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Fuga De Amor

Fuga de amor

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Anime: Digimon Tamers

Rating: M

Pareja: Ryo & Ruki

Sinopsis: Después de tantos problemas, por fin estaban aquí, a solas y ansiosos por hacer el amor, aunque ninguno de los dos llegó a imaginar que tendrían que fugarse para estar juntos.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Se besaban con tremenda pasión, como si nunca antes lo hubiesen hecho, o como si fuese la última vez.

El hombre recorría la suave piel de su novia, ¡que delicia!; su delgada y frágil figura yacía entre sus brazos, desnuda. . .

  * Esperé tanto por esto. *

 Le susurró al oído, mientras la estrechaba con fuerza; saboreando sus dulces labios, aspirando ese exquisito aroma suyo.

 Después de tantos problemas, por fin estaban aquí, a solas, ansiosos por hacer el amor aunque para esto. . . tuvieron que huir.

  La madre de Ruki se oponía a la relación de los muchachos, no por ser Ryo el pretendiente, sino más bien porque su hija era aun muy joven; en realidad, no quería que cometiera su mismo error.

Con el padre de Akiyama no había problema, pero dada la situación, los enamorados no tuvieron más remedio que fugarse.

   * ¡ Ryo !... *

  De pronto, el nombre de su amado surgió en un suspiro al sentirlo posar sus grandes manos sobre cada uno de sus senos, haciéndola olvidarse de todos los líos por los que tuvieron que pasar para poder estar juntos.

  * ¿Te arrepientes de esto?. *

  El moreno dejó entrever una sutil sonrisa, pareciera que sabía exactamente que era lo que Ruki estaba pensando en esos momentos.

Ella solo negó con la cabeza, su rostro envuelto en rojo por la vergüenza y, claro, por el calor. . .

La mirada de Ryo parecía distante, sabía que esto debió haber sido de otra forma, pero. . .

  * Yo solo quiero estar junto a ti. *

  Le dijo ella.

Bueno, al menos esa era una buena razón para haber escapado de casa y decidir vivir junto a Ryo Akiyama.

  * Y. . . ¿tú?. *

  El tamer la tomó en un nuevo beso, apasionado.

  * Yo?. . . el robarte fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. *

  Y hablaba en serio. De no haberlo hecho se habría arrepentido por siempre.

Con este pensamiento, se dio a la tarea de deleitarse recorriendo las finas curvas de aquel cuerpo. La sentía maravillosa, su piel era blanca y suave; su figura de mujer era fresca, con anchas caderas, senos medianos, ni grandes ni pequeños. . .

  ““Simplemente perfectos.””

 Pensaba el moreno.

Claro, Ruki era una mujer que comenzaba a florecer. . . y la amaba. Por eso tomó aquella decisión, por eso se metió en este embrollo, y por eso era tan feliz.

  Ahora, Ryo era mucho más alto, la joven apenas le llegaba a la altura del pecho, por lo que él tenía que inclinarse para besarla.

Y eso era algo que le agradaba, porque sentía que podía formar una prisión para no dejarla escapar.

 Así, besaba y mordía suavemente el cuello de la pelirroja, haciéndola gemir y poco después reír nerviosamente.

  * Me haces cosquillas. *

 Ruki se apartó levemente, pudiendo contemplarlo con más libertad.

¡ Que hombre tan apuesto !, con esa piel bronceada, su blanca y perfecta sonrisa y esos chispeantes ojos azules; su cuerpo eran un montón de músculos, músculos que la rodeaban con suavidad y delicadeza, como si fuese a romperse.

  Sus miradas se cruzaron entonces, comprendiendo que no podrían esperar más.

Akiyama la tomó entre sus brazos, cargándola hasta acostarla sobre el amplia cama de la habitación. Y suavemente dejó caer su cuerpo sobre el de la mujer.

Poco tardaron en desnudarse.

  * Que linda eres. *

  Le dijo, tomando su lindo rostro entre su manos; sus ojos maravillados por la hermosa imagen de Ruki al natural, para él.

Se miraban con ansias, con pasión y deseo. . . con verdadero amor.

  Y la besó nuevamente, permitiendo que sus lenguas se entrelazaran, ya no podía postergarlo más; era la primera vez que el tamer legendario se desesperaba por una mujer, claro que. . .

  ““Ruki no es cualquier mujer.””

Pensaba el castaño al tiempo que esculpía la figura femenina con sus hábiles y expertas manos.

 Sí, había estado con muchas mujeres, pero ninguna como la reina de hielo, a ella la deseó desde temprana edad y ahora. . . a pesar de que Ruki era tan solo una joven, podía tenerla para él, solo para él.

 Ansioso y excitado, palpó los senos de su pareja.

  * Ryo, eres un hentai. *

  El rostro de la chica ardía en matices rojos. Él la miró sin dejar de amasar sus deliciosos encantos.

Pervertido?, ¿él?, ja !. . .

  *¿Quieres que me comporte como un verdadero hentai?, bien.*

 Apenas dijo esto, Ryo se aventuró a recorrer los pechos de la chica con sus labios, logrando que la pelirroja emitiera varios gemidos mientras lamía los contornos de aquel par de esferas, mordiendo de vez en cuando las rosadas aureolas que las coronaban.

  * Ryo, ohh. . . . Ryo !. *

 El aludido sonrió, aun concentrado en degustar este manjar que los hombres tanto disfrutan.

 Ella estaba desesperada, sofocada.

Enredó sus dedos en el rebelde cabello del que, a partir de ahora, sería su amante, mientras arqueaba la espalda ya totalmente intranquila.

 Ya pasado un rato, Akiyama liberó los senos femeninos de sus insaciables labios.

La miró realmente divertido, mostrando esa sonrisa tan suya… ¡que descarado!.

  * Por tus jadeos, supongo que te gustó. *

* Baka. *

  Apenas tuvieron aquel pequeño cruce de palabras, nuevamente unieron sus labios. Deseosos por sentir el sabor el uno del otro. Se arrodillaron sobre la cama, rompiendo el beso para admirarse mutuamente, solo querían disfrutar al máximo de esto y grabarse cada detalle de esta noche, ya que a partir de ahora vivirían sus vidas como ellos lo habían decidido, aun en contra de los demás; como una verdadera pareja.

  Aquellos ojos azules recorrieron, lujuriosos, la frágil figura de la chica, deleitándose con la hermosa imagen.

Más Ruki no se quedó atrás; el violeta de sus ojos admiró cada apetecible músculo del varón, además de saborearse los labios al contemplar el ya erecto pene del muchacho.

Lo pensó un par de segundos antes de aventurarse a probar aquel pedazo de carne. . .

  * Oye, oye, Ruki, n-no hace falta qu-que tu. . . *

  Ryo quiso alejarla, no era necesario que hiciese esto, no si ella no se sentía segura, sin embargo, al poco rato se encontraba disfrutando de la dulce caricia que los labios de la pelirroja ejercían sobre su miembro, que se alzaba victorioso al aire, y que desaparecía una y otra vez dentro de la boca de la chica.

  * Lo haces muy bien. *

 Fue lo único que le pudo decir a su joven compañera.

Ruki engullía la espina masculina hasta donde el tamaño de esta le permitía, deslizando su lengua por donde le apetecía, mientras amasaba aquel par de esferas que descansaban debajo del pene del tamer; manteniendo esta delicia por varios minutos.

  * Oh, Ruki, eres maravillosa. *

 La chica sonrió ante las palabras que Ryo le expresaba en medio de la agitación, también estaba atenta a los gemidos que él emitía, guiándose por estos y su instinto para hacer gozar al muchacho.

Sí, ella también podía ser perversa y pervertida con aquel que acariciaba su cabello, como recompensándola por lo bien que lo hacía sentir.

  De pronto, Akiyama la jaló levemente, alejándola de su pene; era un “peligro” que la pelirroja siguiera degustándolo; lo haría derramar su semen. . .

  ““Yo aun tengo otros planes para esta noche.””

Pensó el castaño, quien estrechaba con fuerza a su novia, besándola con tanta pasión, que el simple contacto entre sus labios los hacia jadear.

  Poco a poco la fue recostando sobre la cama, acomodándose encima de ella.

Sus labios recorrieron la piel blanca de la chica, dejando marcas que la hacían suya, luego deslizó los labios hasta los pechos de Ruki, que lanzó un profundo suspiro al sentir como el castaño, entre suaves mordidas y lamidas, devoraba sus senos.

  * Oh, Ryo. *

 Entretenido, el tamer se aferró al pezón izquierdo, acariciándolo insistentemente con su lengua, masajeando con frenesí el otro pecho.

Makino arqueó la espalda entre tanto placer, echando la cabeza hacia atrás.     En ese momento, se entretenía con mirar fijamente el techo, como si estuviese rogando por algo, y sus suaves manos se enredaban en los rebeldes cabellos de su novio, no!!, su amante.

 Y ahí estaba Ruki, con los ojos entrecerrados, ronroneando como un gatito, más de pronto, sus ojos se abrieron con sorpresa, sus violáceas pupilas se contraían por una fuerte sensación que la recorría.

Tan entregada al placer estaba, que francamente no se había dado cuenta del momento en que Ryo deslizó los labios, de sus pechos hasta su sexo.

  * Ryo, espera, me estás volviendo loca. . . *

  Le dijo ella casi gritando, aunque su voz emergía entrecortada al sentir como el moreno acariciaba su clítoris con la lengua.

  En pocos segundos, los gemidos de la pelirroja se escuchaban por toda la habitación, hinchando el orgullo del muchacho, quien ya fuera de sí, succionaba el pequeño botón que coronaba la entrada de su vagina.

También sintió como él deslizaba su dedo medio al interior de su sexo, haciendo que Ruki se aferrara a las sabanas como si quisiera desgarrarlas, mientras apretaba los dientes con fuerza, tratando de prolongar la deliciosa tortura que significaba el cosquilleo que sentía en su hinchado clítoris.

  * Ryo Akiyama, eres un hentaaaiii. . . *

 Le dijo la chica, quien alzó las caderas, entregándole por completo su intimidad para que él la “devorara” con desesperación.

Y pronto, Ruki jadeó agitada, siempre al ritmo de penetración del dedo intruso que Ryo deslizaba con maestría dentro de ella.

  * Mmmm, Ryooo !!. *

 La mujer gimió agradada con las sensaciones que su cuerpo recién conocía, y aun más al experimentar como su vagina se contraía, apretando suavemente el dedo del moreno; un orgasmo la había envuelto con el dulce y necesario placer que solo este podía regalarle.

  Akiyama la contempló con lujuria en los ojos, Ruki respiraba cansada, más esto aun no terminaba, la iba a hacer gritar su nombre.

Una traviesa sonrisa atravesó el rostro del castaño; nunca estuvo tan entusiasmado al acostarse con una mujer.

  ““Es que mi pelirroja no es como las demás. . .””_   Pensaba el tamer, recordando que la chica era muy especial para él._  ““La amo.””

  Con esto en mente, la abrazó con fuerza, pegando sus cuerpos bañados en sudor, y le encantó sentir como el corazón de la chica latía casi desesperado, así como el suyo propio.

  * Eres linda, la más hermosa de todas. *

 Se escuchó decir al muchacho, que sostenía el rostro de su amante con ambas manos y se daba a la tarea de llenarla de besos; no hubo un solo fragmento de su linda cara donde Ryo no hubiese tatuado un beso suyo.

Ella por su parte, permanecía casi inmóvil, deleitándose con las atenciones del moreno, que, entre beso y beso, ya se había acomodado entre las piernas de la joven, deslizando suavemente la punta de su duro pene en la entrada de la vagina de la pelirroja, quien solo atinaba a gemir ante la deliciosa fricción entre ambos sexos.

Más esto, por muy placentero ya no le era suficiente a la excitada mujer.

  * Ay, ya, Ryo. . . no me tortures más, por favor. *

  Akiyama dibujó una traviesa y lujuriosa sonrisa, las palabras de Ruki no hacían más que encenderlo más; y él, que también deseoso de sentirla estaba, la miraba fijamente al tiempo que deslizaba lentamente su miembro, enterrándolo en la húmeda vagina de una Ruki que gritó de gusto al sentirlo dentro suyo.

 Makino formó un arco con su espalda, alzando las caderas, permitiendo así que la hombría del moreno se adentrara un poco más en ella.

  * Oh, Ryo, te amo tanto. *

 Las palabras de la chica formaron un susurro, susurro que vino acompañado por las necias lagrimas que se deslizaban por las ardientes mejillas de la tamer, que se aferró al cuerpo del castaño como si en ello se le fuese la vida.

Algo se rompió dentro de ella y ni el dolor que le causó al muchacho al enterrarle sus filosas uñas en la espalda podría compararse con el de la chica al ser penetrada por primera vez.

 Ryo detuvo su avance, esperando que su novia se acostumbrase a su miembro, intruso de un tamaño considerable en su intimidad.

Sus azulados ojos la miraban con preocupación, no quiso lastimarla, sabía perfectamente que sería el primero. . .

  ““Y quizás el único.””

Pensaba, completamente seguro de que su gatita salvaje no era una más de las mujeres que hubieron en su vida. No, ella es distinta.

  ““A ella la amo.””

Con este pensamiento, Ryo dejó que sus caderas se mecieran suave y lentamente, con lo que Ruki comenzó a regalarle débiles gemidos de gozo.

El dolor se perdió en algún lugar del placer que la envolvió con locura.

  Así, la joven movía las caderas al ritmo que su amante le imponía, mirándolo embelesada.

Que bien se sentía estar así con él, enredado entre sus piernas, balanceándose de adelante hacia atrás y viceversa, penetrándola deliciosamente.

Si la pelirroja había tratado de contenerse en algún momento, ahora gemía con fuerza, deleitando a su hombre.

 Ryo alcanzaba a escuchar las expresiones de placer que le susurraba la chica, aquellas palabras que se apagaban levemente por el esfuerzo.

  Los movimientos que en un principio fueron lentos, suaves y hasta cuidadosos, se volvieron bruscos y rápidos.

  * Oh, Ryo, sigue, sigue. *

 Le rogaba ella, llevada por el placer, completamente llena de felicidad.

Más pronto, la ficción entre los sexos de los amantes hizo que Ruki alcanzara el clímax. . . No pudo más, gimió sonoramente, arqueando la espalda y enterrando las uñas en la morena piel de su compañero.

La vagina de la mujer palpitaba con fuerza y desesperación debido al orgasmo que ahí mismo había nacido y que se expandió hasta el rincón más escondido de su cuerpo.

Mientras que Akiyama, al sentir como su miembro era apretado con fuerza por la suave y cálida piel interna de la pelirroja, no pudo más que penetrarla un par de veces más antes de dejar escapar un liquido blanquizco, su semen.

  * Ru-Ruki e-eso fue maravilloso, realmente in-intenso, ah. . . *

  El, moreno jadeaba por el cansancio, aun eyaculando en la intimidad de la joven.

Poco después separaron sus cuerpos, descansando en la cama, abrazándose con suavidad.

 Makino suspiró cansada, ahora que su mente estaba libre del deseo, pensaba seriamente en su situación actual y sonrió. . . con un extraña mezcla de felicidad y diversión. Se abrazó un poco más a Ryo, escondiendo su rostro adornado en rojo en el pecho musculoso del muchacho.

  * ¿De qué te ríes?. *

* Recordaba. . . que nos escapamos. *

  El muchacho le devolvió la sonrisa, acariciando el suave cabello de su ahora cómplice y mujer.

  * Lo pensé muchas veces e incluso. . . dudé en hacerlo. Tenía miedo de que lo nuestro no resultase y termináramos separados, como pasó con mis padres. *

 *No te prometo amor eterno, porque no conozco el mañana. Pero, Ruki, yo sinceramente quiero estar así, siempre contigo.*

  Las palabras del joven fueron tan solo un susurro en el cual se notaba la nostalgia que traía consigo su varonil voz.

Y es que ninguno de los dos llegó a imaginar que terminarían de esta forma, quizá alguna vez pensaron que llegarían a estar juntos, pero. . . en fugarse, ¡ jamás !.

  * Gracias por esto, Ryo. *

  Apenas dijo esto, la pelirroja se dejó envolver por el sueño, dejando al castaño completamente confundido con sus palabras.

Más ella, con una sonrisa en los labios, pretendía disfrutar del aquí y el ahora haciendo de lado todos los temores que su madre se había encargado de sembrar en su corazón.

  Ruki no sabía si su relación con el tamer legendario se acabaría en algún futuro, pero, eso era algo que ahora. . . simplemente no importaba.

   Totalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Como que hubo muchos besos, ¿no?.

Pues por fin un fic que quise escribir desde hace más o menos dos años, el primero de Tamers que pude escribir, más no el último.

Los reyes digimon, una pareja que no se comporta como tal y que sin embargo, tuvo muchos momentos propios y de ahí, mi interés por escribir este fic.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 22 de Abril de 2005. 

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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3 years ago

Ella es... _C5_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 5: “Haremos que esto funcione” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Miraba el paisaje que le ofrecía el ventanal de su recamara; las personas ir y venir, uno que otro auto. Y aunque pareciera hacerlo atentamente, en realidad estaba desinteresada.

 Ya tenía dos semanas de haber regresado de sus “tranquilas” vacaciones en la playa.

  ““Y el muy valiente no me ha llamado siquiera.””

 Pensaba la rubia, frunciendo el ceño y buscando algo con que desquitarse. . . nada!.

* ¿Qué estoy haciendo?, no debería importarme. *

 Pero Anna no podía entender por qué la realidad estaba completamente alejada de sus palabras.

¿Qué no le preocupaba?, ¡por favor!, si en el momento en que Horokeu le explicó que debía irse por compromisos deportivos, ella misma se ofreció a acompañarlo. Así que regresaron juntos a Tokio, dejando a Ren y Pilika, sin siquiera darles la más mínima explicación.

  * Un torneo. *

 Susurró la chica, recordando las exactas palabras que el peliazul le dijera aquella vez.

Claro, Horo Horo es un jugador de tennis que tenía poco tiempo de haber incursionado en el terreno profesional, aunque ya se había hecho de cierta reputación.   Incluso, había quienes decían que el muchacho tenía mucho futuro y podía llegar a ser de los mejores, hasta tenía un grupo de admiradoras.

  * Niñas tontas y resbalosas. *

 Definitivamente, a Anna le disgustaba imaginar a ese hombre rodeado por mujeres que le gritaban que lo amaban.

  Kyouyama estaba bastante furiosa. ¿Por qué?, bueno, había varias razones para ello. . .

Pensar en quién sabe cuantas chicas se arrojarían desesperadas sobre el peliazul, sin mencionar que interrumpieron sus vacaciones. O quizás, el hecho de que todo aquello no tenía por qué interesarle, y sin embrago. . . así era.

 Pero lo que más la hacía rabiar, era que Horo Horo no la había visitado en esas dos largas semanas. . . ¡vamos!, ni siquiera la había llamado.

  * Maldición, ese idiota. . . después de lo que pasó entre nosotros, al menos debería tener la decencia de llamarme para saber como me va. *

  La rubia apretó los dientes, abandonando el borde de la ventana y comenzando a caminar por toda la habitación, cuál animal enjaulado, analizando la situación.

Estaba realmente ansiosa y molesta consigo misma; nunca dependió mucho de las personas a su alrededor, ni siquiera de Yoh. Tampoco recordaba haberse comportado como una chiquilla celosa, posesiva e irremediablemente enamorada. . .

 Anna de pronto se detuvo.

Sus ojos más abiertos de lo normal. Las dos últimas palabras que pasaron por su mente la hicieron dudar.

  * ¿Qué me está pasando?. *

  Preguntó a nadie en especial, al aire, a ella misma.

Confundida y desesperada, tomó su cartera y salió con el único propósito de despejar todas sus dudas. Quería saber que había cambiado en ella después de acostarse con Horokeu Usui.

~*~

~*~

~*~

Cuando escuchó que golpeaban la puerta, no imaginó que se trataba de Anna Kyouyama, quien, por cierto, estaba furiosa. Bastaba con percatarse de la mirada malévola y asesina que ella le dedicaba.

  * Ah, hola, Anna. . . *

* Ah, hola. . . ¿eso es lo mejor que me puedes decir, baka?. *

  Después del caluroso saludo de la bella rubia, Horo Horo muy amablemente la invitó a pasar.

Nótese el sarcasmo, pues la chica prácticamente empujó al muchacho, abriéndose paso al interior del departamento, cómo si estuviese en su propia casa.

 * Te pasa algo?, ¿por qué estás tan enojada?. *

 Las preguntas del peliazul parecieron enfadar más a Kyouyama, pues la ira en sus negros ojos se volvió más intensa. Pero no dijo nada, la mejor arma de Anna era el silencio.

 Horokeu comenzaba a sudar frío, por más que pensaba, no podía explicarse porque la mujer había venido con ese humor de los mil demonios.

  ““Si precisamente esto era lo que había venido evitando.””

 Pensó el muchacho. Y entonces, la escuchó. . .

  * Creí que eras diferente, Horo Horo, confié en ti. *

 La voz de la rubia se escuchaba más tranquila, sin embargo, un aire de tristeza no pudo pasar desapercibido para el joven peliazul, quien, con una seriedad en la cara que realmente daba miedo, preocupado, le preguntó qué le pasaba.

 * ¿Qué me pasa?. JA!!. . . Que eres como todos los hombres, una vez que consiguen lo que quieren, botan a las mujeres y fingen que nada pasó. *

* A, a qué te refieres?. Anna, no cre . . . *

* No has ido a verme, no has llamado, ni siquiera has dejado un mensaje. . . ¿Sabes cuántas veces me he quedado junto al teléfono esperando una llamada tuya?, o qué cada vez que tocan a la puerta, espero que seas tu.   Creí que algo había surgido entre nosotros, pero ya veo que. . . *

 Anna simplemente no pudo continuar, aunque estuvo agradecida por ello, pues de haber seguido seguramente habría terminado llorando.

Horo Horo la había abrazado así nada más, de pronto y sin decirle nada. Tan solo el impulso de su loco corazón que latía intensamente por las palabras de Anna.

  * Disculpa, nunca quise hacerte daño. *

 Él le susurró al oído, una sonrisa irónica cruzando su rostro.

Era gracioso, es cierto que la había estado evitando en lo posible desde que habían regresado. . . no quería verla. Pensaba que Anna simplemente no estaba interesada en él, aun a pesar del hecho de haberse acostado un par de veces. . . cinco para ser exactos.

  * Creí que para ti no había significado nada y que no estaba en tus planes hacerlo de nuevo, no conmigo al menos. *

* ¡Baka!. *

 En realidad, la joven no podría culparlo, después de todo, no hace mucho ella misma no estaba interesada en el peliazul.

Pero ahora. . .

  * Supongo que intentaremos hacer que esto funcione. *

 Decía la chica, cerca del oído del muchacho produciéndole una corriente eléctrica muy agradable y, de paso, ocultando su rostro adornado en matices rojizos.

  * Y supongo también, que haremos el amor más seguido. *

 Usui estaba seguro de que Anna le hubiese dado un golpe que lo dejase tumbado en el suelo por semejantes palabras. Pero esta vez, tan solo sintió como ella lo abrazó con más fuerza, refugiándose en sus fuertes y cálidos brazos.

 Con una sonrisa cómplice y unas cuantas palabras que, aunque no lo demostrase, significaban simplemente que ella compartía los mismos planes y deseos del apuesto joven.

  * Eres un hentai. *

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Anna poniendo las cosas en claro. Dejando a un lado la inseguridad del ainu, esta relación avanza.

Así que, próximo capitulo, como no, LEMON.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

  || Capítulo 6 ||


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3 years ago

Ella es... _C1_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 1: “Mirándola en silencio” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

La joven mujer de cabellos dorados entró en la habitación de aquel lujoso hotel.

Con pereza, con fastidio, Anna se dejó caer sobre una de las dos camas que ocupaban la recamara. No podía creer que se dejara convencer por la chica de cabellos azules.

  * Debí suponer que pasaría algo así. *

 Sus palabras, casi un suspiro.

Giró sobre la cama hasta quedar sobre su costado derecho; conocía a Pilika desde hacía ya varios años, si ya sabía que le haría algo así, ¿por qué no se negó?.

  ““Date un par de semanas para descansar. . .  vamos a la playa, las montañas, donde tú quieras. . .””

Recordó las exactas palabras de la peliazul.

La playa fue la decisión; creyó que serían solo ella y Pilika, pero no. . .

  * Tenía que invitar a su hermano y su novio. *

  Era obvio que la idea no le agradaba, Anna quería distraerse un poco, pero la presencia de esos dos, en especial la del peliazul, le resultaba incómoda.

Más incomodo fue viajar con ellos en la camioneta durante tres largas horas.     Pilika y su novio, Ren, iban al frente conversando de esto y de aquello; Anna y Horo Horo en el asiento trasero.

A pesar de ser amiga de la chica peliazul por más de ocho años, nunca se llevó muy bien con el hermano de esta, quizá por eso fue que lo ignoró durante todo el camino.

 Ahora suponía que las dos semanas de supuesto descanso no le servirían de nada; seguro se pasaría la mayor parte del tiempo encerrada en esa habitación, a solas, porque Pilika se divertiría de lo lindo con Ren.

  * Creo que Pilika solo me utilizó como pretexto para pasar unos días con el picudito. *

  De pronto, la joven escuchó como la puerta se abría, dejando entrar a una persona, su compañera de habitación.

Anna no se movió en absoluto, seguía admirando el paisaje que el ventanal le permitía. . . hasta que aquella voz la sorprendió.

  * Si vamos a compartir la habitación, será mejor que intentemos llevarnos bien. *

  El muchacho peliazul traía consigo su equipaje y aunque su mirada parecía seria, traía consigo una imperceptible sonrisa, podía sentirlo.

  * ¿Qué haces aquí?. *

  Preguntó Kyouyama, su voz  seca, seria, con claro enfado y disgusto por tenerlo cerca.

Horo desempacaba e iba de un lado a otro de la habitación ignorándola completamente.

 ¿Qué hacia ahí?, pues su hermanita simplemente le dijo que compartiría la habitación con Ren. Dormiría con ese bastardo, maldición, aunque fuese su mejor amigo no podía soportar siquiera pensar en que iba a pervertir a su dulce e inocente hermana.

  * Sí, así es Pilika. *

* Ya lo sé, pero no me gusta en lo más mínimo que esté sola con él. *

  Anna se sentó sobre la cama, no sabía que el joven de azulados y rebeldes cabellos fuese un hermano celoso, aun con Tao que era su amigo.

Pero no tenía que preocuparse, al menos ya debía estar acostumbrado, la relación de esa pareja era ya muy intima, muy, muy intima. Pilika y Ren hacían el amor desde ya cuatro años y Horo Horo todavía no se hacía a la idea de que su pequeña hermana. . . ya no es tan pequeña.

  * Ahhh, que le vamos a hacer !!. *

 Anna dejó escapar un leve suspiro; no tenía opción, compartiría la recamara con este joven pues al parecer la menor de los Usui iba a estar muy ocupada durante el resto de la noche.

 Sin prestarle más atención a su compañero, la rubia se dirigió al cuarto de baño para cambiarse de ropas, sin percatarse de que Horo Horo la seguía con la mirada fija sobre su lindo cuerpo.

Para el muchacho, fue simplemente imposible apartar la mirada de la puerta del baño, pues la mujer más hermosa que sus ojos hayan visto estaba del otro lado de dicha puerta.

  ““Semidesnuda, seguramente, poniéndose ropa más cómoda.””

  Pensó el peliazul, imaginando aquella suave piel blanca con pocas prendas cubriéndola.

  La puerta finalmente se abrió, dejando ver a una bella joven vistiendo una pequeña bata de dormir que dejaba al descubierto sus largas piernas. Anna sintió la fijeza de la mirada de su compañero de habitación; le resultó extraño, pero no pudo evitar sonrojarse sutilmente.

Ignorando el brillo en los ojos de aquel hombre, terminó recostándose en la otra cama.

 Ella le daba la espalda; las delgadas sábanas cubrían casi todo su cuerpo, delineándolo sensualmente.

Horokeu aun mantenía los ojos fijos sobre aquella mujer. . . tantos años de conocerla, tantos años tratando inútilmente de dejar de pensar en ella y ahora era lo más cerca que había estado de Anna.

 Como deseaba tener su fina figura entre sus brazos, que su exquisito aroma lo envolviese, profanar sus tentadores labios femeninos, pero eso no podía ser. . .  durante años tuvo que conformarse con verla de lejos, siempre de lejos; al menos ningún hombre a su lado.

  ““Hasta que conoció a Yoh Asakura.””

 Recordó, su mente torturándolo.

Cualquier esperanza que hubiese guardado se vino abajo cuando se enteró de la relación que la rubia tenía con el castaño de estúpida sonrisa.

  * Pero ahora, Anna era libre de nuevo. *

 Kyouyama había terminado su relación con Yoh, y de nuevo, Horo Horo tenía la vaga oportunidad de poder acercarse a la bella mujer, una oportunidad que su hermana le había conseguido y que ahora, mientras cerraba los ojos, estaba dispuesto a aprovechar, para que Anna por fin le prestara un poco de atención.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

HHxA, again.

¿Qué tal?, mi primer universo alterno. La verdad es que no hay gran ciencia para esta historia, se irían de espaldas si supiesen como me nació la idea para este fic, pero bueno ^^’. Para este fic tengo planeado mucho romance, sexo  y... nada más ¬¬’.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

      || Capítulo 2 ||


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4 years ago

Rojo mar

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Anime: Gundam Wing

Rating: M

Pareja: Heero & Relena

Sinopsis: Heero no puede sacarse de la cabeza aquellas pesadillas donde Relena yace, sin vida, sobre el rojo de su sangre. La busca, desesperado... quizás estar con ella pueda disipar sus temores.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Paisaje rojo fuerte, ¿hermoso?, el que cubre el extraño lugar.

Llama ardiente y avivada la que nunca se podrá apagar.

Silencio sepulcral el de esta agua que teñida de rojo está...

Expandiéndose efusivamente; oh!, rojo mar.

  Su rostro logro ver entre las flamas que la abrazan protectoramente sin dejar

Que el vital plasma se detenga; oh!, rojo mar.

En medio de su sangre la observo, su tranquila sonrisa ya no está.

Pretendo que mis ojos se hacen ciegos, pero admiran todo con pesar.

  * Ah, maldición!. *

 Casi grito. Despierto bañado en sudor después de una loca pesadilla,

Aquella que mi mente creó mientras dormía.

Desesperante, sí; quizás más que la propia realidad.

Maldigo indignado con aquel escenario que observe antes de sucumbir

Ante el temor de la posible realidad de la visión.

Respirando agitado, imploro en silencio que esto jamás se llegue a cumplir.

  Triste estaría, lo acepto, sí.

Prefiero la muerte a no verla vivir.

Intranquilo, no puedo volver a dormir;

Lo intento sin resultados. Continua el miedo de revivir

Aquella desagradable escena donde no pude interferir.

  Me rindo... imposible intentar descansar.

¿Qué caso tiene si la paso mal?.

Increíble el temor que me inunda. Deseo tanto mirar

esos ojos azules, que me atrapan

dentro de la emoción tranquilizante de poderte tocar.

  Crece y crece la desesperación,

Cual lluvia que cae del cielo al corazón.

No puedo controlar el impulso, te busco.

Intento no parecer dependiente de ti;

Corro apresurado a tu refugio: la habitación a la que tanto envidio,

Por tenerte cautiva mucho más de lo que yo he soñado en mi delirio.

  Golpeo la puerta con autoridad.

Que demonios esperas... ¡abre ya!.

Despeja mis dudas y la ansiedad.

Insisto enfadado, temeroso, no puedo negar

Que el miedo corroe la integridad.

  Sal ya a detener esta locura

De padecer tremenda tortura.

  Se abre la puerta; te puedo ver

Mi ángel de amor; hiciste amanecer.

...Tremenda emoción.

  Me regalas aquella sonrisa que, por ahora,

Se haya cubierta de incertidumbre y curiosidad.

  * Es urgente que hablemos. *

  Te digo de inmediato y un tanto agitado.

Tu expresión me indica que no comprendes absolutamente nada

De esta inesperada visita que te hago.

Más sin embargo me permites el acceso a tu privacidad.

  No puedo perder más el tiempo.

Con delirio es con lo que te toco.

Rozando tus labios, sigo insistiendo.

Este inesperado amor... me vuelve loco.

  Pronto, siento la necesidad de rozar mis labios con algo más que los suyos.

Su cuello en primer lugar...

Suave y sensible, igual... me hace temblar.

Sus hombros, sí; más abajo he de llegar.

  Con grandes expectativas y ansiedad,

Sus senos logro probar.

Deleitándome con la excitante redondez de estos

Y la agradable sensación de su piel... tranquila suavidad.

Se estremece con esto, lo sé bien.

  El rojo en mi memoria se ha borrado.

Cielo santo logro descansar,

Porque al fin estoy a tu lado.

Me despido, oh!, rojo mar.

  Tímidos gemidos emanan de tus labios,

Guiándome desesperados al placer.

Y tomando mi rostro entre tus manos,

Permites que te bese otra vez.

  Ternura y ansiedad es lo que siento.

Mordiendo suavemente tus senos a la vez.

Tremenda locura experimento;

Excitado por tu hermosa desnudez.

  Abrazo aferrado la cintura de mi amante.

Estrujando tu cuerpo con amor.

Lluvia de besos en mi rostro cada instante.

Aumentad este delirio, por favor.

  ¡ Oh, bella mujer que me posees !.

Dejadme poseer a mi también

Este lindo cuerpo que tu tienes.

De igual forma lo deseas, lo sé bien.

  El placer me conduce a tu secreto.

Besando y succionando el manantial;

Lastimarte evitaré, yo lo prometo,

Pero dejadme llegar hasta el final.

  Tu respiración agitada logro escuchar.

Te oigo entusiasmado entre jadeos,

Constantemente mi nombre pronunciar

Al satisfacer tus exigentes deseos.

  Me alejo del bendito paraíso tuyo.

Sentiste un mar de sensaciones a la vez.

Deseas más aun, o al menos eso intuyo.

Me sorprendes, linda niña, con tu gran interés.

  Profanado esos labios tuyos, sabor a miel.

Me rindo ante el desesperado sentir.

Con locas y ardientes caricias sobre tu piel

Que no te amo, no... no puedo mentir.

  Pretendiendo ser tu dueño por esta vez... que loco.

Sin cuenta darme de que todo es viceversa,

Te siento agradecerme las caricias que provoco.

Con dulces besos me haces sufrir... mujer perversa.

  Delirante refugio encuentro entre tus protectores brazos.

Y el adorable aroma de tu piel... el mismo que me embriaga.

Rendido ante el dolor de tus besos tan escasos.

Intento todo por tu placer. ¿Qué más quieres que haga?.

  Incitación, paz... respeto y cariño; siento.

Calidez me da su hermoso cuerpo... belleza total.

Morir y vivir, dolor y placer. Todo por este sentimiento.

Amarnos u odiarnos, continua locura letal.

  Beso desesperado tus senos nevados... excitación.

Imposible separarme de ellos; mi droga eres amor.

Complacido con la perfección de tu cuerpo; siento pasión.

A cada instante te anhelo más... no importa el dolor.

  Tatuando de besos tu cuerpo entero y femenino;

Dejando huella en tu ser cual misión importante.

Señales de que me perteneces. Y aun no termino.

Tan solo mía mujer... mi amada amante.

  Entrecortados sonidos escapan de tus delgados labios.

Te escucho satisfecho; ataco con besos más profundos.

Apagando con estos tus labios... necesito probarlos.

Mirando tus ojos y su agradable misterio... en ellos me hundo.

  Eres bella, más que nadie. Envuelto necesito estar

Entre tus tiernas caricias para feliz permanecer.

Por ello esta frágil figura tuya insisto en probar.

Aquí en la oscuridad. Esperaremos el amanecer.

  Ansias recorren mi cuerpo; beso tus labios con delirio.

Separando cuidadosamente las delicadas piernas que posees.

Dirijo al espina a la entrada de mi amor...

Empujando lentamente, disfrutando el momento. Imploro me desees.

  Porque este loco corazón se revela ante la lógica mía.

Te poseo desesperado, detenerme jamás... oh!, pasión.

Ingresando entusiasmado entre mares de caricias.

Loca noche, loco amor. Te amo... mi corazón.

  Sintiéndote temblar bajo a mi cuerpo, y a este permanecer aferrada.

Confesando palabras y sentimientos entre mil besos.

Ahora estoy dentro tuyo... oh!, mujer amada.

Inseparables ahora somos. El uno por el otro... felizmente presos.

  Consciente a la perfección del recorrido de la espina a la rosa.

Cosquillas dentro de ambos cuerpos... loca, ansiada pasión.

Ataque certero de placer. Tuyo por siempre mi chica hermosa.

Adicción al femenino ser... bendita esta desesperación.

  Ingresando una y otra vez

Al paraíso de tu secreto.

Amor por primera vez.

Noche y calor... todo es perfecto.

  Palabras que al aire, desesperados dejamos volar.

Increíble: el momento, el vinculo; la inexplicable sensación de poderte amar.

  Tranquilidad, deseo y ansiedad embargan este cuerpo cansado,

El mismo que tu deleitas con caricias y besos desbordando la ternura.

Aparentando indiferencia y enojo, me pierdo... para mi jamás pensado

Lo fácil que fue para ti despojarme por completo de esta armadura.

  Logrando hacer relucir un sin fin de emociones que, no entiendo,

Siempre y sin pensarlo, no me doy cuenta... todas se dirigen a ti.

Suaves caricias en mi adolorida piel estoy sintiendo...

Tus besos amor querido yo anhelo... no puedo mentir.

  Disfrutando del momento. Ansiado y desquiciante placer pasional.

Sintiendo los atributos tan excitantes de tu figura.

Bendito el pecado... aceptando la necesidad carnal.

  Placer: excitación... sensación inigualable.

Con mi espina clavada en tu cuerpo, te destrozo, tierno amor.

Mía, ya completa. Admirando la agonía interminable.

Arrepentido, aguardo el momento en que disminuya tu dolor.

  Lluvia de besos a tu rostro que envuelto en lagrimas ya esta.

Gemidos me advierten. “Amor”, me logras llamar.

Tranquila te muestras... termina la tempestad.

“Perdón”, te pido arrepentido. No te quise lastimar.

  Continuación de los instintos; aun me permites dentro de ti estar;

Recorriendo el camino de tu cuerpo; oh!, Relena.

Más tranquilo y cuidadoso... me preocupa tu bienestar.

Extasiado de placer; sonrojado ante tu cara tan serena.

  “Te estoy queriendo demasiado”. Logro por fin entender.

Quizá por el mal sueño antes experimentado.

Perderte me mataría... tan solo eso comprender.

Sin tu cuerpo y cariño, me sentiría amenazado.

  Olvidando estos miedos que a mi mente enloquecen,

Te beso. El rojo se desvanece; no más rojo mar.

Delirante por el calor permites que empiecen

Los gemidos y agitados gritos... solo nos podemos amar.

  Entrando y saliendo con rapidez de tu figura;

Te penetro alocado, ya cada vez más de prisa.

Me apoyo en tu cuerpo ; te sujeto por la cintura.

Ardientes y excitados... nos relaja la delgada brisa.

  Después de intensos gemidos, entre mis brazos te encuentras temblando.

A mi cuerpo te aferras desesperada; mi perfecta amante.

Te ha invadido un orgasmo... y aun te sigo penetrando.

“Que locura”. Jamás imaginar siquiera poder amarte.

  Varias veces has experimentado el éxtasis, oh mujer.

A tu rosa la dura espina mía sigue clavada.

Unido a ti de esta manera imploro permanecer.

Desesperados, excitados. Así contigo... oh, mi amada.

  Gran esfuerzo del cuerpo. Ya se encuentra muy cansado.

Termino dentro tuyo... río de vida que en ti ahora fluye.

Ligeros sonidos por parte de ambos; tranquilos... todo ha terminado.

Sobre tu cuerpo recostado. Sorprendido de la forma que en mi influyes.

  Agotado. Acaricio su suave piel; le agradezco... estoy satisfecho.

Besando con ternura los femeninos labios

Y acurrucando el rostro sobre su pecho;

Enredando los dedos en sus cabellos lacios.

  Respira agitada, después de todo.

La sigo abrazando; la sigo besando.

Protegerla antes que nada: lo estuve pensando.

 Deliciosa noche me hiciste pasar.

Como esta... dudo tener otra más.

Casi no hubo palabras. Fue escaso el verbo amar.

Pero negar que ahora te quiero... eso jamás.

 Y de nuevo aquella imagen a mi mente regresa.

En un lago de sangre te veo, oh mujer que ahora estas en mis brazos.

Rojo mar me atormentas. Me alejo de ella con sorpresa.

Pero eso no le importa. me devuelve a su lado entre tiernos lazos.

  Sus besos y caricias te alejan de mi, oscuro paisaje.

Calma miedos y penas... me ha regresado la paz.

Me lleva el deseo de besarla... lo hago. Es este mi mensaje...

  Que la adoro y, aunque increíble, puedo hacerlo aun más.

  Finalizado.

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El fanfic toma lugar durante el tiempo en que Heero permaneció en el reino de Sank, con Relena aun como reina.

Se le puede llamar poem-fic?. Está escrito en versos, pero un poema no necesariamente tiene que rimar ^^.

Y la verdad... está bastante suavecito.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Octubre de 2002.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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3 years ago

Ella es... _C2_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 2: “Una oportunidad” ::.

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Un pequeño bikini blanco era el que apenas cubría lo más necesario de su exquisito cuerpo; las gafas oscuras ocultando sus ojos, la hacían ver más interesante, más sexy.

Horo Horo entraba a la habitación después de vagar por los pasillos del hotel, encontrándose con la imagen más hermosa que sus no tan castos ojos hayan visto en toda su vida.

Esa delgada figura femenina. . . Anna era el diablo que lo invitaba a pecar, a lanzarse sobre ella y hacerla suya. Pero solo permaneció estático, inmóvil, sin poder apartar la mirada de la diosa que tenía enfrente.

* ¿Podrías cerrar la boca?. *

* Eehh??. *

  Anna arqueó una ceja.

No le eran desconocidas las sensaciones que provocaba en los hombres.

 Tomó una pequeña bolsa, mientras salía, diciéndole al peliazul que caminaría en la playa por un rato.

  * ¿A-a estas horas?, pero si apenas ha salido el sol. *

* Por eso, tonto, el paisaje debe ser hermoso, además, seguro que no muchas personas estarán en la playa. *

 Y así nada más, la rubia salió de la habitación, dejando al muchacho completamente embelesado y, por si fuera poco, excitado. Resultaba absurdo, pero con solo verla así, fue suficiente para sufrir, tratando de controlar el calor en su cuerpo.

~*~

~*~

~*~

  Y tal como le había dicho a su compañero, caminaba tranquilamente a la orilla del mar, sintiendo la inigualable sensación de la arena firme, pero suave, bajo sus pies.

El clima era cálido, acompañado por la ligera brisa de la mañana y, tal como pensó, poca era la gente que estaba en la playa a tan temprana hora.

 Se maravillaba contemplando el horizonte, aquella delgada línea que el mar y el cielo compartían a lo lejos.

Eso si era tranquilidad, se sentía relajada y por primera vez en mucho tiempo, había olvidado los problemas con el castaño que la dejó.

 Y hubiese seguido disfrutando de esa quietud, pero dos chicos se le pusieron enfrente, impidiéndole el paso.

Intentó caminar a un costado de ellos, pasarlos de largo o simplemente dar la vuelta y regresar por donde había venido caminando, pero ambos chicos le cerraron el camino.

  * ¿Vienes sola, preciosa?. *

* Si quieres compañía, nosotros. . . *

 La chica de dorados cabellos se quitó las gafas, arqueando la ceja izquierda, desplegando toda la superioridad que creía tener.

Esos chicos eran apuestos, pero tan presuntuosos; no eran su tipo.

Su mirada fría y calculadora, adormilada.

Iba a responderles con orgullosas palabras, pero. . .

  * Anna, amor, te estaba buscando. *

 El chico peliazul apareció y sin más, hizo a un lado al par de desconocidos, estrechando entre sus brazos a una Anna que se sorprendió por su atrevimiento, más todavía cuando Horokeu posó sus labios sobre los de ella.

 Extrañada, Kyouyama no respondió la caricia hasta unos cuantos segundos después, cerrando sus sorprendidos ojos y ahogándose en la placentera sensación que los labios del peliazul le regalaban.

Un suspiro escapó de su boca cuando el muchacho profundizo el beso, abriéndose camino para que su lengua penetrase, mientras sentía como Horo apretaba con fuerza su cuerpo, aferrándose a la estrecha cintura.

 La mujer abrió los ojos; ya no estaban los hombres que la habían molestado. . .  no importaba.

Sus ojos se cerraron nuevamente, relajándose con las caricias del peliazul, hasta que se separaron.

 Inevitablemente, sus miradas se cruzaron. . .

  * Yo. . . no soy tu amor. *

* Porque eres necia y no has querido darme esa oportunidad. *

 Una traviesa sonrisa adornó el rostro de Usui, esto, sumado al intenso brillo en sus ojos, provocaron que Anna se sonrojara levemente, aun manteniendo su seria expresión.

 Horo Horo estaba entusiasmado.

Esa mujer que siempre le pareció imposible, ahora. . . ahora estaba junto a él, de la mano.

 Horokeu no quiso pensarlo dos veces, así que estrechó con fuerza la mano de su bella compañera y comenzó a correr.

  * ¿Q-qué crees que haces?. *

  La rubia solo sentía como ese chico la jalaba con firmeza, obligándola a seguirlo.

  * Solo quiero aprovechar el día. *

 Le dijo; y vaya que hablaba en serio.

La invitó a desayunar, visitaron incontables tiendas y hasta caminaron, sabrá dios cuantas horas, por las calles asfaltadas alejadas de la playa. Terminando sentados a la orilla del mar, admirando el atardecer, uno junto al otro.

~*~

~*~

~*~

 Cuando regresaron al hotel, Anna entró a la habitación seguida por el muchacho de celestes cabellos, quien cerró la puerta tras de sí, bajo llave, y sin perder un solo instante, se acercó a la joven rubia abrazándola desde atrás, acariciando sus suaves hombros.

 La mujer entrecerró los ojos, incapaz de retener los suspiros, se dejó llevar por el hombre que se aferraba a su cintura y recorría lentamente su cuello, llenándolo de besos, mordiéndole la piel de vez en cuando.

 En un arranque de desesperación, Horo Horo la hizo girar bruscamente para poder mirarla a los ojos.

 * En verdad eres hermosa !. *

 El rubor en el rostro de la joven, producto de las palabras del muchacho, solo realzó esa belleza.

Usui se abrió camino hasta las suaves mejillas de Anna.

Cuando ya no pudo resistirse más, la atrajo a su cuerpo, besándola pausadamente mientras la tomaba entre sus brazos, llevándola hasta una de las camas, recostándola con cuidado.

Sus labios ansiosos, la recorrieron, deseosos de probar aquella blanca piel de nieve.

 Anna acariciaba el rostro del joven peliazul, sin resistirse a lo que seguramente sucedería entre ellos.

No estaba segura, pero tenía la sensación de que éste hombre era capaz de hacerla olvidarse de cierto chico de morena piel y sonrisa estúpida.

 Mientras tanto, gemidos y suspiros inundaban la habitación.

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No sé, sentí que cualquier pretexto era bueno para juntar a este par, y que mejor que el despecho o, como dicen por ahí: “pasar el rato”.

Ahh, pero de ese “ratito” pueden surgir muchas cosas, así que. . . próximo capítulo, LEMON. 

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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     || Capítulo 3 ||


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4 years ago

Mi muñequita de cristal

Mi Muequita De Cristal

Anime: The Prince of Tennis

Rating: M

Pareja: Momoshiro & Sakuno

Sinopsis: Ante él, la delicada figura de la jovencita, tan perfecta y frágil. De la muchachita sin formas solo le quedaba el recuerdo. Le gustaba llamarla: su muñequita de cristal.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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Se sentía un tanto extraña; no era la primera vez que estaba en ese lugar, con ese hombre; más esta vez sentía que era distinto.

Ese había sido el mejor día de su vida.

Salieron juntos desde temprano, paseando, riendo y hablando de tantas cosas.

Y es que, a pesar de ser novios, no salían muy a menudo; desde que Momoshiro ingresó a la universidad, había días en que ni siquiera la llamaba por teléfono.

* Kore. *

Momo le entregó una toalla para secar su mojado cabello; la lluvia los había sorprendido.

* Mmmm, arigatou. *

Él sonrió. Le encantaba ver como la chica se deshacía en nervios.

Ella era así desde la secundaria, se sonrojaba por cosas sin importancia, no había cambiado en absoluto. . . y le gustaba.

Momoshiro era mayor que ella tan solo un año, pero la diferencia era muy notoria.

* ¿Quieres tomar algo?. *

* Ie, estoy bien. *

Y volvió a hacerse el silencio.

Se miraron con intensidad, como analizándose cuidadosamente y luego pasó. . . se besaron.

El muchacho la tomó de la cintura, pegándola completamente a su cuerpo; la sentía tan frágil, vibrando entre sus brazos fuertes, totalmente oculta por su figura más alta y fornida.

Y esto era lo que ella temía; cuando se veían, lo único que hacían era besarse por largo rato.

Esta vez quiso evitarlo saliendo juntos. . .

""Pero a fin de cuentas terminamos besándonos.""

Pensaba la joven, mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar. Ya no podía luchar más, no cuando adoraba esto.

Quizá por ello permitió que las grandes manos del muchacho la recorriesen por completo.

* Ahh, Momoshiro. *

Los ojos de la chica se ensancharon sorprendidos.

Una corriente de placer la atacó de pronto al sentir las expertas manos del chico, que acariciaban de forma atrevida su trasero.

* Llámame Momo-chan, te lo he dicho. *

Ella no dijo nada, solo rodeó con sus piernas, la cintura de su compañero.

El tenista no lo soportó, sentir la parte intima de su chica en contacto con su virilidad, lo hizo encenderse al máximo. Su miembro ahora erecto, sufría dentro de la prisión de los pantalones, y todo por ese simple y superficial contacto por encima de la ropa interior de la joven.

La sujetó por los muslos, dispuesto a terminar esto en su habitación.

Así, en pocos minutos, Momoshiro ya la estaba recostando sobre la cama, presuroso, se posó encima suyo.

* Si vas a detenerme, hazlo ahora. *

Rogó, porque él simplemente no podía parar ya.

La amaba y mucho, quizá desde que lloró inconsolable entre sus brazos por el rechazo de Echizen, o quizás mucho antes de eso.

* Sakuno, si tu no. . . *

* Sí quiero. *

Se apresuró a decir la joven, sus mejillas coloreadas en carmín, temblando nerviosamente mientras su corazón latía cada vez con más fuerza.

Takeshi sonrió con ternura para luego dedicarse a despojar a la chica, prenda por prenda. Ante él, la delicada figura de la jovencita desnuda; tan perfecta y frágil, esbelta como un alfiler, su largo cabello suelto, su carita reflejando nerviosismo, ansiedad, curiosidad, pero también cariño y ternura. . . todo de ella le gustaba.

* Mi muñequita de cristal. *

Le gustaba llamarla así, pues siempre la vio tan frágil, que se rompería con facilidad.

""Y ahora, más que nunca, estoy convencido de ello.""

Pensaba el tenista, mientras la recorría con sus ojos, de pies a cabeza. Ahora que la tenía completamente desnuda ante él, había quedado maravillado con la belleza de Ryusaki.

Si con un montón de ropas encima, la veía hermosa, así, al natural, lo era mucho más.

De la muchachita sin formas solo le quedaba el recuerdo, ahora era una joven mujer la que le mostraba su tesoro más preciado e intimo. . . la desnudez de su cuerpo.

Con curvas suaves, pero notorias, se formaba aquella obra de arte cuya máxima expresión seguramente eran el par de senos que sostenían pezoncitos de un café suave, pero atrayente, endurecidos por el frío de la lluviosa tarde, y quizás también por la excitación del momento.

* Eres muy bonita. *

Aquello fue casi un susurro acompañado por una nerviosa risa por parte del muchacho, quien inmediatamente después posó sus labios sobre los de su novia, descubriendo que besarse inmersos en esa situación era extrañamente más agradable a las ocasiones anteriores.

Momoshiro estaba ansioso y no paraba de besarla; sus manos ya jugaban con ambos pechos de Sakuno, que se perdían bajo sus grandes manos. La estimulaba amasando las esferas y con pequeños apretones, lograba hacer que la chica suspirase complacida.

* Oh, pequeña mía. *

Takeshi no pudo soportarlo más.

Abandonó los labios de su chica tan solo para bajar la cabeza y, de inmediato, aprisionar el pezón izquierdo entre sus labios, como suaves pinzas succionando; pareciese que quisiera extraer algo de ellos, lo que de cierta forma logró, pues Sakuno gritaba extasiada por el delicioso cosquilleo que esto, sumado a los cariñosos apretones a su otro pecho, le provocaba.

Más nada de lo que hasta ahora experimentó en brazos de su compañero, se comparó en lo más mínimo a sentir un par de dedos que Momoshiro ya había alojado en su húmeda vagina, que los recibía cálida y dispuesta.

* Oh, Takeshi-kun, me encanta !. *

Fueron las palabras de una joven que ya se retorcía bajo el cuerpo de su novio, quien no dudo en simular una penetración con su dedo índice, que entraba y salía una y otra vez, con plena libertad, una y otra vez, de la intimidad femenina.

Y sus labios seguían ocupados con uno de los pechos de Ryusaki, sin deseos de dejar de lamer y succionar aquel par de pezones que, duros y alzados por la excitación, lo incitaban a beber de ellos un poco más.

Pronto, la mano izquierda del tenista se dirigió también al sexo de la chica, dedicándose a acariciar suavemente el clítoris de Sakuno, un pequeño botón que poco tardó en endurecerse y sobresalir de entre los pliegues vaginales que lo cubrían, buscando un poco más de aquel delicioso cosquilleo.

Siendo masturbada de aquella forma y por un hombre al que quería, Sakuno poco pudo soportar antes de que el primer orgasmo de su vida tomara su cuerpo, sacudiéndolo con las corrientes de placer que nacieron en su intimidad y que recorrieron su columna, obligándola a arquearse, tratando de recibir un poco más del ya necesitado gozo.

Terminó exhausta, sus pequeños pechos subiendo y bajando al ritmo de su agitada respiración.

Lágrimas resbalando por sus sonrojadas mejillas.

Tardó un poco en recuperar el aliento; ninguna chica en su lugar hubiese podido culparla. Había recibido por primera vez el placer y de una forma tremenda, con un dedo dentro suyo y otro más estimulando su sensible clítoris, era comprensible que hubiese tocado la cima del placer tan pronto.

Pero Momoshiro Takeshi aun no había tenido suficiente, o no !. Ese chico ya estaba listo para enterrar su pene en aquella estrecha vagina.

Así, mientras esperaba a que su acompañante se recuperara del éxtasis, el muchacho se despojó de las ropas que aun llevaba.

Y estando ya desnudo, mostraba un cuerpo bastante musculoso para su edad, él no parecía un estudiante en su primer año de universidad. Su cuerpo varonil era perfecto y en extremo atrayente para los inocentes ojos de Sakuno, quien simplemente no podía apartar la mirada de aquel pedazo de carne, duro y grande.

La chica se sentía insegura, tenía miedo de que semejante miembro la lastimara, pero no podía negar que se sentía atraída por él, que deseaba tenerlo dentro suyo.

* Si no quieres seguir, lo entenderé. *

Escuchó a su novio seguir.

Más ella lo miró a los ojos mientras pronunciaba un "no" por respuesta.

Momoshiro sonrió, acercándose a la chica y tomándola entre sus brazos; la sintió temblar ligeramente, aferrándose a él con todas sus fuerzas.

Él joven se acomodó entre las piernas de Sakuno; su pene apuntando a la entrada de la vagina de la chica de largos cabellos. Rozó un poco la punta de su miembro con al intimidad femenina, estimulándola para poder entrar. . . y lo hizo.

El flujo femenino se incrementó y Takeshi no dudó en presionar poco a poco para adentrarse en ella.

¿Cómo describir la sensación de prisión que experimentaba?, la calidez, la humedad. . . ¡Kami!, era delicioso.

Ya lo había hecho con un par de chicas más, pero, por alguna razón, a pesar de la inexperiencia de Ryusaki, Momoshiro lo estaba disfrutando más que nunca.

El tenista presionó un poco más, forzando su pene con un ligero empuje de sus caderas. . . entonces la escuchó quejarse ligeramente. . .

* Ah, Momo, espera un poco, por favor. . . *

Él la obedeció automáticamente, preocupado de haberla lastimado.

La miró a la cara, ella lloraba. Una mueca de dolor había tomado su lindo rostro.

* ¿Te duele mucho?. *

Preguntó el muchacho, acariciando una de sus suaves mejillas.

Mientras Sakuno respiraba agitada, trataba de soportar. Mentiría si dijera que no, aunque lo que en ese momento sentía, era un fuerte ardor recorrer el interior de su sexo y un poco de sangre escurrir del mismo

* Y-ya se me está pasando. *

Dijo ella finalmente.

Takeshi no aguantó las ganas de besarla; esperaría a que su pequeña se acostumbrara a tenerlo dentro suyo, porque sinceramente no planeaba que esta fuera la última vez que estuviera con ella en la cama.

Momo llevó su mano al clítoris de su novia, acariciándolo lentamente al principio, fuerte y rápido al final, tallando casi desesperado, loco al escuchar los gemidos de la chica que le pedía más y más. Eso era lo que él quería, que el placer la recorriera nuevamente.

Así, cuando otro orgasmo la hizo gritar, el joven tenista presionó fuerte y rápido, penetrándola completamente.

Ambos jadearon al sentir aquello; Sakuno sintió dolor, pero su cuerpo aun se estremecía por el gozo de los traviesos dedos de su compañero, frotando su ya escondido clítoris. Takeshi por su parte, estaba disfrutando de la estreches de su chica, su piel interna lo recibía húmeda y cálida, apretándola con fuerza, como queriendo retenerlo ahí lo más posible.

""Y si por mi fuera, viviría eternamente dentro suyo.""

Pensaba Momo, respirando agitado, excitado al máximo.

Desesperado y sin poder contenerse, besó nuevamente a su novia, recorriendo su frágil cuerpo a su entero gusto, apretando cada centímetro de carne, mientras daba inicio a un lento y tranquilo vaivén de caderas, saliendo y entrando sutilmente de la intimidad de la joven. Liberando gemidos y jadeos por parte de ambos.

¿Cómo describir aquel momento?. . . simplemente no podría.

Su pequeña y frágil compañera entregándose a placer, a él. . . un simple muchacho que no creía merecer nada de ella.

Momoshiro no paró de penetrarla, disfrutando la suavidad del roce entre sus sexos; loco por seguir sintiendo como Sakuno lo recibía, apretando su pene, reteniéndolo en su interior y estimulándolo para liberar su esencia dentro de ella.

* Te amo, mi pequeña. *

Lo escuchó decir, poco antes de que se descontrolara por completo y la penetrase con fuerza una y otra vez, sin intención de detenerse.

La besó con ansias, desesperado y agitado; ella le respondió al abrir lo más que podía el compás de sus piernas, dándole total libertad y comodidad para ingresar en su flor, cruzando las piernas alrededor del amplia espalda del tenista.

No supieron cuanto tiempo mantuvieron aquella danza, tenían la sensación de que fue por largo rato, pero igual sentían que aquello no duró más de un par de minutos

Para cuando se dieron cuenta, el constante ir y venir de sus caderas, la húmeda intimidad de la joven y la deliciosa fricción entre ambos sexos en cúpula, desató un orgasmo en cada uno de los cuerpos, que se arquearon buscando más de aquel placer que los recorría y los hacia sacudirse gloriosamente.

Besos eran lo que quedaba de aquella entrega. . . y la vagina de la chica, que palpitaba suave y lentamente, agradando a su amante, quien no tenía prisa por salir del cuerpo de Sakuno.

Pronto, las palabras de amor se convirtieron en susurros que terminaron por apagarse en medio del sueño que venció a dos cansados, pero satisfechos, enamorados.

Amantes que ajenos estaban a la sombra que, afuera en el jardín, temblaba de rabia.

Un muchacho que lo había escuchado todo, ante la poca prudencia de los jóvenes que adentro descansaban.

""Así que esto era.""

Pensaba el joven, apretando fuertemente los dientes.

Le había parecido extraño que Sakuno poco a poco dejase de ir a sus partidos, ella se había alejado de él y ya sabía la razón... Momoshiro se la había quitado.

* ¿Qué pudo darle él, que no encontró en mi?. *

Susurró entre dientes el tenista, ciego por los celos.

Ignorando que la respuesta a esa duda se resumía en dos simples palabras. . .

Atención . . . y amor.

Totalizado.

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Me encantó como quedó esta historia.

Disculpas por la pareja, rara e inexistente, sí... pero una buena noche me dieron tremendas ganas de escribir algo sobre ellos ^0^.

Sé que la muchachita no es del agrado de muchos y menos con Momo. Yo también soy de la idea de que Sakuno parece niña dramática, pero no me cae mal, creo que cuando crezca –mi mente vuela- será una chica muy tierna, bonita y, ¿por qué no?, deseable y sexy ^^.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 04 de Noviembre de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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