Libertad De Expresin - Tumblr Posts

6 years ago

Lo he pensado demasiado, y es que ya no puedo esperar hasta que el destino nos una nuevamente. Los recuerdos son muy fuertes impregnan mi pecho, hace que te extrañe estúpidamente sin importar los estereotipos.


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10 years ago

DEFENSA DE LA BLASFEMIA

Interesante cómo se estrecha el horizonte, y a la vez se pasa a depender mucho más de vínculos personales, empatías, atracciones y lejanías. Pareciera no ser tan extraordinario que en el infierno acontezcan actos que le son ajenos. Es del mismo modo que la presencia del mal, aquí.

También en días como estos se verifica al atracción del abismo. El horror fascina, moviliza, apasiona. La masacre afirma al sobreviviente. Es así como procede el sacrificio de inocentes. Es tan insoportable constatar esa inocencia que hay que sacrificar alguien o algo rápido. Este tipo de sacrificio inflama los espíritus, los convoca para nuevas crueldades, y a la vez tranquiliza. Ah, era eso, claro, no ir por ahí. El humor siempre hiere, excluye a quien sea, siempre a alguien, pocos o muchos. El castigo los absuelve de culpa, los reivindica. Al pie de una nota firmada por un humorista que casi celebra el castigo conferido (aunque lo repudia, pero, pero...) hay un comentario: "Mientras que leía retornaban las imágenes de muchas heridas provocadas en mi, por alguna de las "tapas" de Barcelona". Atribuir número a la masa de ofendidos, y suponer que es un bloque reactivo y homogéneo no es el menor de los insultos que se les destinan. el propio artículo del humorista reconoce que el humor hiere siempre, pero... el humor consiste en poner a prueba los límites de la comprensión a todos y a cada uno, y no tendría gracia si todos comprendieran. Hay comicidad también porque nos causa gracia que no se entienda. Que no se entienda el humor o que enfurezca es una condición constitutiva de la comicidad. Nada hay tan cómico como un tipo que te dispara con un fusil porque no entendió el chiste. Solo que quienes lo "comprenden" no son graciosos sino ridículos. El ridículo es la derrota de la comicidad. El atentado sirvió para pulverizar todo criterio sustentable sobre la violencia simbólica (en tensión crítica y política con el humor). Pasamos a una situación de todo o nada. No perdurará pero hay el daño está hecho. El daño consiste en conceder, callar o trazar una falsa empatía con un argumento insostenible para nosotros (prohibir la blasfemia). Es entendible por un rato, pero incluso el orden jurídico internacional tiene como premisa la impunidad de la blasfemia. Olviden rápido que exista la menor posibilidad de limitar o regular la blasfemia. No hay manera de hacerlo. Tendríamos que incinerar los archivos. Eso me impresiona, que no se advierta enseguida. El archivo de la cultura tiene a la blasfemia como algo difusamente extendido, sin reservas ni apelaciones. Sería como retroceder varios siglos. Insisto en esto porque es decisivo. Penalizar la blasfemia es incompatible no solo con nuestra cultura, sino, diría, con todas las actuales. Algo muy poco respetuoso con otra religión es atribuirle sentidos y características desde una semi o completa ignorancia. Cuando rechazamos matar a unos dibujantes, lo rechazamos no importa ninguna otra circunstancia. No hay peros ni justificaciones. Por otro lado todas las religiones son extremadamente heterogéneas y resultado de múltiples interpretaciones. Las luchas religiosas disputan eso, precisamente, quién o quiénes se arrogan la representación del conjunto. El punto no es si UNO blasfema o no. A mí no me gusta en general. Pero no hay cultura, desde los cínicos griegos, sin blasfemia.

Texto elaborado en base a twits de Alejandro Kaufman @ale_kaufman


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