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Aqu No Es As

Aquí no es así

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Anime: X-1999

Rating: M

Pareja: Sorata & Arashi

Sinopsis: Songfic. One-shot. Una pequeña conversación entre Kamui y Sorata, después de la primera noche que este último pasara con la sacerdotisa.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Un joven alto y de físico casi perfecto sale de una de las habitaciones de una hermosa mansión. Esta casi envuelto en vendajes, de seguro el día anterior tuvo una pelea bastante fuerte con alguno de sus enemigos.

¿Quién le curó las heridas?...

Una sonrisa picara aparece sobre su adolorido rostro... fue ella, la joven sacerdotisa del templo de Ise, quien se encargó de hacer sanar todas sus heridas... y su corazón.

.................................................................................

* ¡ Sorata-san !; por dios ¿qué te hicieron?. *

Dijo alarmada la mujer cuando vio a uno de los Dragones de Cielo subir casi a rastras las escaleras. Se apresuró para ayudarlo a llegar a su habitación donde a duras penas dejo caer el pesado cuerpo del joven sobre la cama.

* Mira nada más como te dejaron. ¿Quién fue esta vez?. *

Las palabras de la chica lo hicieron reír entre gemidos de dolor; era verdad, no importaba contra cual de los Dragones de Tierra peleara, siempre le regalaban al menos una herida de recuerdo.

* Seishirou. * _Confesó_.

* Qué?, ¿estás loco?!!; él es mucho más fuerte que tu... pudo haberte matado !!. *

La joven de cabello negro sorprendió a su aliado con aquellas palabras que guardaban un aire de tristeza. Arisugawa entreabrió los ojos solo para ver los profundos ojos preocupados de la jovencita.

* Ja, ja, ja... despreocúpate, Nee-chan, nadie me matará antes de que logre saber que es lo que realmente piensas de mi; auch, oye... *

La sonrisa del joven se borró al sentir alcohol sobre su adolorida piel; Arashi había comenzado a tratar el cuerpo malherido del muchacho, mientras prestaba y no prestaba atención a las quejas de este por su dolor.

* Nuestro cuerpo es tan frágil como el de cualquier otro ser humano; tu poder no te protegerá de un golpe certero... por favor, ten más cuidado no vuelvas a... *

* Arashi, no... *

* ¡ Sorata-san !. *

La jovencita repentinamente se lanzó llorando a los brazos de su amigo provocándole cierto dolor a este; soportándolo gracias al hecho de tenerla a ella entre sus manos, preocupándose por él.

* Arashi... *

La llamó para que lo mirase a los ojos y de inmediato ambos sintieron una extraña fuerza que los hacia acercarse más y más entre ellos, hasta que finalmente sus labios se unieron por primera vez.

Ambos se estrechaban con cuidado; Sorata sabia perfectamente que su fuerza era descomunal y la veía tan frágil que temía lastimarla, aunque, jaja, el que estaba siendo lastimado era el, a pesar de que la joven trataba de no pegarse mucho al cuerpo del chico debido a los golpes que este tenia; no podía evitarlo... ya no podía separarse de el.

.................................................................................

Sorata abrió los ojos tratando de dejar atrás aquellos recuerdos, no lo logro.

Se dirigió lentamente a la planta baja del lugar hasta llegar a la cocina donde se preparó un café sin azúcar, amargo en verdad; necesitaba despertar puesto que aun soñaba despierto con lo que verdaderamente ahora era su realidad.

Así caminó hasta la estancia encontrándose con uno de los Dragones de Cielo: Kamui.

* Hay algo bueno en el televisor. *

Preguntó el joven más alto mientras miraba el aparato y se sentaba a lado de su amigo.

El otro joven no respondió, ni siquiera parecía haberse percatado de la presencia de Arisugawa, por lo que este siguió insistiendo obteniendo al cabo de un rato que Shiro pronunciase algo...

* ¿Dormiste bien anoche, Sorata?. *

Al señor del rayo se le subieron los colores; la pregunta la había formulado aun sabiendo la respuesta. ¿Qué se proponía con ese comentario?.

.................................................................................

Se habían besado por largo rato, y las manos de ambos se habían más que familiarizado con el cuerpo del otro. El chico ya no traía puesta la camisa, ni los tenis, solo le quedaba el pantalón; mientras que ella había quedado totalmente desnuda hacia ya varios minutos.

Los labios del joven la recorrieron completamente, deleitándose con el sabor a juventud que en ella vivía.

* Aahh, ¡ Sorata !... *

Los primeros gemidos de la noche salieron de la boca de la mujer, quien ya no pudo gemir más fuerte debido a los labios de su amante que se posaban insistentemente sobre los suyos.

Las palabras de amor por parte del hombre no hicieron falta ni sobraron, pero ella... se mantenía en silencio. Para Sorata, el solo hecho de que estuviese con el aquella noche era suficiente motivo para saber que también lo amaba, tanto como para permitirle el que la besara y tocara con deseo y desesperación; tanto como para atreverse a pasar la noche con el; tanto como para dejar que fuese el primer y único hombre en tenerla... solo para él.

.................................................................................

* Ahh, sí... muy bien. *

Kamui cambio de canales una y otra vez sin buscar uno en especial; estaba aburrido y la presencia del otro Dragón lo incomodaba un poco; aunque quizás el le ayudase a entender mejor que era lo que debía hacer como Dragón de Cielo.

Shiro sabía que Sorata había sido arrebatado de sus padres y que desde pequeño había tenido conocimiento de su condición como Dragón de Cielo, que había sido educado y entrenado especialmente para pelear contra los Dragones de Tierra y en el día prometido... y aun más, sabia perfectamente que moriría ya fuese protegiéndolo a él o a la mujer que amase... eligiendo su propio destino al escoger la segunda opción.

* Sorata... estás de acuerdo con ser Dragón de Cielo?. *

* ¿Qué?. *

* Me refiero a que... ¿cómo debo actuar ahora que lo soy?, que debo proteger y por qué?. Desde que Kotori murió, pienso que ya no tiene caso seguir. Qué caso tendría si la mujer a la que amo ya no esta aquí?. No entiendo nada, no sé que hacer.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Vienes caminando y no sabes tu destino;

Conquistando sueños, sueñas llegar a ser deidad.

Sigues caminando sobre viejos territorios,

Invocando fuerzas que jamás entenderás.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Arisugawa volteó a ver a su compañero, se recargo sobre el sofá con las manos sobre la cabeza mientras cerraba los ojos intentando pensar en lo que iba a decir.

Se tomo su tiempo. Comenzó a recordar todo lo que había sucedido desde que se reunieron uno a uno todos los Dragones de Cielo. El fue el primero en acercarse a Kamui, quizá por ello el chico le tenia la confianza suficiente como para preguntarle aquello, para hacerle esa confesión.

Recordó que Shiro llego caminando tranquilamente, aparentando no preocuparse por nada ni nadie y sintiendo todo lo contrario. El pobre no tenia ni idea del porque debía regresar a Tokyo, en pocas palabras desconocía su destino, el destino que le esperaba como Dragón.

Así como al mismo tiempo el primer sueño de Hinoto había sido conquistado por el chico... su llegada inevitable.

Todos lo esperaban, tanto Dragones de Tierra como de Cielo y es que el haría que la balanza de poderes se inclinara a favor de alguno de los bandos.

Poseedor de aquel poder, lo trataron como el más fuerte de los Dragones, más que eso, como una deidad, sí... una deidad de muerte y destrucción, o bien, deidad de salvación y vida... no le sorprendería que Shiro llegase a sentirse como tal.

Y ahora el esta aquí, con los Dragones de Cielo; continua caminando tranquilamente por la ciudad sin saber que hacer, ni el porque sigue aquí.

Frecuentemente ha estado en los puntos clave de las peleas, aquellos viejos territorios; invocando su poder espiritual, poder mágico para derrotar al enemigo, lográndolo siempre que lo ha intentado. Pero, el mismo nunca ha entendido esa fuerza, seguro que jamás la entenderá.

* ¿Cómo quieres que responda eso?. *

Le dijo finalmente el señor del rayo. Kamui lo miro con seriedad; ese chico era extraño, pudiendo ser a veces todo un idiota, o dicho de otra forma, una persona normal; y otras tantas se comportaba como el más apto para ser el líder del grupo, después de Subaru, claro.

Shiro insistió en que Sorata le diera respuesta pero solo fue ignorado por este hasta que...

* ¡ Maldición !, Sorata, deja ya de pensar en Arashi al menos por un momento. *

Al escuchar aquellas palabras, la sonrisa que tuviese el Dragón de Cielo se esfumó inmediatamente de su rostro; a cambio de ello abrió los ojos repentinamente con sorpresa.

.................................................................................

El chico comenzó a comerse a besos los labios de la mujer que se encontraba frente a el. Sin detenerse un solo instante recorrió aquella delicada figura con sus manos, delineando los contornos y las curvas de la joven, queriendo memorizar aquella perfección humana.

Llevando desesperado las manos hasta los senos de la mujer, sintiéndolos y estrujándolos sin dejar en paz los labios de Kishu en ningún momento; saboreando el interior de su boca con la lengua, sintiendo la humedad de los labios y escuchando los persistentes gemidos por parte de la chica, gemidos que solo lo incitaban a continuar.

Arisugawa se arrodillo frente a la chica solo para que su rostro quedase frente a los firmes pechos de esta, mirándolos fugazmente y lanzándose de inmediato a atraparlos con sus labios. Arashi gimió levemente ante aquel contacto entre los labios de Sorata y su tibia piel.

Reincorporándose el joven repentinamente para volver a besar aquellos labios que tanto ansiaba; dejando a sus manos viajar con libertad por todos los rincones de la sacerdotisa e introduciendo los dedos medio e índice en la vagina de esta sin siquiera romper el beso.

La joven abrió desmesuradamente los ojos cuando sintió aquel movimiento por parte del muchacho; sonrojándose de inmediato y entregándose de lleno a la placentera sensación que los traviesos dedos del Dragón le hacían sentir, y todo esto mientras sus labios buscaban los de su pareja con desesperación.

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Las mejillas del mayor de los Dragones se tornaron rojas; su rostro denotaba sorpresa ante las palabras de su amigo. ¿Qué tanto sabia de el?, es que acaso leía su mente o algo parecido?.

Kamui, sin perder la seriedad que lo caracterizaba, sonrió triunfante ante un compañero al que la palabra "atrapado" apenas y lo describía.

Shiro continuó con su lista interminable de dudas e inseguridades que le externaba al joven Arisugawa.

El mayor de los jóvenes de cierta forma entendió a su amigo. Este chico ni siquiera había sido entrenado o por lo menos advertido de su destino era lógico que no entendiese nada de lo que sucedía. Esa era la gran diferencia entre ellos.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor;

Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor....

Pero aquí... no es así, ahh.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Sorata cerro los ojos, parecía enfadado o por lo menos fastidiado de aquella situación. Aun recargado sobre el sofá comenzó a hablar con Kamui, aunque sin siquiera abrir los ojos.

* Tu vienes de un lugar donde la tristeza no existe. *

El dios del trueno delato el punto clave del problema de su amigo. Todas las dudas de Shiro el las tenia bien claras en cuanto a su persona, y es que conocer y aceptar su destino le hacia ver las cosas más claras.

Kamui venía de un lugar donde el sol no quemaba como en Tokyo durante las batallas, donde el calor no podía sentirse mientras que en este lugar debilitaba; eso se debía a que nunca antes se vio en la necesidad de pelear... más aun si se pensaba en la muerte.

Aquel lugar donde nunca tuvo que sacrificar su sangre por un ser amado. Aquí lo intento y no logro nada, solo ver morir a la única mujer que llego a amar.

Llegó a Tokyo solo para encontrar muerte y destrucción, para presenciar como el mundo que disfruto de pequeño se desmoronaba... tan solo para ver como sufrían sus amigos.

Sorata mostró una expresión de severa seriedad como si estuviese enojado con su compañero. No podía darse el lujo de dudar en su misión como Dragón.

* Pero... ¡ aquí no es así, amigo !. *

Le dijo finalmente con voz autoritaria.

Les había costado mucho que Kamui, la estrella más poderosa, se uniera finalmente a ellos; ahora no permitiría que este se doblegara ante la incertidumbre que había en su corazón.

Pero Shiro ni siquiera se inmuto con la dura expresión del otro Dragón, no lo convencía del todo; el chico desvió la mirada por un momento, se cruzó de brazos y mientras cerraba los ojos preguntó:

* Me dirás que estas dispuesto a sacrificarte por ella... aun cuando no logres cambiar su destino. *

Una ligera sonrisa de incredulidad apareció en el rostro de Kamui.

Ante aquella cuestión, Sorata le miro fulminante. La pregunta estaba de más, no importaba más su vida, solo la de ella y la protegería sin titubear.

Arisugawa desvió la mirada para no contemplar más a su compañero; no tenia porque soportar aquellos comentarios tan directos y que de cierta forma le hacían recordar una y otra vez la responsabilidad tan grande que ahora llevaba a cuestas.

Era verdad!, estaba totalmente dispuesto a sacrificarse por ella, no importaba si sus esfuerzos por lograr que su vida se prolongara después de la batalla eran inútiles. No titubearía en hacerlo como lo hacia ahora su amigo, porque, aun antes de conocerla estuvo más que dispuesto a morir en su lugar; y con lo de la noche anterior...

.................................................................................

La elevó ligeramente sobre el aire al sujetar su cintura con cuidado extremo, y sin dejar de besarla la recostó sobre la cama de la habitación.

Ya no pudo esperar, tomó su miembro erecto y lo guió hasta la entrada de la mujer... la necesitaba con ansias.

Arashi lo sintió entrar lentamente en ella, permaneciendo pasiva para solo mirarlo con los ojos semiabiertos mientras sentía la mano derecha de Sorata tomar la suya para poco a poco aprisionarla en su puño cerrado, entrelazándolas. El chico cerro los ojos para luego guiar sus labios hasta los de Kishu y besarla. Entrando lentamente en su cuerpo con cada empuje y movimiento de cadera, cada vez más profundo haciendo que ambos respiraran con dificultad.

Los gemidos aumentaban en número y volumen conforme el muchacho ingresaba cada vez más al fondo de la mujer.

Un quejido un tanto más fuerte de lo normal se dejo escuchar en el instante en que Arisugawa aumentaba la fuerza de sus penetraciones. La chica apretó con fuerza la mano de su amante mientras lo miraba con cierto dolor en su rostro.

* Lo siento. *

Dijo el Dragón sin dejar de ingresar al cuerpo de la mujer, dándole un profundo beso para callar su dolor.

Al cabo de un rato los sonidos que emitía la pareja se habían vuelto más constantes. A Sorata no le sorprendería que los demás escuchasen todo el ruido que el y su amante estaban armando.

.................................................................................

Si, desde la noche anterior solo había reafirmado su convicción de protegerla y su amor hacia ella.

Ya entendía!, la habitación de Kamui estaba muy cercana a la de el; entonces los había escuchado, por ello tantos comentarios acerca de su relación con la chica.

* Sí. Me sacrificaría por ella con gusto. *

Respondió Arisugawa a la muy anterior pregunta de su compañero.

Shiro lo miro fugazmente para poco después levantarse del sofá y salir de la estancia. La conversación con el otro Dragón no le había servido de mucho, pero....

* Kamui... *

La voz de Sorata se escuchaba para impedir que su amigo saliera del lugar, aun había algo que debía decirle....

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Vienes caminado ignorando sagrados ritos,

Pisoteando sagrados templos de amor espiritual.

Largas vidas siguen velando el sueño de un volcán;

Para un alma eterna cada piedra es un altar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Aquel Dragón representante del trueno se reincorporo para dirigirse hasta la ventana. Con las manos dentro de los bolsillos del pantalón, mirando hacia el jardín, se dispuso a hablar no sin antes cerrar los ojos para pensar solo en ella.

El reflejo de ambos jóvenes sobre la ventana denotaba lo tensa que se había vuelto aquella situación, así que Sorata finalmente habló...

Shiro llegó caminando de un lugar donde, comparado con este, no existe el dolor. Simplemente viajó hasta aquí sin saber lo que le esperaba; ignoraba los ritos sagrados de lucha a muerte de los Dragones por mantener con vida a sus seres queridos. Ignorando, de igual forma, el sagrado rito de amor hacia Arashi por parte de él, y peor aun, sin entenderlo.

Arisugawa menciono también, que su amigo pisoteó los que consideraban templos de pelea espiritual, pero también fue capaz de pisotear su amor por ella, cuestionando la entera decisión de Sorata de morir por el bienestar de la chica.

En cuanto a su inseguridad por ser un Dragón de Cielo, debía entender que sus vidas existían con el único propósito de que el sueño de los Dragones de Tierra, seres que poseían la furia de un volcán, permanezca pasiva, tranquila.

Por ello, si sus almas se volvían eternas y renacían para cumplir ese propósito, debían tener la sabiduría y amor total por la tierra, al grado de considerar a cada pequeña piedra como un altar; es decir, apreciar los detalles que significan vida.

Kamui miro a su amigo con seriedad por largo rato. No entendía... y aun así sabia que las palabras de su compañero significaban lo que uno de los Dragones de Cielo entendió por su destino. Ahora el debía descubrir su propia lógica, su propia razón para ser uno de los siete sellos.

* Pero... si deseas saber a quien debes proteger. Solo permanece atento a los movimientos de Fuma, aun puedes salvarlo, no todo esta perdido para el... o bien, te queda Subaru... *

Le dijo Arisugawa mientras se retiraba de la estancia, dándole la espalda y con esto evitar percatarse del rubor en las mejillas de Kamui. Ese tipo, más que aconsejarlo sobre su situación, le hizo ver que tenia más problemas que su simple condición de sello; y el muy desvergonzado solo se alejo levantando ligeramente la mano derecha sobre el aire

Aun así esas palabras le abrieron los ojos a Shiro. Después de todo no importaba si todos los demás morían, con haber salvado a las personas que amaba era más que suficiente y lo único importante, para el. Aunque sonara egoísta... los demás no importaban.

Con este pensamiento el chico siguió observando el televisor, como antes, sin ponerle la más mínima atención; tan solo ordenaba sus ideas.

Por su parte, Sorata entro a su habitación esperando que Arashi ya no estuviese dentro; conociéndola trataría de evitarlo haciendo de cuenta que no había pasado nada entre ellos.

Pero, para suerte suya, la mujer estaba ahí esperándolo con tan solo ropa interior cubriendo aquel delicado cuerpo de mujer que el tanto amaba. El chico quedó hipnotizado de inmediato sin poder apartar la mirada de aquella joven que permanecía frente a el.

* Sorata. *

Así que de pronto la voz de la chica lo desenvolvió de aquel trance; avanzando hacia el y besándolo sin esperar a que este dijese algo, solo uniendo sus labios mientras enredaba sus brazos al rededor del cuerpo de su novio.

Al sentir aquel detalle proveniente de Kishu, Arisugawa se vio a si mismo envuelto en la situación en que había dejado a Shiro, y en la que alguna vez se encontró atrapado...

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,

Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.

Pero aquí... no es así, ahh.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Hubo un momento de su vida en que, al igual que Kamui, no sabia si su deber de Dragón de Cielo era el correcto y eso que el había sido entrenado especialmente para eso. Después de todo en el templo de Koya vivió una niñez y adolescencia muy felices; nunca le hizo falta nada, hasta tenia el cariño del que consideraba su abuelo.

Pero aquí en Tokyo todo era tan diferente, el sol quemaba el alma en cada batalla, y el calor que parecía del infierno de su destino lo desesperaba... hasta que la conoció a ella, aquella vez que la vio por primera vez.

Ella, tan hermosa, con una compostura y seriedad inquebrantables; el aire de tristeza que solo el pudo ver, que solo el podía entender.... que lo envolvió en las redes del amor de inmediato.

Se burlo del destino al elegirla como la mujer por la que moriría. La verdad es que la amo locamente desde ese instante.

* ¿Cómo la pasaste anoche?. *

Le preguntó el joven, aun con los ojos cerrados, sin que dejaran de besarse; entonces la chica recordó el clímax de tan agitada noche...

.................................................................................

Era la primera vez que se le entregara a un hombre y aun no podía creer cuán placentero podía llegar a ser unir su cuerpo al de Sorata.

Hacía varios minutos que había roto su himen y el dolor se había esfumado gracias a las constantes penetraciones que el chico realizaba. La piel interna de la mujer reaccionaba con los roces del pene de Arisugawa en cada entrada.

Las manos del joven se mantenían firmes y aferradas a los senos de Kishu mientras seguía ingresando en ella con fuerza. A pesar de sus heridas el chico daba lo mejor de si para complacer a su chica; supo que lo había logrado en el momento en que ella develo una sonrisa de paz entre aquellas frenéticas embestidas.

Un nuevo "te amo" emergió de los labios de Sorata al mismo tiempo que empujaba con más fuerza al interior de la mujer y la besaba profundamente. Arashi no pudo reprimir los gemidos constantes a causa de un orgasmo recorriendo su intimidad y que le hacia sentir escalofríos en la totalidad de su cuerpo.

El cansado cuerpo femenino cayó pesadamente sobre el de Arisugawa ocasionándole a este un ligero dolor debido al contacto con sus heridas.

La chica respiraba apresurada y aun así estaba dispuesta a continuar con aquel ejercicio entre ambos cuerpos. El Dragón la miro agitado también; le sonrió ligeramente para luego besarla larga y agradecidamente.

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Arashi rompió el beso y con el rostro envuelto en tonos rojos observo a su novio sonreír ante la pregunta que le había hecho. La chica frunció el ceño para después darle un leve golpe en el costado a su compañero, provocando con esto que el muchacho se quejara debido al dolor de sus recientes heridas.

El rostro de Kishu denotaba cierta preocupación por su hombre, se apresuro a disculparse por la broma que le había jugado al chico y a cambio solo obtuvo una sonrisa forzada por este. A la chica no le quedo más que sonreírle al joven y luego besarlo suavemente.

Sorata la estrecho entre sus brazos para seguir besándose; en cada caricia, en cada contacto entre los labios de aquellos enamorados, Arisugawa dejaba todo su amor más allá de los delgados labios femeninos.

Contra sus verdaderos deseos la dejo tranquila para permitirle vestirse completamente; con cualquier prenda que llevara puesta, fuera un uniforme o ropa casual, formal e informal, ella le parecía el ser más hermoso que hubiese pisado la agitada tierra, y lo mejor es que le pertenecía solo a el.

Aun así le gustaba más verla sin prenda alguna, con la piel pegada a su cuerpo, desnuda solo para el... eso le gustaba mucho más.

Salieron de aquella mansión tan solo para dar su primer paseo juntos como pareja. Algo que debieron hacer antes de dormir juntos pero.... el orden en que sucedan las cosas no afecta estas, a fin de cuentas se amaban.

Pasaron un par de horas en un parque, sin decir ni hacer nada, solo abrazados; Arashi recostando la cabeza sobre el hombro del joven Dragón, pensando en todo lo que habían pasado desde que se conocieron y al punto que había llegado su relación apenas la noche anterior.

Kishu miraba a la nada, sumida en sus pensamientos dejo que una sonrisa apareciera en su rostro; cerrando los ojos apretó más el abrazo que mantenía con su pareja desde hacia ya largo rato...

* Te amo... Sorata !. *

Confeso casi en un susurro.

Al escucharla, Arisugawa sintió como si el corazón le dejara de latir y de inmediato trabajara con latidos más fuertes y continuos. Se sonrojo como nunca antes mientras, con nerviosismo, atraía hacia él el rostro de la joven para buscar sus labios y encontrarlos... con una suave caricia; encontrarlos... con amor.

Mantuvo los ojos cerrados, dejándose llevar de la mano por sus sentimientos y experimentaba en sus recuerdos la dicha de la velada anterior...

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* Lo siento. *

Susurro Arashi disculpándose por el dolor que le había causado al chico al olvidar que este se encontraba herido. El Dragón aparento no escuchar aquellas palabras demostrando que su condición física no impedía que el y la mujer se amasen hasta el cansancio.

Reinicio las penetraciones que habían cesado apenas un par de minutos atrás para que de inmediato ambos se vieran de nuevo envueltos por el deseo y la pasión. Colocándose otra ves sobre ella, Arisugawa ingreso con insistencia y rapidez al cuerpo cansado de su mujer para así ocasionarle un nuevo orgasmo a esta. Arashi se aferró al chico al mismo tiempo que le rogaba que no se detuviera; así, al cabo de unos minutos, Sorata salió del cuerpo de la chica para inmediatamente después dejar que el semen, retenido por todo aquel tiempo, emergiera de su miembro.

Con un movimiento inesperado de la joven, que degustó el sabor de aquel liquido al permitir que ingresara a su boca sin que Sorata siquiera lo pidiese, termino aquel desate de sentimientos.

El Dragón se recostó y termino rendido sobre la cama ante el cansancio y dolor de sus heridas. A la chica solo le quedo mirarlo incrédula en aquella graciosa situación; sencillamente se acurrucó a su lado abrazándole e intentando dormir tan profundamente como el.

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Al dejar los labios de Kishu en libertad solo pudo observar los ojos de esta. Las pupilas de Sorata brillaban ante la extraña sensación de las palabras que la chica le dijera hacia unos instantes.

Tenia deseos de gritar y brincar de felicidad y al mismo tiempo solo deseaba besarla de nuevo. Más sin embargo lo único que pudo hacer fue abrazarla con fuerza y agradecerle infinitamente a Kami-sama por permitirle amarla, tenerla y sentirla antes de morir.

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Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,

Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.

Y vienes desde allá donde no sale el sol, donde no hay calor,

Donde la sangre nunca se sacrificó por un amor.

Ahh, ahh, ahh.

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Era verdad. En Koya jamás tuvo que soportar el sol hacer hervir su sangre por el coraje de una batalla... sin calor.

Y si no hubiese salido del templo seguramente no tendría que sacrificar su sangre a cambio de que Arashi saliera bien librada de aquella gran carga que representaba su condición de sello, de Dragón de Cielo.

Demo... aun así, en este lugar, en este infierno la conoció y se enamoro de ella; así que el llegar a Tokyo y estar destinado a ser un Dragón de Cielo tuvo un punto a su favor, uno muy bueno y el único al cual dar importancia...

Se sintió afortunado de encontrar su propia lógica; una verdadera razón para proteger la tierra.

Solo se lamentaba el que Kamui cayera en la confusión de su existencia y deber desde el momento en que Kotori muriera, ese hecho lo hizo cuestionarse acerca de su vida y la de los demás.

O si era mejor no hacer nada por salvar el planeta y que los Dragones de Tierra destruyeran todo.

Solo... solo quedaba esperar a que encontrara una nueva razón para vivir y pelear; después de todo, Fuma aun estaba vivo y aun no dejaba de ser, en el fondo, el amigo inseparable de Shiro.

Por otro lado se encontraba Subaru... de el dependía mucho que Kamui volviese a amar y sentir deseos de proteger a alguien... ambos se necesitaban mutuamente. Tan solo quedaba que el joven Dragón se diera cuenta que las cosas, aquí... no son así, así de sencillas, de tranquilas y felices... aquí en Tokyo, más que vivir por el amor, se moría por este, y siendo Dragones de Cielo solo tenían dos opciones:

Morir por el simple hecho de cumplir su destino como sellos...

O sacrificar la sangre por la persona más amada.

Sorata lo comprendió y reafirmo con más fuerza desde la noche anterior...

Todo sea por Arashi !!.

Finalizado.

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Tema: Aquí no es así.

Interprete: Caifanes.

~*~

¿Qué hice por dios?.

Este fanfiction más bien debió titularse Flash back, y es que está plagado de ellos. Traté de mezclarlos con el presente sin hacer signos de separación entre los flash back y la conversación entre Sorata y Kamui.

Y por si fuera poco, el Lemon resulta bastante excluido.

Creo que Shiro y Arisugawa son buenos amigos y que el mayor le ha ayudado bastante al más poderoso de los Dragones de Cielo.

Ah sí !!, las insinuaciones sobre algo entre Subaru y Kamui se me vinieron a la cabeza después de ver un par de mangas.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 9 de Julio de 2002.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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4 years ago

Los pecadores más felices del mundo

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Anime: Angel Sanctuary

Rating: M

Pareja: Setsuna & Sara

Sinopsis: One-shot. Me duele el corazón porque somos culpables, llenos de pecado y aun así... los más felices del mundo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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. . . ADVERTENCIA . . .

Este fic contiene amor filial; NO estoy a favor de él, ésta solo es una historia ficticia, con personajes ficticios, que no debe pasar más allá de la simple lectura.

~*~

No les habían dejado otra salida, así que se escaparon juntos, de todo, de todos.

Ángeles y demonios, bah!; ellos eran, quizás, los que menos le preocupaban al joven, Setsuna Mudou. Fue la maldita moral, las normas de la estúpida sociedad que no lo dejaban ser feliz al lado de su hermana.

¿Hermana?, no, eso no, ya no más. . .

-Solo somos dos adolescentes que pretenden amarse, solo eso.-

Pensaba, tratando de justificarse, pues aunque ansioso, también estaba consciente de que esto estaba mal, tenía miedo y, debía admitirlo, le resultaba un poco extraño estar así con Sara.

* Setsuna, espera. *

La voz dulce de su chica lo sacó de los profundos pensamientos que en ese instante lo envolvían.

* No puedo esperar más, Sara. *

El rubio apretó fuertemente la mano de la joven.

Esto era lo que siempre soñó hasta casi volverse loco, y ahora. . . no podía contenerse.

Las manos del muchacho se aferraban a la cintura de la mujer, moviéndose de arriba hacia abajo, haciendo que la chica suspirara.

Tanto deseo llevó al mayor de los hermanos a besar, casi delirante, el cuello de su compañera al tiempo que trataba de quitarle el lindo vestido azul que llevaba, más por la ansiedad y los nervios, simplemente no pudo. Y fue Sara quien se despojó a sí misma de casi todas sus prendas, conservando tan solo las pequeñas pantaletas. Haciendo gala de sus perfectos senos, adornados por sonrosados y duros pezones, como pidiendo ser explorados, y claro, Setsuna no lo pudo evitar. . .

* Ah, onii-chan. *

La chica suspiró entrecortada.

Su compañero palpaba y estrujaba cariñosamente sus pechos, amasándolos a placer.

Y volvieron a besarse, ahora con más pasión, con más deseo, casi hasta a acabarse el aliento. Tenían la extraña sensación de que debían hacerlo rápido, porque quizás se arrepentirían en cualquier momento, o peor aun, que esta sería la primera y única vez que pudiesen amarse. Y esa era una sensación que sinceramente le daba miedo a Setsuna.

Más ahora, en este instante, nada en el mundo, ni ángeles, ni demonios, ni mucho menos los tabúes, podían frenar el ferviente deseo que el muchacho tenía por su hermana.

Así, el joven se atrevió a deslizar sus labios sobre los cálidos pechos de la que pronto se convertiría en su amante; besando tranquila y cariñosamente el pezón izquierdo, mordiendo y succionando delirante casi al final.

Por su parte, la pequeña Sara no podía hacer más que abrazar a su apuesto hermano; acariciando su rebelde cabello, reteniéndolo allí para hacerla gozar de este pervertido amor.

* Ah, Setsuna, por favor. . . * _Le hablaba ella entre jadeos._ * . . . te necesito ahora, ¡ te necesito ya !. *

Apenas la escuchó, Mudou se detuvo un momento para fijar su mirada en los bellos ojos de la dama que yacía, voluntariamente prisionera, bajo su cuerpo. Que feliz era al saber que ella compartía el mismo sentimiento que lo quemaba y consumía cada día.

Se arrepentía tanto de haberle roto el corazón.

- Aunque hubiese sido por su bien.-

Pensaba el muchacho, mientras miraba endiosado y deseoso a su chica; ya no su hermana, ya no, ya no más.

Setsuna acarició con ternura una de las mejillas de Sara, para luego trazar un amoroso camino de besos que inició en los labios de la joven, pasando por su cuello, deteniéndose por largo rato en los pechos femeninos y finalizando en la intimidad de la rubia, quien jadeó fuertemente al sentir la lengua masculina deslizarse de arriba hacia abajo en toda la extensión de su abertura vaginal.

Clavándose dentro suyo de vez en cuando, le causó un placentero cosquilleo.

* Maravilloso, Setsuna. . .  ¡ oh, amor !. *

La chica respiraba agitada, gimiendo por el gozo que envolvía a su cuerpo.

Y ella misma terminó pidiéndole que la penetrara, que entrara en su cuerpo para volverse uno solo. Si fue el placer intenso, o el inmenso amor que tenía por el ángel, no importaba, solo, solo. . . sabía que lo necesitaba.

El mayor miró a su dulce y pura hermana; estaba sorprendido, ligeramente confundido, podía decirse que la desconocía, Sara no era así, y sin embargo ahora. . .

-Parece desesperada, esta totalmente dominada por la lujuria.-

Pensaba el muchacho, creyéndose el culpable del drástico cambio en la actitud de su compañera, y aunque así era de alguna forma, no era razón suficiente para considerar la posibilidad de no ir más lejos.

* Oni-chan, por favor. *

Más de pronto, la voz de la joven formó una suplica que sacó al muchacho de sus pensamientos, despejando también cualquier duda que aun envolviese su pobre corazón.

Así, Setsuna guio cuidadosamente su pene a la vagina de la chica, presionando con suavidad, entrando en ella poco a poco.

* ¡¡ Oh, mi amor !!, anhelé tanto este momento. *

Al escucharla, el ángel lo entendió realmente.

La chica no era dominada por la lujuria, era el amor lo que la desesperaba, ese pecaminoso amor que no les permitía estar juntos; a ello se debía su ansiosa impaciencia.

Mudou sentía la calidez de la intimidad de su pequeña hermana, quien lo abrazaba con fuerza y delicadeza a la vez; jadeó excitado por la caricia tan placentera, complacido con la estrechez de la vagina femenina y peleando contra el desesperado deseo de clavar totalmente su hombría en el cuerpo de la chica.

-Oh, kami-sama, después de esto. aceptaré el castigo que decidas, pues no me arrepiento del enorme pecado que ahora mismo estoy cometiendo. Soy feliz. . . soy muy feliz.-

Bellos pensamientos de la chica Mudou; a pesar de lo culpable que se sentía, no iba a renunciar a Setsuna y a su amor por él.

Y simplemente no podía entender como podía estar mal algo que se sentía tan bien y que además la hacia inmensamente dichosa.

* ¿Cómo puede ser esto un pecado, si es maravilloso?. *

Sin darse cuenta, lo que debió ser solo un pensamiento, escapó de los suaves labios de la mujer, formando una oración.

Entonces, Setsuna la miró fijamente; melancolía y tristeza reflejaban sus ojos. En su cabeza, aun sonaban las palabras de su madre. . . que si quería que Sara terminase en el infierno. . .

Claro que no.

* Por eso quise alejarte de mi, yo. . . *

* Sshhuu. *

El muchacho fue callado por un dulce beso de su amada y reconfortado por los brazos de la misma que lo rodearon tranquila y cariñosamente.

* Ya no pienses más en eso, no tienes nada de que preocuparte, pues yo también te amo. *

Le dijo ella, acariciando con ternura una de sus mejillas.

Él solo sonrió, olvidándose de todos sus problemas y concentrándose por completo en hacerle el amor a la chica entre sus brazos.

Logrando controlar sus fuertes deseo y lujuria, la penetró dulcemente, con suma suavidad y paciencia, robándose la virginidad de la joven sin causarle mucho dolor.

Así, Setsuna miraba complacido como su pene se deslizaba ya sin problemas, dentro de aquel hermoso cuerpo; entrando y saliendo en un ritmo constante, cuyo roce entre sus sensibles pieles, los acercaba poco a poco al éxtasis.

* Oh, Setsuna, no quiero que esto termine, nunca, nunca. . . *

Fueron las palabras de la chica, quien, debido al placer, se movía intranquila bajo el cuerpo de su amante, su propio hermano.

Sus lindos pechos subiendo y bajando, moviéndose al compás de su agitada respiración; ante la delirante escena, el ángel no pudo contenerse, y dejando caer todo el peso de su cuerpo sobre la frágil figura de la mujer; dejó a sus labios y lengua juguetear un poco con aquel perfecto par de pezones, lamiendo uno mientras apretaba el otro.

Su miembro seguía refugiado en la cálida vagina de Sara, aquella que le estaba regalando la caricia más intima que pueden compartir un hombre y una mujer.

Le estaba regalando placer, le estaba regalando su cuerpo y su voluntad. . . le estaba regalando todo su amor.

Setsuna estaba más que complacido y satisfecho al ver como su hombría se enterraba en el cuerpo de la chica, cuyos ojos reflejaban un brillo intenso, radiante de felicidad, felicidad que la embargaba por el solo hecho de sentir a su hombre dentro suyo. Definitivamente nunca olvidarían este momento.

De pronto, el joven de rubios cabellos comenzó a jadear con fuerza; el placer se estaba volviendo cada vez más fuerte, casi insoportable.

El constante roce entre sus sexos por fin los había hecho llegar al máximo gozo. . .

Habían comenzado a moverse, aumentando la velocidad de la penetración; Sara se mordió el labio inferior para no gritar , mientras la respiración de ambos se agitó y les costaba jalar aire. Los amantes estaban temblando.

Sara retorció las sábanas de la cama que la soportaba a ella y a su amante, y lanzando un suave gemido, sintió como las paredes de su vagina se contraían con fuerza, gracias al orgasmo que la estaba recorriendo por completo.

Y Setsuna, por su parte, disfrutaba de la intensa y exquisita sensación de sentir como su pene era aprisionado por el delicado sexo de su hermana, llevándolo a el mismo a embestirla con más fuerza, hasta que su propio orgasmo lo hizo colapsarse agotado sobre el cuerpo de su amada, al tiempo que el semen corría libremente dentro de la joven, provocándole una sensación tranquilamente placentera.

Exhausto, con los ojos cerrados, Setsuna dio un largo suspiro.

Permanecieron abrazados por un buen rato, sin palabras que adornaran el aire, tan solo el entrecortado sonido de la respiración de ambos.

Irónicamente, aquel momento, por bello que fuese, también resultaba incomodo, pues aunque se sentían llenos y completamente felices, aun estaba la pequeña espina del pecado.

Eran hermanos y ese era un lazo que difícilmente iba a desaparecer, por mucho que se amasen.

* ¿Te arrepientes?. *

Preguntó el muchacho.

La incertidumbre acerca de los pensamientos de su hermana, lo hacia temblar.

* Ie. *

Ella negó con la cabeza para luego besarlo con ternura, dejando que él descansara la cabeza sobre sus senos.

Así, desnudos, abrazados sobre la cama de un hotel, ajenos estaban al mundo que les impedía amarse.

Habían cometido uno de los peores pecados, y sin embrago, no se arrepentían.

-Somos felices.-

Pensaban los enamorados.

Una tranquila sonrisa plasmada en sus rostros.

Sí, se merecían el infierno después de esto, más eso era algo que poco les importaba.

Por ahora, tan solo por ahora, querían seguir así, pues al menos, en este mundo, serían los pecadores más felices.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Basado en los ovas, cuando Setsuna y Sara se escapan juntos; el ángel dice esta frase y poco después se ve a los dos jóvenes sobre la cama, para luego despertar. . .

Lo hicieron y mi mente no pudo dejar de imaginar como 7w7.

Por supuesto este es un tema muy delicado, después de todo son hermanos, muchos creerán que una historia con una pareja como esta es simple morbo, más yo la considero una historia muy triste y si han tenido la oportunidad de ver los ovas, lo entenderán.

Tengo la sensación de que este fic está muy suavecito, quizá por lo difícil del tema ¬¬'.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de "Fallen Angel".

Totalizado el 01 de Septiembre de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Chantaje

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Aizen & Rukia

Sinopsis: One-shot. Lo que Sosuke Aizen desea lo obtiene; y la jovencita frente a él, semidesnuda sobre la cama, no es la excepción. Aunque para ello tuviese que forzarla a compartir su cama... a cambio de salvar a su padre de la ruina económica.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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Lo que Sosuke Aizen desea, Sosuke Aizen lo obtiene.

Y la jovencita frente a él, semidesnuda sobre la cama, no es la excepción.

Desde que la vio por primera vez, sin saberlo o quererlo, ella atrajo su atención. Kuchiki Rukia es una jovencita bellísima, pequeña y frágil, orgullosa de su apellido, pero suave y delicada. Y tenía esos hermosos ojos que atrapaban a cualquier hombre, incluso a él, un magnate temido en el Japón por su poderío financiero y sobre todo por las oscuras inversiones y conexiones.

Y gracias a sus tretas, ahora tenía a la chica a su merced.

* ¡ Eres hermosa, divina en verdad !. *

Le dijo él mientras se le acercaba con una sonrisa de superioridad.

* No !!. *

Casi gritó Kuchiki, entre asustada y furiosa, provocando que la sonrisa del castaño se hiciera más amplia. La vio temblar ligeramente ante la inevitable situación; Aizen no sabía si eso le gustaba. Es decir, por una parte le agradaba la sensación de poder, especialmente el que ejercía sobre ella, su nueva muñeca, pero por otro lado, al ver la delicadeza e inocencia de la joven, solo podía pensar en complacerla y ofrecerle el mundo entero, cubrirla con su cuerpo y hacerla gritar su nombre mientras lloraba de puro placer.

Ese hombre nunca se sintió así y no le gustaba pues se sentía confundido y débil. Pero la deseaba. . . demasiado.

* Creo que tenemos un problema, preciosa, porque tu padre irá a la quiebra y. . . *

* ¡ Basta !. *

Le rogó ella con voz entrecortada. No quería recordar la razón del porque estaba en esta situación, aunque el recordarlo era lo único que la mantenía firme.

Odiaba a ese hombre, por su culpa, su familia estaba a punto de perderlo todo. Pero Aizen le había ofrecido salvar a su padre de la humillación de la ruina económica.

““Si tan solo aceptas compartir mi cama una noche…””

Le había susurrado al odio, haciéndola estremecer de asco y pánico.

Fue hace un mes. Ella se negó, claro, pero ver la desesperación en el rostro de Byakuya la hizo resignarse y finalmente aceptar.

Rukia no podía olvidar la sorpresa y satisfacción del empresario una vez que lo buscó en su oficina, y más aún al decirle, sin ser capaz de mirarlo a los ojos, que aceptaba su propuesta. Para su mala suerte, Aizen elevó el costo de “su ayuda”. Ahora no le pedía una noche, sino un fin de semana completo. Y esta era precisamente la primera velada.

El hombre se deleitó con la exquisita figura de la mujercita que yacía sobre la cama, indefensa, frágil y con tan solo el sencillo conjunto de ropa interior negra cubriendo su pequeño cuerpo.

* Encaje !. *

Susurró el castaño, preguntándose si la chica lo había elegido pensando en él. Las sonrojadas mejillas le dieron la respuesta.

Con total parsimonia Aizen deslizó sus toscas manos por las suaves curvas de la pelinegra, haciéndola estremecer de terror y asco. O eso fue lo que reflejaron sus hermosos ojos que ahora se tornaban azules.

Los ojos del mayor recorrieron fugazmente el cuerpo de su acompañante, primero las piernas, tersas y perfectas, su sexo, cubierto por las bragas.

““¡ Me va a costar entra en ella !.””

Pensaba, excitado ante la idea de lo deliciosamente apretado que estaría.

Su mirada se desplazó más arriba por el vientre plano y finalmente se clavó en los pequeños senos que eran apresados por el brasiere.

Sosuke no se resistió más. Posándose sobre la jovencita, se inclinó hasta atrapar el seno izquierdo en su boca, mordiendo ligeramente por encima del encaje.

Rukia reprimió un gemido; una corriente eléctrica la había atravesado al sentirlo, pero no estaba segura de nada. Sentía cierto fastidio ante las caricias de su compañero, cuyas manos iban y venían por su cuerpo, conociéndolo, memorizándolo. Y estaba también su hábil boca que atendía sus pechos por encima del sostén.

Kuchiki no pudo evitar sonrojarse y sentir que su cuerpo ardía en calor que ella no deseaba. Pero también se sentía débil, como si ya no pudiese luchar más contra ese hombre. Y así fue. . . Aizen la atrapó entre sus brazos sin ella poner la menor resistencia. Rukia tan solo yacía allí en la cama, recibiendo gustosa, aunque ella lo negase, las caricias del hombre a su lado.

* Eres exquisita, pequeña mía !!. *

Susurró Sosuke, poco antes de posar sus labios sobre los de la pelinegra en un beso lleno de pasión y lujuria. Ella no supo cómo es que empezó a corresponderle, pero es que debía admitir que ese hombre sabía besar y muy bien. Le encantó sentir la lengua masculina penetrando en su boca, explorando e invitándola a jugar con él.

Las pocas fuerzas y resistencia de la ojivioleta se vinieron abajo al sentir los dedos traviesos de Aizen hundirse en su vulva, hurgando en su intimidad, regalando un intenso placer al entrar y salir de ella con suavidad.

* ¡ Estas mojada !… mucho !!. *

Le susurró entre besos, sin dejar de masturbarla de aquella manera. Y Rukia solo podía gemir ante todas las deliciosas sensaciones que este hombre sembraba en ella.

Los labios del castaño descendieron hasta el sexo de la joven, retirándole las bragas con los dientes e inmediatamente después, enterrando la cara entre las piernas femeninas y enterrando también su lengua en la vulva, degustando el néctar que, por la indeseada excitación, el cuerpo de Rukia liberaba.

* Aahhh !, n-no !, nnooo !!. *

Rukia gritó en medio del placer, aun resistiéndose a este. Pero Aizen no atendía sus suplicas, sabía que ella rogaba, pero que su cuerpo quería y necesitaba más del gozo que él le ofrecía. Así que, la lengua del castaño seguía entrando y saliendo de la intimidad de la Kuchiki, mimando o succionando de vez en vez el hinchado clítoris hasta que la chica fue vencida por un fuerte orgasmo producido por las expertas lengua y boca de su acompañante.

Cuando las sensaciones se calmaron, Rukia respiraba agitada, su mirada perdida en el techo mientras Sosuke abandonaba su sexo y la miraba fijamente. Se relamió los labios, degustando la miel que la pelinegra le dio a beber tras su orgasmo.

Pequeñas lágrimas se amontonaban en los lindos ojos de la joven, eran a causa de la humillación y el coraje.

Con sensualidad y deseo, Aizen le lamió una mejilla, probando la sal de las lágrimas, luego se acomodó entre las piernas de la chica, frotando su duro pene contra la mojada y sensible vulva de la jovencita.

Al sentirlo, Rukia se agitó bajo el musculoso cuerpo de su verdugo. No quería llegar tan lejos, no. Pero la fricción entre el exterior de su sexo y la verga de aquel hombre, estaba nublando por completo su mente.

Sosuke la colocó en cuatro sobre la cama para él acomodarse de tras de ella, restregando su pene contra aquel perfecto traserito.

* No, onegai !... *     _Suplicó ella._     * ¡ soy virgen !. *

* Lo sé. *     _Le susurró él al oído, mordiéndole suavemente la oreja._     * ¡ Por eso quiero tenerte !. *

Tras estas palabras, Aizen empujó con suavidad, clavando en ella tan solo la punta de su pene.

* NOOO !!. *

Kuchiki gimió desesperada. No quería que esto pasara y sin embargo, la sensación de aquel pedazo de carne enterrándose en ella la hacía vibrar. Más el ligero placer duró poco, pues de pronto el castaño empujó fuerte, clavándose totalmente en la vagina de la pelinegra, quien gritó ante el dolor de su virginidad que se iba y la dureza del intruso masculino que la lastimaba.

* I-ittai !… sácalo, ¡ duele mucho !. *

Se quejó con voz quebrada. Sosuke permaneció inmóvil por unos segundos, aguardando a que la chica se acostumbrase a tenerlo dentro suyo. Pero no podía quedarse tan solo mirando su frágil espalda, así que desplegó besos por todas las partes de ese divino cuerpo que estaban a su alcance. Se concentró en la blanca piel del cuello, marcándola como suya.

Cuando los sollozos de Rukia se tornaron en débiles gemidos de placer, Aizen supo que había llegado el momento de gozar en serio, así que comenzó a mover las caderas con suavidad, saliendo casi totalmente tan solo para hundir nuevamente su verga en la cálida intimidad femenina.

Tres, cuatro, cinco estocadas fueron dadas con lentitud antes de que el castaño se desesperara y fuera poseído por la lujuria y el deseo.

Las penetraciones se volvieron más fuertes y constantes, casi brutales, pero igual los gemidos y jadeos de Kuchiki ya no eran tímidos, ahora su voz llena de gozo se escuchaba por toda la habitación del lujoso hotel. Aquella sensual voz era como combustible para que el hombre no cesara en sus embates. Y Rukia había comenzado a pedir más. . . y más duro.

* Así, así… más fuerte !… m-másss !!. *

* Sí, preciosa, es todo tuyo !. . . ¡ toma, pequeña, toma !. *

Decía Aizen, con una sonrisa de lujuria y satisfacción mientras sus grandes manos sujetaban las caderas de su amante y de vez en cuando oprimían con fuerza los redondos y tersos glúteos.

A esas alturas, la misma Rukia se movía casi sincronizada con aquel hombre, lanzando su traserito al encuentro del tremendo y delicioso pedazo de carne viva que la estaba llenando de placer.

* Sí, dame más !… ¡ lo quiero todo !. *

Aizen se pegó totalmente al cuerpo de la joven; su pecho sobre la espalda de la ojivioleta, sus manos se deshicieron del sostén y ahora estrujaban los redondos pechos al tiempo en que sus embates seguían intensos y profundos.

Tanto era el placer de Kuchiki, que algunas lágrimas escapaban de sus lindos ojos. Rukia había sido completamente dominada por la lujuria y había sucumbido ante las debilidades de su propio cuerpo.

Llegó al máximo de su entrega cuando las desesperadas penetraciones del castaño le produjeron un cosquilleo que se expandió a su vientre y luego a todo su cuerpo. La jovencita estaba experimentando el orgasmo más intenso de aquel encuentro y no pudo más que arquearse y gritar su placer y el nombre de su amante mientras este no paraba de clavarse en ella en un delirante éxtasis que estaba consumiéndolo a él también, pues las contracciones del sexo de la pelinegra lo estaban volviendo loco.

Era una sensación tan intensa, como si aquella vagina quisiera succionar el pene entero, y eso era tan delicioso que el castaño no pudo más que rendirse a tan fuerte y placentera caricia.

Así, con un par de gruñidos y su último esfuerzo, Aizen se vació en una abundante venida que llenó la vagina de Kuchiki, quien suspiró agradada de sentir el semen dentro suyo, y poco después, escurriendo entre sus piernas al él abandonar la cálida y suave intimidad. Después, ambos se quedaron sin fuerza y colapsaron, ella sobre la cama, Aizen sobre Rukia.

  No dijeron nada y lo único que compartieron era el silencio y sus agitadas respiraciones.

Aizen se recostó de espaldas sobre la cama, acomodando a la pelinegra sobre su cuerpo. La miraba triunfante y satisfecho, ella seria, un tanto molesta, pero sonrojada. No hubo palabras, fue el brillo en sus miradas lo que confirmó lo que ambos deseaban.

Rukia se acercó a él hasta que sus bocas se unieron.

Kuchiki se acomodó a horcadas sobre el musculoso cuerpo de aquel hombre sin siquiera romper el beso, deleitándose ahora ella con él. Todo mientras el castaño guiaba su verga a la vulva de la chica, que escurría sus fluidos mezclados con los de él.

Y Aizen, duro otra vez, la penetró completamente de una sola estocada, haciéndola romper el beso y gemir al instante. Comenzando ambos a moverse y sincronizar sus cuerpos en otra entrega desenfrenada, llena de lujuria y deseo.

Lo mejor de todo es que el fin de semana apenas comenzaba.

  Totalizado.

 *~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Me encanta esta pareja (aunque no exista ¬¬’).

Me habría gustado que hubiese algo de ellos en el anime, al menos por parte de Aizen, no sé, una insinuación, o que profundizaran más en porque él eligió a Rukia para ir a Karakura y encontrarse con Ichigo, pero bueno, el shounen no es perfecto T-T.

Me gustó como quedó este fic, aunque siento que le di muchas vueltas al asunto, pero creo que está un poquito fuerte y es lo que importa ^0^ .

Quería que el título de este fic fuese en inglés, pero siento que Blackmail no suena muy interesante. . . ¿no? ¬¬’ .

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 30 de Mayo de 2011.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Una promesa para tres años

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Anime: Dragon Ball Z

Rating: M

Pareja: Vegeta & Bulma

Sinopsis: One-shot. Vegeta ya no estaba tan seguro de abandonar ese planeta. Pero no debía tomar una decisión apresurada, después de todo, tenía tres años para pensar en ello y mientras tanto... tener a esa mujer. 

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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Bulma se la pasó trabajando hasta que no pudo más. Eso es lo que ella quería, mantenerse ocupada para no pensar. Así, por primera vez en la vida, la peliazul se rehusaba a pensar, pensar en la última infidelidad de Yamsha, la misma que dio fin a su historia con él.

Cómo deseaba ella no ser el genio que es, ser una total estúpida para poder tragarse la tonta excusa de su ex-novio.

Bueno, total, ya había pasado y ni siquiera le había dolido tanto cómo creyó que debía ser; esa relación era más tormento que nada.

Así fue cómo terminó trabajando en cuanto podía, todo lo relacionado con Capsule Corp., pero esta marchaba a la perfección, así que terminó por quitarle a su padre la responsabilidad de diseñar y construir todos los robots que Vegeta usaba en sus entrenamientos.

Entonces, Bulma agradeció en verdad que el sayajin destrozara en segundos las maquinas, porque así no solo ocupó su mente, sino que se sentía útil en esta futura batalla.

La mujer, incluso comenzó a ver al príncipe de otra manera. Como discutían a menudo sobre el funcionamiento de los robots, pasaron más tiempo juntos del que debían, quizá sin que ninguno se percatase de ello.

Y para cuando se dieron cuenta, ya estaban aquí, sobre la cama y completamente desnudos, él sobre ella, en silencio, tan solo mirándose fijamente.

El mirar de la mujer era más bien de cautela. Bueno, estaba un poco nerviosa, si, pero. . .

""¿En verdad está pasando?, ¿él y yo juntos?.""

Pensaba la joven, aun sin poder creer lo que estaba viviendo.

En cuanto a Vegeta, bueno, su ceño fruncido para variar, no dejaba mucho terreno para indagar que estaba pasando por su mente. Igual, quien sabe desde hace cuanto permanecía célibe. El guerrero necesitaba una mujer, eso era seguro y Bulma estaba ahí. Ella era la única y la más indicada, por así decirlo.

Esa agresividad le gustaba al sayan quien no pretendía acostarse con una chica que temblase de miedo ante él. Al menos la peliazul había dejado de temerle hace mucho tiempo.

""Eso está bien, me divierte.""

Pensó el guerrero mientras una sonrisa de superioridad le cruzaba el rostro.

Bulma se sonrojó, maldita sea, no necesitaba verse a un espejo para saber que así era.

* ¿Qué pasa, mujer?. . . ¿nerviosa?. *

La voz del príncipe sonó burlona y sin embargo tan varonil, esto provocó que el rojo en las mejillas de la mujer se intensificara, no obstante, Bulma fue capaz de enfrentar a ese hombre.

* ¿Por qué habría de estarlo?. *

* Podría matarte !!. *

* Atrévete y a ver quién te ayuda con tu entrenamiento. *

Vegeta alzó una ceja, su sonrisa se había borrado.

Él no necesitaba ayuda, necesitaba oponentes, pero incluso los robots eran más dignos que las basuras que ella tenía por amigos, así que. . .

El joven se dejó de conversaciones estúpidas que no lo llevaban a ningún lado y reclamó entonces los labios de aquella mujer; tan suaves y dulces, que al príncipe le resultaban algo irreal por lo que intensificó el beso, volviéndolo más profundo, exigente, agresivo, de forma casi salvaje, su lengua penetró en la boca de Bulma, obligándola a acompañarlo con la suya.

Fue tanta la brusquedad de ese hombre que incluso mordió el labio inferior de la joven, haciéndola sangrar.

¿Quién iba a pensar que él lo hizo superficialmente?. Vegeta se estaba controlando y sinceramente le estaba costando mucho trabajo. Todo fuese por no matar a la mujer.

""Dios sabe que si no lo hago, tendré que olvidarme del placer que estoy buscando.""

Pensaba el muchacho, una de sus toscas manos palpando el pecho izquierdo de la humana, quien cerró los ojos y gimió agradada.

Ese hombre era fuego, podía adivinar todo el deseo que embargaba a ese hombre en sus negros ojos.

La peliazul dejó a sus manos saciarse de aquel hombre y se enredaron en los alborotados cabellos del sayan, luego, mirándolo fijamente, se dedicó a llenarle de caricias el rostro.

Ella lo consideró atractivo desde la primera vez que lo vio.

""Lo malo no le quita lo terriblemente apuesto.""

Pensaba la chica, sin comprender porque ahora le parecía mucho más guapo.

Luego, sus pequeñas manos siguieron un camino imaginario, recorriendo los marcados músculos del guerrero, deleitándose con esa figura insoportablemente varonil; su fuerte tórax, esa espalda tan amplia que le encantaba y un poco más abajo, apretando su bien formado trasero.

El sayajin emitió un ronco gemido mientras Bulma sonreía traviesa.

Los ojos del príncipe lucían opacos a causa de la lujuria, misma que no pudo controlar.

Vegeta sostuvo por la cintura a la mujer y sin previo aviso, se dedicó a besar los redondos pechos de la humana, quien se arqueó ante la placentera sorpresa, deleitándose con la magia que ese hombre hacía sobre sus sensibles senos, mordiendo, lamiendo, succionando con nula delicadeza.

* Ahh, Vegeta. * _Ese hombre era un bruto cuando se trataba de acariciar a una mujer y sin embargo. . ._ * ¡ Me encantas !. *

Susurró la peliazul, aunque el guerrero parecía no escucharla, pues seguía dedicado a esa tarea de llenarla y llenarse de placer.

Aferrándose a aquella pequeña cintura, el sayan se deleitó con la suavidad de esa criatura, él era un guerrero, así que en su vida no había tenido un contacto con una mujer tan frágil y delicada, le parecían tan insignificantes y sin embrago, ahora no tanto.

Era agradable, en verdad estimulante.

* Exquisita !. *

Dijo él, más para sí que para la mujer, una vez que mordió suavemente el sonrosado pezón izquierdo.

El muchacho alzó el rostro, encontrándose con los azulados ojos de su compañera para esta noche, quien respiraba agitada, temblando, deseosa de más.

* ¿Qué pasa, mujer?, acaso soy demasiado hombre para ti?. *

* Hazlo !. * _Vegeta borró su sonrisa, ligeramente sorprendido ante la petición de la humana, petición que no esperaba._ * ¡ Hazlo ya !. *

Ella alzó la voz; sus hermosos ojos brillando intensamente. Ansiaba a ese hombre, por dios, estaba desesperada por sentirlo dentro suyo.

Vegeta arrugó el ceño.

""¡ Que mujer tan altanera !.""

Pensaba el sayan, ligeramente incomodo de que una simple terrícola lo apresurara y tratase de controlarlo. Pero al menos para sí, él tenía que aceptar que le atraía esa muestra de valor y carácter, lo incitaba y le fascinaba.

Así, Bulma separó sus piernas y Vegeta se posó entre estas, tomando el lugar que la chica le ofrecía. Ella buscó la mirada del hombre, cómo tratando de adivinar que pasaba por su mente en ese momento, más no logró que el mirar del guerrero se posara en ella.

Vegeta se posó sobre la mujer y empujó suavemente las caderas, clavando su espina en la intima flor de la mujer. Bulma arqueó la espalda, recibiendo al hombre; disfrutando el simple hecho de sentir cómo se abría y se amoldaba para él.

La chica no pudo evitar pensar en Yamsha, pues agradecía que Vegeta no hubiese sido el primero, de ser así, el dolor habría sido más grande y eso que el guerrero no aplicaba en su cuerpo ni la milésima parte de su fuerza.

""La destrozaría.""

Meditaba el sayajin, mordiendo el cuello de la mujer bajo su cuerpo, meciendo las caderas en un ritmo pausado, pero fuerte y constante.

* Eres muy grande !!. *

* Por supuesto. *

Los ojos azules de la mujer brillaban ante una emoción en la que se negó a profundizar, y en cambio, se adueñó de los labios del príncipe, negándose a abandonar su boca, luego, dedicándose a llenar de besos el apuesto rostro de su amante.

Él era fuerte, salvaje, bruto, era un hombre insaciable y lo adoraba. Bulma no se sentía completamente consciente de esta entrega, era tanto el placer que ese hombre le hacía sentir, que ella no podía hacer más que empujar las caderas una y otra vez, al encuentro del duro pene del sayajin, refregando su sexo contra ese palpitante miembro viril.

* Mmm, Vegeta. . . *

Bulma cruzó las piernas alrededor de la espalda del pelinegr6o, aferrándose a él. Cerró los ojos con fuerza, soportando el frenesí que nacía de su intimidad y que sacudió su frágil cuerpo.

Su vagina, agradecida, se contraía estimulando la espina del muchacho, induciéndolo a vaciarse en su interior.

Vegeta sonrió satisfecho y agradado, pero había pasado mucho tiempo desde que tuvo a una mujer para complacerlo, así que tenía mucha energía aun. Esa mujer no se iba a librar de él en toda la noche.

* ¿Qué pasa?, ¿es todo lo que me puedes dar?. *

* La verdad. . . * _Le hablaba ella, entrecortada, respirando agitada._ * es que quiero más. *

Tras estas palabras, Bulma comenzó a frotar su cuerpo contra el del sayajin, pegándose completamente a él.

Vegeta podía sentir bajo su pecho los senos de la mujer, y eso lo encendía, lo volvía loco, por Kami.

Y el hombre volvió a empujar las caderas una y otra vez, enterrándose completamente en el delicado y pequeño espacio que esa humana le ofrecía, regalándole este momento.

El guerrero buscó los labios de la mujer, ansioso por degustar su dulce calidez, ella gimió entre el beso, más poco después rompió este. El cosquilleo que la llevo al clímax volvía otra vez. Era el éxtasis más intenso, sofocante y maravilloso que solo un hombre cómo el príncipe sayajin, Vegeta, podía hacerle alcanzar.

* Ahhh, Vegeta. *

Bulma gritó su placer en el nombre de aquel que la poseía con fuerza y desesperación. Las fuertes palpitaciones de su vagina estimulaban y agradaron al príncipe, quien tras lanzar un ronco gemido, liberó su esencia, llenando a la mujer.

Las agitadas respiraciones eran lo único que se escuchaba en la oscuridad, lo único que esos dos amantes compartían ahora.

El sayan seguía con su pene clavado en la vagina de la mujer. Y fue Bulma la que buscó los labios de aquel hombre, probándolos sin ningún problema.

* Comprenderás que esta no será la única vez que te toque, ¿no es así?. *

Ella sonrió sutilmente, ante aquella amenaza, incluso sus ojos brillaban desafiando la oscuridad, ilusionada.

* ¿Lo prometes?.*

Sin dar una respuesta, Vegeta abandonó el cuerpo de su compañera, más no la habitación, ni siquiera la cama. Se quedó allí con ella, descansando de su locura.

Bulma lo miró por largo rato. El era un asesino, sádico, desalmado que solo pensaba en pelear y muy probablemente en destruir la tierra o en el mejor de los casos, conquistarla.

Más no le importó, ella quería estar con él.

""No puedes dejar ir a un hombre que te hace el amor de esa manera.""

Pensaba la joven, sonriendo, cerrando los ojos y durmiéndose poco después.

En cambio, Vegeta se preguntaba aun: ¿cómo pudo involucrarse con esa mujer gritona, mandona y vulgar?.

""Es verdad que es la mujer más hermosa que he visto, no solo de la maldita tierra, sino del universo entero.""

Pensaba el sayajin, recordando esa fragilidad que lo volvía loco.

* Tal vez quedarse aquí no sea tan malo.*

Susurró él para sí.

Vegeta había decidido largarse de este maldito planeta cuando venciera a los androides y por supuesto a Kakaroto, pero después de esta noche ya no estaba tan seguro.

El guerrero cerró los ojos, no tenía caso apresurarse a tomar una decisión, después de todo. . .

* Tengo tres años para pensar en ello. . . y para tenerla.*

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Siempre tuve tantas ganas de escribir mi versión sobre este romance tan desquiciado y querido a la vez.

Creo que está bien, ¿no?, a mi me gustó mucho y es quería describir a Vegeta lo más fielmente posible a su personalidad y no darle sentimientos, los tiene, pero no en esa etapa, al menos no lo demuestra.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de "Fallen Angel".

Totalizado el 09 de Septiembre de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Don’t stop the party. Capítulo 1

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Un fic que estaba guardadito y que ve la luz para “international ichiruki hentai weekend”. IIHWE 2020.

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Anime: Bleach

Rating: M

Pareja: Ichigo & Rukia

Sinopsis: AU. Cuando Rangiku la invitó a su despedida de soltera, Rukia imaginó que la rubia haría algo fuera de lo común, especialmente considerando la forma de ser de su amiga. Pero nunca, jamás. . . imaginó aquello.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 1 ::.

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Cuando Rangiku la invitó a su despedida de soltera, imaginó que la rubia haría algo fuera de lo común, especialmente considerando esa obsesión que tenía por el sexo. Pero nunca, jamás. . .

""... ¡ imaginé esto !.""

Rukia se preguntaba: ¿cómo lo que hace apenas veinte minutos parecía una despedida de soltera común y corriente, había terminado en esto... una orgia, no una verdadera orgy party?.

La pelinegra miraba en varias direcciones, buscando a sus amigas.

Encontró a Orihime sobre la barra, siendo penetrada brutalmente por un peliazul con cara de mafioso al tiempo en que devoraba el pene de un tipo de cabello negro y ojos verdes, quien a pesar del "servicio" que la pelinaranja le hacía, no reflejaba placer alguno en su rostro.

* ¿Quién la viera?, tan modosita e inocente que parece. *

Susurró para sí la ojivioleta, girando el rostro a la izquierda y encontrando a la festejada en el escenario siendo protagonista de una doble penetración en la que Gin la embestía por la vagina y Hisagi la sodomizaba sin compasión. Por la gran sonrisa en su rostro y la saliva escurriendo de su boca, era evidente que la mujer lo estaba disfrutando.

Rukia se agitó. A donde quiera que miraba había personas fornicando, parejas, tríos y un montón de combinaciones. Hombres y mujeres valiéndose de manos y lengua o simplemente de sus genitales para obtener el tan ansiado placer. Era inevitable no sentirse excitada pero igual se sentía sofocada.

Rangiku la había engañado al decirle que no habría nada extremo, pero lo cierto es que la intimidad no existía en medio de tanta locura, incluso había quienes, animados por la lujuria y la pasión, se entregaban a actos lésbicos y yaoi, profiriendo jadeos y gemidos cargados de placer.

Kuchiki miró en varias direcciones buscando una salida, la que fuese, solo quería salir de allí, todo le daba vueltas.

A nadie parecía importarle que todos los mirasen, total, todos allí estaban haciendo lo mismo.

La pelinegra divisó la salida a unos cuantos metros, estaba tan cerca, era cuestión de dar unos cuantos pasos. Y justo cuando bastaba con estirar el brazo, algo, mejor dicho alguien, la detuvo impidiéndole avanzar más, impidiéndole huir.

Rukia podía ver la puerta, tan cerca y tan lejos, pero no podía moverse; unos fuertes brazos la aferraban firmemente manteniéndola pegada a un cuerpo masculino que ella imaginaba perfecto, pues podía sentirlo a sus espaldas. Un torso musculoso y tan duro como un muro, pegado a su frágil espalda, y la verga ya erecta, aun apresada dentro de los pantalones, se restregaba sobre el lindo y perfecto traserito de la ojivioleta.

* No, tame !!. . . *

Kuchiki se mordió el labio para evitar que cualquier sonido de placer la delatara. El toque de ese hombre era delicioso, pero no podía, no debía.

Cuando las grandes y toscas manos se posaron sobre cada uno de los pechos, la joven hizo amago de la poca cordura que le quedaba para soltarse de aquellos brazos. Lo que vino después pasó en cuestión de segundos. . .

Sin finalizar.

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Originalmente, este era un one-shot larguísimo (bueno, no tanto ^v^ ). Preferí dividirlo en unos cuantos capítulos. Este primero quedó, según yo, perfecto. . . y muy "picante" ^¬^ .

No tenía idea de que título poner a este fic, mis opciones eran "Crazy party" o simplemente "Party". Cierta canción, pegadiza, y muy repetitiva ¬¬', me dio la idea. También me gustaba "Don't stop me now" ^^ .

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 22 de Agosto de 2011.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                                 || Capítulo 2 ||


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4 years ago

Porque me pertenece. --Capítulo 1--

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Hao & Anna

Sinopsis: Ella simplemente ha nacido para él, para Hao. Está destinada a él, porque le pertenece, siempre fue así... porque él la ama.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 1: “Boda frustrada” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*  

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* ¿Dónde demonios estoy?. *

Aquellas desconcertadas palabras salieron de su boca.

Recién había despertado y lo había hecho en lugar totalmente distinto al último que vio. Examinó todo a su alrededor, se encontraba en una habitación algo grande, alfombrada de color vino.

Se llevó las manos a la cabeza; sentía un molesto dolor. Entonces se miró a si misma, aun conservaba aquel vestido blanco...

* Es cierto. *    _Recordó._    * Mi vestido de novia. *

Se sentó, abrazando su vestido y sus rodillas.

Intentaba recordar los últimos acontecimientos antes de quedar inconsciente.

~*~

~*~

~*~

Permanecía sentada en el interior de una lujosa limusina, que se encontraba estacionada frente a una iglesia. La rubia sólo esperaba el momento indicado para salir.

 Buscó entre los invitados, descubriendo a un nervioso Yoh mirar en todas direcciones una y otra vez, y cada cinco segundos directo a la limusina. Ella sonrió, debía haber bajado al menos quince minutos antes pero quería hacerle sufrir un rato. Sólo unos minutos pasaron cuando finalmente salió de su “escondite”, mostrando su imponente presencia. Se sabia hermosa, aunque ahora más que de costumbre.

No era vanidad, simplemente puso atención a la forma en que Yoh la miraba, nada fuera de lo normal excepto por el hecho de que él no podía cerrar la boca.

 Luego observó a los demás, y ver la misma expresión de su prometido en los rostros de algunos de sus amigos, la hizo sonreír de forma traviesa.

 * Cierra esa boca, Horo Horo. *

Le dijo al shaman de hielo.

 No podía creer que “él” la estuviese mirando de esa manera. Ante las palabras de la itako, el joven se rascó un poco la cabeza; es que él nunca creyó que ella fuera tan linda. Y bueno, quiso decírselo antes de que se casara con su amigo.

 * T-te ves muy linda !!... Anna. *

Ella pareció sorprenderse; no se esperaba un halago por parte de un chico tan... ¿odioso?.

 En fin, él tampoco se esperaba que la chica le sonriera levemente como respuesta a dicho halago; una sonrisa que tan sólo realzó la belleza de la itako.

 * Arigatou. *

Apenas y logró escuchar el susurro de la sacerdotisa, ella se alejó para “encontrarse” al fin con su futuro esposo.

* Oye, Len. *

* ¿Qué quieres?. *

* Crees que haya alguna otra chica como ella entre los shamanes??. *

El joven chino suspiró. ¿Cómo se le ocurría a su amigo percatarse de cuán maravillosa y bella era la rubia, hasta estas alturas?.

Tao se giró para ver a una pelirrosa que los miraba desde hace rato. Tamao era lo más cercano a lo que su amigo pedía, sólo faltaba que el ainu se diera cuenta.

* Tal vez. *

  Por otro lado, los novios estaban a un par de metros de distancia. Él no podía dejar de mirarla, ya quería que fuese su esposa. Conforme ella se acercaba, el rojo en el rostro del shaman aumentaba.

 Al fin frente a frente, a escaso medio metro de distancia el uno del otro. Pudo admirar esa bella y pequeña sonrisa que la itako le dedicaba a él, a Yoh Asakura.

Él la amaba tanto, y en ese momento sólo deseaba tomar su fina y pequeña mano para entrar juntos al recinto. Así que le ofreció la mano, pero cuando ella iba a estrecharla, algo sucedió....

 Fueron separados por insistentes flamas de fuego que repentinamente se les interpusieron. La fría mirada de la joven se volvió incrédula ante lo que sus ojos veían.

 * Yoh, ¿qué está pasando?. *

* No lo sé. *

 El joven notó la incertidumbre en las palabras de su prometida; quería tranquilizarla, pero él estaba tan confundido como ella.

 * Yo les diré lo que pasa. *

La voz era inconfundible, y el fuego en el lugar era una clara pista.

¿Cómo no se dio cuenta antes?.

 * ¡ Hao !. *

El nombre de su hermano escapó de sus labios. No quería ni pensar en las razones por las que él se había presentado en su boda.

 * Vine por lo que es mío. *

Al escuchar las palabras del amo del fuego, los amigos del novio se apresuraron a protegerlo.

 Debía venir por su alma, cual demonio en busca de condenados. Yoh estaba resguardado por sus amigos; no era lo que deseaba para su boda, pero sin duda pelearía.

 Esperaban ser atacados por el joven de largos cabellos cuando este se lanzó dispuesto a todo... pero no precisamente contra los shamanes. Hao fue directamente hacia la sacerdotisa, a la cual sorprendió al descender detrás de ella.

Anna quiso girarse y enfrentarlo, pero después de eso no supo más....

 El shaman la había golpeado ligeramente en la nuca, dejándola inconsciente. La sostuvo entre sus brazos; tan cerca de ella, bien podía admirar su belleza de forma atenta.

 * No te atrevas a hacerle daño, Hao. *

* ¿Hacerle daño?... sólo vine por ella... *

 Las amenazas de los demás poco le importaban; la miraba sin hacer verdadero caso a las palabras de los presentes.

* ... Porque me pertenece. *

 El shaman observó a su hermano menor mientras sostenía de la cintura, sólo con una mano, a la joven, lo hacia de forma posesiva y desvergonzada. Una pequeña llama apareció en su mano izquierda, y de pronto todo el lugar ardía en fuego.

Entre la confusión, pudo escabullirse con Anna entre sus brazos; alejándose de forma inmediata gracias al espíritu de fuego.

¿Cómo pudo dejar que eso pasara?. Se habían llevado a su novia frente a sus propios ojos, y de la forma más sencilla.

Ni gritar su nombre de forma frustrada, ni golpear enfurecido al concreto, podría devolvérsela ahora.

~*~

~*~

~*~

La joven suspiró aun sentada sobre la enorme cama.

¿Cómo podía estarle pasando esto?. Ser la victima no le era nada agradable.

 * Espero te sientas cómoda en tu nueva habitación. *

La expresión de la itako se tornó sorprendida. Ni siquiera sintió que él entrara a la alcoba.

 * ¿Qué es lo que quieres?. *

Anna retrocedió un poco al ver al shaman.

¿Qué pretendía?, cuáles eran sus intenciones?. Quizás ella era lo que necesitaba para lastimar a Yoh de alguna manera.

 * ¡ A ti !... Anna. *

Las palabras del joven de castaños cabellos le demostraron cuán erradas eran sus suposiciones.

Su maliciosa sonrisa la hizo temblar. Y con esa penetrante mirada encima de ella, ya comenzaba a imaginarse las lujuriosas intenciones de Hao.

   Sin finalizar.

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Bueno, como pudieron notar, no resistí escribir un par de situaciones entre Horo Horo y Anna. Y aunque al principio doy dos posibles parejas para este fic, es la última, HxA, en quienes se enfoca la historia.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”

Totalizado el 12 de febrero de 2004.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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                                       || Capítulo 2 ||


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