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Para aquellos que recuerden haber tenido diecisiete años y estar al borde de la locura...
A los adultos les parecera una locura, y no nos tacharan a los adolescentes más que como un par de exagerados, pero esta etapa es dificíl, es jodidamente dificíl. Y es que si no eres fuerte, si no tratas de sobreponerte, las cosas simplemte van arrollandote, te aniquilan y muy posiblemente vayan matandote en vida.
Por qué no comprenden lo dificíl que es saber quién soy, qué me gusta, cuáles son mis pasiones, a quiénes realmente puedo llamar amigos, qué es lo quiero hacer más allá de malgastar mi vida con una existencia tan mundana como lo hacen todos hoy en día. El hecho que nos atormente pensar si podremos alcanzar nuestros sueños, aquellos que vagan por nuestra mente, aquellos que inclusive nos dejan con insomio, el de ser un gran artista, un escritor, un rotamundos, alguien que viva... que realmente viva. Así que mis queridos adultos, recuerden que algun día fueron un jovén de diecisiete años.
- Came Xibalbá.
-Eres un maldito desastre.Eso es lo que eres.Simon Snow. En serio, no podría estar más jodido. -¿Y eso te gusta? -Me encanta-dice. -¿Por qué? -Porque nos complementamos
Carry On
Por eso no puedo estar con Leví. Porque soy el tipo de chica que fantasea con quedarse encerrada en una biblioteca durante la noche.
Fangirl
¿Quieres que te cuente un secreto? -Claro -Estoy loco por mi mamá y mi papá. Eso de verdad me hizo sonrerír. Nunca había escuchado a nadie decir eso sobre sus padres. O sea, nadie estaba loco por sus padres. Excepto Dante.
Aristóteles y Dante descubren los Secretos del Universo
-¿Raro? -Sí, raro. Pero en el buen sentido. -Bien-dije-. Siempre quise ser raro en el mejor sentido
Aristóteles y Dante descubren los secretos de Universo
Efemérides sin importancia...
Había estado enamorada de él tanto tiempo que nisiquiera guardaba la noción de cuándo había empezado. Sin embargo mis esperanzas se hicieron nulas cuando dijo que le gustaba ella, una chica más bonita que yo, con mas confianza que yo y posiblemente más sonriente que yo. Y auque después de dos años trato de negarlo, las cosas no habían cambiado, no para él, le gustaba aún, la forma de recordarla y hablar de ella lo delataba.
Pero ahora, eso ya no me importaba. En frente mío tenía a un chico por completo diferente a él, él tuvo la valentía de conocer todo eso que formaba mi mundo, por mas frikie y patético que les parezca algunos, y con esa sonrisa, él me mostraba la dicha que sentia cuando le dije que lo amaba, a él, sólo a él. Y fue cuando nuestro labios se volvían a unir para darnos un tan ansiado beso, que entendí que hay personas que sólo vienen a ser pequeñas chispas en tú mundo, amores efímeros que cuando aparece la persona indicada, se vuelven amores irrelevantes.
Came Xibalbá
«Tú me amas y yo te amo, ni los cielos ni el infierno hubieran podido separarnos, pero lo hiciste tú, ¿Por qué?»
Emily Bronte
"Tú, tan altivo, tan confiado, tan alto, tan inteligente, tan sonriente y cautivador. Tú, tan «chica bésame pero no te enamores». "
—Came Xibalbá
—Beber no te hace más interesante—argumentó ella.
Él sonrió cínicamente.—No, seguramente no. Pero leer sí.
Ella lo observó sorprendida tratando de ocultar el libro que llevaba entre sus manos. No sabía si él se estaba burlando o le estaba haciendo un cumplido.
—Came Xibalbá.
Ese es el problema, con ustedes soy, con los demás trato de ser.
—Came Xibalbá.
«Y la sonrisa fácil y generosa de quién se siente agusto en su piel y en el mundo.»
Carlos Ruiz Zafón. El Juego del Ángel.
Yo no puedo gustarte, simplemente no puedo gustarle a alguien.
Came Xibálba.
Tal vez eso era lo peor de todo. Que fueran felices en un pueblo donde todos, por designio divino, debían ser por fuerza los seres más infelices de la Tierra.
Por una Rosa.
"Tener dieciocho años era como estar hecho de caucho y cocaína "
Los Veraneantes. Emma Straubs.
La ladrona de libros.
Le quería... así estuviese estresado, gritando a los cuatro vientos que la vida era una puta. Le quería así, con su humor ácido e irónico que lograba arrancarme sonrisas, le quería así, tan salvaje, tan cínico, tan imponente y a la vez tan dulce. Le quería así estuviese con unas largas ojeras por desvelarse viendo su serie favorita, le quería así, con todos sus miedos y sueños. Así se viera por momentos como el hombre más fuerte o más frágil del mundo. Le quería, así prefiriera el café del té, así leyera a King o Rowling, así dibujara o escribiera, así cantara o bailara, no importaba. Yo abrazaba sus miedos y él los míos, alababa sus virtudes y él las mías, y cuando una noche puso su cabeza sobre mi pecho, supe que ya no le quería... ahora le amaba.
Xtabay.
