Estar Solo Es Fcil, Rpidamente Te Acostumbras Al Silencio, Lo Disfrutas, Llega Hacer Incluso Placentero

Estar solo es fácil, rápidamente te acostumbras al silencio, lo disfrutas, llega hacer incluso placentero sólo tener que lidiar contigo, el problema esta en dejar de estalo, no sabes realmente como hacerlo, te cierras rápidamente ante cualquier posibilidad, analizas de más cada situación, no esperas nada de nadie, es como si lucharas con todas tus fuerzas para no tener que romper con tu conducta.

La verdad es que nadie quiere estar solo, es un sentimiento cuyo efecto es igual al de un narcótico, es adictivo, te hace mal, lo sabes y por esto quieres no estar mas así, pero como dejar de estar solo cuando nadie llega para ayudarte, cuando te das cuenta que en realidad no es una elección, no hay nadie a quien llamar, no hay nadie a quien buscar, porque lo único que quieres es ser visto de cierta manera, quieres ser tocado de cierta manera, quieres ser besado de cierta manera y no hay nadie, no importa cuanto busques, escribas o llames, resulta que lo único que puede ayudarte es una persona, alguien importante para ti, pero no está, así que mejor sigues solo, porque en un mundo tan grande ser pequeño es mas fácil, sin darnos cuenta escogemos el dolor.

Esperanza

La esperanza es lo último que perdemos, siempre está ahí aún cuando no la vemos, pero que pasa cuando llevamos tiempo sin ella, cuando descubrimos que realmente lo hemos perdido todo, cuando descubrimos que no conocemos el sentimiento que mueve al resto del mundo, cómo levantarse después de eso.

Tal vez hemos vivido a medias o medio vivido, tal vez estamos tan cansados que no notamos lo que nos motiva a seguir, tal vez la esperanza está en las pocas y pequeñas cosas que damos por sentadas, simplemente me gusta creer que aún cuando no conozco el sentimiento, cuando me siento perdido y sin propósito, la esperanza es lo que persigo. Así mi vida cobra sentido, así me descubro en el proceso, así vivo, existo, soy real.

Y si mejor estamos solos... ¡Juntos!

¿Qué soy?, Tal vez un recuerdo, tal vez un prospecto, a lo mejor un sueño...

Es común hacerse preguntas todo el tiempo, muchas tienen respuesta y otras se pierden en las dudas que tenemos, creemos que necesitamos conocer todo, saberlo todo, aun cuando ese conocimiento nos lastime de maneras que no esperamos; todo porque nos consideramos fuertes, estamos seguros que resistimos cualquier dolor.

Pero que pasa cuando la respuesta que obtienes no es la que esperas realmente, cuando resulta ser mas devastadora de lo que crees, que pasa cuando el no saber resulta mas placentero que el conocerlo todo, cada detalle; creo que hay preguntas que no deben hacerse, hay verdades que no deben conocerse, hay puertas que no deben abrirse, en algunas ocasiones eso es bueno.

Llevo más de una década preguntándome algo, de la nada empiezo a obtener cada uno de estos detalles, pero no traen consigo explicación alguna, traen un consuelo tibio, con el cual debo continuar aun cuando no sepa cómo, es curioso como la información que recibes pone tu mundo de cabeza, todo deja de ser como lo conoces, incluso no te sientes como creías si conocías todo, en el fondo todos sentimos un maravilloso placer por ser ignorantes. Aunque debo confesar con un inmenso dolor que me hace muy feliz por fin saber.

Me Pregunto

Me pregunto, si al igual que yo, él me está buscando, si al doblar cada esquina espera verme, si camina en mundos conocidos y desconocidos esperando encontrarme, si piensa en mí, si sueña conmigo, con la posibilidad de verme.

Me pregunto, donde esta, porque aún no lo encuentro, porque en un mundo tan inmensamente pequeño no logro verlo, hay tanto que me gustaría decirle, contarle, solo por hacerlo, tal vez para reír con él o llorar con él, porque, aunque la vida sin él es increíble, quiero encontrarlo, abrazarlo, besarlo, estar con él.

Me pregunto, cuánto tiempo más debo esperar, porque mientras camino, aun cuando estoy en compañía de familiares y amigos, solo puedo preguntar por él, porque un día quiero levantar la cabeza y cruzar miradas, sonreírnos en la distancia, unos pocos segundos antes de finalmente dejar de buscar.