Me Pregunto

Me Pregunto

Me pregunto, si al igual que yo, él me está buscando, si al doblar cada esquina espera verme, si camina en mundos conocidos y desconocidos esperando encontrarme, si piensa en mí, si sueña conmigo, con la posibilidad de verme.

Me pregunto, donde esta, porque aún no lo encuentro, porque en un mundo tan inmensamente pequeño no logro verlo, hay tanto que me gustaría decirle, contarle, solo por hacerlo, tal vez para reír con él o llorar con él, porque, aunque la vida sin él es increíble, quiero encontrarlo, abrazarlo, besarlo, estar con él.

Me pregunto, cuánto tiempo más debo esperar, porque mientras camino, aun cuando estoy en compañía de familiares y amigos, solo puedo preguntar por él, porque un día quiero levantar la cabeza y cruzar miradas, sonreírnos en la distancia, unos pocos segundos antes de finalmente dejar de buscar.

Esperanza

La esperanza es lo último que perdemos, siempre está ahí aún cuando no la vemos, pero que pasa cuando llevamos tiempo sin ella, cuando descubrimos que realmente lo hemos perdido todo, cuando descubrimos que no conocemos el sentimiento que mueve al resto del mundo, cómo levantarse después de eso.

Tal vez hemos vivido a medias o medio vivido, tal vez estamos tan cansados que no notamos lo que nos motiva a seguir, tal vez la esperanza está en las pocas y pequeñas cosas que damos por sentadas, simplemente me gusta creer que aún cuando no conozco el sentimiento, cuando me siento perdido y sin propósito, la esperanza es lo que persigo. Así mi vida cobra sentido, así me descubro en el proceso, así vivo, existo, soy real.

Estar solo es fácil, rápidamente te acostumbras al silencio, lo disfrutas, llega hacer incluso placentero sólo tener que lidiar contigo, el problema esta en dejar de estalo, no sabes realmente como hacerlo, te cierras rápidamente ante cualquier posibilidad, analizas de más cada situación, no esperas nada de nadie, es como si lucharas con todas tus fuerzas para no tener que romper con tu conducta.

La verdad es que nadie quiere estar solo, es un sentimiento cuyo efecto es igual al de un narcótico, es adictivo, te hace mal, lo sabes y por esto quieres no estar mas así, pero como dejar de estar solo cuando nadie llega para ayudarte, cuando te das cuenta que en realidad no es una elección, no hay nadie a quien llamar, no hay nadie a quien buscar, porque lo único que quieres es ser visto de cierta manera, quieres ser tocado de cierta manera, quieres ser besado de cierta manera y no hay nadie, no importa cuanto busques, escribas o llames, resulta que lo único que puede ayudarte es una persona, alguien importante para ti, pero no está, así que mejor sigues solo, porque en un mundo tan grande ser pequeño es mas fácil, sin darnos cuenta escogemos el dolor.

Debemos

Desesperarme queremos estar junto a alguien, pensamos cuando estamos solos que queremos compañía, buscamos estar cerca a otra persona, sentir su cuerpo, besar sus labios, que nos vea a los ojos cuando somos más vulnerables, cuando estamos desnudos exponiendo todo lo que somos de la manera más natural, tal vez porque creemos que así debemos vivir, que así deben ser las cosas, pero nos desviamos, nos olvidamos de nosotros mismos.

No deberíamos buscar compañía, deberíamos buscar pasión, no deberíamos conformarnos con placer, deberíamos estar en éxtasis, no debemos buscar cariño, debemos amarnos a nosotros mismos y después descubrirnos en los ojos de alguien más, no dar nada por sentado, porque el estar con alguien, pertenecerle a alguien, no debe ser un acto de desesperación, debe ser una elección, debe ser valiente, para que así sea para siempre, para que valga la pena.

La última vez que lo vi fue en 2009, yo tenía 18 años, se despidió de mi en la mañana y jamás volví a verlo, jamás supe realmente que paso con él; toda nuestra relación fue un abismo entre nosotros, muros que ambos pusimos, que no quisimos derribar, perdí la oportunidad de conocerlo completamente, no sé si me quedan arrepentimientos por que tal vez lo que busco ahora es dejarlo ir, perdonarlo, guardar los pocos buenos recuerdos, quedarme con eso y atesorarlo.

Creo que lo lastime y por hacerlo hoy tengo heridas que no sanan realmente, él también me hizo daño, pero estoy seguro nunca fue su intención, me quede en un punto atascado con lo que paso, con lo que esperaba, con lo que debió ser, todos los días pasan cosas que me gustaría contarle, pero después me pregunto si le interesaría saberlas. La verdad es que ya nada de eso importa, él no esta no va a regresar, es tiempo de realmente dejarlo ir, amar su recuerdo, continuar sin voltear, despedirme de lo que quedo de él, caminar hacia adelante, así seguramente avanzare, me encontrare en el camino, tendré una vida, gracias y a pesar de él.

Las apps de citas... Esta es la cuestión con las apps de citas, son una ventana para exponerte a un número indeterminado de personas, para ser visto, que de otra forma no sería posible, pero cuantas veces realmente han funcionado, cuántas personas realmente llegamos a conocer o creamos un vínculo.

La mayoría son conversaciones que parecen ser un guión, no se avanza en ninguna dirección, los pocos que quedan se convierten en una decepción cuando dicen la frase o palabra que tú no quieres ni esperas oír, ahí todo se pierde y vuelves a comenzar, tanto tiempo perdido frente a una pantalla esperando ser descubierto, parece una total perdida de tiempo, aún así entramos una y otra vez atentos a qué cambios y nuevas opciones se presentan.

Estamos locos...