Arashi - Tumblr Posts
A few Rev headcanons
I have put a lot of thought on my love of Revenant. I have also been thinking of his personality and such. He may have lots and lots of things on his mind. I feel like he was done dirty. I understand he is a murderous robo twink, but I still try to think about what it’s like for him and how he would like to unwind.
-Rev really likes incense, even if he can’t smell them. It gives him a feeling of peace and comfort.
-He likes to meditate and keep his mind clear of murderous intent before he goes into a game or training. Sometimes that is what the best of us need to do, ya know?
-He often thinks back to the moments of when he was human. He used to have a ferret. Her name was Sakura.
-Rev knows she is gone by now. He has considered and went through with getting a new ferret. This one’s name is Arashi.
-She sits with Rev when he is meditating. He gets distracted and ends up playing with her.
-On occasions, she will join him when he goes to fight. She will hide in his hood.
OH MY GOSH, ANGIEEEE THESE ARE SO CUTEEE ;-;
![Based Off Me And @artsytrashcats Hcs Abt Revenant And His Ferret Daughter](https://64.media.tumblr.com/61e6f355057989aa9b7a3426b8b0e643/f59c84b8fea3655f-a5/s500x750/dfe54605d650d6b93f24871acab98a8a557bea9c.jpg)
![Based Off Me And @artsytrashcats Hcs Abt Revenant And His Ferret Daughter](https://64.media.tumblr.com/5b825a1b80b6c513cf291db1522a0f84/f59c84b8fea3655f-0b/s500x750/43bbefbf69bc0e371a9c36af5b23f2bbeb471afd.jpg)
Based off me and @artsytrashcat’s hcs abt Revenant and his Ferret Daughter
(For more info on the bean u can read our hcs here!)
Murderous baby
Arashi in Rev's hood: FATHER I CRAVE VIOLENCE
Revenant: *Tears up* That's my baby girl...
![This Was Sitting In My Sketchbook, Unfinished. I Finally Finished It Yesterday. I Posted It On Instagram](https://64.media.tumblr.com/5b6f9fd5df3a9ff6ffbe25e6b530e047/ec6bfa4b2bced27b-09/s500x750/56fec38a7d43f1c0b328eec83d7ed5d3b529c48a.jpg)
This was sitting in my sketchbook, unfinished. I finally finished it yesterday. I posted it on Instagram yesterday and forgot to post it here. I tagged Rev's voice actor and he liked it!
Another spit ball thing I did with @swiftyangx12.
Arashi (Rev's ferret daughter), is by herself and watches the Games so she can see her murderous father. The little ferret will be watching, then suddenly, Loba is there. Arashi is confused because she knows all the Legends that are in the dropship. When Loba shoots at Revenant, Arashi starts growling at the TV. I feel like that Rev isn't dead and he isn't gonna be for a while. So after all this goes down, everyone comes back to the dropship. Including Loba. Arashi wants maul this woman that tried to kill her murder bot father, but alas, Arashi is a smol bean and only bites at Loba's shoe and ruins it.
withdelight:
Expectation
![Withdelight:](https://64.media.tumblr.com/tumblr_lsviqqb4ja1qeqa2m.gif)
Reality
![Withdelight:](https://64.media.tumblr.com/tumblr_lsviroTfSR1qeqa2m.gif)
Arriving to the concert of your favorite band
![Day Before shenanigans](https://64.media.tumblr.com/fc9e9e63fd5fca9a38066157e4e48a23/tumblr_o84xbmO1ov1ufdcuu_og_540.jpg)
THE FIRST OF THE VLOGS IS HERE!
caved in and redrew her fs2 too (open the pic for better quality)
![Caved In And Redrew Her Fs2 Too (open The Pic For Better Quality)](https://64.media.tumblr.com/a0701799387b512a02aa0dd83eb649ba/d4d39f2169b8ae24-5d/s500x750/9ad5cdfddc004cb383d1383b9b4f296f0df2ba10.png)
Miedo
![image](https://64.media.tumblr.com/1e49eec092a928296e0b2def0424203b/e68bd6128243da6e-c5/s400x600/44a5e84c04285c047c85a559fea2e0d51cfc2f1d.png)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Songfic. One-shot. El temor invade su ser, acosándola constantemente, tantos miedos que la atormentan... la vida, la muerte y el amor. ¿Cuál de todos podrá Sorata disipar, si él mismo aun no los puede controlar?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* Arashi !!... que hermosa te ves hoy. *
Por favor solo escúchenlo; las mismas palabras de todos los días, ¿acaso cree que logrará algo con su amabilidad?, pues no con migo. Mi carácter no me permite hacer caso a sus locas propuestas.
* Arigatou, Sorata-san. *
Le respondí tratando de ser amable; aunque la verdad es que este hombre ha llevado mi paciencia al límite. A veces me pregunto si realmente es un Dragón de Cielo. No lo sé, no se comporta como tal. Parece más interesado en coquetearme que en salvar esta ciudad, e incluso, su propia vida.
Para hacer más difíciles las cosas, hoy es uno de esos días en que le seguimos los pasos a los Dragones de la Tierra. Y por decisión de Sorata, ¿o deberé decir terquedad?, soy su compañera de pelea, supongo que las cosas no pueden ser peor.
* Arashi. *
* Mmm *
Trato de no hacerle caso, pero el guarda silencio y hace que surja la curiosidad en mi; dirijo mínimamente mis ojos hacia el. O no... esa mirada. Esa mirada tierna y suplicante por una respuesta afirmativa para sus futuras palabras. Mirada que he evitado en más de una ocasión; esa expresión es la que tiene cuando grita a los cuatro vientos que el, que el...
* Te amo, lo sabes. *
Guardo silencio y una vez más intento ignorar sus palabras, algo muy difícil por cierto. ¿Cómo ignorar esas palabras?, cómo?; si hacen que mi corazón se derrita. ¡Oh, maldición!, el solo hecho de que Sorata sea aquel que, según Kaede, se enamoraría de mi, me cuesta creerlo, y además... y además, sus palabras me hacen sentir... conmovida.
* Lo sabes, ¿verdad?. *
* Bueno, yo... *
Guardo silencio nuevamente y reinicio la caminata para no continuar escuchando su voz. Sorata me sigue y pronto esta hombro con hombro con migo, lo mire fugazmente, y para mi sorpresa, sus ojos reflejan algo que en mis otros rechazos nunca note; parecía ser un brillo casi imperceptible, esperanzas quizás. Bueno, Arisugawa es muy persistente y hay que admitir eso.
El día ha comenzado a morir y el oscuro manto de la noche lucha por mantenerse victorioso sobre el día, por hoy, a terminado nuestra difícil tarea de Dragones del Cielo; según Hinoto, ellos no darán problemas por unos días, eso al menos me tranquiliza un poco.
Finalmente llegamos al templo de Ise; lo miro sin interés por unos momentos. Por fin me despido para dirigirme al interior del templo, pero su mano se posa sobre mi brazo y me hace girar ciento ochenta grados para verlo de frente; el dice mi nombre y yo... yo trato de zafarme de su agarre, aunque por más que trato no lo logro; no me lastima, pero es más que obvio quien tiene mayor fuerza física.
* Por favor. * -Me dice.- * Déjame demostrarte cuanto amor por ti se desborda de mi corazón. *
Sus palabras son una suplica por que le dé aunque sea una migaja de mi cariño... pero no puedo, el destino que me aguarda como Dragón del Cielo me impide amar a alguien. Ya es suficiente con las batallas a muerte como para todavía poner mi corazón en las manos de una persona.
* No me interesa, déjame en paz. *
Por más que le ordeno que me suelte, el parece apretar más mi brazo para no dejarme ir. Justo antes de que libere mi espada para darle un escarmiento, Sorata en un acto desesperado por lograr que le dé un poco de cariño, me acerca rápidamente a el y une firmemente sus labios a los míos. Yo, impresionada, abro completamente mis ojos ante lo que hace mi compañero... este, mi primer beso y que no estaba dispuesta a dárselo a nadie, me es arrebatado por Arisugawa. Por fin !!, logro alejarme un poco de el, sus fuertes manos aun aplican fuerza sobre mis brazos para no dejarme escapar...
* Qué pasa contigo?, Acaso estás loco??... ¿No tienes miedo?... *
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Miedo.... es lo que debe tener el cielo;
Será invadido....
Por amantes delirantes por un beso.
Por profetas y dementes exiliados.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
No le respondo... no quiero responder esa pregunta porque me entristece pensar en esa palabra.
¿Es justo lo que le pasa a la tierra?; que de pronto los profetas como Hinoto o de cierta forma Kanoe, aparezcan y recluten a aquellos que deberán pelear a muerte por decidir el destino de esta ciudad y después, del mundo. Es justo?. Que personas desquiciadas como lo son Seishirou y todos los Dragones de la Tierra, quieran eliminar a la vida que habita este planeta. Y... es justo, que yo, amando tanto a Arashi, en un momento de delirio, le robe un beso.... ¿es eso justo?. Con todo esto... No es posible tener miedo. Y sin embargo, tengo miedo solo de una cosa...
Tampoco entiendo porque aun retengo a Arashi; ella es la mujer que amo y en cierta forma la estoy lastimando, pero... daría lo que fuera por volver a sentir sus labios unidos a los míos y de hecho... lo haré... con un poco de fuerza, no mucha, haló a la chica hasta mi pecho, la retengo, la abrazo con fuerza para que no escape de mi; es entonces cuando me inclino para robarle un beso más, y en el, sin que a ella le interese, le doy mi vida y amor enteros... si solo me correspondiera.
Arashi logra zafarse de la prisión que mis brazos formaron para no dejarla ir; su mirada refleja cierto odio hacia mi, se apresura, me abofetea con gran fuerza... el sonido que produjo su mano contra mi mejilla aun se escucha en mi mente; ese eco que al parecer me despertó de mi delirio de amor.
Baje la mirada... ¿Cómo fui capaz de obligarla a besarme?, como??.
* Lo siento... no sabía lo que hacía. *
Traté de disculparme, pero no importaba; ella jamás me perdonaría lo que acababa de hacerle.
* Es solo que mi amor es tan grande, que me dejé llevar... *
* Tanto me amas?. Si así fuera no lo hubieses hecho. *
* Tú no entiendes... y eso es porque no sientes nada por mi. *
* Eso no es cierto.*
Gritó; nunca la vi alterarse de esa manera; su compostura fue interrumpida por sus emociones y eso no es nada común en ella.
" ¿Qué quieres decir?. "
La interrogué, sus palabras me hacían pensar que tenia un poco de esperanzas con ella, pero... Ella solo dio media vuelta y entro al templo; no respondió, ni dijo nada, ya ni siquiera se despidió. No entendí, no supe porque, pero... la seguí, entre al templo y la busque...
Ahí estaba!, estática frente a un altar; con la mirada fija en un solo punto y llena de frialdad... esa frialdad que solo protegía sus emociones, yo lo sabía, no sé como pero lo sabía.
* Arashi... *
* ¿Cómo lo sabes?, que me amas... no lo entiendo. *
Quise hablarle pero me interrumpió cuestionando mis sentimientos. El que no entendía era yo, porque hacer tantas preguntas cuando sencillamente no hay respuestas, solo amor.
* No lo sé; solo lo siento, siento como vibra mi corazón con solo verte. *
* ¿Cómo creerte?. *
* Déjame demostrarte cuan grande es mi amor. *
* ¿Cómo?. *
No di respuestas; me acerque lenta y sutilmente a ella, a escasos centímetros de su cuerpo, me detuve, la mire con ternura por un lapso de tiempo que no sentí transcurrir. "Eres hermosa", le dije; ella solo clavó sus ojos en mi y sentí como si hubiese sido en el alma... dios!, cuanto la amo.
Finalmente eleve mis brazos para alcanzar su figura, la abracé... con suavidad atraje su cuerpo al mío; la estreche con inmenso cariño y suavidad, y también, cerré los ojos para disfrutar la magia de aquel momento, tenerla tan cerca mío era demasiada felicidad; nunca lo hubiese soñado.
De pronto, abrí los ojos con sorpresa; Arashi... ella, correspondía a mi abrazo con cierto temor, quizás de decepción. No, eso jamás, nunca le haría semejante mal. Con alegría, mire como cerraba sus ojos para dejarse llevar igual que yo. ¡Cielos!, ¿acaso esto es un sueño?, entonces, imploro no despertar.
Hundo el rostro en su cuello, quiero respirar su dulce aroma; también, dejo un pequeño beso en el lóbulo de su oreja y posteriormente le susurro que la adoro... mis deseos me llevan a buscar sus labios y atraparlos con los propios. Esa es una sensación nueva, no se compara en nada con los besos que le robe; quizá sea porque ahora ella me esta correspondiendo con cierta reserva, pero al fin y al cabo acepta mis labios.
Aprisiono su cintura con mis brazos y comienzo a besarla con desesperación y locura... siempre quise tenerla cerca y ahora que la tengo, no puedo soltarla. Sé que mientras ella me permita besarla esto se convertirá en un vicio para mi.
Al momento en que mis besos se vuelven más profundos y atrevidos, Arashi me pide que me detenga; aun contra mis deseos, yo la escucho y complazco.
" Aquí no, por favor. "
Me pide; no entiendo a que se refiere. Que diferencia hay en que la bese aquí o en cualquier otro lugar?. Parece notar mi confusión, mira en dirección al altar y luego baja la mirada hasta el suelo... entonces entiendo. Supongo que besarse en un lugar sagrado no es muy buena idea, si lo sabré yo.
Me quedo ahí parado sin decir nada; ella, toma la iniciativa, me ala del brazo y me guía lejos de aquel lugar. Recorremos el interior del templo hasta llegar a una habitación mediana... un segundo!!... es su habitación. Ante mi asombro la miro con cierta curiosidad; ¿por qué me trajo a su habitación?, no lo entiendo.
Ella me mira fugazmente para luego darme la espalda y explicarme que ahí nadie nos molestara, o que mejor dicho, ahí no ofenderemos la figura de un altar.
La abracé por detrás mientras pausadamente le daba pequeños besos a su hermoso cuello; tan tiernos, no puedo más que experimentar ternura en estos momentos. Hago girar su cuerpo con cuidado; me mira fijamente...
* Te amo. *
Le digo entre incontables besos de verdadera pasión. La besaba largamente porque no sabía que haría al terminar de besarla, no lo sabía...
* ¿Cómo lo harás?, ¿Cómo vas a demostrarme ese amor que dices tener por mi?. *
Me preguntó. Vaya, la pregunta era muy buena porque yo tampoco estaba muy seguro de cómo iba a demostrarle ese cariño. Detuve mis insistentes labios por un segundo, recargué mi frente sobre la de ella mirándola penetrantemente a los ojos.
" ¿Cómo quieres que lo demuestre?; tu pídeme lo que quieras y yo te complaceré..."
Le dije mientras posaba mis manos sobre sus sonrosadas mejillas.
* No lo sé, quizás... no, olvídalo. *
Intentó decirme, aunque sus deseos fueron vencidos por su orgullo y postura de frialdad. Volví a abrazarla, le pedí que me dijera que era lo que quería que hiciera por ella; yo lo haría sin importar lo que fuera... si me pedía la vida a cambio, estaba dispuesto a dársela... así sería.
* Yo, es que...* -Titubeó.- * Me... harías el amor?. *
Dijo finalmente. De todas las cosas que creí que me pediría, jamás pensé en esta. Esa no era la Arashi Kishuu que yo conocía; ella jamás me hubiese pedido semejante cosa.
¿Por qué me pedía acostarme con ella?.
* Arashi, ¿Por qué quieres hacer eso?, yo no quiero aprovechar el momento de esta manera, yo... *
Intente hacerla cambiar de opinión; no es mi estilo aprovecharme de una mujer; es decir, hacerla mía es lo único que deseo en el mundo pero... en realidad no me refería a hacerle el amor cuando le dije que le probaría que mis sentimientos son bastante fuertes.
Sin embrago, ella me interrumpió con un sorpresivo beso que comenzaba a disipar todas mis dudas... ella en verdad quería hacerlo, estaba hablando muy en serio.
* Yo... no quiero morir sin antes haber experimentado lo que es... estar con alguien... amar, no quiero. *
Esas palabras estaban llenas de tristeza, sentí como si la sacerdotisa presintiera su destino... sus palabras no me agradaron en lo más mínimo.
* NO. * - La reté.- *¡Tú no vas a morir!, ¿entiendes?. Yo decidí dar mi vida a cambio de la de la mujer que amo... y así lo haré. *
* No quiero que hagas eso. *
Me dijo, y poco después se envolvió ella sola entre mis brazos; siendo ahora ella la que me robara un par de besos.
La besé, sí... la besé insistentemente y con locura; sus hermosos y tiernos labios ya eran más míos que de ella; saber que nunca, nadie había probado ese exquisito sabor a ella me hacia increíblemente feliz.
Su cuello... también mis labios recorrieron ese lugar dando pequeñas succiones a su piel, haciéndola gemir más de dolor que de placer.
De cierta forma me complacía mucho tenerla abrazada a mi, con esa timidez de mujer que dejó de lado al convertirse en un Dragón de Cielo.
* ¿Por qué siempre has querido protegerme?; es que no le temes a la muerte?. *
Me preguntó.
Miedo. Miedo...
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Miedo... es lo que debe tener la vida;
Será enfrentada...
Por los presos y los brujos solitarios.
Por las animas de niños enjuiciados.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Miedo debería tener la misma vida. Esta ciudad será arrasada por las fuerzas de aquellos que quieren "purificar" el planeta, y quizás no solo sea Tokyo... quizá esa suerte sea la que sufra todo el planeta a menos de que hagamos algo. La magia, o bien, poder espiritual que muchos poseen solo traerá muerte y destrucción al mundo.
A veces, entre sueños, veo las almas de aquellas personas que han perecido por culpa de esta batalla; me desespero, más aun cuando las almas de muchos de ellos son niños que no tenían nada que ver en esto, que ni siquiera imaginaban que a su corta edad morirían.
Así que... Miedo?. No!, no le temo a la muerte, quizás la vida me provoque más temor... más aun, si en esa vida no esta la mujer que amo... si ella dejara de existir yo, aahh... por eso la protejo.
* No. *
Es la única palabra que sale de mis labios. No quiero hablar más sobre ello; sí ya sé lo que me depara el futuro, entonces mi única preocupación es vivir este presente y amarla... amarla como un loco por esta noche, mañana volveré a preocuparme por vivir.
Le quito, desesperado, un beso a mi bella sacerdotisa quien deja de cuestionar mi forma de aceptar mi muerte futura. Ansioso, llevo mis desesperadas manos hasta su cuerpo y comienzo a recorrer esa hermosa silueta; Arashi entrecierra sus bellos ojos ante aquella sensación, lo disfruta tanto como yo... y eso me hace feliz.
No soporto más el calor y dejo mis manos sobre ambos senos de la chica. Ella, abre de golpe y con sorpresa los ojos... se tranquiliza y me mira con rubor en sus mejillas mientras yo empiezo a explorar sus atributos femeninos... para mi, esto es el paraíso. Tener su cuerpo, solo, solo para mi... en verdad lo que me hace sentir el tenerla, es indescriptible.
Estoy nerviosa, confundida. Sorata recorre mi cuerpo a su entero gusto, y yo... yo solo me limito a disfrutar de aquellas suaves y ardientes caricias. Jamás había experimentado tal sensación; es tan nuevo, tan placentero, tanto... que mis piernas no soportan el peso de mi cuerpo y no pueden sostenerlo más; me dejo caer y Sorata me sujeta con sus fuertes brazos; me besa. Nuestros labios se buscan insistentemente, con pasión, desesperación. Solo puedo recibir sus labios y tratar por todos los medios que no se alejen de mi.
Siento como si el me hubiese robado las fuerzas porque aun sostiene, mi ahora, débil cuerpo; me toma entre sus brazos y me lleva hasta el futon, ahí, me recuesta con algo de cuidado y suavemente deja caer su pesada figura varonil sobre mi. "Aaahhh", suspiro, el calor que me prodiga es tan exquisito. Sus locas manos insisten en recorrer mi cuerpo y esta vez con más desesperación y fuerza, oprime mis pechos y con este contacto le doy algunos gemidos de gozo... sonríe, enreda sus dedos entre mi cabello para guiarlos poco después por todo mi cuerpo.
Se detiene... toma mi camisa escolar y con prisa me la quita; me despoja de ella para que, ante el, se muestren mis pechos ahora cubiertos solo por un pequeño sostén de encajes. Me sonrojo, es algo incomodo el que sus ojos se claven en esa parte de mi cuerpo mirándolo fijamente. Sorata acerca su rostro a mi pecho, y ahí, recarga la cabeza sobre mis senos; con ambos ojos cerrados, el chico parece oír atento el latir de mi corazón y respirar mi perfume... se ve tan tranquilo, tan tierno con el rostro inundado de paz.
* Sorata-san. *
Susurre en respuesta, el joven me abraza, lleva sus manos hasta mi espalda y la recorre con suavidad. Se topa con el sostén y con un movimiento lo desata aflojando la prenda; con rapidez desliza sus traviesas manos hasta el cierre de mi falda escolar, bajándolo con lentitud y dejando caer posteriormente la falda. Ahí, entre sus brazos estaba yo casi totalmente desnuda, descubriendo ante él el más intimo de mis secretos... mi desnudez.
* Eres hermosa. *
Me dijo totalmente hipnotizado con lo que veían sus ojos. Solo me miraba con cierta fijación, sin morbo, ni lujuria... tan solo un poco de ternura con un toque de erotismo.
No entendía muy bien el porque, pero me avergoncé por aquella situación; trate de cubrirme el cuerpo con los brazos aunque sinceramente dudo haberlo logrado.
* No puedo seguir, creo que... me adelante, no estoy lista para esto. *
Le dije, el parecía no comprender o mejor dicho no aceptar mis pretextos. Ahora que había retomado la cordura era Arisugawa quien de cierta forma me suplicó que continuara. A decir verdad, dudo que el hecho de que no se detuviera signifique que me estaba rogando.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Antes que muera, déjame amarte en vida,
Hasta que el cielo.... se caiga por nosotros.
Antes que muera, déjame amarte en vida,
Hasta que el sol.... se escape con la luna.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
* Por favor, Arashi. * -Me dijo.- * Permíteme amarte sin descanso hasta que el mismo cielo se derrumbe por nuestro pecado; que más que nada es solo apaciguar el fuego que funde mis sentimientos junto con mi corazón. Deja que mi único deseo antes de completar mi destino... se cumpla. *
Esas palabras llenas de ternura, sinceridad... amor, hicieron de lado todas las razones que, en algún momento, tuve para rechazarlo y no seguir más.
Me estrechas entre tus brazos y besas mi frente. Un acto tan tierno que se ve opacado por una oleada de pasión que nos consume a ambos.
Mi dios del trueno comenzó a recorrer mi cuerpo con sus labios saboreando cada rincón... mis cabellos, labios, manos... mis senos; se deleito con ellos como si fuesen un banquete ante el, me sentí complacida al ver su rostro inundado de placer. No entendía con exactitud, ¿por qué?, por qué deseaba hacerte feliz tal y como lo hacías con migo?.
Mientras disfrutaba de mis atributos, Sorata dejo que sus manos viajaran por los contornos de mi cuerpo; al llegar a mi cintura sus dedos se toparon con mis bragas, y sentí como con suaves movimientos me liberaba de ella para estar completamente descubierta ante el...
Su mirada me examino de pies a cabeza; con gracia observe como se dibujaba una sonrisa de tonto en el rostro del chico. Eso me hizo sonreír a mi también y olvidarme de la vergüenza.
Sin retirar los ojos de mi desnudo cuerpo, Arisugawa se despojó de las prendas que llevaba en ese momento: pantalón, camisa, tenis, boxers... todo, para quedar tan libre de toda prenda como yo. Ahora, era yo quien lo miraba con atención y curiosidad.
"Él es... cielos!, ¡ él es perfecto !".
Pensé en aquel instante.
Nos mantuvimos inmóviles por un rato tratando de conocer el cuerpo del otro, con mucha emoción, hasta que nos dimos cuenta del rubor que cubría las mejillas de ambos; bajamos la mirada hasta el suelo. Es gracioso tener vergüenza, aun, a estas alturas.
* Tengo frío. *
Ni siquiera sé porque dije eso, supongo que quería que me abrazara y no tenia el valor para decírselo. Mi acompañante me sonrió ligeramente para posteriormente abrazarme con suavidad... se sentía bien el contacto de nuestros cuerpos desnudos, y el cálido refugio de su piel me hacia sentir especial; no pude evitarlo, recargue la cabeza sobre el pecho de Sorata; él, había logrado sacar a relucir los pocos sentimientos que aun conservaba mi corazón... y todos eran por el y para el.
El imponente chico no aguantó más; me recostó nuevamente en el futon y se lanzó de inmediato contra la intimidad de mi sexo. Ni siquiera me dio tiempo para protestar o avergonzarme, de un momento a otro y sin aviso, una oleada de sensaciones nunca conocidas por mi atacaron mí cuerpo entero.
Estaba gozando en verdad, sentir el contacto de sus labios con mi suave piel, el como se habría paso con su lengua para adentrarse más en mi... fue, es tan exquisito.
Sorata introdujo su lengua instintivamente en mi, una y otra vez con un ritmo delirante; sin cansarse, todo lo contrario, extrayendo fuerzas de mi cuerpo para quedárselas.
Fuertes y suaves gemidos, por igual, salían de mi boca para encontrarse con el aire impregnado del aroma a sexo, a amor, que había por toda la habitación. Lleve las manos hasta mi cabeza para enredarlas en mi oscuro cabello y tratar de resistir las sensaciones placenteras; resistirme a desbordarme por completo en Sorata. Y con los ojos cerrados, buscaba una forma de agradecerle a Arisugawa lo feliz que me estaba haciendo.
Cuando las sensaciones llegaron a un punto en que no podía controlarlas, deje de emitir sonidos de cansancio; mis pupilas se contrajeron y en ese momento solo pude arquear la espalda para intentar que los labios del joven no se separaran de mi.
Respiraba apresuradamente con las manos apretando el futon; Arisugawa colocó su rostro a la altura del mío... me besó, profunda y lentamente. De esta forma tratando de relajarnos a ambos, solo preparándome para lo que venía después.
Note como Arashi cerraba gradualmente sus lindos ojos tratando de mantener la calma de aquellos momentos. ¡ Me abrazó !, con cierta suavidad y, al mismo tiempo, con una fuerza considerable; ¿No quería que terminara?, no, no finalizaría de forma tan pacifica... yo, yo deseaba más de ella.
Coloque mi cabeza a la altura de sus firmes pechos para volver a atacarlos con los labios; necesitaba deleitarme con su cuerpo una y otra, y otra vez, así que...
* ¿Estás lista?. *
Pregunté, indicándole mi impaciencia.
Arashi miró mi entrepierna y entendió a que me refería. Necesito de ella con urgencia y estoy más que listo para llegar al punto de mayor placer de esta relación.
Kishuu me observa con cierta reserva; y dudosa, besó mi mejilla derecha respondiendo afirmativamente a mi pregunta anterior.
* ¿Meterme todo eso?, ¡ me partirás en dos !. *
Dijo con cierto rubor; creo que después de todo si le teme al dolor físico.
* Oh, Nee-chan... el amor duele. *
Mencioné y mis palabras fueron acompañadas por una sonrisa maliciosa que al parecer no le agrado mucho a mi compañera, quien hizo un gesto de enfado para con migo. Lo único que hice para calmarla fue darle un tranquilo beso, lleno de sinceridad y cariño.
* Me hice una promesa. Que jamás dejaría que una mujer llorara por culpa mía. *
Confesé; ella pareció mirarme con tristeza, su enojo se había esfumado por completo. Entonces, se lanzo a mis brazos para rodear mi cuerpo con los mismos, para estar más cerca el uno del otro, para besar mis labios, mejillas, los ojos, la frente una y otra vez, sus muestras de cariño no hacían otra cosa más que aferrarme más a ella y, eso era lo único que quería.
* Sorata-san, ¿qué es esto que siento en mi pecho?; esa sensación que me desespera a tal grado de querer salir corriendo y huir, sin conseguirlo, pues lo que siento esta dentro mío. Es algo que no entiendo, no comprendo... no puedo explicar. *
* Después de esta noche quizás, quizás tu misma puedas responder esa pregunta. *
Su confusión interna la hizo mirarme con curiosidad. Y yo no pudiendo postergar más mi amor y deseo por ella, tome su mano derecha para besar cada uno de los dedos, con cierta pasión, con cierto deseo... con cierta ternura.
Mientras avanzaba por la longitud de su brazo, admiraba como su rostro adoptaba expresiones de placer y falta de fuerza.
Mis labios llegaron a su cuello donde atacaron con locura, logrando que Kishuu gimiera en más de una ocasión por más de aquella caricia. Finalmente nuestros labios se encontraron y se unieron con desesperación, me sorprendí a mi mismo abriéndome paso con la lengua para explorar la boca de la chica y hacer que ambas lenguas se tocaran y buscaran insistentemente; eso me excitó por completo, haciéndome tomar a la joven por la cintura, apretándola una vez más.
Con cuidado, separa sus piernas para abrirme paso e iniciar con la unión de nuestros cuerpos.
Con el miembro apuntando a la entrada femenina, observe su rostro mientras me acercaba a ella; no espere más, introduje la punta de mi espina en su interior y note como abría los labios para intentar gemir.... un gemido ahogado de esos que se cortan debido al gran placer que se experimenta. Yo suspiré largamente al sentir el contacto con su mojada piel interior.
Más que excitante, fue realmente hermoso; el como mi primer paso para entrar en ella se alargó un rato, queriendo disfrutar cada detalle, y como la excitación se incrementó a tal punto que empujaba con cierta fuerza y rapidez para adentrarme aun más.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Muerte... abrazarás...
A demonios hechos carne por un sueño,
A los cuerpos hechos polvo sin justicia.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Y entonces, sentí como si hubiese llegado al limite de Arashi, pensé que no podía entrar más en ella y luego, empuje con fuerza. Ese fue mi error, porque la escuché gritar de dolor; me despertó, estaba tan atento a lo que sentía que parecí olvidar que era su primera vez... que tenía pureza y yo, no midiendo mi fuerza, la lastime.
Me sentí de lo peor, algo así como los Dragones de Tierra, que solo piensan en liberar a la tierra sin detenerse a pensar en el dolor que provocan, en que lastiman a personas inocentes. Mi comparación con ellos era perfecta. Solo pensé en mi y no en el dolor que le provocaba a la mujer que amo, solo por el sueño de tenerla, de cierta forma me porte como un demonio, y destroce interiormente su cuerpo.
Note unas cuantas lagrimas recorrer su rostro y unas más aferrándose a no salir de sus ojos , no quise mirar más abajo pero... a fin de cuentas era necesario. Observe su entrepierna y lo que vi no era muy grato: nuestros sexos teñidos de rojo, de sangre... su sangre.
Arashi no dijo nada en absoluto, solo reprimía su dolor no queriendo externar sus emociones, ni sensaciones, así es ella.
La abrace con fuerza mientras ella cerraba los ojos para intentar apaciguar su dolor; yo me disculpe incontables veces por haberla lastimado, nunca había herido así a una mujer, yo mismo lo había prometido, nunca hacerlo. Pero ahora lastime a la única mujer que he amado en la vida, a mi querida Arashi...
Pero, como un consuelo, la chica me estrecho sin fuerzas y respirando rápidamente sobreponiéndose al dolor.
* Tenias razón... ¡ El amor duele !. *
Apenas alcanzó a decir, su voz era débil; estaba cansada y adolorida pues.... después de todo solo somos humanos.
Lo que me dijo me desconcertó, no era solo el que aceptara y perdonara que la haya lastimado, sino que pronunciara la palabra "amor"... la forma en que lo dijo y lo que sentí al escucharla..... ¿Es posible que me ames, Arashi?.
* Sabes Sorata-san?. Este dolor era inevitable, pero... me has hecho muy feliz también, es el precio que debo pagar por esa felicidad, solo quiero que continúes haciéndome sentir de esta manera, hacerme sentir deseada, tranquila, sin tener que pensar, aunque sea por una noche, en que soy un Dragón de Cielo. *
* Arashi...*
Eso que dijo fue como una daga de doble filo, me aliviaba el alma con sus palabras con el hecho de que en parte significaban que quería que siguiera a su lado, de esta manera, pero también significaban la enorme tristeza que siempre había guardado en su corazón, el miedo de ser un Dragón de Cielo y todo lo que esto representa, el miedo a sentir y no sentir sentimiento alguno.
Pero, si bien el dolor que experimentó era normal cuando se hace el amor por primera vez, entonces, eso no quería decir que debía sentir solo dolor; desde este momento solo quiero que el placer inunde su cuerpo.
Así que la besé de nuevo, probé sus cansados labios y le di mi cariño y amor en aquel contacto lento y suave, mientras clavaba más profundo mi hombría en ella.
Empujé insistentemente hacia adentro; una y otra vez tratando de causarle el mínimo dolor posible, dudo haberlo logrado, la sentí temblar entre mis brazos un par de veces, pudo ser dolor, o la fría noche, la sensación nueva de tenerme como complemento de su cuerpo.
Hubo momentos en que note como apretaba las sabanas; para poco después dar un suspiro muy profundo de alivio, el dolor había cesado considerablemente para que así se acostumbrase más a mi cuerpo.
Bendito sea el momento en que ella no lo medito o no le importo lo que hacia y me dio un beso desesperado, profundo, exigiendo más de aquellas frenéticas embestidas por alcanzar el límite de su cuerpo.
Me complació más aun cuando inicio movimientos de entrada y salida por ella misma. Jamás olvidaré estos momentos... el como abrazó mi cabeza y acerco mi rostro hasta sus suaves senos; la forma en que mis grandes manos se colocaron sobre su estrecha cintura; cuando devoraba sus pechos intentado saciarme con ellos, lográndolo de cierta forma y al mismo tiempo estando muy alejado de conseguirlo.
* Aahh, aahh... Sorata. *
Sus gemidos se dejaron escuchar en toda la habitación; complaciéndome y excitándome cada vez más.
Dejo en paz sus pechos por un momento, la miro y me percato de que me observa con cariño, su mirada refleja sentimientos no la frialdad que siempre han portado desde que la conocí.
* Nunca, jamás dejaré de amarte mi querida Arashi... Dragón de Cielo. Así muera, mis sentimientos por ti permanecerán vivos. *
* Sorata...*
Alcanza a susurrar en una mezcla de felicidad y tristeza por aquellas palabras.
Nos abrazamos con fuerza; no dejando de entrar en ella, hundo el rostro entre sus senos, beso con suavidad cada uno y los dejo en paz al fin.
Alzó la mirada y me pierdo en sus grandes ojos; sus mejillas arden en rojo por la pasión. A cada instante el placer sigue insoportable y me veo obligado a posar las manos más abajo de las caderas de la mujer.
La penetro con insistencia, entrando y saliendo rítmicamente de ella. Los gemidos de cansancio y pleno gozo son permitidos por ambos, escuchándose y confundiéndose sin cesar; a pesar de que entro con facilidad en ella, su vagina empieza a aprisionar mi espina, escucho su pesado respirar entrecortado por los quejidos que emite.
* Te amo, te amo, te amo. *
Digo en un número de veces que perdí.
De pronto, la chica apretó el abrazo... la sentí temblar bajo mi cuerpo debido a una serie de espasmos que la atacaron desde el interior.
Cansada, se deja caer aun entre mis brazos, respirando apresurada. Yo, que aun no llego al punto cumbre, sigo embistiéndola con fuerza logrando ocasionarle un orgasmo más durante el cual me besó con desesperación; me gusta verla expresarse de ese modo.
Segundos después, sintiendo que no podría soportar más, le susurré...
* Arashi, por favor... déjame terminar dentro tuyo, amada mía. *
La única respuesta que recibí de ella fue un fuerte beso proseguido de un abrazo un tanto débil y cansado. Nuestras mejillas se rozaron mientras las suaves manos de Kishuu viajaban por mi espalda provocándome cosquillas y una sensación de tranquilidad.
Empuje con lentitud al interior de la chica en un par de ocasiones y luego... me desborde dentro de ella no pudiendo retener más el placer y el liquido seminal.
Ahora ambos estábamos igualmente agotados; yo con mi cuerpo sobre la frágil figura de mi mujer, devorándonos los labios mientras seguía dentro de ella para seguir con lentos y débiles movimientos que a fin de cuentas nos producían un cierto placer relajante.
Sus manos juguetearon un rato con mi rebelde cabello mientras nos besábamos el rostro. Salí de ella con lentitud como queriendo no hacerlo, acostándome de nuevo, envolviéndola con mis brazos y cubriéndonos a ambos con una sabana.
Nos mantuvimos en silencio por largo rato, yo recargaba la frente en el pecho de mi hombre; pensé que quedaríamos dormidos de inmediato debido al cansancio, pero no fue así.
Tenía una guerra interna con mis expectativas y convicciones. Acababa de entregarme a uno de los Dragones de Cielo más poderosos, y además... fue más que en cuerpo, disfrute mucho físicamente pero confieso que mi corazón latía de alegría y felicidad que solo sentía al estar con Sorata, y hoy... con más fuerza.
¿Qué es este sentimiento?, Sorata-san dijo que podría responderlo por mi misma al terminar la noche. Será que... acaso te amo Sorata Arisugawa?. Me pregunto, pero no puedo darme una respuesta, así que giro la vista hacía ti tratando de responderme.
Me sorprendo y sonrojo, tu me miras con ternura, esa ternura que me ha llegado a desesperar y que en ocasiones como esta hace que mi corazón se derrita de... Amor.
Acercas tu rostro al mío y mientras cierro los ojos poco a poco, veo como acercas tu cuerpo y como unes tus labios a los míos nuevamente.
* Te amo. *
Me dices.
Yo solo cierro los ojos y te abrazo. Pienso que los demás sufrirán una gran sorpresa cuando nos vean como una pareja de recién casados. ¿Por qué digo esto?: Pues, hace unos segundos decidí que quiero estar junto al Dragón por lo que me resta de vida y sé que no es mucho.
Tu rostro toma una expresión de seriedad, pensé que estabas enfadado o al menos eso reflejaba tu mirada...
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Antes que muera, déjame amarte en vida..
Hasta que el sol... se escape con la luna...
Hasta que el sol... se escape con la luna.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
* Antes de que muera, déjame amarte un día más tal y como lo hicimos hoy, no importa si el mismo cielo se cae por nuestro "pecado". Hasta que el sol y la luna se escapen juntos en un eclipse... permíteme demostrarte que mi amor, no es solo por una noche... ¡ Es eterno !. *
Me dijiste tan serio como nunca antes te había visto. Te sonrío, había olvidado que a pesar de que eres muy vivaz, alegre y bromista, cuando se debe ser serio tu lo eres más que nadie; que a las cosas les das la importancia que realmente merecen.
* Es verdad, esto aun no se acaba... nunca terminará. *
Sonríes ampliamente ante mis palabras; sabes bien que son una afirmación a tus peticiones anteriores. Te beso una vez más, creo que ahora se me esta volviendo obsesión unir mis labios a los tuyos.
Nos separamos ligeramente, apenas por milímetros; y aun con los ojos cerrados y reflejando paz en tu rostro, me dices:
* Escogí mi destino aun antes de conocerte. Que te protegería, que daría mi vida a cambio de la de la mujer que amo, y bien sabes que esa mujer eres tu, Arashi. *
Abres los ojos al terminar de hablar, esperas mi reacción a esas palabras. Observas la expresión irónica de mi rostro; te sonrío ligeramente y me preguntas la razón.
* Yo... no permitiré que hagas semejante locura. *
Escuchas mis palabras, me besas con ternura y algo de enfado. Dices que no te importa en absoluto lo que yo piense con respecto a ese tema pues ya has tomado una decisión.
A esto yo te respondo que de igual forma que tu, he tomado una decisión, me miras interrogante ante lo que digo y yo te respondo:
* Vencer los dos miedos que me carcomen el alma... Mis sentimientos hacia ti, y tener una vida sin ti. No le temo a nada más.*
Me miras con sorpresa, más aun porque te abrazo y sonrío con jovialidad, una gran felicidad y un extraño cariño.
" ¿El sentimiento que tienes por mi? ".
Recalcas interrogante, queriendo saber a que me refiero con eso.
* Sorata... yo también daré mi vida por la tuya y no me importa lo que pienses al respecto; no eres el único que ha decidido morir por la persona que amas, porque yo... también te protegeré, siempre, porque yo... *
* Arashi, tu... *
Me interrumpes al ver un par de lagrimas viajar por mis mejillas.
* Ai Shiteru. *
No dejándote terminar, concluyo mi frase con el par de palabras que siempre quise decirte. Te beso, te abrazo; siento latir tu corazón con fuerza y emoción... por mi, por nosotros.
Ahora me refugio en tus brazos hasta que llegue la luz del día, hasta que llegue el fin de nuestras vidas... hasta que después de cumplir nuestro destino, podamos estar juntos, tu y yo en el cielo... por la eternidad.
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Tema: MIEDO.
Interprete: CAIFANES.
~*~
MIEDO...
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir sin la persona que se ama.
Miedo a lastimar a quienes amamos.
Miedo a experimentar sentimientos como el amor.
Miedo a la vida misma.
En fin, solo algunas clases de temor, de eso se trata el fic. Mi, hasta ahora, primer lemon de "X". También es uno de los pocos lemon en español de este anime, más aun, de la pareja que forman Sorata y Arashi.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 14 de Marzo de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Aquí no es así
![image](https://64.media.tumblr.com/c0ef75ef06d1890506da1001895ccd17/c3fb3b4346530c65-16/s250x400/c3232e39adc9926ffedc2d81142b23e8e17c53fa.png)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Songfic. One-shot. Una pequeña conversación entre Kamui y Sorata, después de la primera noche que este último pasara con la sacerdotisa.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.
Un joven alto y de físico casi perfecto sale de una de las habitaciones de una hermosa mansión. Esta casi envuelto en vendajes, de seguro el día anterior tuvo una pelea bastante fuerte con alguno de sus enemigos.
¿Quién le curó las heridas?...
Una sonrisa picara aparece sobre su adolorido rostro... fue ella, la joven sacerdotisa del templo de Ise, quien se encargó de hacer sanar todas sus heridas... y su corazón.
.................................................................................
* ¡ Sorata-san !; por dios ¿qué te hicieron?. *
Dijo alarmada la mujer cuando vio a uno de los Dragones de Cielo subir casi a rastras las escaleras. Se apresuró para ayudarlo a llegar a su habitación donde a duras penas dejo caer el pesado cuerpo del joven sobre la cama.
* Mira nada más como te dejaron. ¿Quién fue esta vez?. *
Las palabras de la chica lo hicieron reír entre gemidos de dolor; era verdad, no importaba contra cual de los Dragones de Tierra peleara, siempre le regalaban al menos una herida de recuerdo.
* Seishirou. * _Confesó_.
* Qué?, ¿estás loco?!!; él es mucho más fuerte que tu... pudo haberte matado !!. *
La joven de cabello negro sorprendió a su aliado con aquellas palabras que guardaban un aire de tristeza. Arisugawa entreabrió los ojos solo para ver los profundos ojos preocupados de la jovencita.
* Ja, ja, ja... despreocúpate, Nee-chan, nadie me matará antes de que logre saber que es lo que realmente piensas de mi; auch, oye... *
La sonrisa del joven se borró al sentir alcohol sobre su adolorida piel; Arashi había comenzado a tratar el cuerpo malherido del muchacho, mientras prestaba y no prestaba atención a las quejas de este por su dolor.
* Nuestro cuerpo es tan frágil como el de cualquier otro ser humano; tu poder no te protegerá de un golpe certero... por favor, ten más cuidado no vuelvas a... *
* Arashi, no... *
* ¡ Sorata-san !. *
La jovencita repentinamente se lanzó llorando a los brazos de su amigo provocándole cierto dolor a este; soportándolo gracias al hecho de tenerla a ella entre sus manos, preocupándose por él.
* Arashi... *
La llamó para que lo mirase a los ojos y de inmediato ambos sintieron una extraña fuerza que los hacia acercarse más y más entre ellos, hasta que finalmente sus labios se unieron por primera vez.
Ambos se estrechaban con cuidado; Sorata sabia perfectamente que su fuerza era descomunal y la veía tan frágil que temía lastimarla, aunque, jaja, el que estaba siendo lastimado era el, a pesar de que la joven trataba de no pegarse mucho al cuerpo del chico debido a los golpes que este tenia; no podía evitarlo... ya no podía separarse de el.
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Sorata abrió los ojos tratando de dejar atrás aquellos recuerdos, no lo logro.
Se dirigió lentamente a la planta baja del lugar hasta llegar a la cocina donde se preparó un café sin azúcar, amargo en verdad; necesitaba despertar puesto que aun soñaba despierto con lo que verdaderamente ahora era su realidad.
Así caminó hasta la estancia encontrándose con uno de los Dragones de Cielo: Kamui.
* Hay algo bueno en el televisor. *
Preguntó el joven más alto mientras miraba el aparato y se sentaba a lado de su amigo.
El otro joven no respondió, ni siquiera parecía haberse percatado de la presencia de Arisugawa, por lo que este siguió insistiendo obteniendo al cabo de un rato que Shiro pronunciase algo...
* ¿Dormiste bien anoche, Sorata?. *
Al señor del rayo se le subieron los colores; la pregunta la había formulado aun sabiendo la respuesta. ¿Qué se proponía con ese comentario?.
.................................................................................
Se habían besado por largo rato, y las manos de ambos se habían más que familiarizado con el cuerpo del otro. El chico ya no traía puesta la camisa, ni los tenis, solo le quedaba el pantalón; mientras que ella había quedado totalmente desnuda hacia ya varios minutos.
Los labios del joven la recorrieron completamente, deleitándose con el sabor a juventud que en ella vivía.
* Aahh, ¡ Sorata !... *
Los primeros gemidos de la noche salieron de la boca de la mujer, quien ya no pudo gemir más fuerte debido a los labios de su amante que se posaban insistentemente sobre los suyos.
Las palabras de amor por parte del hombre no hicieron falta ni sobraron, pero ella... se mantenía en silencio. Para Sorata, el solo hecho de que estuviese con el aquella noche era suficiente motivo para saber que también lo amaba, tanto como para permitirle el que la besara y tocara con deseo y desesperación; tanto como para atreverse a pasar la noche con el; tanto como para dejar que fuese el primer y único hombre en tenerla... solo para él.
.................................................................................
* Ahh, sí... muy bien. *
Kamui cambio de canales una y otra vez sin buscar uno en especial; estaba aburrido y la presencia del otro Dragón lo incomodaba un poco; aunque quizás el le ayudase a entender mejor que era lo que debía hacer como Dragón de Cielo.
Shiro sabía que Sorata había sido arrebatado de sus padres y que desde pequeño había tenido conocimiento de su condición como Dragón de Cielo, que había sido educado y entrenado especialmente para pelear contra los Dragones de Tierra y en el día prometido... y aun más, sabia perfectamente que moriría ya fuese protegiéndolo a él o a la mujer que amase... eligiendo su propio destino al escoger la segunda opción.
* Sorata... estás de acuerdo con ser Dragón de Cielo?. *
* ¿Qué?. *
* Me refiero a que... ¿cómo debo actuar ahora que lo soy?, que debo proteger y por qué?. Desde que Kotori murió, pienso que ya no tiene caso seguir. Qué caso tendría si la mujer a la que amo ya no esta aquí?. No entiendo nada, no sé que hacer.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Vienes caminando y no sabes tu destino;
Conquistando sueños, sueñas llegar a ser deidad.
Sigues caminando sobre viejos territorios,
Invocando fuerzas que jamás entenderás.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Arisugawa volteó a ver a su compañero, se recargo sobre el sofá con las manos sobre la cabeza mientras cerraba los ojos intentando pensar en lo que iba a decir.
Se tomo su tiempo. Comenzó a recordar todo lo que había sucedido desde que se reunieron uno a uno todos los Dragones de Cielo. El fue el primero en acercarse a Kamui, quizá por ello el chico le tenia la confianza suficiente como para preguntarle aquello, para hacerle esa confesión.
Recordó que Shiro llego caminando tranquilamente, aparentando no preocuparse por nada ni nadie y sintiendo todo lo contrario. El pobre no tenia ni idea del porque debía regresar a Tokyo, en pocas palabras desconocía su destino, el destino que le esperaba como Dragón.
Así como al mismo tiempo el primer sueño de Hinoto había sido conquistado por el chico... su llegada inevitable.
Todos lo esperaban, tanto Dragones de Tierra como de Cielo y es que el haría que la balanza de poderes se inclinara a favor de alguno de los bandos.
Poseedor de aquel poder, lo trataron como el más fuerte de los Dragones, más que eso, como una deidad, sí... una deidad de muerte y destrucción, o bien, deidad de salvación y vida... no le sorprendería que Shiro llegase a sentirse como tal.
Y ahora el esta aquí, con los Dragones de Cielo; continua caminando tranquilamente por la ciudad sin saber que hacer, ni el porque sigue aquí.
Frecuentemente ha estado en los puntos clave de las peleas, aquellos viejos territorios; invocando su poder espiritual, poder mágico para derrotar al enemigo, lográndolo siempre que lo ha intentado. Pero, el mismo nunca ha entendido esa fuerza, seguro que jamás la entenderá.
* ¿Cómo quieres que responda eso?. *
Le dijo finalmente el señor del rayo. Kamui lo miro con seriedad; ese chico era extraño, pudiendo ser a veces todo un idiota, o dicho de otra forma, una persona normal; y otras tantas se comportaba como el más apto para ser el líder del grupo, después de Subaru, claro.
Shiro insistió en que Sorata le diera respuesta pero solo fue ignorado por este hasta que...
* ¡ Maldición !, Sorata, deja ya de pensar en Arashi al menos por un momento. *
Al escuchar aquellas palabras, la sonrisa que tuviese el Dragón de Cielo se esfumó inmediatamente de su rostro; a cambio de ello abrió los ojos repentinamente con sorpresa.
.................................................................................
El chico comenzó a comerse a besos los labios de la mujer que se encontraba frente a el. Sin detenerse un solo instante recorrió aquella delicada figura con sus manos, delineando los contornos y las curvas de la joven, queriendo memorizar aquella perfección humana.
Llevando desesperado las manos hasta los senos de la mujer, sintiéndolos y estrujándolos sin dejar en paz los labios de Kishu en ningún momento; saboreando el interior de su boca con la lengua, sintiendo la humedad de los labios y escuchando los persistentes gemidos por parte de la chica, gemidos que solo lo incitaban a continuar.
Arisugawa se arrodillo frente a la chica solo para que su rostro quedase frente a los firmes pechos de esta, mirándolos fugazmente y lanzándose de inmediato a atraparlos con sus labios. Arashi gimió levemente ante aquel contacto entre los labios de Sorata y su tibia piel.
Reincorporándose el joven repentinamente para volver a besar aquellos labios que tanto ansiaba; dejando a sus manos viajar con libertad por todos los rincones de la sacerdotisa e introduciendo los dedos medio e índice en la vagina de esta sin siquiera romper el beso.
La joven abrió desmesuradamente los ojos cuando sintió aquel movimiento por parte del muchacho; sonrojándose de inmediato y entregándose de lleno a la placentera sensación que los traviesos dedos del Dragón le hacían sentir, y todo esto mientras sus labios buscaban los de su pareja con desesperación.
.................................................................................
Las mejillas del mayor de los Dragones se tornaron rojas; su rostro denotaba sorpresa ante las palabras de su amigo. ¿Qué tanto sabia de el?, es que acaso leía su mente o algo parecido?.
Kamui, sin perder la seriedad que lo caracterizaba, sonrió triunfante ante un compañero al que la palabra "atrapado" apenas y lo describía.
Shiro continuó con su lista interminable de dudas e inseguridades que le externaba al joven Arisugawa.
El mayor de los jóvenes de cierta forma entendió a su amigo. Este chico ni siquiera había sido entrenado o por lo menos advertido de su destino era lógico que no entendiese nada de lo que sucedía. Esa era la gran diferencia entre ellos.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor;
Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor....
Pero aquí... no es así, ahh.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sorata cerro los ojos, parecía enfadado o por lo menos fastidiado de aquella situación. Aun recargado sobre el sofá comenzó a hablar con Kamui, aunque sin siquiera abrir los ojos.
* Tu vienes de un lugar donde la tristeza no existe. *
El dios del trueno delato el punto clave del problema de su amigo. Todas las dudas de Shiro el las tenia bien claras en cuanto a su persona, y es que conocer y aceptar su destino le hacia ver las cosas más claras.
Kamui venía de un lugar donde el sol no quemaba como en Tokyo durante las batallas, donde el calor no podía sentirse mientras que en este lugar debilitaba; eso se debía a que nunca antes se vio en la necesidad de pelear... más aun si se pensaba en la muerte.
Aquel lugar donde nunca tuvo que sacrificar su sangre por un ser amado. Aquí lo intento y no logro nada, solo ver morir a la única mujer que llego a amar.
Llegó a Tokyo solo para encontrar muerte y destrucción, para presenciar como el mundo que disfruto de pequeño se desmoronaba... tan solo para ver como sufrían sus amigos.
Sorata mostró una expresión de severa seriedad como si estuviese enojado con su compañero. No podía darse el lujo de dudar en su misión como Dragón.
* Pero... ¡ aquí no es así, amigo !. *
Le dijo finalmente con voz autoritaria.
Les había costado mucho que Kamui, la estrella más poderosa, se uniera finalmente a ellos; ahora no permitiría que este se doblegara ante la incertidumbre que había en su corazón.
Pero Shiro ni siquiera se inmuto con la dura expresión del otro Dragón, no lo convencía del todo; el chico desvió la mirada por un momento, se cruzó de brazos y mientras cerraba los ojos preguntó:
* Me dirás que estas dispuesto a sacrificarte por ella... aun cuando no logres cambiar su destino. *
Una ligera sonrisa de incredulidad apareció en el rostro de Kamui.
Ante aquella cuestión, Sorata le miro fulminante. La pregunta estaba de más, no importaba más su vida, solo la de ella y la protegería sin titubear.
Arisugawa desvió la mirada para no contemplar más a su compañero; no tenia porque soportar aquellos comentarios tan directos y que de cierta forma le hacían recordar una y otra vez la responsabilidad tan grande que ahora llevaba a cuestas.
Era verdad!, estaba totalmente dispuesto a sacrificarse por ella, no importaba si sus esfuerzos por lograr que su vida se prolongara después de la batalla eran inútiles. No titubearía en hacerlo como lo hacia ahora su amigo, porque, aun antes de conocerla estuvo más que dispuesto a morir en su lugar; y con lo de la noche anterior...
.................................................................................
La elevó ligeramente sobre el aire al sujetar su cintura con cuidado extremo, y sin dejar de besarla la recostó sobre la cama de la habitación.
Ya no pudo esperar, tomó su miembro erecto y lo guió hasta la entrada de la mujer... la necesitaba con ansias.
Arashi lo sintió entrar lentamente en ella, permaneciendo pasiva para solo mirarlo con los ojos semiabiertos mientras sentía la mano derecha de Sorata tomar la suya para poco a poco aprisionarla en su puño cerrado, entrelazándolas. El chico cerro los ojos para luego guiar sus labios hasta los de Kishu y besarla. Entrando lentamente en su cuerpo con cada empuje y movimiento de cadera, cada vez más profundo haciendo que ambos respiraran con dificultad.
Los gemidos aumentaban en número y volumen conforme el muchacho ingresaba cada vez más al fondo de la mujer.
Un quejido un tanto más fuerte de lo normal se dejo escuchar en el instante en que Arisugawa aumentaba la fuerza de sus penetraciones. La chica apretó con fuerza la mano de su amante mientras lo miraba con cierto dolor en su rostro.
* Lo siento. *
Dijo el Dragón sin dejar de ingresar al cuerpo de la mujer, dándole un profundo beso para callar su dolor.
Al cabo de un rato los sonidos que emitía la pareja se habían vuelto más constantes. A Sorata no le sorprendería que los demás escuchasen todo el ruido que el y su amante estaban armando.
.................................................................................
Si, desde la noche anterior solo había reafirmado su convicción de protegerla y su amor hacia ella.
Ya entendía!, la habitación de Kamui estaba muy cercana a la de el; entonces los había escuchado, por ello tantos comentarios acerca de su relación con la chica.
* Sí. Me sacrificaría por ella con gusto. *
Respondió Arisugawa a la muy anterior pregunta de su compañero.
Shiro lo miro fugazmente para poco después levantarse del sofá y salir de la estancia. La conversación con el otro Dragón no le había servido de mucho, pero....
* Kamui... *
La voz de Sorata se escuchaba para impedir que su amigo saliera del lugar, aun había algo que debía decirle....
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Vienes caminado ignorando sagrados ritos,
Pisoteando sagrados templos de amor espiritual.
Largas vidas siguen velando el sueño de un volcán;
Para un alma eterna cada piedra es un altar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Aquel Dragón representante del trueno se reincorporo para dirigirse hasta la ventana. Con las manos dentro de los bolsillos del pantalón, mirando hacia el jardín, se dispuso a hablar no sin antes cerrar los ojos para pensar solo en ella.
El reflejo de ambos jóvenes sobre la ventana denotaba lo tensa que se había vuelto aquella situación, así que Sorata finalmente habló...
Shiro llegó caminando de un lugar donde, comparado con este, no existe el dolor. Simplemente viajó hasta aquí sin saber lo que le esperaba; ignoraba los ritos sagrados de lucha a muerte de los Dragones por mantener con vida a sus seres queridos. Ignorando, de igual forma, el sagrado rito de amor hacia Arashi por parte de él, y peor aun, sin entenderlo.
Arisugawa menciono también, que su amigo pisoteó los que consideraban templos de pelea espiritual, pero también fue capaz de pisotear su amor por ella, cuestionando la entera decisión de Sorata de morir por el bienestar de la chica.
En cuanto a su inseguridad por ser un Dragón de Cielo, debía entender que sus vidas existían con el único propósito de que el sueño de los Dragones de Tierra, seres que poseían la furia de un volcán, permanezca pasiva, tranquila.
Por ello, si sus almas se volvían eternas y renacían para cumplir ese propósito, debían tener la sabiduría y amor total por la tierra, al grado de considerar a cada pequeña piedra como un altar; es decir, apreciar los detalles que significan vida.
Kamui miro a su amigo con seriedad por largo rato. No entendía... y aun así sabia que las palabras de su compañero significaban lo que uno de los Dragones de Cielo entendió por su destino. Ahora el debía descubrir su propia lógica, su propia razón para ser uno de los siete sellos.
* Pero... si deseas saber a quien debes proteger. Solo permanece atento a los movimientos de Fuma, aun puedes salvarlo, no todo esta perdido para el... o bien, te queda Subaru... *
Le dijo Arisugawa mientras se retiraba de la estancia, dándole la espalda y con esto evitar percatarse del rubor en las mejillas de Kamui. Ese tipo, más que aconsejarlo sobre su situación, le hizo ver que tenia más problemas que su simple condición de sello; y el muy desvergonzado solo se alejo levantando ligeramente la mano derecha sobre el aire
Aun así esas palabras le abrieron los ojos a Shiro. Después de todo no importaba si todos los demás morían, con haber salvado a las personas que amaba era más que suficiente y lo único importante, para el. Aunque sonara egoísta... los demás no importaban.
Con este pensamiento el chico siguió observando el televisor, como antes, sin ponerle la más mínima atención; tan solo ordenaba sus ideas.
Por su parte, Sorata entro a su habitación esperando que Arashi ya no estuviese dentro; conociéndola trataría de evitarlo haciendo de cuenta que no había pasado nada entre ellos.
Pero, para suerte suya, la mujer estaba ahí esperándolo con tan solo ropa interior cubriendo aquel delicado cuerpo de mujer que el tanto amaba. El chico quedó hipnotizado de inmediato sin poder apartar la mirada de aquella joven que permanecía frente a el.
* Sorata. *
Así que de pronto la voz de la chica lo desenvolvió de aquel trance; avanzando hacia el y besándolo sin esperar a que este dijese algo, solo uniendo sus labios mientras enredaba sus brazos al rededor del cuerpo de su novio.
Al sentir aquel detalle proveniente de Kishu, Arisugawa se vio a si mismo envuelto en la situación en que había dejado a Shiro, y en la que alguna vez se encontró atrapado...
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,
Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.
Pero aquí... no es así, ahh.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Hubo un momento de su vida en que, al igual que Kamui, no sabia si su deber de Dragón de Cielo era el correcto y eso que el había sido entrenado especialmente para eso. Después de todo en el templo de Koya vivió una niñez y adolescencia muy felices; nunca le hizo falta nada, hasta tenia el cariño del que consideraba su abuelo.
Pero aquí en Tokyo todo era tan diferente, el sol quemaba el alma en cada batalla, y el calor que parecía del infierno de su destino lo desesperaba... hasta que la conoció a ella, aquella vez que la vio por primera vez.
Ella, tan hermosa, con una compostura y seriedad inquebrantables; el aire de tristeza que solo el pudo ver, que solo el podía entender.... que lo envolvió en las redes del amor de inmediato.
Se burlo del destino al elegirla como la mujer por la que moriría. La verdad es que la amo locamente desde ese instante.
* ¿Cómo la pasaste anoche?. *
Le preguntó el joven, aun con los ojos cerrados, sin que dejaran de besarse; entonces la chica recordó el clímax de tan agitada noche...
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Era la primera vez que se le entregara a un hombre y aun no podía creer cuán placentero podía llegar a ser unir su cuerpo al de Sorata.
Hacía varios minutos que había roto su himen y el dolor se había esfumado gracias a las constantes penetraciones que el chico realizaba. La piel interna de la mujer reaccionaba con los roces del pene de Arisugawa en cada entrada.
Las manos del joven se mantenían firmes y aferradas a los senos de Kishu mientras seguía ingresando en ella con fuerza. A pesar de sus heridas el chico daba lo mejor de si para complacer a su chica; supo que lo había logrado en el momento en que ella develo una sonrisa de paz entre aquellas frenéticas embestidas.
Un nuevo "te amo" emergió de los labios de Sorata al mismo tiempo que empujaba con más fuerza al interior de la mujer y la besaba profundamente. Arashi no pudo reprimir los gemidos constantes a causa de un orgasmo recorriendo su intimidad y que le hacia sentir escalofríos en la totalidad de su cuerpo.
El cansado cuerpo femenino cayó pesadamente sobre el de Arisugawa ocasionándole a este un ligero dolor debido al contacto con sus heridas.
La chica respiraba apresurada y aun así estaba dispuesta a continuar con aquel ejercicio entre ambos cuerpos. El Dragón la miro agitado también; le sonrió ligeramente para luego besarla larga y agradecidamente.
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Arashi rompió el beso y con el rostro envuelto en tonos rojos observo a su novio sonreír ante la pregunta que le había hecho. La chica frunció el ceño para después darle un leve golpe en el costado a su compañero, provocando con esto que el muchacho se quejara debido al dolor de sus recientes heridas.
El rostro de Kishu denotaba cierta preocupación por su hombre, se apresuro a disculparse por la broma que le había jugado al chico y a cambio solo obtuvo una sonrisa forzada por este. A la chica no le quedo más que sonreírle al joven y luego besarlo suavemente.
Sorata la estrecho entre sus brazos para seguir besándose; en cada caricia, en cada contacto entre los labios de aquellos enamorados, Arisugawa dejaba todo su amor más allá de los delgados labios femeninos.
Contra sus verdaderos deseos la dejo tranquila para permitirle vestirse completamente; con cualquier prenda que llevara puesta, fuera un uniforme o ropa casual, formal e informal, ella le parecía el ser más hermoso que hubiese pisado la agitada tierra, y lo mejor es que le pertenecía solo a el.
Aun así le gustaba más verla sin prenda alguna, con la piel pegada a su cuerpo, desnuda solo para el... eso le gustaba mucho más.
Salieron de aquella mansión tan solo para dar su primer paseo juntos como pareja. Algo que debieron hacer antes de dormir juntos pero.... el orden en que sucedan las cosas no afecta estas, a fin de cuentas se amaban.
Pasaron un par de horas en un parque, sin decir ni hacer nada, solo abrazados; Arashi recostando la cabeza sobre el hombro del joven Dragón, pensando en todo lo que habían pasado desde que se conocieron y al punto que había llegado su relación apenas la noche anterior.
Kishu miraba a la nada, sumida en sus pensamientos dejo que una sonrisa apareciera en su rostro; cerrando los ojos apretó más el abrazo que mantenía con su pareja desde hacia ya largo rato...
* Te amo... Sorata !. *
Confeso casi en un susurro.
Al escucharla, Arisugawa sintió como si el corazón le dejara de latir y de inmediato trabajara con latidos más fuertes y continuos. Se sonrojo como nunca antes mientras, con nerviosismo, atraía hacia él el rostro de la joven para buscar sus labios y encontrarlos... con una suave caricia; encontrarlos... con amor.
Mantuvo los ojos cerrados, dejándose llevar de la mano por sus sentimientos y experimentaba en sus recuerdos la dicha de la velada anterior...
.................................................................................
* Lo siento. *
Susurro Arashi disculpándose por el dolor que le había causado al chico al olvidar que este se encontraba herido. El Dragón aparento no escuchar aquellas palabras demostrando que su condición física no impedía que el y la mujer se amasen hasta el cansancio.
Reinicio las penetraciones que habían cesado apenas un par de minutos atrás para que de inmediato ambos se vieran de nuevo envueltos por el deseo y la pasión. Colocándose otra ves sobre ella, Arisugawa ingreso con insistencia y rapidez al cuerpo cansado de su mujer para así ocasionarle un nuevo orgasmo a esta. Arashi se aferró al chico al mismo tiempo que le rogaba que no se detuviera; así, al cabo de unos minutos, Sorata salió del cuerpo de la chica para inmediatamente después dejar que el semen, retenido por todo aquel tiempo, emergiera de su miembro.
Con un movimiento inesperado de la joven, que degustó el sabor de aquel liquido al permitir que ingresara a su boca sin que Sorata siquiera lo pidiese, termino aquel desate de sentimientos.
El Dragón se recostó y termino rendido sobre la cama ante el cansancio y dolor de sus heridas. A la chica solo le quedo mirarlo incrédula en aquella graciosa situación; sencillamente se acurrucó a su lado abrazándole e intentando dormir tan profundamente como el.
.................................................................................
Al dejar los labios de Kishu en libertad solo pudo observar los ojos de esta. Las pupilas de Sorata brillaban ante la extraña sensación de las palabras que la chica le dijera hacia unos instantes.
Tenia deseos de gritar y brincar de felicidad y al mismo tiempo solo deseaba besarla de nuevo. Más sin embargo lo único que pudo hacer fue abrazarla con fuerza y agradecerle infinitamente a Kami-sama por permitirle amarla, tenerla y sentirla antes de morir.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,
Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.
Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,
Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.
Ahh, ahh, ahh.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Era verdad. En Koya jamás tuvo que soportar el sol hacer hervir su sangre por el coraje de una batalla... sin calor.
Y si no hubiese salido del templo seguramente no tendría que sacrificar su sangre a cambio de que Arashi saliera bien librada de aquella gran carga que representaba su condición de sello, de Dragón de Cielo.
Demo... aun así, en este lugar, en este infierno la conoció y se enamoro de ella; así que el llegar a Tokyo y estar destinado a ser un Dragón de Cielo tuvo un punto a su favor, uno muy bueno y el único al cual dar importancia...
Se sintió afortunado de encontrar su propia lógica; una verdadera razón para proteger la tierra.
Solo se lamentaba el que Kamui cayera en la confusión de su existencia y deber desde el momento en que Kotori muriera, ese hecho lo hizo cuestionarse acerca de su vida y la de los demás.
O si era mejor no hacer nada por salvar el planeta y que los Dragones de Tierra destruyeran todo.
Solo... solo quedaba esperar a que encontrara una nueva razón para vivir y pelear; después de todo, Fuma aun estaba vivo y aun no dejaba de ser, en el fondo, el amigo inseparable de Shiro.
Por otro lado se encontraba Subaru... de el dependía mucho que Kamui volviese a amar y sentir deseos de proteger a alguien... ambos se necesitaban mutuamente. Tan solo quedaba que el joven Dragón se diera cuenta que las cosas, aquí... no son así, así de sencillas, de tranquilas y felices... aquí en Tokyo, más que vivir por el amor, se moría por este, y siendo Dragones de Cielo solo tenían dos opciones:
Morir por el simple hecho de cumplir su destino como sellos...
O sacrificar la sangre por la persona más amada.
Sorata lo comprendió y reafirmo con más fuerza desde la noche anterior...
Todo sea por Arashi !!.
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Tema: Aquí no es así.
Interprete: Caifanes.
~*~
¿Qué hice por dios?.
Este fanfiction más bien debió titularse Flash back, y es que está plagado de ellos. Traté de mezclarlos con el presente sin hacer signos de separación entre los flash back y la conversación entre Sorata y Kamui.
Y por si fuera poco, el Lemon resulta bastante excluido.
Creo que Shiro y Arisugawa son buenos amigos y que el mayor le ha ayudado bastante al más poderoso de los Dragones de Cielo.
Ah sí !!, las insinuaciones sobre algo entre Subaru y Kamui se me vinieron a la cabeza después de ver un par de mangas.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 9 de Julio de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Gracias por vivir
![image](https://64.media.tumblr.com/a0e2a6c9c982fb54b0e0dcd2f033bad0/14cf4de7a66769bc-5a/s250x400/857750994e4ae5c4e63a830ab3c3323e3e4457d1.png)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Arashi quería decirle aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón; que estaba agradecida con él, por estar aquí, vivo... es lo que en verdad la hacía feliz.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Prólogo ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
La poca luz de día se filtraba entre las persianas de la habitación, aunque más que una luz, era el delgadísimo brillo blanco que anunciaba el amanecer.
La joven mujer hizo a un lado un par de aquellas persianas, luego se asomó por la ventana. La niebla que cubría la ciudad era la más densa que hubiese visto hasta ahora, o quizás sólo era que nunca le prestó atención a los fenómenos climatológicos. De eso no debía preocuparse más, lo más seguro era que de aquí en adelante tendría mucho tiempo para esas cosas.
* Al menos hasta que salgamos de aquí. *
¿Fue un suspiro?, ¿un susurro?. Las palabras de la bella chica apenas y fueron audibles para ella misma.
Estaba cansada, muy cansada; tres días metida en ese hospital y sin salir de la habitación, es más, ni siquiera había dormido. Esto último muy a pesar de que uno de sus apuestos amigos le ofreció reemplazarla en más de una ocasión... ella se negó.
Quería hacerlo, estar a su lado y cuidarlo... ya que por ahora no podía hacer más.
En cuanto a su otro compañero, bueno... aunque se sentía triste por la situación actual de Kamui, no podía dejar que ese sentimiento se sumase a la culpabilidad que ya sentía.
Por un momento pensó en Shiro, seguramente deseaba distraerse un poco o hablar con su compañero una vez que este despertara.
* Ahh, creo que está devastado. *
Estaba preocupada por él.
Entendía perfectamente que no le iba a ser fácil poder recuperarse; le quitaron la vida a Kotori frente a sus propios ojos, luego se vio forzado a tomar la decisión más difícil de su vida; pelear con Fuma, vencerlo... y matarlo.
* Ah, Kamui. Seguro que si este hombre no estuviese durmiendo, te ayudaría de alguna forma... yo no puedo, no sé como !!. *
Ella suspiró nuevamente, pensar que física y sentimentalmente fue la que mejor librada salió.
Cerró los ojos como tratando de olvidar lo acontecido en los últimos días, pero estando ahí, cuidando al joven malherido... olvidar no podía.
Quizás ahora que faltaba poco para que el año terminase, quizás...
* Ni así podré olvidar. *
Abrió los ojos. Había tanta tristeza en ellos, pero por encima de ese sentimiento, expresaban culpabilidad, sí... por su causa el joven frente a ella yacía gravemente herido; estuvo al borde de la muerte y si ahora seguía con vida era sólo por esos caprichos que tiene el destino, todo un milagro.
* Un milagro; todavía no creo en ellos. *
Sus palabras conocieron el aire en tanto se arrodillaba al lado del joven dragón. Él, con su hermoso rostro inundado en el sueño.
Y no supo porque, pero de nuevo estrechó una de las manos de su compañero; casi no lo había soltado desde que llegaron ahí. Ahora sólo quería verlo abrir los ojos y que le sonriera alegre y despreocupadamente, como haciéndole saber que ya todo estaba bien... sólo eso quería.
Ya había pensado en las palabras que le diría cuando él despertase, algo sencillo pero sincero... algo más profundo no le podría decir.
Cerró los ojos resignada, sabía perfectamente que por ahora él no abriría los ojos, aun así susurró esas palabras, era así como se recordaba una y otra vez a sí misma que él seguía a su lado...
Ya sólo faltaba que él despertara.
* Gracias por vivir... Sorata. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Después de más de un año, he vuelto con los fics de X.
Maeda... ¿y el lemon?.
No se desesperen amantes del amor expresado hasta sus últimas consecuencias, que esta historia va por capítulos, y en uno de ellos habrá bastante amor, mucho, mucho amor.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 02 de Agosto de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 1 ||
Gracias por vivir _C1_
![image](https://64.media.tumblr.com/4992e08404bf3b2c9c65ef23f8ce46f5/23a4727b679549cc-16/s250x400/f31e22079542726c19b8eccbcfd5b47e492953cf.jpg)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Arashi quería decirle aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón; que estaba agradecida con él, por estar aquí, vivo... es lo que en verdad la hacía feliz.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
La sensación de vacío e inexistencia se estaba desvaneciendo paulatinamente; ella se negaba a dejar esa sensación, después de todo había dormido placenteramente.
Dormir, dormir...
* No lo creo... ¡ me quedé dormida !. *
Lo último fue apenas un murmullo perezoso.
La joven recuperó la compostura en tiempo record; temerosa de que alguien se hubiese percatado de su descuido. Apenas y miró el reloj; solo fue una hora la que permitió que el cansancio la venciera, y se sintió aliviada por ello.
Tuvieron que pasar unos cuantos segundos para que se diera cuenta de que la mano derecha de Sorata seguía siendo suavemente oprimida por las suyas.
Así que, terminando por liberar la mano del dragón, Arashi sonrió muy ligeramente.
Él seguía durmiendo. Ya llevaba varios días así, pero no despertaba, y eso era algo que comenzaba a impacientarla.
Acercó su rostro al del chico, pocos eran los centímetros que los distanciaban.
Kishu pensó temerosa en la posibilidad de que en poco tiempo por fin lo viese abrir sus brillantes ojos... ¿qué haría?, ¿qué le diría?... ¿cómo demonios debía reaccionar?.
* Algo he de hacer, después de todo, sigo con vida... gracias a él. *
Apretando fuertemente su puño derecho, no supo si aquellas palabras fueron de agradecimiento o de reproche. Y es que se lo dijo, se lo exigió tantas veces...
* ¡ Que no lo hiciera !; no tenía por qué. Y aun así este necio... *
La protegió de Fuma.
Se arriesgó y ella estaba tan segura de que había muerto que solo pudo llorar por él mientras acariciaba y sostenía la mano derecha de este tonto...
* Y a fin de cuentas me atacaron. *
Después de eso ya no supo más.
Cayó en un profundo sueño y para cuando despertó, se encontraba en este hospital, con heridas mucho menos delicadas que las de su compañero... su protector.
* Y mírate ahora Sorata-san. *
Se sentía culpable. De sobra sabía que lo era.
Quizá por ello se atrevió a acariciar la mejilla del dragón, quizá por ello lo miraba tiernamente pero con un aire de tristeza, quizá por ello se atrevió a acercarse todavía más a él y regalarle un tranquilo y suave beso en la frente.
* Sorata no baka. *
Después de aquella extraña demostración de cariño, Arashi se puso de pie, dispuesta a salir un rato y comer algo.
Pero justo cuando tocó la perilla de la puerta, algo, o mejor dicho alguien, la detuvo...
* ¡¡ A-Arashi !!. *
La quebradiza voz del joven se dejaba escuchar después de tres largos días. Logrando así que la sacerdotisa girase ciento ochenta grados para verlo.
El pobre joven apenas estaba abriendo los ojos, haciendo algunos gestos que demostraban cuan doloroso y molesto le resultaba hacer esto.
Y ella, invadida de alegría, aun sin demostrarlo, se apresuró donde yacía su mal herido protector. El estrechar, de nuevo, su mano pareció tranquilizar al chico.
Las primeras imágenes eran borrosas, cosa que fue mejorando al cabo de unos cuantos segundos; entonces la contempló... hermosa, seria, aunque con un brillo de alegría en sus bellos ojos, pero sobre todo... viva !!.
* A-Arashi, yo... *
* Por favor, guarda silencio. *
La joven sacerdotisa interrumpió a su confundido amigo mientras le acariciaba suavemente su rebelde cabello. La mirada de Kishu se había vuelto suave y Arisugawa se preguntaba si continuaba soñando.
Tuvo tantos sueños y pesadillas durante tanto tiempo que ya no sabía que era real y que no.
* Debo avisarle de tu estado a Kamui... no tardo. *
La joven se disponía a salir de la habitación, pero el dragón y una de sus débiles manos parecían negarse a ello.
Arashi lo miró un momento; tenia infinitos deseos de abrazarle agradecida y feliz... pero también de gritarle y darle una paliza por la estupidez de protegerla.
Sin embargo, solo se acercó un poco al muchacho, lo suficiente como para besar tranquilamente una de sus mejillas.
* De verdad... no voy a tardar. *
Sorata solo pudo mirar atónito como la bella chica abandonaba la habitación. Estaba sorprendido, ese "detalle" no era algo que se esperara por parte de su amiga.
Dejó que su cuerpo descansara tranquilo mientras su mente vagaba en los recuerdos de la batalla final... La vio llorar.
Justo antes de lo que creyó fue su muerte.
El dragón apretó fuertemente los puños... se prometió nunca hacer llorar a una mujer, pero no pudo lograrlo.
* ¿Cómo pude permitirlo?. *
Aquello sería algo que difícilmente se llegaría a perdonar. No obstante, poco tiempo tuvo para profundizar en ello...
La puerta de la habitación se abrió, dejándole ver de nuevo a la hermosa chica, esta vez acompañada del dragón más poderoso... Kamui.
~*~
~*~
~*~
* Así que... solo quedamos nosotros tres. *
Ninguno de sus amigos le respondió.
Pero el silencio de estos tan sólo confirmaba sus palabras.
* Y la princesa Hinoto??. *
Kamui, aun con los ojos cerrados e incapaz de enfrentar a su amigo, afirmó ligeramente con la cabeza. Lo mismo pasó cuando el señor del trueno preguntó por los dragones de tierra.
* Ahh, supongo que... así debió ser. *
A Shirou simplemente no le convencieron las palabras de Arisugawa, no obstante prefirió guardar silencio. No tenía caso discutir del "por qué" estaban con vida.
Justo en ese momento tocaron la puerta, poco después entró uno de los doctores quien al saber que el paciente de la habitación 184 había recuperado la conciencia, vino de inmediato a verlo.
Después de varios minutos, y de algunas pruebas, el medico le permitió a Sorata abandonar el hospital en un par de días. Aunque el doctor simplemente no se podía explicar como es que un muchacho que días atrás hubo llegado moribundo, hoy estuviese en casi perfectas condiciones.
El hombre vestido con bata blanca siguió dando instrucciones de las cosas que el chico debía evitar hacer o comer durante los siguientes días.
Arashi observaba de lejos; escuchar que el joven Arisugawa ya estaba completamente bien la había tranquilizado enormemente, tanto que sonrió ligeramente sin apartar los ojos de aquel apuesto chico.
Cerró los ojos y suspiró.
Sin avisarle a los demás, abandonó sigilosamente la habitación, aun sin apartar la mirada del amo del trueno.
Con cuidado fue cerrando la puerta de la habitación, mientras susurraba esas palabras de las que cada vez se sentía más segura...
* Gracias por vivir... Sorata. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
El fiction está basado en "X: the movie", y claro... se supone que Kamui fue el único sobreviviente, así que esto altera todo, pero... ¿qué fic no lo hace?.
El próximo capítulo es el que contiene lemon, pero también es el final.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 02 de Agosto de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 2 ||
Gracias por vivir _C2_
![Gracias Por Vivir _C2_](https://64.media.tumblr.com/4992e08404bf3b2c9c65ef23f8ce46f5/983c16f94d743f73-cd/s250x400/96bf6bd9169fba18c570f60e3565afc7c9ae81dc.jpg)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Arashi quería decirle aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón; que estaba agradecida con él, por estar aquí, vivo... es lo que en verdad la hacía feliz.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
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Cuidadosamente le cambiaba los vendajes que a su masculino cuerpo cubrían.
Aparentemente indiferente, callada y más seria que de costumbre, no quiso cruzar palabra con él desde que regresó con ellos; estaba molesta y no era para menos. Sufrió tanto al verlo malherido, sangrando sin parar, ni siquiera quería recordar lo que pasó, le dolía tanto... ¡ lo amaba !.
Sí, esa extraña frase que se formó en su mente no era más que la verdad, amaba a Sorata y comprendía su impulso de querer protegerla.
* Por eso, no quiero que vuelva a hacerlo. *
Aun estaba latente la posibilidad de que las predicciones del anciano de Kouya se hiciesen realidad.
La sacerdotisa no quería que ese hombre muriera, no quería perderlo. Así que apenas se curasen por completo sus heridas, regresaría a Ise, estaba decidida a desaparecer de su vida para siempre... Sorata no volvería a saber de ella.
Con éste propósito bien claro, Kishu se disponía a abandonar la habitación de su compañero, más el firme agarre de la mano de Arisugawa no se lo permitió.
* ¿Por qué no dices nada, Arashi?... ¿por qué tus hermosos ojos no me miran?. *
La mujer de largos cabellos se detuvo en seco.
Sin darle la cara, quiso disfrazar sus verdaderas intenciones... pero no pudo. Justo cuando iba a decirle algo, sintió como los fuertes y cariñosos brazos del Dragón rodearon su cintura, inmovilizándola por completo. Sorata se posó detrás de ella, acercando sus labios al oído de la chica, susurrándole lo mucho que le dolía su silencio, su indiferencia.
Esto era demasiado para la sacerdotisa. Sentir el cálido aliento del muchacho cerca de su oído, sus brazos al rededor de su cintura sin aparente intención de dejarla libre, la cercanía de su musculoso cuerpo y su aroma impregnándose en ella... todo eso le estaba causando graves estragos.
Quiso resistir las emociones que en ese momento la embargaban, pero no pudo.
Las lágrimas se deslizaron silenciosas por sus mejillas mientras su figura temblaba ligeramente.
* ¡ Arashi !. *
El amo del trueno la hizo girarse con suavidad; verla llorar le destrozó el alma.
La abrazó con fuerza, acercándola a su cuerpo. Lo que menos quería en el mundo era verla llorar.
* Dime, Arashi, ¿qué debo hacer para que no derrames una sola lagrima más?, qué?!!. *
* So... solamente... no lo vuelvas a hacer... solo eso. *
El rostro de Sorata se notaba sorprendido, más no fueron las palabras de la joven la causa, sino las manos de ésta que cariñosamente acariciaban su rostro.
El Dragón se perdió en los hermosos ojos violeta de la mujer, esos ojos que tanto amaba... los mismos que se acercaban cada vez más a él.
Arisugawa se desconcertó al sentir como la chica se atrevía a unir sus labios con los propios. Estaba paralizado, sorprendido, pero totalmente entregado a tan hermosa sensación.
Con la lengua, se aventuró a penetrar la boca de su amada, estrechando con todas sus fuerzas la frágil y delicada silueta de Arashi... su Arashi.
El beso terminó, más pronto varios más le siguieron a éste; los labios de cada uno se unían con mayor pasión, con ansiedad y lujuria, con excitación, pero sobre todo... con amor.
* Te amo, te amo, Arashi... ¡ de verdad te amo !. *
Ella, atenta escuchaba aquellas dulces palabras mientras se dejaba llevar por ellas, recorriendo el musculoso pecho de su eterno protector.
Pronto, las ropas fueron cayendo una a una, hasta que la primera en verse desnuda por completo fue la sacerdotisa.
* So-Sorata... *
Le habló nerviosa, avergonzada. Sentirse expuesta de esa forma le resultaba incómodo.
Los ojos del Dragón se habían clavado en la silueta femenina, esa figura tan perfecta, tan frágil y tan importante para él. El chico se atrevió a deslizar sus manos por las finas curvas de aquel cuerpo; suave y lentamente, como si temiese lastimarla, apenas y podía rozar la delicada piel de Arashi quien solo se dejaba hacer.
Las tiernas caricias de Sorata no solo la habían relajado, sino que también derrumbaron cualquier duda que ella aun pudiese tener.
* Arashi... ya no puedo esperar más... *
Sonrojada, tanto por sus palabras como por las ansiosas caricias y los apasionados besos, la joven de Ise se abrazó de su protector, sintiendo todo el calor humano que había para ella, sintiendo también el apresurado latir del corazón de Arisugawa, un corazón lleno de amor... un amor que era solo para ella, para Arashi Kishu.
Sorata podía percibir el aroma natural de la piel de su amada, un aroma que lo envolvía suavemente, volviéndolo loco de amor y deseo. Desesperado, el muchacho se despojó de toda la ropa que aun cubría su perfecto cuerpo varonil, sus pantalones y cualquier otra cosa que pudiera estorbarle; estaba ansioso por sentir el contacto piel con piel.
Y así, abrazados, nada separaba la piel desnuda de los amantes, nada.
Ahora nada impediría que el señor del trueno pudiera amarla sin descanso, saborear sus labios hasta memorizarse el sabor de su dulce boca, tenerla solo para él.
Ella, sin decirle una sola palabra, sin darle tiempo a su compañero, llevó las manos de éste hasta sus pechos, permitiéndole tocarla de esa manera, que la disfrutara y la hiciera disfrutar.
Al tacto, Sorata perdió la compostura, se olvidó de todo y se dejó llevar.
* Arashi, ¡ mi amada Arashi !. *
Las palabras volaron por el aire, mientras el Dragón besaba a la mujer por la que arriesgó y arriesgaría la vida.
Posándose detrás de ella, el chico la guio caminando hasta la cama, donde podrían disfrutar de ésta nueva experiencia, del amor y el deseo que sentían por el otro.
El joven Dragón no esperó un solo instante, con sus labios, se aventuró a recorrer el cuello de la sacerdotisa, escuchando satisfecho los gemidos que ella inútilmente trataba de encerrar en su boca.
Sorata deslizó sus apasionados labios hasta los suaves senos de Arashi, besándolos, aprisionando los pequeños pezones y succionándolos a su entero gusto.
Así, la blanca y tibia piel de Arashi fue presa de los escalofríos que la lengua de su amante le hacia sentir; su piel se erizaba con cada roce de sus labios y sus pezones se endurecían bajo el tacto explorador de la traviesa lengua del muchacho.
Era enloquecedor sentir los labios de Sorata aprisionando sus senos, pero la ansiedad y la desesperación golpearon su corazón cuando la mano intrusa de su acompañante se aventuró a recorrer su sexo.
* So-Sorata, espera... *
Pero parecía que el chico no iba a complacerla esta vez.
¿Esperar?, ¡ NO !. No podía esperar más, sabrá dios cuando llegue su muerte, por eso se entregará a ella por completo, esperando que Arashi se entregue a él con la misma intensidad.
Tan lento y ansioso a la vez, los dedos del muchacho se deslizaban frotando el clítoris de la chica, que ya olvidada por completo del pudor y la vergüenza, suspiraba entrecortadamente. Las sensaciones recorrían deliciosamente su tenso cuerpo.
Sorata besaba con lujuria sus pequeños senos, mordiéndolos con ligera vehemencia, sintiendo como los pezones femeninos se erizaban al contacto de su lengua y ni que decir de los traviesos dedos de su amante, que jugaban con ese botoncito fuente de placer, arrancándole tímidos pero profundos gemidos del gozo más puro.
El cuerpo de la sacerdotisa no pudo soportar la tremenda excitación que lo recorría, temblando irremediablemente entre los brazos del joven de Kouya.
La expresión de su rostro y las lágrimas que escapaban de sus lindos ojos eran la prueba de que un orgasmo había sido liberado en su cuerpo; un orgasmo, el primero y quizá por ello tan intenso y placentero para la joven, que entre suspiros y jadeos le pidió a Sorata que la penetrara... lo deseaba tanto, creía que la excitación y el cansancio terminarían por vencerla antes de poder consumar su unión.
* Por favor, Sorata... ya no puedo más... *
* ¿Estás segura?. *
Un simple y corto beso sobre sus labios fue la respuesta.
Por supuesto que estaba segura, no podía pensar en otra ocasión que no fuese ésta.
Mientras Arisugawa la sostenía por la espalda, Arashi cruzó sus piernas alrededor de la cintura del muchacho, que sin detenerse a pensarlo un solo segundo más, comenzó a penetrarla lentamente.
* Oh !, Sorata... *
La voz de Arashi era tan suave y cariñosa.
La sensación de ese pedazo de carne enterrándose en su intimidad, era una de esas sensaciones que no se pueden describir. Lo sentía deslizarse lento, aunque ansioso, mientras su vagina se amoldaba para recibirlo en su cálida humedad.
Con cada centímetro que entraba en ella, cada segundo que transcurría y él seguía penetrándola, Sorata se preguntaba si todo esto no era más que un simple sueño... gracias a Kami, no era así. Era placentero, era real.
El Dragón de cielo siguió ensartando su miembro, apretando los dientes intentando resistir el fuerte deseo de embestirla de golpe hasta llegar al fondo de la cavidad femenina; el placer era cruel y aunque quisiera satisfacerse a sí mismo, lo primero era ella, Arashi... hacerla gozar.
Sintió cierta dificultad para continuar avanzando por un túnel de placer...
"Su virginidad".
Pensó de inmediato. Sonrió al saber que sería el primero, sin mencionar que tenía la inexplicable sensación de que también sería el único, más con esta idea también vino el miedo.
* Arashi, tú y yo sabemos que esto será doloroso... *
* Ningún dolor se compara al de verte agonizar, Sorata... solo hazlo. *
La joven sacerdotisa se abrazó al musculoso cuerpo de su compañero; cerrando los ojos mientras tomaba aire para soportar lo que viniera.
De forma rápida y lo más cuidadoso que pudo, Arisugawa presionó su pene, esperando causarle el menor dolor posible. Arashi tuvo la sensación de que algo dentro de ella se rompió, era su inocencia que se iba...
No hubo sonido que delatara la dolorosa incomodidad que la invadiera, solo su expresión y las silenciosas lágrimas demostraron que no todo había sido placer para la sacerdotisa.
* Ya pasó, amor. *
Fueron las dulces palabras que su amante le susurró al oído.
Permanecieron unos momentos sin moverse y en absoluto silencio, esperando a que Kishu se acostumbrara a tener toda la hombría de Sorata enterrada en su cuerpo.
Hasta que el muchacho comenzó a moverse, primero lentamente, luego con ansia, rapidez y fuerza. El constante ir y venir de aquella espina varonil había logrado que la mujer gimiera intensamente, en tanto los labios del Dragón volvían a probar los pechos de su amada, mordiendo con ligera fuerza los duros pezones.
Fue cuestión de tiempo para que el amante dulce, cuidadoso y preocupado se convirtiera en uno fuerte y ansioso, que la penetraba sin compasión, embistiéndola como si fuese la última vez, y de hecho... así podría ser; sus destinos siempre penderían de un hilo.
Sorata se olvidó de todo y se entregó por completo a llevar a cabo su fantasía, su mayor deseo... hacer suya a su querida Arashi, quien solo sujetaba las sábanas y las retorcía, tratando de soportar las deliciosos embistes del muchacho, mientras su vagina aceptaba con placer aquella espina varonil que entraba y salía constantemente de su interior provocando que indescriptibles gemidos de gozo inundaran la habitación.
Se miraban a los ojos y se besaban a cada segundo; Sorata seguía penetrándola hasta lo más profundo de su ser y sus lenguas se entrelazaban con frenesí, ambos inducidos por la lujuria y el placer.
* Ah, Sorata !!... * _Pronunció entre gemidos._ * ... sigue, por favor, sigue. *
Cada estocada la hacia suspirar; la desesperación se volvió casi insoportable al sentir como una oleada de placer y excitación volvían nuevamente a invadir su cansado cuerpo.
* Oh !, Sorataaa !!... *
Un nuevo orgasmo recorrió la frágil figura femenina; el cuerpo de Kishu se tensó, arqueó la espalda con lo que el miembro de su amante se hundió un poco más en ella.
Cansada, se dejó caer sobre la cama, respirando agitada mientras Arisugawa seguía bombeando lento, como tratando de relajarla.
* Te amo tanto Sorata, tanto !!... *
Al escuchar a su amada, el señor del trueno la estrechó con todas sus fuerzas, besándola con desesperación mientras un amplia sonrisa de felicidad adornaba su rostro.
Arashi lo miraba embelesada, sus ojos violeta brillaban intensamente gracias al sentimiento que crecía en su pecho. Manteniendo aquella sonrisa, el Dragón del cielo continuó penetrándola con mayor fuerza y ansiedad.
La excitación se estaba volviendo insoportable.
Sintiendo como el miembro masculino seguía deslizándose dentro de su cuerpo en un vaivén casi desquiciado, y como los testículos del joven golpeaban su carne, la sacerdotisa solo pudo apretar los dientes y cerrar fuertemente los ojos... otro orgasmo la recorrió, la sensación era tan deliciosa como las anteriores. Las paredes de su vagina se contraían apretando el pene de su amante, brindándole un placer casi insoportable.
Sorata no pudo más, entró en ella un par de veces más y luego se detuvo en seco; con la mirada casi perdida y las pupilas contraídas, dejó que el semen retenido escapase de su duro miembro y se alojase en la vagina de la mujer, que con gusto lo recibió.
El Dragón había alcanzado el punto cumbre del placer, ese placer que nunca llegó a imaginar tan intenso y agotador. Salió del cuerpo de la sacerdotisa y se recostó a su lado; estaba tan cansado, ahora solo quería relajarse entre los brazos de aquella hermosa mujer... su mujer.
~*~
~*~
~*~
Se hallaba recostado sobre los suaves pechos de Arashi, descansaba tranquilamente después de haberse entregado por completo.
El silencio era lo único que podía escucharse en la oscura habitación; la quietud acompañaba los pensamientos de dos amantes preocupados por su futuro. Bien sabían que no era fácil escapar del destino y que si una vez lo hicieron, quizá no volverían a tener tanta suerte.
* ¿Crees que Kamui nos haya escuchado?. *
El joven de Kouya se atrevió a romper el silencio con una pregunta cuya respuesta sinceramente poco le interesaba, solo quería escuchar la fría voz de su compañera.
* Lo dudo. * _Le contestó mientras acariciaba sus rebeldes cabellos._ * No pasa mucho tiempo aquí, sabes?. *
Y de nuevo regresaron al tranquilo pero incómodo silencio.
Sorata quería hablar, pero temía el rumbo que fuese a tomar dicha conversación, estaba consciente de que la sacerdotisa no deseaba tocar el tema de su agonía, mucho menos de que las predicciones de su abuelo seguían latentes. Pero no podía evitarlo; si hablaba del futuro tenía que considerar un adiós... la muerte; si hablaban del pasado era inevitable recordar la pelea en que ambos casi mueren.
* Tuve... tanto miedo. *
Sorata se abrazó más fuerte al desnudo cuerpo de Arashi. Su sincera confesión no podía ser más cierta, en su agonía la terrible sensación del miedo lo invadió por completo.
¿Por sentir la muerte tan cerca?: ¡no!, un hombre como él, que siempre tuvo presente que moriría por una mujer, no sentiría miedo por una pequeñez como esa.
Su temor era el no volver a ver el hermoso rostro de Arashi; sentía que la vida se le iba y la batalla aun no terminaba... ¿quién la protegería?, ¿quién?.
Fue peor cuando despertó y la vio junto a él; creyó estar en el paraíso. Pero entonces nuevamente lo atacó el temor, en su mente cruzó la idea de que ella también había muerto... y se odió, porque creía que no la había protegido como tanto prometió.
El muchacho cerró fuertemente los ojos mientras hundía el rostro en el cuello de su amante, embriagándose con su delicioso aroma a mujer. Ella no dijo nada, ni siquiera lo miró; Sorata se limitó a suspirar con tristeza.
¿Por qué no le decía nada?, deseaba tanto saber como se sentía ella, pero la sacerdotisa permanecía tranquila, observando al techo con fijeza.
Resignado, el amo del trueno se disponía a ser vencido por Morfeo, pero el suave toque de las manos femeninas sobre su espalda le arrebató el sueño.
Arashi lo acariciaba con sutileza y tranquilidad, aunque su mirada seguía fija sobre el techo, parecía que su mente divagaba una y otra vez, totalmente perdida en sus recuerdos.
* Sorata. *
Y escuchó su dulce voz, tan tranquila, tan seria y fría, pero con un aire de felicidad.
Kishu quería decírselo, aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón. Decirle que estaba infinitamente agradecida, no por que sacrificó su vida por ella, no!, sino por que estaba aquí, vivo... eso, eso era lo que en verdad la hacía feliz... que el hombre al que amaba, estuviese con ella, el no haberla dejado sola, que por fin, al menos por un momento, por un solo instante pudiesen amarse.
Arashi le regaló a Sorata tres simples palabras que lo llenaron de felicidad.
* ...Gracias por vivir. *
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
He aquí mi primer hijo... jaja, bueno, es que me tardé exactamente nueve meses en terminar la historia ^^.
No quedé muy conforme con el final, pero mi inspiración se fue T-T.
Quizá se deba al hecho de que me basé en la película y hace poco pude ver la serie completa, lastima que los finales son totalmente distintos ToT.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 02 de Agosto de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
No debería estar aquí _C1_
![image](https://64.media.tumblr.com/d9d33b23233d4d5b5b571c8aad2ff19b/14999c50353f6295-9d/s400x600/5c40820315c87ed265bda34400c8dc04e3560b59.jpg)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Fuma & Arashi
Sinopsis: Tenía la solida decisión de terminar con su vida, y es que ya nada importaba; sin esa persona su existencia no tenía sentido... no debería estar aquí.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Hay situaciones en la vida que llamamos capricho o culpa del destino. Pero una mujer como ella ya no creía en el destino, no después de que sufrió por esa expresión y que todas las personas que amó, murieron tratando de escapar de su destino.
““No debería estar aquí.""
Pensaba.
Arashi estaba confundida pero más que eso realmente molesta consigo misma.
Cuatro años desde la batalla de 1999, y aunque había evitado esta ciudad, terminó pisándola. Lo único que quería era olvidar Tokio, le traía muchos recuerdos la mayoría tristes.
Primero fue al muelle y luego a la torre de Tokio. Nostalgia y tristeza abrazaron su corazón, si lo que quería era superar su miedo, su rencor a esta ciudad, pues había fallado.
* Kore. *
Una voz la hizo dejar a un lado sus pensamientos.
* Uhm, arigatou. *
La sacerdotisa tomó la taza de té que le ofrecía su anfitrión.
““No debería estar aquí.""
Se repitió mentalmente mientras bebía un poco.
Frente suyo el muchacho mantenía su mirada clavada en ella, que miraba a un costado precisamente evitando encontrarse con los ojos de él.
Lo odiaba, ¿qué no era obvio?. Y sin embargo había aceptado su invitación. Ir a una cafetería o un restaurante hubiese sido mejor, pero en cambio estaban en la casa del chico, el templo Togakushi.
* Y. . . ¿cómo has estado?. *
Arashi no supo ni de donde sacó el coraje para preguntarle aquello e iniciar la conversación.
Su acompañante alzó los hombros, desde aquella batalla sus días eran una constante confusión y arrepentimiento por todo lo que hizo.
Y pensaba, pensaba mucho en las atrocidades que a sus manos habían manchado de sangre.
* Y también. . . he pensado mucho en ti. *
Al escucharlo decir semejantes palabras, Arashi soltó la taza cuyo contenido se derramó sobre la pequeña mesa.
* Ah, gomen ne. *
Susurró para de inmediato limpiar la mesa; su mano hizo contacto con la de su anfitrión cuando este pretendía, al igual que ella, limpiar el pequeño desastre.
La sacerdotisa quiso retirar su mano, asustada, más él la sujetó entre las suyas, diciéndole que desde hace mucho tiempo deseaba verla y que fue una grata coincidencia que se encontrasen en la torre de Tokio.
* Quería disculparme contigo. *
Las palabras sinceras del muchacho no hicieron más que abrir las heridas que la chica creía sanadas.
* Eso no me devolverá a Sorata. * _Le dijo ella, apretando fuertemente los puños mientras miraba a un costado, sus ojos violáceos llenos de dolor y resentimiento._ * Lo siento, pero creo que es mejor que me vaya. *
* No, por favor. *
Él la quiso sujetar de la mano, intentando una vez más disculparse, más Arashi había perdido toda paciencia y alejó al muchacho con un manotazo, impidiendo que siquiera la tocase.
* Ya déjame en paz. * _Le gritó, histérica._ * Sorata está muerto por tu culpa y yo, yo. . . *
Kishu terminó llorando, llena de tristeza.
Él se acercó a ella, rodeándola con sus fuertes brazos tratando de consolarla, aunque seguramente él era el menos indicado para hacerlo.
* Suéltame. *
Le gritó ella, moviéndose violentamente, no soportaba sentirlo cerca y sin embargo, la tristeza y el dolor fueron más fuertes porque terminó llorando desconsoladamente bajo su abrazo.
* Lo siento en verdad, sé que no hay nada que pueda hacer o decir para aliviar tu dolor. *
Arashi solo lo escuchaba mientras su voz se quebraba por el nudo en la garganta que ya comenzaba a dolerle.
““No debería estar aquí.""
Pensó nuevamente, ya sin fuerzas para evitar aquel abrazo que intentaba ayudarla a seguir adelante.
Entonces, por primera vez se miraron directamente a los ojos.
* ¿Por qué haces esto?. *
¿Cómo podía él explicarle?.
Le hizo daño a las personas que más quería: Kamui y Kotori. . . estaban muertos y no podía disculparse con ellos e irónicamente no había nadie más cercano a ellos que él.
Pero con Arashi. . .
* No puedo disculparme con Sorata, pero sí contigo. *
La sacerdotisa entrecerró los ojos, dejando que todo el dolor fluyera. Desde que su amado murió, ésta era la primera vez que lloraba.
* Lo siento, yo. . . no te puedo perdonar. *
El muchacho frunció el ceño. Para él esto era más difícil de lo que parecía. Buscaba desesperado el perdón, la absolución de sus pecados. De su mejor amigo, de su hermana incluso. . . jamás tendría la oportunidad de pedirles perdón.
““Creí que con ella sería más sencillo, pero me doy cuenta de que es todo lo contrario."" _Pensaba, resignado a cargar con sus culpas por el resto de su vida._ ““Le quité al hombre que ella amaba.""
¿Cómo pudo pensar que Arashi le daría su perdón?.
Lleno de tristeza, se aferró a la frágil figura de la chica, acomodando la cabeza entre el cuello y el hombro de la mujer. Que agradable sensación la de tenerla entre sus brazos. El estar así con ella le resultaba algo nuevo y maravilloso. . . sintió el deseo de no soltarla jamás.
Y fue ese deseo lo que lo llevó a buscar los labios de la sacerdotisa, probándolos con tranquila dulzura.
Arashi se quedó helada al sentir semejante atrevimiento, se movió intranquila tratando de alejarse del muchacho, pero sus labios eran suaves y su cuerpo tan cálido y ella necesitaba a alguien que le ayudase a soportar la ausencia de Sorata.
Entonces terminó correspondiendo aquel beso prohibido, aferrándose a la agradable sensación que este hombre le regalaba, mientras un pensamiento se negaba a borrase de su mente. . .
““No debería estar aquí, no con él. . . con Fuma.""
Así es, Arashi se dejó llevar y estaba besándose con el asesino del hombre al que amaba, aquel que hizo efectivo el destino de Sorata. . . Fuma Monou.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
¿Qué tal la pareja?.
Sí, lo sé. . . es horrible !. ¿Cómo pude escribir una historia entre Arashi y el asesino de Sorata?, y más siendo yo una fan indiscutible de sorashi.
No recuerdo en verdad de donde demonios me inspiré para hacer este fic, pero aquí esta. No me odien T_T.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 11 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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|| Capítulo 2 ||
No debería estar aquí _C2_
![No Debera Estar Aqu _C2_](https://64.media.tumblr.com/d9d33b23233d4d5b5b571c8aad2ff19b/07c9aac49cd44379-be/s400x600/5628fe502fd39f5f92e1c3aca911eaeab49ae29e.jpg)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Fuma & Arashi
Sinopsis: Tenía la solida decisión de terminar con su vida, y es que ya nada importaba; sin esa persona su existencia no tenía sentido... no debería estar aquí.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Las ropas habían quedado olvidadas en la sala, y ellos. . . los jóvenes ahora en la habitación del muchacho, disfrutaban del agradable contacto piel con piel.
Estaban traspasando la barrera de lo prohibido, más hacía un buen rato que habían dejado de pensar en lo qué estaba bien y en lo que no.
* Ah, Fu-Fuma. . . *
Arashi gimió entre sorprendida y agradada al sentir como su compañero deslizaba un par de dedos por la parte externa de su vagina, separando tranquilamente los pliegues. Encontrando el hinchado clítoris; lo acarició delicadamente, haciéndola gemir cada vez más fuerte.
* Eres linda, realmente adorable !. *
Munou le susurró al oído mientras palpaba uno de los pechos de la sacerdotisa y continuaba frotándole el clítoris.
Fue tanto el placer que aquellos delicados contactos provocaban, que la sacerdotisa terminó aferrándose a Fuma, gimiendo complacida con el orgasmo que la había invadido.
““No debería estar aquí.”” _Pensaba la joven._ ““Mucho menos haciendo esto. . . con él.””
En ningún momento se borró de la mente de Arashi que el hombre que la abrazaba era el asesino de Sorata, que las manos que ahora la acariciaban alguna vez estuvieron manchadas de la sangre de su amado.
Y sin embargo ella no podía detenerse ni dar marcha atrás.
Y movida por el placer, simplemente se aferró a Fuma, besándolo con desesperada pasión.
Mentiría si dijese que por el momento se estaba olvidando de Sorata, pero lo cierto es que quería estar con este hombre, enredarse en su cuerpo y caer exhausta entre sus besos y caricias.
* ¿Realmente puedo, Arashi?. *
Le preguntó el dragón de tierra, confundido y perfectamente consciente de quien era él y que la mujer entre sus brazos lo odiaba.
Más la única respuesta que recibió fue la total entrega de la mujer en un beso tranquilo y dulce.
Entonces, Fuma no lo dudó más. Sujetando a Kishu por la cintura, la sentó sobre sus caderas.
* Mmm, Fuma. . . *
Un suspiro que escapó de los labios de la sacerdotisa al sentir la hombría del muchacho, cuya punta se frotaba contra su sexo, acariciando sus pliegues íntimos.
* Me gustas. . . mucho !. *
La voz de Fuma sonó ronca, mientras recordaba la vez aquella en que intentó matarla, controlado por su agresiva personalidad. . . estaba celoso de Sorata. Aun ahora lo estaba.
Pero hoy todo era diferente, era él quien la tenía entre sus brazos, era él quien la besaba con desesperada necesidad, quien la acariciaba con delicadeza como a lo más preciado e importante que se posee, y era él quien suavemente la penetró, haciéndola suya.
* ¡ Ahh, por Kami !. *
Arashi arqueó la espalda, llena de placer, llena de él. Hacía tanto que no estaba así con un hombre.
Y movida por ese placer que creía haber olvidado, al que juró haber renunciado, meció las caderas con fuerza, clavándose ella misma la dura hombría del ahora tranquilo dragón.
Era grande, duro y caliente, y la sacerdotisa se estaba volviendo loca de placer, tanto. . . que tan solo por esos momentos se había olvidado de su rencor hacia el muchacho.
Se dedicó a llenar de besos su atractivo rostro al tiempo en que suspiraba y jadeaba cada vez más agitada, recibiendo agradada cada estocada que su amante gustoso le daba.
* Arashi, Arashi !!. . . *
Fuma no se cansó de susurrar, entrecortado por el esfuerzo, el nombre de la adorable chica que se aferraba a su cuerpo. Sentía que si no lo hacía, ella se evaporaría como pasaba en sus pesadillas.
““O peor aun, que ella se dé cuenta de lo que está haciendo y se aleje de mi.””
Con este pensamiento, Fuma la abrazó con fuerza, negándose a soltarla, a renunciar a ella.
Así, comenzó a empujar fuertemente sus caderas, enterrando la totalidad de su pene en la suave intimidad de su amante, mientras desesperado aprisionaba en su boca el pezón izquierdo de la chica, succionando con lujuria y necesidad.
Sus rostros rojos por el esfuerzo, el erotismo del momento y sus cuerpos que, cansados, no pudieron prolongar más el divino placer y postergar el orgasmo.
Arashi gritó el nombre de su amante al tiempo en que se abrazaba a él y lo llenaba de besos; su vagina contrayéndose por el fuerte placer, apretaba constante el miembro del dragón quien, tras un gemido ronco, dejó que su esperma llenase alojase en el interior de la joven de largos cabellos.
~*~
~*~
~*~
Había sido tan intenso y hasta hermoso de cierta manera.
Y con sus cuerpos aun unidos, se abrazaban con fuerza, negándose a dejar que sus miradas se encontrasen.
El arrepentimiento llegó al instante para Arashi; lágrimas resbalando por sus mejillas teñidas de carmín.
¿Cómo pudo hacer esto?, ¿cómo pudo traicionar así a Sorata, a sí misma?.
““No debería estar aquí. . . no debí entregarme a Fuma.””
Pensaba, torturándose cuanto podía, arrepentida de sus actos.
Él era un asesino, le había quitado a Sorata. Debía odiarlo, odiarlo con todas sus fuerzas y sin embrago. . . buscó sus labios, ansiosa por probar la amarga dulzura que encontró en ellos.
Con suavidad, Fuma secó las lágrimas de la chica mientras le regalaba una pequeña sonrisa.
* Creo que te amo !. * _Le dijo él sin dejar de mirar sus hermosos ojos._ * Por favor, déjame intentarlo. . . *
Una suplica que volvió a desencadenar la pasión.
Los amantes volvieron a mecer las caderas en un frenesí de placer que se negaban a reprimir.
Más aun con el erotismo y el deseo que Arashi sintió por Fuma y entregarse a él una vez más y por completo, un pensamiento seguía atormentándola. . .
““No debería estar aquí.””
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Siento que este capítulo es muy pequeño y casi sin lemon. Claro, la pareja me entristece, pero me intriga.
Como sea, el siguiente capítulo es el desenlace.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 11 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 3 ||
No debería estar aquí _C3_
![image](https://64.media.tumblr.com/d9d33b23233d4d5b5b571c8aad2ff19b/ada14d0f17ba0a21-1e/s400x600/607b8b9bf32c078992a5cb54f0a33e7d04652210.jpg)
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Fuma & Arashi
Sinopsis: Tenía la solida decisión de terminar con su vida, y es que ya nada importaba; sin esa persona su existencia no tenía sentido... no debería estar aquí.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 3 ::.
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Lloraba en silencio, completamente destrozada por algo que, irónicamente, había disfrutado.
““Incluso sé que volvería a hacerlo.""
Arashi sacudió la cabeza, esperando que con eso fuese suficiente para deshacerse de impuros pensamientos. Sin embargo fue en vano, el recuerdo de la piel de Fuma aun estaba tan vivo en ella, haciendo que lo añorara.
El sentimiento de culpa, el reproche y la incredulidad se resumían en una simple pregunta. . .
* ¿Por qué?. *
Susurró, su voz quebrándose por el nudo que se había aferrado en su garganta.
¿Por qué lo había hecho?, ¿por qué lo había aceptado?, ¿por qué le correspondía los besos y las exquisitas caricias?, ¿por qué lo había disfrutado tanto?. . . ¿por qué tenía la sensación de que lo volvería a hacer?.
Y confundida miraba a su amante, quien dormía tranquilo a su lado, el mismo que la abrazaba aun vencido por el sueño, Y ella que lo permitía.
¿Cuántas veces imaginó darle muerte?, y ahora. . . nuevas lágrimas mojaron sus mejillas.
Arashi abandonó el lecho; ya no podía soportar estar junto a él, pues deseaba hacer el amor con Fuma otra vez. Debería ser un crimen, pecado. . . el desear al asesino del hombre al que se amó.
La verdad es que la sacerdotisa no pudo seguir; un pensamiento rondaba su mente.
Estaba decidida. . . no había marcha atrás.
~*~
~*~
~*~
* Arashi!!. *
El nombre de la sacerdotisa escapó de los labios del dragón; estaba agitado.
Había sido una pesadilla horrible e intolerable, escalofriante en verdad. . . la misma de siempre. . . Arashi bañada en sangre; él le había hecho daño.
Todos estos años vivió con la conciencia manchada, misma que no lo dejaba vivir en paz. Y aunque les hizo daño a tantas personas: Kamui, Kotori. . . era con Arashi con quien se sentía más culpable y arrepentido.
Quizá fue por el remordimiento de conciencia que terminó enamorándose de ella. La expresión llena de tristeza, siempre lo miraba con rencor, reprochándole, culpándolo.
Le dolía. . . y ahora. . .
Fuma respiraba agitado, tratando de asimilar que todo había sido un mal sueño.
Buscó a su compañera; el lugar a su lado estaba vacío.
* Arashi. *
Su voz venía cargada de tristeza, convencido de que la chica se había ido, dejándolo quizás para siempre.
Más su corazón pareció detenerse por un instante, su cuerpo tembló violentamente y sus ojos desteñidos delataban el miedo que lo recorría.
Susurrando el nombre de su amada, abandonó la cama para ir en busca de la mujer de largos cabellos; un mal presentimiento lo estaba matando. . .
No entendía cómo es que supo que la encontraría en el templo, pero así era.
Con una yutaka cubriendo su hermoso cuerpo, Arashi lo miraba fijamente. Sus bellos ojos violáceos se mostraban opacos. Tristeza y rencor en su mirada, justo cómo la recordaba, pero también había arrepentimiento y. . . ¿amor?.
* Onegai. . . * _Le susurró ella, extendiendo la espada sagrada del dragón de tierra._ * Termina con mi dolor. *
* ¿Estás loca?, suelta esa espada. *
* Es que. . . ya no puedo más !!. * _Gritó, su voz quebrándose mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, no podía olvidar a Sorata._ * Te odio, lo he hecho siempre y sin embargo. . . me entregué a ti. No podría seguir con esto; con el tiempo llegaría a amarte y no puedo permitir eso, así que. . . *
Fuma la miró con tristeza, ahora se daba cuenta de que él solo la hacía sufrir.
* No me pidas eso. * _Le dijo él, su voz sonaba dura, aunque un aire de tristeza acompañaba sus palabras._ * Yo te amo !. *
Arashi se estremeció al escucharlo decir eso otra vez.
Y dudó por un momento, a pesar de todo ésta era una difícil decisión. Morir y reencontrarse con su amado Sorata o vivir y rehacer una nueva vida al lado del dragón de tierra.
Pero ya estaba dicho, con mirada decidida, le pidió una vez más. . .
*Si en verdad me amas, mátame... acaba con este sufrimiento.*
* No, ya te dije que no puedo. *
* ¿Por qué?. *
Gritó la mujer, llorando con desesperación; de seguir así, terminaría rogándole que la matara porque ese era su más grande deseo, morir a manos del mismo hombre que le quitó a Sorata.
* Le prometí que viviría. * _Susurró, acaparando la atención de Fuma Monou._ * Que yo sería una prueba de que él había existido. . . ahh, pero no puedo, yo no debería estar aquí, así que, por favor. . . termina conmigo. *
Fuma la miró con seriedad; resignación.
Ella aun amaba al monje de Kouya. No podía soportarlo, cómo tampoco podía seguir viendo cómo la chica se moría de dolor.
Entonces se acercó a ella y tomando la espada sagrada, la empuñó contra la joven.
El dragón retiró la espada casi de inmediato, solo fue un instante; fue suave, ni siquiera sintió dolor.
Arashi perdió el equilibrio y cayó en los brazos de Fuma, quien la sostuvo con suavidad, con todo su amor.
* Gomen nasai, Arashi. . . en verdad lo siento. *
Le dijo él, sin poder contener las lágrimas.
* No digas eso, yo. . . estoy feliz. . . * _Ella le acarició el rostro; sus hermosos ojos violáceos brillando intensamente._ * Siempre pensé. . . que aquel que acabase con mi vida debería amarme mucho, más que nadie, porque entonces terminaría con mi sufrimiento. *
* A-Arashi !!. *
* Arigatou, Fuma. . . *
La felicidad desbordaba en los ojos de la mujer, quien delineó los labios de su ahora asesino, esos labios que la besaron con suavidad.
La sacerdotisa le sonrió sincera mientras cerraba los ojos y descansaba sobre el pecho de Fuma, luego solo hubo silencio.
El muchacho aun estrechaba a la bella mujer que, sin vida, yacía entre sus brazos.
Sus ojos opacos, oscuros cómo los del Kamui que alguna vez fue.
Ahora sí ya nada lo ataba a este mundo y la idea de alcanzar a su amada lo estaba sofocando con desesperación.
Tomó la espada sagrada tan decidido a terminar con su vida, como lo estuvo por el mundo y los humanos. . .
Ya nada importaba y es que, sin Arashi, él no tenía nada que hacer aquí, Fuma pensaba que él. . .
““No debería estar aquí.””
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por fin he terminado con este tormento. Un desenlace bastante dramático, pero es que la pareja no estaba destinada a ser feliz, mucho menos Arashi.
No tengo planeado escribir nada más sobre este anime, pero quien sabe de aquí a unos años. . . todo depende de mi loca imaginación.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 11 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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![Good Luck, Arashi!](https://64.media.tumblr.com/dd09e172115b1b978babe394e9807bb2/tumblr_pm0ijq5puF1tq6wnt_500.jpg)
Good luck, Arashi!