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Ella Es... _C5_
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 5: “Haremos que esto funcione” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Miraba el paisaje que le ofrecía el ventanal de su recamara; las personas ir y venir, uno que otro auto. Y aunque pareciera hacerlo atentamente, en realidad estaba desinteresada.
Ya tenía dos semanas de haber regresado de sus “tranquilas” vacaciones en la playa.
““Y el muy valiente no me ha llamado siquiera.””
Pensaba la rubia, frunciendo el ceño y buscando algo con que desquitarse. . . nada!.
* ¿Qué estoy haciendo?, no debería importarme. *
Pero Anna no podía entender por qué la realidad estaba completamente alejada de sus palabras.
¿Qué no le preocupaba?, ¡por favor!, si en el momento en que Horokeu le explicó que debía irse por compromisos deportivos, ella misma se ofreció a acompañarlo. Así que regresaron juntos a Tokio, dejando a Ren y Pilika, sin siquiera darles la más mínima explicación.
* Un torneo. *
Susurró la chica, recordando las exactas palabras que el peliazul le dijera aquella vez.
Claro, Horo Horo es un jugador de tennis que tenía poco tiempo de haber incursionado en el terreno profesional, aunque ya se había hecho de cierta reputación. Incluso, había quienes decían que el muchacho tenía mucho futuro y podía llegar a ser de los mejores, hasta tenía un grupo de admiradoras.
* Niñas tontas y resbalosas. *
Definitivamente, a Anna le disgustaba imaginar a ese hombre rodeado por mujeres que le gritaban que lo amaban.
Kyouyama estaba bastante furiosa. ¿Por qué?, bueno, había varias razones para ello. . .
Pensar en quién sabe cuantas chicas se arrojarían desesperadas sobre el peliazul, sin mencionar que interrumpieron sus vacaciones. O quizás, el hecho de que todo aquello no tenía por qué interesarle, y sin embrago. . . así era.
Pero lo que más la hacía rabiar, era que Horo Horo no la había visitado en esas dos largas semanas. . . ¡vamos!, ni siquiera la había llamado.
* Maldición, ese idiota. . . después de lo que pasó entre nosotros, al menos debería tener la decencia de llamarme para saber como me va. *
La rubia apretó los dientes, abandonando el borde de la ventana y comenzando a caminar por toda la habitación, cuál animal enjaulado, analizando la situación.
Estaba realmente ansiosa y molesta consigo misma; nunca dependió mucho de las personas a su alrededor, ni siquiera de Yoh. Tampoco recordaba haberse comportado como una chiquilla celosa, posesiva e irremediablemente enamorada. . .
Anna de pronto se detuvo.
Sus ojos más abiertos de lo normal. Las dos últimas palabras que pasaron por su mente la hicieron dudar.
* ¿Qué me está pasando?. *
Preguntó a nadie en especial, al aire, a ella misma.
Confundida y desesperada, tomó su cartera y salió con el único propósito de despejar todas sus dudas. Quería saber que había cambiado en ella después de acostarse con Horokeu Usui.
~*~
~*~
~*~
Cuando escuchó que golpeaban la puerta, no imaginó que se trataba de Anna Kyouyama, quien, por cierto, estaba furiosa. Bastaba con percatarse de la mirada malévola y asesina que ella le dedicaba.
* Ah, hola, Anna. . . *
* Ah, hola. . . ¿eso es lo mejor que me puedes decir, baka?. *
Después del caluroso saludo de la bella rubia, Horo Horo muy amablemente la invitó a pasar.
Nótese el sarcasmo, pues la chica prácticamente empujó al muchacho, abriéndose paso al interior del departamento, cómo si estuviese en su propia casa.
* Te pasa algo?, ¿por qué estás tan enojada?. *
Las preguntas del peliazul parecieron enfadar más a Kyouyama, pues la ira en sus negros ojos se volvió más intensa. Pero no dijo nada, la mejor arma de Anna era el silencio.
Horokeu comenzaba a sudar frío, por más que pensaba, no podía explicarse porque la mujer había venido con ese humor de los mil demonios.
““Si precisamente esto era lo que había venido evitando.””
Pensó el muchacho. Y entonces, la escuchó. . .
* Creí que eras diferente, Horo Horo, confié en ti. *
La voz de la rubia se escuchaba más tranquila, sin embargo, un aire de tristeza no pudo pasar desapercibido para el joven peliazul, quien, con una seriedad en la cara que realmente daba miedo, preocupado, le preguntó qué le pasaba.
* ¿Qué me pasa?. JA!!. . . Que eres como todos los hombres, una vez que consiguen lo que quieren, botan a las mujeres y fingen que nada pasó. *
* A, a qué te refieres?. Anna, no cre . . . *
* No has ido a verme, no has llamado, ni siquiera has dejado un mensaje. . . ¿Sabes cuántas veces me he quedado junto al teléfono esperando una llamada tuya?, o qué cada vez que tocan a la puerta, espero que seas tu. Creí que algo había surgido entre nosotros, pero ya veo que. . . *
Anna simplemente no pudo continuar, aunque estuvo agradecida por ello, pues de haber seguido seguramente habría terminado llorando.
Horo Horo la había abrazado así nada más, de pronto y sin decirle nada. Tan solo el impulso de su loco corazón que latía intensamente por las palabras de Anna.
* Disculpa, nunca quise hacerte daño. *
Él le susurró al oído, una sonrisa irónica cruzando su rostro.
Era gracioso, es cierto que la había estado evitando en lo posible desde que habían regresado. . . no quería verla. Pensaba que Anna simplemente no estaba interesada en él, aun a pesar del hecho de haberse acostado un par de veces. . . cinco para ser exactos.
* Creí que para ti no había significado nada y que no estaba en tus planes hacerlo de nuevo, no conmigo al menos. *
* ¡Baka!. *
En realidad, la joven no podría culparlo, después de todo, no hace mucho ella misma no estaba interesada en el peliazul.
Pero ahora. . .
* Supongo que intentaremos hacer que esto funcione. *
Decía la chica, cerca del oído del muchacho produciéndole una corriente eléctrica muy agradable y, de paso, ocultando su rostro adornado en matices rojizos.
* Y supongo también, que haremos el amor más seguido. *
Usui estaba seguro de que Anna le hubiese dado un golpe que lo dejase tumbado en el suelo por semejantes palabras. Pero esta vez, tan solo sintió como ella lo abrazó con más fuerza, refugiándose en sus fuertes y cálidos brazos.
Con una sonrisa cómplice y unas cuantas palabras que, aunque no lo demostrase, significaban simplemente que ella compartía los mismos planes y deseos del apuesto joven.
* Eres un hentai. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Anna poniendo las cosas en claro. Dejando a un lado la inseguridad del ainu, esta relación avanza.
Así que, próximo capitulo, como no, LEMON.
—I love HOROxANNA—.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 03 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 6 ||
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Ella es... _C3_
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 3: “De sueños y mentiras vivirá” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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¿Sus ropas?, ¡ja!, olvidadas en el piso.
¿Las sábanas?: algunas cayeron de la cama y algunas otras los abrazaban con suavidad, pegadas a sus húmedos cuerpos.
El peliazul respiraba agitado; apenas y podía creerlo, la mujer más hermosa de todas, su amor imposible, yacía desnuda entre sus ansiosos brazos.
La besaba con locura, incapaz de apartar la mirada de tan bella figura de mujer.
* Esto es algo que deseé por mucho tiempo. *
Le confesó entre besos, logrando que Anna se sonrojara.
Era cierto, Horo Horo ansiaba poseerla desde el instante en que la vio por vez primera. No es que solo pensara en sexo, es solo que. . .
* Me enamoré de ti. *
Susurró, provocándole un escalofrío a la rubia mujer.
Entonces, con tan inusual confesión, Anna divagó un momento en sus recuerdos. . .
Conocía a Horo Horo desde hacía ya varios años y nunca lo había visto de este modo.
““Jamás me imaginé en la cama. . . con él.””
Pensaba.
No es que el chico no le pareciera atractivo, era solo que su forma de ser no compaginaba en nada con la propia.
Kyouyama seguía inmersa en sus recuerdos, cuando un par de traviesos dedos se alojaron en su intimidad, sacándola inesperadamente de pensamientos que ya no tenían importancia.
Jadeó agradada con el entrar y salir de los dedos del muchacho, quien en cada movimiento, parecía tomar más libertad, introduciéndose cada vez un poco más, realizando movimientos circulares que arrancaban sonoros gemidos a la rubia.
* Creo que sí te gusta. *
* Ja,ja, en serio??, no me digas. *
Usui sonrió con picardía al tiempo en que clavaba su mirada en los profundos ojos negros de Anna.
La noche era atrevida y ellos también.
El muchacho besaba y mordía a placer la blanca piel de su nueva amante, dejando las marcas de sus desesperados labios, como si quisiera dejar huella en el cuerpo de la mujer, marcándola como suya. La deseaba desde hace tanto y pretendía que todo aquel deseo contenido se desbordase en esta ocasión.
* Lo siento, pero tengo que desahogar esta pasión. *
Le dijo él e inmediatamente después la hizo recostarse sobre la cama.
Le separó las piernas, guiando sus labios a la intimidad femenina, deleitándose con el sabor a mujer que inmediatamente pudo degustar.
Anna arqueó la espalda retorciéndose de placer, apretando con fuerza las sábanas blancas.
¡Kami!, este hombre si que estaba ansioso.
Introducía la lengua lo más que podía, logrando que Anna clamara por él mientras respiraba cada vez más agitada.
Desesperado, el peliazul mordió suavemente el pequeño botoncito que coronaba la intimidad de la joven, para luego succionar con fuerza. Ella reprimía casi inútilmente los gritos cargados de placer mientras se retorcía ante el tremendo gozo que inundó su cuerpo.
Un prolongado orgasmo la hizo arquearse, permitiendo que la lengua del muchacho se hundiera un poco más en ella.
* Deliciosa !!. *
Susurró.
Horo Horo abandonó el sexo de la chica para luego marcar un camino de besos por todo su hermoso cuerpo. Besó su cintura, su vientre. . . sus senos.
Tanta tentación. . . ¡no resistió!. Atrapó su pecho izquierdo, mordisqueando el sonrosado y duro pezón.
* Ho-Horo, ya. . . no me tortures. *
Anna jadeaba; su rostro envuelto en tenue rojo.
““¡Qué bella es!.””
Pensó el peliazul, quien la abrazó con fuerza, llenándola de besos.
La rubia tenía razón, mucha razón. La estaba torturando; quería hacerla sufrir, que sintiera toda la frustración, toda la reprimida pasión que él sufrió por años, las ansias, el maldito deseo que no lo dejaba dormir. . . el amor no correspondido.
Pero al mismo tiempo, se estaba torturando a sí mismo, pues Usui se moría por hacerla suya y sentirla vibrar bajo su cuerpo.
* ¡Tienes unos senos preciosos!. *
Tras pronunciar aquellas palabras, una sonrisa adornó el rostro del joven.
* Idiota... ¡solo hazlo!. *
El peliazul la abrazó con fuerza y se acomodó entre las piernas de Kyouyama, quien lo recibió ansiosa.
Cómo si de un ensayo se tratase, Horo Horo deslizó suave y morbosamente la punta de su ya duro pene por la entrada de la vagina de la chica.
* Horo, ya. . . * _Se quejó ella._ * Deja de jugar y toma esto con más entusiasmo. *
Las palabras de su amante le sonaron a suplica.
Sonrió con malicia.
* ¿Quieres entusiasmo?. . . es lo que me sobra. *
Dicho esto, el joven de cabellos azules comenzó a hacer presión, empujando sus caderas mientras admiraba como su hombría se iba perdiendo dentro del sexo de la mujer.
* A-Anna. . . eres tan ardiente y sexy. *
Horo Horo comenzó a besarla con desesperación. Estaba como loco; este era un sueño haciéndose realidad.
La mitad de su miembro yacía en el interior de la cavidad femenina, entonces, Horo empujó con fuerza, llenando completamente la vagina de la rubia.
Y ahí estaba él, clavado hasta el fondo, dentro de la mujer que le robó el corazón; la inalcanzable, Anna Kyouyama.
Y quedó hipnotizado con el bello rostro de su amante; sus mejillas sonrojadas, su linda boquita entreabierta y algunos cabellos rubios que se adherían a su cara, mientras sus pechos subían y bajaban por la acelerada respiración.
* ¡Qué bella!, insoportablemente hermosa. . . perfecta !!. *
Su corazón latió emocionado; deseaba permanecer así, dentro de ella, por siempre.
En tanto ella. . . Anna se sentía invadida y le gustaba, se moría de placer mientras el muchacho mordía con lujuria la piel de su cuello y apretaba desesperado sus rígidos pechos.
Lo sentía entrar y salir cada vez más fuerte, cada vez más rápido, haciéndola jadear y hasta llorar de placer.
Horokeu parecía no cansarse y se entregaba totalmente, sorprendiéndola.
““Nunca había sido tan intenso.””
Pensó la rubia al tiempo en que encajaba sus filosas uñas en la espalda de su amante.
Estaban extasiados, completamente perdidos al deleite de unir sus cuerpos, que perdieron la noción del tiempo.
* Ahh, Horo Horo, no pares, más rápido, más!!. . . *
Anna le ronroneó al odio, haciendo que el peliazul clavase su pene con más fuerza aun.
Estaba como loco, no podía parar y solo era capaz de pensar en la bella mujer con la que estaba haciendo el amor. Y ella, que nunca le dio mucha importancia al sexo, ahora se derretía de gozo entre los fuertes brazos del muchacho, enamorada de su duro miembro que se deslizaba deliciosamente dentro de su vagina.
Anna se aferraba al musculoso cuerpo de su compañero, gimiendo cerca de su oído.
La ficción entre sus sexos pronto fue insoportable; un cosquilleo nació en la intimidad de la rubia, quien pronto fue invadida por un ansiado orgasmo.
La satisfacción se desbordaba en ligeros espasmos que la hicieron temblar, otro orgasmo tomaba su cuerpo; su vagina se contraía con fuerza, una y otra vez, apretando, reteniendo el pene del hombre que la poseía.
Anna respiraba agitada, completamente cansada, mientras admiraba la fortaleza de su amante que no dejaba de enterrar su espina en la cansada flor de ella. Después de unos segundos, las vibraciones en el sexo de la rubia cumplieron su tarea.
Horo Horo apretó los dientes poco antes de lanzar un prolongado y ronco gemido, penetró una vez más a la mujer luego su pene se hinchó y derramó su esencia en el interior de la chica.
Se creían en el cielo, en medio de tan intenso éxtasis.
Exhausto al entregarse por completo, se colapsó sobre la sensual figura de Kyouyama, que lo recibió en un suave abrazo, mientras ambos disfrutaban de la sensación de mantenerse unidos.
Se besaban como si quisieran comerse.
* Si esto es un sueño, no me despiertes. . . si es una mentira, no me dejes de engañar. *
Le susurró el muchacho, abrazándola con fuerza.
Le confesó, que había quedado prendado a ella desde el día en que la vio por primera vez. Tan fina, tan hermosa y con ese carácter suyo, su frialdad. No supo cómo. . . se enamoró.
No hubo noche que con ella no soñara o segundo en que la deseara.
* Para mi, esto siempre fue un simple sueño. *
Le dijo, ya fuera de su cuerpo, con la mirada pérdida en algún lugar de la habitación mientras descansaba sobre los cálidos y suaves pechos de la rubia.
Anna acariciaba sus azulados cabellos, escuchándolo con atención.
* Y cuándo supe de tu relación con Yoh. . . creí que había renunciado a ti, pero ahora. . . *
Horokeu la miró, como esperando que la mujer dijese algo, más solo se encontró con los profundos y fríos ojos negros, ese mar negro en el que tantas veces quiso ahogarse.
Sentía que no la merecía, que no era para él y que él mismo no era para ella. . . que estupideces nos hace pensar el amor.
* Baka!. *
Anna lo besó con suavidad, acariciando su apuesto rostro. Él, confundido, aceptó aquella caricia como si fuese la última.
Rompieron el beso y con esto, Horo sentía que su corazón se rompía también.
Más ella seguía acariciando una de sus mejillas y mirándolo con fijeza, fue hasta entonces que el peliazul notó el intenso y hermoso brillo en los negros ojos de la rubia.
* No soy un sueño, ni una mentira. . . soy real y estoy contigo. . . hice el amor contigo, Horo no baka. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Cómo que estuvo muy simple, ¿no?. Bueno, yo así lo sentí.
Les digo que este fic no tiene una trama en sí, de hecho, escribí lo primero que se me vino a la mente, sin importar si la historia tenía un hilo que seguir o no ^//^.
En cuanto a la pareja, quería que cuando lo hicieran fuera fuerte, morboso, lleno de lujuria. . . pero creo que la inspiración no me dio para tanto T-T.
—I love HOROxANNA—.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 03 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 4 ||
Misión aceptada
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Anime: Gundam Wing
Rating: M
Pareja: Heero & Relena
Sinopsis: Tuvo tantas misiones de guerra en su corta vida, más ahora tiene una propia, la más importante... amar y proteger a la única persona que ha creído ciegamente en él... Relena.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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Benditos oscuridad y silencio, ambos, imperantes en la gran habitación; el primero es opacado por el fino rostro de una chica... la chica a la que él observa desde hace horas, mientras que el silencio es roto tan solo por aquel débil pero constante sonido que emiten las manecillas del reloj al avanzar segundo a segundo...
Contra todo lo que realmente es su deber de soldado... de asesino, le perdonó la vida a esta mujer, a la única persona que sabe que es el piloto de uno de los Gundams... Relena.
Según las órdenes, debía matar a quien pudiera de alguna forma interferir o afectar la misión que le fue asignada. Pero... no pudo. No es que no intentase, que no quisiera matarla; lo quiso hacer en repetidas ocasiones y sencillamente no lo llevo a cabo.
Ahora la tiene por cuarta vez entre sus brazos, dormida... desnuda.
Con suma tranquilidad, alzando ligeramente la mano derecha, sostiene con esta la mejilla de la apacible durmiente. Un suspiro de cansancio emerge de los entreabiertos labios de la joven; con temor a incomodarla retira la piel de su mano de aquel hermoso rostro que descansa sobre su pecho varonil, a cambio, comienza a deslizar las inquietas manos una vez más para rozar con estas la sensible piel al descubierto de la chica rubia.
Obteniendo una respuesta a sus insistentes movimientos, ella abre parcialmente sus brillantes ojos para visualizarlo, antes que nada, a él... sonríe. Una sonrisa ligera que emana ternura, implorando que la misma sea regresada por la otra persona.
Pero no es así, no del todo, tan solo la estrecha con más fuerza de la utilizada anteriormente. Haciendo que su aterciopelada y blanquizca piel tuviese contacto con la del joven.
El soldado comienza a acariciarla sin descanso logrando percibir los escalofríos que la chica experimenta con cada roce entre las ásperas palmas de las manos del joven y la tibia piel pegada a su figura.
Yuy la hace suspirar un par de veces y después, sin avisar, la toma con brusquedad haciendo que su cuerpo quede de espaldas al de él; confundida, asustada, gira su rostro y mirada hasta encontrarse con los del que podría considerarse su atacante, pudiendo observarlo con ese semblante suyo de pureza, que a pesar de estar relacionada con este sujeto, aun conserva.
Al sentir esa pesada confusión e inocencia, Heero se siente dudar, retractándose poco después...
* Lo siento. *
Alcanza a decir apenas disminuye la fuerza que aplicaba a sus brazos. La joven le sonríe admirada al mismo tiempo que le abraza con suavidad, haciéndole sentir lo que la gente común describe como cosquillas en el estomago; pero ella parece no notarlo, y esto es porque a lo largo de toda la noche, desde que se conocen, desde que se encontraron por primera vez, no demostró emoción o expresión alguna al estar a su lado.
El muchacho devuelve el abrazo con sumo cuidado temiendo lastimarla; recostando la cabeza sobre el hombro de la fémina, se pregunta que le hizo esta mujer, ¿por qué parece estar hechizado con su presencia?. En qué demonios ha estado pensando en compartir su cama en más de una ocasión?.
* Te quiero. *
Un par de palabras que susurra en el oído del joven, lo hacen olvidarse de todas las preguntas y enfrentarla, indefenso contra aquella frase; no puede defenderse porque aun no sabe como hacerlo.
Toda vez que la joven hace emerger de sus lindos labios palabras tan hermosas y profundas como las anteriores, sencillamente lo deja sin armas en la pelea que lleva con ella; así es como cayó en sus redes; así es como se enredó con ella en la cama aquella vez, las siguientes y esta... así es como siente por ella lo que siente ahora.
Con la seda de ambas manos femeninas toma el rostro del joven entre aquellas para sostenerlo y acariciarlo con tranquilidad característica solo de ella y semejante solo con la tranquilidad de la brisa de la madrugada.
Otro tipo de caricias tocan el cuerpo del piloto llegando hasta su corazón, son palabras que emergen desde el fondo del alma de la chica.
Esas palabras lo envuelven con su ternura y lo incitan a continuar la historia que comenzaron hace algunos meses y que, a pesar de haber continuado durante algunas noches, aun sigue inconclusa. Cuando esta mujer duerme con Yuy, parece adueñarse de él más y más.
La primera vez que la vio; aquella ocasión en que le juró matarla y la primera vez que salió con ella, no tenía la menor idea de que alguna noche, una muy cercana, ambos terminarían en la cama, pero... cada vez le era más difícil despedirse de la joven.
Más aun, se sorprendió a sí mismo cuando al otro día de que la tuviera por vez primera, pensara: "¡Que fabulosa mujer!". Se atrevió a no ahogar sus deseos y sentimientos para así meterse en la cama con él.
Ahora el hombre toma el control al acercar sus sedientos labios a los de Relena, rozándolos con una lentitud que solo demuestra en la cama, o al planear una misión que lleva a cabo en tiempo record.
La besa, primero con tranquilidad y poco después con una pasión que crece segundo a segundo. Y pareciera que sus cuerpos más pegados no podían estar aunque aun no la había penetrado.
Sin dejar de acariciar los labios de la joven, Heero guía sus desesperadas manos por todo el cuerpo de esta, sintiendo en especial su parte favorita de la figura de Relena, sus senos; pequeños, suaves al tacto sencillo de sus ansias, pero tensos al recibir la piel masculina constantemente.
El hecho de recorrer su piel cuantas veces le place da como resultado un sin número de sonidos placenteros por parte de la chica.
No lo entiende.
La forma en que la hija del viceministro Darlian externa sus emociones y sensaciones, porque él mismo nunca lo ha hecho, no sabe como. Aunque pareciere que la joven le esta enseñando como hacerlo.
Le ha enseñado a quererla, a aceptarla y perdonarle la vida... le ha enseñado tantas cosas... le ha enseñado a ser algo así como un humano. Lo ha enseñado a desearla sabiendo que el deseo conduce al amor.
¿Amor?. Qué es eso?... nunca lo ha sabido y cada vez que intenta preguntárselo a la joven ella esquiva las preguntas y lo besa con insistencia. A cambio, lo llena de dulces sensaciones que acarician el malherido cuerpo, tanto física como espiritualmente; doblegándolo, sí, lo vuelve frágil ante ella y aun así lo permite... lo disfruta.
Relena es la primera persona que lo trata con guantes de seda, que le brinda cariño, que le ha dado noches inolvidables desde aquella vez que todo aquel deseo contenido se desbordo.
Desnuda, tal como lo hace ahora, pues horas atrás probaron sus cuerpos mutuamente; pudiendo jactarse de ser el único que conoce ese secreto de mujer que tanto le atrae: su tierna desnudez.
Descargando besos sobre sus pechos, cierra los ojos permitiendo que la magia de su compañía lo envuelva, porque a su lado sueña que es normal. Un individuo que no vive solo por y para la guerra, aunque no sea así.
La erección va tomando fuerza conforme insiste en besar la totalidad de su cuerpo; la siente temblar y al mirarla solo puede notar el rubor imperante en su lindo rostro.
* ¿Qué demonios me hiciste?. *
Después de apenas tocar los delicados labios femeninos con los suyos y dejar escapar un brillo de emoción de sus ojos, Heero le pregunta algo que aun carece de respuesta para él.
Ella le sonríe con ligereza mientras guía sus pequeñas manos al pecho del joven para empujarlo suavemente hacia atrás, haciéndolo recostar sobre la acojinada y cómoda cama que sostiene ambos cuerpos; la chica se arrodilla sobre el colocando sus largas piernas a los costados.
Con suma paciencia y lentitud acerca su cuerpo al de Yuy, permitiendo que el miembro, totalmente elevado al aire, de este ingrese en su cuerpo conforme ella misma va bajando las caderas para permitirle el acceso.
Los agitados movimientos y sonidos desesperados por parte de la joven lo contagian y no logran más que hacer que el chico se involucre mas en esta relación.
El cuerpo masculino comienza a sudar al sentir el fondo de la intimidad femenina apretándole y reteniéndole ahí, con ella, con desesperación.
La chica se doblega un poco recostándose sobre su amante permitiéndole así percibir el agradable aroma de su largo cabello.
Ya lo había olvidado... que ha aprendido varias expresiones a su lado. Así, el chico cambia estas de sorpresa por unas de relajación o ternura. La siente respirar agitada sin poder reprimir los sonidos que emergen de sus labios y que llegan hasta sus oídos por tenerlos cerca de su linda boca.
Entierra, sin pensarlo, las agujas de sus manos en los hombros al mismo tiempo que su respiración se torna más ruidosa. Así, Heero la sujeta de tal forma que el rostro de la joven quede frente al suyo para besarlo sin reservas.
Aceptó ser su amante, sin siquiera detenerse a pensar de que forma afectaría su vida. Ahora solo se enfoca en provocarle sensaciones de gozo; que su cuerpo sienta un mar de emociones... lográndolo, a lo largo de varios minutos y frenéticas penetraciones, logra que un deseado orgasmo la recorra por completo.
Le gusta hacerle eso. Le agrada verla gemir al extremo del cansancio; que su delgada y apetecible figura femenina se retuerza ya sea de bajo o sobre su cuerpo, y que lo abrace y lo bese con desesperación durante estos momentos de locura. Porque sexo perfecto nunca faltará, y solo existe el que pueda experimentar con esta mujer... con su Relena.
El cálido aliento de la cansada chica toca la cara del joven, pidiéndole que no se detenga ahora.
Guiado por lo que considera el instinto del placer, sale de su cuerpo para tan solo tatuar de besos su entera silueta. Sin saber la razón, acerca los hambrientos labios a la entrepierna de la joven para probarla por primera vez, sorprendiéndose a si mismo y de paso a su pareja.
Loco, sediento de ella, explora su intimidad con gran entusiasmo y ansias que parece jamás se apagaran. Dejando salir al extremo su otro "yo", deseoso de todo lo que representa esta mujer.
La sujeta con fuerza al mismo tiempo que hunde su rostro en ella para degustar aquel nuevo sabor, ese sabor a mujer tan característico solo de Relena... este sabor que le agrada.
* Oh, ah... Heero !. *
La escucha suplicar por más de sus caricias; estando hipnotizado por la nueva sensación de la humedad que él mismo le provocó. Ingresando con su curiosa lengua al interior para clavarla lo más profundo posible, logrando extraer más de ella; haciéndola temblar como si fuera de frío pero lo hace de amor.
Yuy se aleja de aquel exquisito lugar solo para ahora probar delirante el sabor de su boca. Besándola con frenesí, cual adicto a un vicio que lo corroe por dentro y le provoca dolor si no intenta saciarlo.
Así une sus labios a los de Darlian sin intención alguna de alejarlos de ahí porque siente asfixiarse sin ellos.
Heero se separa apenas por milímetros después de un rato y...
* ¡ Eres deliciosa !. *
Le confiesa. El sabor de la mujer que en ella había, y que aun permanece en su paladar, es su favorito, sinceramente no planea probar a otra mujer.
El chico vuelve a deslizar sus manos por la suave piel femenina... se detiene. Mira ambas manos dejando así que surja la confusión; ¿Es correcto que continúe?, puede tener una vida tranquila a su lado?... ¿Qué tanto la merece a ella?.
* Heero !... *
Su nombre a sido susurrado por los pequeños y rosados labios de Relena quien lo mira triste y curiosa a la vez. ¿Por qué se detiene?. Mientras, la mirada del joven no ha cambiado, sigue con el semblante característico de enfado, pero en esencia hay algo distinto en su ser.
Tiene miedo... y con este miedo levanta la mano derecha hacia ella para tomar aquel fino rostro con la palma; la acaricia y la abrasa, recargando su cansada frente sobre los senos de la chica... suspira. Busca consuelo en la dulce e inocente persona que se encuentra frente a él, desea que le contagie un poco de su inocente pureza, pureza que Heero Yuy, a su corta edad, desconoce.
Suaves caricias sobre su alborotado cabello lo hacen verla a los ojos... le está sonriendo, ¿por qué?.
* Continua, por favor. *
Las pupilas del chico se dilatan. ¿Cómo es posible que ella lo desee?. No la merece.
Pero no importando y quizás no sabiendo lo que el chico piensa en estos momentos, ella le besa con tranquilidad rogándole que prosiga, y así lo hace. Estrecha a Relena permitiéndole sentir a esta el tranquilo latir de su loco corazón, latir que clama por ella... por su cariño.
No pierde tiempo, la eleva ligeramente en el aire para dejarla sentarse poco a poco sobre él, sobre su miembro aun erecto, haciéndola bajar pausadamente sobre este. Con cada roce, con cada centímetro que logra ingresar en ella y en cada suspiro y gemido que ambos dejan salir producto de las ansias, siente que ya no puede alejarse nunca más de esta mujer.
Así, ajusta las fuertes manos a la pequeña cintura de la chica; es que su figura le encanta.
Heero ha ingresado más de la mitad de su hombría en la cavidad femenina que, gustosa, lo recibe con pequeñas contracciones que lo hacen gozar.
Durante el lapso de espera para entrar en totalidad, se enfoca en aquellos pequeños pechos; la verdad es que resaltan lo suficiente como para que pasen desapercibidos por el amante masculino. Con tal delicadeza, al grado de apenas hacerle sentir sus caricias, Yuy besa insistente los senos de Relena, aprisionando con los labios uno de los, levemente rosados, pezones que lo llaman a proseguir; succionándolo y mordiéndolo suavemente, lo libera de aquel pequeño dolor acompañado de placer. Después de unos cuantos minutos y de hacer cosas mil que le provocaran placer a su mujer.
Estuvo clavado en el frágil cuerpo femenino por largo rato; paciente, provocándole choques eléctricos a la joven, logrando que la chica se llenase y desbordara de mil sensaciones que iban desde el dolor y la ansiedad, hasta la felicidad producida por la placentera situación. Esto sin mencionar la tranquilidad de al fin tener el tan preciado amor del joven.
Por ello, Relena se colapsó sobre el atlético cuerpo juvenil de Heero, en medio de un sin fin de sensaciones hermosas y tan esperadas que solo Yuy provocaba en ella.
Relena pronunció el nombre de su amado en un tono cariñoso y ligeramente prolongado. Respirando apresurada, esperó y permitió a que el soldado llegase a la cima del acto sexual dentro de ella. Relena Darlian era invadida por un nuevo orgasmo por lo que, intranquila por la prolongada sensación, abrazó fuertemente a su pareja al mismo tiempo en que comenzaba a llorar de placer y felicidad.
No importaba la razón; ver el hermoso rostro de la joven bañado en lágrimas no era del agrado del muchacho. Liberando un tierno beso en la mejilla de la mujer, probó el doloroso sabor del agua salada que ella derramaba por él, siempre por él. Ya estaba harto de aquello; de sí mismo.
¿Cuántas veces la joven se había interpuesto entre él y los ataques de los enemigos?, ya había perdido la cuenta. Lo cierto es que Relena sufría mucho por su causa; por voluntad propia tomaba el papel de escudo humano, eso sin mencionar las lágrimas que la chica derramó sin cesar por Yuy.
Y no conforme con eso, Heero tuvo el descaro de poseerla, de tocar ese cuerpo femenil a su entero gusto con sus manos manchadas de sangre.
* Perdóname... no te merezco. *
Y se disculpó por ello. Aunque realmente sentía no tener justificación alguna.
La mujer lo miró sin entender; qué era lo que debía perdonar?. Su amante la miró por largo rato sin pronunciar palabra; finalmente le explicó su sentir y recalcó el hecho de que, como asesino, no merecía tener el amor que ella le profesaba.
Relena, que estaba recostada sobre el chico, besó tranquilamente la frente del confundido joven mientras mantenía los ojos cerrados, disfrutando de la preocupación y ternura que a veces salían a relucir por parte del soldado.
* No digas eso, yo... nunca permitiré que me toque un hombre que no seas tu. Porque... contigo soy feliz. ¿Entiendes?.*
El joven parecía sorprendido; no sabía si lo que hacia su chica era por pura necedad o por sus sinceros sentimientos.
La chica no tardó en dejarse vencer por el sueño nuevamente; quedando entre los brazos de la única persona que sabía como amarla.
* ¡ Amarla !... es verdad. *
Las respuestas parecían haber llegado al joven después de observar por largo rato el inocente rostro de la chica. Sintió, por vez primera, el latir de su loco corazón; como sus mejillas se encendieron en rojo, los infinitos deseos de besar a la mujer y abrasarla más fuerte. ¡ Por fin lo entendía !. ¿O era solo que no se había dado cuenta?.
* Misión... aceptada.*
Las palabras que mencionara Heero eran la respuesta a una misión... la de mayor prioridad de ahora en adelante; pero no era una referente a la guerra. Esta misión se refería a la primera orden que le dictaba su propio corazón; orden que, gustoso, llevaría a cabo así se le fuera la vida en el intento.
Tantos cambios positivos en él, un ser humano sin sentimientos o emociones, gracias a una sola mujer... gracias a Relena.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
El primer lemon de Gundam Wing que realizo; creo que también es de los primeros en español.
Lo confieso, ADORO a esta pareja.
Por cierto, la misión que acepta Heero es amar y proteger a Relena, todo dictado por su propio corazón.
Como él siempre anda aceptando las órdenes de otros para completar misiones, me pareció que si debía ejercer órdenes, esas debían ser las de su propio corazón.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 21 de Agosto de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Es como volver a empezar _C6_
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: Después de la muerte de Yoh, hay alguien que se preocupa por Anna. Pero, ¿él?... ¿por qué él?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 6: “Todo por ella” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* ¡¡ NO !!, es una estupidez, me opongo a ello. *
Ninguno de ellos parecía estar muy de acuerdo que digamos, pero de todos, Manta era el menos “contento” con la reciente noticia.
Después de un considerable lapso de tiempo, se hallaban todos reunidos allí, en la pensión EN, solo que esta vez el motivo de la reunión fue una verdadera sorpresa para cada uno de los shamanes.
* Ni Anna, ni yo te estamos pidiendo permiso. . . vamos a casarnos y ya. *
Horo Horo parecía irritado, nunca pensó que sus amigos fuesen a oponerse a algo que le hacía feliz.
Manta decía que era demasiado pronto para que la itako reemplazara a Yoh, y peor aun, con uno de sus amigos. Lo estaban traicionando.
*Escucha, nosotros no provocamos esto, solo... solo pasó y ya.*
Casi gritó el ainu, completamente furioso por la actitud del pequeño.
Anna, por su parte, permanecía en silencio, observando como se desarrollaba una tremenda discusión entre su nuevo compañero y el que fuera el mejor amigo de Yoh.
En realidad no podía culpar al Oyamada por su reacción, ella misma, al principio, no podía evitar sentirse como una esposa infiel al recuerdo de su esposo, pero ahora. . .
Solo veía como los amigos de Yoh le negaban su apoyo. . . y se decepcionó. Claro, él era el importante, Yoh era el amigo al que todos querían, y ahora que ella podía recuperar su vida, ellos simplemente les daban la espalda tanto a ella como a Horo Horo.
Cuando el peliazul le pidió matrimonio, la sacerdotisa solo atinó a sonrojarse y abrazarlo con fuerza, uniendo sus labios a los de él, esa fue su afirmativa.
Emocionado, el joven de Hokkaido planeó una reunión para todos sus amigos; el motivo: anunciarles su futuro matrimonio con la bellísima Anna Kyouyama. . . nunca esperó que el grupo reaccionase así.
Como el ainu les echó en cara, ellos no les estaban pidiendo permiso, después de todo, era un hecho que se casarían, pero. . .
* Yo amo a Anna, estoy enamorado de ella y ella de mi, y eso es lo único que importa. *
Lo último fue un grito por parte del shaman de hielo, quien se incorporó para que todos comprobaran que hablaba en serio y no le discutieran más.
* Así que eso era. *
De pronto, una dulce voz femenina se dejó escuchar, llamando la atención de todos los reunidos.
Pilika recién llegaba de Hokkaido después de que su hermano le enviase una carta en la que solo le explicaba que necesitaba que fuera a Funbari y nada más.
* Hermano, si me hubieses explicado, lo habría entendido. * _Dijo la peliazul, tomando lugar junto a la rubia itako, regalándole una gran sonrisa de alegría._ * Me encantas para cuñada, Anna, eres la única mujer que puede someter al holgazán de mi hermano. *
La sacerdotisa se sonrojó, desviando la mirada, tratando de ignorar ese comentario, mientras Horo adivinaba cual sería su suerte si Anna y Pilika se ponían de acuerdo para planear sus entrenamientos.
““Será un infierno tras otros, todos los días.”” _Pensó._ ““Pero si Anna está conmigo, lo disfrutaré mucho.””
* No, no, no. . . ustedes no lo entienden, Anna fue la esposa de Yoh, ¿por qué no te fijaste en otra mujer?. *
* Porque los hombres no podemos elegir, Manta, el amor... el amor solo llega y ya. *
Los demás guardaban silencio.
No importaba que le dijeran al ainu, él estaba más que convencido.
Lo notaban ligeramente cambiado, un poco más maduro y decidido. . . ¿Sería acaso el amor que tanto decía sentir por la itako, lo que había logrado ese cambio?.
* No puedo creerlo, francamente todos ustedes me decepcionan. * _Dijo el peliazul, mirando a cada uno de sus amigos, quienes bajaron la cabeza, pensando si su actitud era la correcta o no._ * Y tu, Manta, solo dices Yoh, Yoh; para que lo sepas, él estuvo aquí, vino a pedirme que cuide de ella y eso haré. *
* Que Yoh, qué?, no, no puede ser. *
* ¡ Qué irónico !, ¿no crees?, ustedes me están llamando traidor, cuando el único “afectado”, me ha dado su confianza. *
* Pe-pero. . . *
De pronto alguien más decidió unirse a la discusión, más esta vez, a favor del peliazul.
Len, que había permanecido en silencio, atento a las razones del shaman de hielo, se puso de pie, captando la atención de todos. Posó la mano sobre el hombro de su amigo, apoyándolo.
Horo sonrió agradecido.
* Pues si ambos se quieren e Yoh está de acuerdo con esto, yo solo puedo desearles lo mejor. *
* Len. *
* E-escucha, Horo, Anna no te conviene, ya sabes como es, recapacita, por favor. *
Era claro que Manta ya no sabía que más decir para que el ainu desistiera en esa loca idea que se le metió en la cabeza; casarse con Anna. . . estaba loco.
* Mejor déjalo así, Manta. * _Habló Pilika, antes de beber un poco de su te, acaparando la atención de todos los demás._ * Mi hermano dejó todo por Anna, su sueño, su familia, todo ha pasado a segundo plano, Anna es su prioridad y sé que no desistirá en sus planes de casarse con ella. *
Manta bajó la cabeza al escuchar a la joven ainu.
Si Horo Horo había hecho todo eso por Anna, entonces debía quererla demasiado.
Pero Anna. . .
Estaba sorprendida por las palabras de Pilika, que le abrieron los ojos a algo que había ignorado, tal vez sin querer.
““Entonces, por mi. . . él dejó todo. Y yo, todo este tiempo he pensado solo en mi. . . que egoísta soy.””
Sin decir una sola palabra, la rubia abandonó la estancia, dirigiéndose al jardín, sentándose sobre el pasillo de madera.
* Quizá Manta tenga razón, Horo Horo no debe estar conmigo, no sería justo. *
La joven suspiró profundamente, había tomado una decisión y esta era definitiva.
* No puedo permitir que renuncie a todo por mi. . . será lo mejor para él. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Un capítulo muy cortito, y que, según yo, refleja muy poco de lo que quería.
Deseaba que la discusión fuese más fuerte y profunda, que los demás shamanes participaran, y a fin de cuentas, él único que lo hizo fue Manta, bueno, es que él es el más dramático de todos, por otro lado, creo que cuando escribí este capítulo no estaba inspirada del todo.
Pero descuiden, que el capítulo que se viene es LEMON, aunque con un poquito de sufrimiento.
—I love HOROxANNA—.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 25 de Mayo de 2005.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 7 ||
Es como volver a empezar _C2_
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: Después de la muerte de Yoh, hay alguien que se preocupa por Anna. Pero, ¿él?... ¿por qué él?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 2: “Y no quiero que él también se vaya” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces?; días, meses...
* Ya más de un año... *
Anna suspiró ante el dolor, dolor al cual parecía haberse acostumbrado.
Aquel fue el único día que lloró, fueron tantas lágrimas que llegó a pensar que se le habían acabado. Quizá se desahogó por completo y eso fue lo mejor. Pero la mujer se sumergía en el mar de recuerdos y sentimientos de los cuales era presa diaria.
Distraída, con la mirada pérdida en el vacío de la oscura noche, la nada, no se percató de que alguien más estaba con ella, hasta que una rosa de hielo apareció frente a sus ojos.
Ligeramente sorprendida, la tomó entre sus manos, mirándola con aparente indiferencia; giró el rostro encontrándose con aquella tonta sonrisa. Tan parecida y tan distinta a la vez a la de aquel hombre, pero no !... no era él.
El hombre que ahora está junto a ella es mucho más holgazán, distraído, irresponsable y descarado.
* ¿Sigues aquí?. *
Le preguntó, a pesar de que su compañero llevaba varios meses de visita en la pensión.
Él solo suavizó su tonta sonrisa y se sentó al lado de la rubia, permaneciendo en silencio por un rato; ambos, sin decir nada más.
Para ella estaba bien; durante todo ese tiempo este shaman la había estado acompañando como ninguna otra persona. Fue el único testigo de su dolor y el único que permaneció a su lado después de la muerte de Yoh, los demás amigos de su esposo simplemente no volvieron, cada uno siguió sus vidas, alejándose de ella.
Era comprensible, después de todo el importante era el heredero Asakura, no ella, quizá por eso no entendía por qué éste chico permanecía aquí, como si ella también le importase... no lo entendía.
* Horo... *
Su voz fue un suave suspiro que llegó a oídos del ainu quien de inmediato posó la mirada sobre la hermosa joven rubia.
* Tú sabes que lo amaba... sabes que sí. *
El muchacho se limitó a guardar silencio.
Que la chica de pronto le confesara su sentir sin razón aparente, solo significaba que no deseaba sentirse sola, así que la abrazó, la estrechó entre sus brazos, recargándola contra su pecho mientras el silencio volvía a reinar el lugar.
No era ésta la primera vez que la sacerdotisa encontraba tranquilidad y apoyo en el abrazo del chico peliazul, no. La primera fue aquella tarde después de que su esposo la dejó, luego se dieron algunas ocasiones más, y ahora ésta.
En todo ese tiempo se habían acostumbrado el uno al otro; y aunque Anna no lo dijera, apreciaba la compañía del ainu, sino fuese por su presencia se hubiese dejado devorar por la tristeza y la soledad, no hubiese podido sobrellevar la ausencia de Yoh. Y ahora estar entre sus brazos, le resultaba tan natural.
* Anna, yo... * _ Pero escuchó su voz varonil interrumpir el cómodo silencio._ * Mañana regresaré a Hokkaido. *
La chica curveó ligeramente una de sus cejas; eso significaba que estaría completamente sola durante tiempo indefinido.
En los últimos meses, Horo Horo pasaba más tiempo en Funbari que en su tierra natal, y aunque varias veces regresó al norte, tardaba más en pensar en ello que en volver a la pensión.
Cuándo Yoh murió, el peliazul permaneció a su lado por más de cinco meses, luego regresó a Hokkaido por tan solo un par de semanas.
* Me estoy acostumbrando al clima de Funbari Ouka. *
Le dijo aquella vez.
Pero no importaba cual fuera la razón, ni si de vez en cuando peleaban, de acuerdo casi a diario, mucho menos si el record de sus conversaciones apenas había alcanzado los veinte minutos... le gustaba su compañía y eso era algo que no podía negarse a sí misma.
Quizá por ello le entristecieron sus palabras, quizá solo era incomodidad, solo costumbre... no obstante, últimamente pensaba que el estar con él, para ella significaba más que eso... mucho más. Por ello tenía deseos de pedirle que se quedara, cosa que no haría ni en el más loco sueño.
Más Anna no dijo palabra alguna, solo acomodó la cabeza sobre el pecho del joven, dejando que este acariciara su rubio cabello, y como si la hubiese arrullado, la itako permitió que el sueño le cerrara los ojos.
Horo Horo la observó atento por largo rato, la tranquilidad que reflejaba ese bello rostro lo llenaba de paz; por alguna razón, sentía que podía observarla por siempre, así entre sus brazos, y no cansarse de ello.
De pronto a su mente llegó el recuerdo de su amigo Yoh y una corta platica que tuvieron hace ya tanto tiempo...
* Podría embriagar a mis ojos con su hermosa imagen y ni siquiera cansarme un segundo. *
Esas fueron las palabras del Shaman King.
Por aquel entonces, Horo Horo no lo entendió e incluso lo creyó un completo imbécil por referirse a la itako con esas palabras.
* Más ahora entiendo a que te referías... amigo Yoh. *
La voz del ainu fue tan silenciosa que difícilmente hubiese despertado a la rubia.
Con una ligera sonrisa adornándole el rostro, suavemente tomó entre sus brazos a la chica, llevándola hasta su habitación donde podía descansar más cómoda.
Se iría mañana por la mañana y si ella no despertaba para entonces seguro no podría despedirse.
Fueron muchos pensamientos los que a su mente llegaron, y de todos ellos, las palabras que su hermana le dijera hace un par de meses, antes de venir a Funbari, hicieron que su andar fuera más lento...
* No puedes seguir así, pasas más tiempo allá que con tu familia... No has hecho nada en este tiempo. ¿Qué pasó con el campo de plantas?, qué pasó con tu sueño?. *
No tuvo, ni tiene respuestas para esas palabras, pero sabía que Pilika tenía razón en algo: él hizo de lado todo y sin siquiera saber por qué. En realidad en todo este tiempo no había hecho absolutamente nada, por eso regresaría a Hokkaido, para seguir con su vida y dejar que la itako siguiese con la suya.
~*~
~*~
~*~
Entró a la habitación casi vacía, en cuyo centro se hallaba un futon más grande de lo normal, ahí recostó cuidadosamente a la rubia, más cuando quiso incorporarse se dio cuenta de que los suaves brazos de la chica se lo impedían.
* Si te digo que no quiero que te vayas, seguro no me creerás... como yo misma no me creo ahora. *
Horo Horo podía sentir el cálido aliento de Anna acariciando su cuello y su oreja izquierda. Se sonrojó ampliamente, aun sujetando la cintura de la sacerdotisa, completamente consciente de que los brazos de la misma le rodeaban el cuello y que su cuerpo yacía sobre el de ella, haciendo de esta una posición poco decente.
Ese juego de palabras por parte de Anna le estaba haciendo bromas pesadas a su mente, por todo lo que comenzaba a imaginarse. Y el intenso latir de su corazón no le ayudaba mucho a pensar siquiera en decir algo.
Sin embargo, hablar ya de mucho no servía, pues sus miradas se cruzaron en algún momento, y por un simple instante, tan solo para que después fuesen sus labios los que se buscasen y unieran sin que alguno de los dos lo hubiese pensado.
Era un profundo beso que sencillamente se dio entre ellos, beso que le arrebató al joven todo deseo de regresar al norte.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Ya sé que les interesa más el lemon, pero tampoco quería empezar el capítulo metiendo a estos dos a la cama así nada más. NO !.
Como ésta pareja me gusta mucho, quiero plasmar muchos detalles de su relación, pero descuiden, el próximo capítulo es lemon y no será el único.
Quiero que este fanfic derrame miel, así que habrá mucho amor, malos entendidos, lágrimas y lemon ^0^.
—I love HOROxANNA—.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 25 de Mayo de 2005.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 3 ||
Rojo mar
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Anime: Gundam Wing
Rating: M
Pareja: Heero & Relena
Sinopsis: Heero no puede sacarse de la cabeza aquellas pesadillas donde Relena yace, sin vida, sobre el rojo de su sangre. La busca, desesperado... quizás estar con ella pueda disipar sus temores.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Paisaje rojo fuerte, ¿hermoso?, el que cubre el extraño lugar.
Llama ardiente y avivada la que nunca se podrá apagar.
Silencio sepulcral el de esta agua que teñida de rojo está...
Expandiéndose efusivamente; oh!, rojo mar.
Su rostro logro ver entre las flamas que la abrazan protectoramente sin dejar
Que el vital plasma se detenga; oh!, rojo mar.
En medio de su sangre la observo, su tranquila sonrisa ya no está.
Pretendo que mis ojos se hacen ciegos, pero admiran todo con pesar.
* Ah, maldición!. *
Casi grito. Despierto bañado en sudor después de una loca pesadilla,
Aquella que mi mente creó mientras dormía.
Desesperante, sí; quizás más que la propia realidad.
Maldigo indignado con aquel escenario que observe antes de sucumbir
Ante el temor de la posible realidad de la visión.
Respirando agitado, imploro en silencio que esto jamás se llegue a cumplir.
Triste estaría, lo acepto, sí.
Prefiero la muerte a no verla vivir.
Intranquilo, no puedo volver a dormir;
Lo intento sin resultados. Continua el miedo de revivir
Aquella desagradable escena donde no pude interferir.
Me rindo... imposible intentar descansar.
¿Qué caso tiene si la paso mal?.
Increíble el temor que me inunda. Deseo tanto mirar
esos ojos azules, que me atrapan
dentro de la emoción tranquilizante de poderte tocar.
Crece y crece la desesperación,
Cual lluvia que cae del cielo al corazón.
No puedo controlar el impulso, te busco.
Intento no parecer dependiente de ti;
Corro apresurado a tu refugio: la habitación a la que tanto envidio,
Por tenerte cautiva mucho más de lo que yo he soñado en mi delirio.
Golpeo la puerta con autoridad.
Que demonios esperas... ¡abre ya!.
Despeja mis dudas y la ansiedad.
Insisto enfadado, temeroso, no puedo negar
Que el miedo corroe la integridad.
Sal ya a detener esta locura
De padecer tremenda tortura.
Se abre la puerta; te puedo ver
Mi ángel de amor; hiciste amanecer.
...Tremenda emoción.
Me regalas aquella sonrisa que, por ahora,
Se haya cubierta de incertidumbre y curiosidad.
* Es urgente que hablemos. *
Te digo de inmediato y un tanto agitado.
Tu expresión me indica que no comprendes absolutamente nada
De esta inesperada visita que te hago.
Más sin embargo me permites el acceso a tu privacidad.
No puedo perder más el tiempo.
Con delirio es con lo que te toco.
Rozando tus labios, sigo insistiendo.
Este inesperado amor... me vuelve loco.
Pronto, siento la necesidad de rozar mis labios con algo más que los suyos.
Su cuello en primer lugar...
Suave y sensible, igual... me hace temblar.
Sus hombros, sí; más abajo he de llegar.
Con grandes expectativas y ansiedad,
Sus senos logro probar.
Deleitándome con la excitante redondez de estos
Y la agradable sensación de su piel... tranquila suavidad.
Se estremece con esto, lo sé bien.
El rojo en mi memoria se ha borrado.
Cielo santo logro descansar,
Porque al fin estoy a tu lado.
Me despido, oh!, rojo mar.
Tímidos gemidos emanan de tus labios,
Guiándome desesperados al placer.
Y tomando mi rostro entre tus manos,
Permites que te bese otra vez.
Ternura y ansiedad es lo que siento.
Mordiendo suavemente tus senos a la vez.
Tremenda locura experimento;
Excitado por tu hermosa desnudez.
Abrazo aferrado la cintura de mi amante.
Estrujando tu cuerpo con amor.
Lluvia de besos en mi rostro cada instante.
Aumentad este delirio, por favor.
¡ Oh, bella mujer que me posees !.
Dejadme poseer a mi también
Este lindo cuerpo que tu tienes.
De igual forma lo deseas, lo sé bien.
El placer me conduce a tu secreto.
Besando y succionando el manantial;
Lastimarte evitaré, yo lo prometo,
Pero dejadme llegar hasta el final.
Tu respiración agitada logro escuchar.
Te oigo entusiasmado entre jadeos,
Constantemente mi nombre pronunciar
Al satisfacer tus exigentes deseos.
Me alejo del bendito paraíso tuyo.
Sentiste un mar de sensaciones a la vez.
Deseas más aun, o al menos eso intuyo.
Me sorprendes, linda niña, con tu gran interés.
Profanado esos labios tuyos, sabor a miel.
Me rindo ante el desesperado sentir.
Con locas y ardientes caricias sobre tu piel
Que no te amo, no... no puedo mentir.
Pretendiendo ser tu dueño por esta vez... que loco.
Sin cuenta darme de que todo es viceversa,
Te siento agradecerme las caricias que provoco.
Con dulces besos me haces sufrir... mujer perversa.
Delirante refugio encuentro entre tus protectores brazos.
Y el adorable aroma de tu piel... el mismo que me embriaga.
Rendido ante el dolor de tus besos tan escasos.
Intento todo por tu placer. ¿Qué más quieres que haga?.
Incitación, paz... respeto y cariño; siento.
Calidez me da su hermoso cuerpo... belleza total.
Morir y vivir, dolor y placer. Todo por este sentimiento.
Amarnos u odiarnos, continua locura letal.
Beso desesperado tus senos nevados... excitación.
Imposible separarme de ellos; mi droga eres amor.
Complacido con la perfección de tu cuerpo; siento pasión.
A cada instante te anhelo más... no importa el dolor.
Tatuando de besos tu cuerpo entero y femenino;
Dejando huella en tu ser cual misión importante.
Señales de que me perteneces. Y aun no termino.
Tan solo mía mujer... mi amada amante.
Entrecortados sonidos escapan de tus delgados labios.
Te escucho satisfecho; ataco con besos más profundos.
Apagando con estos tus labios... necesito probarlos.
Mirando tus ojos y su agradable misterio... en ellos me hundo.
Eres bella, más que nadie. Envuelto necesito estar
Entre tus tiernas caricias para feliz permanecer.
Por ello esta frágil figura tuya insisto en probar.
Aquí en la oscuridad. Esperaremos el amanecer.
Ansias recorren mi cuerpo; beso tus labios con delirio.
Separando cuidadosamente las delicadas piernas que posees.
Dirijo al espina a la entrada de mi amor...
Empujando lentamente, disfrutando el momento. Imploro me desees.
Porque este loco corazón se revela ante la lógica mía.
Te poseo desesperado, detenerme jamás... oh!, pasión.
Ingresando entusiasmado entre mares de caricias.
Loca noche, loco amor. Te amo... mi corazón.
Sintiéndote temblar bajo a mi cuerpo, y a este permanecer aferrada.
Confesando palabras y sentimientos entre mil besos.
Ahora estoy dentro tuyo... oh!, mujer amada.
Inseparables ahora somos. El uno por el otro... felizmente presos.
Consciente a la perfección del recorrido de la espina a la rosa.
Cosquillas dentro de ambos cuerpos... loca, ansiada pasión.
Ataque certero de placer. Tuyo por siempre mi chica hermosa.
Adicción al femenino ser... bendita esta desesperación.
Ingresando una y otra vez
Al paraíso de tu secreto.
Amor por primera vez.
Noche y calor... todo es perfecto.
Palabras que al aire, desesperados dejamos volar.
Increíble: el momento, el vinculo; la inexplicable sensación de poderte amar.
Tranquilidad, deseo y ansiedad embargan este cuerpo cansado,
El mismo que tu deleitas con caricias y besos desbordando la ternura.
Aparentando indiferencia y enojo, me pierdo... para mi jamás pensado
Lo fácil que fue para ti despojarme por completo de esta armadura.
Logrando hacer relucir un sin fin de emociones que, no entiendo,
Siempre y sin pensarlo, no me doy cuenta... todas se dirigen a ti.
Suaves caricias en mi adolorida piel estoy sintiendo...
Tus besos amor querido yo anhelo... no puedo mentir.
Disfrutando del momento. Ansiado y desquiciante placer pasional.
Sintiendo los atributos tan excitantes de tu figura.
Bendito el pecado... aceptando la necesidad carnal.
Placer: excitación... sensación inigualable.
Con mi espina clavada en tu cuerpo, te destrozo, tierno amor.
Mía, ya completa. Admirando la agonía interminable.
Arrepentido, aguardo el momento en que disminuya tu dolor.
Lluvia de besos a tu rostro que envuelto en lagrimas ya esta.
Gemidos me advierten. “Amor”, me logras llamar.
Tranquila te muestras... termina la tempestad.
“Perdón”, te pido arrepentido. No te quise lastimar.
Continuación de los instintos; aun me permites dentro de ti estar;
Recorriendo el camino de tu cuerpo; oh!, Relena.
Más tranquilo y cuidadoso... me preocupa tu bienestar.
Extasiado de placer; sonrojado ante tu cara tan serena.
“Te estoy queriendo demasiado”. Logro por fin entender.
Quizá por el mal sueño antes experimentado.
Perderte me mataría... tan solo eso comprender.
Sin tu cuerpo y cariño, me sentiría amenazado.
Olvidando estos miedos que a mi mente enloquecen,
Te beso. El rojo se desvanece; no más rojo mar.
Delirante por el calor permites que empiecen
Los gemidos y agitados gritos... solo nos podemos amar.
Entrando y saliendo con rapidez de tu figura;
Te penetro alocado, ya cada vez más de prisa.
Me apoyo en tu cuerpo ; te sujeto por la cintura.
Ardientes y excitados... nos relaja la delgada brisa.
Después de intensos gemidos, entre mis brazos te encuentras temblando.
A mi cuerpo te aferras desesperada; mi perfecta amante.
Te ha invadido un orgasmo... y aun te sigo penetrando.
“Que locura”. Jamás imaginar siquiera poder amarte.
Varias veces has experimentado el éxtasis, oh mujer.
A tu rosa la dura espina mía sigue clavada.
Unido a ti de esta manera imploro permanecer.
Desesperados, excitados. Así contigo... oh, mi amada.
Gran esfuerzo del cuerpo. Ya se encuentra muy cansado.
Termino dentro tuyo... río de vida que en ti ahora fluye.
Ligeros sonidos por parte de ambos; tranquilos... todo ha terminado.
Sobre tu cuerpo recostado. Sorprendido de la forma que en mi influyes.
Agotado. Acaricio su suave piel; le agradezco... estoy satisfecho.
Besando con ternura los femeninos labios
Y acurrucando el rostro sobre su pecho;
Enredando los dedos en sus cabellos lacios.
Respira agitada, después de todo.
La sigo abrazando; la sigo besando.
Protegerla antes que nada: lo estuve pensando.
Deliciosa noche me hiciste pasar.
Como esta... dudo tener otra más.
Casi no hubo palabras. Fue escaso el verbo amar.
Pero negar que ahora te quiero... eso jamás.
Y de nuevo aquella imagen a mi mente regresa.
En un lago de sangre te veo, oh mujer que ahora estas en mis brazos.
Rojo mar me atormentas. Me alejo de ella con sorpresa.
Pero eso no le importa. me devuelve a su lado entre tiernos lazos.
Sus besos y caricias te alejan de mi, oscuro paisaje.
Calma miedos y penas... me ha regresado la paz.
Me lleva el deseo de besarla... lo hago. Es este mi mensaje...
Que la adoro y, aunque increíble, puedo hacerlo aun más.
Finalizado.
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El fanfic toma lugar durante el tiempo en que Heero permaneció en el reino de Sank, con Relena aun como reina.
Se le puede llamar poem-fic?. Está escrito en versos, pero un poema no necesariamente tiene que rimar ^^.
Y la verdad... está bastante suavecito.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 15 de Octubre de 2002.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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