo loca de placer en un ciclo agotador. Ya no podía diferenciar de cuando entraba y cuando salía de su ser.
La joven no pudo más y gimió con fuerza al tiempo en que su vagina se contraía fuerte y constante, abrazando al pene del muchacho, quien no pudo reprimir un ronco gemido al sentir como su pene parecía ser exprimido ante aquella maravillosa caricia que la chica le estaba regalando.
Hanamichi finalmente abandonó el cuerpo de su amante, quitándose el condón y dejando que su semen manchase las sábanas.
No tardó mucho en recostarse al lado de su mujer y abrazarla de forma suave, aunque posesiva.
* ¿Te gustó?. *
Preguntó la chica; una linda sonrisa adornándole el rostro. El pelirrojo le devolvió la sonrisa, más no dijo nada, en cambio le regaló un corto y tierno beso.
¿Cómo no le iba a gustar?, si lo había deseado por tanto tiempo, además. . .
* Te amo, Haruko. *
Ella sonrió mientras el rojo en sus mejillas se hacía más intenso.
Cansada, recargó la cabeza en el pecho del hombre que la abrazaba y acariciaba cómo si temiese qué se fuese a romper.
Era tan pequeña, la sentía frágil y delicada. Quería protegerla por siempre, solo eso.
* Buena suerte en el partido de mañana. *
Le dijo ella con los ojos ya cerrados.
* ¿Me animarás?. *
Ella solo se abrazó con más fuerza mientras le decía que siempre estaría ahí para él.
Y no hablaron más durante la noche.
Hanamichi estaba seguro de que tendría problemas durante el partido, pues sabía de sobra que este momento, esta noche, no podría sacarlo de su mente. . . jamás.
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me encanta esta pareja, en especial Sakuragi.
En el anime no hay nada entre ellos, al menos no de parte de Haruko, así que quise ser buena con el pelirrojo y cumplirle el sueño de que ella fuese su novia.
Por cierto, que me inspiré en una imagen, donde entre otros, Hanamichi porta nada menos que el uniforme del equipo nacional de Japón.
Ah, el título de este fic va ligado con el de Rukawa y Haruko, así que la frase completa sería: Viviendo de sueños... de sueños hechos realidad.
Dichos fanfics no tienen ninguna otra relación, simplemente me pareció divertido ligarlos por medio del título.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 11 de Septiembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Un regalo de despedida... para volver
![Un Regalo De Despedida... Para Volver](https://64.media.tumblr.com/c64fda7811f4a77f366c7f03930eba6f/6ef474d7dd42d8d8-33/s250x400/233247d6e85f5fd503b2843d054c5ef38713fdeb.jpg)
Anime: Heat Guy J
Rating: M
Pareja: Daisuke & Kyoko
Sinopsis: Él se iría, dejándola con la alegría apagada de un amor apenas confesado. Por eso, la amaría hasta el cansancio; esta noche sería de ellos... este era su regalo de despedida.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* ¿Por qué me dices esto ahora?. *
Kyoko terminó suspirando; la resignación acompañando sus palabras. Pero quería mostrarse tan insensible como él, como siempre lo hacía.
NO !!, quería gritarle, sacudirlo hasta obtener una respuesta, más no lo haría, no tenía caso y no tenía ganas, simplemente estaba cansada.
Entonces dejó de mirar el piso, encontrándose con la seria expresión de Daisuke; ya no le daba la espalda.
* Hay algo que quiero buscar. *
Fue su razón. Una no muy buena para ella, pero: ¿qué podía hacer?.
Una sonrisa fingida adornó su rostro.
* Mientras no sea otra chica. *
Fue lo único que ella dijo, provocando que el rubio soltara una carcajada.
La joven arqueó una ceja, si bien trataba de poner fin a la tensión que se había formado entre ellos, tampoco era para exagerar. Más poco a poco, Kyoko tuvo que dejar de reprimir una sutil risa; él la había contagiado.
Y ahí estaban los dos, riendo en medio de una despedida.
* Ya en serio, Daisuke, ¿por qué de pronto?, ¿por qué?. . . *
De pronto se apagó la voz de la joven de rosados cabellos.
* No por favor, no quiero hablar de eso ahora. *
El chico Aurora acercó su rostro al de la joven, poco a poco hasta rozar sus labios con los de ella. Suave, lento, terminaron besándose profunda y apasionadamente.
La mente de Kyoko era un ir y venir de preguntas que no tendrían respuesta, mientras recordaba que este no era su primer beso con el muchacho.
Y tan pérdida estaba en sus pensamientos, que tardó en darse cuenta de que Daisuke la tenía de espaldas sobre la cama, aprisionándola bajo su cuerpo varonil, besándola con más fervor ahora.
Estaba bien, esto era hermoso, así que Milchan simplemente se permitió disfrutar del momento. Pero entonces sintió la lengua del rubio penetrando en su boca, buscando con quien jugar.
* E-espera, Daisuke. . . *
Kyoko giró el rostro, moviéndose inquieta, tratando de salir de la prisión que habían forjado los fuertes brazos de aquel hombre.
* Dame algo, Kyoko. * _Le susurró él, besándole el cuello mientras apretaba suavemente un pecho por encima de la ropa._ * Dame algo para regresar. *
Apenas dijo esto, el rubio buscó la mirada de la joven, esperando su respuesta. Y aunque en sus lindos ojos encontró dudas y temores, también halló un inmenso cariño. . . para él.
Daisuke no lo dudó, besó a la mujer mientras sus manos se colaban, traviesas, bajo el vestido.
* No !!, de, detente. . . *
Kyoko se inquietó y agitó sus manos, tratando inútilmente de alejarlo de sí.
Tranquilo, él le mordió la oreja izquierda para luego susurrarle al oído.
* Solo confía en mi. . . Kyoko, ¿confías en mi?. *
Sus miradas se encontraron nuevamente.
Las cejas de la chica se curvearon con tristeza. ¿Cómo no iba a confiar en él, si lo amaba?. Esto era algo que ella igual deseaba, así que hizo sus temores y tristezas a un lado, acariciando las mejillas del muchacho. . . y lo besó.
El mañana no importaba y era algo en lo que ella se resistía a pensar. Daisuke se iría, dejándola con la alegría apagada de un amor apenas confesado.
Así, el chico la abrazó con fuerza, escondiendo el rostro entre el cuello y el hombro de su amada.
En realidad no quería irse, el arrepentimiento le llegó con solo verla. Por eso, la amaría hasta el cansancio, esta noche sería de ellos.
Las manos ansiosas de Daisuke iban y venían, palpando, acariciando, apretando suavemente de vez en cuando, hasta deshacerse del vestido de su compañera.
Las mejillas matizadas en rosa combinaron de pronto con el color de su cabello. Kyoko respiraba agitada, no podía evitar sentirse insegura y avergonzada. Ella no era Antonia, no tenía esas despampanantes y marcadas curvas, ni mucho menos grandes atributos.
No, la silueta de Kyoko era pequeña, delicada, casi frágil. De hecho aparentaba un par de años menos de los que realmente tenía.
* Eres linda, Kyoko, en verdad me encantas. *
Una tranquila y serena sonrisa adornó el rostro del muchacho, quien sujetó a la joven por la cintura, invitándola a sentarse sobre sus caderas.
Fue un movimiento rápido e inesperado, Milchan apenas pudo susurrar el nombre de su amado con sorpresa, pero su voz se apagó al sentir la hombría del rubio, haciendo fricción con su intimidad, aun por encima de la tela. Era delicioso. . . y quería más.
Así, ella se entregó en un vaivén, buscando satisfacerse al rozar su sexo con el de Daisuke, quien la miraba atento, inmóvil aun, dejándola satisfacerse de esa manera.
Más la imagen de la chica al obtener un pequeño orgasmo, lo hipnotizó por completo. Sus labios entreabiertos, arqueada por el placer, pronunciando su nombre entre gemidos. . . fue demasiado y terminó despojándose a sí mismo de sus ropas, así cómo de la lencería de la pelirrosa.
Todo pasó en silencio, tranquilamente, solo compartiendo cómplices miradas hasta que el Aurora rompió el silencio.
* ¿Satisfecha?. *
No sabía que Kyoko podía sonrojarse aun más, pero sus palabras lo hicieron posible. Ella se moría de vergüenza, se había dejado controlar por la lujuria, esa no había sido ella.
* Y-yo no, Da-Daisuke lo siento, yo. . . *
* No, disculpa, no lo dije para incomodarte. Yo también lo disfruté mucho. *
El rubio la abrazó con suavidad, lo importante era complacerla.
* ¿En verdad puedo hacer esto, Kyoko?. *
* Ya no quieres?. *
* Lo que no quiero es lastimarte. *
Ella lo miró con tristeza, la estaba lastimando de todos modos. Él se iría y. . .
La chica sacudió la cabeza para luego sonreírle con dulzura. Quería hacerlo, lo deseaba, realmente quería hacer el amor con Daisuke, además. . .
* Supongo que no podemos desperdiciar esto. *
La chica bajó la mirada, justo a la virilidad del muchacho, cuya dureza erguida hacia arriba parecía clamar por la mujer.
Ambos jóvenes se miraron, compartiendo una traviesa sonrisa, luego un beso.
Kyoko se acomodó sobre las caderas de su hombre, bajando lentamente, enterrándose a si misma aquel duro pene. La joven rompió el beso para gemir con fuerza, ella controlaba la penetración, por lo que esta era lenta y suave. . .placentera.
Sentía cómo su vagina se abría para recibir a su amado y retenerlo, cómo deseaba ella retenerlo a su lado.
El chico Aurora por su parte, respiraba con fuerza, cada vez más rápido, era delicioso sentir la calidez, la humedad que la chica le estaba regalando. Hubiese querido no hacerle daño. . .
* Ya pasó, ya pasó. *
Le susurraba él al oído, abrazándola con fuerza. Le besó las mejillas, probando sus lagrimas.
Daisuke estaba totalmente enterrado en ella y había sido muy placentero el sentir esa última embestida, aunque para ella fuese todo lo contrario.
No se movieron por unos segundos, respirando agitados.
Las manos del rubio se aventuraron a recorrer la delgada figura de la mujer, acariciándola con ternura y suavidad hasta posarse en los dibujos que le sostenían la espalda, apretando con deseo.
* Daisuke !!.*
Kyoko abrió los ojos, más lo que intentó que sonase cómo una protesta, resultó ser un gemido cargado de gozo.
Daisuke comenzó a subirla y bajarla sobre su pene y ella gemía al ritmo de las embestidas, pidiendo más y más.
Susurros y jadeos llenaron la pequeña y desordenada habitación. Eran dos amantes que se entregaban por primera vez al maravilloso acto de amor. Él dentro de ella, dedicándose palabras dulces mientras sus bocas se buscaban continuamente.
Y lo que empezó cómo una entrega tranquila, se volvió desesperación y locura.
El Aurora se aferró a la cintura de la joven mientras besaba sus senos, succionando y lamiendo un duro y sonrosado pezón; amasando el otro pecho mientras ella subía y bajaba las caderas, deseosa de aquel duro pedazo de carne que la penetraba y la quemaba deliciosamente.
* Da-Daisuke, no. . . no puedo más. . . aahhh !!. *
Entonces, el rubio la silenció con un beso al tiempo en que enterraba su miembro con más fuerza y rapidez.
Kyoko se aferró a su amante mientras gritaba su nombre. Ella tuvo su clímax que se expresaba con fuertes pulsaciones que aferraban la virilidad del muchacho, manteniéndolo dentro suyo.
Fue hermoso, insoportablemente placentero, pero fue aun más dulce ver y sentir el orgasmo de él. Su rostro reflejando el gozo que lo recorría; roncos gemidos en toda la habitación mientras la llenaba con su abundante semen, su esencia. . . dios !!; lo amaba tanto.
Y le llenó de besos el rostro, agradecida por este pequeño regalo de despedida. Más también estaba triste, deseaba hacer el amor con él todas las noches de su vida. . . y él se iría.
Lagrimas amenazaban con escapar de sus lindos ojos, empujadas por el doloroso nudo en su garganta.
Entonces lo escuchó. . .
* Ai shiteru. *
Ella parpadeó sorprendida; él mismo le había dicho que los hombres no demostraban sus sentimientos con palabras y ahora le decía esto.
* Daisuke, yo tam. . . *
Kyoko quería decirle su sentir también, más él la calló con un beso y después se acomodó nuevamente entre sus piernas, desesperado por hacerlo una vez más.
Sin decir ya nada por el resto de la noche, no había tiempo para las palabras, solo para amarse.
~*~
~*~
~*~
La joven de rosados cabellos abrió los ojos lentamente y con pereza.
Trató de moverse, más un par de fuertes brazos se lo impidieron.
““Ya recuerdo, anoche. . .””
Se sonrojó, esa noche había sido un derroche y exceso de amor, se quedó tranquila, disfrutando de ese momento.
Él pronto se iría.
* Buenos días, ¿dormiste bien?. *
Le susurró el rubio al oído, haciéndola estremecer pues lo creía dormido. Ella suspiró soñadora, ilusionada.
Permanecieron así por un rato más, luego Daisuke abandonó el lecho y se vistió; ella le miraba atenta y en silencio, ya no había tristeza, solo resignación, era lo único que le quedaba.
Miró embelesada el perfecto cuerpo de su amado, así cómo la devastadora sonrisa que él le regaló.
* Vamos !!. * _Le dijo, ofreciéndole su mano._ * Acompáñame hasta el final. *
Kyoko sonrió, aunque hubiese preferido que Daisuke no le dijese esas palabras.
Poco tardó ella en vestirse; él contemplándola con dulce y sumo detalle y satisfacción.
Siempre quiso pasear con él en su motocicleta, lastima que dicho paseo fuese el primero y el último.
Este era su regalo de despedida.
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me encanta este anime, por eso quisiera hacer unos cuantos fics más de este.
A fin de cuentas esta pareja es oficial, pero no hubo mucho sobre ellos. Tuve que conformarme con el detalle de que Kyoko fue la única a quien Daisuke le habló de su partida.
Entonces, no tuve más remedio que echar a volar mi imaginación T-T.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 05 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Just a woman _C4_
![image](https://64.media.tumblr.com/d89ed680462b64e6eea600270e2c5acc/93929492e55116dd-f9/s400x600/85b642ddc8ac149fd90257d17a7c6826bcc42c7e.jpg)
Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ahora más que nunca, se sentía tan mujer... plena, apasionada, feliz... enamorada.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 4 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
La había llevado a su departamento. ¿Qué más podía hacer?, la misma Rukia le había pedido que no la llevase a su casa.
Estuvieron en silencio por largo rato en la sala, luego ella comenzó a hablar, contándole lo que había pasado, desahogándose. Ichigo se sintió bastante incómodo, él no quería ser su paño de lágrimas, él necesitaba mucho más. . . y en ese momento ella también.
Harto de escuchar lo que había dejado a Kuchiki en ese estado de ánimo tan deplorable, el pelinaranja la acorraló en el sillón y la tomó entre sus brazos.
* ¡¿Qué haces?!. *
Preguntó ella, sorprendida, si, pero sin pretender detenerlo.
* ¡ Déjame intentarlo !... * _La voz de Ichigo era tan suave en ese momento y sin embargo tan varonil. Luego la recostó, posándose inmediatamente sobre ella._ * Sanar tu corazón. *
Rukia se estremeció al escuchar semejantes palabras. Y todo tomó sentido cuando el Kurosaki comenzó a desabotonarle la blusa.
* Matte !!. *
La pelinegra posó sus pequeñas manos sobre las del pelinaranja. Insegura, asustada.
Pero contrario a toda reacción que Kuchiki esperaba de él, Ichigo posó sus labios sobre los suyos, sorpresivo, pero lento y suave.
Rukia no podía reaccionar, ese hombre la besaba con explicita posesividad mientras continuaba despojándola de la blusa.
Llegó el momento en que la chica terminó por corresponder el beso del Kurosaki, si por despecho o porque en verdad le resultaba agradable, bueno pues. . . no lo sabía.
""Quizás es por ambas.""
Pensaba, entregada ya totalmente a las sensaciones que ese hombre despertaba en ella.
Ichigo por fin separó los bordes de la bendita blusa, exponiendo la blanca piel de su compañera, protegida tan solo por el sostén de fino encaje negro.
* ¡ Perfecta !. *
Susurró el Kurosaki, dejando bastante apenada a la pelinegra, pero también con una sensación de satisfacción que ella se negaba a aceptar. La respiración del joven se tornó entrecortada en pocos instantes, pero Rukia no ayudaba mucho con esa necia intención de tratar de cubrirse.
Con una gentileza que el muchacho nunca tuvo con ninguna otra mujer, le tomó ambas manos a la chica, besándolas casi con devoción.
* ¿Por qué te escondes?. *
Kuchiki se sonrojó intensamente, desviando la mirada poco después al tiempo en que se confesaba 'pequeña', es decir. . . sus atributos no eran exactamente del tamaño que todos los hombres soñaban.
""¿Por qué dije eso?."" _Se cuestionaba mentalmente, reprendiéndose._ ""Debí decirle que estoy incomoda porque no me gustan los hombres, pero él... ¡ él si me atrae !.""
Pensaba, como tratando de dejarse bien claro ese hecho. . . porque lo cierto es que en ese instante no estaba segura, de hecho lo dudaba. . . porque le gustaba el toque del pelinaranja.
""Y la forma en que me mira.""
Rukia se quedó quieta, mirando fijamente al muchacho posado sobre ella, gozando del estremecer cada vez que él la tocaba.
Ichigo se perdió en los bellos ojos violetas.
Kurosaki finalmente deslizó hacia abajo el sostén, liberando los pequeños senos de la pelinegra, quien tembló ligeramente al sentirse observada por ese hombre, más manteniendo los ojos fijos en él; tampoco pretendía detenerlo, no podía, no quería.
* Sabía que eras bonita, pero . . . * _Ichigo acarició suavemente el pecho izquierdo de la joven._ * Ahora creo que eres hermosa !. *
Después del tan inusual halago por parte del Kurosaki, este se aventuró a deslizar los labios por la piel expuesta de la mujer, tatuando ansioso besos sobre los senos.
* Ahh, Ichigoo !!. . . *
Rukia se estremeció de intenso placer y eso que él solo estaba probando su blanca piel, haciéndola arquearse y retorcer las sábanas bajo sus pequeños puños.
Pero la chica se quedó inmóvil al sentir las traviesas manos del pelinaranja bajo su falda, acariciando sus perfectos muslos.
* ¡ Me encantan tus piernas !. *
Le susurró al oído, haciéndola estremecer más aun al él morderle la oreja.
Ichigo en ningún momento fue más allá de sus muslos, no cuando sus manos volvieron para jugar un rato con sus redondos senos, haciendo a la mujer gemir ligeramente; su lindo rostro matizado en intenso carmín.
¡ Kami !, todo era tan perfecto, erótico e intenso y muy, muy agradable.
Rukia supo que no podía ni quería detenerse, mucho menos al sentir el bulto bajo los pantalones del Kurosaki rozar casi con descaro su entrepierna. Kuchiki no supo en qué momento terminaron acomodados de aquella manera, pero creyó que se desmallaría de placer. Quería, necesitaba a ese hombre, más este frenó todos sus besos y caricias y se alejó de ella. . .
* ¿Qué pasa?. *
* Creo que. . . ¡ fue suficiente por hoy !. *
La pelinegra abrió los ojos con sorpresa. ¿A caso él. . . también la estaba rechazando?. ¿A caso no era lo suficientemente atractiva?, no la deseaba como decía?. . . ¿o se había aburrido en el instante en que ella comenzó a ser más complaciente con él?.
* ¿Por qué?. *
Más aun a pesar de la larga lista de reclamos y preguntas que ella tenía, aquella fue la única pregunta que pudo hacer.
Ichigo le sonrió con sincera ternura.
* ¡ Porque no quiero que termines odiándome !. *
Le dijo él, sorprendiéndola totalmente.
Rukia le creía casi ciegamente y no comprendía porque, si apenas y lo conocía.
Ichigo en ningún momento cubrió los pechos de la mujer.
""Es que no puedo dejar de mirarla en su semidesnudez. . . ¡ es tan hermosa !.""
Pensaba. Y sabía que de seguir admirándola con tanta atención, se tragaría sus palabras y terminaría poseyéndola sin importarle nada más. Así que, rendido, el pelinaranja se recostó sobre los suaves y cálidos senos de su compañera, cerrando los ojos y dejándose envolver por el delicioso aroma a flores que desprendía su piel, así como la quietud del momento.
La chica acarició su llamativa y suave cabellera.
* Me debes una noche, Kurosaki. . . *
Él sonrió al escucharla, abrazándose un poco más a su delicado cuerpo.
* La próxima vez continuaremos lo que empezamos hoy. *
La chica sonrió ante la respuesta para luego hundirse en el mar de sus pensamientos.
Se olvidó totalmente de Inoue mientras Ichigo la besaba y la tocaba, y ahora que su mente repasaba todo lo sucedido. Sinceramente se sentía un poco más tranquila y no entendía por qué. . . tenía la sensación de que a cada minuto que pasaba, Inoue Orihime salía poco a poco de su mente y corazón para darle paso a Kurosaki Ichigo.
""Creo que estoy enloqueciendo.""
Pensaba la pelinegra poco antes de cerrar los ojos y permitirse disfrutar de la silenciosa compañía del pelinaranja.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Lo sé, demasiado frustrante el dejar el capítulo hasta allí y no permitir que este par continuase con la entrega, que por cierto ya se estaba poniendo interesante.
Pero lo que se viene será intenso, en serio.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 04 de Febrero de 2010.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 5 ||
Nunca más _C2_
![Nunca Ms _C2_](https://64.media.tumblr.com/bee805e06ba152a0f0db87a286aa6b6a/21657ba776268869-d0/s400x600/371ae932f17ebd61bde470d534d5f2d3bd0543a4.png)
Anime: Fullmetal Alchemist
Rating: M
Pareja: Edward & Winry
Sinopsis: Ed se había pasado noches enteras pensando... pensaba en Al, en la alquimia, en este mundo, su hogar... y por supuesto en ella. Después de todo, del otro lado no había mecánicos automail.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Los que empezaron cómo tiernos e inocentes besos, se volvieron cada vez más atrevidos y profundos, hasta sus lenguas comenzaron a formar parte de cada beso.
En algún momento, durante los dos meses que habían pasado, el unir sus labios parecía ya no ser suficiente.
Pronto, ambos jóvenes descubrieron que sus cuerpos les pedían más y más.
Así fue como comenzaron las caricias, primero tranquilas y discretas, ahora atrevidas y en rincones bastante íntimos, hasta dejarlos exhaustos, pero satisfechos.
Sabían lo que estaba pasando, pero era la primera vez que lo sentían en carne propia.
Estaban solos en casa y esa tarde era fresca y hermosa.
Winry se había burlado por la estatura de Ed, quien la persiguió pro toda la casa, gritándole que ahora era más alto y entre gritos, risas y juego, terminaron en la habitación de la chica, descansando sobre la cama, tan solo abrazados, respirando agitados después de haber corrido por toda la casa.
Sabían lo que seguía, sabían lo que querían. . .
* ¿Estás segura de esto, Winry?, porque no hay problema sino quieres. *
Le susurró el muchacho, con un suave tono de esperanza en su voz.
Besó la frente de su compañera; quería hacerle saber que iba a seguir amándola con sexo o sin él.
* A veces despierto en las noches, asustada de pensar que todo esto es un sueño. * _Le dijo la rubia, aferrándose más a él._ * Aun me cuesta creer que estás aquí, que eres real y que no te irás de nuevo. *
Ella recargó la cabeza en el pecho del joven alquimista, escondiendo su rostro envuelto en carmín.
Edward sonrió dulcemente para luego buscar sus labios y tomarlos con tierna pasión, más en ese instante supo que no se iba a poder detener.
Está bien, tampoco ella quería detenerse.
Con suaves y tremendas caricias, delineó la figura de la chica, sonriendo al sentir la curva de sus senos, oyéndola suspirar.
¿Cuántas veces soñó con este momento?, aquí y del otro lado, convencido de que no importaba cuan grande fuese la distancia, el amor que por ella sentía se mantendría vivo.
Y se lo dijo, que la amaba, mientras su manos ansiosas recorrían la delgada figura de la chica. Sus brazos, sus hombros desnudos, su blanca espalda y los dibujos que a esta sostenían.
Winry jadeó al sentir los suaves, aunque excitantes, apretones que le infringía el rubio.
El calor en la habitación se estaba volviendo insoportable y pronto las ropas terminaron olvidadas sobre el piso de madera.
* Sabía que eras bonita, pero no que eres perfecta. *
Uno de los pocos halagos que el Elric le había dedicado en toda la vida.
Y es que siendo ella una mecánica, tenía una fuerza que no es común en una mujer. Y ahora la veía tan frágil y delicada. Quizás porque la sentía temblar ante sus atrevidas caricias que ya habían llegado a la intimidad de su rubia compañera, que gimió exquisitamente cerca de su oído.
Por mero instinto, Edward hundió cuidadosamente su dedo anular en el cálido sexo de Winry, metiéndolo y sacándolo con lentitud.
* Edward, oh !, Edward. *
El nombre de su amado era lo único que la joven Rockbell podría articular. Su nombre invadía su mente y las nuevas sensaciones que recorrían su cuerpo entero, sin mencionar la mano del alquimista que acariciaba con fervor el pequeño y duro botoncito que coronaba su intima flor.
Gimió encantada, sus suaves manos intranquilas se aferraban a los cabellos del hombre a su lado cuya boca ya disfrutaba de sus encantos de mujer.
Lamiendo los sonrosados pezones o succiónanoslos de vez en cuando, hizo que Winry arqueara la espalda, entregándose totalmente a él y a las maravillosas sensaciones que él mismo provocaba en su joven y anhelante cuerpo.
De pronto tembló fuertemente sin poderlo evitar.
Con mirada sorprendida y agitada respiración, la rubia se abrazó a su amante, preguntándose: ¿qué había sido todo eso?.
Era la primera vez que llegaban tan lejos y aunque cansados, querían más, mucho más.
Con ternura, Winry buscó los labios del hombre que se negaba a dejar de acariciar su suave y blanca piel.
Entre besos y caricias, Ed se posó encima de la bella mujer, aprisionándola con el peso de su cuerpo.
Con lentitud, separó las largas piernas de la chica y ante él, se mostraba una imagen que le parecía bella e incitante, provocadora.
La intimidad de su amada, tan pequeña, tan cerrada, una delicada línea que separaba los labios vaginales.
Ambos temblaron, estaban nerviosos y de cierta forma, asustados, más la caliente pasión y el sentimiento en sus corazones los hizo seguir.
Así, torpemente, Edward se acomodó entre las piernas de la rubia; risas de nerviosismo. Frotó ligeramente la punta de su duro miembro. Jadeó con fuerza al sentir la húmeda calidez de la intimidad femenina y luego su estrechez, le era un poco difícil penetrar en el sexo de la joven, era la primera vez de ambos y era perfecto.
Pronto el instinto pareció guiar a los amantes, quienes mecían las caderas, a veces lento, a veces más rápido.
Edward se había robado la virginidad de la joven, causándole un ligero dolor que no tardó en opacarse ante el profundo y sofocante placer que comenzaba en la habitación.
Jadeos y gemidos se escuchaban en la habitación, quizá en toda la casa. Pero, ¿qué importaba?, estaban solos y estaban amándose.
Llegó el momento en que el constante ir y venir de sus caderas y el roce entre ambos sexos se volvió insoportable.
Una punzante sensación nacía de la unión de sus cuerpos, luchando por explotar.
Así, entre gritos de gozo verdadero, Winry cruzó las piernas alrededor de la espalda del rubio y arqueando la espalda, permitió que un orgasmo la venciera y la hiciera sacudirse con fuerza.
En tanto Edward siguió penetrándola, hasta que el éxtasis de la chica desencadenó el propio en él. Las contracciones de la vagina de su amante oprimían fuertemente su miembro, abrazándolo hasta hacerlo llegar al clímax y derramar su esencia dentro de la bella mujer.
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Rendidos, yacían abrazados, aun desnudos sobre la cama. La unión de sus cuerpos se había roto minutos atrás, dejándoles una extraña sensación de vacío, los cuerpos bañados en sudor, las sábanas mojadas y un poco de la luz del sol entrando por la ventana, abrazando a los amantes.
* No te irás, ¿verdad?. *
* No. . . nunca más. *
Dicho esto, Edward besó la frente de su amada, sellando su promesa; Winry sonrió feliz y cerró los ojos soñadora.
La pareja no compartió más palabras durante la noche, tan solo cerraron los ojos, tratando de recuperar fuerzas, porque hacer el amor les pareció hermoso y deseaban hacerlo otra vez.
En esa cama descansaban dos amantes que, juntos, completos estaban.
Porque eran amigos, confidentes, amantes y estaban enamorados. No se separarían nunca más. . . ¡ nunca !.
Finalizado.
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Quedó cortito, ¿no?. Me gusta la trama, aunque el fic está muy suavecito T-T.
Y yo me preguntó: ¿logró Ed regresar a su mundo?, no sé, no vi la película T-T.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 17 de Marzo de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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